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presentación

8330
Cuevas marinas sumergidas
o semisumergidas

Autores
Juan López Bedoya y Augusto Pérez Alberti
2 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Esta ficha forma parte de la publicación Bases ecológicas preliminares para la conservación de los
tipos de hábitat de interés comunitario en España, promovida por la Dirección General de Medio
Natural y Política Forestal (Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino).

Dirección técnica del proyecto


Rafael Hidalgo.

Realización y producción

Coordinación general
Elena Bermejo Bermejo y Francisco Melado Morillo.

Coordinación técnica
Juan Carlos Simón Zarzoso.

Colaboradores
Presentación general: Roberto Matellanes Ferreras y Ramón Martínez Torres. Edición: Cristina
Hidalgo Romero, Juan Párbole Montes, Sara Mora Vicente, Rut Sánchez de Dios, Juan García
Montero, Patricia Vera Bravo, Antonio José Gil Martínez y Patricia Navarro Huercio. Asesores:
Íñigo Vázquez-Dodero Estevan y Ricardo García Moral.

Diseño y maquetación
Diseño y confección de la maqueta: Marta Munguía.
Maquetación: Do-It, Soluciones Creativas.

Agradecimientos
A todos los participantes en la elaboración de las fichas por su esfuerzo, y especialmente a
Antonio Camacho, Javier Gracia, Antonio Martínez Cortizas, Augusto Pérez Alberti y Fernando
Valladares, por su especial dedicación y apoyo a la dirección y a la coordinación general y
técnica del proyecto.

Las opiniones que se expresan en esta obra son responsabilidad de los autores y no necesariamente
de la Dirección General de Medio Natural y Política Forestal (Ministerio de Medio Ambiente,
y Medio Rural y Marino).
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presentación

La coordinación general del grupo 8 ha sido encargada a la siguiente institución

Sociedad Española de Geomorfología

Autores: Juan López Bedoya1 y Augusto Pérez Alberti1.

1
Univ. de Santiago de Compostela.

Colaboraciones específicas relacionadas con los grupos de especies:


Mamíferos: Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos
(SECEM). Francisco José García, Luis Javier Palomo (coordinadores-revisores),
Roque Belenguer, Ernesto Díaz, Javier Morales y Carmen Yuste (colaboradores-
autores).
A efectos bibliográficos la obra completa debe citarse como sigue:
VV.AA., 2009. Bases ecológicas preliminares para la conservación de los tipos de hábitat de
interés comunitario en España. Madrid: Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino.

A efectos bibliográficos esta ficha debe citarse como sigue:


López-bedoya, J. & Pérez-alberti, A., 2009. 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas.
En: VV.AA., Bases ecológicas preliminares para la conservación de los tipos de hábitat de
interés comunitario en España. Madrid: Dirección General de Medio Natural y Política Forestal,
Ministerio
de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino. 152 pp.

Primera edición, 2009.

Edita: Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino. Secretaría General Técnica.


Centro de Publicaciones.

NIPO: 770-09-093-X
ISBN: 978-84-491-0911-9
Depósito legal: M-22417-2009
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ÍNDICE

1. PRESENTACIÓN GENERAL 7
1.1. Código y nombre 7
1.2. Descripción 7
1.3. Problemas de interpretación 9
1.4. Distribución geográfica 12

2. CARACTERIZACIÓN ECOLÓGICA 23
2.1. Regiones naturales 23
2.2. Demarcaciones hidrográficas e identificación de masas
de agua superficiales 27
2.3. Factores biofísicos de control 56
2.4. Subtipos de cuevas costeras 67
2.5. Exigencias ecológicas 75
2.6. Taxones anexos II, IV y V 86

3. EVALUACIÓN DEL ESTADO DE CONSERVACIÓN 87


3.1. Determinación y seguimiento de la superficie ocupada 87
3.2. Identificación y evaluación de las especies típicas 87
3.3. Evaluación de la estructura y función 88
3.3.1. Factores, variables y/o índices 88
3.3.2. Protocolo para determinar el estado de conservación global
de la estructura y función 119
3.3.3. Protocolo para establecer un sistema de vigilancia global
del estado de conservación de la estructura y función 125
3.4. Evaluación y perspectivas de futuro 128

4. RECOMENDACIONES PARA LA CONSERVACIÓN 129

5. INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA 131


5.1. Bienes y servicios 131
5.2. Líneas prioritarias de investigación 131

6. BIBLIOGRAFÍA CIENTÍFICA DE REFERENCIA 135

7. FOTOGRAFÍAS 139
1. PRESENTACIÓN GENERAL

1.1.  Código y nombre Código y nombre del tipo de hábitat en el anexo 1


de la Directiva 92/43/CEE
8330 Cuevas marinas sumergidas 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas
o semisumergidas
Definición del tipo de hábitat según el Manual de
interpretación de los hábitats de la Unión Europea
(EUR25, abril 2003)
1.2.  Descripción
Cuevas situadas bajo el nivel marino, o expuestas al mis-
mo, al menos en marea alta, incluyendo su sumergimiento
A continuación se ofrece la descripción del tipo de parcial en el mar. Sus comunidades laterales e inferiores
hábitat 8330, según Bartolomé et al. (2005): están compuestas por invertebrados marinos y algas.

“Tipo de hábitat desarrollado mayoritariamen- Relaciones con otras clasificaciones de hábitat


te en las costas calcáreas de la Península y Ba- EUNIS Habitat Classification 200410
A1.4  Features of littoral rock
leares, así como en Ceuta y en las costas volcá-
nicas de Canarias. En las zonas silíceas, las EUNIS Habitat Classification 200410
A1.44  Communities of littoral caves and overhangs
cuevas marinas tienen escaso desarrollo, redu-
EUNIS Habitat Classification 200410
ciéndose generalmente a excavaduras genera- A3.7  Features of infralittoral rock
das por la fuerza de las olas (“fornas”)”.
EUNIS Habitat Classification 200410
A3.71 Robust faunal cushions and crusts in surge gullies
Su distribución suele coincidir con macizos monta- and caves
ñosos calcáreos, que a menudo se prolongan bajo el EUNIS Habitat Classification 200410
agua emergiendo esporádicamente en forma de ar- A4.7  Features of circalittoral rock
chipiélagos. EUNIS Habitat Classification 200410
A4.71  Communities of circalittoral caves and overhangs
La falta de luz impide el desarrollo de organismos Palaearctic Habitat Classification 1996
fotosintéticos, relegados a los fondos marinos 11.26  Sublittoral cave communities
­adyacentes. Por el contrario, este tipo de hábitat Palaearctic Habitat Classification 1996
es refugio de una rica fauna de elevado interés Sin definir
científico.

Muchas de las especies faunísticas presentan hábitos Destaca un conjunto de pequeños crustáceos caver-
nocturnos y usan las cuevas como refugio durante nícolas de elevado interés biogeográfico, como la
el día, pero otras son casi exclusivamente caverníco- quisquilla de antenas largas (Stenopus spinosus), el
las. Las paredes de las cuevas están revestidas por cangrejo Herbstia condyliata y distintas especies de
invertebrados epibentónicos sésiles, como esponjas, pequeños misidáceos, que a menudo nadan for-
cnidarios y tunicados. Entre las especies que habi- mando enjambres dentro de las cuevas Hemimysis
tan este medio, tenemos ofiuras (Ophiotrix fragilis, spelunicola, H. margalefi, Pyroleptomysis peresi, Bu-
Ophioderma longicaudatum), holoturias (Holothuria rrimysis palmeri).
tubulosa) y crustáceos decápodos, como langostas
(Palinurus elephas), santiaguiños (Scyllarus arctus) o Una definición/descripción geomorfológica de inte-
el cangrejo peludo (Dromia personata). Entre los rés la aportan Rosselló, et al., en Fornós, et al. (eds.)
peces, tenemos salmonetes reales (Agopon imberbis), (2007):
gobios (Thorogobius ephippiatus), gallinetas (Helico-
lenus dactylopterus), brótolas (Phycis phycis), con- “Las cuevas marinas son cavidades originadas
grios (Conger conger) o corvallos (Sciaena umbra). como resultado de la erosión, en gran parte
8 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

mecánica, asociada al ambiente energético También es interesante aportar la idea de que en


que caracteriza las costas acantiladas. La ac- estas costas ígneas y silícicas metamórficas, sobre
ción erosiva aprovecha puntos de debilidad todo en el cantábrico y en la costa gallega, el núme-
en la roca, sean discontinuidades sedimenta- ro de oquedades es muy elevado, igualando o supe-
rias o estructurales, viéndose favorecida tam- rando al de litologías calcáreas. Un par de ejemplos
bién por la acción de los procesos bioerosivos de esta afirmación serían:
(Trudgill, 1985). La caída de bloques y frag-
mentos de rocas por desprendimiento mecá- ■ En la costa del municipio lucense de Ribadeo.
nico, que justifica el crecimiento volumétrico En el sector costero de la playa de Augas Santas,
de la cavidad, contribuye a modelar su forma en el extremo occidental de esta circunscripción
definitiva. Estas cavidades suelen presentar municipal, conocido turísticamente como As
aperturas a nivel del mar con una penetración Catedrais, existe un complejo entramado de tú-
hacia el interior de la roca, de poca relevancia neles rocosos conectados cuyo desarrollo supera
(Gràcia & Vicens, 1998), con un suelo ascen- el centenar de metros. Al este de este sector, en
dente y abundante acumulación de bloques las proximidades del lugar de Rinlo, aparece
heterométricos que engloban sedimentos ma- otro sistema similar. En cuanto al número, en
rinos...” la costa abierta de ese municipio, aparecen unas
240 cuevas marinas de diferentes tipos y di-
Debe abrirse un debate sobre la idoneidad de am- mensiones. Es decir, que para la correcta des-
pliar este tipo de hábitat a diferentes geoformas cos- cripción y caracterización de este tipo de hábi-
teras rocosas de transición, puntualizar aspectos tat será necesario reconocer esta diversidad y
sobre la distribución de los mismos y sobre la ter- abundancia de cuevas en medios no calcáreos o
minología. volcánicos.
■ En el estrecho litoral del municipio de A Lara-
En primer lugar, debe anotarse el escaso reconoci- cha, en la provincia de A Coruña, en poco más
miento, en la descripción de la guía básica de los de 6 km, aparecen numerosas cavidades costeras,
tipos de hábitat, acerca de la abundancia y del ta- con un amplio catálogo tipológico al que se su-
maño de las cuevas costeras en costas silíceas, me- man arcos y bufaderos, sobre materiales muy
tamórficas, graníticas o gnéisicas. Si bien no se variados: neises alcalinos precámbrico-silúricos,
alcanzan habitualmente las dimensiones de las granitos de dos micas hercínicos, y migmatitas.
cuevas kársticas, existen cavidades o sistemas de La distribución de estas geoformas se muestra a
cuevas interconectadas que se prolongan de mane- continuación en unas anotaciones cartográficas
ra hectométrica en longitud y decamétrica en altu- realizadas sobre ortofoto por Veira Verdía, 2008
ra. Se puede poner el ejemplo de las cuevas del (ver figura 1.1). En las notas de este colaborador
litoral pontevedrés, medidas, cartografiadas y des- sobre las citadas cuevas, indica que algunas han
critas por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001. En este sido selladas por la construcción de muros hor-
listado se pueden observar cuevas de más de 30 m migonados y el paseo marítimo de la localidad
de desarrollo vertical como la Furna Xubenco, en la de Caión.
isla de Ons, Bueu, y de penetraciones continenta-
les de más de 80 m, como la Furna Bastián de Val, Por otro lado, el nombre genérico que adoptan estas
en esa misma isla. Otro ejemplo de especial interés cuevas en la costa gallega no es “fornas”, como se
por sus dimensiones es el bufadero existente en la apunta en la primera descripción, sino “furnas”.
misma ínsula, conocido como el Buraco do Infer- Aunque ambas palabras pueden tener el mismo ori-
no, que presenta un desarrollo horizontal de 70 m gen etimológico, la primera se manifiesta en lengua
y un desnivel de 43 m desde la entrada del mar gallega como un topónimo y no como un nombre
hasta la boca somital del acantilado. En total in- genérico.
ventariaron 59 cuevas costeras, todas ellas con más
de 20 m de profundidad y 8 de ellas con más de Otra disquisición a tratar es la de ampliar este tipo
50 m, a la vez que otras 8 tienen una dimensión de hábitat a todas aquellas oquedades, estén above-
decamétrica vertical, lo que da idea de la impor- dadas o no, que constituyan un retroceso diferen-
tancia de los fenómenos de socavamiento en ma- cial en la costa con un elevado grado de ombrofilia.
teriales metamórficos e ígneos en la costa. En la clasificación que se anotará posteriormente, se
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presentación

Figura 1.1
Ortofotografía que muestra la distribución de cuevas marinas en el municipio de A. Laracha.

incluirán geoformas tales como arcos rocosos, túne- sidad de que la fauna y la vegetación estén en con-
les rocosos o bufones (“bufadeiros”), o incluso, vi- tacto directo con el mar o tengan que utilizar como
seras, resaltes, pasadizos estrechos abiertos por el posible ruta de salida de su hábitat la comunicación
techo, etapas evolutivas de la tradicional cueva con- marina de las cuevas. Así, habrá que tener en cuen-
sistente en una oquedad abovedada y con una sola ta esta situación, al menos, para indicar que algunas
boca de contacto con el mar. cavidades costeras pueden compartir espacio con el
tipo de hábitat 8330 Cuevas marinas sumergidas o
También se necesita ahondar en la excesiva simpleza semisumergidas. En todo caso, la separación de am-
de caracterizar a las cuevas silíceas como de genera- bos tipos de hábitat, en el caso de que sea posible
ción simple por el oleaje marino, recalcando la im- realizarla, dependerá de estudios concretos para
portancia de otros factores como los litológicos y el cada cavidad y resultaría de gran interés analizar el
estructural tectónico. interfaz entre ambos ambientes, puesto que las co-
munidades resultantes podrían aportar una origina-
lidad extraordinaria.
1.3. Problemas de
interpretación El problema de solapamiento es planteado en sen-
tido inverso por Policarp Garay y Pedro Robledo en
Existe la posibilidad de que algunas cuevas marinas la ficha 8330 de la siguiente manera:
puedan ser incluidas en el tipo de hábitat de interés
comunitario 8310, “Cuevas no explotadas por el “Al examinar la ficha descriptiva del tipo de há-
turismo”, puesto que en la franja costera aparecen bitat 8330 “cuevas marinas sumergidas o semi-
ejemplos de cuevas cuya proyección continental les sumergidas” (MIMAM, 2005), se pone de relie-
hace participar de ambientes terrestres modificados, ve que, aunque la falta de luz limita el desarrollo
relación intensificada por la existencia, en muchos de los organismos fotosintéticos, relegados a los
casos, de aperturas continentales que evitan la nece- fondos marinos adyacentes, en cambio se trata
10 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

de un tipo de hábitat muy rico en fauna marina como nivel de base que controla los mecanismos de
de elevado interés científico, formado en parte erosión kárstica y la dinámica litoral en las costas
por especies de hábitos nocturnos y que usan las carbonatadas; el segundo grupo, de interferencias
cuevas como refugios durante el día, aunque pasivas, estaría muy relacionado con el alcance y
también las hay que son “casi exclusivamente modelado por paleoniveles marinos. Por ejemplo, la
cavernícolas”. Asimismo, indica la ficha que las Cova de Cala Falcó (Manacor, Mallorca) es una
paredes de las cuevas están revestidas por inver- cueva marina que ha capturado un fenómeno kárs-
tebrados epibentónicos sésiles, como esponjas, tico preexistente, y la Cova de na Mitjana, en Cap-
cnidarios, tuncados, etc. Claramente, toda la depera, Mallorca, es una cueva kárstico-marina con
descripción de la ficha se refiere al carácter ma- sedimentos y formas relacionados con los cambios
rino del hábitat y de su fauna, aunque también del nivel relativo del mar Mediterráneo.
incluye un conjunto de pequeños crustáceos ca-
vernícolas de elevado interés biogeográfico. El Entonces, las comunidades faunísticas de ocupa-
hecho de que el mapa de distribución de este ción de estas cavidades podrían haberse visto afec-
tipo de hábitat se restrinja exclusivamente a la tadas por estos cambios y obligadas a adaptarse o
superficie marina, y no al dominio marítimo recolonizar nuevos espacios, por lo que la acción
terrestre, parece dejar claro que no incluye ni se marina estaría influyendo notablemente en estos
extiende a las cavidades litorales o sublitorales, ambientes, como anotan los propios Garay y Ro-
de origen kárstico, que se desarrollan hacia el bledo para el subtipo 1.d. subtipo kárstico sublito-
interior de la línea de costa y en condiciones no ral de la ficha del tipo de hábitat 8310, en la que
marinas, sino freáticas. El límite entre el tipo de además de la oscuridad, incluyen como exigencias
hábitat 8310 y el tipo de hábitat 8330 debe, ecológicas la influencia tidal y procesos de “karst
pues, entenderse según se encuentre a uno u costero”, y los cambios de salinidad (dulce-transi-
otro lado de la interfase agua dulce-agua salada ción-salobre).
(o más bien agua salada frente al agua dulce o
salobre). No obstante, como en el caso anterior, Para finalizar, se incluye una tabla (ver tabla 1.1) de
habrá a menudo situaciones intermedias o difí- Ginés, et al. en Fornós, Ginés & Gómez-Pujol
ciles de discriminar. La verdadera duda se plan- (eds.) (2007), en la que aparece un listado de inter-
teará en la zona de transición: ¿son las aguas ferencias entre los dos modelados y que condicio-
anquihalinas y su particular fauna estigobia más nan, por lo tanto, el hábitat en sí mismo.
propias del hábitat 8338 que del 8310? (quizá
sea más coherente inclinarse por lo contrario)”. Otro problema de interpretación que se plantea es
el de las interferencias con el tipo de hábitat 1230
Sin embargo, las influencias marinas, freáticas en Acantilados con vegetación de la costas atlánticas y
particular y ambientales en general, sobre las cuevas bálticas, en lo que se refiere a determinadas geofor-
kársticas litorales son fundamentales y quizá con un mas que representan diferentes estadios evolutivos
papel más importante en la zonificación del tipo de de las cuevas costeras y comparten una génesis con
hábitat de lo que se piensa a priori. De hecho, Gi- las mismas, siendo sin embargo formas más abiertas
nés, et al. en Fornós, Ginés & Gómez-Pujol (eds.) y menos sujetas a la oscuridad como limitante clave
(2007), se ocupan de las interferencias entre el en- de las cavidades costeras en sentido estricto. Se trata
dokarst costero y el modelado litoral. Desde luego, de las viseras, los bufaderos, los arcos rocosos coste-
es un tema de bastante interés y con relativamente ros y los túneles de dos bocas con conexión conti-
abundante bibliografía desde principios de los nental. Su inclusión en la presente ficha se plantea
años 80 (Op. cit.). Estos autores fundamentan la desde dos tipos de justificaciones:
gran relación entre estos dos ambientes en el carác-
ter inestable —a escala geológica— del nivel de las ■ La primera, que se trata de geoformas que no
aguas marinas, lo que influye claramente sobre la constituyen ejemplo tipológico en el tipo de há-
evolución del endokarst costero. Anotan igualmen- bitat 1230, sino parte integrante de la geoforma
te que las interacciones entre el nivel marino y la general (acantilado) sujeta a caracterización y
morfogénesis subterránea en las costas calcáreas se clasificación en el mismo. Y, en este sentido, las
concretan en dos grandes grupos de consecuencias: cuevas marinas semisumergidas son también
uno de índole activo, centrado en el papel del mar parte de esa geoforma general objeto del 1230.
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Hidrología • Control marino de la cota de las aguas freáticas litorales


• Presencia de lagos de aguas salobres que inundan las cuevas costeras
• Control marino del drenaje hacia las surgencias costeras
• Procesos de disolución de carbonatos asociados a la zona de mezcla entre aguas
continentales y marinas

Morfogénesis • Control marino de las zonas preferenciales de disolución y espeleogénesis


• Excavación de cavidades costeras de erosión marina
• Captura marina de cuevas de origen kárstico

Rellenos de cavidades • Presencia de sedimentos de origen marino y/o eólico


• Presencia de secuencias estratigráficas complejas: sedimentos litorales, brechas
kársticas, restos paleontológicos y espeleotemas
• Deposición freática de carbonatos controlada por el nivel marino actual o preté-
rito

Geocronología • Correlaciones altimétricas entre morfogénesis endokárstica y paleolíneas de


costa
• Datos cronológicos procedentes del registro paleontológico incluido en los sedi-
mentos de las cuevas litorales
• Espeleotemas vadosos sumergidos bajo el nivel freático registran eventos climá-
ticos de signo frío
• Espeleotemas de origen freático constituyen un excelente registro de los paleoni-
veles marinos cuaternarios transgresivos y/o regresivos

Tabla 1.1
Algunas consecuencias geomorfológicas de las oscilaciones eustáticas sobre el endokarst litoral.

Al ser las cuevas dotadas de entidad para una fi- túneles, arcos y viseras costeras son incluidos, en
cha diferenciada, creemos de interés incluir el su conjunto, por diferentes autores en la recopi-
resto de geoformas de evolución o degradación lación de las principales evidencias geomorfoló-
de las mismas en esta ficha para que sean objeto gicas indicadoras de niveles marinos. Por ejem-
de valoración ecológica. plo, han incidido en este aspecto Gràcia, F. et al.
■ El segundo tipo de planteamientos se refiere a en Pons & Guijarro, 2001; Ginés en Pons &
que uno de los principales valores de las cuevas Guijarro, 2001; Rodríguez Vidal & Cáceres
marinas es el de actuar como interesantes in­ Puro, 2005; La Roca, Sanjaume & Gol, 2005;
dicadores paleoclimáticos y de cambios en el ni- Ginés, J. et al. en Fornós Ginés, Gómez-Pujol
vel marino. Tanto las cuevas como los bufaderos, (eds.), 2007; Rodríguez Vidal, 2007.
12 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Atlántica
Continental
Macaronésica
Mediterránea

Figura 1.2
Mapa de distribución
del tipo de hábitat
8330 por regiones
biogeográficas en
la Unión Europea.
Datos de las listas de
referencia de la Agencia
Europea de Medio
Ambiente.

Figura 1.3
Mapa de
distribución
estimada del tipo
de hábitat 8330.
Datos del Atlas
de los Hábitat de
España, a fecha
de marzo de 2005.
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presentación

Región Superficie ocupada Superficie incluida en LIC


biogeográfica por el hábitat (ha) ha %
Alpina — — —
Atlántica — — —
Macaronésica   1,02 1,02 100,00
Mediterránea 750,38 1,78   0,24
TOTAL 751,40 2,80   0,37

Tabla 1.2
Superficie ocupada por el tipo de hábitat 8330 por región biogeográfica,
dentro de la red Natura 2000 y para todo el territorio nacional.
Datos del Atlas de los Hábitat de España, marzo de 2005.

Figura 1.4
Lugares de Interés
Comunitario en que
está presente el
tipo de hábitat 8330.
Datos de los
formularios
normalizados de
datos de la red
Natura 2000,
enero de 2006.

Región Evaluación de LIC (número de LIC) Superficie incluida


biogeográfica A B C ln en LIC (ha)
Alpina — — — — —
Atlántica — — — — —
Macaronésica  3 1 1 6    262,34
Mediterránea 10 5 1 — 1.243,30
TOTAL 13 6 2 6 1.505,64

A: excelente; B: bueno; C: significativo; ln  =  no clasificado.


Datos provenientes de los formularios normalizados de datos de la red Natura 2000, enero de 2006.

Tabla 1.3
Número de LIC en los que está presente el tipo de hábitat 8330, y evaluación global de los mismos respecto
al tipo de hábitat. La evaluación global tiene en cuenta los criterios de representatividad, superficie relativa y
grado de conservación.
14 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Figura 1.5
Frecuencia de cobertura del tipo de hábitat 8330 en LIC.
La variable denominada porcentaje de cobertura expresa la superficie que ocupa un tipo de hábitat con respecto
a la superficie total de un determinado LIC.

