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ANTECEDENTES NORMATIVOS DEL RÉGIMEN Urbanístico EN EL DISTRITO DE BARRANQUILLA.

Barranquilla ha pasado por muchos estatutos legales los cuales no han definido claramente un
marco o normativa sobre como debe orientarse o hacía que objetivo los POT.

Desde la ley 4 de 1914 hasta la ley 88 de 1947 se estableció la idea de área urbana y con ella
autoridad a los concejos para generar los estímulos necesarios para aumentar las
construcciones urbanas, y con ellos la expedición del decreto 401 de 1957 conocido como el
primer estatuto urbanístico de la ciudad.
Con la ley 61 de 1978 y el decreto reglamentario 1306 de 1980 se dio la idea de plan integral de
desarrollo el cual también comprendía el plan de desarrollo municipal y definió figuras como el
uso de suelos, normas urbanísticas, prestación de servicios en zonas de vivienda popular,
delimitación de zonas de reserva, reglamento de construcciones antisísmicas entre otras.
Ya con el artículo 198 de la constitución del 86 se permitió la creación de áreas metropolitanas,
para luego ser cambiada por la ley 61 del 78 también conocidas como ley orgánica de desarrollo
urbano, la cual establece que características deben cumplir un conjunto de municipios para ser
considerados área metropolitana. Ya para el 93 el concejo de Barranquilla dio autorización al
alcalde para expedir el estatuto urbanístico del distrito como elemento del plan de desarrollo.
Sin embargo aunque los POT están sometidos a un régimen especial, mediante el artículo 2 de
la ley 902 de julio 26 de 2004 se dio paso a los procesos de revisión de POT siempre y cuando se
cumplan los plazos y se concerté y se aprueben por los entes competentes.
Todos estos ajustes legales han llevado al concepto de propiedad privada y con esto la
delimitación de espacios y las restricciones que esto conlleva, donde al ser un estado de
derecho esta debe estar encaminada a satisfacer necesidades de interés común o social con
esto generando la opción de que los derechos del individuo sean limitados por los derechos
generales como la reorganización del POT o una nueva planeación urbanística cumpliendo con
el artículo 1 de la carta que reza que el interés general debe primar sobre el particular.
Con la legislación colombiana del 89 se introdujo el concepto de espacio público el cual no es
más que el conjunto de inmuebles públicos y elementos arquitectónicos y naturales de los
inmuebles probados destinados a la satisfacción de necesidades urbanas colectivas. Como se ve
en la definición esta es laxa y están sujetas a la disposición que definen los distintos usos.
En Barranquilla se definen los siguientes usos residenciales que corresponde a las zonas
residenciales R1 a R6, múltiples y comercial destinados para usos diferentes, pero compatibles
como recreación, comercio y vivienda. Zonas industriales destinados a la producción de
servicios comerciales a gran escala. Y por último, usos institucionales los cuales están
destinados para el uso de servicios especializados. A estos usos en especial residenciales se
exceptúan los hoteles, los usos definidos en el estatuto 1998 a 200, los servicios personales de
entretenimientos previos al 6 de septiembre de 2000. También se exceptúan las ventas de
bienes y servicios con un impacto menor a c2.
Para los centros comerciales se define que están permitidos en zonas comerciales que no
superen el impacto C3, sin embargo la ley es laxa y permite en algunas excepciones la ubicación
de alguno de estos en zonas residenciales mediante el visto bueno de la junta de planeación.
Para las estaciones de servicio el artículo 230 del estatuto urbanístico establece que deben
estar ubicadas en zonas M2 sobre vías y arterias de carácter metropolitano, lo cual no los hace
exceptuables con la ubicación en zonas residenciales, institucionales y educativas dando pie a la
expedición de licencias basadas en las normas previstas en el decreto 1521 del 4 de agosto de
1998.
Para el sector histórico toda construcción debe regirse a la normativa definida para la
preservación del valor histórico, pero no osbtante es posible generar permisos con el visto
bueno de la filial del consejo seccional de monumentos.
Como se puede ver el otorgamiento de licencias se ve limitado a la interpretación y
conocimiento de la normatividad urbanística, la cual es poco conocida, laxa y sujeta a
interpretaciones, características que han generado que el crecimiento urbanístico de
Barranquilla haya sido desorganizado y donde prevalece el uso y aprovechamiento económico
de la propiedad por encima de los valores sociales violando el concepto de estado social de
derecho.

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