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EL PRINCIPIO DE LA ESCASEZ

Juliana Fregoso y Jesús Hernández

2050 será el climax del cambio climático y quizás el inicio de la era de la necesidad.

En el futuro, el recurso más escaso será el tiempo. Para cuando México llegue al año 2050 la
oportunidad para resguardar sus fuentes naturales de riqueza ya habrá pasado, y el lapso para
recuperar lo aún rescatable de los recursos no renovables será mínimo. El reloj empezará un
nuevo ciclo: el de la escasez.

“La Tierra se acerca al punto de ruptura, amenazada por el crecimiento, la explosión demográfica y
los desastres económicos”, advierte el economista estadounidense Jeffrey Sachs, en s recién
publicado libro Riqueza para todos. Economía para un planeta superpoblado.

A la fecha, se ha perdido cerca de 37% de la cubierta forestal mexicana; más de 80% de las
pesquerías alcanzaron su nivel de aprovechamiento máximo; 45% de los suelos presenta algún
tipo de degradación causada por el hombre y 2 583 especies, vegetales y animales están en riesgo,
dice el documento ¿Y el medio ambiente?, emitido en febrero por la Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

“Hacia el futuro hay grandes márgenes de incertidumbre. Tenemos algunos escenarios, pero no
sabemos con detalle cuáles serán los efectos sectoriales de factores como el cambio climático,
porque no los hemos podido estudiar lo suficiente”, sentencia Carlos Gay, director del Instituto de
Ciencias de la Atmósfera de la UNAM.

Por ello –explica el sociólogo Felipe Gaytán, coordinador de investigación de la Universidad


LaSalle-, el tiempo resulta primordial. En el futuro, aquel principio económico de hacer más con
menos dejará de ser una máxima de eficiencia para convertirse en un dogma para sobrevivir.

DEMASIADA HUMANIDAD, POCOS RECURSOS

En 2050, cada 24 horas se incorporarán al planeta 210 000 nuevos habitantes, a la par que 79
millones de personas tendrán más de 80 años, eso obligará a la humanidad a decidir entre
prolongar la longevidad o garantizar la calidad de vida estima la ONU.

En México, calcula el Consejo Nacional de Población (Conapo), uno de cada cuatro habitantes será
anciano, y su esperanza de vida será de 82 años, También nacerán 1.3 millones de bebés. Y
aunque por edad habrá 65.2 millones de personas en edad productiva, el país será el principal país
expulso de población, la mayoría a Estados Unidos (donde 25% de los habitantes será hispano)

Esas condiciones demográficas implican una mayor presión sobre la demanda de alimentos,
servicios urbanos y de empleo.
EL BUENO, EL MALO Y EL FEO
Según los demógrafos, México tiene tres posibles
escenarios de incremento de población (y demanda)
hacia 2050.
Escenario Población Vivienda Empleo

Optimista 132 11 2.1


Medio 142 13.3 6.1
Pesimista 150.6 15 10.1

FUENTE: Conapo. Cifras en millones de habitantes

El demógrafo Wolfgang Lutz cree que para responder al crecimiento de la población urbana
mundial (7 000 millones)a mediados del siglo serán necesarias unas 3 000 ciudades de un millón
de habitantes cada una, es decir, deberá crearse una ciudad por semana durante los próximos 40
años.

En México, esa necesidad representa edificar entre 11 y 15 millones de viviendas nuevas al año
entre 2025 y 2050; a la par que se requerirá crear de 2.1 a 10.1 millones de empleos anuales,
según el Conapo (véase cuadro “El bueno el malo y el feo).

NUESTRO PIB EN 2050

LA MEDIDA DEL GIGANTE


¿Cómo será el tamaño de la economía de México
respecto de la de Estados Unidos? (EU=100)

País % en 2007 % en 2050


Estados Unidos 100 100
China 51 129
Japón 28 19
India 22 88
Alemania 20 14
Rusia 17 17
Brasil 15 26
Italia 13 10
México 10 17

FUENTE: The Worl in 1050. de PricewaterhouseCoopers.