ALP ATL MED MAC


Sup. — — — —
Andalucía
LIC — — 18,75% —
Sup. — — — 100%
Canarias
LIC — — — 100%
Sup. — — <0,001% —
Cataluña
LIC — — 25,00% —
Sup. — — — —
Ceuta
LIC — —   6,25% —
Sup. — — 99,99% —
Comunidad Valenciana
LIC — — 37,50% —
Sup. — — — —
Islas Baleares
LIC — —   6,25% —
Sup. — — — —
Melilla
LIC — —   6,25% —
Sup. — — — —
Región de Murcia
LIC — —   6,25% —

Sup.: porcentaje de la superficie ocupada por el tipo de hábitat de interés comunitario en cada comunidad autónoma respecto a la superficie total de su área
de distribución a nivel nacional, por región biogeográfica.
LIC: porcentaje del número de LIC con presencia significativa del tipo de hábitat de interés comunitario en cada comunidad autónoma respecto al total de
LIC propuestos por la comunidad en la región biogeográfica. Se considera presencia significativa cuando el grado de representatividad del tipo de hábitat
natural en relación con el LIC es significativo, bueno o excelente, según los criterios de los formularios normalizados de datos de la red Natura 2000.
Datos del Atlas de los Hábitat de España, marzo de 2005, y de los formularios normalizados de datos de la red Natura 2000, enero de 2006.

Tabla 1.4
Distribución del tipo de hábitat 8330 en España por comunidades autónomas en cada región biogeográfica.
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presentación

1.4.  Distribución geográfica La costa de rías, en la que los aparatos estuarinos


La abundancia de cuevas en las diferentes litologías responden genéticamente, en general, a una multi-
existentes en la costa española dificulta la descrip- plicidad de factores, de los cuales el tectónico tiene
ción geográfica de la distribución de esta geoforma. gran importancia en su génesis, el litológico o de
Plantearemos así la descripción de los diferentes do- erosión diferencial define a grandes rasgos el dibujo
minios litológicos de las costas rocosas de la misma y amplitud de la misma, y el paleoclimático condi-
manera que las presentamos en el tema de los acan- ciona las formas de detalle y la distribución de am-
tilados rocosos atlánticos y mediterráneos. bientes.

La costa externa, que está constituida por una suce-


La costa atlántica peninsular sión de tramos acantilados rocosos y sectores de
costa baja en donde predomina la acumulación se-
■ La cornisa cantábrica: costa vasca, cántabra dimentaria. En los tramos rocosos se desarrollan
y asturiana acantilados, cuyos parámetros físicos están en fun-
ción de la litología, la estructura y los depósitos
La costa del País Vasco y Cantabria está caracteriza- acumulados por la alternancia de períodos intergla-
da por tener materiales mesozoicos y cenozoicos, ciares-glaciares durante el Cuaternario. Esta gran
principalmente calizas, dolomías margas y conglo- cantidad de materiales fue la fuente que las últimas
merados. Materiales similares, aunque más anti- pulsaciones marinas positivas utilizaron para cons-
guos, afloran en el este de Asturias, y sólo empiezan truir aparatos sedimentarios. Éstos, cordones duna-
a aflorar pizarras, cuarcitas y areniscas a partir de res y playas, se ubicaron en senos anteriormente
Cabo Peñas, hasta prácticamente la Ría de Viveiro. vaciados por erosiones diferenciales de tipo marino
La variedad litológica, junto con el control estruc- y continental. Algunos entrantes evolucionaron ha-
tural, es uno de los factores dominantes en casi toda cia lagunas costeras que hoy pueden presentar dife-
la costa cantábrica. A ello se suma que ha experi- rentes grados de colmatación.
mentado movimientos corticales a lo largo de bue-
na parte de su historia geológica, aparentemente Desde el punto de vista litológico, la principal ca-
más intensos hacia el este. La diversidad litológica racterística diferenciadora de la costa atlántica galle-
se traduce en la existencia de perfiles muy variados, ga es la gran extensión de afloramientos graníticos
y sobre todo en un escalonamiento topográfico cau- en la costa, materiales que no aparecen en el resto
sado por el levantamiento de antiguas superficies de las costas atlánticas y muy escasamente en las
erosivas marinas, las denominadas “rasas”1. mediterráneas. Los materiales graníticos tienen su
mayor extensión en la costa atlántica, desde el nor-
te del Golfo Artabro hasta la desembocadura del
■ Costa gallega Miño, estando mucho menos representados en la
costa cantábrica, con pequeños afloramientos en los
Siguiendo a López Bedoya & Pérez Alberti, 2006a, la sectores de Bares y San Cibrao. En el extremo no-
costa gallega atesora, en sus aproximadamente 1.400 roccidental, entre las rías de Cedeira y de Ortiguei-
km de longitud, variados ambientes geomorfológicos ra, se disponen los materiales del complejo de Cabo
y medioambientales. Es marcadamente irregular, en Ortegal, compuestos de rocas básicas, eclogitas y
concordancia con una dilatada historia geológica de serpentinitas.
episodios tectónicos, cambios paleoclimáticos y pro-
cesos erosivos de carácter diferencial. Es posible con- Un segundo factor de enorme importancia en todos
traponer, a grandes rasgos, dos tipos generales de los procesos costeros en Galicia, y por supuesto
costa, en los cuales el comportamiento hidrodinámi- también en las costas rocosas, es el carácter suma-
co y los factores geomorfológicos son distintos: mente recortado que presenta la costa en planta.

1
 Aunque el término rasa se ha utilizado y se utiliza profusamente en la literatura científica, es recomendable ser precavido al catalogar
formas litorales. El término se ha utilizado para definir superficies de erosión litoral, denominadas demasiado a menudo como su-
perficies de abrasión, levantadas respecto al nivel del mar actual generalmente por procesos tectónicos o isostáticos. Sin embargo, la
mera existencia de superficies de escasa pendiente adyacente a acantilados actuales, o próximas a la línea de costa, no es criterio para
identificarlas como antiguas superficies litorales. En ausencia de evidencias morfológicas (paleoacantildos, balmas o depósitos clara-
mente marinos), la topografia de escasa pendiente no puede ser definitoria.
16 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Ello implica una gran diversidad en el grado de ex- desembocadura de los ríos principales. La elevada
posición al oleaje, incluso entre puntos situados a dinamicidad y la gran disponibilidad de materiales
muy poca distancia entre sí. En el caso de las Rías trae en consecuencia una costa muy activa, com-
Bajas o de amplios senos como el Golfo Artabro puesta por grandes formaciones arenosas. Tras el
(formado por las rías de A Coruña, Betanzos y máximo flandriense, hacia el 6500BP (Rodríguez,
Ares), al factor de orientación se une la existencia de Cáceres & Rodríguez, 2000) se han ido constru-
fetch sumamente cortos, lo que impide el desarrollo yendo y depositando esas grandes formaciones sedi-
de mar de viento en su interior. mentarias –marismas, flechas arenosas, conjuntos
dunares- a partir de la erosión sobre el sustrato pre-
Por tramos, en la costa gallega se suceden los si- holoceno y el aporte fluvial. Así, se ha reducido
guientes grandes tramos diferenciados: una costa de fuertemente la longitud de tramos acantilados. Ésta
acantilados bajos con acumulaciones asociadas, que queda, hoy en día, reducida al tramo existente en El
engloba el tramo de costa que se alarga entre el Asperillo, siendo acantilados labrados en materiales
Cabo Silleiro y A Guarda, en la provincia de Ponte- limosos y arcillosos y que evolucionan rapidamente
vedra; a ésta le sigue una costa de rías, con encade- a partir de deslizamientos rotacionales y colapsos
namiento de acantilados altos y bajos, a lo largo de con un retroceso bastante elevado.
las Rías Baixas, es decir, las rías de Vigo, Ponteve-
dra, Arousa y Muros y Noia; entrando ya en la pro- Para la presentación geográfica de la costa gaditana
vincia de A Coruña, aparece una costa sinuosa de se ha ajustado al trabajo realizado por del Río, et al.,
acantilados altos, bajos y sedimentos cuaternarios “Los espacios protegidos de la costa gaditana”, capítu-
asociados, que se denomina Costa da Morte; hacia lo 5 de la obra recogida en la bibliografía como
el norte, el Golfo Ártabro dibuja una costa lobulada Gracia, 2008.
con acantilados bajos; sigue una costa rectilínea con
acantilados altos y mega-acantilados, que abarca la La localización y morfología de los acantilados ga-
costa ferrolana y la del sector Prioriño-Ortegal; an- ditanos depende de la dinámica costera y, sobre
tes de salir de la provincia de A Coruña para ingre- todo, del factor geológico, tanto por la tectónica
sar en la lucense, aparece un último tramo formado como por los materiales constituyentes (del Río &
por una costa mixta con acantilados bajos y altos Gracia, 2005). Esta situación origina una gran va-
entre el Cabo Ortegal y la Punta de Estaca de Bares; riedad morfológica y dinámica en los acantilados,
ya en Lugo, aparecen dos tipos: una costa en sierra incluyendo tramos de costa arenosa con acantilados
con acantilados altos, correspondiente a la comarca bajos traseros, como en la zona de Aguadulce-La
de A Mariña Occidental, y una costa lineal con Ballena (entre Chipiona y Rota), hasta tramos con
acantilados altos que se desarrolla en las comarcas acantilados de gran altura que caen directamente
de A Mariña Central y A Mariña Oriental, además sobre el mar, como en La Breña (Barbate).
de la parte occidental de Asturias.

La costa atlántica del archipiélago


■ Costa atlántica andaluza de las Islas Canarias

La costa atlántica andaluza se desarrolla entre la Para esta descripción de la distribución geográfica
desembocadura del río Guadiana, en la localidad se ha utilizado el texto realizado por Amalia Yanes
onubense de Ayamonte, frente a las costas portu- Luque y Ester Beltrán Yanes para la ficha 1250,
guesas de Algarve, y la Punta Tarifa. Se encuentran “Acantilados con vegetación endémica de las costas
representadas dos provincias, la de Huelva y la de macaronésicas”. Se aporta el texto a continuación.
Cádiz. Destaca, en su conjunto, por las grandes for- Para conocer las categorías se insta a la lectura de la
maciones sedimentarias costeras marismeñas, duna- propia ficha 1250.
res y playeras, de dimensión kilométrica, pero tam-
bién alberga interesantes tramos costeros, sobre “Presentes en mayor o menor medida en todas las
todo en la provincia de Cádiz. islas, la distribución geográfica de los tres tipos de
costas acantiladas reseñadas no responde a un mis-
El litoral onubense es orográficamente suave y en- mo patrón locacional, pues varía de unas a otras el
cadena amplios entrantes marinos asociados a la emplazamiento de las estructuras volcánicas en las
17

presentación

que han sido labradas. De esta forma, la distribu- entre Caleta de Famara y Salinas de Janubio).
ción en cuestión es, grosso modo, la que sigue. • Categoría 2.6: costa N y E de Fuerteventura
(tramos entre Tostón y Corralejo; entre Puerto
del Rosario y Jacomar).
■ Costa con acantilados altos, muy altos • Categoría 2.7: costa NE y N de Gran Canaria
y megaacantilados sobre estructuras (tramos entre La Isleta y Punta Sardina).
volcánicas complejas y litología antigua • Categoría 2.8: costas de Lobos, La Graciosa,
Alegranza, Montaña Clara y Roques del Este y
Representativos de esta primera categoría son, en del Oeste.
líneas generales, los existentes en:

• Categoría 1.1: costa NE, N y NW de Tenerife


■ Costa con acantilados altos y bajos sobre
(tramos entre Santa Cruz y Valle Guerra; entre
depósitos sedimentarios terrestres
Icod de Los Vinos y Puerto Santiago).
y/o marinos antiguos y recientes
• Categoría 1.2: costa E, N y W de La Palma (tra-
mos entre Santa Cruz, Garafía y Tazacorte).
Representativos de esta tercera categoría son, en lí-
• Categoría 1.3: costa NE, N y SW de La Gomera
neas generales, los existentes en:
(tramos entre Punta Majona, Arguamul y Valle
Gran Rey).
• Categoría 3.1: costa NE-N, SE y W de Tenerife
• Categoría 1.4: costa E, N y NW de El Hierro
(tramos entre Santa Cruz y Buenavista; entre
(tramos entre Las Playas, El Gofo y Hoya del
Arico y Puerto Santiago).
Verodal).
• Categoría 3.2: costa NE, N y W de La Palma
• Categoría 1.5: costa NW, SW, S y SE de Lanza-
(tramos entre Santa Cruz, Punta Cumplida y
rote (tramos entre Punta Fariones y Caleta de
Tazacorte).
Famara; entre Salinas de Janubio y Bahía de
• Categoría 3.3: costa E, N y W de La Gomera
Ávila).
(tramos entre Puntallana, Agulo y Arguamul;
• Categoría 1.6: costa W, S y SE de Fuerteventura
entre Alojera y Valle Gran Rey).
(tramos entre Puerto Molinos, Istmo de La Pa-
• Categoría 3.4: costa E y N de El Hierro (Las
red y Jacomar).
Playas; tramos de El Golfo).
• Categoría 1.7: costa SW, W y NW de Gran Ca-
• Categoría 3.5: costa NE, E-SE y W-NW de Gran
naria (tramos entre Arguineguin y Agaete).
Canaria (tramos entre Las Palmas y Arguine-
guin; entre Andén Verde y Agaete).
■ Costa con acantilados altos y bajos sobre • Categoría 3.6: costa NW, W y SE de Lanzarote
estructuras volcánicas simples y litología (tramos entre Famara y La Santa; entre Punta de
reciente Papagayo y Bahía de Ávila).
• Categoría 3.7: costa W, SW y SE de Fuerteven-
Representativos de esta segunda categoría son, en tura (tramos entre Puerto de Los Molinos y Chi-
líneas generales, los existentes en: legua; península de Jandía).”

• Categoría 2.1: costa N, E y S-SW de Tenerife


(tramos entre Tacoronte y Buenavista; entre San- Costa acantilada mediterránea
ta Cruz y Arafo; entre Arico y Puerto Santiago).
• Categoría 2.2: costa E, S y W de La Palma (tra- Para la descripción de los acantilados mediterrá-
mos entre Santa Cruz, Fuencaliente y Tazacorte). neos, geoforma en la que se incluyen las cuevas cos-
• Categoría 2.3: costa S, SE y E de La Gomera teras de la costa mediterránea, se ha utilizado la
(tramos entre Valle Gran Rey, Playa Santiago y descripción realizada por Pau Balaguer Huguet,
Punta Majona). Lluís Gómez-Pujol y Joan Joseph Fornós Astò para
• Categoría 2.4: costa NE-N, S y W de El Hierro la ficha 1240 Acantilados con vegetación de las costas
(tramos entre Tamaduste, El Golfo y Hoya del mediterráneas con Limonium spp. endémicos. Se re-
Verodal; entre Las Playas, El Julan y Orchilla). producen aquí sus textos:
• Categoría 2.5: costa E, NE y W de Lanzarote “La distribución del tipo de hábitat Acantilados con
(tramos entre Bahía de Ávila y Punta Fariones; vegetación de las costas mediterráneas con Limonium
18 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

spp. endémicos se centra, tal y como su nombre tiladas de Salou y La Pineda, algunos sec-
indica, en la ribera mediterránea. En el estado espa- tores litorales, muy puntuales, al sur de
ñol, la ribera mediterránea comprende las comuni- Cambrils y el tramo costero comprendido
dades autónomas de Andalucía, Región de Murcia, entre la Urbanización Llastres y el Cap
Comunidad Valenciana, Catalunya e Illes Balears. Roig.
El tipo de hábitat que nos ocupa puede manifestar-
se en cualquier frente o pared de acantilado costero Zona 3. Sur de Catalunya – Castellón de la Plana.
de cualquiera de estas comunidades autónomas, así Esta zona está delimitada entre las inme-
como también en las zonas de Ceuta y Melilla e diaciones de Sant Carles de la Ràpita (Ta-
Islas Columbretes. rragona) y la zona del Palasiet (Castellón
de la Plana. Los enclaves costeros con ma-
Desde una perspectiva macroescalar hacia una de yor probabilidad de encontrar este tipo de
mayor detalle, podemos diferenciar dos zonas prin- hábitat son: las inmediaciones de Sant
cipales del estado español donde se desarrolla este Carles de la Rápita, el tramo litoral com-
tipo de hábitat: la Península Ibérica y las zonas in- prendido entre el Alcanar (Tarragona) y la
sulares. Urbanización del Abanico (Castellón), al-
gunos puntos de las vertientes marítimas
Definiendo con mayor precisión la distribución de de la Sierra de Irta, algunos puntos disper-
este tipo de hábitat mediterráneo, se pueden dife- sos de los litorales del Parc Natural del
renciar 13 zonas referidas a ámbitos geográficos Prat de Cabanes-Torreblanca, Torre de la
concretos. La mención de estas 13 zonas no excluye Sal, Oropesa del Mar y el Palasiet.
la posibilidad de encontrar desarrollado este tipo de
hábitat en otro ámbito geográfico. A continuación Zona 4. Islas Columbretes. Este tipo de hábitat
se especifican una serie de detalle, de cada una de puede encontrarse en buena parte del ar-
estas 13 zonas en las que aparece el tipo de hábitat chipiélago de las Columbretes, tanto en
que nos ocupa: l’Illa Grossa, en el Mancolibre, el Mascara
y la Ferrera e islas e islotes menores que
Zona 1. Norte de Catalunya. Esta zona se extiende presenten escarpes y acantilados de cierta
desde la zona de Portbou de manera prác- consideración.
ticamente ininterrumpida hasta la zona de
Tossa de Mar, Lloret de Mar y Blanes. Po- Zona 5. Se trata de una serie de enclaves costeros
dría decirse que este tipo de hábitat se muy puntuales localizados en el segmento
desarrolla en buena parte de las costas litoral comprendido entre el Dosel (sur
acantiladas de la Costa Brava. del Parque Natural de la Albufera de Va-
lencia) y la zona del Racó. El hábitat que
Zona 2. Sur de Catalunya. Se extiende desde el sur nos ocupa se distribuye a lo largo del lito-
del núcleo de Castelldefels, en las inme- ral del hito geográfico llamado El Faro.
diaciones del Parc Natural del Garraf, has-
ta la zona del Cap Roig (Tarragona) al Zona 6. Alicante. Este sector de distribución ho-
norte del Delta del Ebro. En esta zona el mogénea del hábitat se extiende a lo largo
hábitat no presenta una distribución apa- del tramo litoral comprendido entre los
rentemente tan uniforme como en la an- acantilados localizados entre Dénia y el
terior. En las que con mayor probabilidad Cabo de Sant Antoni y la zona de Pino-
se desarrolla este hábitat son los tramos mar – La Mata (al norte de Torrevieja).
costeros correspondientes a los acantila- Las subzonas con mayor presencia de este
dos de la zona de Garraf (entre los núcleos hábitat se localizan en los siguientes tra-
de Castelldefels y Sitges), algunos puntos mos costeros: segmeto litoral comprendi-
del litoral localizados entre Sitges y Vila- do entre Dénia y el Cabo de Sant Antoni,
nova i la Geltrú, la zona de Santa Llucia tramo litoral comprendido entre la zona
(al sur de Vilanova i la Geltrú), algunos del Sur de Jávea, el Portixol, Cabo de la
puntos de la costa de Tamarit, Torredem- Nao, los acantilados del núcleo de Morai-
barra y Coma-ruga, las costas altas o acan- ra hasta alcanzar las vertientes marítimas
19

presentación

del Parque del Peñón de Ifach, la zona de Calnegre, en las costas de Calnegre, Cabo
la Talaia (al sur de Calpe), el tramo litoral Cope y Puntas de Calnegre y costas altas
comprendido entre el núcleo de l’Albir y y acantiladas comprendidas entre las in-
la parte más oriental del núcleo de Beni- mediaciones de la urbanización Todosol y
dorm, zona de Torres (NE de Villajoyosa), el Núcleo de Águilas (inclusive).
inmediaciones de Pueblo Acantilado, al-
gunos puntos al sur del Núcleo de el Zona 8. Almería. Al igual que la zona anterior, se
Campillo, inmediaciones del Faro (este de trata de otra zona de distribución homogé-
Alicante, en el Residencial Venecia IV), en nea de este hábitat en las costas de la pro-
el tramo costero comprendido entre los vincia de Almería. La distribución del há-
Arenales del Sol y las Casas del Cap y al- bitat se desarrolla principalmente entre el
gunos puntos de las costas acantiladas lo- sur de la central térmica de Carboneras y
calizadas entre la Mata y el norte del Nú- el Cabo de Gata (figura 1.6). Los enclaves
cleo de Torrevieja. en los que se desarrolla este hábitat son: en
las costas comprendidas entre las inmedia-
Zona 7. Murcia. Se trata de otro sector bastante ciones del sur de la central térmica de Car-
homogéneo cuya distribución del tipo de boneras, los acantilados de la Mesa de Rol-
hábitat que nos ocupa, se desarrolla en las dán hasta la parte oriental del núcleo de
costas de la Comunidad Autónoma de Agua Amarga, el sector litoral comprendi-
Murcia. La distribución general del hábi- do entre el sur del núcleo de Agua Amarga
tat comprende entre la zona de Veneziola y el Cabo de San Pedro, en las costas acan-
(flanco sur de la bocana de la Manga del tiladas cercanas al núcleo de las Negras, los
Mar Menor) y la zona del núcleo de Águi- acantilados marinos localizados en las in-
las (ver figura 1.6). Detallando más la es- mediaciones de los núcleos de la Isleta y de
cala, los enclaves costeros en donde pode- los Escollos, en las inmediaciones de las
mos encontrar este tipo de hábitat son: en costas de San José, y prácticamente en la
las inmediaciones de la zona de la Ve- totalidad de las costas orientales y noro-
neziola (flanco sur de la bocana de la rientales del Cabo de Gata.
Manga del Mar Menor), sector litoral
comprendido entre el Cabo de Palos y Zona 9. Granada - Málaga. Esta zona se extiende a
Portman, los acantilados marinos de la lo largo de una serie de tramos litorales
zona de Valle de Escombreras, el sector acantilados de las provincias de Granada y
litoral comprendido entre el sur de Carta- Málaga. En esta zona el tipo de hábitat se
gena, zona de El Portús, hasta el Puntal de extiende desde las zonas de la Rábita
la Azohia, algunos puntos de las costas del (Granada) hasta las zonas de Torremoli-
sur de Mazarrón, Urbanización Bahía y el nos-Benalmádena (ver figura 1.6). Con
Castellar, puntos dispersos en el tramo mayor detalle puede especificarse que el
costero comprendido entre el Bolnuevo y hábitat se localiza en los tramos costeros

Mallorca
Menorca
Baleares Eivissa
Cataluña
Formentera
Comunidad Valenciana Islas
Península Ibérica Archipiélago de Cabrera
Murcia (ámbitos insulares)
Andalucía
Islas Columbretes

Figura 1.6
Esquema de la distribución, desde una perspectiva macroescalar, del tipo de hábitat Acantilados con
vegetación de las costas mediterráneas con Limonium spp. endémicos.
20 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

comprendidos entre la Rábita y litoral, es rocoso y suele presentar alturas


las costas de Castillo de Baños, en correspondientes a costas altas y acantila-
las inmediaciones de la Torre Nue- das. En la isla de Formentera, a pesar a de
va (Granada), en el tramo litoral la aparente abundacia de depósitos de pla-
comprendido entre el flanco occi- ya costas bajas, las costas altas (con alturas
dental de La Herradura y las in- mayores a los 3 m) constituyen entre un
mediaciones de la Playa de Salón 45% y un 50% del total de la línea de cos-
(Málaga), en la Punta de Torrox, ta. Según unas estimaciones hechas a par-
en las inmediaciones del Rincón tir de trabajos correspondientes a una cla-
de la Victoria y Cala del Maral (al sificación de la línea de costa (IMEDEA,
este del núcleo urbano de Málaga) 2007) teniendo en cuenta la respuesta de
y en las costas rocosas acantiladas los materiales frente a un posible vertido
de las zonas cercanas a Torremoli- de hidrocarburos, los acantilados con vege-
nos y Benalmádena. tación con Limonium spp. en Eivissa pue-
den desarrollarse entre un 57,5% y un
Zona 10. Eivissa y Formentera. Las islas de Eivissa y 38,9% del litoral y en Formentera entre
Fomentera (Illes Balears) constituyen esta un 41,5% y un 31,6% del litoral. Se con-
zona de distribución del tipo de hábitat sidera que aproximadamente éste es el um-
que nos ocupa (ver figura 1.6). En cuanto bral de extensión en el que este tipo de
a la isla de Eivissa, la mayor parte de su hábitat se podría desarrollar.

