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KORA-KI
Chamanismo para una vida fácil
Método Kora-ki, chamanismo para una vida fácil. 1ªedición abril 2020
Autora: Raquel Puig
Edición: Ediciones Kanannda.
Impreso por: Amazon
Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la
autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones
establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por
cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografía y el tratamiento
informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o
préstamo público.
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INTRODUCCIÓN
Me encanta que te unas a mí en este viaje. Lo que te voy a contar es
material de sabiduría ancestral en formato accesible, práctico y fácil de usar.
Son sugerencias, informaciones y técnicas que desbloquearán tu interior.
Hace años, experimenté una técnica chamánica que cambió mi vida, con el
tiempo creé un método que une; la experiencia chamánica, con ejercicios de
crecimiento personal en una formación presencial. Eso es Kora-ki. Viendo
el impacto positivo que supone para las personas que han dominado la
formación, me animé a empezar a transcribir el proceso para que, cualquier
persona se pueda beneficiar de este método y prácticas, aunque no pueda, o
no haya realizado la formación en vivo.
Lo que voy a contarte en este libro son todas esas claves, creo que contiene
toda la sabiduría que tengo hasta hoy.
Voy a estar contigo mientras lees y prácticas todo lo que hay escrito aquí.
Pocas cosas me satisfacen más que acompañar a las personas en su
despertar. Me emociona poder hacerlo también a través de este libro. Te
pido que te involucres. Vas a tener explicaciones, audios y ejercicios para
practicar y no quedarte solo con la teoría. Te garantizo que puedes cambiar
tu vida igual como lo hice yo y los cientos de personas que han pasado por
Kora-ki, tanto en terapia privada como en la formación.
Verás que está escrito en femenino, pero es para todos los públicos. Tenía
que decidir el género y he barrido para casa. Permíteme esta deferencia a
todas las mujeres que son mayoría en los grupos de Kora-ki.
«No vayas a ningún lado sin ti, sin tu honestidad, sin tu esencia, sin tu libertad; solo de esa
manera, aunque a veces parezca que no hay nadie, siempre estarás tú y tu presencia »
CLAUDIO NARANJO
Kora-ki es una formación viva para que sepas quién eres y puedas sentirte
siempre junto a ti. Digo que está viva, porque, aunque el temario es el
mismo para todos, en cada grupo surgen nuevas maneras de explicar o
nuevas herramientas para profundizar, es por eso que decidí juntarlo todo.
Tanto si tienes este libro porque cursas la formación, como si lo tienes
porque te ha llegado de otra manera, puedes acceder a través del código QR
o el enlace que te dejo más adelante, a todos los audios de las prácticas que
aprenderás a medida que avancemos.
A partir de ese momento, cerré un negocio deficitario que había abierto con
21 años y tuve que reinventarme. Empezar de cero. Y aunque tenía al lado
alguien que siempre estaba, y sigue aquí, él, poco podía hacer, más que
sostenerme mientras me hundía en un profundo victimismo sin nada a lo
que agarrarme. Todo eran problemas o posibles problemas… Ahora sé que
todo estaba dentro de mí y así lo proyectaba, pero en ese momento, no me
resultó nada fácil gestionar la ansiedad que me producía el simple hecho de
vivir. Descubrir el dolor de mi infancia me desmontó, pero me transformé,
y tú y yo no somos distintas, también lo harás.
Ahora sé, que la vida es tan simple, como tú sepas hacer que sea. Que
todo, absolutamente todo depende de cómo decidas mirarlo. Sé que hay
ayudas etéricas que constantemente están dispuestas a echarnos una mano y
que, aunque a menudo se lo ponemos muy difícil, nunca tiran la toalla. Sé
que nuestra alma nos envía avisos de mil formas distintas, quiere que
despertemos. Como resultado de lo que voy a contarte, lo podrás
experimentar. Estoy aquí, contigo.
¿Y de qué depende que nuestra existencia sea fácil o difícil? Según mi
experiencia, en primer lugar, de la actitud. Y, en segundo, de cambiar la
idea y la opinión que tienes de ti y del mundo. Pero, no hablo de cambiar
los pensamientos superficiales, hablo de ir a la raíz del asunto. Si las raíces
de un árbol están podridas, de nada servirá podar sus ramas. Yo no buscaba
esto. Yo solo quería ser feliz. Así que me conduje a ello. Y me
acompañaron.
Si tienes el anhelo de sentir paz tanto tiempo como sea posible, también lo
harás. Date el espacio de tiempo necesario para conseguirlo y ya está. Lo
que contiene este libro abrirá tu mente.
También sé algunas cosas de ti. Sé, por ejemplo, que ahora tu estado
anímico cambia en función de las acciones grandes o pequeñas de otras
personas; que en ocasiones permites que otros controlen tu vida, ya sea por
actos u omisiones, y que con demasiada frecuencia, tus emociones te
dominan y no te dejan sentir la grandeza que llevas dentro. Tienes un
montón de maneras de sentir la esencia que eres y te escondes detrás de
bloqueos que te sirven de excusa para no salir de donde estás, porque has
creído que no puedes. Pero debes saber que no hay bloqueo que la esencia
no pueda derribar. En ti, mandas tú, siempre puedes elegir, si quieres.
Como verás más adelante, lo que elijas estará bien, porque todo lo está,
siempre. Confía. Este viaje que te propongo sirve para que quites todas las
piedras del camino. Todas. He visto a personas, hacer fáciles cosas que al
resto de la gente le parecerían imposibles, y gente con muchísimas
posibilidades quedarse paralizados, esperando, quién sabe qué.
Entonces, ¿cómo cambiar una actitud viciada de años? ¿Cómo cambiar lo
que ni siquiera sabes que te está bloqueando?
A veces las respuestas de las personas a quién preguntaba eran; porque así
es como se vive en la tierra, porque la dualidad nos exige esto, porque en la
tierra este es el juego o porque así lo quiere Dios. Puedes imaginarte que
esas respuestas no me sirvieron.
Hoy creo que lo puedo tener todo y de hecho lo tengo. Y no, no tengo
miedo a perderlo, porque tengo claro que la vida se mueve y que habrá
situaciones que no podré controlar, pero me muevo con ella. Quizás y según
las creencias que tengas, te vas a pegar algún que otro talegazo… Pues bien,
a mi modo de ver, una vez más, tienes dos opciones: te quedas tirada en el
suelo y te regodeas en tu miseria o te levantas, te sacudes el polvo y sigues
tu camino. Tú verás. Te enseñaré a recalcular, para que, si lo decides, no
tengas excusa.
Ahora, por ejemplo, ya nada me ofende. Ahora puedo ver más allá de la
persona herida que insulta y que, como yo o tú, tiene una historia detrás. Es
bonito.
Ahora, nunca critico, casi nunca me ofusco, ya no me indigno. No me es
necesario ni me satisface pugnar por ser mejor que tú, ni para demostrar
nada a nadie. Ya no asumo responsabilidades que no me corresponden, ni
doy explicaciones de por qué no lo hago. Ya no discuto con nadie para
salvar mi honor o mi nombre. Esto, es solo parte del ego que me ha llevado
a equivocarme y que, al final, no le ha aportado nada bonito a mi vida.
Ya no me angustia quedarme sola, o no ser reconocida; ya no dejo de ser yo
misma para agradar a nadie; ya no me da miedo no ser amada por nadie,
porque ahora sé que estoy yo y con eso basta.
Sé que entramos y salimos de la vida de los demás, igual que otros entrarán
y saldrán de las nuestras en un flujo vital constante, y ya no lo siento como
un drama. No me aferro. Respiro, respiro mucho. Te lo recomiendo. La
respiración consciente lo cambia todo.
Hoy, ya no me veo como antes; ni siquiera como ayer. Así que, como dicen
por ahí, día a día soy mi mejor experimento, el hallazgo más grande. Me
cuido y me ocupo de mí sin esperar nada de fuera. A cada instante me
descubro, callo y miro hacia adentro. Ya no ando por la vida a ciegas, sin
luz ni magia: sé que soy parte de un todo en el que también estás tú, aunque
como yo en su momento, aún no lo sientas.
Deseo con todas mis fuerzas que Kora-ki te facilite la vida y te ayude a
saberte parte de todo, como lo hizo conmigo.
Lo que he aprendido de este viaje que se ha convertido en Kora-ki, es que
si quieres sentir la seguridad más arraigada que nunca hayas imaginado,
deberás trabajarla en tu interior. Deberás aprender a llenarte de ti. El
método que utilices es indiferente, mientras te lleve de vuelta a ti. Te
enseñaré el mío, pero te pido que vayas más allá, que lo fusiones con
aquello que conozcas y experimentes si eso te acerca a la libertad. Calibra
constantemente si te aporta paz interior. No lo olvides: todo empieza y
acaba en ti. Y todo está bien. Te veo en la última página.
Empecé con los vuelos abstractos y todo parecía genial, y al mismo tiempo,
todo me costaba un montón. Sí, «vi» bastante rápido, pero al principio
creía que todo era producto de mi mente. Es posible que a lo largo de esta
formación también te suceda. No te preocupes: solo es la desconfianza en
un método que, por cultura, nos queda muy lejos. El aprendizaje con Loli
duró varios meses. Ella me enseñó lo básico y le estoy profundamente
agradecida.
Poco después soñé con el Machu Pichu. Era un sueño absolutamente real.
Me veía allí, a la salida del sol, con un grupo de personas vestidas con los
típicos ponchos. Todos con los brazos abiertos, entonando cánticos. Aquella
misma mañana, en casa de mi hermano pequeño, leí una contra en el
periódico sobre una mujer chamán que organizaba viajes iniciáticos a Perú.
De nuevo, supe que tenía que sobrellevar el miedo e ir, fue un viaje
precioso.
Por aquella época yo ya tenía una pequeña consulta de terapias, donde iba
aprendiendo de mis pacientes, ellos me llevaban a auto indagar más para
poder ayudar, porque lo que entendí con los maestros y chamanes con los
que me crucé, es que es más fácil ayudar cuando te sientes cómoda en tu
propia sombra, tienes que conocer toda tu porquería y sentirte bien en ella,
no puedes obviar nada de ti, solo así puedes interactuar y ayudar a otras
personas. Básicamente porque parece poco efectivo que te enseñe a nadar
alguien que no sabe hacerlo.
Dicen los Ancestros que cuando una sombra está totalmente iluminada deja
de ser y es cuando puede mostrar todos los talentos que hay escondidos en
ella. Y yo tenía claro que quería iluminar mi sombra. Ya estaba
encaminada a ser feliz y en terca no me gana nadie.
A los pocos meses de volver del viaje a Perú, mis Maestras me dijeron que
tenía que empezar a enseñar todas las herramientas que había aprendido y
que tenía que enseñarlo con las técnicas chamánicas, tal como había
evolucionado yo. La verdad es que la propuesta me pareció genial, unir las
herramientas chamánicas más fáciles con el montón de ejercicios que me
habían hecho practicar durante ese tiempo y que me habían ayudado
tantísimo.
Empezamos, a ciegas y con la única seguridad que todo iría bien. Cada
noche, antes de la formación, las Maestras me decían qué teníamos que
trabajar y nosotros simplemente lo hacíamos. Así es como nació la
formación Kora-ki. Ellas me recordaban ejercicios que ya había practicado
en mí y que funcionaron de maravilla y le dimos forma al aprendizaje
módulo a módulo.
Desde entonces, ya son muchas las personas que han obtenido un mayor
grado de autoconocimiento, encontrado una ruta de calma interior que las
ayuda a vivir como siempre habían querido y conseguido allanar su camino
hasta la felicidad.
Conociéndote interiormente, aprenderás cuáles son los miedos que te
limitan, las angustias que te frenan, las tristezas y las rabias que acumulas.
Mirándolas, y practicando, podrás transformarlo todo. Te doy mi palabra.
Aprenderás sin juzgarlas, mientras sacas a la luz el amor que hay en ti, bajo
mil capas, en cada rincón de tu cuerpo. Te permitirás integrarlas, este no es
un trabajo que harás deprisa. Tampoco significa que tenga que llevarte
mucho tiempo, pero como cualquier buen guiso requiere fuego lento, y
luego, deberás masticar con calma y degustar cada momento para poder
digerirlo bien. Si lo piensas, la calma, tiene su punto.
Por lo que he ido viendo, siento que hay tres tipos de personas: las que se
transforman al instante, hacen un clic y encuentran lo que buscaban; las
que se transforman por acumulación, paulatinamente, paso a paso, y las que
se transforman retroactivamente, miran atrás, se dan cuenta donde están y
donde estaban antes ya no les importa. Pero seas tú del tipo que seas, el
cambio te encontrará. Confía en mí. En él. O, mejor aún: en ti.
Junto con los modus supervivendi de cada tribu, aparecieron los sistemas de
sanación. Fuera cual fuera la rama o método, las personas que los crearon
tenían un nivel distinto de percepción. Eran, en cierto modo, mucho más
sensitivos que el resto, en todos los aspectos.
Eran sensibles a formas de energía mucho más elevadas, y recibían la
información en forma de dictados, o intuiciones de las que no dudaban
nunca. Ellas eran capaces de ver, percibir y / o sentir y sabían que todo el
mundo podía hacerlo.
Parece que había un vínculo muy claro entre la capacidad de estas personas
y la eficacia de sus métodos. Como si con este talento natural se movilizara
una cierta actividad energética. Las mujeres, por ejemplo, sabían conectar
muy fácilmente con los espíritus de la naturaleza, sin embargo no era un
trabajo exclusivo de ellas. Y aunque parezca que estoy hablando de hechos
pasados, ten en cuenta que todo esto aún es vigente hoy. Aquí y ahora.
Durante muchos siglos, estos conocimientos han sido custodiados con celo,
pero de unos años para acá están abriéndose al mundo, para enseñar a quién
quiera aprender, cómo conseguir conectar con el propio nagual, el alma.
Los estudiosos del tema aseguran que los chamanes y mujeres medicina, los
brujos y las brujas, logran seguir este camino de autoconocimiento y ayuda,
alterando el estado de conciencia, y lo hacen de muchas maneras: con
brebajes y respiraciones, con cantos, con sonidos, músicas monótonas y
constantes o danzas, dejando extenuada la mente y el cuerpo, o relajándose
hasta dejar de sentirlo. Tú aprenderás a hacerlo mucho más fácil: con el
sonido del tambor, el que comunica y reconecta con la esencia. Es el
sonido de tu corazón y del de la tierra. ¿Puedes notarlo? Cierra los ojos y
siéntelo ahora. Tu corazón está aquí.
Tus ondas cerebrales, en este caso son beta. Se producen cuando el cerebro
está despierto e implicado en actividades mentales. Este estado permite
pasar, de una acción a otra, sin prestar mucha atención a los detalles que no
tengan que ver con las acciones que se llevan a cabo. Percibes, solo lo que
es necesario para el momento concreto: como hablar, estudiar, pensar,
plantear un discurso....
En realidad están pasando muchas más cosas a tu alrededor, pero en estado
beta te fijas, de forma consciente, solo en una franja. Aunque tu cerebro
recopila toda la información.
¿Te imaginas poder sentir esa certeza y paz interior? ¿Imaginas como debe
ser amarse tan profundo? ¿Puedes comprender, como es vivir con esa
confianza en ti y en la vida? Sus historias personales, no difieren mucho o
nada de la tuya, te lo decía al principio, nada de tu pasado, por duro que sea,
tiene la potestad de dominar tu vida, a no ser que tú se lo permitas, y digo
yo, que ya no quieres. ¿Cierto?
Vamos a empezar esta aventura en breve y quiero dejarte aquí este código
QR.
