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+ Agaipitulo 311 Permanecer fiel a un solo hombre ¥ indice 2 ae . , —¢Vas a ver como Raul sigue enviando a sus hombres a acechar a Samuel sin hacer nada? Samuel es el que esta siendo acosado ahora, y podria hacernos lo mismo la préxima vez. —Delfina se qued6 mirando a Santiago en silencio. Su mirada clara y su expresion inocente hacian que cualquiera no pudiera rechazarla. Santiago fruncio las cejas. Aunque el Grupo Echagaray y Majestic Corp no estaban asociados, ya habia conocido a Raul en varias reuniones sociales. El hecho de que Ratl hubiera conseguido hacer prosperar su empresa en pocos afios sugeria que era alguien inteligente. Si de verdad se acercaba a Claudia, Delfina también se veria afectada, ya que era la madre de Samuel sobre el papel. —No te preocupes. Yo me encargo de esto, La expresion de Delfina’se suavizo enseguida. —Daré las gracias en nombre de Samuel. —Delfina, sabes que tu gratitud no es lo que quiero. —Santiago la miré fijo con expresién seria—. Espero que busques inmediatamente mi ayuda siempre que te encuentres con algun peligro en el futuro, ya sea un asunto laboral o privado. En cuanto a mi tio... Fingiendo no entenderle, Delfina pronuncié: —Voy a ver como estan Claudia y Gloria antes de cambiar las sabanas de la habitacion de invitados. Ella abandoné el lugar justo después de terminar de hablar, sin dejar oportunidad a Santiago de continuar con sus palabras. Los de Farmacéutica Murillo habian estado en contacto frecuente con Jaime. Como sobrino de Jaime, Santiago era ciertamente consciente de ello. Era comprensible que quisiera evitar que Delfina entrara en contacto con Jaime, pero no podia obedecerle en absoluto. Mientras tanto, Gloria y Claudia ya habian dejado su equipaje en la habitacion de invitados. En ese momento, estaban discutiendo sobre qué pedir para cenar. —Claudia, por qué pides Surstrémming para cenar? {Quieres hacer que la habitacién apeste? —Mira lo que estas pidiendo. {Huele mejor el queso parmesano? —También afiadiré algunas coles de Bruselas. Delfina escucho su conversacién nada mas llegar a la habitacion. Las comisuras de su boca se crisparon al pronunciar: —¢Qué intentan hacer a estas horas? —Vamos a cenar —dijeron al unisono. No solo estaban sincronizados, sino que también hablaban sin tapujos. —Nosotros tampoco hemos cenado.\—dijo Gloria. —Asi es. No pudimos comernada debido a ese ineidente. —Claudia agité la mano-—. No hay mas discusiones. La cena pago yo. Una impotente Delfina dijo: —Por favor, deja de molestar. Si de verdad vas a pedir la comida que acabas de mencionar, toda la casa apestara, ya que siempre cerramos las puertas y las ventanas por la noche. Luego, se arremang6 la camisa. —Te prepararé la cena. Claudia fingié ser timida. —No hay necesidad de eso. Es muy tarde. —No sera solo para ustedes dos; Samuel y Carla tampoco han comido nada. Prepararé unos fideos para todos. —Muy bien. —Claudia se leno de energia al instante—. Quiero dos huevos escalfados en mis fideos. Uno de ellos debe estar completamente cocido y el otro tiene que estar medio cocido. —éY tu, Gloria? —Tomaré algunos tomates y huevos con mis fideos. No me gusta la comida pesada, asi que por favor reduzca la sal. —Muy bien, los prepararé para ustedes ahora mismo. Delfina eché una mirada a Gloria, que capté la indirecta y tom6 el brazo de Claudia. —Bajemos también. Esto es muy aburrido. —S6lo baja por tu cuenta. Por qué me haces ir contigo? —No puedo cuidar de dos nifios yo sola, ya sabes. —Santiago también estara abajo. —Un hombre como él no sabe cuidar a los nifios. jVen conmigo ahora mismo! éNo eres su madrina? Gloria aparté directamente a Glaidia de la cama. Al ver que Claudia seguia bajando las escaleras,a pesar de su reticencia, Delfina solto un suspiro de alivio.le preocupaba que, dado su temperamento, Claudia se agitara demasiadodespués de ver lo que Ratil le habia hecho a Samuel. Por lo tanto, fue una gran idea que ella también se mudara a este lugar. Con tanta gente vigilando a Samuel, era un alivio para ambas partes. La villa, habitualmente tranquila, se convirtié en Un bullicio de ruido cuando las dos damas entraron en ella. Poco después, todos se seftaron a la mesa para cenar juntos. Al ver que Santiago estaba agarrando un tazon, Claudia le lanzo una mirada. —{No has cenado ya? —¢Por qué no puede comer mas después de haber cenado? —Gloria respondid con una expresion de fastidio—. Delfina es experta en la cocina, asi que es de esperar que a los hombres les guste la comida que prepara. No creo que sea mucho pedir. Ademas, no olvides que vives bajo su techo, Claudia. Al oir eso, Claudia se exasperd. —£Vivir bajo su techo? Solo le estoy dando la oportunidad de demostrar su valia delante de Delfina. —Tendré que darte las gracias en su nombre entonces. —{No puede hablar? Por qué necesita que me des las gracias en su nombre? Incapaz de aguantar mas, Delfina solté: —Parece que ni siquiera la comida puede cerrarles la boca. Si se atreven a decir una palabra mas, no se acerquen a mi