Figura 1.7
Zonificación utilizada
para establecer el
ámbito de distribución
de los Acantilados con
vegetación de las costas
mediterráneas con
Limonium spp.
endémicos.
21

presentación

Zona 11. Archipiélago de Cabrera. El Archipiélago aproximadamente, lo constituyen cos-


de Cabrera (Illes Balears) constituye esta tas modificadas por la ación del hom-
zona de distribución del tipo de hábitat bre. Según unas estimaciones hechas a
que nos ocupa. La mayor parte del lito- partir de trabajos correspondientes a
ral del archipiélago es rocoso y buena una clasificación de la línea de costa te-
parte del litoral formado por materiales niendo en cuenta la respuesta de los
no consolidados (playas y costas de acu- materiales frente a un posible vertido
mulación) suele corresponder a playas de de hidrocarburos, los acantilados con
cantos, gravas y guijarros. El litoral roco- vegetación con Limonium spp. puede
so del Archipiélago de Cabrera suele pre- desarrollarse entre un 51,5% y un
sentar alturas correspondientes a costas 40,1% del litoral. Se considera que
altas y acantiladas. Según unas estima- aproximadamente éste es el umbral de
ciones hechas a partir de trabajos corres- extensión en el que este tipo de hábitat
pondientes a una clasificación de la línea se podría desarrollar.
de costa teniendo en cuenta la respuesta
de los materiales frente a un posible ver- Zona 13. Menorca. La última zona en la que he-
tido de hidrocarburos, los acantilados mos dividido el hábitat la constituye la
con vegetación con Limonium spp. pue- isla de Menorca. La mayor parte del li-
den desarrollarse entre un 82,1% y un toral de la isla es rocoso y suele presen-
74% del litoral, siendo la zona de las tar alturas correspondientes a costas al-
Illes Balears con una mayor extensión tas y acantiladas (>  3 m de altura). La
potencial en la que puede desarrollarse distribución de acantilados es práctica-
este tipo de hábitat. mente a lo largo de la mayor parte del
perímetro de la isla. Según unas estima-
Zona 12. Mallorca. La isla de Mallorca (Illes Ba- ciones hechas a partir de trabajos corres-
lears) constituye otra zona de distribu- pondientes a una clasificación de la lí-
ción del tipo de hábitat que nos ocupa. nea de costa teniendo en cuenta la
La mayor parte del litoral de la isla es respuesta de los materiales frente a un
rocoso y suele presentar alturas corres- posible vertido de hidrocarburos, los
pondientes a costas altas y acantiladas. acantilados con vegetación con Limo-
Se estima que alredeor de un 80% del nium spp. pueden desarrollarse entre un
litoral está formado por costas rocosas, 52,7% y un 36,7% del litoral. Se consi-
un 10% por costas formadas por mate- dera que aproximadamente éste es el
riales no consolidados (la mayor parte umbral de extensión en el que este tipo
playas de arena) y el 10% restante, de hábitat se podría desarrollar.
2. CARACTERIZACIÓN ecológica

2.1. Regiones naturales • 11 (tipo de hábitat 1250): 25,89.


• 12 (tipo de hábitat 1250): 0,05.
Existe un problema para la determinación de la • 13 (tipo de hábitat 1250): 89,16.
superficie ocupada en la actualidad por las cuevas
sumergidas y semisumergidas en el litoral español, • Sí existe superficie de referencia para el tipo de
y ello se refiere a su falta de tratamiento en este hábitat 8330: 1,02.
sentido. En los datos que aporta el Ministerio de
Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, actua- • 21 (tipo de hábitat 1250): 72,11.
lizados en 2004-2005, a partir del análisis de orto- • 22 (tipo de hábitat 1250): 50,70.
fotos y mapas, no aparece este tipo de hábitat al • 23 (tipo de hábitat 1250): 14,93.
no ser visible. Su cartografiado y localización,
como se indica en el apartado de seguimiento de
la superficie ocupada, deberán ser una prioridad Nivel 3
para establecer esta extensión. El tipo de hábitat
general en el que se incluyen estas geoformas es el • 2111 (Galicia) (tipo de hábitat 1230): 31,19.
de los acantilados costeros, que sí cuentan con in- • 2221 (Cantabria) (tipo de hábitat 1230): 533,38.
formación en este sentido. Puesto que, como que- • 2223 (Galicia norte y Asturias) (tipo de hábitat
da especificado en los apartados correspondientes, 1230): 685,79.
la mayor parte de los tramos acantilados son sus- • 3111 (Huelva - Ayamonte) (tipo de hábitat
ceptibles de evolucionar parcialmente con un sis- 1240): 2,06.
tema de cuevas, se presentarán entonces los datos • 3112 (Almería - Granada - Málaga) (tipo de há-
de los diferentes tipos de acantilados costeros, bitat 1240): 109,70.
como ambiente de potencial desarrollo de las cue- • 3114 (Valencia - Baleares) (tipo de hábitat 1240):
vas costeras. 103,64.
• 3115 (norte prov. Cádiz) (tipo de hábitat 1240):
0,06.
Nivel 1. Regiones naturales • 3116 (Huelva - Doñana) (tipo de hábitat 1240):
0,90.
• 2 (Atlántica) (tipo de habitat 1230): 1.250,36. • 3211 (sur prov. Cádiz) (tipo de hábitat 1240):
• 3 (Mediterráneo y Golfo de Cádiz) (tipo de hábi- 0,77.
tat 1240): 431,17. • 3311 (Gerona-Barcelona) (tipo de hábitat 1240):
• 4 (Archipiélago Canario) (tipo de hábitat 1250): 47,08.
115,11. • 3313 (Barcelona - Tarragona) (tipo de hábitat
1240): 166,97.
Sí existe superficie de referencia para el tipo de há-
bitat 8330: 1,02.
Nivel 4

Nivel 2 • 21111 (tipo de hábitat 1230): 31,19.


• 22211 (tipo de hábitat 1230): 480,58.
• 211 (tipo de hábitat 1230): 31,19. • 22212 (tipo de hábitat 1230): 52,80.
• 222 (tipo de hábitat 1230): 1.219,17. • 22231 (tipo de hábitat 1230): 431,87.
• 311 (tipo de hábitat 1240): 216,36. • 22232 (tipo de hábitat 1230): 253,91.
• 321 (tipo de hábitat 1240): 0,77. • 31111 (tipo de hábitat 1240): 2,06.
• 331 (tipo de hábitat 1240): 214,05. • 31121 (tipo de hábitat 1240): 109,70.
24 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

• 31141 (tipo de hábitat 1240): 12,10. • 32111 (tipo de hábitat 1240): 0,77.
• 31142 (tipo de hábitat 1240): 91,54. • 33111 (tipo de hábitat 1240): 47,08.
• 31151 (tipo de hábitat 1240): 0,06. • 33131 (tipo de hábitat 1240): 162,54.
• 31163 (tipo de hábitat 1240): 0,90. • 33132 (tipo de hábitat 1240): 4,43.

Tabla 2.1
Tablas de caracterización de los diferentes tipos de acantilados costeros, como ambientes potenciales
de cuevas submarinas.

Tabla generalización
Nivel Sup. Sup. Total Porcentaje
ID CodUE Hábitat
Simplif Hábitat del Hábitat en Reg. Nat.
Acantilados con vege-
  157 ATL2 1230 tación de las costas    3,43554715 2.304,09390933 0,14910621203799
atlánticas y bálticas
Acantilados con vege-
  189 ATL3 1230 tación de las costas    178,263514231 2.304,09390933 7,73681634716168
atlánticas y bálticas
Acantilados con vege-
  293 ATL6 1230 tación de las costas    719,515250039 2.304,09390933 31,2276876877916
atlánticas y bálticas
Acantilados con vege-
  348 ATL7 1230 tación de las costas 1.402,101559926 2.304,09390933 60,8526221196302
atlánticas y bálticas
Acantilados con vege-
1742 MED42 1230 tación de las costas 0,778037984 2.304,09390933 3,37676333785476E-02
atlánticas y bálticas

Tabla generalización
Nivel Sup. Sup. Total Porcentaje
ID CodUE Hábitat
Simplif Hábitat del Hábitat en Reg. Nat.
Acantilados con vege-
tación endémica de
464 MAC1 1250 5,04071766 167,09232286 3,01672606719545
las costas macaroné-
sicas
Acantilados con vege-
tación endémica de
488 MAC4 1250 40,470795775 167,09232286 24,2206195247575
las costas macaroné-
sicas
Acantilados con vege-
tación endémica de
520 MAC6 1250 55,490629779 167,09232286 33,2095627310738
las costas macaroné-
sicas
Acantilados con vege-
tación endémica de
543 MAC2 1250 51,635812821 167,09232286 30,9025644848229
las costas macaroné-
sicas
Acantilados con vege-
tación endémica de
561 MAC7 1250 14,454366825 167,09232286 8,65052719215038
las costas macaroné-
sicas

Sigue
25

Caracterización ecológica

Continuación Tabla 2.1

Tabla generalización
Nivel Sup. Sup. Total Porcentaje
ID CodUE Hábitat
Simplif Hábitat del Hábitat en Reg. Nat.
Acantilados con vege-
tación de las costas
  951 MED19 1240 mediterráneas con Li-   6,97156563 917,981996331   0,759444701297414
monium spp. endémi-
cos
Acantilados con vege-
tación de las costas
1015 MED20 1240 mediterráneas con Li-   7,935700246 917,981996331   0,864472318380697
monium spp. endémi-
cos
Acantilados con vege-
tación de las costas
1382 MED31 1240 mediterráneas con Li- 141,389576854 917,981996331 15,40221675578690
monium spp. endémi-
cos
Acantilados con vege-
tación de las costas
1658 MED40 1240 mediterráneas con Li-   4,009151327 917,981996331   0,436735289256632
monium spp. endémi-
cos
Acantilados con vege-
tación de las costas
1791 MED43 1240 mediterráneas con Li-   44,114576962 917,981996331 4,80560371971538
monium spp. endémi-
cos
Acantilados con vege-
tación de las costas
1894 MED46 1240 mediterráneas con Li-   42,269169754 917,981996331 4,60457502684605
monium spp. endémi-
cos
Acantilados con vege-
tación de las costas
1988 MED49 1240 mediterráneas con Li- 362,622834686 917,981996331 39,5021728242313
monium spp. endémi-
cos
Acantilados con vege-
tación de las costas
2145 MED53 1240 mediterráneas con Li- 160,441804248 917,981996331 17,4776634933207
monium spp. endémi-
cos
Acantilados con vege-
tación de las costas
2183 MED54 1240 mediterráneas con Li- 63,53909957 917,981996331 6,92160628682847
monium spp. endémi-
cos
Acantilados con vege-
tación de las costas
2225 MED6 1240 mediterráneas con Li-   75,181102536 917,981996331 8,18982320312213
monium spp. endémi-
cos
Acantilados con vege-
tación de las costas
2347 MED9 1240 mediterráneas con Li-   9,507414518 917,981996331 1,03568638121437
monium spp. endémi-
cos
26 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Figura 2.1
Regiones naturales para la red Natura 2000. Amplitud geográfica potencial de las cuevas marinas
sumergidas y semisumergidas en la Península Ibérica.
Datos aportados por el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino.

Figura 2.2
Regiones naturales para la red Natura 2000 y nivel de corte 2 en ambientes terrestres para las islas Canarias.
Distribución potencial del tipo de hábitat de cuevas marinas sumergidas y semisumergidas
en las costas insulares macaronésicas.
Datos aportados por el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino.
27

Caracterización ecológica

Una de las conclusiones más importantes que se tación, y por tanto de formación de aguas modales
pueden obtener de la cartografía presentada es un en la zona de estudio (Pérez et al., 2000). En fase
desajuste claro entre la superficie anotada en las ba- positiva, se beneficia la evaporación y pérdida de
ses SIG y la distribución real de los acantilados. calor en la capa superficial del océano, siendo favo-
Esto se debe a un problema de escalas, poco exactas recidas la formación y subducción de agua modales
en el presente trabajo y que necesitan de una actua- frías y salinas. En cambio, en la fase de dominancia
lización con el desarrollo de una fotointerpretación de vientos del sur, se favorece la precipitación, dan-
de detalle y una validación de campo que permita do lugar a la formación de aguas modales cálidas y
conocer la extensión verdadera de los tramos acan- menos saladas que, a su vez, no aminoran la sub-
tilados peninsulares y canarios y, por lo tanto, del ducción de las mismas hacia el océano interior (Pé-
ambiente en el que se pueden desarrollar las cuevas rez et al., 1995).
marinas.
El vertido de agua mediterránea al Atlántico en el
estrecho de Gibraltar y la subsiguiente evolución,
2.2. Demarcaciones distribución y mezcla por la cuenca atlántica ha
hidrográficas sido ampliamente estudiado (Tsimplis & Bryden,
e identificación de masas 2000; Lorga & Lozier, 1999; Mauritzen et al.,
de agua superficiales 2001). Se verifica que una elevada parte del trans-
porte total de agua mediterránea se efectúa en for-
Las costas cantábrica y del noroeste se incluyen en ma de meddies, remolinos aislados del patrón gene-
las demarcaciones hidrográficas Norte, Galicia Cos- ral que se han llegado a trazar hasta costa gallega
ta y Miño. La costa del País Vasco se encuentra en (Paillet et al., 1999). En los últimos años, parece
la demarcación Norte y el ámbito de aplicación que el agua mediterránea está experimentando un
Norte III, el litoral de Cantabria y Asturias pertene- calentamiento y salinización (Rohling & Bryden,
ce a la misma demarcación y el ámbito Norte II. Si 1992). Consecuentemente, es de esperar que las
se exceptúa la desembocadura del Miño, que perte- propiedades, distribución y circulación del MW en
necía a la demarcación Norte, ámbito Norte I, y la zona se vean, a su vez, afectadas. Estudios con
ahora pasará a depender de una nueva Confedera- modelos numéricos sugieren, para un escenario de
ción Hidrográfica, la del Miño-Sil, con cabecera en variabilidad climática, a las actuales tasas de cam-
la ciudad de Ourense, el resto de la costa gallega bio, el colapso a medio plazo de la formación de
pertenece a la demarcación Galicia Costa. agua profunda en el Mediterráneo que inducirían
variaciones en la MOW sobre el año 2100 (Torpe
Las costas atlánticas andaluzas se asocian a las cuen- & Bigg, 2000). Las observaciones en una estación
cas del Guadiana y del Guadalquivir, en concreto a fija al norte de Santander sugieren variaciones pro-
los ámbitos Guadiana II y Guadalquivir. gresivas en las propiedades de la MOW durante la
última década que podrían estar relacionadas con
En cuanto a las masas de aguas superficiales, las cambios detectados en las masas centrales y profun-
costas atlánticas españolas están afectadas por dos das del agua mediterránea (Glez-Pola & Lavín, en
masas de agua principales: Agua Central del Atlán- prensa), (Vargas et al., 2002).
tico Noreste (ENACW en sus siglas en inglés),
subdividida en dos masas de origen subtropical y En lo que se refiere a las aguas costeras que bañan
subpolar (Fraga, 1982; Fiuza et al., 1998). La va- los acantilados costeros atlánticos, la siguiente car-
riabilidad interanual de esta masa de agua está es- tografía aporta los sectores marinos que compren-
trechamente relacionada con los patrones de forza- den (en amarillo), los códigos de masa y nombre,
miento atmosférico, y se ha verificado su relación en el caso de que existan, la distribución de los
con la NAO (Huthnance et al., 2002). La Oscila- acantilados (en verde), y topónimos interiores y
ción del Atlántico Norte puede emplearse como costeros de referencia para que ayude a su localiza-
indicador de los patrones de evaporación y precipi- ción general.
28 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

■ Subregión Cantábrica

Sector Euskadi

Tramo Hondarribia-Zumaia

Tramo Zumaia-Bermeo
29

Caracterización ecológica

Tramo Cabo Matxitxaco-Ría de Oriñón

Sector Cantabria

Tramo Ría de Oriñón-Bahía de Santander


30 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Tramo Santander-Cóbreces

Tramo Comillas-Llanes (Sectores Cantabria y Asturias)

Sector Asturias

Tramo Llanes-Lastres
31

Caracterización ecológica

Tramo Lastres-Luanco

Tramo Luanco-Cabo Vidio

Tramo Cabo Vidio-Punta del Picón


32 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Tramo Navia-Foz (Sectores Asturias y Galicia)

Sector Galicia

Tramo Foz-Espasante
33

Caracterización ecológica

■ Subregión Atlántica Noroeste

Sector Galicia

Tramo Espasante-Ferrol

Tramo Ferrol-Baldaio
34 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Tramo Baldaio-Camariñas

Tramo Camariñas-Cee
35

Caracterización ecológica

Tramo Fisterra-Porto do Son

Tramo Porto do Son - A Lanzada


36 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Tramo A Lanzada - Cabo Estay

■ Subregión Atlántica Suroeste

Sector Andalucía

Tramo Barbate-Algeciras
37

Caracterización ecológica

En la costa mediterránea, las demarcaciones hidro- ción de los acantilados mediterráneos, área de po-
gráficas Mediterránea Andaluza, Segura, Júcar, tencial distribución de cuevas; en amarillo aparecen
Ebro, Internas de Cataluña y Baleares. las masas de agua costeras; en texto aparecen tanto
la nomenclatura (en negrita) como la división de las
En lo que se refiere a las masas de agua superficiales masas de aguas costeras, así como los topónimos
marinas, éstas pueden observarse en la cartografía continentales y costeros de referencia para la ubica-
siguiente. La misma contiene, en rojo, la distribu- ción de cada tramo.

■ Subregión Mediterránea Peninsular Meridional

Sector Andalucía

Tramo Marbella-Rincón de la Victoria


38 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Tramo Rincón de la Victoria-Acantilados de Maro

Tramo Acantilados de Maro-Castell de Ferro

Tramo Punta de Baños-Almerimar


39

Caracterización ecológica

■ Subregión Mediterránea Peninsular Sureste

Sector Andalucía

Tramo Cabo de Gata-Puerto de Carboneras


40 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Sector Andalucía-Sector Murcia

Tramo Garrucha-Cabo Cope


41

Caracterización ecológica

Sector Murcia

Tramo Cabo Cope-La Torrosa

Tramo Cartagena-Mar menor


42 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Sector Comunidad Valenciana

Tramo Mar Menor-Guardamar de Segura


43

Caracterización ecológica

Tramo Guardamar de Segura-Alicante

Tramo Alicante-Punta Albir


44 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Tramo Punta Albir-Cabo de San Antonio

■ Subregión Mediterránea Peninsular Este

Sector Comunidad Valenciana

Tramo Cabo de San Antonio-Playa de Gandía


45

Caracterización ecológica

Tramo Oropesa-Peñíscola

Sector Comunidad Valenciana y Cataluña

Tramo Peñíscola-Port dels Alfacs


46 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Tramo Delta del Ebro

Tramo L’Ampolla-Salou
47

Caracterización ecológica

■ Subregión Mediterránea Peninsular Noreste

Sector Cataluña

Tramo Salou-Cunit

Tramo Cunit-Delta del Llobregat


48 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Tramo Arenys de Mar-Platja d’Aro

Tramo Platja d’Aro-L’Estartit


49

Caracterización ecológica

Tramo L’Estartit-Cap de Creus

Tramo Cap de Creus-Punta del Falcó


50 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

■ Subregión Mediterránea Insular

Sector Ibiza

Tramo Formentera e Ibiza Sur

Tramo Isla de Ibiza


51

Caracterización ecológica

Sector Cabrera

Tramo Isla de Cabrera

Sector Mallorca

Tramo Isla Dragonera-Cap Blanc


52 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Tramo Porto Cristo-Cap Blanc

Tramo Bahía de Alcudia-Porto Cristo


53

Caracterización ecológica

Tramo Soller-Bahía de Alcudia

Tramo Soller-Isla Dragonera


54 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Sector Menorca

Tramo Isla de Menorca

Para caracterizar las masas de agua que afectan a las bañan las costas canarias constituyen un ramal des-
cuevas de las costas de las Islas Canarias, adjunta- gajado de la Corriente del Golfo, que alcanza una
mos el trabajo realizado por Amalia Yanes Luque y extensión de 1.500 km al ubicarse entre 15° y 30°
Ester Beltrán Yanes, para la ficha 1250: “Acantila- de latitud Norte, aunque las variaciones estaciona-
dos con vegetación endémica de las costas macaro- les de tal localización geográfica son importantes.
nésicas”. Su temperatura superficial oscila entre un mínimo
invernal de 16-18 °C y un máximo de 23-25 °C du-
rante el verano; registros que evidencian, en cual-
Región 1: Océano Atlántico quier caso, que en Canarias el ambiente general es
de aguas más frías que las que le correspondería por
■ Código Masa 1.2.4: Aguas superficiales su latitud, en respuesta a fenómenos de upwelling
costeras provocados por la presencia permanente del antici-
clón de Las Azores. Los valores de salinidad oscilan
En el contexto de las aguas superficiales contempla- a lo largo del año entre 36 y 37‰, mientras que los
das en la Directiva Marco del Agua (Directiva de su velocidad media se cifran en 0,1-0,2 m/s. A
2000/60/CE), las costeras son de protagonismo in- esta corriente se suma la debida a la acción de los
dudable, como es de esperar, en el tipo de hábitat vientos alisios que se dirigen hacia el suroeste; flujo
1250. A escala regional, sus rasgos oceanográficos de corriente eólica de 0,2 m/s y ráfagas de vientos
más relevantes están íntimamente relacionados con más intensos cuando los alisios soplan al menos a 5
la Corriente de Canarias y con el persistente soplo m/s (Fernández-Palacios & Martín Esquivel, 2001).
de los alisios del NE, toda vez que sus islas, forman- En cuanto al contenido y concentración de nutrien-
do parte de la región hidrográfica del Océano At- tes en la capa fótica, éstos son, en general, bajos,
lántico Norte, se sitúan entre 27-29° de latitud por lo que las aguas costeras canarias son oligotró-
Norte y 13-16° de longitud Oeste. Las aguas que ficas. Con todo, estos caracteres varían de modo
55