En él tendrás los audios de los que te hablo en este libro, es probable que
vaya añadiendo más. Yo también voy aprendiendo cosas nuevas que me va
a encantar seguir compartiendo contigo. Así es que… ¡empezamos!
https://www.raquelpuig.com/llibre-qr/
PRIMERA PARTE
Las técnicas chamánicas sirven para fomentar la relación espiritual del ser
con sus ayudas, ya sean Maestros, Animales de Poder, Guías… Las hay de
mucho tipos, quizás tantas como chamanes o tribus. Tú, durante todo el
curso (y ojalá se convierta en una parte de ti), usarás el vuelo abstracto a
través del sonido del tambor chamánico.
Y, ¿Qué es el vuelo abstracto?, te estarás preguntando... Pues llamamos
vuelo abstracto a atravesar la realidad que puedes tocar y ver e ir a
dimensiones paralelas. Te lo dije: hay otras cosas aparte de las que ven tus
ojos. En estas otras realidades hay infinidad de seres y energías
compasivas dispuestos a ayudarte a entender quién eres de verdad y cómo
puedes vivir una vida tranquila donde todo esté bien. Recuerda, lo haremos
fácil.
Su único propósito es ayudarte a recordar tu propia luz. Los maestros y
guías siempre están trabajando codo a codo con tu alma, aunque tú no
tengas consciencia de ello. Siempre ayudan, te des cuenta o no (aunque es
realmente hermoso darse cuenta), y siempre respetan tu ritmo. Algunos los
llaman ángeles, otros, guías; aquí los llamaremos Maestros y Animales de
poder. A menudo tengo la sensación que todo es lo mismo explicado de
maneras diferentes… Y todo está bien.
Volar o hacer un vuelo abstracto significa que una parte de ti, sale del lugar
donde estas físicamente y va de forma consciente a otro lugar, parecido al
de los sueños. Unas páginas atrás te explicaba que los sabios de las tribus
recibían información gracias a su sensibilidad, ¿te acuerdas? Y, ¿de dónde
crees que provenía esa información, quién se la daba? Ya hemos dicho que
de los Maestros, los Animales de poder y los espíritus de la naturaleza, pero
¿dónde encontramos a estos seres?
La tradición nos dice que hay dos realidades: una realidad ordinaria (en la
que vives) y otra NO ordinaria, con tres mundos paralelos, el mundo de
arriba, de abajo y de en medio.
Los mundos de arriba y abajo se ubican totalmente en la realidad NO
ordinaria, una realidad etérica y el mundo de en medio, en la realidad
ordinaria, la más tangible, aunque también guarda características de
realidad no ordinaria.
Todos los seres de los que hablábamos antes están en la realidad NO
ordinaria, un espacio que lo une todo y que contiene infinidad de
dimensiones paralelas, ni se sabe cuántas. Estas dimensiones conviven al
mismo tiempo, se solapan e interactúan.
Un chamán experimentado puede ver todas a simple vista, e ir de un lado al
otro sin demasiada dificultad. Y tú, si quieres, también lo harás, porque
puedes. Te pongo un dibujo de los que hacemos en clase:
Aunque ahora mismo no eres consciente, la realidad NO ordinaria, está en
todas partes. Imagina que además del mundo que conoces hay otros
espacios paralelos, cada uno de ellos con información.
Por la realidad NO ordinaria te moverás usando los sentidos, pero no los 5
sentidos que conoces, sino otros como la clarividencia, la clariaudiencia, el
clariconocimiento o la clarisensibilidad, y sobre todo aprenderás a escuchar
la intuición, que es la voz del alma.
De momento, esto puede parecer un poco complicado de entender
conceptualmente. Pero lo harás, porque lo haremos fácil. Te juro que si yo
lo he hecho tú también puedes.
Por otro lado, cuando una parte de ti sale del cuerpo y cambias de realidad,
tu frecuencia de vibración aumenta. Así, paso a paso y sin darte cuenta,
aumenta también tu nivel de conciencia, lo que implica que tu energía
también aumenta y tienes más cantidad disponible para tu día a día.
Más energía significa más niveles de poder operativo para tu conciencia:
eso representa más poder interior, y más autoestima, auto aceptación, menor
duda, menos dolor, menos drama.
Hacer vuelos abstractos, pues, te aporta dos cosas importantes:
Alguien que solo percibe la realidad ordinaria, no podrá entender que haya
algo más que lo que se puede ver o tocar y que encaje en sus creencias más
profundas. Tú eres alguien que solo ve la realidad ordinaria, pero si estás
leyendo este libro es porque tienes el pálpito que hay algo más. O eso
espero, porque veo que no has tirado el libro por la ventana y sigues aquí...
Hay una parte evidente: el cuerpo, la carcasa que ves y consideras tú.
Aunque estás muy identificada con tu parte física, eres más que eso, te
habrás dado cuenta. En el momento de creación máxima, las primeras
células se empiezan a multiplicar y van creando el cuerpo que tendrás; al
poco tiempo, entra en acción otra pieza del puzle, hacia el día 49: el
espíritu, accede por la cabeza y baja por la columna del feto llenando todo
el cuerpo de energía e insuflándolo de vida. Ahora ya podemos decir que
eres un ser completo en la tierra. ¡Bienvenido!
Con el tiempo, y a medida que avanzas por la vida, vas creando una
personalidad con la que te identificas, el ego. También es parte de ti. Todo
ello está envuelto, macerado o insuflado de alma. Esa energía vital que lo
une todo. Todo tiene alma, todo tiene espíritu. No todo tiene cuerpo ni ego.
El alma, es tu yo superior. Sin ella no hay nada. Y forma parte de la Gran Alma.
El espíritu, es la energía que te da vida a ti, el alma nutre al espíritu. La
Gran Alma lo engloba todo. Lo sabe todo, lo tiene todo y lo es todo.
El alma es amor puro. Contiene todo lo que somos, hemos sido y podemos
llegar a ser, no solo en la tierra sino como energía. Y cuando ya no seamos
nada, seguirá existiendo. Es un ente energético vivo y su razón de ser en el
universo, es vivir la experiencia de la tierra.
Tú eres todo: eres el cuerpo, eres el espíritu y eres el alma. Ya eres esa
partícula divina experimentándose a sí misma a través de ti.
Todo este follón para contarte que el espíritu, es la parte de ti que hará el
vuelo abstracto. Te dejo un dibujo:
Cuando alteramos el estado de conciencia para hacer un vuelo abstracto, la
parte que toma más presencia es el yo impersonal (espíritu) que se conecta
con el yo superior (alma), para entrar en las realidades no ordinarias, a la
vez que entramos de lleno en nuestras profundidades, un lugar excepcional
lleno de oportunidades. Te va a encantar.
La energía espiritual que baja con el cuerpo, el espíritu, solo contiene mente
y conciencia. El problema es cuando esa mente solo se identifica con el
cuerpo y no deja escuchar la conciencia. Aquí es cuando nos enredamos en
luchas, miedos, sabotajes y bloqueos…
En todo caso, una vez que estés en la realidad NO ordinaria, hay diferentes
maneras de percibir; pon atención aquí porque en esto es donde se atasca
más gente. Quizá veas imágenes o percibas sensaciones; quizá sean
palabras o expresiones, no te preocupes por la forma, es lo que menos
importa. Intuye. Solo eso, intuye y dalo por bueno sin muchos rodeos. De
lo que se trata es de activar tu intuición, que es la voz del alma.
Muntsa, se encontró con una amiga justo después del segundo módulo.
Apenas había empezado a interactuar con su Animal de poder pero ya notó
una serie de cambios que salieron de si, sin ningún esfuerzo. (Te lo dije,
esto puede ser sin esfuerzo.) Me decía en una conversación:
- Raquel: me sorprendo mucho a mí misma. Estoy hablando con una
amiga y me encanta como hablo, como explico las cosas des de dentro,
sobre cómo me siento, de lo que quiero y necesito. Sé que no son
palabras en vano, son palabras que siento y lo hago desde mi yo. Noto
que crezco de verdad.
Eso pasa, y no me cansaré de repetirlo, porque cada vez que haces un vuelo
abstracto, tu energía sube. Más adelante entenderás porqué es necesario
aumentar la frecuencia energética. Por ahora, practica lo que viene a
continuación.
Animal de ayuda:
Energías en forma de animal que aparecen en los vuelos sin ir a buscarlos, y
que ayudan en el propósito específico del vuelo. Son apariciones
esporádicas que aportan información o ayuda extra. Cuando aparezcan,
pregúntales. Aprovecha la oportunidad.
Marta veía en sus vuelos una libélula. No era su animal de poder y no la
veía siempre, pero al final le preguntó, y resulta que lo que est quería
enseñarle es que habría un cambio importante en su vida. A los pocos días,
perdió su trabajo, pero al cabo de tres la llamaron para saber si estaba libre
para empezar uno nuevo.
La libélula, entre otras cosas, simboliza prosperidad, buena suerte, paz,
belleza y cambios. Marta, durante el impás de perder el trabajo y encontrar
el otro, no se sentía con buena suerte. De todos modos, hizo muchos bailes
con el alma para encontrar calma y paciencia durante aquellos días, y
cuando la llamaron para el siguiente trabajo, ya sabía que era para algo
mejor.
La vibración baja, en cambio, contiene otros patrones que son; el dolor, las
dificultades, el cambio, la muerte, la dualidad, y la incomprensión. ¿Lo
entiendes ahora?
aportar equilibrio
sentir el amor que eres
tener respeto absoluto por todo y todos
sanar o activar la salud
experimentar la unidad
activar el conocimiento intuitivo
obtener un estado profundamente positivo
sentir inefabilidad, una sensación que no se puede explicar con
palabras y muchísimo más.
¡Ahí es nada!
Cuando vas de una habitación a otra usas una puerta, ¿no? Pues para ir de
una realidad a otra, también. Así es que, antes de empezar a practicar el
vuelo, tienes que pensar en un portal para el mundo de arriba y otro para el
mundo de abajo.
Un portal es un espacio de transición, ¿de acuerdo? Solo pasarás a través de
él con la imaginación. Piensa en un lugar que sea parte de la naturaleza y
que sepas que existe.
Para el mundo de abajo, por ejemplo; alguna gruta que descienda, una
cascada, un acantilado, una madriguera, o el agujero de un árbol. Para el
mundo de arriba; cualquier cosa que pueda subirte hacia arriba: las ramas
de un árbol que conozcas, una pared de escalada, el humo de una hoguera,
un geiser, el arco iris… Lo que tú quieras. Tú decides, y en cuanto lo tengas
comienza la fiesta.
VISUALIZACIÓN - VUELO -
VISUALIZACIÓN
1- Importante: escribes la intención con la que quieres volar. Como si
fuera el título de tu vuelo.
5. Cuando ya tienes lo que buscabas, puedes salir del viaje, sin importar
si se ha terminado el audio o no. Pero, escucha bien que esto es importante;
cuando oigas que el ritmo del tambor cambia, es hora de salir. Si o si.
Aunque puedes no sentir nada, aunque te parezca que no has hecho nada o
que todo es fruto de tu mente, la verdad es que tu espíritu se ha movido de
lugar y tienes que hacer que vuelva a ti. Lo haces saliendo el vuelo. No
puedes andar por la vida, con menos energía espiritual. Así es que, a muy
tardar, cuando cambie el sonido del tambor, vuelves.
Cuando terminan los tambores y has salido del vuelo, date unos minutos de
relajación para asentar todo lo que ha pasado. Y créeme, ha pasado mucho,
aunque a lo mejor tú no lo veas. Escribe todo lo que has sentido y todo lo
que has visto o intuido, si te ha parecido todo mental, escríbelo también.
Sea lo que sea, poco o mucho. Llevar un diario de vuelo es una buena forma
de observar tus progresos, además de una fuente de información para más
adelante. En multitud de ocasiones, los vuelos de tiempo atrás nos dan
información que nos sirve en la actualidad. Esta parte es muy útil pero no es
obligatoria)
Como dije, el audio tiene unos cambios de ritmo, déjame contarte para que
lo tengas claro. Veras que los tambores hacen 3 cambios de ritmo al final.
En el primero, se te avisa que es hora de volver, es momento de terminar lo
que estés haciendo, en el segundo, hay que deshacer el camino o pedirle a
tu Animal de poder que te lleve de vuelta, en el tercero, estas fuera, relájate.
Los vuelos son abstractos y puede pasar de todo. Incluso nada… pero las
apariencias engañan. Confía.
El éxito del vuelo está en la claridad de tu intención
En general, en la vida, las personas que tienen éxito son las que se enfocan
y no pierden de vista su objetivo. En cualquier ámbito, aquellos que no
consiguen sus metas es por qué las cambian constantemente o dudan de
ellas. O de sí mismos, en el peor de los casos. Para los vuelos también es
imprescindible estar enfocado. Piensa antes de empezar que quieres y no te
desvíes. En el enfoque está el éxito.
Intención clara:
¿A dónde vas? ¿Arriba o abajo?
¿Qué quieres? ¿Sanar, información, investigar espacios de los
mundos…?
¿A quién quieres ver? ¿Animal de poder, cualquier maestro o
TU maestro?
Sea cual sea tu objetivo, en cuanto empiezas a hacer el vuelo y estás allí
donde debes estar, déjate hacer; y cuando sea la hora de volver,
vuelve. Pregunta cuántas veces tienes que hacer el vuelo con la misma
intención. Puede que te lo digan o puedes notar que ya está; no necesitas
esperar a que el sonido de los tambores cambie. Si ya tienes lo que querías,
simplemente vuelves y listo.
Ellos son inteligentes y muy hábiles y siempre hallaran la forma en que los
escuches usando cualquier medio. Saben que puede ser difícil conseguirlo,
pero no te van a juzgar jamás. Entienden la desconexión que tenemos con
nuestro yo suprior, ellos solo quieren ayudar. A veces nos frustramos
porque, aunque nos esforzamos, no logramos comunicarnos con nuestros
Maestros o ni siquiera percibirlos.
Puede que, fuera del vuelo, escuches una campana durante tu jornada y eso
indique que te están diciendo que prestes atención a algo en concreto. En
ocasiones, recibo información en los vuelos y en muchas otras la voy
recibiendo a lo largo del día de muchas formas distintas. Algunas veces
podrás ver imágenes, luces, destellos durante el vuelo. De vez en cuando te
podrá parecer que no es nada. Simplemente estate atenta. Observa, siente.
Cómo hacerlo
CON LA MARACA y sin tambores ya que no te vas a mover de aquí. Esto
no es un vuelo. Recuerda, intención clara (una vez más):
Intención; quiero bailar con el alma
Empieza a hacer sonar la maraca con el mismo ritmo que el sonido del
tambor, para que te hagas una idea, y ve moviendo el cuerpo. Al principio,
harás tú los movimientos, pero mientras te dejas hipnotizar por el sonido
repetitivo de la maraca, ella se irá abriendo paso. Sentirás que tienes ganas
de moverte, pero ya no mandas tú. Es posible que llegue un momento en el
que, durante la práctica, ya no tengas la necesidad de usarla. Está bien,
déjala y continúa. Eso sí: comienza siempre con ella. Es tan imprescindible
para conectar, como marcar un número de teléfono al hacer una llamada.
Notarás como el cuerpo se mueve muy diferente que de otro modo. Permite
que se mueva libremente. Aprovecha para pedirle ayuda en algo.
Aprovecha para verlo delante de ti antes de empezar. Acarícialo, huélelo.
¿Cómo es tenerlo cerca? ¿Que sientes? Afina tu percepción. El gran
problema de la humanidad es la desconexión con la naturaleza en todas sus
expresiones.
Bailar con el Animal de poder, en cualquiera de las modalidades, sirve para
coger seguridad en los vuelos y certeza de la información que traemos. Te
hace ganar confianza y sube mucho la vibración. Vendría a ser como coger
fondo para hacer una maratón.
Resumiendo; qué hacer con tambores, qué hacer con maracas, o que hacer
sin nada:
Prácticas:
- CON TAMBORES SIEMPRE: Vuelos a la realidad NO ordinaria
¿Dónde?: Arriba o abajo
¿Con quién?: Maestro o Animal de poder (A.P.)