mesa. Fue entonces cuando los dos se callaron la boca. A diferencia de Gloria y Claudia, que basicamente engullian la comida, Santiago era mucho més lento y elegante cuando comia fideos. De hecho. Las dos mujeres ya iban por su segundo plato, mientras que el hombre solo iba por la mitad del primero. Después de la comida, Samuel y Carla fueron a la sala de estar y se pusieron a ver unos dibujos animados. Santiago dijo: —No te preocupes por Raul. Yo me encargaré del. La repentina mencion deyRaul pill6 a Claudia desprevenido. —Si, necesitamos tu ayuda con esto. —Gloria asintio—. Después de todo, este asunto ha implicado también a Delfina. gC6mo se atreve el hombre llamado Raul a enviar a sus hombres a acechar a Samuel? —Le diré a Paco que se encargue de esto. —Mientras hablaba, Santiago echo una mirada a Claudia—. Hay una cosa mas que no debo deeir, pero usted es muy hermosa, seforita Bisconti. Puede encontrar con facilidad un hombre brillante para ser su pareja, y no tiene sentido permanecer leal a un solo hombre. —(Qué quieres decir? —Claudia estaba desconcertado. Santiago explicd: —He oido que intentaste suicidarte por el hombre que te dejd. No vale la pena. «{Qué quiere decir que he intentado suicidarme?» Claudia se quedo boquiabierta. —De qué demonios estas hablando? —{No te cortaste las venas por Raul? «{Qué?» Claudia se atraganté con las especias y empezé a toser violentamente. Sus ojos estaban cubiertos de lagrimas. «Cuando me he cortado las venas?» Delfina le paso enseguida un vaso de agua y le dio unas palmaditas en el hombro. Al mismo tiempo, le hizo una sefial con la mirada. Al ver eso, Claudia comprendio lo que estaba pasando. —{Estas bien? —pregunt6é Santiago con preocupaci6n. Claudia se enderezo y tosié un poco mas. —Estoy bien. —{Qué pasa? {He dicho algo malo? —No, pero espero que no vuelvas a sacar este tipo de incidente embarazoso. Gracias por tu preocupacién. Mientras asentia, Claudia pellizcé con fuerza a Delfina por debajo de la mesa. «jEsto es vergonzoso! ;COmo pudo mentirlé a Santiago que me corté las venas por Rati? Soy una mujer directa que tiene el valor de amar y odiar. No hay hombre que no pueda dejar atras. gPor qué iba a intentar matarme por un hombre que utiliza a los demas'para obtenehbeneficios para si mismo?» Una Gloria aténita dijo: —{lntentaste suicidarte por ese bastardo? No puedo creer que te hayas hecho el duro todo el tiempo, Claudia. Claudia puso una risa hueca y respondio: —No era yo misma en ese momento. Mientras soportaba el dolor que le venia del muslio, Delfina puso una expresion indiferente y dijo: ir. Lo sacaré de la —Vamos a beber un poco de zumo que acabo de exprit nevera. Con una horrible sonrisa, Claudia exigio: —Por favor, traeme mas zumo. Me arde la garganta. > AGaipitulo 312 Leroy Bennett I gSFina le habia mentido a Santiago entonces. Claudia nunca sufrié una depresi6n, ni intent6 cortarse las venas por ningtin hombre. Nunca le conté a nadie cémo se quedé embarazada de Samuel, pero cuando Delfina la conocié en un pais extranjero, comia varias veces al dia y parecia estar de un humor de verdad alegre. Luego, convencié a Delfina de que fuera la madre de Samuel sobre el papel ofreciéndole ayuda para obtener la residencia permanente. En ese momento, Claudia no estaba preparada para ser madre, mientras que Delfina acababa de dejar a Carla. En lugar de que Carla necesitara a Delfina, era al revés. La raz6n por la que Delfina mintié a Santiago fue porque queria despertar su simpatia para que la ayudara a defenderse de ese canalla llamado Raul. A la mafiana siguienteySe celebro una reunion en Farmacéutica Murillo. —La bebida deportiva desarrollada por nuestro departamento de I+D ha sido probada y confirmada como segura. Ahora tenemos que hablar de la promocion. Nuestros colegas del Departamento de Publicidad han seleccionado tres posibles portavoces. Por favor, eche un vistazo, sefiora»Murillo, —No hay necesidad de eso. —Delfina agito la mano—. No sé nada de famosos. Dile al Departamento de Publicidad y al de Marketing que tengan una discusion conjunta y que me muestren la propuesta final. Al oirlo, el director del Departamento de Publicidad eligid inmediatamente una de las propuestas. —Sefiora Murillo, hemos tenido algunas discusiones antes, y todos estamos de acuerdo en que esta persona es el candidato mas adecuado. —gTodos ustedes comparten el mismo sentimiento? —Delfina agarré la propuesta y paso directo a la parte de los avales. En cuestion de segundos, la presentacién de la posible portavoz aparecid en su vista. Sin embargo, lo que la atrajo fueron las fotos adjuntas. Habia fotos del portavoz nadando semidesnudo, montando en bicicleta con una camiseta blanca y patinando con una camiseta. Sdlo con ver sus fotos, uno podia sentir lo joven y enérgico que era. —¢Leroy Bennett? —Delfina pronuncié su nombre. El director del Departamento de Publicidad dijo: —Si, es la celebridad mas popular de los Ultimos alos. Desde que debuto en un reality show hace tres afios, ha seguido siendo popular hasta hoy. Sin embargo, Delfina