Caracterización ecológica

notable de este a oeste del archipiélago, dada la in- litoral favorece también el asentamiento de colo-
teracción de las aguas del Atlántico central con las nias estables de cetáceos y la presencia de numero-
afloradas en el litoral noroeste de África; también el sas especies oceánicas —como atunes, tortugas,
efecto que provoca la presencia de las islas, al pro- etc.— que se acercan al litoral canario en sus rutas
piciar remolinos en la corriente general a sotavento migratorias (Fernández-Palacios & Martín Esqui-
de las mismas, con la consiguiente influencia en la vel, 2001). Por su parte, los fondos arenosos abier-
formación y transporte de materia orgánica (Fer- tos suelen aparecer, con frecuencia, limpios de ve-
nández-Palacios & Martín Esquivel, 2001). getación, contando en todo caso con algas
microscópicas (Caulerpa). Con todo, entre 10 y 35
El fenómeno hidrodinámico de mayor relevancia m de profundidad se advierte la existencia en algu-
en relación con las aguas que bordean el frente cos- nos de esos fondos de sebadales, praderas de Cymo-
tero insular es el oleaje. Aunque se tratará en el docea nodosa que contribuyen a la estabilización de
apartado de factores biofísicos de control, puede las arenas mediante su sistema radicular, acogen un
apuntarse que el régimen habitual resulta de la alto porcentaje de algas filamentosas, invertebrados
combinación de mar de viento (sea) y de mar de y peces y generan una cantidad notable de materia
fondo (swell); por tanto, de oleaje local y lejano, orgánica debido al desprendimiento de una elevada
respectivamente, fruto el primero de la incidencia biomasa foliar a lo largo del año (Fernández-Pala-
de los alisios en la región de Canarias y el segundo cios & Martín Esquivel, 2001).
de la llegada a las islas de trenes de olas procedentes,
por lo común, de las latitudes templadas (Yanes et
al., 2005 y 2007). En ambos casos, el rango de ma- Región 1: Océano Atlántico
rea condiciona en gran medida la franja litoral so-
bre la que actúan. De tipo semidiurno, los valores ■ Código Masa 1.2.4: Aguas superficiales
de las dos pleamares y bajamares que se suceden a continentales y de transición
diario varían a lo largo del año entre 2-2,5 m y 30-
50 cm, con máximos equinoccionales y mínimos Las aguas superficiales continentales y de transición
durante los solsticios. son de escasa significación en el tipo de hábitat ob-
jeto de análisis, considerando la historia volcánica
El hecho de que las aguas costeras de Canarias sean de Canarias y su emplazamiento en el ámbito sub-
relativamente frías, euhalinas y oligotróficas des- tropical. Ambos hechos imprimen rasgos específi-
empeña un papel fundamental en el poblamiento cos a la organización hidrológica, definida, en lo
biológico de sus acantilados y de los fondos oceá- esencial, por barrancos que permanecen secos du-
nicos de los que emergen. Inciden también en ese rante amplios períodos de tiempo.
poblamiento la continuada labor de las olas y la
persistencia del spray marino; asímismo, la caren- La existencia de sistemas de drenaje interferidos en
cia de una plataforma litoral extensa, pues, a excep- grado variable por el volcanismo revela que, si bien
ción de Lanzarote y Fuerteventura, cada isla dispo- el relieve de Canarias esté compartimentado por
ne de una reducida plataforma propia, cuyo tamaño numerosas cuencas hidrográficas, sean amplias las
varía, no obstante, según la edad del volcanismo. superficies sin drenaje o con él muy incipiente. En
De esta forma, la vegetación de la cima de muchos efecto, en las áreas de mayor antigüedad no rejuve-
escarpes se reduce, por lo general, a un matorral necidas por aportes volcánicos posteriores lo carac-
subdesértico de Euphorbiaceas y a comunidades ru- terístico son las incisiones torrenciales con desnive-
pícolas, mientras que el spray marino sólo permite, les de 500 a 1.000 m, con amplias cabeceras, tramos
en su base y frente, especies estrictamente halófilas. medios y bajos de escasa longitud y desembocadu-
Las comunidades de algales (Cystoseira, Gelidium, ras estrechas. Por el contrario, donde la actividad
Corallina) son de amplio desarrollo en los fondos eruptiva es reciente, e incluso histórica, son habi-
rocosos intermareales y submareales. En ellos se tuales las cuencas surcadas por cauces de reducido
registra además una activa interacción de peces pe- encajamiento, cabeceras pequeñas y tramos medios
lágicos y bentónicos, propiciando una elevada ri- y desembocaduras angostas. Entre ellas se localizan,
queza de especies que está tendiendo a disminuir, con frecuencia, extensiones más o menos amplias
sin embargo, por sobreexplotación pesquera. La sin escorrentía, pues la porosidad y permeabilidad
existencia de grandes profundidades muy cerca del de los materiales recién emitidos propician una rá-
56 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

pida infiltración del agua de lluvia (Romero et al., drenaje normal mientras en otras ocasiones las gale-
2004 y 2006). rías y espacios aéreos quedan inundados por crecida
de caudales o inundación mareal; extensos substra-
Lo escaso y esporádico de las precipitaciones expli- tos rocosos, húmedos y con superficies verticales
ca, por su parte, que el avenamiento sea ciertamen- resbaladizas; fuentes de alimento para la fauna tro-
te ocasional. En este sentido, se debe sopesar que glógena, troglófila y troglobia generalmente escasas
Canarias, a pesar de ser barrida por las borrascas y desigualmente distribuidas, con ausencia de orga-
atlánticas en su descenso latitudinal, participa de la nismos fotosintetizadores y materiales vegetales ver-
irregularidad y torrencialidad propias de los trópi- des, y con predominio de detritos de materia orgá-
cos (Marzol et al., 2006). De ello resultan, en últi- nica introducidos por percolación e inundación,
ma instancia, fuertes aguaceros que desencadenan junto con restos troglógenos (también para cuevas
casi de inmediato el funcionamiento de las redes de con gran desarrollo interno).
drenaje, lo que se produce siempre en cuencas pe-
queñas, inferiores a 100 km2, pero de acusados des-
niveles. Es durante el desarrollo de estos episodios Factores marinos que controlan las cuevas
de lluvias de gran concentración horaria cuando las marinas y su hábitat
aguas superficiales y de transición adquieren impor-
tancia; máxime si se tiene en cuenta que pueden Incluidas en los frentes acantilados rocosos, los
generar cambios en el territorio. Exponente claro de principales factores que intervienen en la morfodi-
esta situación es, por ejemplo, lo ocurrido en el Va- námica de los acantilados de las costas atlánticas
lle de La Orotava (norte de Tenerife) durante el españolas son el oleaje, el rango mareal y la frecuen-
aluvión de 1826, al que se debió la obturación de cia de los temporales. Se habla, pues, por ejemplo,
lechos, la apertura de nuevos cauces en algunas de las variaciones energéticas del oleaje y de las va-
cuencas hídricas y el avance de su costa en unos riaciones en los rangos mareales, pero es necesario
200 m por acumulación de una notable carga sólida recordar también la importancia de los niveles rela-
(Quirantes et al., 1993). tivos del mar.

2.3. Factores biofísicos ■ El efecto de las mareas


de control
Los rangos mareales aumentan, en general, hacia el
Según Galán & Herrera, 1998, las principales ca- norte, aunque puede haber anomalías derivadas de
racterísticas del ambiente hipogeo, nombre con el la comparación de datos obtenidos en ámbitos
que se conoce el ambiente de las cuevas subterrá- geomorfológicos muy distintos, como por ejemplo
neas, son: la perpetua oscuridad total —aquí mati- el fluvial del río Guadalquivir, el puerto de Bilbao,
zada en muchos casos por el escaso desarrollo de las en una ría cerrada, o el de Gijón en una costa más
cuevas costeras—; la elevada humedad relativa; la expuesta. La influencia de las mareas es importante
compleja red tridimensional de espacios, de con- en lo que se refiere al alcance continental de la lá-
ductos y galerías de muy diversos tamaños; las po- mina de agua y la proyección de los oleajes, pudien-
sibles elevadas concentraciones de CO2 y otras mez- do configurar edificios endogeomorfológicos de
clas de gases, incluyendo algunos gases letales (esto, mayor tamaño longitudinal y superior aboveda-
principalmente, para cuevas muy profundas en sis- miento, además de desarrollar zonaciones biológi-
temas cavernícolas calizos costeros); el bajo conteni- cas originales y diferentes. El efecto de las mareas
do de oxígeno disuelto en las aguas, que pueden sobre los seres vivos en costas rocosas está amplia-
quedar estancadas o aisladas temporalmente del mente estudiado:
57

Caracterización ecológica

Carrera (cm)
Mareógrafo Período de datos
Mínima Media Máxima
Bilbao 99 286 503 1993-2003

Santander 99 286 501 (502) 1993-2003

Gijón 99 282 496 1996-2003

A Coruña 86 259 458 (500) 1993-2003

Vilagarcía 79 244 423 1997-2003

Vigo 82 242 421 (492) 1993-2003

Mazagón (Huelva) 75 227 400 1997-2003

Sevilla (Bonanza) 66 204 347 1997-2003

Cádiz (400)

Tarifa (218)

Ceuta (171)

Algeciras (158)

Málaga 13   47   (83) 1997-2003

Palma de Mallorca   (93)

Rosas   (96)

Tenerife 47 158 285 1997-2003

Puerto de la Luz 47 165 297 (336) 1997-2003

Santa Cruz de la Palma 311

Fuente:  Red de Mareógrafos, Puertos del Estado. Datos pertenecientes al Atlas Nacional de España ofrecidos por el IGN en 1990.

Tabla 2.2
Rangos mareales.

■ El efecto del oleaje gran medida, de la energía del oleaje y la disposi-
ción de las geoformas rocosas en la costa.
La energía del oleaje es otro parámetro de notable
importancia en la distribución de los seres vivos en El ambiente energético del oleaje muestra claras di-
la costa rocosa y, en especial, en las cuevas marinas. ferencias entre los sectores cantábrico, atlántico no-
Además, del patrón, su direccionalidad y las fre- roeste y atlántico suroeste, y mediterráneo. Las cos-
cuencias energéticas, dependerá una mayor o me- tas cantábrica y atlántica noroeste están sometidas a
nos colonización y desarrollo de los aparatos endo- un oleaje más energético que la costa atlántica an-
geomorfológicos costeros. No hay que olvidar, daluza, siendo frecuentes las olas de más de tres
tampoco, el efecto de las salpicaduras y el spray sa- metros de altura significante. Con menores alturas
lino sobre las comunidades vivas de los ámbitos de olas aparece la costa mediterránea, como puede
rocosos del litoral, algo que depende también, en observarse en las tablas 2.3 y 2.4.
58 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Boyas
(1) (1) (2) (2)
Bilbao Gijón Peñas Bares Coruña(1) Vilano(2) Silleiro(1) Cádiz(1)
<0,5 5,64 3,82 0,82 0,13 1,55 0,14 1,77 24,68

1, 34,38 28,08 18,56 8,37 20,35 8,42 21,66 49,23

  1,5 26,40 27,63 24,85 19,2 25,34 18,62 26,55 15,64

2, 14,74 16,78 19,63 20,37 18,04 19,82 17,64 5,27

  2,5 8,60 10,22 14,04 15,9 12,56 17,28 11,85 2,71


Hs (m)

3, 4,94 5,93 8,51 12,55 8,17 13,31 7,85 1,22

  3,5 2,69 3,53 5,57 7,51 5,53 8,07 5,16 0,62

4, 1,38 1,66 3,33 5,24 3,35 5,27 2,96 0,34

  4,5 0,64 1,12 1,93 3,49 2,11 3,33 1,86 0,18

5, 0,33 0,68 1,17 2,65 1,3 2,16 1,19 0,58

>5,0 0,20 0,51 1,56 4,55 1,68 3,56 1,48 0,37


(1) (2)
  Boya costera.    Boya exterior.
Fuente:  Red de Boyas de Puertos del Estado. Período variable próximo o superior a una década.

Tabla 2.3
Altura significante en las costas atlánticas, en porcentaje.

Boyas
Cabo Cap de Tenerife Las
Málaga(1) Almería(2) Tarragona(1) Mahón(2)
Palos(1) Pera(1) Sur(2) Palmas 1(1)
<0,5 74,85 30,37 33,95 61,87 18,04 31,03 16,43   1,73

1, 18,79 35,85 47,08 31,47 31,51 36,28 51,68 30,94

  1,5   4,04 18,14 13,99   5,05 20,79 17,53 25,32 39,55

2,   1,41   8,32   3,31   1,16 13,14   7,23   5,87 16,92

  2,5   0,56   4,14   1,14   0,37   7,85   3,76   0,63   6,52


Hs (m)

3,   0,21   1,93   0,40   0,65   4,05   2,04   0,04   2,52

  3,5   0,09   0,80   0,12   0,14   1,63   1,00 —   1,04

4,   0,04   0,26   0,01 —   0,82   0,64   0,17   0,43

  4,5   0,01   0,17 — —   0,75   0,31   0,04   0,22

5, —   0,03 — —   0,68   0,11   0,04   0,08

>5,0 — — — —   0,75   0,07 —   0,07


(1) (2)
  Boya costera.    Boya exterior.
Fuente:  Red de Boyas de Puertos del Estado. Período variable próximo o superior a una década.

Tabla 2.4
Altura significante en las costas mediterráneas y atlánticas, en porcentaje.

En las costas del norte peninsular, y de manera e­ xpuestas. Además, durante el otoño y el invierno
­especial en el tramo atlántico gallego, el oleaje de las costas cantábricas y noratlánticas están expues-
fondo (swell) representa un porcentaje importante tas a frecuentes temporales asociados al paso de
del total de olas altas que llegan a las costas más borrascas.
59

Caracterización ecológica

Figura 2.3
Altura de la ola significante
excedida el 50% de los casos.

Figura 2.4
Altura de la ola significante
excedida el 3% de los casos.
60 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Las dos figuras anteriores muestran la altura signifi- 37,75‰ a 38,00‰ va desde este lugar al extre-
cante anual en metros en las costas españolas, según mo sur del Golfo de Rosas; el intervalo 38,00‰-
el Atlas Nacional de España, a partir de datos de la 38,25‰ de aquí a la frontera con Francia.
Dirección General de Costas, 1988.
La costa de las islas Canarias se encuentra dividida
en dos sectores separados por la isohalina 36,75‰:
■ La salinidad el área de 36,5‰ y 36,75‰ que ocupa a Lanza-
rote y Fuerteventura, y la de 36,75‰ y 37,00‰
Una característica importante, a la hora de analizar que comprende el resto del archipiélago.
la distribución de animales y plantas en los acantila-
dos, es el grado de salinidad del agua del mar, o sea
la cantidad de sales contenidas en un litro de agua b) En verano
de mar. En el mar hay muchas sales disueltas y sus En la costa atlántica peninsular, 34,75 a 35,00
proporciones son muy constantes debido al movi- desde cabo Higuer a Zumaia; 35,00-35,25 de
miento continuo de las aguas. De todas ellas, la sal Zumaia a Santander; 35,25-35,50 de Santander
común, el cloruro sódico, es la más abundante. a Ferrol; 35,50-35,75 entre Ferrol y la desembo-
cadura del río Miño.
Según el Atlas de España, Sección III, Grupo 13, que
recoge la síntesis de una serie de datos de 40 años, En la costa atlántica andaluza, 36,00‰ y 36,25‰
entre 1950 y 1990, analizados por el Instituto Espa- salvo la zona del Estrecho y hasta Málaga, que
ñol de Oceanografía, se pueden realizar las siguien- contiene valores entre el 36,25‰ y el 36,50‰.
tes anotaciones con valores en tantos por mil:
En la costa mediterránea, de Málaga a Castell
a) En primavera de Ferro, entre 36,50‰ y 36,75‰; entre Cas-
tell de Ferro y Punta de los Muertos, en Alme-
En la costa atlántica peninsular, en primavera, ría, 36,75‰-37,00‰; de 37,00‰ a 37,25‰
aparecen valores de entre 34,75‰ y 35,00‰ entre esta punta y Valencia, incluyendo las islas
entre los cabos Higuer y Lekeitio; entre este úl- de Ibiza y Formentera junto a sus anexas; de
timo y el cabo de Ajo, además del tramo de las 37,2‰ a 37,50‰ de Valencia al Baix Camp
Rías Baixas gallegas entre el Cabo Fisterra y el catalán, a medio tramo entre el Delta del Ebro
estuario del río Miño, presentan valores de en- y el Cabo de Salou, incluyendo la mitad sur de
tre el 35,00‰ y el 35,25‰; el resto de la costa, la isla de Mallorca; Menorca y el tramo entre el
es decir, el tramo entre el Cabo de Ajo y el Cabo Baix Camp y la frontera francesa corresponde a
Fisterra, aporta valores entre el 35,25‰ y el valores entre 37,50‰ y 37,75‰.
35,50‰.
En el archipiélago macaronésico, Lanzarote y
En la costa atlántica andaluza, aparecen valores Fuerteventura se encuentran en el intervalo hali-
de entre el 35,75 y el 36, salvo la zona del Estre- no de 36,50‰ y 36,75‰, mientras el resto del
cho que contiene valores entre el 36 y el 36,25. archipiélago lo hace en el de 36,75‰ y 37‰.

En la costa mediterránea andaluza, desde la zona


del Estrecho hasta la punta Calaburras, los valo- c) En otoño
res oscilan entre el 36,25‰ y el 36,50‰; desde En la costa peninsular atlántica, entre 34,75‰
este punto hasta Castell de Ferro, los valores van y 35,00‰, aparece entre cabo Higuer y Cabo
entre 36,50‰ y 36,75‰; desde Castell de Ferro Machichaco; entre 35,00‰ y 35,25‰ entre
y Águilas entre 36,75‰ y 37,00‰; y del Cabo Machichaco y Cabo de Peñas; de Cabo de
37,00‰ y 37,25‰ entre Águilas y el Cabo de Peñas hasta la desembocadura del río Miño, los
Santa Pola; desde este cabo hasta Sagunto, los valores oscilan entre el 35,25‰ y el 35,50‰.
valores ascienden al rango 37,25‰-37,50‰,
incluyéndose en el mismo las Islas Baleares; des- La costa andaluza del Atlántico se incluye en el
de Sagunto a la comarca del Baix Camp, a medio intervalo 36,25‰ y 36,50‰, valores que alcan-
tramo entre el Delta del Ebro y el Cabo de Salou, zan el primer tramo del mediterráneo hasta el
se asciende al rango 37,50‰-37,75‰; el rango punto intermedio entre Estepona y Marbella.
61

Caracterización ecológica

Ya en el Mediterráneo, entre 36,50‰ y 36,75‰ 36,5‰-36,75‰; Gran Canaria y el macizo de


desde el punto intermedio entre Estepona y Mar- Anaga, en la isla de Tenerife, lo hacen en el rango
bella a Málaga; 36,75‰-37,00‰ de Málaga 36,75‰-37,00‰; el resto del archipiélago, es
hasta la Punta del Río (Granada); desde el ante- decir, la parte occidental del mismo está com-
rior punto al Cabo Santa Pola, de 37,00‰ a prendido entre los valores 37,0‰ y 37,2‰.
37,25‰; de 37,25‰ a 37,50‰ desde el Cabo
Santa Pola a Cullera, incluyendo el archipiélago Aunque la salinidad media oscila entre 33 y 36
balear; de 37,50‰ a 37,75‰ desde Cullera a por mil en el caso de las aguas atlánticas españo-
L’Ametlla de Mar; 37,75‰ a 38,00‰ desde las, a lo largo de la costa cántabra, galaica, anda-
L’Ametlla hasta el extremo meridional del Golfo luza occidental y canaria los valores varían nota-
de Rosas; desde allí a la frontera con Francia, los blemente. Además, en el litoral y en la superficie
valores pertenecen al rango 38,00‰-38,25‰. los valores oscilan mucho, debido a la influencia
de factores meteorológicos y topográficos sub-
La costa de las Islas Canarias se encuentra divi- marinos junto con los aportes fluviales o los
dida en dos sectores separados por la isohalina afloramientos.
36,75‰: el área de 36,50‰ y 36,75‰ que
ocupa a Lanzarote y Fuerteventura, y la de Las variaciones estacionales son también bastan-
36,75‰ y 37,00‰ que comprende el resto del te marcadas, sobre todo por el régimen de pre-
archipiélago. cipitaciones y los regímenes de evaporación.

En el frente costero de Galicia, por ejemplo, se


d) En invierno registran medidas entre 35,4 a 35,6 por mil. Sin
En la costa peninsular atlántica, debido al nota- embargo, frente a las rías se encuentran mantos
ble aumento de las precipitaciones, hay fuertes de agua con menor salinidad y dentro de las rías
variaciones entre Cabo Higuer y el Cabo de la salinidad aumenta con la profundidad.
Ajo, pasando de valores inferiores al 33‰ a va- En el caso del Mediterráneo, es necesario citar el
lores del 35‰; el rango 34,75‰ a 35‰ se complejo intercambio de aguas que influye en la
mantiene desde el Cabo de Ajo hasta la desem- salinidad de las costas peninsulares e insulares
bocadura del río Miño. mediterráneas de nuestro país. Según Calvo Cal-
En la costa andaluza del Atlántico, el intervalo vín, 1995, el agua que entra del Atlántico pre-
35,75‰-36,00‰ ocupa toda la costa excepto senta unas características muy concretas en tem-
el Estrecho, que pertenece al rango inmediata- peratura y salinidad (agua atlántica), ya que los
mente superior, 36,00‰-36,25‰. 320 m de profundidad del estrecho de Gibraltar
sólo dejan entrar aguas superficiales. Este agua
En la costa mediterránea, comienzan los valores atlántica, con una salinidad del 36,15‰ y una
entre el 36,25‰ y el 36,50‰ hasta Marbella; temperatura que en invierno no desciende de
entre Marbella y Málaga aparecen valores entre 12 °C, forma la corriente superficial que entra
el 36,50‰ y el 36,75‰; entre este valor y el por el estrecho y cuyo caudal va a oscilar entre
37,00‰ aparece en la costa desde Málaga a la 63 y 146 km3/día. Sigue este autor anotando que
Punta de los Muertos (Almería); desde ésta al el agua atlántica irá transformándose en agua
Cabo de Palos se suceden los intervalos mediterránea en su discurrir dentro de la cuenca.
37,00‰-37,25‰ y 37,25‰-37,50‰; desde Durante el verano, la insolación y la evaporación
Cabo de Palos al Baixa Camp (punto interme- asociada hacen que, ya dentro de la cuenca, las
dio entre el Cabo Salou y el Delta del Ebro), aguas atlánticas superficiales eleven su salinidad
incluyendo todo el archipiélago balear, se mues- y temperatura, sin variaciones importantes de su
tra el rango 37,50‰-37,75‰; desde este pun- densidad. Durante el invierno, en su discurrir
to a la frontera francesa se desarrollan valores hacia las zonas septentrionales (Mediterráneo
entre 37,75‰ y 38,00‰. noroccidental, mar Adriático, zona de Chipre),
las aguas atlánticas, que ya han perdido mucha
En la costa canaria aparecen los siguientes valores: de su identidad inicial, sufren una serie de cam-
Lanzarote y Fuerteventura, junto con sus peque- bios que las convierten en aguas mediterráneas.
ñas islas anexas, se encuentran en el intervalo Los fuertes y fríos vientos reinantes en estas zo-
62 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

nas van a producir el enfriamiento de las aguas niveles de las cuevas. En este sentido, Garay & Ro-
superficiales (inversión térmica), junto con un bledo, 2008, aportan un interesante texto para cue-
aumento de su salinidad y densidad. Se convier- vas calcáreas en general:
ten así en aguas más pesadas, hundiéndose hasta
encontrar un nuevo equilibrio termohalino. Fi- “La importancia del concepto nivel de base, así
naliza así el proceso de formación de agua medi- como los cambios del nivel del mar sobre la karsti-
terránea, que se caracteriza por una temperatura, ficación, ha sido destacada desde principios de siglo
13 °C, y una salinidad de 38,4‰. Agua que, en por autores como Davis, 1930; Bretz, 1942; Bögli,
gran medida, saldrá por Gibraltar en forma de 1980; Ford & Williams, 1989; Wright et al., 1991
corriente profunda, cuyo caudal oscila entre 60 o Guilleson, 1996, entre otros.
y 138 km cúbicos/día, evitándose con ello el au-
mento de salinidad en la cuenca. Este agua me- El nivel de base en cavidades litorales está condicio-
diterránea, después de encontrar el equilibrio nado por las fluctuaciones del nivel del mar y las
termohalino con las diferentes masas de agua del elevaciones tectónicas; y ambos procesos, a su vez,
Atlántico, se extiende hacia el norte a lo largo de también ejercen un control sobre el nivel freático.
la costa de Portugal, manteniendo todavía sus El nivel freático es un elemento clave en el desarro-
características en puntos tan distantes como las llo del sistema de cavernas (Ford & Williams, 1989)
islas Azores o el golfo de Vizcaya. puesto que condiciona notablemente la naturaleza
y evolución de la porosidad en las rocas carbonata-
Termina Calvo Calvín aclarando que el déficit das y, en consecuencia, el tipo y tamaño de los con-
ocasionado por la evaporación que la climatolo- ductos (Ford & Williams, 1989; Wright et al.,
gía produce en el Mediterráneo, es el motor que 1991; Guilleson, 1996).
pone en movimiento una masa de agua mucho
mayor que la que se pierde, evitando una dese- Las fluctuaciones del nivel del mar de alta frecuen-
cación o una salinización progresiva de este mar, cia también influyen en el desarrollo hidrológico
pero restringiendo también su productividad del karst, controlado por la amplitud de los cam-
por la pérdida constante de nutrientes que con- bios y actuando de forma más intensa en las regio-
lleva la corriente de fondo que sale hacia el At- nes litorales. Muchas estructuras endokársticas se
lántico. El movimiento de aguas es de tal magni- encuentran en el registro geológico representando
tud que se estima que el Mediterráneo renueva los ciclos de Milankovitch. La precisión, oblicuidad
totalmente sus aguas cada 100-150 años. y ciclos de excentricidad, son conocidos en la actua-
lidad por ser importantes, tanto en el control de la
■ Cambios relativos en el nivel del mar
deposición carbonatada como en la karstificación
(Wright et al., 1991). Este factor se verá más claro
Como es de suponer, los cambios relativos en el ni- si consideramos los efectos de los diferentes órdenes
vel del mar a lo largo de las diferentes pulsaciones de cambios del nivel del mar:
cuaternarias y anteriores, influyen en la evolución
de la morfología de las cuevas y en su biota. Por • Durante los pequeños órdenes de cambio (4.° y
otro lado, es un factor que explica la existencia de 5.° orden), el tiempo de residencia de los sedi-
cuevas marinas sumergidas y emergidas por com- mentos carbonatados en la zona meteórica será
pleto, es decir, en paleoniveles marinos de acción relativamente corto. Tales caídas de pequeña es-
del oleaje en intermareal. Es habitual encontrarse cala generarán poco relieve y el flujo de las aguas
con cuevas colgadas sin actividad marina actual, las meteóricas será muy pequeño, dando como re-
cuales, si bien pueden evolucionar a partir de aguas sultado poca disolución y cementación. Este flu-
continentales, deben su talla y morfología a una ac- jo será de tipo difuso y las oportunidades del
tividad marina pasada. Es por ello que se interpreta desarrollo del karst serán menores.
este factor como de gran importancia para el tipo • Durante el aumento progresivo de la amplitud
de hábitat que aquí se trata. de los cambios (2.° y 3.° orden), dichos efectos
serán más significativos, reflejando largas exposi-
Por otro lado, en rocas calizas el problema se com- ciones que incrementan el relieve y el flujo. Éste
plica, ya que existen variaciones en los procesos de pasará a ser de tipo conducto ampliando las for-
karstificación y evolución del fondo y los diferentes mas kársticas y desarrollando cavidades.
63

