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Mateo 22:37
“Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón, alma y con toda tu mente.”
2 Timoteo 2:22
“Huye de las pasiones juveniles, sigue la justicia, el amor, la fe y la paz, con los que
de corazón limpio invocan al Señor.”
1 Corintios 16:13
Salmos 119:105
Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios.
(Isaias 41:10)
Pelea la buena batalla de la fe; haz tuya la vida eterna, a la que fuiste llamado y
por la cual hiciste aquella admirable declaración de fe delante de muchos testigos.
(1 Timoteo 6:12)
Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos
de angustia. Por eso, no temeremos, aunque se desmorone la tierra y las
montañas se hundan en el fondo del mar; aunque rujan y se encrespen sus aguas,
y ante su furia retiemblen los montes.
(Salmo 46:1-3)
Aun los jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen; pero los
que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán
y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.
(Isaías 40:30-31)
(Josué 1:8-9)
Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día
malo puedan resistir hasta el fin con firmeza.
(Efesios 6:13)
El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te
abandonará. No temas ni te desanimes.
(Deuteronomio 31:8)
(Salmo 121:5-8)
El Señor afirma los pasos del hombre cuando le agrada su modo de vivir; podrá
tropezar, pero no caerá, porque el Señor lo sostiene de la mano.
(Salmo 37:23-24)
(Salmo 73:21-24)
Colosenses 3:23
Salmo 34:8
Salmo 34:17-19
Los justos claman, y el Señor los oye; los libra de todas sus angustias. El Señor está
cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido. Muchas
son las angustias del justo, pero el Señor lo librará de todas ellas.
(Hebreos 12:2)
Hebreos 12:3
Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de
los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo.
Filipenses 3:13-14
Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago:
olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante,
sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su
llamamiento celestial en Cristo Jesús
Jeremías 29:11
Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—,
planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.
Salmo 73:23-24
Deuteronomio 31:6
Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor
su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará.
Isaías 40:28-31
Juan 14:13-14
Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el
Padre en el Hijo. Lo que pidan en mi nombre, yo lo haré.
2 Tesalonicenses 3:13
(Proverbios 3:5-6)
Romanos 12:11
Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el
Espíritu.
Isaías 61:10
No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. El que
siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza
cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu
cosechará vida eterna.
Gálatas 6:9
Mateo 19:26
Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, más para
Dios todo es posible.
Juan 10:10
El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que
tengan vida, y la tengan en abundancia
“El Señor es mi pastor; nada me faltará” (Salmos 23:1)
“He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les
revelaré abundancia de paz y de verdad” (Jeremías 33:6)
Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán
aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo. (Juan 16:33)
¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en
contra nuestra?. (Romanos 8:31)
Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos
desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día. (2 Corintios 4:16)
Bueno es el Señor; es refugio en el día de la angustia, y protector de los que en él
confían. (Nahúm 1:7)
Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en
ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y
pureza. (1 Timoteo 4:12)
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.
(Proverbios 4: 23