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Por ejemplo: la nota estándar de referencia en la afinación es el la 440, es decir, un sonido que
vibre 440 veces por segundo.
En la notación musical, la altura se representa con las notas musicales, que son las siguientes:
El tempo o movimiento hacen referencia a la velocidad con la que debe ejecutarse una pieza
musical. En las partituras de una obra el tempo se suele representar al inicio de la pieza
encima del pentagrama. Cada uno de ellos se corresponde con un número de metrónomo
aproximado (cantidad de pulsos por minuto).
Término Cronómetro
Grave 40-43
Movimientos
Largo 44-47
lentos
Larghetto 48-51
Adagio 52-54
55-65
Andante
Movimientos
moderados
Andantino 66-69
Allegretto 96-112
Allegro 113-120
Movimientos
rápidos
Vivace 121-140
Presto 141-180
Esta cualidad la medimos con el sonómetro en decibelios (dB), los sonidos que percibimos
deben superar el umbral auditivo (0 dB) y no llegar al umbral del dolor (140 dB).
Musicalmente, existe una terminología que en principio marcan seis niveles de intensidad:
En algunas obras románticas se llegan a pedir tres f o incluso cinco p, y siempre debe
entenderse que, por el hecho de ser una medida relativa, depende mucho de la acústica de los
locales y de la opinión de los intérpretes o del director.
El timbre es la cualidad que permite distinguir la fuente sonora; que confiere al sonido de los
armónicos que acompañan a la frecuencia fundamental.
Se define como la calidad del sonido. Cada cuerpo sonoro vibra de una forma distinta, por lo
tanto tiene una forma de onda distinta, y esta se modifica según qué armónicos suenan y con
qué intensidad.