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ESPIRALES ERRANTES

( espiral errante )

Acaso en un secreto cromosoma ……………………………………… 1


La voz divide en pequeñas cascadas ………………………….……… 9
… UN DEAMBULAR DE ESPEJOS SIN IMAGEN ………………. 11
VERSOS ENTRE NOSOTROS ……………………………………… 14
COORDENADAS DEL DESEO ……………………………………. 17
LAS NUEVAS ENDORFINAS ……………………………………... 18
NI PALABRAS NI SILENCIOS …………………………………………………… 24
PALABRAS Y SILENCIOS ………………………………………………… 27
Cuerpos y Sombras ………………………………………………………….. 30
COMO QUIEN PINTA CON LA VOZ Y CANTA …………………………………… 37
TODAS LAS PALABRAS Y TODOS LOS SILENCIOS ……………………………... 41
Empaginada en algún borde del aire ……………………………….… 55
sssilenciosss ………………………………………………………….. 56
Aún en la quietud el cuerpo no deja de nombrarlo todo …………….. 61
ARQUITECTURAS DE ARENA …………………………………… 65
DEL GENOMA ………………………………………………………………….. 71

( espiral semejante )

En el aire las cosas que deambulan …………………………………… 2


DÍA DE BABEL ……………………………………………………… 3
PAISAJE RITUAL …………………………………………………… 5
VOCACIÓN DEL ECO ……………………………………………… 8
SUEÑO PREMATURO ……………………………………………… 13
NOCTURNOS MÍNIMOS (A XAVIER VILLAURRUTIA) ……….. 19
ESCULTOR DEL AIRE ……………………………………………… 25

i
CÍCLICAMENTE NOCHES ………………………………………… 29
AMOROSA LINGÜÍSTICA ………………………………………… 32
HOMBRES LITERALMENTE ESTATUAS ……………………….. 44
A LA VUELTA DE LA PÁGINA …………………………………… 45
ARQUITECTURAS DE UN DESEO DE BABEL ………………….. 63
DEL OFICIO …………………………………………………………. 67

( espiral de tinta )

I ESTE ES EL POLEN QUE TE NOMBRA ………………………….…. 6


II AMANECES AL BORDE DE LA CAMA …………………… 10
III EN EL CRISTAL DE FONDO, EL VAHO …………………………….. 16
IV A VECES TE PRESIENTO EDIFICANDO ESTAS PAREDES …………… 21
V COMO UN ENJAMBRE REVOLOTEO EN TU SAL Y TU CALOR ……… 36
VI DOS PÉTALOS DESEOSOS ………………………………………… 39
VII GRACIA ……………………………………………………………….. 47
VIII CAMINAS POR ESA CALLE IGNORADA …………………………… 51
IX AGUA SILENCIOSA ………………………………………………. 52
X Puedo mirarte con el relámpago que anima …………………… 68

( espiral de papel )

I SABEMOS QUE LA OLVIDAN LOS IDIOMAS… ………….……………… 7


II Todo lo que $e encierra en sus pieles ………….………………. 15
III LIBÉRRIMO DECIR ……………………………………………………… 31
IV GELMANIZAR LA VOZ ……………………………………………. 35
V TRILCE ………………………………………….……….……………… 43
VI Altazor …….……………………………………………………. 50
VII y cuántos versos son un puñado de islas ………………………. 53

ii
VIII DAFNE- EL CULTO DEL PALIMPSESTO ……………………………….. 56
IX Ut pictura poiesis …………………………………………………….. 59
X LA ROSA SED DEL VIENTO ………………………………………. 69

… signos vitales…

AUSCULTACIONES …………………………………………………….…. 22
Tal vez porque nadie me lo dijo ……………………………………….…... 26
Si la Historia cupiera en un espejo …………………………………….….. 33
AUTOGRAFÍA ……………………………………………………………….….. 39
FRATERNIDADES …………………………………………………. 41
Porque sé que en tus ojos hay un libro …………………………………… 46
SÍNTOMAS MÉTRICOS ……………………………………………………. 48
DE LA PROGENIE ………………………………………………………………. 51
DE MENSTRUACIONES ………………………………………….……… 54

iii
( espiral errante )
Por si llegasen a descubrir
el gen de la poesía…

Acaso en un secreto cromosoma

PALABRAS y SILENCIOS

se siguen acoplando

por la eterna espiral que nos concibe

y nos trama en el mundo

con otras espirales semejantes.

Tal vez sus sortilegios se duplican

en la mirada exacta en que nacimos

en el último trazo de la sangre

nuestro ritmo en la tierra

o en el roce inicial de los pulmones

anunciando con cada exhalación

que el nombre más preciso de la rosa

es la cambiante nube

y de la nube

el espejo errante…

1
Acaso en un inesperado cruce

los gametos de tinta universal

y las cepas profundas del papel

replican nuestros signos más vitales

en la otra espiral

del tiempo y la memoria.

( espiral semejante )

En el aire las cosas que deambulan

en la página los nombres

que las fijan

cantando una por una

sus distancias

mientras llegan los ojos

que vuelven espejo todo lo que tocan.

2
DÍA DE BABEL

( espiral semejante )

Mujer, qué hacíamos tu y yo en aquel día de Babel

si aquella luz que se volvió arcoíris en el viento

y aquel silbo, amor, que se marchó con la hojarasca

andaban río a río en nuestra sangre.

Hoy, nervaduras de aquella menarquia nos conducen

como noches en celo

en busca del relámpago que las dejó temblando.

Qué ráfagas imantan los frescos arroyos de tus labios

con la acequia silenciosa de mi boca

que si logra soñar tu lluvia por su nombre

nunca la humedece tan exacta.

De pronto lo recuerdo, amor, lo sé

aquella torre que fuimos una tarde

no es antes del crepúsculo y después de las heridas.

Babel no nos separa, como cifra y olvido

como puerto y estatua, como rito y locura.

3
Fueron sílabas que no fundaron sus espejos

porque ellas mismas reflejaron su cielo y sus diluvios.

Un iniciado apenas de mi tacto y te encuentro ya mitificada

rimando en el bautismo de los muros, del agua con el agua,

en la mudez que perduramos con el viento.

Amor, milagro haber nacido en aquel día de Babel.

Así, en el crisol de tus senos se dibujan los paisajes

acaricio parvadas en el cielo de tus muslos

aquellas campanadas despeñándose en tus ojos.

Así supe de ti, por mi respiración de otoño en estas hojas

mis manos temblando en las paredes de este cuarto.

