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Instinto de protección

Toda persona al nacer trae consigo un cierto instinto de protección a medida que
transcurre el tiempo, la experiencia a demostrado que en muchos individuos este
instinto desaparece gradualmente. Esto se hace notorio en algunas personas a una
edad temprana y en otros a una edad más avanzada. Si el individuo conserva a través
de toda su vida el instinto natural de auto-protección, prácticamente no habría
necesidad de tener programas de protección de accidentes, pero, debido a la
desaparición gradual de ese instinto, ha surgido la necesidad de establecer normas y
principios de seguridad.
A continuación se enumeran algunos de los principios básicos que se deben practicar
para proteger a nuestros semejante y a nosotros mismos.
1) Creer en la seguridad de tal manera que lo motive a invertir parte de su tiempo
en ella.
2) Estar convencido de la felicidad que logrará, y que puede dar a los demás, si
vive de acuerdo a los principios de seguridad.
4) Estar preparado para trabajar con los demás de forma tal que no sea la causa
de lesiones para los que le rodean. Debe prepararse a sí mismo para ayudar a
desarrollar en los trabajadores nuevos una consciencia de seguridad.
5) Tener el deseo de aprovechar cada oportunidad que se le presente para
corregir condiciones inseguras.
7) Tener conocimiento de que la seguridad es una inversión que da buenos
beneficios.
8) Aprender desde muy temprano que la seguridad en el trabajo tiene que estar
en primer lugar.
Mucho se dice respecto a estos temas, pero nada se logrará si uno no se convence de
ello. Lo mismo sucede si se usan dispositivos de seguridad inconscientemente. Es
necesario que la acción sea total, asumir el peligro y usar los dispositivos de seguridad
conscientemente.
El premio de todos esto es lograr mantener nuestro cuerpo intacto hasta el final de
los días que Dios nos ha proporcionado.
Protección para la cabeza

