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escrita por el autor naturalista Federico Gamboa, uno de los máximos representantes de
esta corriente literaria llamada naturalismo. Para entender la obra del autor es necesario
contextualizarlo y conocerlo.
Díaz hicieron de él un encendido defensor de los logros conseguidos bajo el mandato del
dictador que no implicó, sin embargo, que no se manifestara contra algunos aspectos del
sistema porfirista, como la censura más o menos ácida hacia la clase acomodada de su
en las elecciones que ganó Huerta, y además se vio obligado a exiliarse durante el gobierno
de Carranza en La Habana.
Siendo un autor naturalista, sigue los preceptos de esta corriente literaria, en la que se
reproduce la realidad con una objetividad documental en todos sus aspectos, tanto los más
vulgares como los más sublimes. Esto se ve reflejado en su novela Santa, que retrata la
vida en la sociedad mexicana durante la época del porfiriato. Muestra el lado oscuro de una
hipócrita sociedad conservadora que por un lado promueve la moral y los “valores de la
época” y por el otro de manera fortuita practica las más terribles bajezas y vicios morales.
que se nos permite interactuar de una manera más personal con la protagonista de esta
historia. Nos muestra a su manera, una rápida vista de lo que le pasara y además nos
predispone a tenerle misericordia y perdonarla por las faltas que cometió. Aquí es donde se
muestra la visión de una mujer de principios del siglo XX en México, es un mundo donde
para ella, debe ser la mujer perfecta, es decir, abnegada, obediente y servil. Es una
sociedad donde, los errores de las mujeres no pueden ser tolerados y no serán perdonados,
un pueblo donde imperan los altos valores morales rige a la sociedad, pero una sociedad
con doble mascara, una de noche y otra de día, cada una con matices que iremos
Hija de una familia común de la época porfiriana, proveniente del barrio de Chimalistac, en
la temprana urbe de la ciudad de Mexico, con dos hermanos obreros y una madre de edad
avanzada, Santa se ocupa de las labores del hogar como cualquier otra muchacha de su
edad. Sin embargo, Santa va creciendo y los cambios que vienen con esto la ponen en
situaciones muy delicadas. Cabe aclarar que, es muy marcada la manera en que estos
cambios físicos son tratados en esta sociedad. La madre de Santa, la regaña cuando ella,
lo que su madre le dice que es la bendición de Dios que la hace mujer. Para ser una
sociedad machista donde la mujer ha sido prácticamente delegada a las labores del hogar
Siguiendo la ideología de los mexicanos en esa época, la única falta o pecado de Santa fue
el haberse enamorado del alférez Marcelino que solamente jugo con ella y después de
además, echada de su hogar y repudiada por su familia y sus hermanos, quienes creen que
el honor y la imagen de la familia han caído por los pecados de Santa, a quien sin ninguna
y que si alguna vez lo necesitase ella podría darle uno. La muchacha es aquí donde
clínica a “valorarla”, como si de mercancía se tratara y efectivamente, eso era lo que Santa
decía que era. En el prostíbulo ella vendía su cuerpo a todo aquel que pagara por el placer
de su compañía, y no era un placer barato, pues ella se consolido como la más codiciada
pasando por las calles de la ciudad de Mexico. Es un mundo donde reina la lascivia, donde
afrancesada de Mexico, ese ideal de orden y progreso que Porfirio Díaz se esforzó por
asegurar en su mandato
de flaqueza del alma. Es cierto que entre Santa e Hipólito nace una amistad que se forja en
las desgracias del corazón, en la cúspide de las penas que viven aquellos dos seres
abandonados de una sociedad, a la que no le son útiles, es ilógico pensar que Santa pudiera
conocido como el Jarameño, el cual queda cautivado por su belleza y le confiesa su amor.
De todos los cuerpos que pasaron por la alcoba de Santa, solo a dos les amo de verdad.
quien de tanto temor le quiso, según palabras de ella. No es justo mencionar a “El Rubio”,
que hasta la quería sacar del burdel o de Hipólito, que en verdad la quisieron, pero no fue
su mujer, y ella, con la inocencia que aun la caracterizaba y por los consejos de Hipólito, se
Todo transcurre en calma hasta que ella empieza a sentirse sola y en su necesidad de
atención engaña al Jarameño con un inventor de apellido Ripoll. El los descubre y ella se
A medida que pasa el tiempo Santa se va dando cuenta de que en la casa de doña Elvira
se ha gestado una profunda animadversión hacia ella por ser la preferida de los clientes y
casa de Elvira entran sus hermanos, quienes conversan con ella y, después de notificarle
que su madre ha muerto y que la ha perdonado, ellos la siguen repudiando y le piden que
jamás los busque, que de igual manera a los considere muertos. Aquí se ven una vez más
la crudeza de la sociedad que juzga y oprime a la mujer hasta el límite de sus fuerzas, es
más, fue echada de la Iglesia al ir a orar por su madre fallecida, tan solo por el hecho de
ser una prostituta. Santa empieza a sentir que una enfermedad la aqueja, enfermedad de
la cual no se repondrá.
Un tiempo después Santa acepta la vieja propuesta de Rubio de irse a vivir con él. Pero,
Rubio echa a Santa de su hogar, por lo que la muchacha intenta recuperar su vida anterior,
burdel que compite con el de doña Elvira pero la rechazan por su enfermedad y por los
quien le pide que por favor se vaya con él, y ella lo rechaza porque sabe que no es suficiente
Sin embargo, el la acoge y ella le confiesa su amor, y después de jurarse que estarían
juntos, y que Hipólito asumiera los costos de la cirugía que salvaría a Santa, finalmente ella
muere a mitad de la operación. Santa, que preveía su muerte le hizo jurar a su amor que la
enterraría en su pueblo junto a su madre. El libro termina con Hipólito rezando en su tumba
y repitiendo una oración “Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores…”
A Santa le llego la felicidad demasiado tarde. Hipólito, quien fue el único que en verdad la
amo hasta el final, y a quien ella finalmente pudo amar, siendo este el segundo amor de
redención que a Santa llego momentos antes de su inminente muerte debida al cáncer.
Pero así como hablamos de su redención, hay que dejar claro un punto: ¿De quién viene
este perdón? Obviamente no viene de la familia de Santa, ni de sus amigos o los amantes
que tuvo, ella se refiere al perdón divino, que es el único que todavía la puede salvar de
todo lo que ella ha hecho pero, ¿Qué ha hecho Santa si no solamente ser víctima de los
que le dieron la espalda? No es justo decir su familia, es la sociedad la que a través de sus
instituciones, los valores que predican pero no practican y aún más, la censura que provocó