Psicoanálisis: Freud - Cát II

Repaso: Unidad 8
Espacio de Prácticos
 “El yo y el ello” - 1923
Formulación de la segunda tópica del aparato psíquico:

Instancias: ello – yo – superyó

No supera ni reemplaza ni invalida a la primera tópica articulación

“El yo y el ello”, p. 26 “31ª conferencia. La descomposición de la personalidad psíquica”, p. 73

Permite incluir lo que excede al campo de las representaciones y al principio de placer (1ra tópica):

explicar fenómenos relativos a la pulsión de muerte y obstáculos mayores a la curación

PRIMERA TÓPICA INSTANCIAS / SISTEMAS: Icc – Prcc – Cc

“La interpretación de los sueños” (1900)

Su construcción apunta a explicar:

- La formación de los síntomas (y de las otras formaciones del inconsciente)
- La curación de los síntomas

Aparato psíquico que:

- explica el conflicto psíquico entre las representaciones (represión y retorno de lo reprimido)
- es motorizado por el deseo
- es regulado por el principio de placer (y su relevo, el principio de realidad)

“Pulsiones y destinos de pulsión”, “La represión”, “Lo inconsciente” (Metapsicología de 1915):

Soporte conceptual de la constitución del aparato psíquico: represión primaria.

Concepción dinámica del inconsciente.
ELLO

Antecedentes o referencias previas:

- La fuente independiente de desprendimiento de displacer.

- El resto autoerótico que no es cedido a los objetos.
- El núcleo inconsciente del yo.
- Compulsión de repetición (diferente al retorno de lo reprimido).
- Irrupción pulsional no ligada al campo de las representaciones.
“Nota sobre el concepto de lo inconsciente…” Sentidos del término “inconsciente”:

- Descriptivo coincide con lo prcc: latente y susceptible de conciencia.

- Dinámico refiere a lo icc reprimido (secundariamente): hay fuerzas que se oponen a su retorno a la
conciencia. Retorna de manera desfigurada.

“Más allá del principio de placer” El problema de las resistencias: ¿De dónde provienen?

¿De lo reprimido? Lo reprimido no resiste, sino que insiste para retornar a la conciencia.

¿Del yo? Las resistencias son desconocidas para el yo… ¿Hay una parte del
yo que es inconsciente?

“Núcleo inconsciente del yo” es inconsciente pero no reprimido

Formulación de un tercer Icc no reprimido (estructural): ELLO

“Discernimos que lo Icc no coincide con lo reprimido; sigue siendo correcto que todo reprimido es icc,
pero no todo Icc es, por serlo, reprimido” (p. 19)

Lo inconsciente es más vasto que lo reprimido

Ello: conforma el núcleo inconsciente del yo:

una ajenidad irreductible en el núcleo del yo.
una exterioridad en el interior del yo: íntima exterioridad.
lo no reconocido.
instancia impersonal: “eso”.

El yo se asienta sobre el ello: el ello es el “gran reservorio de libido”, sede de las pulsiones.
Los procesos no ligados del ello irrumpen directamente en la conciencia, sin conexión con las
representaciones-palabra:

procesos no ligados lo reprimido secundariamente

del ello

Ello otro cuantitativo – cualitativo “otro” respecto al campo de las representaciones y

lo otro psíquico de la ligadura

Puede desplegar sus fuerzas pulsionantes sin que el yo note la compulsión:

el yo lo vive pasivamente; estar sometido a la fatalidad, a la mala suerte…

- compulsión de repetición en transferencia

- destino fatal
- eterno retorno de lo igual
YO

Antecedentes o referencia previas:

Primera época:
Yo: masa homogénea de representaciones en las que uno se reconoce, pero escindido por una
representación o grupo de representaciones.

“Introducción del narcisismo”:

Yo: imagen unificada del cuerpo que no existe desde el comienzo, sino que se constituye (narcisismo
secundario). Unifica el cuerpo fragmentado y parcial del autoerotismo, pero persiste un resto autoerótico
que se excluye de esa unificación y síntesis.
El yo es una parte diferenciada del ello:

“Un individuo es ahora para nosotros un ello psíquico, no conocido e inconsciente, sobre el cual, como
una superficie, se asienta el yo.” (p. 25-6)

el ello es el originario reservorio de libido (“Introducción del narcisismo”)

el yo se constituye por replegamiento de las investiduras de objeto que parten del ello

Yo: proyección psíquica de la superficie del cuerpo / “yo-cuerpo” / “esencia-cuerpo”.

representación del cuerpo propio como cuerpo unificado parcialidad del autoerotismo

Escindido por el ello escapa a la síntesis del yo (debido a la desmezcla pulsional y la acción
de la pulsión de muerte que tiende a la desagregación)

el yo intenta dominar al ello: metáfora del jinete

SUPERYO

Antecedentes o referencias previas:

- Los diques psíquicos (asco, vergüenza y moral).

