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El Cuento que Colombia quería ser Otra.

Cuento realizado Por Imslian Andrea Olarte a partir de la lectura de William Ospina Lo que le
falta a Colombia y el libro La expulsión de lo Distinto del Filósofo Byung-Chul Han.

Había una vez una Colombia que quería parecerse a


otras , simulaba y remedaba las normas las reglas que
otro hacía, copiaba todo, pero no se reconocía, no
aceptaba la hermosura que tenía, se negaba a escucharse
y a escuchar la diferencia que en ella existía y entonces
dio paso a que la estupidez la dirigiera, y nacen los
males de esta linda Colombia, porque copiaba las
normas sin conocer la historia y la ética que llevaron a
desarrollar esta norma en este país, sino el afán de ser
iguales pero distintos, solo por el reconocimiento
estúpido, para ganar dinero o ser acreedora de algún
subsidio que luego la estupidez perdía, sus males se
hicieron crónicos ya la carcomía el cáncer de la miseria
y la indignidad, . Además su supuesta Alida que le
ayudaría a acercar a sus integrantes era la ética religiosa,
pero donde el que reza empata, donde el
arrepentimiento salva, en donde la religión se perdió
también y sele olvido enseñarle a Colombia
que entender a Dios era reconocer al otro, en escuchar
y amar al otro, así no sea igual a mí, si, amar al que sea
negro, indígena, mulato, mono , blanco , chaparro, alto,
piense igual o distinto. Sino con solo de ir a misa el
domingo o pagar el diezmo y asistir a la iglesia una vez
a la semana ya se cumplió con Dios, Porque la iglesia
se corrompió en el aprovechamiento del emocionalismo,
donde ni a leer la biblia se enseña, sino que se leen
aparte y se da una visión personal, para dar un mensaje
amañado y sin derecho a preguntar a cuestionar porque
es sacrilegio
Y esta Colombia cada vez más acabada por la estupidez
de la guerra, anestesiada por el no reconocerse en el otro,
sumida en no querer sentir dolor de parto para nacer a
una nueva Colombia sino donde todo se recibía sin
comprenderlo, y por ello se anestesiaba cada día con las
noticias terribles de las guerra pero que para Colombia
no eran terribles esta Colombia que con ello también
nos enseñó el miedo a pensar diferente a crear palabras
para diferenciar al otro copiadas también s como con la
palabra gamín, que es francesa y cada vez que se usaba
se hacía sentir superior e inferior al otro, nos alejó del
otro, donde no escuchamos al otro , ni al gamín, ni al
negro ni al indígena , solo cambiamos un sistema del
rey por los reyes criollos divididos en varias familias
que se dividieron a Colombia para sentirse poderoso sin
identificarse sin amarla, sin quererla, solo en el sentido
narcisista y neoliberal de explotarse asimismo para el
yo puedo sin el otro, ganar dinero pasando por encima
del otro porque no lo reconozco no lo escucho no lo
siento no me interesa, porque lo bloqueo, porque le
temo a lo diferente, a lo que me puede hacer pensar y
transformar , le temo al cambio. por ello la pobreza
abunda y seguirá abundando hasta que no nos
reconozcamos en el otro.
Pero Llegó la Esperanza y ahora esperamos que ya
Colombia no quera parecerse a otra, sino que se
reconozca, se escuche y se construya en la pluralidad y
en la transformación que se da en reconocer al Otro ,
en escucharle en darle tiempo y crecer mutuamente, sin
desconocer que este cambio no es mágico no es
instantáneo no es un cuento de hadas que llega un
príncipe y la Salva sino que Colombia como mujer
empoderada reconoce al hombre y a la mujer, y a
su diversidad y resurge y que todos somos parte de este
cambio desde el más rico al más pobre, desde el médico,
el ingeniero el panadero y mendigo, desde la iglesia
hasta el ateo y que todos debemos como en el juego de
la pirinola todos ponen.

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