fruncié el cefio. —Sin embargo, una celebridad tan joven tiene un publico objetivo muy especifico. En cuanto sus fans pierdan el interés por él, dejaran de comprar las cosas que avala. Es un riesgo,queytendremos que asumir. —También lo hemos tenido en cuenta, pero loymas importante para nosotros ahora es popularizar esta bebida deportiva/ Como no hay problema con la calidad, se hard famosa en poco tiempo. —Tienes razon. En ese caso, sigue adelanté con él. —De acuerdo. Antes de que Delfina cerrara el documento, no pido evitar echar un vistazo mas alas fotos. De hecho, no era el tipico hombre atractivo de las celebridades. Sus rasgos faciales eran bastante angulosos y sus ojos eran penetrantes. Sin embargo, su rostro era todavia un poco regordete debido a su corta edad, por lo que parecia bastante inofensivo. Ademéas, su aspecto atlético encajaba perfectamente con la bebida deportiva que iban a promocionar. —Yo me encargaré de este proyecto de aprobacidn. La voz de Claudia se oy6 de repente en la sala de reuniones, mientras todos cambiaban su atenci6n hacia ella. Claudia siempre estaba al lado de Delfina, ya que era la asistente de ésta. Supuestamente, no tenia derecho a decir nada durante las reuniones de la oficina. Sin embargo, todos sabian que era una joven de Bisconti Sociedades, asf que nadie se atrevia a refutarla. —eTu? —Si, yo lo haré. Nuestros colegas del Departamento de Publicidad estan desbordados de trabajo, y yo tengo algo de tiempo libre de todos modos. Resulta que tengo algunos contactos en el mundo del espectaculo y también tengo experiencia en negociar con agentes de famosos. Te ayudaré a manejar esto. Mientras Delfina dudaba, el director del Departamento de Publicidad dijo: —Sefiora Murillo, trabajaré con la sefiorita Bisconti y me ocuparé de esta tarea de apoyo. Alno tener otra opcion, Delfina sélo pudo aceptarlo primero. —Muy bien, vamos a terminar la reuni6n aqui. Todos ustedes han hecho un gran trabajo. Tras la reunion de la manana, Claudia y Delfina volvieron juntos a la oficina. En cuanto se cerré la puerta, Delfina’ pregunto: —{iQué te pasa? —{Qué quieres decir? —Fingiendo no entenderla, ClaudiayseypUso a regar las plantas. —Estas matando las plantas. —Delfina puso los ojos en blanco—. {Vas a acosar a la celebridad masculina usando el acuerdo de apoyo como excusa? Evidentemente, era consciente del temperamento de Claudia. La mujer era alguien que se volvia loca por los hombres atractivos. —Te juro que no es el caso. Aunque me encantan los hombres atractivos, nunca los acosaré. Tengo una amiga que adora a Leroy, asi que voy a conseguirle un autdgrafo firmado. —Un amigo? {Quién es? —No la conoces. —No creo que tengas ningtin amigo que yo no conozca. No me digas que es una conocida, probablemente no es tan importante como para que te firme un autografo una celebridad. Un culpable Claudia dud6 durante mucho tiempo. Al darse cuenta de que el secreto no podia mantenerse oculto, dijo con sinceridad: —Es Estela Dolton. — Estela Dolton? —Delfina parecia estar incrédula—. {No dejaste de contactar con ella hace cinco afios? —Calmate. Puedo explicarlo. —Entonces, vete. —Delfina reprimio su enfado y tom6 asiento—. Me gustaria saber como vas a explicar la légica de conseguir un autdgrafo firmado por una mujer que arrebato a tu prometido hace cinco afios. —Leroy es el ex novio de Estela. Al oir eso, Delfina se sobresalt6. «Supongo que tengo que aclarar este asunto». —{Es Estela, de la que hablas, la persona que se caso con Raul? —Si. —Claudia bajo la cabeza—. También fue mi compajiera de cuarto en la universidad y mi mejor amiga. Me has oido bien; es ella. Delfina pudo oir un toque de resentimiento en su voz —SOlo quiero averiguar por qué Estela dejé a Leroy y se cas6 con Raul. —{No crees que va detras del dinero? —No lo sé. —De acuerdo. —Delfina dejo de preguntar mas—. Adelante, pero asegurate de que tus emociones no afecten a tu trabajo. Decidié dejar de preguntar porque a lo largo de los afios habian estado tan unidas como verdaderas hermanas, asi que comprendia a Claudia tanto como a ella misma. Claudia nunca superaria el incidente si no se desataba el nudo de su corazon. Mientras tanto, una emocionada Claudia rodeé los hombros de Delfina con sus brazos. —Gracias. Eres la amiga mas increible del mundo. —jSuéltame! Voy a vomitar. —Nunca te dejaré ir. Mientras se metian el uno con el otro, el teléfono de Delfina que estaba colocado sobre la mesa empez6 a sonar. En cuanto vio el nombre en la pantalla del teléfono, Delfina entrecerré los ojos e hizo un gesto a Claudia para que se callara. Un momento después, atendié la llamada. —Sefior Echagaray. Se oy6 una voz madura al otro lado de Ia linea. —iCémo esta, sefiorita Murillo?!He@oido que ha tenido problemas recientemente. —Me asombra su capacidad para reunir informacion, sefor Echagaray. Sin embargo, nunca me han faltado problemas; asi que no estoy seguro de qué caso esta hablando. —Por supuesto que-estoy hablando de tu .discusién con la oficial Aldecoa de la Oficina de Investigacion. Tambiéh escuché