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El 23 de julio de 2013 empezaba en Rio de Janeiro la primera JMJ presidida por Papa

Francisco, el primer contacto del Santo Padre con los jóvenes de todo el mundo

Han pasado nueve años desde la celebración de la Jornada Mundial de la


Juventud en Brasil, del 23 al 28 de julio de 2013: la primera presidida por el Papa
Francisco, quien fue elegido como Sumo Pontífice el 13 de marzo de ese mismo año.
Fue un encuentro internacional que supuso el primer contacto directo del Santo
Padre con la juventud del mundo: un acontecimiento global que superó, sin
duda, todas las expectativas que tenían los organizadores ya que, según datos
oficiales, casi 4 millones de jóvenes participaron en la Misa de Clausura.

La JMJ de Brasil en cifras


Fe, juventud, alegría y esperanza fueron los ingredientes que marcaron esta
semana de convivencia llena de sintonía entre el Sucesor de Pedro y los más de 3,5
millones jóvenes que acudieron a los diversos eventos organizados en las ciudades
de Copacabana, Quinta da Boa Vista y el centro de Río de Janeiro.
Según reflejan los datos de la organización, la ceremonia de bienvenida del Santo
Padre el día 25 reunió a 1,2 millones de personas en Copacabana, mientras que al
vía crucis del día 26 asistieron 2 millones de personas. Asimismo, en la vigilia, cerca
de 3 millones de jóvenes se dieron cita también en Copacabana, para reflexionar,
rezar y alabar a Dios en compañía del Papa.

Siete años del famoso "¡Hagan lío!" del Papa


Fueron muchos los discursos profundos en los que el Santo Padre logró tocar el
corazón de la gente a través de sus palabras: claras, concisas y alentadoras. Uno
de los más populares fue aquel mensaje pronunciado por Francisco durante su
encuentro con los jóvenes argentinos en la Catedral de San Sebastián, el jueves 25
de julio de 2013.
Así hablaba el Papa con un tono de voz emocionado en medio del aplauso de
una juventud entusiasta:
“¿Qué es lo que espero como consecuencia de la Jornada de la Juventud? Espero
lío. Que acá dentro va a haber lío... va a haber, que acá en Río va a haber lío... va
a haber, pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera, quiero que la
Iglesia salga a la calle, quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad,
de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo
que sea estar encerrados en nosotros mismos, las parroquias, los colegios, las
instituciones son para salir, si no salen se convierten en una ONG ¡y la Iglesia no
puede ser una ONG!”
"Hagan lío; cuiden los extremos del pueblo, que son los ancianos y los jóvenes;
no se dejen excluir, y que no excluyan a los ancianos", añadió haciendo referencia a
"un lío" que proviene del corazón de Jesús, de un corazón cristiano que busca la
fuerza para lograr grandes cambios en beneficio de la construcción del "Reino de
Dios" en este mundo.
Las palabras de Francisco se renuevan en esta pandemia
En plena emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus, que ha costado la vida
de cientos de miles de personas, sacudiendo los sistemas económicos a nivel global;
cuesta mucho imaginar en qué condiciones se podrá llevar a cabo un proyecto como la
JMJ.
Mientras que Europa pone ya el ojo en el período de la post pandemia, muchos
países de América Latina todavía no han alcanzado su pico de contagiados. Son
tiempos nuevos, por tanto, para la humanidad que tendrá que enfrentar nuevos
desafíos y lograr implantar grandes cambios, para evitar así, que todos los esfuerzos
realizados hasta ahora hayan sido en vano. Es por ello que las palabras del Papa a los
jóvenes en Río no pasan de moda, sino que se renuevan y cobran actualmente un
sentido especial:
“Yo pienso que, en este momento, esta civilización mundial se pasó de rosca, se pasó
de rosca, porque es tal el culto que ha hecho al dios dinero, que estamos
presenciando una filosofía y una praxis de exclusión de los dos polos de la vida que
son las promesas de los pueblos. Exclusión de los ancianos, por supuesto, porque
uno podría pensar que podría haber una especie de eutanasia escondida; es
decir, no se cuida a los ancianos; pero también está la eutanasia cultural: no se
les deja hablar, no se les deja actuar. Y exclusión de los jóvenes. El porcentaje que
hay de jóvenes sin trabajo, sin empleo, es muy alto, y es una generación que no
tiene la experiencia de la dignidad ganada por el trabajo. O sea, esta civilización
nos ha llevado a excluir las dos puntas, que son el futuro nuestro. Entonces, los
jóvenes: tienen que salir, tienen que hacerse valer; los jóvenes tienen que salir a
luchar por los valores, a luchar por esos valores; y los ancianos abran la boca y
enséñennos; transmitan la sabiduría de los pueblos”

Gran participación de jóvenes de Latino América


La ubicación geográfica de Brasil favoreció la presencia masiva de jóvenes
procedentes de América Latina aunque también asistieron muchos de Europa.
Los países con mayor número de inscritos fueron Brasil, Argentina, Estados Unidos,
Chile, Italia, Venezuela, Francia, Paraguay, Perú y México. Del total de inscritos
internacionales un 86,9% nunca había participado en una JMJ: un dato que no
deja indiferente ya que esta JMJ fue testigo de muchos casos de conversión espiritual,
acercamiento a la fe y testimonios de superación.
Cabe destacar el gran interés que despertó esta Jornada a nivel internacional: para
muchos medios de comunicación, se trataba de la primera gran oportunidad de
ver "en acción" al por aquel entonces, recién elegido, Papa Francisco.

Importancia de las redes sociales


Por otra parte, la JMJ de Río se convirtió en un escenario de despliegue multimedia,
puesto que periodistas de todo el mundo dieron cobertura informativa a los
encuentros del Papa con los jóvenes, con un interés especial, teniendo en cuenta
de que se trataba del primer evento de esta magnitud al que acudía Francisco.
Las Redes Sociales también desempeñaron un papel fundamental a la hora de difundir
los mensajes del Pontífice: se registraron cientos de miles de descargas en la
página web oficial y millones de personas siguieron las transmisiones en Facebook,
Twitter y YouTube. Imágenes, videos, post y tweets dieron la vuelta al mundo tratando
de captar los mejores momentos, gestos y anécdotas de una Jornada Mundial que
pasará al recuerdo como el primer encuentro auténtico, de los muchos que vendrían
posteriormente, de Francisco con la juventud del mundo.

¿Qué quiso dar


entender en ese
discurso el Papa
Francisco ?
El Papa Francisco invita a
los jóvenes a que  «no se
desanimen, no pierdan la
confianza, no dejen que
se apague la esperanza.
Sean los primeros en
tratar de hacer el bien, en
no habituarse al mal, sino
vencerlo». y a los
mayores que
"Sigan acompañándolos
con generosidad y
alegría, ayúdenlos a
comprometerse
activamente en la
Iglesia; que nunca se
sientan solos".

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