¿Para qué?: Sanar, recibir información, ver realidades…
- CON MARACA:
Baile con el alma o Animal de poder A.P.
Canto del alma
- SIN NADA: Solo intención
Sanación rápida o información con el A.P
—CONFÍA Y DALO POR HECHO —
Prácticas:
- Ve en busca de tu animal de poder
- Ve al mundo de arriba y abajo para conocer a tus maestros
- Haz vuelos arriba y abajo, al menos un par de ellos por semana, con intenciones diversas
- Canta y baila con tu alma o baila con tu animal de poder, si es posible, un ratito cada día. -
Prueba a interactuar con tu animal de poder (AP, a partir de ahora) en cualquiera de las
modalidades que te he contado
— CONFÍA Y DALO POR HECHO —
¡Me encanta que hayas llegado hasta aquí y me encantas tú! Que
emocionante me parece sentirte leyendo esto.
SEGUNDA PARTE
Tal vez, de todo lo que he conocido y aprendido en estos años, caerme bien
ha sido lo más fascinante que he conseguido. Sin duda, ahora no necesito
nada, ni nadie para ser feliz, conmigo me basta, y todo lo demás suma, me
encanta que lo haga. No sobra ni falta nada.
Esto va a ser más fácil todavía. Vamos a salir de la idea que el crecimiento
interior es arduo, porque no lo es.
Te mereces todas las cosas buenas, aquí empieza todo.
Como te dije tenía muchas preguntas, ahora iremos entrando paso a paso, a
responder las que me hicieron conocer la potencialidad infinita que hay en
mí, y por supuesto en ti. Y, tú, podrás contestar las tuyas.
La Abuelita dijo:
«Responsabilízate y recupera tu poder. Deja de culpar.»
« ¿Te imaginas que un bebé recién nacido se sintiera culpable por ensuciar
su pañal, por babear o por arañar a quien lo lleva en brazos?
No, realmente no puedes imaginarlo, porque sabes que la culpa es algo que
se aprende, que es social, y que tiene que ver con normas establecidas. Los
bebés no saben lo que es la culpa porque es una invención cultural para
que aprendáis y sigáis una serie de normas y códigos de conducta. Y eso,
en principio, no es malo, puesto que os ayuda a una mejor convivencia.
En las sociedades, está bien que haya directrices que os ayuden a convivir,
a organizaros, pero ya sabéis qué pasa con el fanatismo. Los sistemas
culturales pueden llevar a creer que unos son mejores que otros, por el
color de la piel, por el Dios al que rezan, por el lugar donde residen, por
cómo aman o cómo viven, cuando en realidad sois todos lo mismo. Almas
en cuerpos viviendo experiencias a través del ego y el cuerpo. Transgredir
esas pautas os hace sentir culpables en menor o mayor escala.
Cada sociedad y cada cultura tienen sus normas, aunque hoy os pueden
sorprender las de algunas culturas y épocas. Cuando hay muchas reglas
solo te tienes que dejar llevar y no necesitas invertir mucho tiempo en
pensar qué está bien y qué no; todo está marcado, acotado, limitado. Ahora
bien, cuando estas leyes chocan directamente con los deseos internos, entra
en acción el sentimiento de culpa.
El entorno cultural te ha hecho creer que tu existencia debe ser de una
determinada manera. Tú, no defines la manera en que vives tu vida. De
momento, como te mueves, cómo hablas, cómo te vistes, como amas y cómo
crees que te han de amar, como sigues las normas y como no, viene definido
por el entorno cultural, social, familiar y afecta directamente en cómo te
ves y como te vives.
La sociedad y la familia crean un mapa mental de lo que debe haber en tu
vida. Te sientes culpable de esto o aquello solo porque naciste aquí o allá.
Dependiendo de la cultura del lugar donde vivas o las normas de tu
familia, puedes haber entendido que hay cosas que no se pueden hacer o
perdonar, que los que no son como tú deben desaparecer, y te parece
normal…Hasta que deja de parecértelo.»
Experimenté, en primera persona y de forma consciente, que la culpa es una
invención inútil si no la gestionas bien.
La Abuelita me contó que, gran parte de la culpa se genera por una
interpretación concreta de lo que necesito de mis padres y de lo que creo
que ellos quieren de mí. Nos pasamos la vida buscando inconscientemente
la aprobación de mamá y papá. Esto nos genera un montón de creencias
subconscientes que nos dominan la vida y ni tan siquiera sabemos cómo o
hasta qué punto.
Pero claro, no en todas las ocasiones se gestiona igual. Vamos a mirar con
lupa la culpa destructiva, esta que es como un virus que se instala y lo
rompe todo. Es la que reclama venganza, tanto si recriminas a otros, como
si lo haces contigo mismo. El escarmiento en cuestión, toma siempre forma
de castigo, y puedes estar seguro de que no será justo, si es que alguno lo
es, porque va cargado de emociones distorsionadas y magnificadas, que son
la excusa perfecta para no ser feliz. La culpa no es una emoción, sino una
decisión subconsciente y automática. Cuando es destructiva, también se
convierte en la excusa perfecta para seguir siendo mediocres y víctimas, ya
sea de ti mismo o de los demás. Te mantiene distraído del presente y, por
supuesto, alimenta el sufrimiento porque si. Exacto, porque sí. NO hay otra
razón ni sentido. Porque, sea lo que fuera que haya pasado, eso, ya no va a
cambiar. Solo tú puedes hacerlo. La culpa es negativa cuando no sirve para
mejorar, y mal gestionada es gasolina para el victimismo y no permite
perdonar (te). Y no perdonar es la prisión más grande en la que puedas
vivir. Te mantiene viviendo en el pasado.
En realidad, se trata simplemente de ver qué papel hemos tenido en la
situación y responsabilizarnos de nuestra parte, evitando el sufrimiento. Eso
significa que tenemos que estar alerta cuando nos regodeamos en la
victimización y salir de ahí —disculpa la expresión— cagando leches.
Supón que la has liado. Bueno, hecho está. Ahora (en el presente, que es el
único tiempo en el que tienes el poder de hacer algo) gestiona las
emociones, aprende, repara, perdona y sigue con tu vida.
Me sentía culpable por no saber amar, por no sentir, por haber hecho daño a
personas y por culpar a los demás de cómo me sentía. Lo que ahora sé, es
que no mejoramos nuestra vida por qué, para hacerlo, debemos
responsabilizarnos de ella y de lo que sentimos al respecto, y eso nadie nos
lo ha enseñado. A parte, da una pereza infinita. Es mucho más fácil culpar
de las existencias mediocres que llevamos; a la vida (en general), a los
demás, a nosotros, a nuestros padres... Digo que es más fácil, simplemente
porque es lo que tenemos normalizado: nos sale, gracias al piloto
automático que hemos integrado.
Pero, ¿por qué culpar? Pues porque así no tienes que fijarte en lo que hay
dentro de ti. Es la táctica del despiste. La vida se convierte en una huida
hacia delante. No nos han enseñado que dentro de nosotras hay un tesoro.
Pero cuando llegó el momento, en vez de pelear con el mundo exterior,
aprendí a entrar en mi interior para trascender completamente mi vida
previa. Y me perdoné por todos los errores de percepción.
La Abuelita me dijo:
La Abuelita continó:
Trabajé con una persona que, estando al volante del vehículo, tuvo un
accidente en el que murieron su hermano y un amigo. Este chico se culpaba
de forma exagerada. Pese a tratarse de un infortunio accidental, él se
castigaba constantemente y no se permitía ninguna cosa que le pudiera dar
felicidad. No digo que no sea normal sentir rabia y desesperación, durante
un tiempo, ni pasar por todas las fases del duelo; es normal y sano. Hablo
de emociones distorsionadas, que siguen ahí 20 años después de los hechos.
Ya era suficiente. Debía perdonarse y seguir con su vida. Que este hombre
pasara 20 años castigándose, no resolvió la muerte de su hermano ni de su
amigo, solo destruyó su vida… Al menos hasta que fue capaz perdonarse y
renacer. Porqué se puede.
Lo que aprendí sobre la culpa es que se elige. Es una decisión y, como tal,
la puedes cambiar. Pese a tener su origen en la religión, ni sabemos cómo y
ya nos estamos sintiendo culpables o culpando desde pequeños, es un
aspecto muy marcado en nuestra sociedad, y su protagonismo va en
aumento en la vida adulta. Podría parecer que no la escogemos, pero en
realidad lo hacemos de forma tácita. La culpa nace y se aprende sobre todo
en el núcleo familiar. Cuanto más estrictas son las normas familiares y
sociales, más a menudo aparecerá la culpa.
¿Sabes aquella sensación tan concreta que experimentas tanto si haces
como si no haces? Pues eso es. Si estás porque estás, y si no estás, porque
no estás. Parece que no hay opción ni salida. Y nace sobre todo de la falta
de autoestima. Yo me sentía culpable por todo y ni lo sabía, pero la culpa
es una gran generadora de emociones como rabia, odio y tristeza. Como es
tan sutil, no te das cuenta que la sientes, notas los efectos.
Por ejemplo: te saltas la dieta (lo que sería transgredir tu norma y la norma
social de tener un peso concreto) y, para compensar, te castigas tres días sin
comer; o, peor aún, te maltratas insultándote y menospreciándote por no
tener voluntad, entre otras cosas. ¿Te suena? Este es el castigo que te
infliges, que retroalimenta y genera más emociones en la misma línea, en
este caso frustración y tristeza, porque en realidad no quieres tratarte así,
pero has fallado, tienes que pagar y pagas castigándote. (O al menos es lo
que has aprendido a creer) El castigo de acumular rencor es no poder
perdonar. Pero has pedido otra manera de vivir, y por eso estás leyendo este
libro. Practica con diligencia cada paso. Erra y vuelve a empezar. Practica
hasta conseguir.
Llevaba unos meses haciendo vuelos, arriba y abajo, pero mí día a día no
cambiaba demasiado. Seguía estando enfadada, reactiva con todo, y aunque
era más consciente y al menos era capaz de pedir disculpas —todo un
triunfo viniendo de mí—, experimentaba rabia, odio y tristeza infinita… y
no sabía ni que lo sentía. Solo notaba las consecuencias. El enfado
constante.
Lo que ocurre cuando no sabes lo que tienes dentro, es que pasan cosas en
tu vida que te parece que son externas a ti, pero no. Con el tiempo, ves que
todo empieza y acaba en ti. Me pasaba el día enfadada, siempre criticando
o juzgando, siempre acusando y culpando, fuera y dentro de mi cabeza. (El
diálogo interno de la mente hiriente y rabietas era implacable.) Por aquel
entonces en mi vida había infinidad de motivos para criticar y juzgar, claro,
no podía ser de otra manera, como veremos en el taller de la sombra y la
mente. A veces la cabeza me daba una tregua. No, no vivía una vida feliz,
aún y tener todos los ingredientes para hacerlo, pero sabía que quería estar
bien. Por suerte, aquella suave vocecita que susurraba que tenía que haber
algo más que sufrimiento, era muy insistente. Un gran peso interior me
ahogaba, así que pregunté a mis maestras como podía deshacerme de esa
sensación tan punzante, desgarradora y profunda. Estaba muy cansada de
eso.
«El miedo a no ser suficiente para tu madre te hace ser muy exigente y esta
exigencia no te deja dar cuenta de que ya ERES y con eso es suficiente.
Hasta que no tengas la certeza absoluta de que ya eres suficiente y que te
lo mereces todo, no lo tendrás. Sois dignos de recibir todo el amor del
mundo. Si, tú también.»
Lloré, como hacía tiempo que no lloraba. Escuchar que era digna de amor
me hizo un nudo en la garganta. De golpe, fui consciente de que nunca me
había amado, ni me había dejado amar. Y me sentí culpable por no saber
hacerlo y culpé a quién me debería haber enseñado… Los adultos son los
que deben enseñar y sostener las emociones de los niños, nunca puede ser al
revés. Pero claro, los adultos no saben hacerlo, y así nos va…Llegó el
momento de empezar a creer que merecía mi amor.
El tema de base es sentir que ya eres suficiente como eres ahora, que no hay
nada de malo en ti, que mereces ser amado y que mereces amar sin barreras
de miedo. Y eso pasa, cuando lo perdonas todo. Estés donde estés, seas
quien seas, ya eres suficiente y eres merecedora de amor. Conseguir que
todo para ti sea suficiente es liberador. Y si para otro no lo eres, es su tema,
no el tuyo; que se lo trabaje si quiere.
Y una cosa más; ¿crees que alguien se equivoca adrede? No, a nadie le
gusta. Erramos porque no contamos con la suficiente experiencia en ese
momento. Personas dañadas, dañan, porque no tienen suficiente
información para hacerlo de otro modo. Así que si quieres juzgar a quien te
hizo daño, puedes, pero también puedes perdonarlo y liberarte de la ilusión.
Porque nadie puede hacerte daño a no ser que tú lo permitas.
Hacer las paces con lo que nos hicieron otros, es, como mínimo, romper el
cordón umbilical con:
con el sufrimiento
los agresores
con los maestros de la infelicidad
Todas merecemos vivir felices y todas nos merecemos poder gestionar las
emociones que generan las experiencias que vivimos. Porque todas tenemos
una historia detrás.
El camino más rápido para deshacer la creencia de la culpa destructiva a
nivel interno es hacer las paces con cualquier sensación, sentimiento, idea,
imagen y experiencia del pasado. Poner en orden nuestro pasado y
comenzar el viaje interior hacia uno mismo. Quitar el dolor de la
experiencia y quedarse solo con la sabiduría de la vivencia.
¿O acaso crees que aprendizaje conlleva dolor? La sabiduría es quedarse
con la experiencia y trascender las emociones que iban asociadas a ella. Es
lo que hay, la alternativa, ya la conoces.
Prácticas:
- Conecta con tus maestros, ellos son una fuente fiable, pregúntales dónde se encuentra la culpa en
ti y trabájala. También, haz vuelos arriba y abajo con la intención de soltar la culpa conocida o
desconocida, ya que a veces no sabemos muy bien lo que nos pasa, yo soy de ir a por todas.
Y si necesitas que te eche una mano, cómo te decía, tienes a tu disposición los audios con
meditaciones grabadas por mí, de los ejercicios que hice con las Abuelitas. Por ahora usa los de la
carpeta «culpa», y:
- Vacíate de culpabilidades irracionales acumuladas hasta ahora con el audio de liberar la culpa.
- Perdona lo que tengas que perdonar con el del perdón.
- Derriba los muros que levantaste para protegerte y defenderte, con el del romper muros. Ahora
eres una adulta responsable no necesitas estar al ataque ni a la defensiva de nada.
- Haz dar y recibir, un hermoso vuelo guiado, para redondearlo y comprobar cómo te sientes
enviando amor y buenos deseos a las personas que te han hecho daño e incluso a ti mismo.
Puedes practicar todos estos ejercicios sin mesura, no te vas a intoxicar. Practica, dedica tiempo a
reparar todo lo que se ha dañado con tantos años y conviértete en una preciosa alma, en un
hermoso cuerpo.
Una vez más, CONFÍA Y DALO POR HECHO.
Ríndete ante lo que es. Deja de luchar; relájate con plena confianza en este
proceso.
Haz una pausa. Respira hondo. ¿Cómo te sientes, ahora mismo, en este
preciso instante? ¿Experimentas algún dolor o malestar en alguna parte de
tu cuerpo? ¿En cuál? No lo ignores o lo combatas: siéntelo, respíralo por un
momento. A menudo lo reprimes o no le prestas atención, y es algo que
probablemente llevas haciendo mucho tiempo… Pero ya no necesitas seguir
fingiendo, si no quieres. Tus emociones no son un enemigo a eliminar: sois
un equipo o, mejor dicho, ellas trabajan para ti, siempre a tu favor.
