La acidosis ruminal aguda y subaguda (SARA) son problemas nutricionales comunes tanto
en el ganado vacuno como en el lechero.
El objetivo de esta revisión es describir cómo las bacterias Gram negativas
ruminales podrían contribuir a la patogénesis de las acidosis ruminales, al liberar lipopolisacáridos en el líquido ruminal. Cuando el ganado consume cantidades excesivas de carbohidratos altamente fermentables sin una adaptación previa El objetivo de esta revisión es describir los datos más actuales sobre cambios bacterianos durante la acidosis ruminal para dilucidar grupos bacterianos podrían estar contribuyendo al aumento de LPS ruminal. La comprensión de los orígenes del LPS podría indicar la toxicidad de esta endotoxina y la correlación del LPS con la acidosis ruminal. La fermentación de estos carbohidratos disminuye rápidamente el pH ruminal debido a la acumulación de ácidos grasos de cadena corta y lactato en el rumen. Como consecuencia, el epitelio ruminal puede resultar dañado, lo que podría conducir a una posible translocación de sustancias patógenas desde el rumen al torrente sanguíneo. Estos cambios en la fermentación van seguidos de un aumento de las bacterias Gram- positivas, mientras que las Gram-negativas disminuyen. La lisis de las bacterias Gram- negativas durante la acidosis ruminal aumenta la concentración de LPS en el líquido ruminal. Dado que el LPS es una endotoxina altamente proinflamatoria en el sistema circulatorio. Si se identifican las bacterias ruminales con posibles LPS patógenos, se podrían crear estrategias nutricionales para superar, o al menos minimizar, la acidosis ruminal. Acidosis ruminal en el ganado Las acidosis ruminales agudas y subagudas (SARA) son trastornos digestivos que afectan al ganado vacuno de carne y leche. La transición de dietas basadas en forraje a dietas basadas en concentrados, que contienen mayores niveles de carbohidratos rápidamente fermentables (por ejemplo, en la transición a la lactancia o al cebado), o incluso el consumo abrupto de estos carbohidratos (por ejemplo, comportamiento de selección), cambian el patrón de fermentación hacia los carbohidratos no fibrosos (NFC). En el rumen, estos carbohidratos se fermentan rápidamente en ácidos grasos de cadena corta (AGCC) y lactato, y la acumulación de estos ácidos reduce el pH ruminal por debajo de las condiciones normales de fermentación (por ejemplo, pH < 5,6 Una teoría bien investigada es que el aumento de la carga de ácido en el rumen puede dañar el epitelio ruminal Según Owens et al. (1998), los animales se someten a una acidosis metabólica cuando el exceso de base en la sangre es disminuido, debido a la absorción de ácido ionizado por el epitelio ruminal, y no se corrige a través de la homeostasis del pH sanguíneo. La acumulación de ácidos en el rumen también conduce a un aumento de la presión osmótica ruminal, que podría causar daño al epitelio ruminal lo que aumenta las posibilidades de que las sustancias patógenas se transloquen al torrente sanguíneo. Las bacterias y endotoxinas bacterianas (lipopolisacáridos [LPS]) se cree que pueden translocarse al torrente sanguíneo en estas situaciones, impactando potencialmente en la salud y la producción de los animales.
Origen de los lipopolisacáridos ruminales
A pesar de los efectos dietéticos, genéticos y ambientales, diferentes especies de rumiantes tienen un microbioma ruminal compuesto por una mezcla de bacterias Gram- positivas y Gram-negativas. En el ganado vacuno, el núcleo del microbioma ruminal central comprende el 45% de todas las bacterias ruminales, de las cuales cinco de los seis filos son bacterias Gramnegativas. Durante la acidosis ruminal, la composición de la comunidad bacteriana del rumen cambia y la concentración de bacterias Gram-positivas aumenta, mientras que las bacterias Gram-negativas disminuyen. La disminución de las bacterias Gram negativas por lisis bacteriana durante la acidosis conlleva a la acumulación de residuos en el líquido ruminal, las bacterias Gram negativas contienen LPS en su membrana externa y que se libera durante crecimiento, división y lisis bacteriana; aunque la es el principal contribuyente al LPS libre (Petsch y Anspach, 2000; Yaron et al., 2000), la dieta asociada a la acidosis ruminal puede aumentar la tasa de recambio de las bacterias y, por lo tanto, las células intactas también pueden contribuir a la liberación de LPS durante la acidosis ruminal (Plaizier et al., 2014). Así, durante la acidosis ruminal, los LPS de bacterias gramnegativas se acumulan en el líquido ruminal y puede ser tóxico para el animal (Plaizier et al., 2012), como el LPS de Escherichia coli que se sabe que evoca una respuesta inmunitaria cuando está en el torrente sanguíneo (Nagaraja et al., 1978b; Raetz et al., 1991). Curiosamente, el LPS ruminal aún no se ha caracterizado y su toxicidad no se conoce bien. Por lo tanto, para entender el nivel de toxicidad de las bacterias Gram-negativas ruminales, es importante entender primero cómo es el patrón de concentración ruminal de LPS en animales sometidos a SARA, y cómo se relacionan con los cambios bacterianos en ambos trastornos.