“En el mejor escenario. México enfrentaría condiciones demográficas más propicias para impulsar
mejoras en la cobertura de los servicios básicos y tendría mayor capacidad para satisfacer las
demandas de empleo y vivienda”, señala el demógrafo Virgilio Partida, en el documento En dónde
estamos, de Conapo.

En efecto, la ventaja de México y de otras economías emergentes, como Brasil, Indonesia y


Turquía “es el crecimiento positivo de su población en edad productiva”, lo que le dará
oportunidad de construir una mayor riqueza antes de que “ellos también comiencen a sufrir los
efectos del envejecimiento de la población a mediados del siglo” señala el estudio The World in
2050, de PricewaterhouseCoopers.

Si el pronóstico de la consultora estadounidense se cumple, México podría crecer 4.7% anual entre
2007 y 2050, y el poder de compra de su población se incrementaría a razón de 3.2% anual en ese
lapso.

El crecimiento sería tal, que de representar sólo un décimo de la economía estadounidense en


2007, para mediados del siglo el Producto Interno Bruto (PIB) mexicano será de 17% del
estadounidense, y el tamaño de nuestra economía estaría por arriba del de Italia o Alemania,
preconiza el estudio (véase gráficas “La medida del gigante”).

Termómetro 2050
A mediados de este siglo, a temperatura se incrementará de 2 a 3
grados centígrados; éstos serán algunos de sus principales efectos:

De 4 y hasta 8% menos lluvias en el norte del país con incrementos


*
de hasta 2.3 grados de temperatura en verano
Concentración de precipitaciones (de 2 hasta 6% más) en la zona
*
del Golfo de México
* Disminución de 50% del agua disponible
Impacto en la disminución de algunas pesquerías que buscarán
*
mayores profundidades o nuevas costas para sobrevivir

Sedientos Ahogados
Estados que perderán territorio
Entidades que sufrirán sequías:
por exceso de lluvia:
* Sonora * Tabasco
* Distrito Federal * Campeche
* Estado de México * Chiapas
* Baja California * Quintana Roo
* Baja California Sur * Yucatán
Pero … ¿Y si no es así? “Las grandes aglomeraciones del futuro sufrirán enfermedades y
malnutrición, serán víctimas de infraestructuras congestionadas, montañas de residuos y
dominarán el paisaje, los trabajos estarán cada vez más lejos de las viviendas y los trabajadores
pasarán horas en transportes saturados”, advirtió Nefisie Bazoglu, representante del Programa de
las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNIP, por sus siglas en inglés) en el Tercer Foro
Urbano Mundial Vancouver, en 2006.

EL ACELERADOR CLIMÁTICO

Sea optimista o no el devenir económico, estará marcado sin duda por un factor clave: el cambio
climático provocado por las emisiones de gases y contaminantes.
“El cambio climático per se no será el que causa la erosión o el agotamiento de recursos, pero si
será un acelerador que determine la velocidad con la que avance su escasez” señala Gay, de la
UNAM. Por ejemplo, “el cambio climático puede ser muy importante en la determinación de la
disponibilidad de agua en el país en las próximas dos décadas”, prevé la Semarnat, pues se
acelerará el nivel crítico de falta de agua para entidades como Baja California o Sonora.

También incidiría en que “la superficie con buenas condiciones para el cultivo de maíz se reduzca
del actual 40% del territorio nacional a 25%” y el rendimiento de los cultivos disminuya hasta en
61%. Además, provocaría alzas en el nivel del mar, huracanes más fuertes y hasta la desaparición
de la nieve en volcanes como el Iztaccihuatl, Popocatépetl y Pico de Orizaba en menos de 30
años”.

En cuanto a la salud, señala el Instituto Nacional de Ecología, el cambio climático podría causar
fallecimientos por los llamados “golpes de calor” en niños y ancianos, sobre todo en Sonora y Baja
California, y se incrementarían los casos de dengue en Chiapas, Colima, Guerrero, Nuevo León,
Oaxaca, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz.

UN FUTURO SECO

De continuar las cosas como van, en las próximas cuatro décadas habrá menos agua y más calor.
“El patrón de lluvias disminuirá, principalmente en los meses de marzo a mayo y entre julio y
agosto”, dice el documento Tercera comunicación de México, del Instituto Nacional de Ecología.

