Heriberto Baltazar Rincón Bourdie, Pierre (1986) “La escuela como

2º semestre fuerza conservadora: desigualdades escolares

MECFDAR y culturales” en cuadernos de pedagogía critica
No. 1 Pp. 1 – 12

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SINTESIS: será posible que existiera una relación entre la justificación o explicación que los
docentes dan reconocimientos y fracasos a sus alumnos, sosteniendo así las desigualdades
sociales existentes en nuestra sociedad pasando a los linderos del salón de clases.
Se hace un análisis crítico de la influencia de la escuela para resolver las desigualdades
sociales, se explica, como las familias de clases sociales tienen una herencia cultural quien lo
define como la acumulación propia de una clase, que es heredada o adquirida mediante la
socialización, tiene mayor peso en el mercado simbólico cultural entre más alta es la clase
social de su portador1 que transmiten a sus hijos.
La educación como una fuerza liberadora (la escuela liberadora) como un medio para
incrementar la movilidad social, aun cuando todo parezca indicar que es un hecho,
considerado, también, como un medio más efectivo para perpetuar el patrón social existente
actual, ya que proporciona una aparente justificación de las desigualdades sociales, así como
un reconocimiento de un privilegio social que es asumido como algo completamente natural.
Lo que Bourdieu pone de manifiesto es como la escuela sirve a la sociodicea (como la versión
mundana de la teodicea en la explicación y la justificación sociales del mal, es decir, el cómo
cada elemento que integra una ideología, la sociodicea identifica culpable y atribuye causas a
males y daños socialmente causados y a la vez haciendo legitima un determinado orden
social).
Pero, ¿cómo surge está situación?, esto es a través de la ELECCIÓN DE ALTERNATIVAS, las
cuales se entienden como las actitudes de los miembros de las diferentes clases (padre, hijos,
la cultura escolar y que están en función de sus propios valores implícitos para los diferentes
tipos de clases sociales).
Definamos, clases sociales y la elección de la escuela a cargo de los padres, la cual se justifica
como la determinación por consecuencia de sus posibilidades reales o categoría social.
De manera indirecta el docente atribuye y contribuye en la desigualdad social de los alumnos,
esto en sus orígenes sociales, condiciones siendo las clases media baja y trabajadora la
exclusión de posibilidades de aspirar a lo supremo considerado inalcanzable, siendo con ello el
abandono escolar recayendo la culpabilidad señalada por los padres hacia sus hijos sin
percatarse de las limitaciones económica – social así como cultural que la misma herencia
determina como sus ventajas y desventajas del Ethos (estilo de vida). Cabe mencionar que el
capital cultural de cada estudiante, además de determinar la conducta escolar, actitud hacia la
escuela y la definición de clases sociales considerando el éxito de acuerdo a la edad y
antecedentes escolares, también está relacionada con las posibilidades de estudio, siendo
menor en grupos fértiles (agricultores) y con mayor éxito en grupos menos fértiles (artesanos,
comerciantes) llegando así a lo que Lewis marca como individuos exitosos. Todo ello, marca la
referencia en la elección de escuela, siendo los Liceos para aquellos de nivel privilegiado
deseando en su gran mayoría, los padres, que lleguen a un nivel superior en referencia a
1
Bourdieu, Pierre (1983). Poder, Derecho y Clases Sociales. Desclée. Pp 131 – 164.
aquellos que se conforman en un bachillerato general sobre aquellos técnicos. No es de
suponerse que en su mayoría se desea la enseñanza general se pueda adquirir en un final de
elementos en la adquisición de un diploma profesional o técnico sobre aquellos que aspiran a
una meta mucho mayor como antes se mencionó, esto sobre los alumnos con menor
tendencia al logro planteado.
CONCLUSIÓN:
El sistema educativo puede asimilar una cantidad mayor de alumnos tal como sucedió en el
siglo pasado, sin tener una transformación profunda en los nuevos alumnos que posean
actitudes socialmente adquiridas que la exige de manera tradicional. Es por ello que deberá de
sufrir una crisis, cuando se admita a una cantidad cada vez mayor de alumnos que no haya
adquirido dichas aptitudes de sus generaciones anteriores en la herencia cultural de su propia
clase social.