E l otro día me llamó la atención la frase de un anuncio que me ha servido de


inspiración para la charla de hoy. La frase decía “No se le ocurra perder la cabeza”. Me
puse entonces a pensar, que con ciertas determinadas limitaciones, casi todo el
mundo puede trabajar a pesar de que le falte una pierna, un dedo ó una mano pero
obviamente imposible si le faltara la cabeza.
Por esta razón el equipo de protección más importante en las obras es el casco
protector.
Lo que quisiera lograr con esta charla es que aprendan como cuidar y mantener su
casco. Este no sólo depende de las condiciones normales que nos rodean en el medio
ambiente de trabajo, sino también de otros factores como pueden ser el frío, el calor,
los productos químicos, rayos ultravioletas, etc.
El casco como ven es rígido y fuerte. Esa rigidez además de aminorar la fuerza de los
impactos, hace que cualquier objeto punzante que caiga contra la coraza, sea
desviado.
Una cosa de la que tenemos que cuidarnos, es de las rajaduras o arañazos por muy
pequeños que sean. Si ustedes observan algunas señales en su casco es imperativo que
lo reemplacen por uno nuevo.
Hablemos ahora del sistema de suspensión. Esta banda ajustable interior es muy
importante ya que el casco se mantiene a la distancia adecuada. Todos sabemos lo
importante que es el espacio entre el casco y la cabeza. Así el aire puede flotar en el
espacio.
Los zapatos de seguridad salvan los dedos
Ustedes habrán visto algunos carteles sobre zapatos de seguridad y habrán oído
hablar de ellos mucho antes. Pero deseo tratar el tema en forma amplia y
conveniente, de manera que ojalá puedan llamarnos en lo futuro “El departamento
con zapatos de seguridad ciento por ciento”.
No es que hayamos tenido accidentes muy graves en los pies o dedos, pero de vez en
cuando alguien deja caer algo en sus dedos o, tal vez, patea algo duro o punzante que
lo obliga a guardar cama por un tiempo.
Al investigar estos accidentes nos encontramos que la puntera de acero dentro del
zapato hubiera prevenido o, por lo menos, reducido estas lesiones. Por supuesto que
hay algunos accidentes en los que la puntera de acero no dará una protección de
ciento por ciento, pero como el casco de acero de los soldados, dará la mejor
protección posible. Si ustedes no me creen esto, pregúntenle a una persona que haya
dejado caer algo punzante o pesado sobre sus zapatos de seguridad y luego hayan
salido tan campantes sin lesión alguna. Reconozco que en éstos días parezca
económico usar nuestros antiguos zapatos en la planta. La idea no es mala, excepto
que pueda costar un buen pico a la larga. Imaginándose lo que le pueda suceder a uno
con un pie aplastado, resultará siempre más barato invertir unos soles en unos zapatos
de seguridad. Debemos gastar los zapatos viejos en casa o en trabajos personales,
pero lo importante es tener una buena protección donde uno trabaja. No se puede
hacer una inversión mejor que la de un buen par de zapatos con punteras de acero que
protegerán sus pies durante meses y meses en lo futuro.
Además en esta época, los zapatos de seguridad están confeccionados con una
magnífica presentación. Hay tipos de estos que no se pueden distinguir de un buen
par de zapatos de calle. Conozco una gran cantidad de gente que usa zapatos de
seguridad, aún cuando no estén realizando un trabajo peligroso.
Anteriormente los zapatos de seguridad eran pesados y calientes. Muchos se
quejaban que no eran cómodos. Pero hoy las compañías que fabrican estos zapatos se
han dedicado a mejorarlos para hacer de ellos algo muy cómodo, de buena
presentación, inmejorable calidad. El aislamiento dentro de la puntera evita que el
zapato pueda recalentarse o enfriarse demasiado. La puntera puede soportar
tremendos pesos siendo sumamente liviana.
Después de todo, uno no puede saber cuando haya de caerle algo encima de los pies,
por eso es mejor estar seguros de que usamos los zapatos de seguridad y no
tendremos porque lamentarnos.
Estos zapatos son una buena adquisición y dan una magnifica protección. No hay nada
mejor que conseguirse un buen par y usarlos todo el tiempo y me agradaría que todos
ustedes lo hagan así.
Los ojos
La vista es uno de los sentidos más necesarios para nuestro desempeño en la vida. Si
nos pusiéramos a hablar de todas las ventajas que tenemos con el don de la vista no
terminaríamos. Basta sólo con cerrar los ojos y pensar que tenemos que vivir en esa
oscuridad, para comprender lo valioso que es la vista.
La naturaleza nos ha brindado diferentes defensas para proteger nuestros ojos.
Pestañas. Se ocupan de capturar el polvo o las pequeñas partículas para que éstas no
lleguen a los ojos.
Cejas. Sirven como un cojín protector para detener, entre otras cosas, el sudor de la
frente.
Lágrimas. Tienen la función de lubricar los ojos y limpiarlos de cualquier partícula
extraña.
Pupilas. Se contraen para proteger los ojos de las luces intensas.
Estas defensas naturales protegen los ojos de posibles lesiones pequeñas, pero no son
suficientes para proteger la vista que muchas veces está expuesta a situaciones
peligrosas en el trabajo. Hay que protegerse de chispas y salpicaduras que pueden
producirse cuando se corta o martilla algo, de ácidos u otro tipo de sustancias que
puedan quemar o dañar los ojos.
Es importante que mantengan sus lentes en buen estado, siempre manténganlas
limpias ya que de lo contrario no podrán ver bien. Sé que no es un placer usarlos pero
si queremos mantener nuestra vista tenemos que hacerlo.
Quiero recordarles que la empresa cumple con proporcionarles el equipo de
seguridad. Siempre que vea que no lo usan se los recordaré, pero básicamente son
ustedes mismos los responsables directos.
El precaver a tiempo nos librará de lamentar una gran pérdida por el resto de nuestras
vidas.
Proteja sus manos
Después de los ojos, las manos probablemente sean la parte más importante del
cuerpo cuando se trata de realizar un trabajo. Sin embargo son ellas las que más sufren
lesiones. Esto es natural ya que realizamos casi todo nuestro trabajo con ellas. Incluso
gente que trabaja en oficina puede lastimarse la mano cerrando un cajón ó un
archivador.
Ustedes están haciendo un trabajo mucho más peligroso que el de oficina y sus manos
están en constante peligro por eso les recomiendo que las mantengan alejadas de
accidentes.
Algunas maneras para proteger sus manos.
 Usar herramientas correctas. Usar la llave, el martillo, el destornillador, la
palanca, el cincel, etc., del tipo y tamaño apropiado para el trabajo.
 Usar herramientas en buenas condiciones. Las herramientas con filos
embotados o ramas, con cabezas desportilladas, mangos agrietados, quijadas
quebradas son especialmente peligrosas para las manos.
 Mantenga sus manos lejos de maquinarias en operación. Antes de empezar una
reparación su primer movimiento debe ser hacia el cierre del interruptor. Muchas
manos han sido amputadas porque el trabajador ha hecho otro movimiento primero.
 Tener cuidado en el manejo de materiales. Usen los guantes cuando estén
manipulando cualquier cosa aguda, desafilada, dentellada o astillada. Saquen sus
manos oportunamente cuando apilen materiales.
 Mantener las manos limpias de químicos irritantes. Hay que evitar el contacto
directo con los ácidos, álcalis, solventes o aceites para cortar productos petrolíferos.
Estos pueden producir quemaduras, agrietamientos, sequedad o pérdida de la piel.
 Tratarse las quemaduras, raspones o astillamientos. “Solamente un rasguño”,
frase típica de muchos. Este rasguño puede convertirse rápidamente en una infección
que conduzca a la cama o a la amputación de la parte afectada.
No exponga sus manos a ningún peligro. Son las que ganan su salario, CUÍDELAS.

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