Porque tu nombre…

nuestros latidos multiplica para hablar, de veras, con el mundo

cuerpos que vuelven al silencio

tiempo que llega a su memoria

así, mujer, amor, jamás nos cansaremos de insertarnos

noche tras noche en las costillas.

4
PAISAJE RITUAL

( espiral semejante )

Secretas migraciones ungen mis ojos en las pausas del viento

los campanarios anidan en el corazón de las nubes

la tarde se abre camino a dentelladas de luz

cuando grita el relámpago quién anda.

Sin más voz que mis propias parvadas de espejos

me enfrento a este crepúsculo

en la corteza del antes y después de la estela de pájaros.

El cielo, deletreando sus luceros, fecunda nuevos horizontes

en la diástole profunda de mi andar por el aire

y la sístole de poner el oído en cada gota de lluvia

así recobro este vitral trizado como si fuera el cielo quien se ha roto.

Estos ladrillos dejaron de escuchar para hablar solamente

y en otra tarde rondarán como silbos

por dentro de los muros que somos para el aire.

5
( espiral de tinta I )

ESTE ES EL POLEN QUE TE NOMBRA

y se dispersa por igual

en las cimas de tus ojos que en tus curvos relámpagos de agua.

En estas ráfagas minúsculas de brisa

tu cabello exhala pétalos deseosos,

como una sombra tibia;

se escucha más la piel cayendo suavemente,

así, tiemblan más las pupilas y los labios.

Las semillas anidan,

presagian la humedad

a tinta suelta

de la intemperie derramada.

6
( espiral de papel I )[de solo pensarla, la creó de pronto, ella, María Zambrano]

SABEMOS QUE LA OLVIDAN LOS IDIOMAS…

la veneran cada vez menos labios filogénicos.

Se fue borrando de la arcilla, dicen, del papiro y de los astros,

pero no de la piel de cada entraña, que la lee

con pupilas y pulmones expandidos.

Quedan pocos (entusiasmados) que se consagran a pensarla,

y en realidad, sus signos vitales resucitan plenamente;

así la mimetizan con las horas de la luna.

Otros creen poseerla, alcanzan apenas a decir palpitaciones apagadas,

casi siempre bajo las huellas deslumbrantes

(las primeras que el aire desvanece)

o en alguna hora de ensueño (deslucido).

Ella creerá que solo la ha pensado, acaso sin saber,

que llamó a la poesía con su nombre verdadero…

7
VOCACIÓN DEL ECO

( espiral semejante )

Como en un cuarto obscuro

de sombra que no dividen las ventanas

anda a tientas la palabra en mí

tropezando en los goznes

donde gira la noche

sonda dolida que nada reconoce

a fuerza de chocar en lo indecible.

Es un soplo perdido

contra los actos simples del silencio

conoce las paredes parte a parte

los muebles

las formas que atesora el aire

y fragmenta la luz en sus minúsculos fotones

ilumina el lugar

donde nacen los signos

Ando en busca de puertas o ventanas

Donde la sombra apenas si consume el aire

Y la voz es una estela vagando por el cuerpo.

8
( espiral errante )

La voz divide en pequeñas cascadas

la lluvia de la tarde

SIGNOS que ondulan en el aire vértigo

ambarino imprimen su danza

en la mínima savia

que todavía pervive en el papel:

aquí está un río cantando su primer oleaje

y un lago mueve sus primeras ondas

mariposas de mar

nacidas de las grietas de los labios

tejen su capullo tibiamente,

Ellos dicen un beso

en su volar calman alguna sed

con solo un resplandor

en la escritura son el infinito

ensueñan la caricia de la sangre

(por dentro todos somos sueño)

9
y el inaudible canto de la tinta

(en el recuerdo todos somos tinta).

aquí vuelan los milenarios pájaros

que inventan partituras zigzagueantes

y descifran aleteos cuneiformes y sepias

de otros peces deseosos de adentrarse

y frotar sus escamas en otras mareas.

( espiral de tinta II )

AMANECES AL BORDE DE LA CAMA,

deslizas la sábana y con ella te llevas el calor que protegía la noche.

Dejas la piel con su respiración de otoño,

así sé de la sal y de los cambios de sabor de la marea,

de climas por venir.

Como una nube que se propaga tibiamente,

comienza el mundo del aliento.

10
No hay mayor temporal que los muslos apretándose.

Me hablas con el viento infatigable de las olas

y te respondo con una playa que también clarea.

Un diálogo de gestos indelebles se abre

para el eco futuro de otros cuerpos.

Tras la euforia de los semilleros esparcidos

me acerco para olvidar mejor a qué he llegado:

mi litoral sin cauce, mi caricia,

apenas un lienzo reflejante para el agua que nos vuelve al sueño.

… UN DEAMBULAR DE ESPEJOS SIN IMAGEN

( espiral errante )

un deslizar su noche en el oído

un aromar el día con tinturas

de una PIEDRA DE SOL y de la luna

canta el cortejo de agua con reflejos

cobrizo surtidor de media noche

11
alas de luz flotando en el follaje

de azules laberintos

dibuja latitudes a los poros

en estas fibras vegetales

del mismo árbol sagrado que nos piensa

y nos unta de aceites con sus yemas.

Palpitante moneda de dos caras

constelaciones ríos detenidos

la roca fulgurante emana eclipses

el tabaco es incienso

constante sacrificio de mí mismo.

La humedad del papel hace la noche

trazos que guían al alma

hasta sus simulacros de deseo

la flor abre su sexo contra el humo

tempestades de signos

como reloj de néctares oscuros

a imagen y semejanza del silencio.

12
SUEÑO PREMATURO

( espiral semejante )

Estatua otra vez culminada por los cinceles del ocaso

¿quién esculpe tus últimas posturas? ¿quién, tus gestos anhelantes?

Golpes levísimos desde tus propias curvaturas te derraman

hasta el horizonte en que la noche empieza a vislumbrar su espejo

ineludible trazo en que oquedades y relieves se pierden

líneas y secretos se funden.

El sol también desliza mi forma sin cambiar de ritmo

el mismo silencio nos navega y en un solo segundo nos confunde

como dos atardeceres agranda nuestros labios

y en un beso de cuerpo entero nos fluimos en la sombra

única voz para escucharnos cubiertos de nuevo con la luz

cuerpos cambiantes en el abrazo siempre prematuro

acoplándonos una y otra vez hasta lo irrepetible.