Esto lleva consigo dos peligros mayores, señala el informe, cuando se combinan con los escenarios
“muy probables” de aumento en temperatura: “Por un lado el principio de ciclo primavera verano
será más difícil, pues se presenta un retraso en las lluvias.

Por otro, la canícula (temporada del año de más sol) vendrá frecuentemente sin agua, por lo que
los efectos en cultivos de temporal serán negativos”

En 2030, la disponibilidad de agua por mexicano será de apenas 11% del mínimo de 1 000 m3 por
año recomendado por organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud y el
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Es decir, que si en 2004 cada mexicano tenía disponibles 4 000 m3/año, para 2030 sólo tendrá
113m3/año.

El incremento de dos a tres grados en la temperatura también intensificará la utilización de


ventiladores y aire acondicionado, con el consecuente aumento en el uso de energía eléctrica.

Actualmente, la mayor parte del agua disponible del país se destina al sector agrícola (casi 77%),
pero de esa cantidad más de 49% se pierde por filtración, evaporación y fugas en el proceso de
riego.
“De aquí a 2050, el uso del agua en agricultura (y en las demás formas de consumo) tendrá que
racionalizarse y adecuarse a su escasez real”, dice Luis Gómez Oliver, académico de la UNAM y
funcionario de la Organización de las Naciones Unidad para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Esto implica que las actuales políticas de subsidio deberán cambiar radicalmente y que la escasez
del recurso tendrá que reflejarse sen su costo, “de manera que los diversos agentes vayan
teniendo interés en adecuar las tecnologías y las formas de consumo”, señala Gómez Oliver.

TABASCO, EL NUEVO ATLANTIS

En 40 años, las visitas a los vestigios de la cultura maya y olmeca en Tabasco tendrán que hacerse
con snorkel en mano o tanque de oxigeno a cuestas.

Para 2050, las zonas arqueológicas de La Venta (a 15km del Golfo de México), Comalcalco,
municipio costero que alberga la ciudad maya más occidental, y Centla, entidad colindante con el
mar con casi 93 000 habitantes, podrían quedar literalmente bajo el mar, como la legendaria
ciudad griega de Atlantis.

EN PLENA SEQUÍA
México aún tiene 70% de su superficie con vegetación; pero …. ¿en 2050?

% de territorio
Tipo de vegetación % en 2050 Perdida %
2002

Bosque de coniferas 8.5 7.1 16.4


Bosque de encinos 7.9 6.7 14.9
Bosque mesófilo 0.9 0.7 24.3
Selva perennifolia 4.8 3.3 30.5
Selva caducifolia 7.9 5.2 34.0
Selva espinosa 1.1 0.7 35.2
Pastizal 6.3 5.5 13.2
Matorral xerófilo 29.9 26.9 10.0
Vegetación hidrófila 1.3 1.0 22.5
FUENTE: ONU 2006

En esta zona, “la influencia marina (del calentamiento global) se llega a sentir a 40 y hasta 50 km
tierra adentro”, revela un estudio sobre las repercusiones por el ascenso del nivel del mar en el
litoral del Golfo de México, realizado por Mario Ortíz y Ana Patricia Méndez, investigadores del
Instituto de geografía de la UNAM.
Casi medio estado de Tabasco, con patrimonio arqueológico y cultural incluido, podrían quedar
bajo aguas saladas, al estar localizado en el sistema deltaico más importante de Mesoamérica, es
decir, la desembocadura de los ríos Grijalva, Mexcalapa y Usumacinta.

El fenómeno también impactará, aunque en menor medida, en la llanura deltaica del río Bravo
(Tamaulipas), la laguna de Alvarado (Veracruz), la región de Los Retenes (en Campeche y Yucatán),
así como las bahías de Sa Kalan, en Chetumal (Quintana Roo).

Las condiciones que el cambio climático trae para el Golfo de México determinarán “un aumento
en ela temperatura de 1.5° C, así como un incremento en el nivel del mar de 20 centímetros para
el año 2025”, concluyó un grupo de 29 expertos especializados en el impacto del cambio climático
en los manglares (Task Team on the Impact of Expected Climate Change on Mangroves)
designados por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental y Aspectos Marinos Relacionados
(COMAR) y el PNUMA.