Caracterización ecológica

El grado de karstificación en función de los cam- m. Finalmente, el último grupo de eventos está en
bios del nivel de base y cambios del nivel del mar, consonancia con un clima tropical del que se con-
está relacionado con el tipo de material depositado, servan playas con faunas de moluscos característi-
período de exposición, clima, relieve y balance entre cos de tales condiciones”.
la elevación tectónica y la erosión. Las cavidades de
mayor dimensión se desarrollan normalmente aso- Por último, hablaremos sobre los cambios en el futu-
ciadas con algún control tectónico. Por ejemplo, ro, que con el presente panorama irían encaminados,
Palmer & Palmer, 1995, apuntan que los principa- por lo que se conoce hasta el momento, a un aumen-
les sistemas endokársticos en Estados Unidos están to paulatino pero continuo del nivel del mar.
relacionados con grandes discordancias, reflejando
importantes procesos tectónicos. Por tanto, se pue- Las previsiones acerca del nivel del mar en el futu-
de decir que la tectónica, desde un punto de vista ro se basan en 7 modelos climáticos y 35 escenarios
global, juega un papel fundamental en el desarrollo de emisiones de CO2 (Flor, 2005). Para estos esce-
de cavidades en rocas de cualquier litología, además narios se parte de diferentes situaciones sociológi-
de su implicación en otros fenómenos más locales cas a escala mundial que se centran en las emisio-
(estructuras frágiles, que posteriormente facilitarán nes de ese gas y su relación con el cambio climático.
la circulación de agua a través de la roca)”. El modelo que se obtiene, incluyendo el derreti-
miento del Permafrost, la sedimentación y las con-
Flor, 2005, explica también la importancia que las tribuciones propias por parte de los casquetes gla-
cuevas tienen en la interpretación de los paleonive- ciares como resultado del calentamiento climático
les marinos: desde el último máximo glaciar, consiste en un ran-
go de elevación del nivel del mar desde +0,11 m a
“La cueva de Sa Bassa Blanca (Alcudia, Mallorca) 0,77 m, aunque con diferentes incertidumbres
contiene un registro del último episodio intergla- (Op. cit.). Para los 35 escenarios se estima un au-
ciar con un abanico de niveles comprendido entre mento del nivel del mar desde +0,09 m a +0,88 m
el nivel freático actual, equivalente al nivel del mar, entre 1990 y 2100, con un valor central de +0,48
y +35 m y hasta la cota batimétrica de –15 m. Los m. Este último supone una tasa media de 2,2 a 4,4
análisis estratigráficos se realizaron a partir de tes- veces superior al de todo el siglo XX. Los cambios
tigos continuos de toda una serie de sondeos hori- estimados desde 1990 hasta 2100, en cuanto al
zontales. Se han separado tres grupos de espelote- proceso desencadenante, se reparten de la siguiente
mas, que contienen hasta 19 grupos de eventos, manera:
separados por sendas discontinuidades (contactos
muy netos o intercalaciones de arcillas rojas), de los 1. Expansión térmica de +0,11 m a +0,43 m, ace-
cuales el más antiguo indica un descenso del nivel lerando a lo largo del siglo XXI.
del mar. 2. Contribución de los glaciares, de +0,01 m a
+0,23 m.
Los eventos iniciales se podrían correlacionar con 3. Contribución de Groenlandia, de –0,02 m a
el Siciliense I terminal, con una edad absoluta in- +0,09 m.
ferior a los 700.000 años, que está representado en 4. Contribución de la Antártica, de –0,17 m a
el Mediterráneo por depósitos marinos a alturas de +0,02 m.
+80 m/+90 m. También se indentifica el Siciliense
II (Milaciense), previo a la glaciacición Mindel, (Según http://www.grida.no/climate/ipcc_tar/
que se correlaciona con depósitos conteniendo fau- wg1/430.htm, en Flor, 2005.)
nas cálidas a alturas de +50 m/+60 m. El Paleoti-
rreniense (comprendido en el interglaciar Mindel- Aunque no es posible estar completamente de acuer-
Riss, hace unos 300.000 años) contiene un evento do en la fundamentalización de los estudios sobre el
intermedio de carácter regresivo; equivale a depó- ascenso del mar en la concentración de CO2 induci-
sitos de playa elevados a una altura de +15 m/+35 do por las emisiones humanas, este panorama parece
m. Los eventos superiores son de edad Eutirrenien- llevar a un escenario de aceleración de la erosión en
se (datación isotópica de 115.000-200.000 años), las costas en general y rocosas en particular. Así, los
perfectamente correlacionables con los depósitos ritmos de creación y desmantelamiento de cuevas y
situados en cotas comprendidas entre +1,6 m/+11,5 del retroceso de los acantilados se verán claramente
64 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

acelerados, ante lo cual las comunidades animales y teorización intensa sufridos a lo largo de la
vegetales se tendrán que ir acomodando mediante misma. Una litología muy favorable, en el
migraciones de corto trayecto. caso de la costa gallega, es el caso de los ma-
teriales metamórficos, metasedimentarios, en
concreto esquistos, metapsammitas y metape-
Factores terrestres y atmosféricos que litas, existentes en varias series de edad cám-
condicionan el modelado de las cuevas brico-silúrica, como el complejo de MonteFe-
y su hábitat rro-O Rosal, en el sur de la ría de Vigo, el de
O Grove, en el extremo occidental de la pe-
■ Los patrones de fractura y la litología nínsula del Morrazo, o el de la Serie de Or-
des, que presenta un frente costero muy ex-
Este factor viene siendo el principal a la hora de tenso en el Golfo Ártabro.
explicar forma, talla y evolución de muchas cuevas
en las costas españolas. El tipo de cuevas será, por lo tanto, diferente
puesto que algunas rocas pueden presentar va-
En lo que se refiere al patrón de fractura, existen rias orientaciones de fractura por haber sufrido
diferencias, en función de la orientación y la densi- diferentes orogenias, con patrones densos,
dad, constituyendo el principal parámetro clasifica- mientras otras presentan orientaciones muy se-
torio de las cuevas costeras en medio silíceo, como lectivas. Así, la forma y talla de las cuevas será
se verá más adelante en el apartado de clasificación en ambos casos muy diferente. También impor-
de cuevas. Así, la relación entre profundidad y an- ta, en el caso de las rocas ígneas, el carácter si-
chura responde, con extraordinaria fidelidad, a los norogénico, postorogénico o preorogénico, por
parámetros estructurales que explican el retroceso diferencias en dichos patrones, algo muy desta-
de los entrantes costeros. cado en los materiales plutónicos del período en
el que se incluye la orogenia Hercínica.
Las áreas con una densidad de fractura elevada sue-
len dificultar la formación de cuevas, pues el colap-
El grado de meteorización
so es muy habitual por desprendimientos o caídas
de bloques tras la socavación por parte del factor Las costas en roquedos muy meteorizados no
marino. Por contra, unos patrones con mayor espa- son buenos ambientes para la formación de cue-
ciamiento entre líneas de debilidad favorecen el vas. En muchos casos su ciclo es corto, pues la
mantenimiento de las cavidades, pues los techos evolución o retroceso del acantilado es muy rá-
evolucionan más lentamente al ser menos sensibles pida y el colapso del techo de la cavidad, ataca-
a la acción de las aguas continentales. Son, en este do por las aguas marinas y continentales, se
caso, cavidades que progresan lentamente pero más acelera en el tiempo. Con todo, la erosión de los
duraderas y llegan a construir túneles rocosos que niveles alteríticos da paso en ese retroceso a la
terminan por colapsar en áreas de cruce de grandes parte más sana del sustrato, y en él aparecen
fracturas, dando lugar a bufaderos. cuevas de grandes dimensiones pero de escasa
profundidad, con un ancho superior a la pro-
En lo que respecta a la litología, ésta condiciona de fundidad y al alto. Esto se debe a los constantes
varias maneras: en primer lugar, por la naturaleza hundimientos del techo ante la relativa debili-
de la roca y su historia geológica; en segundo lugar, dad de los materiales, no permitiendo largas
por su grado de meteorización; en tercero, por la galerías aunque sí un rápido retroceso marino a
posibilidad de contrastes litológicos. base de corredores. Son habituales las playas de
cantos en la base, cantos que suelen correspon-
der a las partes rocosas más resistentes, por
Naturaleza rocosa e historia geológica
ejemplo de diques ácidos, pórfidos y cuarzos, en
Este parámetro se refiere al tipo de roca, pues el caso de que existan.
hay litologías más proclives a la formación de
oquedades costeras, y a la historia geológica Al contrario, las cuevas excavadas en materiales
de la misma, sobre todo por lo que se refiere resistentes aportan mucha profundidad y altura,
a los diferentes episodios tectónicos y de me- siendo habitualmente estrechas. En estos casos,
65

Caracterización ecológica

adquiere especial relevancia la variable estructu- ■ El ritmo de karstificación: los factores
ral, en concreto la orientación y el buzamiento relacionados con la disolución de las rocas
de los estratos. calcáreas

El proceso de karstificación e irregularización de


Contrastes litológicos cavidades en rocas carbonatadas parte del poder de
Los contactos entre diferentes tipos de roca se disolución de la caliza en aguas superficiales o sub-
manifiestan en la costa como debilidades a par- superficiales. La posterior formación de nuevas for-
tir de las cuales se modelan entrantes costeros, mas espeleológicas del tipo estalactitas deriva, a su
cuevas y calas o ensenadas. Las cuevas aquí mo- vez, de la desgasificación hídrica por la diferencia de
deladas tienen un retroceso regular y monodi- presión de CO2 entre la atmósfera interna de la cue-
reccional y acaban por redondear sus cavidades. va y la existente en las aguas de infiltración que ya
La resistencia de las dos rocas enfrentadas debe se enriquecieron en los horizontes orgánicos antes
ser similar, para que no se produzcan colapsos de colarse definitivamente por las fisuras rocosas de
laterales que terminen por destruir el hábitat. los techos de las cavidades. Ante esa desgasificación,
Las cuevas de mayor talla sobrevienen del en- el carbonato cálcico precipita, dando lugar a una
frentamiento de litologías con un cierto grado espeleoforma positiva del techo, estalactita, si todo
de meteorización, mientras que las litologías el proceso de desgasificación hídrica se realiza antes
muy resistentes, por ejemplo pizarras con un del goteo, y parcialmente en el techo y en el suelo
alto grado de metamorfismo y las cuarcitas, dan de la cueva, estalagmita, si la gota cae antes de la
lugar a cuevas muy estrechas y rectilíneas. llegada al equilibrio de presión de CO2 entre la at-
mósfera de la cueva y de las aguas de infiltración.

Garay & Robledo, 2008, en la ficha 8310, “Cuevas


■ El régimen de precipitaciones, la circulación
no explotadas por el turismo”, hacen las siguientes
de las aguas continentales y la frecuencia de
anotaciones:
temporales marinos
“Entre las reacciones que controlan la disolución de
Puesto que las cuevas costeras dependen en su evo- materiales carbonatados, la más destacable es la di-
lución, talla y colapso, de la actividad de las aguas solución por ácido carbónico, muy frecuente en re-
continentales y del ataque marino, es importante giones templado-cálidas. El ácido carbónico puede
anotar que los parámetros de precipitaciones, esco- resultar de la oxidación de materia orgánica. La
rrentía y frecuencia de los temporales marinos, son mezcla de fluidos de distintas temperaturas y con
básicos para entender el ritmo de evolución de las distinta concentración de iones disueltos, con espe-
grutas litorales. Existen, pues, variaciones en fun- cial significación entre aguas marinas y dulces, es
ción del régimen hídrico, puesto que los climas de otro proceso muy común en zonas carbonatadas ad-
precipitaciones torrenciales aportan más un proceso yacentes al mar, como pueden ser islas o márgenes
de erosión física momentánea que de meteorización de plataforma. La disolución que deriva de cambios
continuada y desestructuración del edificio rocoso. de temperatura en el fluido es poco frecuente, salvo
La frecuencia de los temporales marinos, momentos en zonas con importante actividad tectónica o vol-
de alta intensidad energética y baja frecuencia tem- cánica. Por último, aunque menos destacable que las
poral, es una variable fundamental, pues los cam- anteriores, la disolución es posible por el contacto
bios en la costa, tanto en medio sedimentario como con gases que son agresivos para las rocas calizas.
en frentes rocosos. se dan en este tipo de circuns-
tancias. Además, estos episodios en los que se unen El desarrollo del proceso de disolución en un siste-
oleajes intensos, con sobreelevación de la cota ma- ma donde operan el CO2, H2O y CaCO3 se puede
rina por bajas presiones, suelen permitir el ataque simplificar en la reacción:
en zonas habitualmente fuera del alcance de la lámi-
na de agua, al mismo tiempo que el acompaña- CaCO3  +  CO2  +  H2O  ↔  2(HCO3)–  +  Ca2+
miento con fuertes precipitaciones facilita la exis- y en el caso de la dolomita
tencia de presiones hidrostáticas extraordinarias
provocadas por las aguas continentales reunidas en CaMg(CO3)2  +  2CO2  +  2H2O  ↔  4(HCO3)–  +
las fracturas y diaclasas. +  Ca2+Mg2+
66 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Así aparecen numerosas reacciones reversibles hasta 1975 y Wigley & Plummer, 1976, mediante mode-
llegar a un cierto equilibrio. Pero ése puede ser fá- los teóricos para la evaluación de este fenómeno.
cilmente alterado, según varíe: Esta evolución del proceso se puede producir en
aquellos acuíferos carbonatados donde la mezcla de
a) El flujo del agua aguas mantiene el equilibrio con diferentes Pco 2
b) La superficie de roca expuesta (Smart & Whitaker, 1991).
c) La temperatura
d) Presión parcial de CO2 No sólo los diferentes porcentajes de la Pco2 en la
mezcla de aguas pueden provocar importantes proce-
“La variación de la disolución del carbonato en zo- sos de disolución. Las diferencias de salinidad, tem-
nas superficiales y subsuperficales no es únicamente peratura y composición iónica de la solución, juegan
dependiente del potencial químico para el proceso, un papel muy importante en este proceso. Plummer
sino también de la precipitación efectiva (precipita- (1975) calculó el efecto neto de esos parámetros me-
ción menos evapotranspiración). Las medidas to- diante la saturación de la calcita con la mezcla de
madas por Smith & Atkinson, 1976, sobre porcen- aguas subterráneas dulces con aguas salinas”.
tajes de denudación en calizas en dos zonas muy
representativas: de ámbito alpino, Alpes Julianos Dentro de los ritmos de karstificación interesa
(antigua Yugoslavia) y tropical húmedo (Gunung también el potencial de disolución. En litologías
Mulu, en Sarawak; Malasia) muestran una depen- karstificables, como calizas, dolomías, calcoesquis-
dencia linear de este factor. El resultado de su aná- tos, etc., existen factores diferenciados a los de lito-
lisis permite afirmar que las rocas carbonatadas des- logías silíceas, como son los procesos de disolución,
nudas presentan menor denudación en climas factor que determina profundamente la evolución
alpinos y árticos que los terrenos de suelos cubiertos de las cuevas.
en zonas tropicales y templadas. Además, la precipi-
tación está generalmente asociada con áreas monta- Según Garay & Robledo, 2008, la permeabilidad
ñosas y de considerable relieve o con la estacionali- en rocas karstificables es un factor importante,
dad de la precipitación en los trópicos. puesto que determina la tasa de circulación de flui-
dos. Estos autores anotan que la permeabilidad, que
A partir de una muestra de 40 áreas kársticas repre- tiene dimensiones de velocidad, es la capacidad que
sentativas de diferentes ámbitos geográficos y geoló- tiene una roca de permitir el paso de un fluido
gicos de la España caliza (Península e Islas Baleares), (agua, petróleo, gas) en condiciones determinadas
Garay & Morell, 1989, también observan que se da de presión y temperatura. Por tanto, las cavidades
una clara correlación positiva entre la precipitación se pueden cuantificar tanto en volumen de poro
eficaz y el valor de la “denudación específica” o kars- como en permeabilidad. Esta propiedad está gober-
tificación. Los valores de la tasa de disolución kársti- nada por la ley de Darcy:
ca actual varían (en los casos estudiados) entre los 9
m3/km2.  año, de las calizas de los Páramos (Madrid) Q  =  K  ·  S  ·  P/vs  ·  e
y los 148 m3/km2.  año de los Picos de Europa.
Donde Q es el caudal, S es la sección de roca consi-
Estos autores también aportan como interesante: derada, e el espesor de la roca, P la presión, vs la
“El concepto de disolución por mezcla de aguas fue viscosidad del fluido y K el coeficiente de permeabi-
explicado por Bögli (1964), desarrollando un mo- lidad absoluta.
delo conceptual para la disolución basada en la pre-
sión parcial del CO2 y en la mezcla de aguas de También hacen hincapié en la porosidad (volumen
diferentes composiciones y equilibrios químicos. La de huecos de la roca respecto al volumen total de
simple mezcla de dos aguas saturadas en calcita pero ésta), que es un índice que hace referencia al con-
con diferentes concentraciones iónicas, o a diferen- junto de los huecos de la roca que pueden almace-
tes temperaturas, provoca un desequilibrio de mez- nar y luego ceder agua gravífica. Es más conocido
cla subsaturada, con lo que el proceso de disolución como “porosidad eficaz” o como “coeficiente de al-
puede proseguir. La capacidad de disolución que se macenamiento” (este último cuando se tiene en
deriva de la mezcla de fluidos diferentes fue demos- cuenta la compresibilidad de la roca y del agua; en
trada teóricamente por Runnels, 1969; Plummer, acuíferos confinados).
67