Única forma en que también si el sol se desvanece

los cinceles de la tarde recogen nuestra escultura del suelo y se marchan

así volvemos cada uno a nuestro propio cuerpo

porque inexorablemente somos separados una forma de amor aniquilada.

13
VERSOS ENTRE NOSOTROS

( espiral errante )

Emanaron del mágico sudor

olvidando de qué poros provienen

o a qué cuerpo volver.

Inventan la escritura transparente

tan solo descifrada

por el calor de nuestros litorales:

v v

e cuerpo e

r a r

s cuerpo s

o o

14
( espiral de papel II ) (Vocabulario Lacaniano)

Todo lo que $e encierra en sus pieles

( ( ( de capullo ) ) )
o el apl/aplaplapla/uso de la parvada que recién $e abre al vuelo

y algunas

ALAS
inmensas de los labios,

de súbito, estallan en el viento que me dicta la v

el siseo interminable de los ojos, z:

el cuneiforme latido de las letras,

una espiral hermosa y aún no descifrada

a la que $e encadena el Yo

a sus deseos.

15
(de La tempestad de Óscar Kokoshka) ( espiral de tinta III )

EN EL CRISTAL DE FONDO, EL VAHO

dibuja el eco de nuestro abrazo;

con empastes de un suave hundimiento

refleja nuestro oleaje;

mas otra pincelada nos trama

en la atadura de la sábana

como un trozo de mar llegado por sorpresa.

Heredamos al azul un horizonte nuevo,

y a la lluvia, nuestro licor más trasparente.

¿Quién desplegó de súbito sus alas,

entre nosotros, aquí, avivando nuestros remolinos?

¿Por qué tu pecho modela los vórtices de azogue?

La sangre, que encadena espejismos a los ojos,

y el sueño a los colores, goza su curso como un vuelo.

Anclados a la espiral del caracol

hacemos perdurar al pie de la tinta

la volcadura misma de las olas.

16
COORDENADAS DEL DESEO

( espiral errante )

Nace esta luz de cuerdas y de vientos

(de Apolo delirante

y Marcias engreído)

frotándose en la sombra.

AUSENCIAS Y PRESENCIAS

en pequeños relámpagos penetran

por el cuerpo entreabren dulcemente

el anverso de la piel ⎯de quién.

La misma piel en que de ti de mí

nos morimos de ambos hasta el hueso.

Desde el más profundo gen ⎯te lo pido

hagamos el poema con las manos

dejemos las figuras a los ojos.

Extendamos la flor

pétalo a pétalo

hasta las coordenadas

de la sed y del deseo:

17
fragancia TU tallo

LA El

semilla MI sabor

LAS NUEVAS ENDORFINAS

[endo, dentro y morfina (droga opiácea cuyo efecto semeja al placer) a su vez de Morfeo, dios del sueño]

( espiral errante )

Comienzas a inventar por mi cadera

(los nuevos elementos)

el vuelo incandescente de las aves

el latido solar de una mirada.

Dejo a mi mano hundirse entre la arena

más fértil de tus hombros.

Tallamos un fulgor irrepetible

de aquellas hilanderas de la luna.

18
Como un amanecer hemos crecido

otra ola de vaho

avanza en aros invisibles cae

en medio de los dos por un instante

se esfuma sin contorno

vuelve a la cima con mayor ardor.

Otra vez tienen polen nuestros labios

Otra vez tienen néctar nuestros ojos

Otra vez

Y otra vez.

NOCTURNOS MÍNIMOS (A XAVIER VILLAURRUTIA)

( espiral semejante )

Concierto derruido

Desciende sin contorno a la memoria

anuncia la voz

19
que en la luz se despliega

engastando rumores de bosque

en la palma de la mano que bosqueja el tintero

Antes y afuera de los labios su forma es un abismo

y de los ojos abismo sin imagen.

Concierto de ruido

Escribiste Porque la noche arrastra en su baja marea

ojos de arena y agua que dejan la obscuridad abajo

aletas como alas como dedos

vuelo como nado como tinta

el mundo es el aliento

el hombre está en el eco

el muro en la palabra viento.

Tu sombra dijo Al fin llegó la noche a despertar palabras

y salieron nubes como entrañas de los mares

los brazos arribaron en la estela de la pluma

voces y luces fueron en el día dos cuerpos sin tocarse

ahora obscuridad y silencio

fingen que son eternidades de la misma estatua.

20
Con cierto der huido

La sangre es también nuestra presencia

torrente sin mirada

hasta que reconoce en su vaivén

la forma del cuerpo en el que fluye

querer asir el aire s será su primer sueño

la tinta derramada será su única sombra.

“Humus también cierto …” ( espiral de tinta IV )

A VECES TE PRESIENTO EDIFICANDO ESTAS PAREDES

que recuerdan la simetría perdida de la tierra.

Cuatro veces he abierto las horas como un puerto.

/Muro donde me recargo/ En tus cascadas

alguna enredadera acepta su bautismo.

/Muro de enfrente/ Cimas de primavera

calcan las espirales de tu cuerpo.

21
/Muro con ventana/ Abre sus nasales periscopios

en el remolino de tu vientre.

/Muro que asimila el sueño/ La brisa enciende

diminutos mares en tus poros.

He sido convocado a navegar, también,

las grietas del viento que se filtra

y arrastra a su memoria

los primeros vapores de la hojas

la tibieza que la madera sudando tinta

exhala suavemente.

… signos vitales…

AUSCULTACIONES

en reflexivo

Me huelo entre las hojas trituradas del otoño

Tus pasos se derraman en la brisa

Me estrangulo en mi espejo

22
Pulpo que se ahoga en sus arcoíris impetuosos

Me esculpo ágil en mi sombra

Se extiende la mano hacia el ocaso

Me escucho en mi próximo latido

Te imprimes en los gestos de la tarde

Nos reconocemos en el durazno oculto de los labios

en gerundio

Trazando en el paisaje los laberintos transparentes

Y no encontrando la salida de nuestra propia piel amurallada

en segunda persona

Porque tu cuerpo se avecina con la noche

Y son tus mismas manos y tus mismos ojos

el deseo en persona

Y es tu mismo olfato y tus mismos oídos

el deseo andando en el deseo.