El problema de las emociones no sentidas es que se acumulan mal, como en
el Tetris, y salen cuando quieren, descontroladamente. Si, por ejemplo,
sientes rabia por tu jefe (con razón o sin ella) y no encuentras la manera de
expresar tus límites, esa rabia te la llevarás a casa y te vas a desahogar con
cualquier otra persona que no será el responsable. Se la cargará tu pareja,
tus hijos, tus padres... Si te la tragas, se la cargará tu cuerpo. ¿Qué
prefieres? Aprender a gestionarlas, ¿no?
Nuestras emociones profundamente reprimidas son el ingrediente principal
de los patrones de conducta. Aquello que nos lleva a afirmar «yo soy así»
aunque no siempre nos guste. De ellos hablaremos más extensamente luego.
Además, con las emociones retenidas, pasa algo curioso: te llevan a hacer
suposiciones equivocadas, y reaccionas de manera exagerada a comentarios
inocentes que no tienen ninguna malicia o segunda intención, pero que tú sí
se la otorgas.
Es como si llevaras unas gafas con filtro todo el tiempo: si tu emoción reina
es la rabia, estarás siempre a la defensiva o atacando, y te va a parecer que
los demás siempre te atacan, que sus comentarios llevan algo escondido.
¿Te suena el dicho de «todo depende del cristal con que se mira?» Pues eso:
todo lo veras a través del enojo. Y no te darás cuenta que eres tú quien
provoca esas situaciones, porque no puedes interpretar de forma fidedigna
los hechos, por lo condicionado que estás con tus emociones dominantes.
Solo podrás ver el mundo del color que lo mires, y lo miras según tus
emociones atrapadas. Puede incluso que sabotees tus relaciones, sin saber
que una de las causas, son tus propias emociones no vividas…
En general, las acumulamos en nuestra memoria y nuestro cuerpo y llenan
nuestro saco, añadiendo una suave carga, casi imperceptible a nuestra
espalda. Buscamos constantemente formas para no afrontar lo que hay
dentro de nosotros, ya sea porque creemos que socialmente no estaría bien
visto, «los hombres no lloran», «no seas una histérica» o ya sea porque no
sabemos cómo lo podemos hacer. Venga, confiésalo, entre tú y yo: ¿cuántas
veces te ha pasado que explotas con quien no toca, que lloras por un
anuncio de champú o te comes una tableta de chocolate, por citar algunos
ejemplos fáciles? Esto sucede porque siempre sale de nosotros lo que
llevamos dentro. Aunque no queramos.
Decía Wayne Dyer que si se exprime una naranja sale zumo de naranja,
porque eso es lo que hay dentro. Y yo me pregunto: si la vida te aprieta
¿que sale de ti? ¿Rabia? ¿Ira? ¿Tristeza? ¿Amargura? ¿Amor? ¿Lo
sabes?
Las emociones retenidas, o sea, no aceptadas ni tratadas con el respeto que
se merecen, SIEMPRE, —recuerda bien esto—, siempre encontrarán un
espacio para manifestarse. Ya sea en un momento poco oportuno o con
alguna enfermedad psicosomática. Quieren su lugar y lo cogerán. Mejor
darles un espacio preparado y limitado para que puedan manifestare, ¿no te
parece?
Aunque hay algo a tener en cuenta, y es que cuando uno se pone de verdad
manos a la obra para conocerse mejor, aparece alguien en escena. ¿Sabes de
quién te hablo? Se trata del señor EGO. Se pondrá de culo cuando estés
llegando al tuétano. De hecho, justamente te dará la pista de que estás
trabajando a fondo. Sus formas de auto sabotaje son muy sutiles y variadas.
¡Es un crack! Puede aparecer en forma de pereza, desidia, abandono,
prepotencia, justificaciones infinitas, rechazo, etc. Te digo algo, tú verás
quién quieres que decida en tu vida… Y decidir, es actuar en consecuencia.
La Abuelita me dijo:
«Pídele a tu animal de poder que se coma tus emociones»
Y me enseñó a hacer algo tan simple, tan sencillo… que si lo supiéramos de
pequeños, nos ahorraría un montón de problemas. Eso hice, y me encantó lo
fácil que resultó. Toma nota que vamos a por ello, pero antes te cuento una
anécdota bonita que ilustra muy bien a lo que me refiero.
Pepi tenía mucho enfado con sus padres.
- Se metían constantemente en su vida, sobretodo su padre. Ella era
consciente de que no lo hacía con mala intención, pero la ponía de muy
mal humor ir a verlos cada semana, porque se sentía atacada. Había
acumulado mucha rabia durante tantos años, porque él era alguien
con quien no se podía hablar, siempre tenía que decir la última palabra
y nunca dejaba que ella pudiera expresarse.
Ella no sabía que su enfado galopante tenía que ver con su padre, pero
estaba todo el tiempo enfurruñada. Y llegó un punto que ya no le
gustaba. Así pues, empezó con el día a día. Por la mañana se levantaba
un poco antes y hacía revisión de la jornada anterior, recordando
pequeños momentos en los que se había sentido mal, fuera de la
manera que fuese y usaba la técnica del Animal de poder. A medida que
iba gestionando las emociones, su comportamiento en el trabajo se
suavizó. Recuerdo que al principio me decía que, casualmente, ya no se
enfadaba en el trabajo; que «ellos» estaban más simpáticos… Le dije
que siguiera, que había más. Y siguió. Hasta llegar el día de la visita
semanal a sus padres. Cuando se dio cuenta que su rabia venía de allí,
salió hecho un basilisco. Desesperada, pero resuelta, enfocó su trabajo
matinal a ir recordando las historias con su padre, paso a paso, desde
lo último hasta lo más antiguo que la mente le trajo.
Limpia todas tus emociones estancadas, empezando por las últimas que has
vivido. No te metas en pantanos de hace siglos, aunque sepas que están ahí.
Empieza a practicar con las situaciones del día a día, y así podrás ir
vaciando lo más reciente, que aún tienes fresco, sin llenarte de lo nuevo. De
esa manera te acostumbras a darle espacio a esas emociones diarias, a
reconocerlas, entenderlas y soltarlas. Ya habrá tiempo para hacer limpieza a
fondo más adelante cuando le hayas pillado el tranquillo.
Es cierto que, a veces, hay situaciones que no cambiaran por el simple
hecho que tú gestiones las emociones que generan, pero, por lo menos, no
le añadirás esa carga de tu parte. Y aunque sea solo eso, en la mayoría de
los casos, ya se obran cambios.
El día a día está repleto de emociones que no se pueden gestionar con la
persona concreta, a veces no es tan sencillo, pero si te acostumbras a
vaciarte a diario de las turbulencias generadas, verás que empiezas a saber
expresarte de otro modo, y que puedes incluso decir cosas que antes no te
habrías atrevido. Y ahora toca mirar dentro de ti. Te doy dos modalidades.
¿Estás lista? ¡Vamos allá!
Prácticas:
- Versión larga:
Ponte los tambores e invoca tu Animal de poder para ir al mundo de arriba a revivir las emociones
retenidas y liberar la tensión acumulada.
Párate y siéntela. Aprende de ella, siéntela ahora, aquí en este momento. Escaparte de esto no te ha
servido de mucho y lo sabes. Reproduce la emoción, deja que sea; no la juzgues, ni la etiquetes;
experimenta la sensación corporal. ¿Donde la sientes? ¿En el pecho, en la boca del estómago?
¿Notas calor o frío en alguna parte del cuerpo? ¿Puedes notar cómo te hierve la sangre o como la
tristeza aflora? Tira de recuerdos momentáneamente para dejar salir esta emoción y revivirla. Una
vez aquí, date permiso para sentir, deja que sean un momento, no pasará nada. Es la resistencia a
soltar lo que mantiene viva la sensación, acepta lo que sientes, está bien. No es ni buena ni mala:
solamente es una emoción. Deja que el animal de poder se la lleve. ¡Ya está! No ha sido tan
difícil, ¿verdad?
- Versión corta:
Entrégale tus emociones al animal de poded en el momento que las sientas. El mecanismo es
parecido, aceptas que estas sintiendo lo que estas sintiendo sin juzgar si es correcto o no, date unos
momentos para sentir toda la dimensión de la emoción. Y cuando estés lista se lo entregas a tu
animal de poder. Sin vuelo arriba, sin tambores ya que él está siempre contigo.
- Tienes dos audios;
1. para equilibrar tus centros energéticos con el Animal de Poder
2. para gestionar y liberar tus emociones con el Animal de poder, también
«Si realmente estamos queriendo un mundo mejor; si realmente estamos comprometidos con un
cambio; si queremos, en verdad, interrumpir los círculos viciosos de sufrimiento, necesitamos
conocer el funcionamiento de la mente y del ego. Porque solo habrá cambio allá afuera si hay un
cambio adentro. Solo habrá un cambio en la sociedad si hay un cambio en nuestra conciencia.»
Sri Prem Baba
En una ocasión, se me ocurrió preguntar qué diferencia había entre mente y
ego, y la Abuelita me dijo que volviera otro día con más tiempo. Sí, a mí
también me pareció una broma… Pero lo hice. Y ese, fue el primero de los
vuelos largos que empecé a hacer. El primero en el que interactúe con las
Maestras como si fuera una conversación normal y corriente en el bar del
pueblo. Creo que hasta que no terminó no fui consciente de lo que había
ocurrido. Fue un tanto raro, porque escuchaba mi voz en su voz.
El principio de todo
Así pues me contó lo siguiente: ¿Preparado/a?
«Eso a lo que llamas yo, es un alma dentro de un cuerpo, con un ego para
moverse por el mundo y una mente materializadora, todo ello empastado y
engrasado con una sustancia etérica llamada amor. Pero no el amor
apegado que vivís normalmente, sino amor del bueno. Tu yo en la tierra, es
la suma de todo esto y lo puedes usar todo para ser feliz. Si quieres, claro.»
Vamos por partes.
«Allí, en algún lugar sin coordenadas, existe el Gran Espíritu, un vacío que
solo ES. A veces lo llamáis Dios, todo está perfecto.
Este Vacío un día pensó en hacer extensiones de sí mismo, y así lo hizo.
Empezó a tejer un juego ilusorio que transcurriría en un patio al que llamó
universo, la tela de araña, un espacio donde existirían todas las
posibilidades y que contenía todo lo que el Gran Espíritu es. Un espacio
donde todo está inventado.»
¿Por qué? Pregunté.
«Porque al Gran Espíritu le encanta jugar y le gusta compartirse. Él es la
realidad y el juego es la ficción. En su creación imaginó un artefacto al que
llamó mente universal, igualmente sin localización. Pero decidió que este
sería el mecanismo que llevaría a cabo las manifestaciones, o sea,
materializar todo lo que el Vacío absoluto es, y crear el universo donde
jugar consigo mismo. Esta mente, hizo lo que, aparentemente, suelen hacer
las mentes, pensar.
Se hizo una pregunta, ¿qué pasaría si hubiera dualidad?
Y en ese instante empezó a materializar toda una suerte de opuestos. Por el
momento, todavía no existía el universo tal como lo conoces, solo había un
montón de posibilidades y un artefacto, la mente universal, capaz de
materializarlas. Esa mente universal empezó a crear materia y
antimateria, y más y más y más. A medida que la mente iba materializando
parte de lo que hay en la matriz, un buen día… ¡PAM! Se juntan todas las
creaciones hechas y aparece el multiverso, con absolutamente todas las
posibilidades susceptibles de ser materializadas.
El Vacío Absoluto, o la Fuente o Dios, es tan estupendo que hizo que en
cada una de las creaciones que materializara la mente siempre hubiera un
trocito de Él. Por tanto, tenéis un montón de creaciones en el mundo y por
suerte siempre hay alma en ellas. En el multiverso se materializaron
especies de plantas, animales minerales, seres… Y todos ellos contenían las
dos partes de la creación: la que es real, alma, y la que es ficción, materia.
Para diferenciar qué es real y qué es ilusión, solo tienes que observar si
tiene la particularidad de cambio. Si algo puede cambiar, es parte de la
ilusión, si algo no cambia pase lo que pase, es parte de la realidad.»
Entonces, dije: — si todo lo que cambia es ilusión, ¿mi cuerpo no existe en
realidad?
«Exacto, tu cuerpo cambia, es ilusión; tu personalidad cambia, es ilusión;
tu amor cambia según el interlocutor, es ilusión.»
Entendí que es como si vas al teatro y piensas que ese personaje de la obra
es real. Es evidente que sabes que el que es real, es el actor que interpreta lo
obra. Quise más…
Y siguió contándome:
«A esa identidad que se va creando en el proceso, se le llama ego. Ego no
es nada más que tu personalidad en la tierra, aquello que defines como tú.
Respecto al ego, tú eres la suma de tus creencias. Pero todo eso no sirve
para nada cuando te mueres: todas esas creencias sobre lo que eres y lo
que no, son una ilusión que se desvanecerá en cuanto te vayas a otro plano.
Al ego no le gusta pensar que su paso por la vida sea un parpadeo diminuto
e insignificante del tiempo cósmico — aunque lo es— o que la carcasa que
te rodea (cuerpo) no es permanente. Él lo sabe, pero no quiere que
descubras quién eres, porque cree que esto supondría su muerte.»
Tenía mucha curiosidad para entender qué era el ego y cómo eliminarlo,
porque según había leído y escuchado ese era el enemigo a abatir si uno
quiere estar en paz, y…
La Abuelita me dijo:
«Cualquier sistema de creencias sostenido durante el tiempo, tiende a
convertirse en miedo al cambio, y, según esta visión, el ego, es el rey de las
creencias limitantes y negativas. Es el rey en ver ellos y los nosotros y
alimentar y fomentar la separación de naciones, pueblos y personas, sin
daros cuenta que eso es el reflejo de vuestra propia separación interior.
Juntar tantas creencias de separación constituye un ente propio al que
llamáis ego y desde luego que tiene toda la fuerza de millones de años de
condicionamientos, creencias y decretos que la vida se esmera en
corroborar.
Pero en realidad hay otro juego. Sois seres espirituales viviendo
experiencias humanas, almas en cuerpos. Cuando andas por la calle eres
un alma en un cuerpo andando por la calle. Quien trastea por la vida es tu
alma a través de tu cuerpo, pero habéis hecho tan grande al ego, le habéis
dado tantas herramientas de separación, que os parece realmente que
tenéis entidad única separada de todo lo demás, cuando la verdad es que
sois unidad.
Hay otra manera de interactuar con el ego. En realidad, el ego, , es la
única forma que tenéis de cambiar creencias, el único espacio donde podéis
hacer los cambios necesarios para poder vivir la vida de amor por la que
nacisteis. El Ego, pues, es vuestro amigo y el único vehículo para sentir la
unión. ¿Como si no, interpretarías nada? ¿A través de que parte de ti
experimentaras la unidad? La entenderás con la mente, la sentirás con el
cuerpo y la vivirás a través de tu personalidad. Porque este es el juego en
la tierra.
Habéis convertido al ego en vuestra única descripción, cuando solo era
una herramienta para transitar por la vida, le habéis dado toda vuestra
vida a ese ego. El Ego es el vehículo sin ubicación física mediante el que
interpretáis la vida en la Tierra.»
Resumiendo: que aquello a lo que llamamos ego es el personaje, una suerte
de creencias, en general negativas, y, sobre todo, lo que creemos que somos.
Yo, Raquel. Tú, quien creas que eres. Entendí que hay mucho más por allá
debajo, y que si el ego se conectaba y se entendía con eso más profundo, la
persona realmente podía hacer cambios espectaculares en su forma de vivir
en el mundo. Pues eso. El caso es que vivirías tu existencia con una
seguridad nunca vista. Cosa que a mí, personalmente me encanta. ¿Lo
quieres para ti?
¿Y cómo nos liamos tanto?, pregunté. ¿Cómo se generan las creencias que
nos hacen sentir que solo somos nuestra personalidad y que nos hacen vivir
como lo hacen?