Caracterización ecológica

La permeabilidad no está siempre directamente re- el que determina la forma final de las cuevas, su de-
lacionada con el tamaño de los poros ni con la po- sarrollo en tamaño y, por lo tanto, las comunidades
rosidad absoluta (volumen de la cavidad), sino con vivas que lo habitan, es la naturaleza del sustrato. Por
la conectividad que existe entre éstos. Autores como esta razón nos ha parecido importante supeditar el
Guilleson (1996) hacen hincapié en la importancia resto de posibles clasificaciones a una que parta de los
de las cavidades de gran tamaño como control del grandes dominios litológicos. La importancia del ro-
sistema hidrogeológico. quedo es clara a la hora de entender la respuesta de
los diferentes sectores acantilados a los agentes erosi-
Estos autores también anotan otro factor de impor- vos (Sanjaume Saumell, 1985). Así, influyen la dife-
tancia para las cuevas en medio calizo, no lejano al rente resistencia, la porosidad, la fisuración, la estra-
que ocurre en cuevas silíceas. Se trata de la fractura tificación y el buzamiento de cada material.
y la microestructura. Nos ilustran estos autores que
el karst constituye un medio anisótropo, donde los
flujos son preferentes en determinadas direcciones y I.  Cuevas en dominio silíceo
apenas se dan en otras. Existen diversos tipos de
discontinuidades y de fracturas en el seno de una Se trata del dominio más heterogéneo de los tres.
roca karstificable, y ello permite entender que exista Las diferencias de resistencia entre cuarcitas, esquis-
dicha anisotropía, pero de entre todas estas estruc- tos, pizarras, granitos, granodioritas, gneises, etc.
turas, las hay que son de pequeño tamaño (microes- condicionan verdaderamente los tipos y tamaños de
tructuras) pero totalmente penetrativas en el con- las oquedades costeras. Con todo, a partir de un
junto de la roca. Son realmente tectoglifos que se estudio piloto realizado en la costa lucense (López
han ido “grabando” en el seno de la roca a lo largo Bedoya & Pérez Alberti, 2007), sobre materiales de
del tiempo y como consecuencia directa de los dife- tipo esquistoso, pizarroso y cuarcítico, y las conclu-
rentes estados tensionales que se han ido sucedien- siones obtenidas de observaciones visuales en otros
do por causas y variaciones tectónicas. Eraso (1985- tramos de costa de Galicia y Asturias, también so-
86); y Eraso et al. (2000) han puesto de manifiesto bre materiales metamórficos además de ígneos, ha
que el análisis interpretativo y estadístico de estos llevado a proponer la siguiente clasificación de con-
tectoglifos permite predecir y cuantificar las direc- cavidades costeras.
ciones preferentes de drenaje en el karst, tanto de
las cuevas y los sistemas cavernarios como de los Las cuevas, furnas o covas en gallego, son oquedades
flujos hidrodinámicos en los acuíferos. continentales en el frente acantilado que se encuen-
tran favorecidas por fracturas o por la estructura del
roquedo en general, debido al grado de meteoriza-
2.4. Subtipos de cuevas ción de los materiales, cuando no a la alternancia de
costeras rocas de diferente resistencia. Tradicionalmente, se
ha aceptado la acción marina de impacto directo
Se podrían desarrollar diferentes clasificaciones ti- como factor principal de su dinamismo pero en su
pológicas de cuevas costeras en función de su posi- evolución no se puede obviar, sobre el terreno, la
ción respecto al nivel medio marino, a su tamaño, importancia de la acción de las aguas continentales
a su forma y a su génesis, pero parece interesante en estado sólido o líquido, de la haloclastia y de la
presentar primeramente una clasificación funda- bioerosión. La gravedad actúa como movilizador
mentada en las grandes familias litológicas sobre las final de los paralelepídos individualizados.
que se dan estas geoformas, puesto que la génesis y
la evolución de las mismas se verán muy condicio- Así pues, son muchos los elementos que hay que
nadas por este factor. valorar para entender la dinámica de las furnas: tec-
tónica, litología, precipitaciones, red de drenaje,
meteorización física y química, son palabras claves
Subtipos de hábitat en función de la litología que se activan, en mayor o menor medida y con
desigual frecuencia, para configurar cada ejemplo
La evolución geomorfológica de las cuevas depende, de furna. De cara a su caracterización, nos hemos
como se ha visto, de numerosos factores de tipo cli- centrado en la variable estructural, combinando
mático, oceanográfico y geomorfológico, pero quizá fractura y litología.
68 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Aunque el diseño de su entrada es la base de la clasi- Los coídos constituyen un tipo de hábitat de notable
ficación final, es necesario apuntar que la profundi- interés per se, no considerados hasta el momento
dad es otro parámetro que aporta importantes datos presente debido a que ni se pueden considerar pla-
sobre la naturaleza de las furnas, sus condicionantes yas de guijarros, dado el tamaño de los bloques, ni
tectónicos, su evolución futura y el estado de meteo- siempre están asociados a los acantilados, aunque
rización de los materiales. La relación entre profun- en su mayor parte se encuentran al pie de acantila-
didad y anchura responde, con extraordinaria fideli- dos y encima de plataformas antiguas o cuevas en
dad, a los parámetros estructurales que explican el áreas de alta energía, lo que explica tanto la frag-
retroceso de los entrantes costeros. Las cuevas elabo- mentación del roquedo como los posteriores proce-
radas en un frente acantilado muy meteorizado son sos de desgaste. Los cantos suelen tener un tamaño
de grandes dimensiones pero de escasa profundidad, menor al metro y su grado de redondez es mayor.
con un ancho superior a la profundidad y al alto.
Esto se debe a los constantes hundimientos del techo Se propone, a continuación, una clasificación mor-
ante la debilidad de los materiales, no permitiendo fológica de las cuevas del dominio silíceo basada en
largas galerías aunque sí un rápido retroceso marino observaciones de campo en diferentes ambientes
a base de corredores. Además, como testimonio de su litológicos y tras el desarrollo de un estudio piloto
dinamismo, presentan habitualmente una playa de en la costa cántabra lucense, sobre materiales es-
cantos en su base o una acumulación de grandes blo- quistosos, pizarrosos y cuarcíticos:
ques. Las cuevas labradas en materiales muy resisten-
tes presentan notorias profundidades y alturas, sien- Es posible realizar una dicotomía clasificatoria de
do menor la dimensión de anchura. Esta última cuevas en función de su posición relativa con res-
variable depende también, en gran medida, de la pecto al nivel del mar actual. Así, hay cuevas fósi-
orientación y el buzamiento de los estratos. les, aquéllas que derivan de paleoniveles marinos y
que hoy pueden estar colgadas en la pared del
La base rocosa de las cuevas suele estar fosilizada por acantilado, y cuevas activas, que se encuentran se-
un relleno sedimentario que responde a una naturale- misumergidas o sujetas a la acción marina directa
za diferenciada en función de la disponibilidad de actual. Si bien en el Mediterráneo y sobre litolo-
arena, bloques o clastos de tamaños intermedios. Es- gías kársticas ha sido demostrada su existencia en
tos depósitos no difieren mucho de los que se pueden numerosas ocasiones, en medio atlántico y en do-
encontrar en calas y entrantes costeros próximos a las minios silíceos, graníticos y metamórficos, existe
cuevas, quizá porque muchos de esos entrantes han un vacío informativo en este sentido. Su número
contenido cuevas que han colapsado modificando su es muy inferior al existente en las calizas de la cos-
hábitat definitivamente a un 1210 Vegetación efímera ta mediterránea, pero además es necesario aún de-
sobre desechos marinos acululados, 1230 Acantilados mostrar cuánto papel corresponde a la actividad
con vegetación de las costas atlánticas y bálticas, 1240 de las aguas continentales y cuánto a la paleoac-
Acantilados con vegetación de las costas mediterrá- ción marina.
neas con Limonium spp. endémicos o 1250 Acantila-
dos con vegetación de las costas macaronésicas. Centrándose en las cuevas activas, se puede anotar
la siguiente clasificación.
Los coidos, playas de cantos, son acumulaciones de
bloques relativamente abundantes en ciertos sectores 1. Simples o de una boca
de la costa de Galicia. Dentro de ellos se pueden di-
ferenciar varios tipos (Pérez Alberti & López Bedoya, a) De control litológico
2003): 1) derivados de núcleos graníticos exhuma-
dos; 2) derivados de la fragmentación de la roca; 3) a1) Derivadas de erosión diferencial.
derivados del retrabajamiento de depósitos continen- La puesta en escena de materiales de resis-
tales; 4) derivados de cantos y bloques desprendidos, tencia diferenciada, como las pizarras y las
y 5) mixtos. A su vez, se pueden clasificar en función cuarcitas, es suficiente para el modelado de
de su morfometría o de su emplazamiento. En las cuevas. El techo de la cueva suele localizar-
cuevas silíceas, pueden aparecer prácticamente todos se en el contacto entre los dos materiales,
los tipos apuntados, exceptuando el primero, de muy debido a un diferente comportamiento
difícil aparición en cuevas costeras. erosivo entre ellos. Si la roca más resistente
69

Caracterización ecológica

sufre un escalonado gradual en profundi- lluvia incrementa su actividad erosiva.


dad, la parte inferior de la furna, compues- Puede aparecer así un cromatismo mo-
ta por el material menos resistente, se en- teado de colores ocres o rojizos con los
cuentra socavada intensamente y de propios de la roca sana, lo cual indica
manera diferencial por la acción marina. esa meteorización selectiva. A partir de
Aparecen así perfiles internos cóncavos, esta situación existen caídas o colapsos
cuya amplitud depende del dominio de selectivos debido a la existencia de frac-
uno u otro material. turas o según las áreas de mayor o me-
nor resistencia rocosa.
a2) Derivadas de una alteración generalizada.
En la mayoría de los casos, el factor que b) De control tectónico
origina la degradación de estas cuevas está
relacionado con el buzamiento de los estra- b1) De fractura/s monodireccional/es y varia-
tos y la orientación de las fracturas. En ciones en el buzamiento de los estratos.
efecto, la aparición de rocas con fuertes bu- Excluyendo aquellas cuevas cuyo grado de
zamientos, superiores a los 75 grados, o la meteorización es elevado, es clave, para po-
presencia de una red de fracturas tendente der entender la gran variedad de subtipos,
a la subverticalidad, facilita la acción de las tener presente las diferentes variables que
aguas continentales y cataliza los procesos entran en juego. Las posibilidades son am-
de meteorización en la parte alta e interme- plias, al existir multitud de combinaciones.
dia de los acantilados. Cuando la socava- Entre ellas destacarían:
ción marina alcanza el nivel meteorizado,
la cueva pasa a comportarse evolutivamente Fractura Vertical - estratigrafía vertical;
de manera dependiente de los procesos de Vertical - oblicua; Vertical - horizontal;
degradación litológica, abandonando el Oblicua - vertical; Oblicua - oblicua; Obli-
peso de la estructura rocosa como factor cua - horizontal; Horizontal - horizontal;
fundamental. Horizontal - oblicua; Horizontal - vertical.

ii)  Regulares. b2) De fracturas bidireccionales.


    La presencia de una fuerte meteorización En realidad, la bidireccionalidad en senti-
puede eliminar las marcas estructurales do estricto no abunda. Lo que suele mos-
de los materiales, permaneciendo sólo las trarse en muchos casos es una multidirec-
fracturas más importantes que, sin em- cionalidad con mayor importancia en dos
bargo, en este caso, no constituyen ele- direcciones concretas, de tal manera que
mentos claves para la comprensión de la la jerarquía de fracturas se traduce en un
dinámica del acantilado. El sustrato se claro control sobre el perfil interno y la
comporta como una masa bastante regu- evolución de la furna, que presenta final-
lar que sufre numerosas caídas de blo- mente dos direcciones principales de pro-
ques por la acción marina, o debido a la gresión.
acción de las aguas continentales y la
transformación mineralógica que indu- b3) De fracturas multidireccionales.
cen en la roca. Los retrocesos son rápidos Muchas de las cuevas de la costa de Ribadeo
y los colapsos constantes. No presentan presentan una fractura multidireccional.
profundidades notables y sí dimensiones No conllevan, sin embargo, un socavamien-
de anchura y altura notorias. to pronunciado en los acantilados, presen-
tándose como amplias muescas cuya evolu-
ii)  Irregulares. ción no concentra el retroceso en un punto
    La meteorización del acantilado puede concreto visible. En todo caso, no son po-
no ser total, sino responder a una de- cos los casos en los que el efecto de la mul-
gradación selectiva relacionada con la tidireccionalidad de fractura se convierte en
diferente composición de los materiales actor principal del dibujo en planta interno
o con la red de fracturas por las que la de la gruta y en alzado de su boca.
70 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

b4) Derivadas de una tectónica de plegamiento. nadas. Su aparición proviene de la evolución, en


Algunas cuevas están afectadas, en su carác- un eje teórico de debilidad, de dos cuevas que
ter formal, por la existencia de plegamien- evolucionan en sentidos opuestos. Salvo raras
tos que orientan estratos de diferente resis- excepciones, se trata de una fractura de cierta
tencia. Ello aporta la posibilidad de la importancia y sobre materiales de notoria resis-
aparición de perfiles curvos no debidos a la tencia, que limitan el colapso y la desaparición
acción abrasiva o de arranque marino. del arco a favor de la aparición de una columna
rocosa. Esta evolución es uno de los procesos
b5) Dependientes del buzamiento de los es­ geomorfológicos más asimilados por el saber
tratos. popular. Un hermoso ejemplo se puede obser-
Existen múltiples posibilidades en función var en la costa ribadense de As Catedrais, próxi-
de esta variable: verticales, horizontales y mo al arco más occidental y que debió de ser un
oblicuas. cuarto arco lateral no hace demasiado tiempo.
No existiendo direcciones de fractura mar-
cadas, el buzamiento de los estratos se con- b) Túneles
forma en la linealidad a seguir por la acción
marina para horadar los acantilados de ma- Diferenciamos los túneles rocosos de los arcos
nera ordenada. mediante la longitud y profundidad del paso
subterráneo, alcanzando los últimos dimensión
c) Debidas a la diferente concentración energética decamétrica.
marina La evolución de los túneles tiene dos caminos
diferentes que clasifican otros tantos tipos:
Aparecen allí donde no existen direcciones de
fractura preferenciales y la litología es homogé- b1) A partir de dos cuevas que evolucionan en
nea. Se presentan como una concavidad más o sentido opuesto.
menos regular en todas sus dimensiones. Se de- Tal como se ha descrito para los arcos, ocu-
sarrollan en las puntas o salientes rocosos donde rre a partir de fracturas de importancia,
los sectores isoenergéticos descritos por las orto- aunque de manera bastante desigual en
gonales al patrón del oleaje y el propio patrón función de la diferente energía marina en
son de menor superficie y, por lo tanto, concen- cada una de las bocas.
tran poder energético.
b2) A partir de una boca de entrada, cueva, que
se va proyectando continentalmente.
2. Complejas o de dos bocas: arcos y túneles Ésta, en unión de otros túneles o fracturas
de diferentes direcciones, crea una cámara
La evolución de una furna puede determinar la apa- subterránea que acaba colapsando y for-
rición de un túnel rocoso o de un corredor direccio- mando un bufadero.
nal, en función de la resistencia de los materiales y
su disposición a sufrir colapsos. A continuación se muestran dos figuras (ver figuras
2.5 y 2.6) con diferentes tipos y casos de cuevas
a) Arcos rocosos costeras. Se han realizado en trabajo de campo para
la costa de Ribadeo y proceden de casos reales. Se
Constituyen pasos subterráneos de algunos me- han extraído del trabajo: López Bedoya y Pérez Al-
tros de longitud y variables dimensiones de an- berti, 2007, La costa de Ribadeo. Plancha fuera de
cho y alto, siendo esta última medida la más texto, En Pérez Alberti et al.: Itinerarios geomorfoló-
elevada, al tratarse de formas bastante evolucio- gicos por Galicia. (GIXA – USC).
71

Caracterización ecológica

Figura 2.5
Tipos y casos de cuevas costeras.

Figura 2.6
Tipos y casos de cuevas costeras.
72 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

II. Cuevas sobre materiales calizos También se resalta la existencia de salas de disolu-


(sedimentarios en general) ción, anotando la importancia de este fenómeno en
la evolución de las cuevas en zonas calizas. Esta am-
Aunque la clasificación que se presentó anterior- pliación por disolución es un trazo evolutivo dife-
mente está ideada sobre costas acantiladas de tipo rencial con respecto a las cuevas sobre litologías si-
metamórfico, su fundamento estructural puede ser líceas, las cuales evolucionan siempre por impacto y
perfectamente aplicado a costas de litologías dife- arranque o desplome de bloques por la acción hi-
renciadas. Sanjaume Saumell, 1985, aporta la im- dráulica y la compartimentación tectónica.
portancia de la existencia de grietas y fisuras, de
diaclasas y fracturas en general, para el retroceso y Además de esta clasificación basada en el papel con-
evolución de acantilados y para la apertura de cue- junto de la litología y la tectónica, existen otras po-
vas costeras en rocas sedimentarias, en especial para sibilidades de clasificación, propias ya de litologías
calizas. Para el caso concreto de una forma evolu- karstificables. Una de gran interés es evidenciada
cionada de cuevas, los bufaderos, demuestra tam- por Ginés, et al., 2007, que muestran la importan-
bién la importancia de la acción hidráulica marina cia de los cambios del nivel del mar en la configu-
en su génesis, siempre a partir de la existencia de ración de las oquedades de la franja costera. La cla-
diaclasas existentes en el perfil emergido facilitando sificación se puede realizar a partir del tipo de
la ampliación de las líneas de debilidad. También interferencias entre el modelado endokárstico y la
Gràcia et al., 2001, en lo que denominan “coves dinámica litoral.
d’abrasió marina”, indican que se trata de cavidades
de erosión marina en las cuales los procesos de ero- 1. Cavidades de génesis marina que capturan fenó-
sión litoral actúan aprovechando los puntos débiles menos endokársticos preexistentes.
de la roca, es decir, fracturas, diaclasas, juntas de 2. Cuevas kársticas que han sido alcanzadas y par-
estratificación y la heterogeneidad de los materiales. cialmente desmanteladas por la erosión marina.
Estos autores anotan un ejemplo clave que ayuda a 3. Cuevas kárstico-marinas modeladas por los cam-
entender la importancia del factor estructural como bios del nivel marino.
base para la clasificación de cuevas costeras: la cova
Negra, que es una cavidad de abrasión marina de Estos tres posibles tipos conllevan morfologías dife-
200 m de longitud que debe sus considerables di- renciadas y una zonificación y composición bioló-
mensiones y su agrandamiento al aprovechamiento gica originales, pues la distribución y el número de
de fracturas verticales en la roca. ambientes varían notablemente.

Es cierto que los procesos de disolución son muy Por último, se puede anotar que dentro de las litolo-
importantes en la evolución de las cuevas en zonas gías kársticas existen diferentes potenciales de karsti-
con litologías karstificables, pero el inicio y, por lo ficación y que, en este sentido, es posible realizar
tanto, la génesis de los diferentes tipos de cuevas es también una clasificación de las cuevas en general, y
finalmente la predisposición de las líneas tectónicas costeras semisumergidas y sumergidas en particular.
y estructurales en general a ser trabajadas por la ac- Una clasificación que consideramos de mucho inte-
ción mecánica marina. En este sentido, Zenkovich rés es la aportada por Garay & Robledo, 2008, en la
en 1967 (Sanjaume Saumell, 1985) asume el papel ficha 8310 “Cuevas no explotadas por el turismo”.
secundario de los procesos de disolución incluso en Según estos autores, atendiendo a la naturaleza lito-
el desarrollo de las costas calcáreas, aunque recono- lógica del karst, podrían establecerse, al menos en el
ce su papel en la modificación de los principales ámbito peninsular, los siguientes subtipos:
elementos del perfil costero y en la aceleración de
los estados iniciales de erosión. ■ K1: karst carbonatado (en calizas y/o dolomías),
donde el principal proceso es la descarbonata-
En la obra de esta autora sobre las costas valencia- ción (o proceso kárstico sensu stricto).
nas, que se podría extrapolar al resto del territorio ■ K2: karst yesífero (en yesos, incluso puntual-
mediterráneo español, no se deja de hacer hincapié mente en anhidrita), siendo la disolución simple
en cómo la disposición de las líneas de debilidad el proceso principal, a veces acompañado de hi-
acaba por condicionar la forma y evolución de las dratación/deshidratación de la roca (yeso-anhi-
cuevas costeras. drita-yeso).
73

Caracterización ecológica

■ K3: karst salino (en sales, principalmente halita),


1. SINGENÉTICAS
por disolución simple.
■ K4: karst silíceo (en rocas cristalinas y silíceas,     1.1.  Reogenéticas
como granito, cuarcita, etc.), producido por hi-       1.1.1.  Subterráneas
drólisis de los feldespatos y disolución lenta de la       1.1.2.  Subaéreas
sílice (a veces favorecida por pretéritos episodios
    1.2.  Neumatogenéticas
termales).
■ K5: karst detrítico (en areniscas, conglomerados,       1.2.1.  Explosivas
brechas, etc.), donde los componentes minerales       1.2.2.  Cutáneas
pueden ser muy diversos e incluso tener una
    1.3.  Fractogenéticas
composición heterogénea. Por ello, además de
los procesos anteriores, pueden concurrir meca- 2. EPIGENÉTICAS
nismos de sufusión-tubificación más o menos
combinados con el proceso típicamente kárstico subtipo corresponde claramente a las cuevas propia-
(descarbonatación). mente dichas, a las que se puede acceder bien por su
extremo superior (por donde se originó el tubo) o
bien a través de cualquier hundimiento puntual de
III.  Cuevas originadas en rocas volcánicas la bóveda. En cambio, el segundo subtipo (“reoge-
néticas subaéreas”) se debe entender que son cavida-
No se han encontrado clasificaciones de cuevas cos- des más propias del tipo de hábitat 8320 “campos de
teras originadas sobre materiales volcánicos, aunque lava y excavaciones naturales”; dentro de ellas habría
éstas responderán notablemente en su evolución a todavía dos modalidades: las serpentiformes (más
los mismos parámetros estructurales apuntados en parecidas a tubos que no tienen el techo completa-
la clasificación para rocas silíceas metamórficas e mente cerrado) y las embudiformes (más relaciona-
ígneas, estando también condicionadas por otros das, quizá, con colapsos o simas de hundimiento).
parámetros originales de los territorios de origen
volcánico. Las neumatogenéticas pueden entenderse como
burbujas o concentraciones de gases (salas) que es-
Por proximidad temática; se puede entonces echar capan a la atmósfera abriendo repentinamente un
mano de las clasificaciones realizadas para cuevas boquete en su fina y semifundida cubierta cenital.
volcánicas en general, como la propuesta por Mon- Al interior de esta sala o “burbuja” suelen afluir, con
toriol & Pous, 1972, realizada para las Islas Cana- tendencia más o menos radial, pequeños conductos
rias. Garay & Robledo, 2008, presentan esta clasi- o “gateras”, no siempre practicables.
ficación en la ficha 8310 “Cuevas no explotadas por
el turismo”, haciendo algunas referencias a la posi- Las fractogenéticas serían cavidades de pequeño ta-
bilidad de que algunos tipos de ellas compartan maño y en forma de grieta o rimaya que se formaría
espacio marino o anquihalino y, por ello, puedan transversalmente al flujo de la lava en ciertos lugares
ser incluidas en el tipo de hábitat 8330 Cuevas ma- que presentan cambios de pendiente o superación
rinas sumergidas o semisumergidas que aquí se tra- de ciertos obstáculos.
ta. A continuación se reproduce parte del texto
aportado por estos autores: Por último, las cavidades epigenéticas podrían ser
entendidas como cualquier tipo de cavidad formada
“En esta clasificación, que queda resumida en el cua- en la lava ya consolidada por efecto de procesos se-
dro siguiente, diferencia dos grandes conjuntos: el de cundarios, tales como vaciados por erosión, sufu-
las cavidades “primarias” (formadas a la vez que la roca sión o piping, etc. En general, estaríamos hablando
que las contiene), que él denomina Singenéticas, y el de cavidades de escaso desarrollo y quizás más pro-
de la “secundarias”, que refiere como Epigenéticas. pias de ser consideradas en el tipo de hábitat 8320
“campos de lava y excavaciones naturales”.
Las cavidades reogenéticas son concretamente los
tubos de lava, que se forman siempre en las laderas Si bien los tubos de lava son los fenómenos espeleo-
de conos volcánicos y pendientes por donde pueda lógicos más destacables de los terrenos volcánicos,
fluir más o menos confinada la lava. El primer también ha sido destacable durante las últimas dé-
74 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

cadas la exploración de simas con profundidades de teresante, en este sentido, es el del isópodo Ligia
varias decenas de metros. Al parecer, se encuentran oceanica, que habita agujeros supramareales de va-
ligadas a antiguos conductos de salida de gases, en rios centímetros buscando cobijo diurno con oscu-
ocasiones en el interior del cráter. Este tipo de cavi- ridad hasta el desarrollo de su ciclo alimenticio
dades no fue tenido en cuenta en la mencionada nocturno.
clasificación de Montoriol y Pous pero podría tener
cabida en ella como una tercera modalidad de cavi-
dades Neumatogenéticas. IV. Cuevas modeladas sobre sedimentos
recientes
Por otra parte, aunque generalmente no resulte rele-
vante la ocasional presencia de agua —siempre esca- Una característica definitoria de la costa atlántica
sa— en los tubos de lava y demás cavidades volcáni- del noroeste de la Península Ibérica es la existencia
cas, se sabe que algunos tramos pueden estar de gran cantidad de depósitos antiguos que cubren
encharcados, e incluso inundados, y desarrollarse muchos tramos del litoral (Costa Casais, 1995;
—a veces varios kilómetros— por debajo del fondo Costa Casais, et al., 1996). Los depósitos están
marino. El caso más conocido es el del llamado Tú- compuestos por secuencias deposicionales variadas,
nel de la Atlántida, en realidad una continuación lo que trae consigo la presencia de una composición
submarina (con acceso terrestre) del mismo tubo granulométrica heterogénea, y han sufrido a lo lar-
volcánico o sistema de tubos que constituye la Cue- go del tiempo una evolución morfosedimentaria
va de los Verdes y los Jameos del Agua (Lanzarote). bien definida. Por otra parte, son el reflejo de los
cambios que experimentó la costa a lo largo del
Así pues, al igual que en las cavidades kársticas, tiempo, producto de, por un lado, el juego de regre-
también aquí podría plantearse una diferenciación siones y transgresiones marinas en relación a la va-
entre cavidades secas, cavidades parcial o estacional- riabilidad climática y, por otro, de las condiciones
mente inundadas y cavidades sumergidas (quizás locales de deposición. A nivel individual, las carac-
anquihalinas): terísticas que los definen están en función de a) su
localización, b) área fuente, c) asociación de facies
■ Subtipo volcánico de “cuevas vadosas” sedimentarias y d) forma.
■ Subtipo volcánico de “cuevas inundadas” (quizás
anquihalinas o incluso marinas) Los depósitos costeros en la actualidad están so-
metidos a procesos de erosión intensos, lo que di-
Otra clasificación de cuevas volcánicas nos acerca a ficulta valorar su extensión en el momento postde-
un concepto poco tratado inicialmente: el del ta- posicional.
maño de las cavidades costeras. Howarth, 1983,
para cavidades en terrenos volcánicos, distinguió Por lo general, alcanzan mayor potencia las facies de
tres clases de tamaños significativos de cara a la ha- origen continental y en la actualidad actúan como
bitabilidad de las cuevas: las macrocavernas, mayo- acantilados activos, afectados por procesos erosivos,
res de 20 cm, las mesocavernas, de 0,1 cm a 20 cm, principalmente marinos, y en menor medida subaé-
y las microcavernas, con dimensións menores a 0,1 reos. Su desmantelamiento deja en resalte formas
cm. Biológicamente, la primera admitiría a grandes litorales heredadas del pasado (Blanco Chao & Pé-
vertebrados, la segunda se caracterizaría por un cli- rez Alberti, 1996; Pérez Alberti, et al., 1997).
ma favorable a los artrópodos cavernícolas, mien-
tras que la tercera es demasiado pequeña para la La evolución general de los depósitos se enmarca
mayoría de los artrópodos cavernícolas. Esta clasi- en el período que se extiende desde el Eemiense
ficación es muy interesante, no sólo para terrenos (130.000 años) hasta el Holoceno. Dataciones ra-
volcánicos, sino también para el resto de las litolo- diocarbónicas en depósitos localizados al sur de
gías, pues se tiende a excluir de las cavidades coste- Galicia, en San Xián y Oia (Cano, et al., 1997) y
ras sumergidas y semisumergidas las pequeñas en Caamaño (Costa Casais,1995) permiten esta-
oquedades en las paredes acantiladas, cuando éstas blecer dos momentos de formación de suelo en el
son capaces de aportar vegetación y fauna diferen- Pleniglaciar Medio. Uno, en torno a los 40.000-
ciadas del resto del frente acantilado, con especies 30.000 BP (San Xián IV: 38.830  ±  2.200 BP, Oia
acostumbradas a vivir en la penumbra. Un caso in- Sur: 32.980  ±  530 BP; Caamaño 36.050  +  1.430-
75