23
NI PALABRAS NI SILENCIOS

( espiral errante )

Hace cielo el papel árbol de aliento

se aclara el cuerpo del mar

ancla con tu calor

se une a nuestro abrazo es de piel

hace durar tus hombros tiene calma

se frota como el sol entre la arena

nos hunde más y más en su latido

el verso ya se marcha…

El idioma de Adán fue la caricia

Y ahí estamos nosotros en medio del espasmo

Dudando entre el reflejo de la sal o el de la luna

Para inventar el dios de este momento

que nombre entre nosotros mil mareas…

24
ESCULTOR DEL AIRE

( espiral semejante )

Abría los ojos y no acudía tu forma

surtidor que espera en su caída

no transformarse en espuma sino en aire

presencia prescrita en la caricia.

No consumía el vacío y lo agrandaba

dejaba intacto el tiempo y hacía crecer su curso

puentes que nuestros pechos construirían

para reconocerse.

No me precipité de bruces a la noche

te construí un semblante aquí

estela de tacto en que dijiste sí a la memoria de mi cuerpo

transparencia perdida entre cristales

te arranqué de un muro sin el menor estruendo

o hubieras vuelto a la fuente de mi voz

mujer sin siquiera formarte en el aire.

25
Y aquel doble suspenso en la mirada

como modelo errante como escultor del aire

sigue vivo en los pasos que dejan los crepúsculos.

… signos vitales…

[APGAR: test que evalúa la vitalidad de un recién nacido (frecuencia cardiaca, respiración, tono muscular, reflejos, y color de la piel) al
primero, a los cinco y a los diez minutos, con una puntuación determinada.]

“Un día mi abuelo me dijo que sería poeta”


(de un papel salvaje de Marosa di Giorgio)

Tal vez porque nadie me lo dijo

quise llegar al mundo en decúbito escritural,

con una a minúscula de APGAR apenas al minuto y a los cinco,

el abc de la media mañana y la melancolía;

con pulsaciones de Silva y respiración ya elegíaca,

más aferrado a la lira umbilical que una mandrágora

(y que Apolo mismo).

26
Ni grito ni llanto en mis pulmones sino la sinfonía uterina

y una página amniótica pegada en las pupilas.

Ni aséptica manta

me limpió la viscosa pulpa de la luna,

mi compañera, tan genética, de otros cielos,

tan cálida desde el cigoto…

Voz mía

mi ultrasonido hacia los sueños,

mi cantar unísono con las estrellas.

Mercurialmente parido, septembrino y tan lleno de logos…

( espiral errante ) (de una muerte sin fin)

PALABRAS y SILENCIOS

arden en el caldero con la noche

como ellas se derrama se expande

por la constelación irrepetible

27
del SUEÑO y la VIGILIA

trazada en los oscuros cromosomas.

Sus sales ambarinas

se mezclan y acarician

en el mismo latido:

⎯Adentro de este cuenco

la noche canta con la sangre

la sangre grita con la tinta

la tinta se estremece con la noche⎯.

Adentro de este pozo infinito

el deseo de vuelo de la tierra

mejor se cumple

en la palabra-fuego

y los sueños de nado de la nube

se conciben mejor

en un silencio de agua.

28
CÍCLICAMENTE NOCHES

( espiral semejante )

Pero no fue escrito: / Te faltará una mujer


para cada día de amor... -Jaime Sabines-

La noche tiene el cabello de una mujer que sueña sus augurios

la taza está vacía pero no mis deseos

estos muebles que respiran cuando fumo en silencio.

Cansado de este libro voy al bautismo de una azotea

a descifrar las transparencias

que haya dejado por la calle

las banquetas se curvan como sus hombros se dibujan

las hojas caídas se levantan y avanzan con sus pasos

mariposas se alejan en su pecho mientras vuelvo a mi habitación…

Otra vela consumida una ventana más abierta

los papeles regados por el suelo

los mismos que levantaré cada mañana

sólo para mirar la tinta que nada retuvo del crepúsculo.

29
Y sin embargo fueron horas de amor

no hay ni un renglón vacío para escribir el día

vuelve la noche caigo al suelo

yo mismo me levanto a vivir por la mañana.

( espiral errante )

Cuerpos y Sombras

A punto de otro giro inesperado

comienza la memoria

aroma de un espejo

antes de la tormenta…

Palabras y silencios son deseo

con todo lo que callan y a pesar

de todo lo que nombran en el canto…

con todo lo que animan y a pesar

de todo lo que han deshabitado.

30
( espiral de papel III ) LIBÉRRIMO DECIR (a Gonzalo Rojas y/o Gonzalo El Viejo)

Al menos libérrimo en el verbo

silencioso y abocado a los espejos

nominal en el tiempo

a mortalmente adjetivado al corazón

m amado

a atribulado

n deseoso

e anhelante adverbial a la belleza

c empaginando

í fuertemente

l performativo de eras amorosas

l (yo) bautizo este día

a (yo) te respondo

t vocero con tantísimo Eros

o de una /escalofriante/ tinta

31
AMOROSA LINGÜÍSTICA

( espiral semejante )

Por lo que puedo conjugar

esta sombra del logos

mi prosódico sexo

con su cuerpo semántico

por lo que quiero morderla

modelarla con toda la lengua

apretarla con mi saliva tónica

en un punto y seguir

con sus pezones

por lo que intensamente deseo concordar

en el mismo gemido

nuestras cuerdas vocales

y consonánticamente

rimarla una y otra vez en el espasmo

y entre menos palabras mejor nos acoplamos

léxicamente lúbricos

inexorablemente tramados

en el cuerpo que Eros sintáctico

rige desde el silencio.

32
… signos vitales…

La historia del poema y el poema de la Historia

no caben en el mismo título y este poema social

es un espejo que refleja mis gestos

sobre el fondo de algunas fechas incurables

Si la Historia cupiera en un espejo

al mirarme, qué sueños de libertad

se cumplirían, qué gritos serán el gesto del año que no quise

leer y qué plegarias se mezclarán con el ondear a medias.

¿Entendería la “leche negra del alba” bebida a toda hora?

¿Cuál sería mi lado en la inapelable firma de la sentencia?

No confundir las campanadas del amanecer que llamaron

a la liberación, con la triste trizadura de los “cristales

rotos” en la noche, noche aciaga y aciaga como tantas horas.

¿QUÉ DESPUÉS DE QUÉ ES UNA INFAMIA LO QUE ESCRIBO?

¿Qué después de qué el arte ya no tiene raíces en ningún lugar?