que la persona que secuestr6 a tu abuela habia sido asesinada. —{Me llamo para reirse un poco, senor Echagaray? —Por supuesto que no. Si necesita mi ayuda, tengo algunos amigos de la Oficina de Investigacién que pueden ayudar a aliviar la tensién entre usted y la oficial Aldecoa. Todavia tienes un negocio que dirigir, asi que no debes ofender a los de la Oficina de Investigacion. —Gracias por su preocupacion, sefior Echagaray. Sin embargo, no me interesa tener nada que ver con la Oficina de Investigacién. —Delfina lo rechazé con firmeza y frunci6 el cefio. El reflejo de su expresién en la ventana parecia altivo. Tras un momento de silencio, Jaime pronuncié con calma: —iY si le digo que le voy a presentar a unos amigos, sefiorita Murillo? gEsta usted interesada? > 4Gaipitulo 313 La fiesta en el Crucero Dorado | gSFina fruncié el cefio ante las palabras de Jaime. —Te veré en el Salén Deluxe del Crucero Dorado a las siete y media de la tarde. Seguro que conocerds a las personas que te interesan en el céctel —Yo iré. Tras colgar la llamada, Delfina intercambié miradas con Claudia. —Jaime me dijo que me uniera a un coctel con él en el Crucero Dorado. —{EI Crucero Dorado? —Claudia se sobresalto—. gEs un evento organizado por el Jockey Club? —iSabes algo de eso? —Mi padre fue uno de los fundadores de ese club. Cuando era pequejia, me llevaba a los eventos organizados por el club. Por alguna razon, un dia dejo de asistir a ellos y dejé de ver,las carreras de caballos por completo. —{~Paso algo? —No estoy segura. Ya estaba en la universidad cuando ocurrid, asi que no estaba en casa la mayor parte del tiempo. Al oir eso, Delfina se sumié en sus pensamientos. Justo entonces, alguien llamé a la puerta desde fuera. —Entra —dijo Delfina. La persona que entro era la secretaria del director del Departamento de Publicidad, Linda Caceres. —El director me dijo que le enviara esto, presidente Murillo. Es la Ultima agenda de Leroy Bennett. Una desconcertada Delfina pregunto: —¢Para qué necesito su agenda? {Por qué no podemos contactar directamente con su agente? Linda explico: —El director ya ha llegado a un acuerdo con el agente de Leroy sobre el —EI director ya ha llegado a un acuerdo con el agente de Leroy sobre el contrato. Sin embargo, Leroy es diferente a otras celebridades: le gusta tomar las cosas en sus manos. Por lo tanto, el contrato tiene que ser enviado a él y firmado por él. —jNo podemos reunirnos con su agente? Una impotente Linda pronuncié: —Leroy es la celebridad de moda ahora, asi que tiene una agenda apretada. Si queremos reservar un hueco con su agente para tener un encuentro, eso sera dos meses después. Al escuchar su explicaci6n, Delfina dijo: —En otras palabras, estas diciendo que tenemos que ajustarnos a su horario y buscarlo para que firme el contrato donde quiera que esté. —Asi es. —Linda parecia avergonzada»Comeo le preocupaba que Delfina se disgustara, se apresur6 a explicar—: Asi funcionan las cosas en el mundo del espectaculo, sefora Murillo. Las marcas tienen que cooperar con las celebridades mas atractivas para que avalen sus productos. Mientras Delfina guardaba silencio, Claudia dijo; —Deja que me encargue de esto. Puedes hacer tu propio trabajo. —Muy bien. Tras agarrar la agenda, Claudia la hojeo y se lamento: —Todo es dinero facil en el mundo del espectaculo, eh? Esto solo demuestra que estas marcas tienen razon al buscar a estos famosos para que avalen sus productos. Estos famosos se dan aires de grandeza, pero sus fans siguen dispuestos a apoyarlos. Delfina fruncié las cejas. —Deberias reunirte con Leroy. Si hay un problema con su personalidad, no quiero que sea nuestro portavoz. Estamos en el mercado a largo plazo, no sdlo para vender algo rapido. —Lo entiendo. No te preocupes. —Mientras hablaba, Claudia vio de repente algo y fruncié el cefio—. gEl Crucero Dorado? Leroy también va al Crucero Dorado. —¢Qué? ~También es miembro del Jockey Club? Mientras Claudia repasaba el contenido de su agenda, dijo: —No lo creo. Aqui se menciona que va a asistir a un evento, asi que creo que ha sido invitado al crucero. —{Puedes conseguir toda la informacién sobre el Jockey Club? —Lo investigaré. Claudia hizo una rapida bisqueda sobre el Crucero Dorado y el Jockey Club, pero se dio cuenta de que no habia nada util. —{Por qué no llamo a mi padre y le pregunto al respecto? —Espera un momento. —Delfina levant6 la mano para detenerla—. No hay necesidad de eso ahora mismo. Seguramente algo no cuadraba, ya que el Suceso del crucero tenia que ver con Jaime. Delfina pens que seria mejor no informar a los mayores sobre ello para que no se preocuparan. Independiente del propésito de este evento, Delfina tenia que asistir a él —Voy contigo —dijo Claudia con el! horario en la maho—. Tengo que buscar a Leroy de todos modos. —S6lo tengo una tarjeta de invitacion. ;Como vas a entrar? —Iré a casa a buscarlo. —Claudia sonri6é con suficiencia—. Aunque mi padre ya no asiste a estos eventos, los del club siguen insistiendo en enviarle las tarjetas de invitacion a todas las