Caracterización ecológica

1.210 BP y 32.340  +  2.400-1.800 BP) y otro en lógica que permite establecer una zonación en altura
torno al 30.000-20.000 BP (San Xian I en consistente en tres sectores controlados por distintos
28.000  ±  230 BP; Camaño: 30.120  +  670-620 BP factores. Esta acción marina está muy relacionada
y 20.160  ±  270 BP). con el grado de estabilidad de las geoformas, a la vez
un importante condicionante de la colonización y
En estos depósitos, abarcando tanto la parte inferior evolución de las comunidades vivas:
de la potencia de los mismos como el sustrato roco-
so sobre el que descansan, se han excavado cuevas de Una franja inferior, de desgaste marino, alcan-
los diferentes tipos anotados para el dominio silíceo, zada por la acción mareal y que dimensional-
con edades inferiores a los depósitos, asociándose así mente depende de la localización relativa del
al último período transgresivo. Las cuevas modela- socavón rocoso respecto a esta variable marina.
das sobre sedimentos recientes presentan un com- Se puede observar por un ensanchamiento re-
portamiento mucho más activo, ofrecen un mayor dondeado de las paredes que responde a la ac-
grado de movilidad dominando en ello tanto el la- ción abrasiva directa del mar. Es habitual la
vado como, de manera especial, los desprendimien- desaparición o enmascarado de las líneas estruc-
tos o los deslizamientos. La vegetación asociada a los turales del sustrato. En su parte superior se lo-
mismos es en parte similar, pero aporta nuevos taxo- caliza una actividad biológica importante.
nes en función de unas diferentes condiciones de
humedad y edáficas en general. Un segundo sector suele coincidir con un leve
estrechamiento de la oquedad, salvo que la red
En estas cuevas puede presentarse un tipo de coí- de fracturas imponga lo contrario. En él los
dos, ya anotado tipológicamente al principio del temporales actúan sobre los estratos fundamen-
apartado del dominio silíceo, a partir del desmante- talmente mediante el impacto, lo que favorece
lamiento de los depósitos de origen continental ge- la extracción de bloques por actividad marina
nerados, como ya se ha dicho, en un ambiente frío. en función de los parámetros estructurales.
Son abundantes en toda Galicia destacando las acu- Muestra habitualmente un aspecto aserrado.
mulaciones existentes entre Cabo Touriñán y Muxía
o al sur de Cabo Silleiro, en el tramo que se alarga Por último, se distingue una tercera área: la su-
hasta la frontera con Portugal. Ofrecen una gran perior, en donde el factor de impacto marino
variedad granulométrica, principalmete a conse- disminuye, salvo situaciones hidrodinámicas o
cuencia de la propia diversidad de facies que pre- topográficas muy favorables. En ella, cuando
sentan los depósitos. Existen algunas cuevas en la existen fracturas abiertas en el techo, la evolu-
Costa da Morte, que contienen coídos de este tipo ción se ve condicionada por la acción de las
en cuevas del tipo que estamos tratando. aguas continentales y por la caída de bloques en
relación a las vibraciones provocadas por el im-
pacto marino. El estado de meteorización del
2.5. Exigencias ecológicas sustrato rocoso y el dominio de determinadas
direcciones de fracturas se contraponen para dar
lugar a perfiles más redondeados o irregulares,
Factores y procesos naturales que controlan multidireccionales u orientados en una direc-
la presencia de vegetación y fauna ción concreta.
de las cuevas costeras
Al igual que en la dimensión vertical, la hidrodiná-
La acción combinada de olas y mareas mica existente a lo largo de los corredores internos
de las furnas y los túneles rocosos presenta también
La acción marina combinada de oleaje y mareas, una zonación que es interesante anotar.
marcada por las intensidades y frecuencias de estos
parámetros a lo largo del año, es el principal factor La parte externa, la de la boca orientada hacia el
evolutivo y, por lo tanto, condicionador del pobla- mar, es la que presenta una mayor anchura, pues
miento ecológico en las cuevas marinas. En nume- recibe el intenso ataque marino —salvo que el
rosas cuevas analizadas en el litoral existe una serie sustrato sea muy resistente y exista en el interior
de regularidades en procesos y evolución geomorfo- un área meteorizada—. En su parte inferior se
76 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

desarrolla una balma más o menos ampliada y te el ensanchamiento final al que se está haciendo
desigual en ambos márgenes, por encima de la referencia.
cual, la abrasión es dinámica predominante y
bastante intensa. La tectónica determina la Las direcciones más habituales de ataque del oleaje
orientación del techo, ancheándose si existe me- en el interior de la furna son delatadas por la distri-
teorización en la roca. bución y calibre de las balmas inferiores. Éste es
más efectivo siempre en uno de los lados de la cue-
La parte central puede sufrir un estrechamiento va, en función de la reflexión del oleaje. Los túneles
si coincide con una roca más resistente o si se y furnas del área de análisis, especialmente los aco-
encuentra más protegida. En esta angostura, la dados, presentan una distribución alterna de las
lámina de agua asciende sensiblemente. Se pro- balmas. Esto ocurre frecuentemente donde las di-
voca un efecto Venturi ante la menor sección de recciones de fractura cruzadas dan lugar a un com-
paso, aumentando la velocidad de flujo. La direc- plicado juego de reflexiones de la lámina de agua en
ción principal de fractura y la aparición de rotu- las paredes de los entrantes y oquedades.
ras secundarias determinan el dibujo, la orienta-
ción y el avance del techo de la oquedad.
Las aguas continentales
En el sector final o interno —algunas furnas
pueden repetir la secuencia zonal presentando Las aguas continentales aportan un factor clave en
así una evolución en dos o tres fases temporales la evolución de las furnas o cuevas marinas, como
diferentes—, el fondo de saco se ensancha, de- también en el retroceso de acantilados. Como ya se
bido al impacto y las turbulencias finales del anotó, por ejemplo, la evolución de las cuevas y tú-
oleaje. En esta ampliación, el agua sale del efec- neles hacia bufaderos depende, en gran medida, del
to Venturi, nebulizándose y proyectando su trabajo de las aguas continentales que debilitan los
energía en todas direcciones, con especial efica- techos horadados por la acción marina a partir de
cia en la dirección frontal y vertical. Se realizan las líneas de fractura. El régimen de precipitaciones,
así socavamientos mayores en esas dos direccio- la canalización natural de esas aguas y su retención
nes. Ello determina el crecimiento y la proyec- en fisuras y marmitas en los acantilados que techan
ción continental de la cueva. Es necesario apun- cuevas y túneles es variable indispensable para co-
tar que la proyección hidráulica para el impacto nocer la evolución de las cuevas y, por lo tanto, de
vertical no parte desde el nivel basal de la cueva, la distribución de los seres vivos en las mismas.
sino a una cierta altura, merced al citado efecto
físico, lo que facilita la horadación de los pro-
fundos huecos circulares que presentan algunos La cantidad de luz
ejemplos de furnas a lo largo de toda la costa.
La cantidad de luz es también fundamental en la
Por último, el extremo del fondo del saco de- definición de este tipo de hábitat, quizá el factor
pende formalmente de las características hidro- más original, el diferenciador con respecto a otros
dinámicas internas en las partes previas del co- próximos. La sola aparición de resaltes, extraplo-
rredor, pero también del buzamiento de los mos, viseras o corredores estrechos trae en conse-
estratos y de la red de fracturas, muy efectivas cuencia la disminución drástica de las horas de luz,
en esta parte final. afectando así a los tipos vegetales y animales. La
configuración de cuevas verdaderas, túneles y pasa-
En el caso de los túneles, la boca interna, que ejerce dizos, intensifica esta situación llevando al hábitat a
de sector final y desemboca en un bufadero, ocasio- una penumbra u oscuridad marcada y duradera. Es
na un nuevo ensanchamiento, aunque de menor entonces cuando se desarrollan las comunidades vi-
calibre que el de la boca de entrada marina. Como vas más diferenciadas. Pueden llegar a aparecer así
quiera que los bufaderos son oquedades colapsadas ambientes de troglófilos y troglobios en un medio
por la meteorización rocosa derivada del trabajo de original en el que se incluye la influencia marina.
las aguas continentales sobre una red de fractura
multidireccional, esta boca evoluciona con un te- Centrándonos en el condicionante lumínico, las
cho muy tectonizado, y ya meteorizado, que permi- cuevas tienen un ambiente biogeográfico específico
77

Caracterización ecológica

Figura 2.7
Diferentes cuevas costeras cartografiadas en planta y perfil que permite observar la explicación de sectores
que se acaba de anotar.
Realizado en trabajo de campo para la costa de Ribadeo y proceden de casos reales.
Extraído del trabajo: López Bedoya & Pérez Alberti, 2007, La costa de Ribadeo. Plancha fuera de texto. En: Pérez
Alberti, et al.: Itinerarios geomorfológicos por Galicia (GIXA – USC).
78 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

y original, poblado por seres vivos cavernícolas, tro- ■ Región B:


globios y troglófilos. Galán & Herrera, 1988, divi-
den el ambiente cavernícola en dos regiones y cua- Se trata de una zona en total oscuridad y hume-
tro zonas distintas: una región A, que comprende dad relativa muy próxima a los valores de satura-
ambientes subsuperficiales y transicionales, y consta ción, no existiendo prácticamente cambios cli-
de dos partes, una de “entrada superficial y penum- máticos. Es el hábitat subterráneo propiamente
bra” y otra de “transición”; y una región B, que dicho.
comprende el ambiente subterráneo propiamente
dicho, que contiene, a su vez, una zona “ventilada” Zona oscura ventilada: dominan los troglófilos,
y otra zona “profunda con aire en calma”. mientras que los cavernícolas estrictos o troglo-
bios entran eventualmente en ella si las condicio-
■ Región A: nes de humedad son las adecuadas.

Zona de “entrada subsuperficial y penumbra”: la Zona oscura de aire en calma: es, con las mesoca-
parte de la entrada subsuperficial recibe a me- vernas y espacios menores contiguos a éstas, el
nudo luz durante el día, existiendo plantas ver- lugar de hábitat de los troglobios. Los troglófilos
des y rellenos de materiales orgánicos proceden- aparecen sólo de manera accidental o transitoria
tes del exterior. En el sector de penumbra se ,pues no están adaptados para mantenerse en
muestra una degradación en los parámetros físi- esta zona de manera indefinida. Este área com-
cos, acompañada de una gradación vegetal acor- prende huecos en muy distintas posiciones topo-
de, pasándose de la vegetación de plantas vascu- gráficas, incluso en la proximidad de la entrada
lares ombrófilas a las criptógamas y, finalmente, y sector de penumbra.
películas de algas. La fauna incluye muchos tro-
glógenos regulares, tanto en las paredes —aso-
ciación parietal de las cuevas europeas— como El ambiente atmosférico de las cuevas
entre los bloques y rellenos orgánicos del suelo,
predominando en éstos las formas endógenas. Aunque las cuevas costeras están fuertemente in-
También se esconden en esta zona muchos in- fluenciadas por el clima costero, que acompaña el
vertebrados epígeos e higrófilos que buscan re- ambiente atmosférico con parámetros inexistentes
fugio y humedad. en las cuevas continentales, como una alta salinidad,
en las cuevas costeras profundas semisumergidas y
En esta región queda incluida una gran cantidad emergidas, sobre todo las existentes en litologías ca-
de cuevas costeras, sobre todo las de los ambien- lizas y volcánicas y que disponen de varias cámaras,
tes metamórficos y silíceos, así como las viseras a veces desconectadas del mar pero con aguas salo-
costeras, los arcos rocosos, los bufaderos y otras bres, anquihalinas, pueden desarrollarse las caracte-
geoformas de evolución de las cuevas, como los rísticas atmosféricas propias de las grandes cavidades
entrantes costeros estrechos y en garganta. continentales. Se anotan, a continuación, los rasgos
generales de la atmósfera cavernícola:
Zona “transicional”: se encuentra en oscuridad
total, no existen plantas verdes y sí fuertes va- Las características básicas definidoras del ambiente
riaciones climáticas, siendo muy dinámica, con atmosférico, microclima, existente en las cavernas,
límites ambiguos y variaciones de humedad siguen las anotaciones de Galán y Herrera, en 1998.
diarias y estacionales en función de las propias La atmósfera subterránea mantiene unas condicio-
variaciones de temperatura y del intercambio nes climáticas relativamente constantes, pero puede
de aire con el exterior. Dominan los seres tro- existir una marcada variabilidad en los parámetros
glógenos, que, según su desarrollo y biología, meteorológicos, según se trate de zonas bien ventila-
pueden adquirir más o menos independencia das, con constante renovación de aire, o confinadas,
de los factores físicos. Por ejemplo, muchos tro- con un régimen de aire estancado. En la atmósfera
glógenos regulares, como dípteros, araneidos y subterránea, las diferencias de temperatura pueden
quirópteros, pueden instalarse en las profundi- alcanzar los 5-6 °C y las de humedad relativa el 30%,
dades de las cuevas y cumplir allí parte de su aunque son muy inferiores en áreas confinadas, pro-
ciclo vital. fundas o de reducidas dimensiones. En estos casos,
79

Caracterización ecológica

el régimen es prácticamente isotermo y equivalente que, partiendo de la base, como ocurre con los
a la temperatura media anual de la comarca en la acantilados, de que son formas cuya evolución na-
que se localiza la cueva; la humedad relativa es del tural les lleva a la destrucción, y que esa destrucción
100% y suceden habitualmente casos de sobresatu- da paso a la nueva confección de cuevas en el mis-
ración y condensación. Esta situación puede ser mo- mo sector costero, es necesario desarrollar un poco
dificada por las variaciones en la temperatura del el tema de los colapsos inducidos en grutas litorales
agua, frecuentemente con valores inferiores en 1 °C o la destrucción acelerada de las mismas por el de-
o 2 °C a la del aire. Otro factor fundamental es el de sarrollo de actividades por parte del ser humano.
la concentración de dióxido de carbono [CO2], ya
que incluso esta concentración condiciona los pro- A continuación, se relacionan algunas de las activi-
cesos de formación de geoformas kársticas. En las dades que generan desequilibrios en los acantilados
cuevas, la concentración de este gas aumenta a me- y, por ende, en las cuevas costeras:
dida que se incrementa la profundidad, siendo ma-
yor que en las galerías y cavidades ventiladas, puesto ■ La contaminación por hidrocarburos y otros re-
que el intercambio de aire es mucho menor. La con- siduos sólidos o líquidos se puede convertir en
centración puede entonces alcanzar un 10% del vo- un serio problema para los seres vivos que ha­
lumen gaseoso, o incluso superarlo. Este aumento es bitan las cuevas y sus aledaños. Las cuevas pro-
resultado directo de la disolución de la roca calcárea fundas, a pesar de encontrarse en áreas muy
por las aguas de infiltración. expuestas y dinámicas, constituyen trampas se-
dimentarias en las que se acumula todo aquello
que es transportado y finalmente extraído de las
El tamaño de las cuevas derivas y corrientes litorales. En no pocos casos,
se pueden datar apariciones de cuerpos sin vida
Como ya se ha anotado en apartados anteriores, el de animales, acumulaciones de detritos inorgá-
tamaño y la configuración de las cavidades condi- nicos y volúmenes elevados de hidrocarburos en
ciona la aparición de unos u otros seres vivos y su cuevas. Las acumulaciones, en el fondo de saco
distribución. Del tamaño y configuración de la cue- de las mismas, de depósitos arenosos o cantos ya
va dependen la cantidad de luz, la abundancia/do- indica que se trata de trampas sedimentarias
minancia de unos gases u otros, la disponibilidad de bastante efectivas. En algunos casos, la existen-
agua, etc., factores abióticos que terminan por limi- cia de algún bufadero activo en el techo de estas
tar o permitir la vida en las cuevas. En este sentido, cuevas, con dimensiones efectivas, ha actuado a
es interesante la clasificación de cuevas volcánicas modo de sifón, ayudando a proyectar residuos
realizada por Howarth en 1983, y presentada ya en sobre el acantilado. Así, el tipo de hábitat 8330
el apartado “Cuevas originadas en rocas volcánicas” Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas se
de esta ficha. Howarth distinguió tres clases de ta- ve notablemente condicionado por la contami-
maños significativos de cara a la habitabilidad de las nación marina.
cuevas: las macrocavernas, mayores de 20 cm, las ■ Las consecuencias de cambios forzados en la hi-
mesocavernas, de 0,1 cm a 20 cm, y las microcaver- drología costera continental, una de las causas
nas, con dimensiones menores a 0,1 cm. Biológica- más habituales del asentamiento masivo huma-
mente, la primera admitiría a grandes vertebrados, no en las costas, también llevan parejo un riesgo
la segunda se caracterizaría por un clima favorable a de degradación para las geoformas que aquí se
los artrópodos cavernícolas, mientras que la tercera tratan. El desvío de los drenajes naturales y su
es demasiado pequeña para la mayoría de los artró- concentración a la hora de ser proyectados al
podos cavernícolas. mar puede reforzar las presiones hidráulicas en
algunas fracturas clave en la evolución de las ca-
vidades. Esta acción negativa puede darse de ma-
Factores y procesos antrópicos que afectan nera superficial, con emisarios cerrados o cauces
a las formas y a la cobertura biológica naturales forzados por la concentración previa
de las cuevas costeras artificial de pluviales que vierten sobre el acanti-
lado desmoronando el techo de las cuevas, o
La ocupación de las costas, en general, se ha conver- bien subterráneamente por el enterramiento de
tido en el peor enemigo de las cuevas costeras. Aun- emisarios de aguas fecales o de vertidos indus-
80 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

triales. En este último caso, el ensanchamiento acantilados atlánticos la importancia de este proble-
de grietas lleva a la caída de bloques y al poste- ma en la degradación de las comunidades vivas au-
rior colapso de partes del techo de la cueva. tóctonas; por ello redireccionamos a esa ficha la
■ Las instalaciones industriales próximas al mar lectura de algunos de los fenómenos más repetidos
traen en consecuencia numerosos problemas. A en este problema inducido por el ser humano. Ade-
los de contaminación, concentración de pluviales más de las consecuencias relacionadas con la impo-
y emisarios, se unen otros igualmente dañinos, sición de nuevas especies y la sustitución y degrada-
como el desmonte de vertientes costeras o el ho- ción genética de las autóctonas, es necesario apuntar
radado de los propios acantilados. Una de las ac- la idea de que los nuevos taxones introducidos pue-
tividades de tipo industrial que han aumentado su den, por un lado, aumentar la acción bioclástica en
presencie en la costa, y que llevan consigo el des- grietas directamente conectadas con el sistema tec-
moronamiento físico parcial o total de frentes tónico de la cueva y, por otro, que la sustitución de
acantilados con sus respectivas cuevas, son las pis- especies autóctonas puede llevar parejo un proble-
cifactorías. En ellas, las tomas de aguas limpias, ma de desprotección del acantilado, favoreciendo
los emisarios de aguas derivadas de la alimenta- una aceleración de los frentes costeros.
ción de peces, las redes de transporte subterráneo
del elemento hídrico, la construcción de tanques
o piscinas o la colocación de los cimientos de las La interrelación de factores y procesos
propias edificaciones han significado la erosión y la ocupación biológica de los
física de acantilados y el consecuente riesgo de acantilados y las cuevas
evolución de las cuevas de los tramos costeros en
los se implantan estas infraestructuras. ■ En materiales silíceos, metamórficos e ígneos
■ Los usos turísticos son también un problema en
muchos trechos de costa acantilada, pero espe- En la flora
cialmente en aquéllos cuya monumentalidad los
ha convertido en atractivos puntos de llegada Según Sanmartín & Lago, 1998, la composición
masiva de visitantes. Un ejemplo de que los tu- química de la roca no influye de manera decisiva en
ristas están degradando las cuevas, arcos, túneles la distribución de las plantas en las áreas dominadas
costeros y bufaderos es el de Ribadeo, en la costa por rocas metamórficas e ígneas. Sin embargo, se
lucense peninsular. Allí, los efectos de los visitan- observa cómo el grado de meteorización y fractura-
tes se muestran en varias tipologías: ción de las rocas sí que tiene importancia, ofrecien-
do las rocas con mayor grado de alteración una
• El pisado o frecuentado de los techos de estas mayor variedad de plantas que las rocas sin alterar.
geoformas, fomentando el riesgo de desplome De ello participan las cuevas y sus diferentes tipolo-
por medio de vibraciones, erosiones físicas y gías. La inestabilidad, la irregularidad de la cueva, el
presiones sobre los techos de las cuevas. estado de meteorización y la disponibilidad de nu-
• El tramo costero está fosilizado, parcialmente, trientes, y el grado de apertura de la cavidad —y
por sedimentos arenosos, que contribuyen a por ello de la cantidad de luz— influyen notable-
proteger parcialmente los acantilados de la ac- mente en la distribución y abundancia de seres vi-
ción del oleaje. La extracción, involuntaria vos en el interior. También el régimen de oleaje y el
unas veces y voluntaria otras, de arena facilita alcance mareal condiciona la zonación de seres vi-
la acción erosiva del mar y una aceleración en vos en el interior de la oquedad.
el retroceso de la costa rocosa.
• La entrada de numerosos visitantes en las cue- Con todo, el diferente doblamiento entre grandes
vas está destruyendo el hábitat natural, me- dominios litológicos es patente. La litología deberá
diante arranque, pisado o molestias sonoras ser tenida en cuenta, pues, por una banda, crea eda-
sobre las comunidades vivas, reduciendo la fismos y especies endémicas asociadas. Por ejemplo,
biodiversidad del hábitat en estos espacios. los acantilados y las cuevas calizas y aquellos mode-
lados en materiales volcánicos cuentan con comu-
Por último, no debe olvidarse la importancia que nidades diferenciadas a las grutas en dominio graní-
tienen, en la composición vegetal y animal, las es- tico y metamórfico, aunque puedan existir especies
pecies bioinvasoras. Ya se ha apuntado para los comunes. Por otro lado, la evolución e inestabilidad
81

Caracterización ecológica

de los acantilados y las cuevas que en ellos se desa- A lo largo de su evolución, las plantas casmofíticas o
rrollan serán también diferenciadas, por lo que la fisurícolas sufrieron importantes modificaciones en
colonización vegetal y animal se verá condicionada su aparato vegetativo en la lucha por la búsqueda de
de manera distinta. agua, que es el factor más limitante junto con la
presencia de sal.
Está claro que las zonas con más poblamiento son
aquellas existentes en los márgenes exteriores de las El agua de la lluvia percola por las líneas de fractura
cuevas y en las grietas de comunicación con el exte- o discurre por la superficie, siendo muy pequeña la
rior continental. Así, no es lo mismo estar hablando cantidad retenida. Este hecho da lugar a un am-
de cuevas, en sentido estricto, que de bufaderos, ar- biente dificil para las plantas, apareciendo algunas
cos o túneles de dos bocas. En los bufaderos y arcos lapídicolas que sólo crecen sobre las rocas.
rocosos, la evolución de los mismos, su erosión, per-
mite el establecimiento de comunidades vegetales Sin embargo, la mayor parte de la flora que existe
más rocas que responden ya a la típica secuencia de en los acantilados y, por extensión, en las geoformas
los acantilados rocosos. En este caso, se repite un evolucionadas de las cuevas son, según Sanmartín
poco la secuencia propia de los acantilados. & Lago, 1998, aerohalofitas y halofitas terrestres, ya
que la sal es un elemento de primer orden que in-
En los acantilados metamórficos y graníticos, por fluye notablemente en estos tipos de hábitat. Las
ejemplo, las primeras plantas capaces de colonizar primeras se humedecen por el spray marino y las
los acantilados desnudos son los líquenes que son segundas son casmofitas que viven en las hendiduras
capaces de soportar las fuertes oscilaciones de tem- rellenas por materia orgánica traida por el viento o
peratura que se suelen dar cuando, después de una procedente del mar. En este caso, muchas especies
larga exposición al sol, reciben el impacto de las son las mismas que crecen en las praderías salinas.
gotas de agua frías lanzadas por el oleaje. Este fenó- En otros lugares hay especies que, a pesar de crecer
meno provoca una evaporación rápida del agua, lo en un ambiente rico en arena o nitrófilo, aparecen
que favorece el aumento de los niveles de la salini- abundantemente en los acantilados. Esto se puede
dad en la superficie de la roca cuando no, después explicar porque los fuertes vientos pueden arrastrar
de momentos de temporal, de acumulaciones de sal arena hasta ellos, favoreciendo el crecimiento de
en las hondonadas. La presencia de líquenes es im- psamofitos. Por otra parte, la presencia de un gran
portante como indicador del grado de contamina- número de aves marinas y sus excrementos favorece
ción, tanto atmosférica como marina, porque, pese la existencia de un alto nivel de especies nitrófilas,
a vivir en ambientes difíciles, no soportan la acción sobre todo de pequeño porte, capaces de resistir los
de ciertos contaminantes. fuertes vientos de las costas atlánticas.