33
“Canta, oh, diosa, la cólera…” del héroe sin nombre

o más bajo, que el espejo cumpla con memoria las promesas de aquellos,

para nosotros en nuestra calidez;

mezcla si quieres cenizas con llanto y escribe con esa tinta que los años

se evaporan y permanezca, el otro, soplo de vidrio, esta frágil y transparente voz…

Por demás, si hay algo en los genes del espejo que sea la persistencia,

canta, oh, cólera, resiste también tú,

que sea la persistencia de los caídos, los alientos que se liberan

y no hacen tumba

en el aire, ni en la nube, escuchemos la vida que igual fluye

y pasa a nuestro lado.

Te leemos de día, leemos y leemos, perdona Paul Celan,

que la historia sea un amo de la muerte, no solo de una país, alguna vez,

por el tiempo que dure este poema que ya ha sido historia…

34
( espiral de papel IV ) GELMANIZAR LA VOZ

GELMAN: IZAR LA VOZ

GELMAN IZARLA VOS

Qué digo yo / con este piano invisible /

qué hablo entre estos nudos /

la garganta del aire / se estrecha /

sofoca la luz pero no la palabra /

“hostil / Gelman / es la poesía al capitalismo” /

la auténtica / la sí poesía / comuniza /

de todos duele / libertad /

de todos habla cuando duele /

cuando la progenie la han fugado

todos somos / cantores / todos canto /

la Red/ la Sed/ tu Voz/ el Dolor / me desdigo /

será de todos…

35
( espiral de tinta V )

COMO UN ENJAMBRE REVOLOTEO EN TU SAL Y TU CALOR.

Alas de luz se avalanchan apenas y la primera transparencia te disuelve.

Tus dedos dejan el faro que se extingue y vuelven a su puerto,

inoculan su aceite diminuto en cada grito de esta noche, anudada al aire.

Regresas a tu gracia primigenia.

Me deslizo en tu ungüento luminoso.

Así el espasmo gana dos cuerpos para resucitar

rimas de nuestra piel y nervaduras marinas.

La travesía se ha pincelado.

Llegamos a la matriz de lo hilos del agua atados a su propio latido.

Fugaces:

sombras sin tinta pero con figura.

36
( espiral errante )

COMO QUIEN PINTA CON LA VOZ Y CANTA

con los ojos, en el mismo tenor

del capullo, la espina y el aroma

(como beber café por la mañana

olvidando el sueño e inventando el día)

iluminas los últimos secretos:

el antiguo entusiasmo de las aguas

por encontrar su fruto

el rayo exacto con que el sol reúne

las bandas de color del arco iris,

las flautas invisibles

que cortarán el paso de los vientos.

Y por si hiciera falta algún prodigio

igual que si mezclaras todos los elementos

(en el caldero de cada minuto

y en la semilla de cada sortilegio)

37
dibujaste vitrales ondulantes en alas de libélulas,

“o hiciste florecer…” sí, apenas en la sola semilla

catedrales de luz, cascadas de amapolas.

¡Qué será de la lluvia y el surco

cuando caigan a tierra!

Y a fin de cuentas, ellas

(palabras y semillas)

si no las viera ahora entre los dos espejos

(poemas y silencios)

en su trueque amoroso

“por los signos de los signos”

si no reconociera en sus latidos

(un poquito de humus)

las antiguas figuras de los labios,

pensaría… que fueron inventadas

solo por ti paterno (Marco Antonio)

todavía provenzal (Montes de Oca).

38
… signos vitales…

AUTOGRAFÍA

Las cartas de la infancia fueron una Babel de inéditos espejos. Miré los laberintos
amalgamados al cristal de la ventana. Anduve entre la seda del tiempo. Del otro lado de las
piedras vacías, con mi voz en sus ojos, me lanzaban sus huellas. Yo simplemente las seguía
porque creía en el eco y sus pájaros grisáceos. Ignoraba que así ensayaba mis poemas. Con
ellos, ahora, ensayo aquellos gestos aprendidos entre el pliegue amniótico de la memoria.
Mis puestas en abismo para actuar el abrazo y las palabras de los que estaban lejos de mi
mano, más allá de mis ondas sonoras pero trazando los rostros cambiantes de aquellos ecos
de la infancia.

( espiral de tinta VI )

DOS PÉTALOS DESEOSOS

atados al aire

por el mismo aroma

anochecimos…

Y a pesar de la amnesia

llegaron tus ojos,

por la huella más suave.

39
Los nombres caminando al sueño

apenas y palpan las antiguas cosas…

El pecho cristalizó en un verbo

que en cada canto de tinta

duplicaba su caída de agua.

Hubo una vez tu cuerpo del otro lado del río del olvido.

Dos pétalos deseosos

atados al aire

por el mismo aroma

amanecimos…

No eran los nombres los que habían partido.

ni las cosas, arena dividida una vez más.

Era mi voz en tinta diluida

era toda la amnesia por tu lejanía.

40
… signos vitales…

FRATERNIDADES

(para la constelación de mis hermanos, inclusive los no de sangre)

En la imagen antigua de mirar las estrellas descubrí la metáfora de mis palpitaciones: cada
uno de mis hermanos, cada giro de olas semejantes y destellos de idénticas escamas.
Llegamos por el mismo escalofrío, dejando en la matriz una señal para el siguiente.
Abrimos un hueco al infinito para la mirada y una salida intacta para deslizarnos en la luz.
Nos apellida una constelación de cromosomas. Seguimos con el pacto de espuma que
hicimos con la tierra cuando fuimos plantados. Tal vez me toca revelar este espacio de la
líquida sombra que nos une. Hoy terminé de trazar los dos extremos de esta espiral que
hice anudando a la página la porción de cordón umbilical de cada uno.

(…)

Me enseñaron a mirar también los signos en el horizonte, con sus días brillantes o nublados
en la historia de las encrucijadas digitales. Su abrazo me recorre y me trama a la espiral de
la nación que fuimos con sus mitos, sus duelos y sus fiestas.

( espiral errante )

TODAS LAS PALABRAS Y TODOS LOS SILENCIOS

se fusionan apenas en mi mano

los arrojo al cesto de serpientes

41
que habitan el papel.

Mis ojos los persiguen

sin desear lo que ellos saben.

Anhelo más el fruto virginal

y blanco de la página

con pequeñas mordidas penetrado

en estado salvaje

que la soberbia pulpa

con que se paladean los alfabetos.