funciones, y yo sé donde las coloca. Algunas personas se apresuraban a conseguir las tarjetas de invitacion para poder asistir al evento en el crucero, pero para los padres de Claudia, el evento era como una plaga que habia que evitar a toda costa. Pronto, la oscuridad descendio sobre ellos al anochecer. Vestidas de noche, Delfina y Claudia llegaron al puerto de Pontevedra. Cuando el asistente tomo la tarjeta de invitacion de Claudia, se sobresalt6. —Usted e: —Esta es la tarjeta de invitacion de mi padre. Me dijo que viniera aqui en su nombre. Al escuchar su explicaci6n, el encargado dijo: —Usted es la sefiorita Bisconti. Bienvenida, y esta es su tarjeta de habitaci6n. —Gracias. —Ni lo menciones. Delfina y Claudia embarcaron en el crucero de forma arrogante, y no fue hasta que entraron en el ascensor que respiraron aliviados. —Si mi padre se entera de que he venido con su tarjeta de invitacion, me mata. —{Por qué? El encargado fue muy respetuoso cuando vio el nombre de tu padre. —Delfina examin6 la tarjeta.de la habitacionde Claudia durante un rato—. Parece que su habitacion es una suite. Claudia no se sorprendi6é en absoluto, pues ya se lo esperaba. —Mi padre es uno de los fundadores, asi que tienen que mostrarle bastante respeto. Los otros fundadores también son amigos de mi padre, pero dejaron de contactarse hace mucho tiempo. —éQuiénes son? —Eran compafieros de mi padre en la universidad. Uno de ellos se llama Benegas; yo siempre lo llamaba sefior Benegas. La otra persona es una mujer llamada Blanco, y yo la llamaba sefiora Blanco. —Tras una pausa, continud diciendo—: No creo que los conozcas, ya que sus entidades no estan en Pontevedra, y no tengo ni idea de la naturaleza de sus negocios. Mi padre se enemist6 con ellos con el tiempo. Recuerdo que un dia mencioné a la sefiora Blanco en casa, y mi padre se enfado. —Tu padre es una persona de temperamento suave. No puedo creer que haya estallado por esto. —Es cierto. Yo también lo encuentro inconcebible. Por lo que a mi respecta, rara vez tiene una rabieta. —Hay algo fuera de lugar. Justo cuando Claudia queria decir algo, Delfina la tom repentinamente del brazo y pronuncié con voz sombria: —Entremos en nuestra habitacion. El Crucero Dorado era un gran crucero en el que podian celebrarse muchos eventos al mismo tiempo. En esta ocasion, el Jockey Club habia reservado todo el crucero. Como el evento aun no habia comenzado, el barco seguia aparcado junto al puerto mientras esperaban la llegada de los invitados. Al entrar en la habitacion, Delfina examin6 todo a fondo. —¢Qué buscas? —Shh. Delfina cerré las cortinas yexamin6 la habita con la linterna de su teléfono. Tras asegurarse de qué no habia camaras ocultas, encendio la luz y la habitacion quedo iluminada. —Alguien nos estaba acechando’en el pasillo hace un momento. La expresion de Claudia cambi —jEstas seguro? Si. Claudia corrié enseguida hacia la puerta y miré por la mirilla. En ese momento, sOlo otros huéspedes caminaban por el pasillo, por lo que no estaba segura de si los estaban acechando. Delfina dijo: —Deja de mirar. El acosador no se quedaria fuera de nuestra habitacion. —Quién podria estar acechaéndonos? —Claudia fruncié el cefio cuando un nombre le vino a la mente—. {Podria ser Raul? ;Debe estar loco! Le llamo ahora mismo. —Espera un momento. —Delfina tiré del brazo de la otra mujer—. Estamos en el Crucero Dorado ahora. ;Estas segura de que los hombres de Ratil pueden entrar -Si. Claudia corrié enseguida hacia la puerta y mir6 por la mirilla. En ese momento, sdlo otros huéspedes caminaban por el pasillo, por lo que no estaba segura de si los estaban acechando. Delfina dijo: —Deja de mirar. El acosador no se quedaria fuera de nuestra habitaci6n. —Quién podria estar acechandonos? —Claudia fruncié el cefio cuando un nombre le vino a la mente. gPodria ser Ratil? |Debe estar loco! Le llamo ahora mismo. —Espera un momento. —Delfina tiré del brazo dejla.otra mujer—. Estamos en el Crucero Dorado ahora. ¢Estas segura de que los hombres de Raul pueden entrar aqui? Al oir eso, Claudia se sobresalto. > AGaipitulo 314 Este lugar es su territorio | inde te has dado cuenta todavia? Todos los invitados aqui no estan acompafiados por sus asistentes. Si Raul quisiera acosarte, tendria que venir él mismo. Al escuchar el andlisis de Delfina, Claudia pregunto: —Si no es él, gquién mas puede ser? —Quizds tenga algo que ver con su tarjeta de invitaci6n. Sus miradas se posaron en la mesa donde estaban la tarjeta de invitacion de Claudia y una tarjeta de habitacion libre. Todo el crucero estaba rodeado de misterio, 0 por decirlo de otra manera, de extrafieza. —Es ese el caso? —Claudia nunea,tuvo miedo de nada. Sin embargo, cuando vislumbr6 la conectividad celular en su teléfono, se sobresalto—. ~No hay conectividad en el crucero? Delfina echo un vistazo’a su teléfono y se dio cuenta de que era el mismo. «No es de extrafiar que me haya pedido que\nos encontremos aqui. Debe haber algun problema con este erucero», Claudia pulso directo el timbre de llamada. Una respetuosa voz de