- Los sueños punitorios: cumplimiento de deseo de la instancia criticadora y punitoria de la vida anímica.
- Conciencia moral: instancia de observación de sí.
Dos vertientes de la misma instancia:
Ideal del yo: instancia simbólica que le marca un camino al yo en relación a los ideales.
Conciencia moral: vigila que el yo cumpla con el Ideal y sanciona lo que le falta para
alcanzar el Ideal.

Doble origen en su formación o génesis:

1) Identificaciones iniciales cuando el yo es todavía endeble: “identificación con el padre de la prehistoria

personal”
- no es resultado ni desenlace de una investidura de objeto
- más temprana que cualquier investidura de objeto (preedípica)
- identificación directa e inmediata

Primeras marcas
Tiempo de desvalimiento y dependencia inicial
Conexión con el ello
2) Heredero del Complejo de Edipo
Salida del Edipo: resignación de las investiduras de los objetos incestuosos y sustitución por
identificaciones: “tener el objeto” por “ser como el objeto” (identificaciones secundarias, al rasgo)

“Sedimentación en el yo”: el superyó es una instancia dentro del yo

El superyó adquiere rasgos y sanciones provenientes de los padres del Edipo

Cara normativa y reguladora:

introducción de la legalidad por la vía de la prohibición

“ser como el padre” / “no ser como el padre”
instauración de ideales que normativizan y regulan la vida
Cara cruel y de severidad:

El superyó mantiene afinidad con el ello y lo puede subrogar frente al yo:

“Mientras que el yo es esencialmente representante del mundo exterior, de la realidad, el superyó se le
enfrenta como abogado del mundo interior, del ello.” (p. 37)

Desmezcla pulsional sesgo cruel e imperioso del “deber ser”:

Imperativo categórico del superyó:

- mandatos (frases) insensatos, irracionales, que exigen una satisfacción sin límite y que someten al yo.
Imperativo inalcanzable.
- efecto mortificante para el yo.
- el superyó proviene de lo oído, pero la energía de investidura le es aportada por el ello.

Paradoja del superyó: a mayor renuncia pulsional, mayor severidad del superyó. Hipermoral.

Cada fragmento de agresión del que el yo se abstiene, es asumido por el superyó sobre el yo
Reacción Terapéutica Negativa (RTN): frente a una solución parcial o un avance en el tratamiento, se
produce un refuerzo momentáneo del padecer o empeoramiento

conservación del padecimiento la cura es vivida como un peligro

Sentimiento inconsciente de culpa Sentimiento de culpa consciente o normal:

o necesidad de castigo: culpa del yo por no cumplir con el Ideal

- satisfacción en la enfermedad y no renuncia al castigo del padecer

- necesidad de estar enfermo por la satisfacción que porta el padecer
- es mudo: el paciente no se siente culpable, sino enfermo

RTN: exteriorización en la clínica de una de las resistencias más poderosas: resistencia del superyó.

Masoquismo moral: “La satisfacción de este sentimiento inconsciente de culpa es quizás el rubro más
fuerte de la ganancia de la enfermedad (…) el padecer que la neurosis conlleva es justamente lo que la
vuelve valiosa para la tendencia masoquista” (“El problema económico del masoquismo”, p. 171-2).
Entonces…

Yo potencia: importantes funciones (ej: ordenamiento temporal de los procesos anímicos, gobierno
de la motilidad y examen de la realidad)

endeblez sometido a 3 amos ello

mundo exterior VASALLAJES
superyó

Intenta conciliar y mediar entre las exigencias del:

- ello: exigencias de satisfacción pulsional. Su otro mundo exterior.
- mundo exterior: exigencias de renuncia pulsional.
- superyó: severidad.

Tres clases de peligros: relación entre el peligro y la angustia.

El yo es el genuino almácigo de la angustia: ante la amenaza del peligro, el yo emite la señal de

angustia para poner en marcha los mecanismos de defensa.