Tal como he dicho, el ego te da una visión muy particular de lo que está
pasando ahí fuera, hará lo que sea para que te lo creas y que consideres que
lo que te pasa en la vida no tiene nada que ver contigo. Son muchos siglos
de condicionamiento. Se amable contigo. A pesar de ello el ego no es malo,
solo lo parece. Es como un chiquillo malcriado. Solo hay que darle amor y
límites claros.
El ego se crea con la información de tu subconsciente. Allí está como en
casa; hace y deshace a su gusto, y deja que la mente cree realidades según
lo que haya en tu sombra. En lo subconsciente están las creencias, ideas,
juicios y experiencias colectivas e individuales. El mundo no es nada
más que tu proyección de él. Recuerda: lo que está dentro, está fuera.
El ego también es un experto en crear sensaciones y emociones, y para ello
tiene una herramienta fabulosa: el cerebro, el gran archivero. Si según
estoy, busco evidencias en el exterior para reforzar estas sensaciones, ante
una situación concreta reaccionaré según soy yo, y ya hemos dicho que yo
soy, según pienso, hablo, siento y vibro, y que puedo pensar de forma
consciente o subconsciente. Recuerda los mantras.
Si además me emociono cuando pienso que sí puedo, estoy fomentando una
actitud concreta. Estoy reforzando el mecanismo biológico del cuerpo a
buscar evidencias que refuercen que sí puedo. Es genial darse cuenta que el
mismo sistema funciona de una u otra forma. Una vez más, tú eliges.
Ya en aquel entonces, me pareció hermoso ver el proceso en el que me
acompañaban las Abuelitas, porque me hicieron vaciar de emociones
retenidas, para poder llenarme luego de emociones distintas, y poder crear
una nueva vida desde la raíz y para siempre. ¡Una maravilla! Me apasiona
sentirte aquí, conmigo y que puedan ayudarte todos sus aprendizajes.
Siéntelo
Prácticas:
- sube o baja para sentir tus sueños hechos realidad, cuando estés allí, simplemente imagínalos
cumplirse, con todo lujo de detalles. ¡Siéntelos!
- habla con tus maestros para saber que limitaciones hay en tu mente
- busca tu «mantra» uno o varios, para ir repitiendo cuando estés en modo automático, al caminar,
conducir, limpiar…
- me gravé un audio que te comparto, para poder proyectar deseos en tu vida y otro más, en el que
crear un proyecto e ir desbloqueándolo con la Madre Tierra, si es que no consigues llevarlo a cabo.
- también tienes otro para limpiar la mente de etiquetas. Ya que nos ponemos, vamos a aligerar la
carga.
- y otro más para sentir tu alma
YA SABES, CONFÍA Y DALO POR HECHO
Estaba decidida a ser feliz e iba a por todas, e intenté poner un poco de
orden.
Viendo la sombra que hay en todos nosotros, vamos a indagar un poco más
en la mente y la personalidad, porque, al fin y al cabo, es a través de ellas
que nos sentimos de una manera u otra aquí en la tierra.
Recuerda, en tu vida no hay lo que pides, hay lo que crees. Primero creas
tú tus creencias y luego ellas te crean a ti, en un círculo sin fin. ¿Entonces
porque tendíamos que creer que no podemos? Porque de alguna forma
quedó instalado en el subconsciente. Te contaste alguna historia que refuta
esa idea.
Entendí que todos tenemos una historia que nos describe, como si fuera una
receta. De hecho, me enseñaron que mi receta personal se componía de
algunos ingredientes claros que dominaban el sabor del plato. Tenía estos:
Pregunté en qué era eso determinante para tener que hacer terapia. Y me
respondió, que vivía amargado y no hacía nada de provecho con su vida,
que esa experiencia le había marcado la vida y no salía adelante, se sentía
abandonado y solo constantemente. Que no hubiera tenido madre que lo
cuidara y que su padre fuera tan exigente y distante le había marcado de por
vida. El otro, asentía la cabeza mientras su hermano contaba la parte
objetiva de la historia. Me dijo que no se había casado, que no tenía oficio,
que le costaba tener amigos y que había tenido muchas relaciones que no
llegaron a nada. Solo repetía, me siento solo y abandonado. Realmente,
podía ver su inmenso vacío.
Hay que saber que tenemos una sombra o subconsciente colectivo, que
domina a nivel ancestral, y una sombra individual que domina a nivel
personal y familiar. Las dos se entremezclan. Puedes trabajar mucho en la
individual. Todo el trabajo que se haga a ese nivel, será recogido a nivel
colectivo. Así es que… manos a la obra. Por ti, por todos.
Como te decía; todas las ideas que has conformado sobre la vida y que
conforman tu receta, generan patrones de conducta y en eso la Abuelita fue
muy clara:
«Ahora sabes qué os gobierna la vida y sabes que ahí está la clave de la
transformación. Porque las creencias, están ancladas en la sombra y todo
lo que hay en la sombra va a manifestarse en tu vida como un patrón de
conducta.
Un patrón de comportamiento es la forma insistente que lleva una persona
a reaccionar, física o mentalmente, y actuar ante determinada situación.
Una vez que esa manera de comportarse se repite en varias ocasiones, se
interioriza de tal manera que acaba por activarse de forma automática, sin
que vosotros decidáis proceder así.
Los patrones se instalan en vosotros de forma multidimensional, y están
formados por pensamientos, creencias esenciales, referencias sobre el
mundo y como moverse en él, normas inconscientes e ideas, emociones,
sentimientos experimentados en cada momento e imágenes mentales. Las
creencias esenciales vienen de la más tierna infancia, sobre todo entre los 0
y 7 años; en ese momento la mente está en ondas theta, que son las más
creativas. Solo hacéis que absorber como esponjas todo lo que hay a
vuestro alrededor, y le dais la etiqueta y el lugar que vuestro hemisferio
izquierdo decide, en base a lo que veis, sentís y recibís de los que os cuidan.
Para cambiar un patrón de conducta automático, debes reescribir los
recuerdos y las sensaciones y emociones ligadas a ellos »
La Abuelita me decía también: «a partir de los dos años
aproximadamente, la criatura empieza a desarrollar la percepción de quién
es en base a lo que recibe desde el exterior. El ego es la personalidad que
adquirís. Cualquier niño/a necesita unos cuidados básicos, alimento, un
techo y afecto. El afecto es igual de necesario para sobrevivir que el
alimento, y el niño aprenderá rápidamente cómo debe comportarse para
recibir atención.»
- Elisa era una niña traviesa, o eso le decía de pequeña a todas horas, y
ella no hacía más que seguir siéndolo para dar la razón a sus padres.
Inocentemente interpretaba que, como se lo decían tanto, eso debía ser
exactamente lo que querían que hiciese; para cuando tuvo el
razonamiento para entender que no era así, ya era demasiado tarde:
tenía el patrón instalado y por un motivo u otro siempre estaba metida
en líos. De adulta, le costaba entender cómo podía meterse con tanta
facilidad en todos los barullos de su alrededor, aunque no fueran con
ella. Entendió que atraía a su vida el conflicto para poder portarse mal
y corresponder a su patrón en la sombra, ¡ese era su relato personal!
Fue precioso el último día de curso, cuando se dio cuenta del cambio
que había hecho su vida, en 4 meses no se había metido en ningún
follón, y de lo que supondría en adelante.
De nuevo, para ver los programas que quieres desinstalar, solo tienes que
mirar qué es lo que no te gusta de tu vida. Vamos a trabajar con esta parte
escondida y te vas a reescribir. Trabajar la sombra es devolverle la luz a
tu ser.
Debes saber que todo lo que das por hecho, no tiene más opción que
aparecer en tu vida. Y lo das por hecho cuando dices, «soy», «estoy»,
«tengo», «hago». Asume en tu interior, el estado de ánimo que tendrías si
ya fueras esa persona que quieres ser. Y deja que tu mundo lo refleje.
Quizá siempre que hablaban delante de ti decían que eras una persona
responsable; archivas y lo grabas en la sombra; luego, actúas en
consecuencia, pero con los años se te va de las manos y te vuelves una
persona incapaz de soltarse en ningún caso. ¿Te suena la necesidad de tener
todo bajo control? Se ejecuta el archivo «todo tiene que estar perfecto» y ya
no puedes dejar de sentirte insatisfecha en todo momento. Nunca es
suficiente.
Reescribir la historia.
Estoy a punto de revelarte algo importante, algo que es tan simple como
interesante. Tienes que entenderlo tan pronto como sea posible, porque de
ello depende tu modo de moverte en la vida. Entiendo que tienes ganas de
saber cuál es la fórmula para el cambio de vida que buscas.
Pues bien; es esta: según la historia que te hayas contado y sigas
contándote, tendrás esperanza o miedo ante la vida, porque las historias
que te cuentas de ti, serán las que construyan tu vida. Recuerda a la mente y,
de dónde saca la información para crear.
Xavier, lo tuvo clarísimo y se sorprendió al ver, como una cosa tan simple,
le pudo condicionar la vida así:
-Raquel, he visto que el origen de mi fobia a volar es que, en un viaje a
Roma, en el que yo tenía 3 años una mujer se cayó entre el túnel de
entrada al avión y el avión, se pegó un susto de muerte. Pero eso no fue
lo que se me instalo en la sombra, sino la reacción de mi padre,
gritándole a esa pobre mujer. Aún no se cómo, entendí que si viajabas
en avión, cosas malas podían ocurrir. Así que la semana pasada,
reescribí esta interpretación. Sé que está resuelto, porque te escribo
desde un avión rumbo a Nueva york, feliz como una perdiz.
Al poco tiempo conoció a una persona que la hizo sentir amada y respetada.
Entonces entendió que se había solucionado mucho del dolor instalado en
su sombra.
Creo que sería más lógico aceptar que, en el fondo, no sabes quién eres y
eso es espectacularmente esperanzador, porque ¿sabes? puedes ser quien
quieras ser.
¿Cómo sería reproducir las mismas ondas cerebrales que usaste para
instalar tus programas/creencias de niña, pero ahora instalando nuevos
programas con criterio y enfocada en un resultado concreto? Si quieres
saberlo, acompáñame.
Para seguir adelante con la labor que nos ocupa, debes entender que todas
las ideas que tienes de ti en la sombra son las que va a usar tu mente
para crear tu vida.
Como te decía al final del anterior capítulo, yo misma experimenté que
cuando decía «me amo» o «soy amor» algo muy intenso dentro en mí se
rompía. Y cuando fui a hablar con mis Maestras, para entender un poco
más el porque nos cuesta tanto soltar patrones de conducta, me encontré con
que mi programa era el «no merecimiento». No me sentía merecedora de
amor, por tanto, cuando intentaba dármelo a mí misma, algo en mi interior
lo rechazaba impulsivamente. Oh, vaya, pensé. Tengo que solucionarlo. No
quería vivir así. Ya no más.
Y me dijeron:
«Siempre tendrás, harás o serás aquello que responda al estado de
conciencia que tengas en este momento, y tu estado de conciencia depende
de todo lo que has aprendido y aceptado como natural. Diríamos que eres
un alma con unos cuantos vestidos, estos vestidos son las creencias,
sistemas de valores, ideas pensamientos que has ido adoptando desde que
te engendraron y un poco antes incluso. Son las capas que te conforman, la
historia que te contaste sobre ti, tu relato interior.
Tu madre, cuando enviudó, lo pasó mal y se tuvo que ocupar de traer
dinero a casa; por eso tuvo que sacrificar otros elementos de la educación,
en este caso ser afectiva y próxima como vosotros hubierais necesitado. No
supo, porque su dolor no le permitía, ser nutridora. No lo hizo ni bien ni
mal, lo hizo como pudo. ¿Puedes ver que ella hizo lo que pudo, pero que tu
interpretación de los hechos te hizo sentir no merecedora? Ese sentimiento
se instaló en ti, y se creó el camino neuronal. Sabes cómo puedes gestionar
la culpa, y sabes qué hacer con esas emociones que están aflorando ahora
mismo. Gestiónalas, como tú ya sabe»
Me quedé muerta.
También me di cuenta que siempre habrá una parte de nuestros actos que no
nos pertenecen, pertenecen a los que los interpretan.
Para reescribirte tienes que entender que eso implica soltar y perdonar
personas. No importa. Lo que importa eres tú, aquí y ahora, hazlo. Recuerda
que las cosas que te pasaron ya pasaron, y que puedes soltar y cambiar la
percepción de lo que pasó. Conquista tu libertad.
Si quieres cambiar una situación interna, debes empezar por aceptarla
tal como es. Reconocer que tal como es, ES, por mucho que te quejes y
patalees, por mucho que quieras olvidar esa experiencia, o desees que sea
distinta, simplemente eso es como tuvo que ser en ese momento. Y punto.
¿Por qué tuvo que ser así? Ni lo sé, ni, para lo que nos ocupa, me importa.
Acepta que tu madre nunca te querrá como tú quieres que lo haga, tu padre
no dirá o hará nunca aquello que crees que necesitas. Acepta que te sientes
invisible y acepta hasta donde estas dispuesta arrastrarte para que te vean.
Esa persona que se fue, nunca volverá. Si esa persona te dice que dejará a
su pareja por ti, ya va tarde, porque lo que te interesa oír, no es lo que va a
hacer, sino que ya lo ha hecho. Asume que hay situaciones que no
cambiaran solo porque tú tengas una visión concreta de la vida. Deja de
patalear y asume que hay cosas que son como son y que, aún así, siempre
hay algo que nunca va a faltar. TU.
Aunque no sepas porque son así las cosas, ni quieras pensar que eso que
viviste sirvió para algo. Aceptando y reconociendo, viendo la belleza de la
situación, —si quieres— o simplemente aceptando que lo que pasó, ya
pasó, y que lo que es, ES, puedes transformar todo lo que quieras. Todo.
Pensé que no sabía si eso sería engañarse un poco…
«No todos tus recuerdos son ciertos. Vuestra memoria no lo recuerda todo
exactamente como pasó. Tiene fallos que provocan que no recordéis
fielmente lo ocurrido y eso modifica vuestros recuerdos. La memoria se
queda con las ideas principales de lo sucedido. Solo la parte importante
por así decirlo, lo que es vital para ti. Los flecos se eliminan y queda un
recuerdo incompleto. A la hora de rememorar, el cerebro intenta encontrar
coherencia y llena lo que falta con deducciones fruto de otras
experiencias.»
Imagina por un momento que tienes un examen de historia de la Primera
Guerra Mundial. Y para estudiar haces, lo que hacen muchos, un esquema
básico para recordar lo importante y luego desarrollarlo en el examen. Para
poder desarrollar el esquema tendrás que haber estudiado el tema. ¿Sí? Pues
bien, nuestro cerebro, a la hora de archivar un suceso, saca un esquema de
lo vital y lo guarda. Lo hace así por economizar espacio y tiempo. Pero,
siempre hay un pero, en este caso, a la hora de rememorar, lo hace, no con
lo que paso en realidad (no lo tiene archivado) sino con recuerdos similares
o deducciones o ideas de otros. Es como si en el examen te preguntaran
sobre la primera Gran Guerra y tú respondieras sobre la pelea que hubo el
otro día en tu barrio y que ni tan siquiera viviste, sino que te la contó otro.
Estarás conmigo que es remotamente parecido. Pero es cómo funcionan los
recuerdos. Tiene una parte fidedigna y otra completamente falsa. Por
ejemplo: yo no sé si los tres recuerdos que tengo de mi padre, los recuerdo
porque los viví, o porque me contaron que los viví. Y si te fijas, no tengo
manera de comprobarlo, así que los doy por buenos y ya está.
Claro que ocurrieron situaciones concretas, es cierto que sentí otras muchas
y, de igual modo, es cierto que hay mucha paja en los recuerdos, que lo más
probable es que no sea cierta. Decidí ver la parte bonita del asunto.