mujer se escucho desde el otro extremo de la linea. Hola, sefiorita Bisconti. gEn qué puedo ayudarle? Claudia pregunto: —¢Por qué no hay conexion celular en la sala? ¢Tienen Wi-Fi? —Lo siento, sefiorita Bisconti. La privacidad es muy importante en este crucero, por lo que todos los dispositivos de comunicaci6n personal no son utilizables aqui. Si necesita contactar con sus amigos en el crucero, puede utilizar el teléfono interconectado de su habitacion. Claudia fruncio el cefio y se quejé: —¢Qué tiene de malo este lugar? Ni siquiera podemos usar nuestros propios teléfonos. Desgraciadamente, era demasiado tarde para que pudiera salir del barco. Sobre la mesa habia dos anticuados teléfonos negros que ni siquiera podian usarse para hacer fotos. Ademas, sdlo se podia contactar con otras personas a través del teléfono. Tras colgar la llamada, Claudia siguié despotricando: —Es este un lugar donde se retinen los delincuentes? ;Les preocupa que contacte con la policia para detenerlos? —Como ya estamos a bordo, quédate tranquila. —Delfina examin6 los teléfonos por un momento antes de pasarle uno de ellos a Claudia—. Si nos separamos mas tarde, usa esto para contactar conmigo en cualquier momento. —Muy bien. Sdlo con mirar este teléfono, siento que me viene un dolor de cabeza. El crucero salié del puerto exactamente a las siete de la tarde. Delfina y Claudia se dirigieron juntos ajla sala de banquetes. —Hay mucha gente aqui/{C6mo voy. a buscarlo? —Tras mirar a su alrededor, Claudia par6 al azar a un camarero y le pregunto—: Disculpe, ;sabe donde esta Leroy Bennett? El camarero neg6 con la cabeza para demostranque no tenia ni idea. Por otro lado, Delfina ya podia ver a Jaime en la distancia. —Sigue buscandolo, Claudia. Veo a Jaime por alli. —Adelante entonces. —Mantente en contacto y ten cuidado. —Muy bien. Después de separarse, Delfina paso por delante de la multitud en la sala de banquetes. Cuando Jaime la vio, esboz6 una sonrisa amable, como si estuviera de verdad contento de ver a la joven. — Como estas, Delfina? —Hola, Jaime. Delfina siguid siendo educada con él. Los desconocidos solian Ilamarle sefior, pero ella podia llamarle por su nombre como solia hacer Santiago. — Esta todo bien? ¢Alguien te ha puesto las cosas dificiles? —Todo esta bien. Sin embargo, no esperaba que la privacidad fuera tan importante en este crucero. Habia una leve sonrisa en el rostro de Jaime. —Si la privacidad aqui no fuera fuerte, no te habria invitado a venir aqui. —No me lo dijiste claramente por teléfono, Jaime. No creo que me hayas invitado a este lugar slo para presentarme a unos amigos. —Hace tiempo envié unas muestras y la otra parte qued6 satisfecha. Han ofrecido un precio muy atractivo, y la persona quiere conocerte. Por lo que veo, creo que van a comprar tus productos al por mayor. —{Me invitaste a tener una discusion,con ellos? Delfina al final comprendio su intencidn. Jaime habia obtenido algunos beneficios a través de la venta de la mercancia en aquel entonces, por lo que queria un negocio aun mayor. Al parecer, la otra parte no creia que pudiera conseguir facilmente una gran cantidad de medicamentos, por lo que queria conocer a la propia proveedora, Delfina. Cada detalle en este tipo de negocio turbio era importante. Si_se filtraba alguna noticia por accidente, tendrian problemas. —{No hemos colaborado ya durante mucho tiempo? Cuando Jaime miré por encima del hombro de la mujer y vio la figura en la distancia, su mirada se ilumino. —Esta aqui. Delfina se sobresalt6 por un momento antes de girar la cabeza y seguir su mirada. Habia un joven rodeado por un grupo de personas, y estaba acompajiado por una dama. —jSefior Palacios! —Jaime se acerco corriendo y lo llamo de manera respetuosa. Delfina nunca habia visto esta faceta de Jaime. Delfina nunca habia visto esta faceta de Jaime. Era el hijo de Arturo, después de todo. Aunque era el segundo plato de Santiago en la familia Echagaray, seguia siendo una figura importante que habia nacido tica. Era arrogante dondequiera que fuera, por lo que era sorprendente verlo tan servil con otra persona. El sefior Palacios era un hombre de aspecto limpio de unos treinta afios, y sus ojos marrones desprendian una sensaci6n sombria por alguna razon. —Es usted la sefiorita Murillo? La mirada del sefior Palacios se pos6 en Delfina. En el momento en que vio ala mujer, una luz se encendié de repente en sus ojos de aspecto sombrio, a los que ella encontré bastante inquietantes. —Siempre he ojdo que eres una decidida mujer de negocios, pero nunca esperé que fueras una belleza tan impresionante. Delfina contesto con una sonrisa: —¢Por qué una bella dama no puede ser una decidida mujer de negocios? ;Sdlo las personas feas pueden hacer negocios? Basicamente se esta menospreciando a si mismo, sefior Palacios. En cuanto termino de hablar, todos se callaron. Un horrorizado Jaime espeto: —¢De qué demonios estas hablando, Delfina? Justo en ese momento, el sefior Palacios se eché a reir de repente. —Interesante. Me encanta la gente con sentido del humor. Todos