Palabras y silencios…

Islas de voz donde pasar la tarde s c

Sufrieron fiebre de mirar estrellas a a

y constelarlas con la luz del día d s

Y ellas como las líneas de mi mano a c

tienen toda la infancia para sus poemas c a

gotas de agua para sus simétricas c a s d a s

42
( espiral de papel V ) (segundo eco para César Vallejo)

TRILCE

piedra de río

áspera

con todo y la corriente de ojos

que la intentan pulir por algún lado

o interpretar sus brillos.

A contra luz

echada a andar del corazón

mientras la palma de la mano

se adentra en el silencio…

Tal vez hay que palparla

a tientas

con los ojos más desnudos que la noche nos dé.

La respiramos con los poros.

Siempre cuatro paredes

barro floreciente

acariciando los recuerdos con el polvo.

43
Puertas y ventanas que el alma abrió a tirones con la sombra.

El papel ya amarillo y quebradizo a fuerza de correr

el tiempo por la tinta.

Piedra que engaña de estar tallando el alma

Trilce

también un año

con los doce diciembres del corazón.

HOMBRES LITERALMENTE ESTATUAS

( espiral semejante )

Nadie culpe a Natura del desastre

en Pompeya

acordaron algunos perdurar en su propio delirio

los amantes una vez para siempre

acoplados

los soñadores eternos

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los niños en su juego que ni el tiempo

puede interrumpir

mujeres que en su preñez

conversan y conservan el génesis

en su propio pecho

su calostro marmóreo

las vírgenes

que perviven con la mano inexorablemente

tan cerca del sexo

también los muros

con su eco suspendido en los labios.

A LA VUELTA DE LA PÁGINA

( espiral semejante )

Algo de gitanería tienen (por un tiempo

que nace del ojo son sedentarias, pero

casi siempre nómadas son) las palabras.

45
Las débiles por repetidas se pierden

las demás construyen una caravana.

Las viejas que no llegaron a tener santuario son olvidadas.

Pero también las hay que viajan en los trenes veloces

(no por lo que tardan de una estación a otra

sino por cuánto se detienen a esperar su carga).

Aunque las hay peores (que a la nada vuelven por prostituirse

o santificarse) no por filosóficas

sino porque ya nada revelan o encubren.

Y las conscientes siguen su migración

sin que algún páramo o entrepecho sea su tierra prometida.

Sólo unas cuantas (vitalicias) quedan en alguna (por milimétrica)

oculta glíptica de la memoria.

… signos vitales…

Porque sé que en tus ojos hay un libro abierto (de una voz apenas recordada), he juntado
mis manos para traerte un poco del mar que te diluye. Toma mi cuenco, mi luna

46
temblorosa, no tengo otra forma de tocarte, sólo estos mensajes de la brisa, impresos en la
ondulante

p g n del

á i a aire,

y que sepan el mar, todas las aguas cristalinas, lagos, que aún son bautizados por tus ojos.

Por uno de tus sueños ( espiral de tinta VII )

GRACIA

afortunados somos por errantes.

En el desciframiento mutuo de la piel nos acercamos

a un aleteante idioma, a las constelaciones de agua

que oblicuamente y como a tientas imitan la más antigua desnudez.

Afortunados por errantes hemos sido

en la amorosa arqueología del aire

que nos descubre la tibieza intacta de sus pasadizos

abiertos por el balanceo de nuestras manos.

Las grietas que el sudor hizo visibles

punzan, para vaciarse más allá de la luz

47
y de la sombra que nos atraviesa.

Somos un templo apenas descubierto.

El celo de los pájaros también ha navegado en nuestras venas.

Las sílabas exhaustas de decir, durante el día, te quiero

construirán en cada noche un túnel

perpetuando el temblor de las cuerdas vocales.

Por errantes, las noches serán afortunadas,

a nuestro cuerpo seguirán llegando

y a nuestro sueño excavando la tinta

revelarán las amorosas huellas que cantan

bajo el polvo.

… signos vitales…

SÍNTOMAS MÉTRICOS

Once golpes de sueño en el papel

(A veces son ilusas cantidades

entrando en los parámetros del ojo)

Nunca fallan las cifras del oído

48
La corteza del mar andando en esa

partitura de soles en la sombra

son las señales de nuestro espejismo

En cada línea avanzo hacia mi ocaso

En la siguiente marco mi regreso

por las mismas pisadas taciturnas

que no se reconocen en mi pulso

Aquí comienza el río del olvido

Escribo noches cuando pienso “tierra”

percibo ojos cuando nombro ... “ausencias”

Un puñado de sílabas lubrica

cada raíz de esta selva creciente

Con las semillas agrietadas

escribimos la tarde evaporada con el arrecife.

Esta es la lluvia que nos clona

con el plasma de los pájaros aún en el tintero.

Las páginas son fuentes tibias

pero también son otros ojos, otros umbrales.

Crece el horizonte en un verso que espera

las trizaduras sonoras de los sueños.

49
( espiral de papel VI ) Altazor

Andas por los alambres finísimos del aire

Equilibrista en las rutas de los pájaros

Has descendido por tu propio imán

Entre los rotos tapices del cielo

Ahora las pupilas apuntan al blanco

Con flechas de vía láctea salpicando de astros los caminos

El mar amenaza con su carta infinita a la memoria

Y las montañas: olas de arena que anhelan más la volcadura de la tierra

Que el mapa en movimiento de alguna mariposa

Naufragamos al sueño cavernoso, Altazor, inexorable llama

Tu sombra ya inclina las paredes

Llegamos al amor de silencio en silencio

Hasta que los ojos dejen latiendo sus valvas afrutadas…

Terrible es tu costilla como las abejas plateadas de mi lengua

Andando a la luz de los eclipses siete veces canto por la noche

Trazando signos que corrompe la luz de los giros de las nubes de la boca

Contra el cielo a contra luz que se concentra

Y porque quiero una locura que suba en los jirones de la bruma que se escribe
como música ( ) Batuta andina y huidobriana derritiéndose en zumbidos y aleteo de voz
en tu costilla terrible, Altazor.

50
( espiral de tinta VIII )

CAMINAS POR ESA CALLE IGNORADA

como otro día cualquiera.

Te abres al aire, simple, como un aleteo suspendido.

Un escaparate hiela tu reflejo.

Miras el esqueleto de las horas.

Usas la banqueta como un tablero,

donde se juega a la alquimia en cada paso.

Mañana, la misma calle

te inventará otra vez una distancia,

tal vez una dis…tinta encrucijada

donde podrás oír el cruce eterno de tus mismos pasos.

… signos vitales…

DE LA PROGENIE (para ti mi Marcel: mi mitad (logo)somática)

¿En que pregunta no acerté por la textura y el olor de tu piel?