Hay que conectar con el yo infantil y explicarle que está a salvo, que ahora
ya estás tú, un adulto maduro y responsable a cargo. Cuando puedas mirar a
los ojos a este/a niño/a y quedarte con él/ella para siempre, tus problemas
se habrán acabado. Interesante ¿no crees?
Escucha atentamente lo que voy a decir: te mereces ser feliz, te mereces
liberarte de las creencias limitantes y disfrutar de las creencias expansivas
que ya están en ti, te mereces vivir una vida plena. Te lo mereces, punto.
Porqué sí. No hay nada que hayas hecho, que te hayan hecho, no hay
ninguna experiencia vivida que no se pueda iluminar y aprovechar para
poner el contador a cero y recomenzar. No hay nada malo en ti, nunca lo
hubo y nunca lo habrá. Todo está bien, aquí y ahora. Recuerda, ¡eres alma!
¿De acuerdo? A partir de hoy vas a hacerte cargo de todo lo que hay en ti.
Porque te lo debes. Porque llegó el momento, y porque sabes que no hay
mejor manera de ayudar al mundo que arreglar tu interior. Y por algo se
empieza: por el principio. Hay alguien a quien tienes que pedir perdón. ¿Lo
vas pillando? Seguro que sí. A ti, por no haberte hecho caso, por haber
pasado de ocuparte de ti, por hacer oídos sordos a tus llamadas, por
ignorarte, por obviarte, por dejarte de lado.
La Abuelita siguió:
Eso significa que primero alguien hace una afirmación sobre ti o sobre el
funcionamiento del mundo, luego tu lo aceptas y lo validas, porque aún no
tienes un criterio formado respecto lo que hablan los mayores, además los
admiras como a los dioses omnipotentes que parecen, y lo aderezas con tus
propias interpretaciones, y a partir de ahí, tú ya no tienes que pensar en eso,
LO DAS POR HECHO y por esa fantástica ley de la asunción, lo atraes a
tu vida constantemente, para ir reafirmando que es cierto para ti.
Por eso interpretas todo y generas tu historia particular de cómo funciona el
mundo, y tú en él.
Entonces, tu mente, para dar coherencia a todo y hacer que en tu vida pasen
cosas, irá a buscar información en tu base de datos (la sombra) y solo te
dejará ver, experimentar, vivir, las situaciones que se parezcan a lo que hay
ahí, por coherencia y porque es lo que reconoce.
Si crees que el mundo es hostil, tu mente solo te mostrará situaciones que
sean hostiles. En realidad, habrá de todo delante de ti, pero tú solo serás
consciente de lo mal que está el mundo. Recuerda esto, porque es
importante: tú solo sintonizas con un programa, en este caso la hostilidad,
pero no es lo único que pasa.
Reescribes la sombra cuando identificas la creencia y la cuestionas, ¿Te la
crees? ¿Crees realmente que eres así o asá? Cuestiona la propia creencia,
¿crees realmente lo que crees?
Luego, cambias tus ondas cerebrales, te posicionas en theta y reescribes lo
que quieres que haya en tu sombra. Más sencillo imposible.
Prácticas:
- reconoce qué quieres cambiar de tu vida y ve al mundo de arriba o abajo a buscar qué
interpretaciones hiciste. Cuando las tengas reinterprétalas como mejor te parezca. Si lo prefieres, te
ofrezco otros audios en la carpeta de la sombra para ir en busca de las interpretaciones que hiciste
y cambiarlas por nuevos programas.
1. Hazlo con el de conocer tu sombra.
¿Sientes que vives en la carencia? Cambia a abundancia.
¿Sientes que no te mereces? Cambia a merecedora.
¿No te amas? Cambia.
2. con el de vaciar la sombra, aprovecha para limpiar tu subconsciente sin tener que saber lo que
hay. Este es más genérico pero no dudes de su efectividad.
3. y uno más para hablar con tu niña interior y hacer las paces con ella. Dile que siempre vas a
estar allí, haz que se sienta segura contigo y librera el pedazo de mujer que llevas dentro.
CONFÍA Y DALO POR HECHO
«Todos los seres humanos tenéis sombra, lo hablamos hace tiempo, una
parte de vuestro ser en penumbra, oculta. Vuestras zonas oscuras están
compuestas por aquellas características personales que no podéis aceptar
como propias. Cada vez que os enojáis, que algo o alguien os irrita,
cuando rechazáis alguna persona y hasta cuando idealizáis a otros, estáis
en presencia de vuestra sombra. Todo aquello que vuestros códigos
morales, éticos, colectivos… no acepta como bueno, queda relegado en la
sombra.
Todas esas características que rechazáis o sobre admiráis están en vuestro
interior, inconscientemente las fuisteis separando, rechazándolas y
creyendo que no son parte de vosotros. Por ello cada vez que os topáis con
ellas sentís esa sensación de incomodidad y temor.
Fíjate en las situaciones y personas que te molestan o rechazas
sobremanera. Cuando algo externo a vosotros os incomoda
constantemente, os está mostrando que alguna parte de vuestro ser no ha
sido aceptada y es reprimida, mostrando un desequilibrio interno. Te
toparas constantemente con tus sombras, porque el exterior equilibra lo
interior, atrayendo constantemente esas situaciones que te recuerdan día a
día, que algo tienes que reparar dentro. Tu alma siempre va a llevarte al
equilibrio, te ayudará a liberarte de la culpa y el dolor, de la ceguera y
critica, tendrás que dejarlo todo atrás. Solo así podrás SER la verdad. Así
es que, si reniegas de lo que sientes y lo relegas a la sombra, te lo traerá en
forma de mensajero para que puedas darte cuenta.
Reconocer vuestra sombra os hace más flexibles, amorosos y menos
enjuiciadores, ayudándoos a desarrollar todo vuestro potencial innato, con
frecuencia adormecido. La integración de la sombra, la luz, es el único
remedio para generar un cambio colectivo positivo en un mundo totalmente
fragmentado y violento. Por ello, vuestras sombras, son las personas que,
aunque sin saberlo, os muestran el camino a casa. Son vuestros grandes
maestros hacia el equilibrio, la sanación y la armonía. »
¡Vaya! ¿Resulta que tendré que agradecer su gran ayuda, a todas esas
personas que me sacan de quicio? Me encantó la idea, ya llevaba un tiempo
trabajando en mí y esto me acabó de convencer que solo hay una manera de
ser feliz plenamente. Mirar bien los rincones interiores. Eso sí, también me
di cuenta que para este ejercicio hacía falta una dosis muy grande de
humildad. Reconocer que esa persona que no soportas, te está enseñando
algo de ti, no es nada fácil. Lo experimenté en mi viaje al Perú. Fue todo un
reto.
Dijo:
«No es que no soportes a los demás: es que te muestran algo que no
soportas de ti, y lo hacen porque el mecanismo de juego en la tierra es tan
perfecto que usa cualquier oportunidad para haceros despertar.
Los espejos, o proyecciones, son una manera muy efectiva y rápida de
saber algo más de lo que hay en tu sombra, niña, sobre todo lo que tú no
quieres o no puedes ver de ti. Vamos a trabajar en tu sombra a través de
sus mensajeros, las personas con las que te cruzas. ¿Por qué crees que los
comportamientos de las personas, parecen hastiar a unos sí y a otros no?
Porque solo remueven a quienes resuenan con el comportamiento
específico, y si resuena es porque está en ti, no podría ser de otra manera.
Busca el Kybalión y La ley del espejo y empezamos.»
Como te dije, me encanto la idea, hasta que empecé a observar, no te
engañaré, se me hizo complicado aceptar que, algunas conductas que veía
en los demás fueran algo que yo también hacia. Estaba tan contenta con los
desbloqueos de la sombra que pensé en no hacer caso, pero… Ahora uso el
trabajo con los espejos a diario y me parece fascinante limpiar capas de mí
gracias a los demás. Es una buena forma de conocerme mejor. Por todo ello
agradezco cada espejo que se me presenta, porque sé que va a ser
fundamental para abrazar mi sombra y ser cada vez más libre. O cambias, o
todo se repite.
Cuando veo algo en los demás que me molesta, sé que es mío y ya no me
cargo al mensajero.
Así como en el capítulo anterior hablábamos de las creencias y los patrones
de conducta asociados, en este veremos cómo sacar provecho de lo que nos
cuenta el entorno.
Los espejos nos ayudan a reconocer como estamos por dentro a través de
los otros. Podríamos decir que los demás nos hacen de mensajeros de
nuestra propia conciencia.
El funcionamiento es simple: como no puedo admitir que yo siento esto, lo
veré en ti. No puedo admitir que soy así y por tanto veré que tú eres así. O
sea, que el problema no es que el otro sea o no sea, el problema es cómo
reaccionas ante eso. Un poco como aquello de la culpa, que resulta más
cómoda echársela al vecino.
Los espejos revelan nuestros puntos ciegos. Las relaciones que tenemos con
las personas, son la oportunidad de vernos de formas inimaginables.
Magnifican algo que está en ti. Repito: lo que ves en otro y te llama la
atención, te habla de ti. Algo así como que: eres todo aquello que odias y
eres todo aquello que amas de los demás.
Las reacciones que tenemos ante las personas que nos hacen de espejos
nunca mienten, siempre muestran exactamente lo que está pasando en tu
interior; otra cosa es que estemos preparados para ver lo que nos enseñan.
Si no estamos preparados, seguiremos culpando al mensajero, pero cuando
de verdad tenemos ganas de estar bien, aprovecharemos cualquier
oportunidad para encender una lucecita más en la sombra. De nuevo; hace
falta ser muy humilde para reconocerse en los demás.
Llamamos espejo directo cuando nos muestra directamente algo que nos
hacemos a nosotros mismos o a los demás. Lo que me molesta de ti, es
exactamente lo que me hago a mí o a otro.
Quizá veas que realmente tú no haces lo que te molesta tanto del otro, quizá
sea así, pero te remueve y eso significa que, hay algo escondido en ti
gritando para ser atendido.
- Juan, tenía un hermano al que todo le salía bien, ellos no se llevaban bien, en cuanto
se encontraban siempre acababan discutiendo, estaba cansado y miró a ver si no sería
un espejo de sus propios anhelos, trabajó en ello, te daré ejercicios para que puedas
hacerlo tú también y ahora tiene una muy buena relación con él, de hecho su
hermano, al ver el cambio en ella, decidió hacer también la formación.
A veces no es tan sencillo, cierto es. A veces nuestro modo víctima, no nos
deja entender que eso de fuera, nos muestra como estamos dentro. Pero,
cuando de verdad quieres saber todo de ti, te rindes a la evidencia y puedes
trabajar a fondo.
Si reaccionamos de forma exagerada con alguien, también nos puede
mostrar que actuamos totalmente al revés; eso podría parecer que no es un
problema, pero si reaccionamos mal y no descubrimos un espejo directo,
sigue buscando. El opuesto te muestra que estás exageradamente en el otro
polo.
Marisa entendió por fin, que narices le enseñaba su ex maltratador y fue una
sesión memorable, nos contaba con lágrimas en los ojos:
- Acabo de ver claramente que mi marido me enseñaba un espejo
opuesto, madre mía. Su excesiva violencia, era lo opuesto a mi excesiva
sumisión. Su maltrato me estaba enseñando que yo no tenía mi lugar y
además veo que también es un directo porque yo estaba siendo violenta
conmigo ¡al permitir ese abuso y no valorarme! Esto es muy fuerte, si
lo hubiera sabido antes, jamás habría llegado tan lejos con él.
Al cabo de unos días, me escribía para decirme que por primera vez en
muchos años sentía que podía confiar en encontrar a una pareja respetuosa.
Me encanta esta formación por los cambios que veo en vosotros.
¿Recuerdas que te dije que se evoluciona siendo honesto con uno mismo?
Pues tenlo presente.
También hay otro espejo, que se descubre viendo qué situaciones o tipos de
personas hay a menudo en tu vida. ¿Qué se repite? ¿Te encuentras a todos
los mentirosos del mundo? ¿Te tropiezas con cantidad de maleducados? ¿La
gente te es desagradable por costumbre?
Félix decía:
- No paro de pensar que mi mujer es una despistada, y es curioso,
porque solo lo es en casa. En el trabajo, o con sus amigas nunca se
olvida de nada, yo pensaba que lo hacía a posta para fastidiarme y
ahora veo que ¡quizá no!
A veces los espejos en los que nos vemos son difíciles de aceptar, pero es
una vía súper rápida para eso que tanto ansías: La paz interior
La Abuelita me dijo:
«Si te altera el comportamiento de alguien y descubres que te recuerda al
de tu padre o tu madre, sabrás qué hay que resolver y donde. Si el
comportamiento que te altera es de alguien menor a ti, podrías ir a ver que
hay pendiente en tu niñez a la edad que tiene el sujeto que te molesta.»
En clase lo vimos con este ejemplo:
- Pepe, tenía muy buena relación con sus cuatro hijos. Vivió la
adolescencia de los mayores de forma natural, con lo típico de esa
edad, pero sin ningún trasiego extra, hasta que llegó la adolescencia de
su hija menor. Empezó a crear animadversión contra ella; no podía ni
aguantar su mirada, le gritaba, la menosprecia y no podía soportar su
presencia… Por supuesto, enseguida puso en práctica el ejercicio de
los espejos y empezó ver si el comportamiento de su hija le estaba
mostrando algo que él se hacía a sí mismo (espejo directo), pero no
encontró nada. Vio entonces si sería un opuesto y tampoco. Se fijó en
cómo hablaba de ella para descubrir si había una etiqueta juicio, tipo
«todos los adolescentes son iguales» o «esta juventud no hará nada de
bueno», o si la etiquetaba de alguna forma concreta y tampoco… Así
que, finalmente, decidió mirar si había algo que resolver cuando él
tenía 12 años, que era la edad actual de su hija, y… ¡Bingo! Allí
encontró que cuando él tenía esa edad se sintió despreciado y
abandonado por su propio padre, quien fue a trabajar dos meses fuera
del país justo cuando Pepe cambió de colegio. Lo pasó mal, entonces, y
no pudo decírselo a nadie. Pero lo resolvió, hizo lo que debía con los
ejercicios específicos para trabajar su niño interior en la sombra, cortó
vínculos cerrando círculos vitales, y así la relación con su hija se
volvió tranquila respecto a su reacción previa. Ella siguió teniendo su
adolescencia dramática, pero él pudo acompañarla mejor, tal como lo
hizo con los demás hijos.
Prácticas:
- Haz una lista de las personas que te alteran de un modo u otro, descubre qué conducta te
muestran y corrígela.
- Quizá no tienes tiempo de indagar mucho y quieres ir al lío. Este es fácil, rápido y sin
complicaciones. Deberás repetir hasta que, estando ante la persona que te hace reaccionar, ya no
sientas nada de verdad. Pero, ¡eh!, no vale fingir que no sientes nada…Ya sabes que, tarde o
temprano, te estallará en las narices. Ve al mundo de arriba y pide sanación de lo que te molesta del
otro, sea quien sea. Muy efectivo.
1. Con el audio de cortar vínculos y cerrar círculos; puedes resolver cerrando los círculos vitales,
cortando vínculos reactivos. Te servirá para soltar amarras. Úsalo con papá, mamá, hermanos,
amigos, personas concretas, situaciones, trabajos, parejas o ex parejas, e incluso puedes utilizarlo
para soltar amarras con tus hábitos antiguos y que ya no quieres en tu vida. Corta con todo lo que
te hace reaccionar automáticamente.
- Ponte los tambores y ve al mundo de arriba:
Escribe en un papel todo lo que odias de tu padre o tu madre, todo lo que te molesta, lo que no le
perdonas, lo que te hubiera gustado, lo que echas de menos…
¿Qué hubieras necesitado de pequeña/o? Dale voz a esa niña/o. Vacíate sin filtros, insulta si lo
necesitas. Esto es entre tú y la otra persona, nadie más tiene que saberlo, y en ningún caso es algo
de lo que tienes que hablar directamente con ellos. Jamás.