A LA MITAD DEL BOSQUE

A mediados de este siglo, más de la mitad de los parajes boscosos y las zonas de vegetación
tropical que hoy podemos contemplar se convertirían en matorrales y yermos secos.

México aún es un país al que se le puede denominar “forestal”, por sus 116 millones de hectáreas
de bosques, que equivales a 10% de la biodiversidad mundial.

Cada año se pierde 1% de esa superficie de bosques. El país ocupa el lugar 12 en pérdida neta y, de
seguir así, en 2050 habrá desaparecido 40% de los bosques que había en 1980.

En 2007, el PNUMA estimó que la pérdida de los 1 900 millones de hectáreas anuales de bosque
equivalía a 42 000 millones de dólares. A ese valor, México perdería cada año 25.52 millones de
dólares.

La mayoría de los bosques se encuentran hoy en propiedad comunal (ejidos y comunidades),


sufren de constante sobrexplotación (tala inmoderada de maderas), incendios (para hacerlos
zonas de cultivo) y plagas (por la erosión de ecosistemas para especies animales que le den
equilibrio).

El escenario aún puede revertirse. Si cada año se reforesta 1% de la superficie, hacia 2070 se
habría evitado 34% la deforestación.

Un esfuerzo de 2% evitará la depauperización de más de 60% en la séptima década del siglo,


afirma el documento Tercera comunicación nacional ante la convención marco de las Naciones
Unidas sobre el cambio climático, 2006.

¿MINERAL O VEGETAL?

“México es el país con mayor potencial minero del mundo” presume la Secretaría de Economía. Y
aunque es un hecho que en 2050 no habrá más minerales que hoy, el futuro de la minería
mexicana dependerá de la voracidad o la responsabilidad con que las 9 000 empresas que
conforman el sector exploten el subsuelo.

EL FILÓN MEXICANO
México ocupa los primeros lugares mundiales en producción de algunos
minerales. Aquí la lista con datos de 2006:

Mineral Sitio Valor en MDP


Cobre 12 23,619.1
Zinc 6 15,546.4
Plata 2 7,628.2
Plomo 5 1,663.4
Molibdeno 7 1,456.1
Sulfato de sodio 3 623.5
Yeso 5 520.2
Manganeso 8 195.6
Cadmio 6 45.8
Bismuto 2 13.8

FUENTE: Anuario estadístico de la minería mexicana. Secretaría de Economía 2007.

La complejidad geológica de México “sugiere la existencia de depósitos minerales no tradicionales


y estratégicos que esperan a ser descubiertos”, afirma Jesús Castro – Mora, geólogo senior de
Aurea Mining Inc y profesor de Metalogenia en la Facultad de Ingeniería de la UNAM.

De hecho, explica Castro – Mora, el futuro de la minería mexicana podría estar al sur del país, pero
el reto está en evaluar el impacto ambiental y de remediación, pues buena parte de los recursos
minerales están en áreas naturales protegidas y/o declaradas Reservas de la Biosfera.

Por lo pronto, de 2006 a 2012, la Cámara Nacional de la Industria Minera estima que las
inversiones en el sector sumarán unos 14 800 millones de dólares, pero el gobierno federal hace
cuentas de capitales por más de 20 000 millones, especialmente para la extracción de plata, cobre
y oro.

EL HABITAT QUE SE NOS FUE…

Durante años, se señaló al estado de Aguascalientes como el mejor lugar para invertir y habitar en
México:; buen clima, baja sismicidad, afluentes de agua, buenas tierras de cultivo y una ubicación
privilegiada en el centro del país.

Para 2050, quizás el escenario sea diferente; la presión por demanda de agua subirá hasta 40 y60%
del recurso disponible; la población aumentará y los cambios de temperatura alterarán el cuadro
de enfermedades de la zona, incluso es probable que los costes por abasto de energía y materias
primas incrementen ahí la vulnerabilidad de los negocios.
Aun así, Aguascalientes será de las entidades que el cambio climático trate, si no bien, por lo
menos no con la crudeza que atacará a regiones como Sonora, el norte de Chihuahua, la zona
metropolitana de la Ciudad de México y cruces fronterizos como Tijuana, Piedras Negras o Nuevo
Laredo.