En qué espejo de la primera irradiación;

51
en qué instante del laúd nocturno;

en cuál de mis estatuas enfrente del crepúsculo;

entre tantos latidos cuál fue el de tu nombre, cuál el de tus ojos.

“Aquí, sigue el eco de mis pasos;

no sigas mis palabras, no busques mis ausencias,

no incendies el aire con sollozos.

Ponte de pie; suelta el papel

deja todas las redes, los caracoles de los signos.

No existe mi nombre, no soy en tus sentidos o en tus sueños.”

En dónde estabas –dices.

Por qué tardaste tanto en descubrirme –me preguntas.

Por qué sondeaste mi aroma solo con palabras.

( espiral de tinta IX )

AGUA SILENCIOSA

con todas sus intemperies atrapada

en el corazón de mármol de sus gotas,

52
f—l—u—y—e y f—l—u—y—e

hasta la voz andrógina

que en el gemido somos

infatigable tinta,

reflejo de palabras

palabras de espejo.

( espiral de papel VII ) y tú no sabes cuánto cada verso es una biografía…

y cuántos versos son un puñado de islas

deletreadas en brisa por el cuerpo

y cuánta voz hilando en la pequeña ventisca de la hoja

sin importar las tormentas calculables del otro lado de este océano

como el ala de una mariposa que se sueña tinta

y que en una página imprevista despierta

53
porque la tinta la ha soñado

y tú no sabes cuánto cada verso es una migración de caracoles

aquellos que nos guiñan el oído

De otras transparencias hacemos el espejo

la que arrancamos de la gota de agua

de las pupilas siempre alertas

al roce tu aire

de tu escritura tus mariposas…

… signos vitales…

DE MENSTRUACIONES
Para Ella.

Y si el dolor fuera por no haber engendrado,

como si los nueve meses de no parir,

en un guiño de carne, reclamaran a tu vientre,

como la tierra, por las semillas huidas simplemente.

Sin obligaciones de cólico amoroso

la madre Natura, también, acaso, sufre el mismo espasmo,

54
cuando una tumba es abierta para el otro nacer,

y pasa el tiempo, y deshabitada, se diluye

en lluvia, en arcilla, en nada, en rojo.

Alumbramiento o apagamiento,

desean por igual a tu vientre de carne,

a tu vientre de sueño, o a tu vientre e tierra.

( espiral errante )

Empaginada en algún borde del aire

aquí o en otro malabar de la caricia

una sola palabra ELLA

se incrusta en la constelación de cada noche

para cambiar la luz del universo

en el principio ELLA

los signos ya desvanecidos de mi mano

hace el horóscopo de cada hoy de cada siempre.

55
( espiral de papel VIII ) DAFNE- EL CULTO DEL PALIMPSESTO

Más adentro de la tierra las raíces,

el follaje en la cresta del cielo;

árbol-niña, metamorfosis futura de papel,

cuya piel cubre la savia de un idioma antiguo;

adoramos tu danza, tu locura virginal

(desafiando al acechante dios que te desea).

Con la embriaguez de este susurro te planto infinita,

deliberadamente,

delirante de manos rituales creciendo como ramas

que te han de decir con gotas de agua,

cómo te resguardo un cielo en cada palmo de luz,

y una semilla anudada a mis palabras.

( espiral errante )

sssilenciosss

La huella digital de cada labio

calca la humedad en la retina.

56
Con estas celosías te respiro,

te nombro y te disperso.

Tempestad de un segundo

noche creciente, baile de llamas

que funden su calor en el incendio

pierden su contorno en la humareda.

No queda más que el fruto hueco de horas.

Página que se aquieta.

No queda más que el viento amanecido.

Y a fin de cuentas (Ellos)

–por si llegasen a escucharse–

(ausencias de presencias)

(sombras que anuncian a sus cuerpos)

(tinta que se desdice)

(astros ciegos)

(Y a fin de cuentas)

(Ideas no son pero con ellos pienso)

(No tiene voz pero con ellos canto)

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(No aroma, luz, tampoco escalofrío

Pero con ellos las percibo a ellas-las-palabras)

(Aspiro las profundas transparencias)

(Miro la duración de los abismos)

–Nostálgico decir de su caída…

–Beben del barro la humedad del humo…

–Modelan con el agua el fulgor

Del polvo, relojes de otro tiempo

Humanidad sin cuerpo ni figuras…

–Poesía que se levanta de las sombras…

Sssilenciosss

Los dejo con la fricción del índice en los labios

58
E

sin P

sobre L

( espiral de papel IX ) Ut pictura poiesis

(de los pájaros de Remedios Varo)

quise atrapar la estela de su vuelo

la brisa fluorescente de sus alas

su lenta migración hacia la luna

también el roce oculto en su plumaje

y la intemperie que lo traza

como un latido del verdoso hervir del horizonte

59
quise seguir su ráfaga que cruza por mi cuarto

sin darme cuenta

que he pasado de la tibia curva de su cuerpo

a la suave sílaba de su mirada

( del expresionismo)

las horas pesadas

cansadas de errar como la noche

de rostro en rostro

y en otra intensidad, la máscara

(con susurros de rojo y gritos ocre)

se petrifica por dentro de los ojos

( del cubismo)

las alas detenidas

dejando en cada instante

su perfil trizado

dejando de volar

el demiurgo violín

descansa, en quebradiza música

60
( del nihilismo )

cada palabra

cada silencio

(la sombra de un relámpago)

(el destello de un follaje inmenso)

(una calle de nadie)

( espiral errante )

Aún en la quietud el cuerpo no deja de nombrarlo todo

Hace espiral con los signos vitales

del paisaje de los años de otros cuerpos

¿Qué pregunta habré hecho

con la cabeza entre las manos los codos en la mesa

tatuando el aire con la respiración?

¿Qué amor diré a tantos sueños por minuto?

61
Me quedo inmóvil ante los presagios del otro lado de la página

No interrumpo sus silencios

También indagan en la verdad insondable de sus signos vitales…

de la duda del amor del tiempo…

Ninguna señal visible más que la piel intacta

del papel han dejado a su paso

Presentes como el viento que en sus huellas se deshace

Perseveran como la mariposa en su trayectoria de nubes impalpables.

Te quedas inmóvil (lector)

No interrumpes mis silencios (reflejantes)

También te preguntas por la verdad insondable (de los signos vitales)

de tus espiral reflejada.