Cuando sientas que ya está, quema la cata y entierra las cenizas. El espíritu del fuego sanará lo que
hay que sanar y la tierra transmutará lo que sea necesario.
Acto seguido; escribe, intenta observar, descifrar, ¿de qué puedes disculparte tú? En toda relación
cada uno debe responsabilizarse de su parte. Quizá cuando eras pequeño/a y solo eras un/a niño/a
no tenias que disculparte por nada —es evidente que el adulto es el que tiene que dar ejemplo—,
pero, ahora, ¿cómo es tu comportamiento? Sabiendo lo que sabes a día de hoy, que todo el mundo
tiene una historia detrás, que aunque no justifica ninguna conducta, al menos sabes qué la motivó.
¿Qué crees que podrías hacer mejor ahora? ¿Crees que podrías hacerlo distinto? Escríbelo en un
papel, lo que sea, poco o nada. Piensa en ello. Y cuando termines, quémalo y entierra las cenizas.
Por último, pero no menos importante; intenta encontrar qué cosas les agradeces, qué cosas
aprendiste de él o ella, qué te enseñó. Dale las gracias. Escríbelo en una carta.
Ponte de nuevo el sonido de los tambores e imagina que lo/a tienes delante; díselo, dile todo por lo
que estás agradecida/o. En este caso si te parece mejor, puedes hablar con él o ella y decírselo en
persona. Luego entierra lo escrito en el bosque o jardín, deja que la Madre Tierra lo potencie y
haga crecer esas semillas. Permítete ese ejercicio. Es maravilloso encontrar la bondad dentro de ti.
Las Abuelitas me enseñaron también un ejercicio sutil para hacer las paces,
que deseo compartir contigo:
- Cuando reacciones ante alguien, aunque sea una reacción interna, dite: —gracias por mostrarme
esto (lo que sea) que hay en mí. Por ejemplo si veo a alguien y siento que es falso, puedo decir
mentalmente, me muestras mi propia falsedad, gracias. Y luego, actuar en consecuencia.
Vuela y pregunta a tus maestros: ellos te darán tus respuestas, que te van a
servir solo a ti y va a ser genial.
MIEDO Y AUTOAFIRMACIÓN, ESE
ES TU PODER
Una noche desperté sobresaltada y decidí que ya era hora de saber más
sobre eso que, dicen, nos limita tanto.
Me preguntaba, ¿y si el miedo solo fuera una creencia?
Llegados a este punto habría que dilucidar el concepto miedo, puesto que
no es lo mismo el miedo, que un miedo psicológico. Podríamos decir que el
primero es un mecanismo ancestral de defensa, la respuesta natural ante un
peligro potencial, (recuerda esto), que hace que huyamos o ataquemos y
nos mantiene alerta.
El miedo psicológico, seria todo aquello con lo que lo aderezamos y
sobredimensionamos de forma mental.
Si la intuición está desarrollada, el miedo nos ayuda a protegernos; pero
para que lo esté, tiene que haber silencio interior, a estas alturas ya lo habrás
pillado, ¿no?
Puedes encontrar el silencio interior con el canto del alma, con el baile del
alma o integrando tu animal de poder. Por supuesto, escuchar los tambores
sin ninguna intención también ayuda mucho. Sí, también puedes meditar,
hacer yoga, pasear, nadar... Pero este es un libro con técnicas de crecimiento
interior con energía chamánica, así es que…
Te decía que el miedo se activa sobre todo cuando hay un cambio a la vista
o algo desconocido. Quizá una mudanza, decidir un cambio de tarifas en tu
trabajo, un viaje, la conversación con tu jefe, o pedirle a tu chico de ir a
vivir juntos, quién sabe.
El miedo psicológico te puede paralizar tanto por cualquier estupidez, como
alguna cosa de peso. Se trata de romper ese camino neuronal. Hacer lo que
quieras hacer, con el miedo acuestas. Hazlo con miedo, pero hazlo. Siéntalo
en tu regazo y sigue tu camino. Si te acostumbras a hacer las cosas pese a
experimentar temor, tu mente lo normaliza y ya no le teme al cambio, por
tanto la red llamada «ojo que vienen curvas» ya no se activa. Creas una
nueva red de conexiones listas para vivir sin límites. De nuevo; no eludas la
sensación de miedo, déjala estar ahí. Empieza por situaciones pequeñas.
Aprende a estar cómoda/o en el miedo. ¿Recuerdas? Estar confortable en
nuestra propia oscuridad.
Leía por ahí que el valiente no es el que no tiene miedo, sino el que hace lo
que quiere a pesar de tenerlo. Pues eso. ¡Te imaginas las conexiones
neuronales que tendría una persona así!
Para acostumbrar a tu cabeza a lidiar con los cambios debes enseñarle que
no pasa nada por cambiar. Hazlo, primero con pequeñas metamorfosis,
pequeños canjes que den un poco de recelo, y a medida que lo normalices
irás ampliando tu capacidad de vivir sin miedo.
Te sorprendería la capacidad de adaptación progresiva de la mente. Mira, si
no las personas maltratadas, cómo normalizan situaciones extremas que, si
llegaran de golpe ni de coña aceptarían. Pero al darse poco a poco, su red
neuronal las va asimilando, tolerando, y ni se dan cuenta... Usa la
plasticidad del cerebro a tu favor.
El regalo que lleva escondido el miedo es, que te da la posibilidad de
mostrar coraje. Crea ese camino neuronal. Autoafirmarse, crea caminos
neuronales distintos a los del miedo, empodera, y te permite dejar de
transitarlos. Si te lo tomas como un juego vas a disfrutar, ya verás.
Crea una lista de quién eres, autoafírmate.
Tu lista tiene que ser clara y concisa, y tiene que mostrar acciones que
rompan tus miedos. Por ejemplo:
Soy valiente. Haz algo que para ti requiera valentía. No tiene porque ser
nada exagerado:
- Alba, afirmó: soy valiente y ese verano usó un biquini minúsculo que
no escondía su gran sobrepeso. Tuvo vergüenza y miedo mientras se
quitaba la ropa, eran muchos años de menosprecio por su peso y de
intentar esconderlo, pero fue consciente que estaba creando un nuevo
camino neuronal y siguió. Se empoderó.
Soy amoroso. Y, haz alguna acción que muestre que eres amoroso.
- Javi quería demostrar su amor, pero le daba mucho miedo el rechazo
social. Muchas veces se habían reído de él y lo habían llamado
afeminado, hasta que lo ocultó. Ese día, en una cena con sus amigos,
decidió que les daría un largo abrazo y dos besazos a cada uno. Y si se
reían de él, aunque fuera con cariño, repetiría la acción. Estaba muy
nervioso, en el coche antes de entrar al restaurante. Pero lo hizo a
sabiendas que estaba rompiendo sus miedos. Se empoderó.
Soy capaz de decir que NO de la mejor manera. Haz alguna acción que
sirva para decir lo que piensas:
- María, sabía que siempre que iba a una tienda de ropa la dependienta
le colaba más ropa de la que ella quería, porque no sabía decir que no.
Le pasaba a menudo, siempre se las colaban todas. Fue expresamente a
esa tienda y aunque no necesitaba nada, entró a mirar sabiendo que la
dependienta estaría al acecho. Cuando se le acercó, le dijo, no quiero
nada solo estoy mirando. Se lo tuvo que repetir 5 veces, pero no se dio
por vencida. Se empoderó… y salió de la tienda sin nada.
«Imagina que llaman al timbre, abres la puerta y detrás de ella hay una
agente de policía, ella te da la peor noticia que puedas imaginar, tu familia
ha fallecido. Entras en el bucle de sensaciones, tu cabeza se siente
abotargada, tu mundo se hunde, los recuerdos asoman, quédate ahí,
¡siéntelo!» —y lo hice, me quedé allí, dejando que surgieran todas
esas sensaciones y gestionándolas, no puedo describirte lo real que
fue, yo, honestamente no tengo ese vocabulario— Siguió: «Siente los
pasos que vas a tener que dar, vive como te vistes y acompañas a los
agentes al reconocimiento, como llamas a tus familiares, cómo reaccionan
ellos, cómo los consuelas, cómo transcurren los tres días siguientes, los
amigos de tus hijos, los padres de tu pareja, tu hermano, tu familia,
vuestros amigos…
Ahora, ya todo terminó, el revuelo de los funerales, las emociones
encontradas… y tienes que volver a vuestra casa, tu casa. Entra, cierra la
puerta y… siéntela, vacía, siente ese dolor tan punzante. Solo son
sensaciones, solo son olas que pasan, tu cuerpo está viviendo esto, tu ego lo
está interpretando, pero fíjate que contigo hay algo más. q
¿Quién, qué, está observando todo lo que el cuerpo y el ego están
sintiendo?»
—Mi alma, dije— bien, ¿y ella siente ese dolor? —y de repente lo vi claro,
incluso las cosas más duras de la vida, incluso la soledad mas grande, el
dolor más punzante, solo son anécdotas en la inmensidad del alma. Todo es
pasajero, nada es mío, solo son sensaciones, solo son experiencias. Nada
más. Solo eso, pero la mente conectada con el ego, no resiste los cambios.
Se aferra a la vida porque cree que solo hay esto, que se puede tocar y
mirar. Me vi, abrazando a mi marido y a mis hijos, todos siendo almas. Más
allá del cuerpo y el personaje. Más allá del mundo y sus limitaciones. Lo
supe. Lo fui.
Supe, sin lugar a dudas, que con la muerte no termina nada. Para mí, est,
dejó de ser una frase hecha, para convertirse en la realidad más aplastante.
Aunque el ejercicio te puede parecer duro, entendí que soy capaz de
gestionar cualquier cosa que me traiga la vida. Se, (y tu también), que la
muerte está presente en la vida y que puede aparecer en cualquier momento.
Nos empeñamos en fingir que este juego no va con nosotros, pero la
realidad es que si.
« ¡Ya estás lista mihijita! Vamos a hablarte del amor. — ¡Ala, así a bote
pronto!— «Dime, ¿qué se ama cuando se ama?»
No supe responder, y tuve la pregunta rondando en mi cabeza un rato. Todo
lo que me venía, eran frases hechas que sentí que estaban vacías. Y después
de la experiencia con la muerte, sentía que lo amaba todo distinto. Pero en
el día a día me preguntaba: Amo a mi pareja, pero si cambia, ¿la seguiría
amando? ¿Es amor eso, entonces? Y si lo es, ¿de qué tipo se trata?
Incondicional seguro que no… ¿Lo amo a él o al personaje que representa?
La Abuelita dijo:
«Si no lo amas todo, no amas nada en absoluto.»
Y me quedé unos días más pensando. ¿Qué tipo de amor ofrecemos? (Sí, te
lo pregunto a ti también.) La respuesta, a mi modo de ver es; amor
condicionado.
Si yo te doy, tú me tienes que dar. Si yo lo dejo todo, espero que lo valores.
Y en ese esperar, todo se prostituye. Porque, si espero del otro, ni que sea
unas gracias o un darse cuenta, si lo espero o lo necesito, no estoy amando,
estoy queriendo. O por lo menos tengo que ser honesta y ver que no es
amor incondicional, ese amor está condicionado a que tú me des las gracias,
por lo menos. Y no pasa nada, está bien, sientes amor humano. Eso es
mucho más que nada. Pero… ¿puedes aspirar a más?
En los talleres que hemos ido haciendo hasta ahora, he visto muchas
variantes de falta de amor propio. La culpa nos hace creer que necesitamos
castigo, el miedo nos corrompe la intuición (el susurro del corazón), los
espejos nos enseñan qué es lo que no aceptamos de nosotros mismos, y para
aceptarnos plenamente es necesaria una dosis muy grande de amor
incondicional. ¡Un proceso fascinante!
«Hay el amor humano, que cambia según tu cambias, cuanto más te amas,
mas puedes hacerlo fuera, por eso es humano, porque tiene recorrido. El
amor espiritual, en cambio, es el que siempre está, aunque el otro haga
cosas que no nos gustan, es un amor que siempre está presente y que muta
poco o casi nada. Y, por último, aunque no menos importante, tenemos el
amor divino o del alma, que es el que nunca cambia y, el que es intrínseco
en ti, al que debes aspirar a sentir. »
¿Puedes imaginar un amor que solo vea las almas? ¿Que no vea la historia
de la persona, sus condicionamientos, sus recetas, que no vea el relato de la
personalidad? ¡Pues existe! Así puede ser para ti, también, si lo deseas.
Pilar se emocionó y nos hizo llorar a todos, todo su ser desprendía amor:
- ¡Solo puedo deciros que os amo, os amo, solo eso, os amo! ¡Sois lo
más grande!
El amor propio es aquel que sientes por ti mismo/a. Es el que ama todas las
partes de ti. Ámate. Tú puedes. Y sabes que quieres. Para eso estamos aquí,
¿cierto? Si has ido comprendiendo y practicando los ejercicios, estoy segura
que tu dedicación te ha llevado a sentirte más plena. Muchos bloqueos han
desaparecido y eso te permite ser más amable contigo. Siento que algo ha
cambiado en ti, me asombra nuestra capacidad de cambio.
Una vez más, podemos aprovechar el contacto con los demás y profundizar
en una herramienta que ya hemos usado, los espejos. En este caso los
veremos desde otro prisma, todo lo que valoras, te gusta, te encanta y
admiras en los demás, es algo que ya existe dentro de ti, solo que como no
tienes práctica en valorarte, quererte y aceptarte, necesitas verlo primero
fuera.
¿Te has dado cuenta alguna vez del dialogo del amor? Normalmente cuando
amamos a alguien decimos «TE amo» y el otro responde «yo también TE
amo» luego, en general nos fundimos en un abrazo en el que nos sentimos
mutuamente.
A día de hoy, cuando les digo a mis hijos, te amo hijo, ellos me responden:
— ¡Ya, yo también me amo! Me río un montón con ellos. La verdad, es que
en otro momento de mi vida habría pensado que eran unos creídos. Ahora
no, ya no. Estoy fascinada con ellos. Y con migo.
Amor es una palabra de transformación. Al decir te amo, dices te
transformo, pero en realidad lo que dices es me transformo a mí a través de
tu espejo. Gracias.
Te contaré una historia de una tribu de nativos americanos, para ilustrar una
buena forma de perdurar con la pareja:
Prácticas
- Ve arriba a macerarte al lugar del amor. Tu intención debe ser quedarte allí lo que duren los
tambores y sentir el amor que llevas dentro, ese amor que ERES. Lo encuentro sencillamente
maravilloso. Te lo recomiendo encarecidamente.
- Haz una lista de las cosas que valoras de ti misma/o.
Tiene que haber al menos 25 cosas. Esmérate, ya has trabajado mucho capítulo a capítulo. Seguro
que ya las encuentras sin demasiado esfuerzo.
- Y te dejo un audio para que aprendas a ser suficiente y lo encuentres perfecto.
Pero no te olvides de ir a ver a tus maestros, ¡ellos saben más que nadie!
1. Tienes un audio llamado autoestima, úsalo sin medida.
2. Y otro par despertar tu poder.
Amate y dítelo constantemente. Estas aprendiendo a hacerlo así que es muy buen entrenamiento
que cada vez que te mires al espejo, o en un reflejo cualquiera, te digas en voz alta o en silencio;
voy a amarte, voy a hacerlo con todas mis fuerzas. Voy a amarte, profundamente.
Este es el recorrido evolutivo que hice, aprendí tanto de mí, que, mi
existencia pasó de caótica a ordenada, de pesimista a optimista, de miedosa
a amorosa. Y con el paso de los años entendí que la vida ES fácil. Cuando
no lo está siendo, se debe a la existencia de algún programa interior que no
lo permite. Y que se puede cambiar. Si yo pude, tú también. Lo sé con total
certeza. Y, a estas alturas del cuento, tú también lo sabes.