intercambiaron miradas y respiraron aliviados. Delfina penso: «Por qué le tienen tanto miedo? No es que sea una bestia que se los vaya a comer vivos. {Tienen que estar tan ansiosos?» Preocupado por si volvia a decir algo inapropiado, Jaime se apresuré a decir: —Permitanme presentarles. Esta es una de las jefas de Farmacéutica Murillo, Delfina Murillo. Delfina, este es Daniel Palacios. El hombre extendio su mano hacia Delfina. —Me llamo Daniel Palacios. Llamame Daniel. Delfina le estreché la mano y se dio cuenta de que su palma estaba bastante caliente. Cuando intento retirar la mano, descubrio que la otra persona no tenia intencién de soltarla. Una sorprendida Delfina levanto la vista, y cuando sus ojos se encontraron, Daniel pronuncio: —No se ha presentado, sefiorita Murillo. Una Delfina imperturbable ejercié mas fuerza con su mano y se zaf6é de su agarre. —De todos modos, no creo que sea necesaria una presentacion. Si no hubieras investigado mis antecedentes, no me habrias dejado subir al crucero. Daniel entrecerré un poco los ojos. —Es usted muy inteligente, sefiorita Murillo. Deberia saber que no cualquiera puede subir a esta nave. —Por supuesto. —Creo que no estas mostrando suficiente sinceridad. Tengo algunas preguntas personales para ti, asi que por qué no vamos auuna habitacion privada? Ciertamente, Delfina era lo suficientemente inteligente.como,para darse cuenta de que tenia malas intenciones. Sin embargo, le sorprendié que aquel hombre no pareciera tener la intencién de ocultar sus lascivos motivos delante de tanta gente. No hace falta decir que este lugar era su territorio. «{Quién es este tipo llamado Daniel Palacios? Conozco a muchos peces gordos de Pontevedra, pero nunca habia oido este nombre». —Vamos, seforita Murillo. —Daniel le hizo un gesto para que hiciera un movimiento, mientras que Jaime no parecia que fuera a detenerlo pronto. Delfina cerré los pufos con una expresién sombria. ACupitulo 315 La clase alta y el circulo subterraneo ees do Daniel termin6 de hablar, quiso que Delfina le siguiera a una habitacién privada. Justo cuando Delfina estaba a punto de rechazarlo, se oyé la voz de una mujer que venia de detras de Daniel. —Sefior Palacios, el banquete esta a punto de comenzar. Al encontrar la voz familiar, Delfina miré a la fuente de la misma y vio a una mujer joven de pie entre la multitud. Su apariencia no era destacada, pero nadie podia descuidarla cuando hablaba. Delfina sintié que su corazén se aceleraba mientras miraba fijo a la mujer. Llevaba un peinado corto y limpio, mientras que su cuerpo estaba enfundado en un vestido negro de una sola pieza. Su piel bronceada parecia bastante fuera de lugar en una sala donde la mayoria de las mujeres tenian la piel clara. Ademas, parecia alguien que deberiajéstar practicando tiro con pistola en un campo de tiro en lugar de una mujer vestida de noche en Un salon de banquetes. Un impaciente Daniel refute: —{No ves que estoy ocupado? —Todos ellos estan esperando que abras la botella de champan. Su actitud no era ni arrogante ni servil. Tras un Momento de bloqueo, Daniel acab6o cediendo. —De acuerdo, haremos eso primero. Luego, se volvié para mirar a Delfina. —Venga con nosotros, sefiorita Murillo. Delfina recobré el sentido y asintié con una sonrisa cortés. Después de eso, Daniel avanzo arrastrando los pies mientras la mujer se limitaba a caminar a su lado. Mirando su espalda recta, Delfina pens6 que debia conocerla antes. —éQuién es ella, Jaime? —Lila Heras. Es la guardaespaldas del senor Palacios. —{ Qué? —Delfina se sobresalt6—. gUn guardaespaldas mujer? —Por supuesto. {Crees que se parece a un hombre? Sin embargo, he oido que es mejor en la lucha que la mayoria de los hombres, asi que no la ofendas. Incluso el sefior Palacios tiene que escucharla. Sus palabras desconcertaron a Delfina. —¢Por qué? {No es solo una guardaespaldas? —Mas que una guardaespaldas, en realidad es un topo. —iUn topo? De repente, Jaime empezé a toser. Delfina levanto la vista y vio a Lila mirandola fijo. Se estremecio cuando la mujer parecio advertirla con sus ojos de mirada fria. Mientras Delfina estaba aturdida, la mujer retiré poco a poco su mirada. A un lado, Jaime pronuncié en voz baja: —Deja de preguntar y aléjate de"@lla, Es alguien de quien incluso el sefior Palacios tiene que desconfiar. Al oir eso, Delfina bajé la cabeza. Era evidente que Jaime también sabia poco de Lila. En ese momento, centro de la sala de banquetes se llené de gente. Delfina y Jaime tardaron en llegar, por lo que solo pudieron situarse en un lugar alejado del centro. En ese momento, se oy6 a.alguien hablar por un microfono. —Hola, soy Renato Benegas. Gracias por venir a este evento organizado por el Jockey Club. Es un verdadero honor. Tengo que agradecerjen’ especial al sefior Palacios que haya hecho el esfuerzo de venir aqui a pesar de su apretada agenda... «Renato Benegas?» Delfina recordé lo que Claudia le habia dicho. —Ese es Renato Benegas, uno de los fundadores del Jockey Club. Delfina volvio a la realidad al escuchar la voz de