Sigue la voz al paso de las horas

Hasta su último eco hasta las nubes

Cuando llega a la luz del día y toca el vuelo de los pájaros

Si se pierde en lugar del horizonte

62
Donde las sílabas del viento y de la sombra no se pertenecen

Escucha

Nombra todo para seguir creyendo

Arde por otras páginas

Cree todo para seguir nombrando.

ARQUITECTURAS DE UN DESEO DE BABEL

( espiral semejante )

La torre de babel dejó sus cicatrices en el aire

Cada piedra rasga el tiempo y lo divide

Derrumba ríos en la garganta.

La concha del oído sigue la espiral del polvo

Ahí se engasta la nube inhabitable

Y de un milímetro de roca surge un calidoscopio.

63
Un guijarro perdido ha fecundado el agua quieta de un estanque

La estirpe de ondas alcanza hasta la última orilla

Cada ola salpica su calostro de espuma deseosa de la arena.

En el eco se buscan los muros andróginos

Sus perfiles se ansían, sus oquedades se dilatan,

Sus sombras se besan por el suelo.

Sólo el relámpago no encuentra su exacta simetría,

Sino al unir los dos cuerpos del aire, los dos lados del tiempo,

En su grieta de luces y de abismos.

Y empieza de nuevo:

el poema

la pequeña arquitectura de un ladrillo.

Cada uno cierra cicatrices en el aire.

64
ARQUITECTURAS DE ARENA

( espiral errante )

Apenas esto dijo, cuando abrióse


aquella nube desplegada en torno
que los cubre, y en aire los convierte.
(Virgilio, Lib. 1, La Eeneida)

Te presagiaba la húmeda flauta de la noche

caligrafía del mar

floreciste en una gota en la ventana

surco de sal, caracol ambarino

Tomé por periscopio el vuelo de la luz

y dirigí mi latido como un arco iris

Nos rozamos en la única estrechez permitida por la niebla

ola tras ola

fecundados

a las arenas de otro día

llegaremos.

Llegaremos,

al mundo en un reloj de arena

65
Tiempo que cae es sí mismo y se penetra

Y al penetrarse se desborda

Al desbordarse se fecunda y crece

Hasta que el destino de su altura

Está listo para voltear el universo

Y de nuevo caer en la forma primordial

El abismo con su exacto correr de los minutos

En su espacio perfecto de la luz

Surtidor que al copular el aire curva el agua

Amnióticos latidos que deletrean al hombre en el oleaje

E incrustan a la mujer en la marea

Y cuando se separan

Sólo un espejo de agua los inventa

Y un rumor de arena los acopla.

66
DEL OFICIO

( espiral reflejante )

El oficio es un atardecer

no moverme hasta que vuelve

de su errante alquimia

con la última palabra

el fulgor de un vitral,

un hueco en la parvada…

El oficio es demorar en cada gota de agua

la caída del mar, la transparencia,

navegar en busca de playas dactilares.

Por él te he conocido, alta como la música,

cambiante como la nube.

El oficio es mirar,

dejar que las horas transcurran

entre los papeles revueltos,

entre las voces.

67
La memoria sabrá cómo y cuando

lanzar su red sobre las cosas,

sobre los nombres.

El oficio es desear

(tan genéticamente)

lo que no alcanza la espiral

del tiempo y el espacio.

( espiral de tinta X )

PUEDO MIRARTE CON EL RELÁMPAGO QUE ANIMA UNA LUCIÉRNAGA

Y sentir las ondas de luz que te reflejan

El azogue de tus ojos se llevará la noche por las piedras que mires

Por el polvo que toques.

En medio del camino, los ángeles dejan a la deriva sus pupilas.

68
Cansados de escribir el cielo

Quieren escuchar de cerca el rumor de tus pasos

El murmullo de tus días y noches

Y respirar la espuma con las alas

Pueden tocar tu cabello y sentir la suave caída del abismo.

¿Poema final?

Como en el primer día, desde aquí, de aquí

Y ya me galopa la tinta, ésta, única y solitaria

Otra vez otra voz: ¿Cuántas veces habré escrito tinta

para decirlo todo como un lugar, como otro lugar?

Como tu cuerpo.

( espiral de papel X ) LA ROSA SED DEL VIENTO

El viento cede un trozo de su nombre

Sed y vendrás a mí le dice al cielo

El sedentario que teme salirse de su voz

69
II

La inmemorial sed de la rosa que revive en el oído

Sus pétalos sedantes y dispersos en la amada

Cuyos pechos sedados estallan

Su cuerpo como un sedal para tejer el tiempo sonoro del viento

La piel nacida en la húmeda madeja

La sed de tocarte

Sede de mi vigilia

III

Otra rosa de mármol a la contemplación

Sedicentes fragmentos que ansían otra forma

Hasta que la mano los seduce

Y los acopla en la escultura que nace de sus sedimentos

IV

El ojo que en cada dirección sigue los pétalos de viento

Sonido cuyo espejo hace volver

Estela tras estela

Al viento hasta su corazón de rosa

70
V

Y la fricción del índice en los labios

El infinito beso para decir silencio…

( espiral errante INCIPIT )

DEL GENOMA

Aunque me digan que soy una esencia

inédita de vivos cromosomas

que pueden repetirme

en carne y sin espejos,

tengo todas mis células abiertas

girando en espiral hacia la tinta

para multiplicarme en las palabras,

el doble de mi yo con su memoria

un tacto de mi mano

en otro cuerpo

cuyos clones de sueño me devuelven

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a la tibieza irrepetible de la tarde

al aroma infinito del libro y el café,

Tal vez Borge, el otro, descifró (el apocalipsis)

el miedo de una carne interminable

en un terrible espejo de genomas

sin el alma

ni el poema

ni la tarde

tal vez aquí mismo

en el secreto

gen de la

p π

ε e

í ι

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GÉNERO

POESÍA

ESPIRALES ERRANTESPor: M. PROVENZAL

Autor: HÉCTOR GABRIEL MAYA SALGADO

Nacionalidad: Mexicana.

Título de la obra: ESPIRALES ERRANTES

Pseudónimo: M. PROVENZAL

Domicilio:

Juventino Pérez Peñafiel núm. 109, Tel. casa: (771) 7 11 42 73

Fraccionamiento Forjadores Cp. 42083 Tel. móvil (771) 1 58 03 54

Mineral de la Reforma Pach. Hidalgo

Correo Electrónico: gabrielmaya09@gmail.com

gabrielmash@hotmail.com

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