Entendí que ir hacia adentro, es descubrir quién eres cuando no eres todas
las cosas que acumulas que no son tu, por ejemplo; los problemas son tuyos
pero no son tu, los objetos son tuyos pero no son tu, las creencias son tuyas
pero no son tu, la culpa puede ser tuya pero no es tú. Me di cuenta como de
efectivo es trabajar con la sombra, soltar la culpa, que simple es liberar el
miedo. Entonces, con todos los ejercicios que había practicado — y espero
que tu también — había ido muy adentro de mí, hasta el punto de saber, un
poco más, qué hay de mí, en realidad, y entendí y supe quien era yo, sin
lugar a dudas. Y se hizo la magia, la mayor parte del tiempo, ya no me
identificaba con mi personalidad.
Al principio, el sonido del tambor me llevaba directa a ese estado y de tanto
practicar, finalmente ya me mantenía allí aún no escuchando su sonido.
Entrénate en esto, practica sin prisa pero sin pausa. Haz que esto funcione
para ti, usa este libro para decidir qué quieres trabajar cada día, o cada
momento, y si no sabes que hacer, abre una página al azar y déjate macerar
por ese capítulo. Seguro que tu alma sabrá escoger la pagina indicada.
Confía, fluye, crece.
ESPÍRITUS DE LA NATURALEZA,
CUIDAR NUESTRO HOGAR
«Tenemos el sol, la luna, las estrellas, la tierra, el mar, las flores, los frutos... Tenemos toda la
naturaleza ofreciéndonos absolutamente todo lo que necesitamos. ¿Y por qué nos quejamos? Porque
aún no estamos percibiendo el regalo que la existencia nos ofrece.»
Sri Prem Baba
En esta tercera parte, conectarás con los espíritus de la naturaleza, que están
aquí también para ayudarnos a comprender una manera diferente—aunque
no nueva—, de vivir en la tierra, con más respeto, cooperación y
convivencia.
Me dijo;
«Lo que te vamos a contar abrirá tu mente para no volver a ser la misma;
los ancestros seguían unos principios universales que serán vigentes hasta
el fin de los tiempos. Recuerda que estos principios, son para vivir con
amor en la tierra, siendo almas que se conectan con el entorno.
Aquí están:
Tratar a la tierra con respeto; no contaminar o deteriorar en
ningún caso.
Ser agradecido al Gran Espíritu; eso significa honrar el estar
vivos y agradecer esa existencia.
Honrar la palabra; no pienses que las palabras se las lleva el
viento, todo lo que sale de tu boca tiene consecuencias. Se
responsable.
Trabajo en cooperación; siempre se gana cuando se coopera.
Es más fácil, afianza lazos y une a las tribus, así se consigue
ser uno.
Toma solo lo que necesites; tanto de la tierra, como para
alimentarte. Cualquier exceso es desequilibrio. Desequilibrio,
es destrucción.
Toda vida es sagrada; tú eres importante igual que el otro.
Atentar contra su vida, es atentar contra la tuya.
Cuida el bienestar del cuerpo y la mente; como vehículos en la
tierra, cuida tu templo de todas las formas posibles.
Haz lo que debas hacer en beneficio de todos; el beneficio
individual no es posible si no es beneficio colectivo. Trabaja
para el bien supremo de todos y estarás haciéndolo por ti
también.
Sigue los ritmos de la naturaleza; sincroniza tus ritmos con la
naturaleza para un bienestar profundo. Adáptate y se flexible.
Disfruta del viaje de la vida y no dejes huellas; se presente y
dilúyete con igual facilidad. Que el ego no sea lo más
importante.
Los espíritus elementales se han comunicado con los humanos desde hace
milenios. No es de extrañar que se encuentren dibujos casi idénticos,
legados por los distintos pueblos del mundo, en épocas diversas, donde se
puede apreciar claramente la comunicación de sus gentes con los espíritus
de la naturaleza. No, no es casualidad.
Así que, La Madre tierra se relaciona con tu cuerpo físico, el agua con tus
emociones, el fuego con tu espíritu y el viento con tus pensamientos.
Aprenderás de ellos.
Su amor va mucho más allá de lo que nunca hayas sentido. Ella existe
mucho antes que la humanidad y, como es más antigua, tiene más sabiduría
que el hombre. Es lo bastante sólida y potente, pero firme para
acompañarnos en nuestra oscuridad. Nunca nos dejará caer. Pero no creas
que no es implacable en sus enseñanzas: es clara y rotunda, amorosa y
flexible. La Tierra siempre ha estado, siempre está, y siempre estará.
Si quieres que te eche una mano en algo, lo que sea, solo tienes que
conectar con ella para que te transmita su conocimiento ancestral. Hazlo y
verás. Acalla tu mente y escúchala. Siempre responde a quién escucha. En
nada, te contaré como hacerlo, es muy sencillo. Pero antes, déjame que te
cuente algunas curiosidades de como se movían los nativos de la tierra.
¿Vamos?
No necesitas tumbarte cada vez que conectes con la tierra. Eso es solo la
primera vez. Luego envías el cordón y ya está.
Una vez hayas conectado con la Madre, aprende a creer en su espíritu y
siéntelo en todo momento y lugar. Comparto contigo estos testimonios para
ilustrar esta parte:
-Toni es un especialista con los elementos, sobretodo el viento y la
tierra. Los usa para calmarse y encontrar respuestas y créeme cuando
te digo que son infalibles. Él lo sabe bien. Se conecta con el viento
mientras conduce y se conecta con la tierra cuando está cansado o
necesita encontrar algo o a alguien. Es fantástico ver sus resultados.
Prácticas
Usa el sonido del tambor para conectar con la tierra.
- Para hacer la primera conexión con la Pachamama, debes poner tus manos en el regazo a modo
de cuenco, y cerca del segundo centro de energías sin taparlo. Deja que se forme entre tus manos y
tu cuerpo una nebulosa de energía, y haz que de esa nebulosa, salga un cordón luminoso hacia la
Madre Tierra. Nota, siente como ese cordón se hunde en sus adentros, y túmbate boca abajo para
sentir la conexión. Deja que Ella te nutra, y cuando sientas que ha terminado, recoge ese cordón
energético y acepta sus presentes.
- Puedes pedirle comprensión, ayuda, sanación, orientación… Cada vez que quieras conectar con
ella, necesitas estar en contacto con tierra, aunque sea de forma visual. Practica. Siente sus
respuestas. Pídele que active en ti sus valores. Llénate de su presencia y aprende a encontrar el
camino hacia ti.
Algunos trucos o ejercicios más simples:
-Entierra tus manos en la arena, y deja que ella te calme, te sosiegue y te llene de energía vital.
- Mueve tus caderas de forma sensual para conectarte con la tierra. Mueve tu pelvis haciendo
círculos o dibuja el infinito con ella, activa cuádriceps y siente la energía de la madre entrando por
la base de la columna. Si lo haces con los pies descalzos en el suelo, aún mejor.
-Mientras paseas por el campo o el bosque, háblale a las piedras, las flores; pídeles cuál es el
camino si te pierdes. Habla con los árboles, ellos cuentan cuentos hermosos.
- Además, puedes usar los tambores e invocar a tu Animal de poder con la intención de viajar al
espacio del espíritu de la tierra en el mundo de abajo o arriba y, pedirle ayuda en lo que creas
oportuno. En cuanto termines, escribe todo lo que hayas sentido.
Recuerda que llevar un diario de tus vuelos es una buena forma de ver y disfrutar tu evolución.
Encuentra tu elemento principal y disfruta aun más de sus beneficios. Que
te cuente qué puedes hacer tú para contribuir al sostenimiento del planeta.
Quien tiene una buena conexión con el elemento fuego obtiene la paz
mental, la claridad y el conocimiento. Es el elemento de transformación
por excelencia, se considera que si atraviesas el fuego, transmuta la
condición humana, esto significa que quemas cualquier apego a esta vida y
vives en la libertad del ser. Purifica las sombras y da visión.
Con la conexión con este elemento, puedes contactar para pedirle que su
fuerza entre en ti y encienda tu fuego interno, ese fuego que queme
impurezas, carbonice las oscuridades de la sombra. Que te alumbre sobre
algún asunto oscuro o e dé guía sobre decisiones.
Te necesitamos para que nos ayudes a conectar con nuestro poder y con
nuestra pasión, para que podamos saber qué queremos de verdad, qué nos
mueve por dentro. Te necesitamos para que nos muestres el camino, nos
guíes, nos lideres, nos ayudes a movernos, a emprender cualquier acción.
Para transformar nuestras vidas, quemar nuestros obstáculos y creencias, ser
auténticos. ¡Ayúdanos a tener un corazón alegre y a protegerlo!
Prácticas:
Usa el sonido del tambor para conectar con el fuego.
- Cuando los ojos están estables, tu mente también lo hace, si los ojos están fijados en un solo
lugar, es imposible que la mente divague.
Así es que, dejamos los ojos entreabiertos en su mínima expresión, y mirando directamente el
fuego o el sol, invocamos al espíritu del fuego y le pedimos que nos deje conectar con él.
Sentiremos un sí o un no. Debemos aceptar cualquiera de las dos respuestas.
Si es que si, una vez conectados, podemos trabajar lo que hayamos elegido, quemar, transmutar,
eliminar:
- Recuerdos
- Sensaciones
- Emociones
- lo que se te ocurra.
Siente como el fuego transmuta todo aquello que le entregues y al acabar da las gracias
profundamente; si es que no, lo podemos probar más tarde o repasar qué es exactamente lo que
queremos trabajar por si falta intención.
Invoca a tu Animal de poder, con la intención de viajar al espacio del fuego en el mundo de arriba
o abajo, para pedirle al espíritu del fuego que te ayude a… (Lo que creas conveniente).
Haz una danza entre la inhalación y la exhalación, entre el movimiento de los brazos y la
imaginación. Haz que sea tu ritual y no solo un ejercicio que ejecutas de forma mecánica.
Para saber si lo has hecho correctamente debes notar un cierto hormigueo por todo el cuerpo, o una
cierta sensación de vacío o flotabilidad.
Laura, quemó el resto de odio que sentía por una familiar, se lo trabajó a
fondo y con el espíritu del fuego lo terminó.
Siento que ha quedado limpio, tenias razón cuando decías, que se nota
la diferencia. Ya no siento nada de odio por ella.
Tal como has aprendido a lo largo del libro, los retos se encuentran en la
parte que no se ve, en el subconsciente y, de todas las emociones, la ira es la
que más distorsiona. Puedes quemar las raíces de la ira (o de la emoción
que te desborde) sin necesidad de ver su origen, solo con la intención. Para
eso enciendes fuego y le pidas que queme sus raíces y las transmute en
adobo donde plantarás las semillas de la compasión, por ejemplo. Salta por
encima de fuego de forma repetida, imaginándolo o literalmente (con
cuidado de no quemarte) o imagina que estás dentro de una hoguera sagrada
que transforma todo en potencial puro.
¡Quema (virtualmente) sin miedo, todo aquello que no te deje ser alma!
Prácticas
Técnica para conectar con el agua:
Usa el sonido del tambor para conectar con el espíritu agua por primera vez:
- Igual como lo hiciste con la Tierra; hacer nebulosa, sacar el hilo y enviarlo al agua. Para la
primera conexión hay que estar tocando agua directamente; después, basta con que la tengas a la
vista.
Una vez hecha, pídele que limpie cualquier sensación idea o creencia que haya en tu aura.
- Invoca a tu Animal de poder, con la intención de viajar al espacio del agua en el mundo de arriba
o abajo, para pedirle al espíritu del agua que te ayude integrar la sutileza, la fluidez y la
determinación del espíritu del agua- Puedes hacerlo también sin tambores, pero entonces no vayas
ni arriba ni abajo.
Práctica de de transparencia:
Conecta con el agua y pregúntale quién eres. Ella te contará tu verdad y
podrás usar esa información para crecer.
Programa del agua con frases escritas en las botellas:
El agua resuena con la intención que le pongas. Masaru Emoto vio como
los cristales de agua se modifican según las palabras, pensamientos,
emociones que se les imprima.
Si estás enferma ingiere agua programada con salud y que cuando la
excretes lleve la enfermedad. Dale más fuerza a esa intención escuchando
los tambores y conectando con el espíritu del agua.
Llena un vaso de agua por la noche, antes de acostarte; coge el vaso con los
dedos de las dos manos separados, cierra los ojos, y mira hacia arriba unos
minutos; piensa en lo que quieres resolver. Mientras bebes ½ vaso de agua
piensas o dices en voz alta: «esto es lo único que necesito para recibir una
respuesta a la pregunta que quiero resolver»
Deja el vaso en la mesita de noche, y cuando te levantes repite el proceso y
bebe el resto de agua.
Deja que durante la noche o durante el día venga la respuesta; puede ser de
diferentes maneras: tal vez alguien te hablará de alguna cosa, o leerás un
libro o un título, o escucharás algo, o tendrás una intuición, y te vendrá la
respuesta de forma espontánea, como cuando estás buscando una palabra
que tienes en la punta de la lengua y no te sale hasta que dejas de pensar en
ello.
Cuando bebes con una intención, el agua la lleva a todas tus células y hace
que se activen las memorias que tienen todas las respuestas, recuerda. En
nosotros ya están todas las posibilidades y, todas las soluciones.
Potencias del ejercicio cuando añades unas gotas de limón al agua; entonces
conviertes el vaso en un electrolito y hace que sea mejor conductor. Los
pensamientos son energía, ¿recuerdas?
El viento, el viajero
Como dijimos al principio de esta aventura, para el chamán todo lo que
existe está vivo, todo tiene espíritu, y aunque parezca que el viento es
muy volátil, también tiene el suyo.
Prácticas:
- Conecta con el viento igual que con el fuego, con la intención. Usa el sonido de los tambores
unos minutos y pide al espíritu del aire que te deje conectarte con él. La respuesta será clara, como
de costumbre: si o no. Si no lo tienes claro, es un no.
- En tu casa, por ejemplo, conéctate con el viento a través del humo de un incienso con la intención
de limpiar densidades.
- Un día de viento, conéctate y envía amor para que lo reparta por todo el mundo. O también
puedes pedirle que se lleve los pesares del cuerpo y la mente.
- Irás al mundo de arriba o abajo a buscar el espacio del viento y allí dejarás que él haga su trabajo
de limpieza. Recibe la información que precises.
Sin tambores:
Estoy convencida que la energía de todas las personas que han participado
en las formaciones en vivo, está en ti ahora. Sé y siento que todos somos
uno y que, por tanto, las experiencias de unos, enriquecen a otros y
viceversa. Siempre es así en la danza de la vida. Así que, te llevas la
sabiduría de todos los que hemos vuelto a nuestro SER interior. Y nosotros
nos llenamos de un poquito de ti. Deseo ese camino de amor infinito para ti
también. Deseo que tengas algo que usar en tu vida. Puedo amarte,
querido/a, porque me amo profundamente.
AGRADECIMIENTOS
He descubierto que escribir un libro es un trabajo en equipo, y no puedo
hacer más que agradecer a todos los participantes de Kora-ki. Su absoluta
dedicación, ha hecho posible esta comunidad que somos. A Teresa Roig,
por su delicadeza en la corrección de este texto. He aprendido mucho de ti,
has sido clave para que no me perdiera en este mundo creativo, eres un ser
hermoso y generoso. Por supuesto a mi pareja, Jordi, eres la paciencia con
patas y a mis hijos, sois enormes y preciosos. Al otro Jordi de mi vida;
hermanito eres una gran luz. Gracias por apoyarme. A mi hermana postiza,
Elena, te he sentido animándome cuando me faltaban las horas. Gracias. Al
Equipo Kannanda, que se encarga de organizar mi Retiro Memorias de Luz
para la expansión del amor, sin vuestra ayuda, no habría tenido el tiempo
necesario para escribir. A todos los que directa o indirectamente habéis
aportado vuestro granito de arena. Os amo y os doy las gracias a todos. Me
siento agradecida.