Jaime. —{Tiene el sefior Palacios algo que ver con él? En el rostro de Jaime se dibujé una leve sonrisa. —Bueno, la razén por la que el Jockey Club tiene tanta influencia es todo gracias al sefior Palacios. Verds, todos los invitados aqui son las personas mas ricas de Pontevedra. Es facil formar parte de la clase alta de Pontevedra, pero es extremadamente dificil entrar en el circulo que estas viendo ahora. —¢Qué quieres decir? —El circulo subterraneo. —Jaime le dirigié una mirada significativa—. ¢Crees que es un evento normal en este crucero? Los ojos de Delfina se oscurecieron. —Estas diciendo que esta gente esta aqui para hacer tratos comerciales? —Por supuesto que no. —Jaime bajé la voz—. Tenemos algunos extranjeros aqui para ocultar la naturaleza de este evento. Mientras Delfina miraba a estas personas, se dio cuenta de repente. Se trataba de un evento anual que no era lo que el organizador pretendia, y el tiesgo que tenian que soportar aumentaba ajio tras afio. Si este crucero era inspeccionado por las autoridades, los extranjeros que se apresuraban a asistir a este evento serian utilizados como tapadera. Si los que se dedicaban al comercio ilegal no podian huir, mantendrian a estas personas cautivas. Una vez que tuvieran a los cautivos en sus manos, los de la Oficina de Investigacion no se atreverian a hacer ningun movimiento. Delfina sintio que su corazon se hundia mientras,el bullicioso banquete se convertia en algo mas a sus ojos. Aquellas personasicon brillantes sonrisas en sus rostros eran ahora como cautivos en movimiento para ella. Cuando Daniel termino de abrir la botella de champan, la multitud se disperso mientras la sala del banquete volvia a animarse. Delfina y Jaime estaban de pie en un lugar alejado del escenario. Cuando Jaime vio que Daniel les hacia sefias, comprendié enseguida su indirecta. Luego dijo: —Vamos. El sefior Palacios quiere que nos dirijamos a la sala privada. Al oir eso, Delfina volvié a la realidad. Cuando llegaron a la sala privada, dos guardaespaldas masculinos las detuvieron y dijeron: —Tendremos que inspeccionarte. Delfina dio por instinto un paso atras. No es que quisiera negarse a su inspeccion, pero los guardaespaldas eran hombres. Justo entonces, alguien abrié la puerta desde dentro y dijo: —Yo lo haré. Lila echo una mirada al guardaespaldas mas cercano a Delfina, que se aparto docilmente. Parecia que le tenia miedo. Mientras miraba a Delfina, Lila dijo: —Esta es nuestra regla, sefiorita Murillo. Por favor, levante las manos. Delfina se sobresalté por un momento antes de levantar las manos como se le dijo. Lila paso a inspeccionarla con cuidado, incluyendo todos los accesorios que llevaba Delfina. Como estaban tan cerca, el rostro de Lila se magnificdé ante los ojos de Delfina. En ese momento) tuvo la sensacién de haber conocido a esta guardaespaldas antes. —iNos conocemos? —espeté inconscientemente. Sin embargo, Lila negé con el cefio fruncido y dijo: —Es nuestro primer encuentro, senorita Murillo. Mientras tanto, Jaime también estaba siendo inspeccionado. En medio de las dudas de Delfina, dijo: —La sefiorita Heras rara vez viene a Pontevedra, asi que No es probable que la hayas conocido antes. Una asombrada Delfina respondié: —Quizas la he confundido con otra persona. —Muy bien, ya puedes entrar —dijo Lila. Después de darle las gracias, Delfina entré en la sala privada con Jaime. En cuanto entraron en el local, Daniel pregunto: —¢De qué hablaban fuera de la habitacién? Te he ofdo decir que has confundido a alguien con otra persona, {tengo razon? Antes de que Delfina pudiera hablar, Jaime se acerco con entusiasmo y explicé: —Era Delfina. Dijo que tal vez habia conocido a la sefiorita Heras antes, pero le dije que no era probable. Es imposible que se hayan cruzado antes. —{Oh? —La mirada de Daniel se poso en Delfina—. Ha conocido a Lila antes, sefiorita Murillo? Una sorprendida Delfina echo inconscientemente una mirada a Lila, que se dirigié directo hacia Daniel tras entrar en el local. En ese momento, ella también miraba a Delfina. Cuando Delfina la examino, sus rasgos faciales le resultaron cada vez mas familiares. «Debo haberla conocido antes. Pero {dénde?» De repente, todos los puntos conectaron al recordar algo. —éSefiorita Murillo? La voz de Daniel la devolvi6 a la realidad mientras negaba rapido diciendo: —No, sélo me he equivocado. —{De verdad? ,Qué es lo que pasa? gConoceés a una persona que se parezca a Lila? Hablame de ella. —Era una compaiiera de clase, pero no nos hemos visto desde hace tiempo. Delfina echo una mirada més a Lila mientras creia que su especulacion era correcta. Aunque el rostro de Lila era diferente al de aquella persona de hace cinco ajios, su voz le resultaba familiar a Delfina. Ademas, su mirada no cambié. ni un apice. Delfina atin recordaba haberse subido a la ventana del hotel en el que la habian recluido. Una mujer hizo un gesto con la mano mientras le decia a Delfina que no tuviera miedo, y entonces parecia de verdad valiente.

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