Si bien algunas ciudades serán más afectadas que otras para instalar negocios y/o para vivir, los
mayores efectos se sentirán en algunas ramas especificas de la industria, lo qu podría repercutir
considerablemente en la economía del país, según un estudio de vulnerabilidad de la industria
realizado por María Teresa Sánchez y Maribel Martínez, del Instituto de Geografía de la UNAM.

Las investigadoras evaluaron factores como el clima, el ascenso del nivel del mar, el uso de
recursos naturales, los procesos industriales, la ubicación geográfica, así como posibles problemas
de abasto, logística, prevalencia de enfermedades, cambios en la ecología y la capacidad
hidrológica de cada lugar.

El desafío para las empresas estará en el uso de sistemas tecnológicos modernos, que puedan
ajustarse a sus necesidades, por lo que las económicamente más fuertes se verán menos
afectadas.

En tanto, el incremento de la temperatura acelerará la desertificación y la redistribución del agua,


también impactará en el consumo de energía eléctrica, pues los hogares y empresas usarán más
sistemas de enfriamiento en verano y calefacción en invierno.

EL COSTO DE LA LIMPIEZA

“Si en los próximos 20 años la humanidad no hace nada contra el cambio climático, corre el peligro
de pagar un precio sin precedentes en su historia: 8 500 millones de dólares”, afirma Nicholas
Stern, autor del reporte Stern, un estudio encargado por el gobierno británico para establecer los
costos del cambio climático.

Stern estimó que la humanidad debería bajar sus emisiones de gases de 50 a 80% en medio siglo,
pero el costo de hacerlo equivaldría a alrededor de 20% del PIB mundial. Ross Garnaut,
economista australiano nombrado por el gobierno de su país para diseñar una estrategia similar a
la de Stern, determinó a principios de septiembre tres categorías globales de costos que traerá el
cambio climático.

1. El impacto en los mercados, del que aún no hay suficiente información.


2. La falta de modelos que equilibren la relación entre las necesidades del mercado y la
disponibilidad de satisfactores como agua, comida, minerales y combustibles.
3. La ausencia de algún tipo de seguro o previsión para las catástrofes que se avecinan.

“Hay que pensar que en 2050 será el pico del cambio climático”, vaticina Garnaut.
Carlos Gay afirma que establecer acciones en México requerirá dos generaciones: “una para
investigar el impacto sector por sector, y otra para echar a andar los cambios. No lo podremos
lograr antes de 10 a 15 años”, considera.

Y SIN EMBARGO… SE PUEDE

Algo ya se ha hecho. En 1987, tras descubrirse los efectos en la atmósfera de los


clorofluorocarbonos (aerosoles) y otros agentes con sustancias agotadoras de ozono (SAO), se
firmó el Protocolo de Montreal para erradicar su uso.

Hoy, China aún contribuye con más de la mitad de emisiones de SAO, pero en la mayoría de los
países, México incluido, se eliminó casi por completo.

Según UNEP, sin el Protocolo de Montreal, en 2040 la radiación solar de rayos ultravioleta habría
causado cada año 450 casos de cáncer de piel por cada millón de habitantes, ahora se prevén sólo
230 casos por millón.

Por ahora, el Protocolo de Kyoto y las reuniones del grupo de los ocho países más poderosos del
mundo (G8) buscan reducir emisiones en 50% para mediados del siglo. Pero aún falta convencer a
dos actores: el mayor consumidor mundial (Estados Unidos) y la fabrica del mundo (China).

Al final hay sólo dos formas de ver el futuro: como un apocalipsis que llegará irremediablemente si
la humanidad y los gobiernos se quedan cruzados de brazos; o con optimismo: “En última
instancia, estos escenarios nos recuerdan que escribir la historia del futuro todavía está en
nuestras manos”, señala Calos Gay de la UNAM.

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