En los acantilados rocosos o encima de los coidos La distribución, pues, de las diferentes especies en
inactivos, que se emplazan por encima del nivel de los acantilados y la margen exterior de las serie evo-
las mareas, son abundantes los líquenes como: Ra- lutiva de las cuevas viene determinada por su altura
malina siliquosa, Xanthoria parietina, Verrucaria sobre el nivel del mar, por el grado de alteración de
maura, Lichina pygmaea, Lacanora atra o Caloplaca la roca o por su exposición a los vientos, así como
marina. por el grado de movilidad del terreno. Entre las fa-
nerógamas, destaca el Crithmun maritimum, al que
Otro hecho destacable es que la formación de pla- se le asocia frecuentemente la Armeria pubigera.
cas liquénicas en las rocas sirve para perparar estos Ambas especies ocupan una amplia franja, que va
ambientes cara el crecimiento de las plantas pione- desde la orilla del mar hasta la parte alta de los
ras como los briofitos que, a su vez, junto con los acantilados, poblando también las fracturas abiertas
materiales de descomposición de la roca, crean pe- en las cuevas.
queñas acumulaciones de sedimentos que quedan
retenidos en concavidades o en las hendiduras En los bufaderos más abiertos y evolucionados,
abiertas a partir de la alteración diferencial siguien- como los existentes en la costa de Ribadeo o algu-
do líneas de fractura. Estos microsuelos, o suelos nos de las islas de la costa gallega pontevedresa,
embrionarios, son aprovechados por las plantas puede aparecer una vegetación propia de lugares
Casmofíticas de mayor porte. más alejados del mar, aumentando la diversidad de
82 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

especies. Estas paredes rocosas están bastante des- El estadio, franja o nivel infralitoral, aparece
conectadas del mar, ya que el agua del mar aparece por debajo del nivel de marea baja viva, emer-
sólo en marea alta en la base del pozo y los oleajes giendo de tiempo en tiempo la parte superior
llegan muy atenuados, siendo muy limitado el del mismo. Las comunidades vivas se extienden
spray marino por la protección del frente acantila- hasta los 25 m o 50 m de profundidad. Aún
do más avanzado. Aparecen así, en el dominio si- está influenciado por las agitaciones marinas,
líceo atlántico, plantas como Silene uniflora subsp. pero conoce una estabilidad ecológica progresi-
uniflora, Spercularia rupicola, Angelica pachycarpa, va a medida que aumenta la profundidad. La
Lobularia maritima, Cochlearia danica, Centau- disminución rápida de la luminosidad con la
rium maritimum, Plantago coronopus, Bellis sylves- profundidad limita pronto el desarrollo de la
tris y Leucantherium merinoi, Armeria pubigera, cobertura vegetal. A partir de éste comienza la
etc. Además, la existencia de una umbrofilia eleva- zona circalitoral, sombría y fría.
da por la falta de luz y la acumulación de aguas
continentales en las paredes, procedentes de grie- En las costas rocosas, a nivel faunístico, los seres
tas, favorece la aparición de helechos y plantas vivos padecen directamente las variaciones de los
ombrófilas. Es muy habitual, por ejemplo, en los factores físicos, puesto que rara vez se benefician
bufaderos del noroeste de la península, la apari- de alguna protección particular. Para la fauna lito-
ción del helecho real, Osmunda regalis, o del Asple- ral, muy adaptada a la vida acuática, la coloniza-
nium marinum. ción de la roca se resume en una competición den-
tro del arte de resistir la emersión. Incluso aquellas
especies que se encierran en recipientes herméti-
En la fauna cos, como los bivalvos, se someten al riesgo de la
asfixia si la emersión se prolonga. Otras especies,
Bournérias, Pomerol & Turquier, 1999, aportan al- que poseen branquias, como gasterópodos y can-
gunas anotaciones sobre la relación entre factores, grejos, deben adaptar su respiración a dos modos
procesos y la ocupación biológica: bien distintos de funcionamiento: el aéreo y el
acuático. Los organismos menos adaptados a sufrir
A nivel general, un factor repetido como funda- esa sequedad, como los peces, las esponjas y los
mental en los tipos de hábitat costeros y que influye cnidarios, no son capaces de sobrevivir en el inter-
bastante en la distribución de los seres vivos en cos- mareal salvo en condiciones biológicas favorables,
tas rocosas, son las mareas. En efecto, las mareas como salpicaduras permanentes, fisuras abrigadas,
son el origen de la zonificación del poblamiento en bajo piedras, con coberturas vegetales elevadas,
los litorales: etc. ­Estos biotopos húmedos y oscuros constitu-
yen verdaderos enclaves ecológicos que permiten
Por encima del nivel de las mareas vivas llenas, el ascenso a horizontes superiores de especies poco
con un tiempo de emersión del 90%, la vida adaptadas a la desecación, como las anémonas
marina se mantiene muy difícilmente, mientras ­marinas, las esponjas o los propios peces. En este
que la terrestre no se puede aún instalar, salvo sentido, las cuevas, túneles y corredores que cons-
algunas especies de líquenes. La ausencia de ve- tituyen el tipo de hábitat 8330, son lugares ecoló-
getación impide la formación de suelo. Esta gicamente interesantes, suponiendo un avance
franja está, por lo tanto, pobremente poblada o, continental de las especies menos adaptadas al in-
si se quiere, prácticamente desnuda. termareal, debido al ambiente cargado de una hu-
medad elevada y al alcance de las salpicaduras y la
El nivel mesolitoral se desarrolla entre los nive- lámina de agua superior a áreas colocadas en una
les de bajamar y pleamar vivos, en una superfi- posición intermareal similar pero en geoformas
cie regularmente sumergida. Está poblado por abiertas.
organismos muy resistentes a la emersión, pero
para los, que al mismo tiempo, es indispensable Además de estas zonaciones anteriores, vegetales y
el retorno regular de la lámina hídrica marina. animales, presentadas especialmente para territorios
Está directamente alcanzado por el oleaje y se silíceos metamórficos e ígneos, es necesario realizar
encuentra sujeto a grande, fluctuaciones en las algunos apuntes sobre la cobertura biológica en ma-
condiciones de vida. teriales calizos y volcánicos.
83

Caracterización ecológica

■ Sobre materiales calizos ra, se establecen ya comunidades más especializa-


das, y finalmente se llega a la zona oscura, en donde
Los terrenos de naturaleza kárstica son propicios también se desarrollan comunidades muy específi-
para el desarrollo de cuevas, fundamentalmente cas de esta falta de luz.
por la erosión provocada por las precipitaciones
atmosféricas. Las costas calizas se encuentran hora- Se puede dividir la cueva, o cuevas, pues, en tres
dadas por numerosas cavidades, de muy diferentes tipos o zonas diferentes:
tamaños y profundidades, en donde la distribución
de seres vivos está también fundamentalmente de- a) La entrada: con mayor irradiancia, pero ya cla-
terminada por la cantidad de luz, además del al- ramente inferior a la existente en el exterior de
cance marino. Uno de los mayores aportes de las la cavidad. Así, las algas fotófilas, muy abun-
litologías kársticas al mundo de las cuevas costeras dantes en el exterior, son sustituidas por algas
es la existencia de numerosas cuevas sumergidas esciófilas. La fauna y la flora de esta zona se
activas y anquihalinas de gran tamaño, en las que adaptan a lo que se conoce como biocenosis
se pueden observar zonaciones en función de la coralífera de dominio vegetal. En las partes
cantidad de luz. más externas dominan las rodófitas incrustan-
tes, además de especies del género Peyssonelia,
junto con algunas rodófitas erectas, las clorófi-
Cuevas sumergidas o semisumergidas tas y alguna feófita. Las esponjas ocupan los
en contacto directo con el mar biotopos más oscuros, como microcavidades o
partes protegidas por las coralináceas incrus-
Para caracterizar estas cuevas, desde el punto de vis- tantes, siendo más abundantes hacia el interior
ta biogeográfico, se utilizará el estudio de Úriz et al., y los techos de la cueva. Siguen siendo muy
1993, sobre cuevas sumergidas en la isla de Cabre- frecuentes algunas especies fotófilas. Las áreas
ra. de bloques rocosos con sedimentos abundantes
suelen tener especies incrustantes específicas.
En este trabajo, se hace hincapié en que la distribu- No faltan los cnidarios, que caracterizan esta
ción de las diferentes comunidades depende de la zona también, apareciendo igualmente madre-
topografía de cada cueva, que es capaz de determi- porarios e hidrarios. Son muy abundantes los
nar las características físico-químicas de la misma, briozoos de pequeña talla y los equinodermos
sobre todo la cantidad de luz y la circulación de se distribuyen en tres grupos: los habituales de
agua. Esta circulación es también muy importante la zona infralitoral, los de amplia distribución
para entender la distribución de los materiales sedi- litoral, y los de claro carácter esciófilo. Además
mentarios en las cavidades. La salinidad es otro fac- de los equinodermos y algunos decápodos oca-
tor que suele variar y condicionar la distribución de sionales, la fauna vágil se ve también compues-
los seres vivos en las cuevas calizas. ta por pequeños cardúmenes y especies de gó-
bidos y escorpénidos.
Estos autores anotan, basándose en Pérès & Picard, b) Cuevas semioscuras: en esta comunidad viven es-
1964 y Riedl, 1966, que, a medida que nos distan- pecies cuyo ambiente recibe menos del 0,05%
ciamos de la entrada, hacia el interior, aumenta el de la luz existente en la superficie. Casi no exis-
dominio de los animales frente a los vegetales, pre- ten los organismos fotosintéticos y se caracteriza
dominan las formas suspensívoras y se muestran por un cubrimiento animal superior al 10%, el
ausentes los organismos fotosintéticos. Las esponjas dominio de esponjas y briozoos en las paredes y
se presentan en diversidad y cantidad superior al madreporarios y esponjas en los techos. Abun-
resto de comunidades. Las coberturas vivas varían dan las esponjas masivas y las formas erectas de
también desde la entrada al interior de la cueva, poco alzado de diferentes grupos taxonómicos.
siendo del 100% en la primera y disminuyendo En el suelo de la cueva es común, también, la
hasta el 10% en las partes más confinadas. cobertura con esponjas. En el techo, junto a las
esponjas masivas, abundan los madreporarios.
Se incluye en este trabajo que en la parte exterior, al El número de tunicados, de crustáceos decápo-
existir una mayor cantidad de luz, abundan las algas dos y de componentes de la fauna vágil, en ge-
calcáreas, pero al internarnos en la parte semioscu- neral, es bajo.
84 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

c) Cuevas oscuras: existe un empobrecimiento en Las características ambientales de estas cuevas son
la cantidad de individuos y la diversidad de muy diferentes a las de otros tipos, pues ocurre
especies. El paso de cuevas semioscuras a oscu- una estabilidad ambiental elevada, una oscuridad
ras se da por el confinamiento del medio, aso- permanente y una oligotrofia, lo que acerca a estos
ciado a bajas renovaciones hídricas, correlacio- ambientes a los de los fondos oceánicos (Picornell,
nado con irradiancias inferiores al 0,001% con 2004). La influencia marina se manifiesta en la
respecto a la superficie (Harmelin et al., 1985 composición iónica mayoritaria del agua, con pre-
en Úriz, 1993). Existe una disminución drásti- ponderancia de cloruro y de sodio, y también en
ca del doblamiento animal, con coberturas las oscilaciones de la masa de agua de las cavida-
siempre inferiores al 50%, y disminuyendo ha- des, de acuerdo con las oscilaciones en mar abier-
cia el interior. Es rara la estratificación animal, to, aunque más amortiguadas. Por lo tanto, la au-
las formas masivas son poco frecuentes y los sencia de viento y de hidrodinamismo conducen al
organismos incrustantes muy primarios. Las establecimiento de una columna de agua perma-
esponjas de medios semioscuros desaparecen y nentemente estratificada. Es decir, en la parte su-
aparecen otras pocas muy especializadas en perior, donde la influencia de las aportaciones de
este medio. En las paredes se desarrollan for- agua dulce es más fuerte, se formará una masa de
mas incrustantes de aspecto tras­lúcido. En la agua más salobre. Por debajo se sitúa una masa de
base de la cueva, la falta de hidrodinamismo agua más densa. Ambas están separadas por la lla-
permite el desarrollo de formas erectas. Los mada haloclina (Picornell, 2004). Las aguas más
cnidarios son más pequeños, menos diversos y profundas presentan una temperatura superior a la
menos densos. Tampoco los briozoos son ya de las masas superficiales y muy superior a la del
tan abudantes, aunque algu- mar abierto. Las especies que viven en este agua
nas especies, por falta de competitividad, au- son, por tanto, termófilas. En cuanto al aporte de
mentan su índice de dominancia. Menos aún materia, se presentan hasta tres fuentes distintas:
abundan los tunicados y los crustáceos, muy materia orgánica que procede de los suelos del ex-
escasos. Algunos briozoos y tunicados incrus- terior y que se infiltra, restos de algas fotosintéti-
tantes, junto con algunos serpúlidos de algu- cas, si la cueva posee entradas bien iluminadas, y
nas especies de esponjas, son los únicos habi- una población bacteriana quimiolitotrófica. En
tantes sésiles. ocasiones, la degradación bacteriana de detritus en
las capas más inferiores puede dar lugar a situacio-
nes de anoxia, además de a la producción de com-
Cuevas sumergidas o semisumergidas puestos altamente tóxicos. La fauna que habita
anquihalinas estas cuevas está altamente especializada para
afrontar tales retos (Picornell, 2004).
Son las cavidades costeras con aguas salobres o Una característica común de la fauna es el elevado
marinas que no presentan conexión directa con el número de endemismos que se registran en estos
mar abierto. Sólo pueden recibir agua de mar por ambientes. En la mayoría de los casos, una especie
infiltración a través de la roca. En caso contrario, vive sólo en un sistema de cuevas o en una sola
se trataría de cuevas submarinas ordinarias o cue- cueva. La estabilidad de estos ambientes favorece
vas litorales. los procesos de especiación, pero la causa principal
quizá es el aislamiento de las poblaciones troglodi-
Se trata de tipos de hábitat oscuros, sin posibilidad tas, situadas en un margen térmico vital muy estre-
de que los seres vivos que en ellos habitan puedan cho. Otra característica todavía más sorprendente
realizar la fotosíntesis. Aparecen así seres tan raros y de los ambientes anquihalinos es que presentan es-
extraordinarios como los procariotas quimiolitotró- pecies o géneros vicariantes, es decir taxones que
ficos, que reducen el carbono inorgánico utilizando tienen un ascendente común y que en la actualidad
compuestos como sulfuros o amonio como donan- ocupan los mismos nichos ecológicos pero en luga-
tes de electrones. res diferentes, y, en este caso, en cuevas alejadas
unas de otras por miles y miles de kilómetros, sepa-
Se dan cuevas de este tipo en el litoral balear, el radas por barreras infranqueables (océanos, conti-
canario y el peninsular de Levante. nentes) (Picornell, 2004).
85

Caracterización ecológica

La explicación a esta distribución tan disjunta de cit.), anotan que el medio subterráneo costero inun-
taxones filogenéticamente tan emparentados se en- dado por aguas marinas (por ejemplo, Los Jameos
cuentra en la llamada vicarianza por deriva conti- del Aguas en Lanzarote) presenta características
nental: los continentes se desplazan, han cambiado muy particulares y un elevado números de especies
de forma y composición a lo largo de la historia del de invertebrados endémicos de Canarias (Munido-
planeta; se pueden considerar, en realidad, como pis, Speleonectes, etc.). Se trata de un medio de muy
grandes islas flotantes y en su deriva arrastran la flo- baja producción (dependiente básicamente del flujo
ra y la fauna. Expresado de otra manera, la vicarian- de las mareas), con una notable diversidad de espe-
za es un proceso mediante el cual una especie queda cies y muy escaso número de componentes en las
dividida en subpoblaciones aisladas. Se pone en poblaciones.
funcionamiento un proceso de especiación entre
taxones muy semejantes que nunca jamás coexisti-
rán en un mismo territorio. Especies características y diagnósticas
según aportaciones realizadas por sociedades
científicas de especies
■ Sobre materiales volcánicos
Una especie que nos ha parecido característica y
Centrándonos en el caso concreto de las cuevas en diagnóstica de la salud de las cuevas menos exigen-
territorios volcánicos, se puede incluir alguna des- tes a nivel de luminosidad ha sido Ligia oceanica.
cripción en las grutas costeras canarias. Fernández- Ligia oceanica es un isópodo litoral, ligero y huidi-
Palacios & Esquivel, 2001, p.163, aportan, para zo, preocupado por vivir en la penumbra, de hábi-
paredes, cuevas y grietas, que en estos ambientes tos nocturnos y que al atardecer sale a comer algas,
con la luz atenuada, muy frecuentes en Canarias, su base alimenticia (Míguez Rodríguez, et al.,
desde la orilla presentan un poblamiento domina- 1996). Es habitual en lugares donde se acumulan
do por invertebrados filtradores y suspensívoros algas y restos orgánicos, siendo frecuente en cuevas,
(esponjas, corales, antipatarios, ascidias etc.), a ve- fracturas y bajo los bloques del litoral. Ha sido en-
ces muy espectacular en las paredes cubiertas de contrada en muchas cuevas gallegas, en materiales
zoantídeos (Gerardia), gorogonias (Paramuriacea) diferentes y casi en total oscuridad. Es, por lo tanto,
y corales negros (Antipathes) por debajo de los 30 un crustáceo del supralitoral que habita cavidades
m. Un depredador especial de estos ámbientes es semisumergidas y emergidas.
la anémona gigante (Telmatactis). Aquí aparece
también uno de los peces más particulares de Ca- A continuación, la Sociedad Española para la
narias, el góbido de cuerpo aplanado de las fisuras ­Conservación y Estudio de los Mamíferos (SE-
y grietas (Didogobius). Asociados a las paredes o CEM) realiza una aportación para la zona sur de
veriles se encuentran importantes poblaciones de distribución en la Península Ibérica del tipo de há-
peces (Mycteroperca, Epinephelus, Diplodus, etc.). bitat 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisu-
Por otro lado, en el medio anquialino: p. 162 (Op. mergidas.

Referencias
Orden Especie Abundancia Presencia Estacionalidad
bibliográficas
Carnívora Monachus mo- Escasa Habitual No Ibáñez (1981),
nachus Blanco (1998),
González (2007a)
* Presencia: Habitual: taxón característico, en el sentido de que suele encontrarse habitualmente en el tipo de hábitat; Diagnóstico: entendido como
diferencial del tipo/subtipo de hábitat frente a otros; Exclusivo: taxón que sólo vive en ese tipo/subtipo de hábitat.

Tabla 2.1
Taxones que, según las aportaciones de la SECEM, pueden considerarse como característicos
y/o diagnósticos del tipo de hábitat de interés comunitario 8330.
86 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

2.6. Taxones anexos II, IV y V feros (SECEM), las especies de mamíferos incluidas


en los anexos II, IV y V de la Directiva 92/43/CEE,
Según la aportación realizada por la Sociedad Espa- presentes en la distribución sur peninsular del tipo
ñola para la Conservación y Estudio de los Mamí- de hábitat 8330, son:

Orden Especie Afinidad Anexos Referencias bibliográficas


Carnívora Monachus mona- Preferencial Prioritaria, anexos Ibáñez (1981), Blanco (1998),
chus II y IV González (2007a)
* Afinidad: Obligatoria: taxón que se encuentra prácticamente en el 100% de sus localizaciones en el tipo de hábitat considerado; Especialista: taxón que se
encuentra en más del 75% de sus localizaciones en el tipo de hábitat considerado; Preferencial: taxón que se encuentra en más del 50% de sus
localizaciones en el tipo de hábitat considerado; No preferencial: taxón que se encuentra en menos del 50% de sus localizaciones en el tipo de hábitat
considerado.

Tabla 2.2
Taxones incluidos en los anexos II, IV y V de la Directiva de Hábitats (92/43/CEE) que se encuentran común o
localmente presentes en el tipo de hábitat 8330.
3. EVALUACIÓN DEL ESTADO
DE CONSERVACIÓN

3.1. Determinación y • Ensayos de cartografía tridimensional de un nú-


seguimiento de la mero determinado de cuevas de cada clase (cuan-
superficie ocupada do menos, de la longitud subterránea).
• Extrapolación de datos.
El tipo de hábitat que aquí se está tratando plantea • Seguimiento de período largo, interanual.
serias dificultades a la hora de determinar el segui- • Comparación de datos evolutivos en número y
miento de la superficie ocupada. Su carácter semi- volumen (o longitud subterránea).
sumergido o sumergido y las dificultades de acceso • Extrapolación de la pérdida o ganancia de ele-
real a las geoformas se unen a la imposibilidad de mentos o volúmenes (o longitud de pasillos sub-
cartografiados y seguimientos utilizando métodos terráneos).
de teledetección o fotointerpretación.
Parece de gran interés, también, la elaboración de una
La determinación y seguimiento de la superficie cartografía de localización y de desarrollo continental
ocupada debe conseguirse mediante la extrapo­ de las cavidades de mayor tamaño, de cara a la orde-
lación de datos obtenidos por medición y evolu- nación de las actividades humanas en el litoral.
ción de casos concretos. Es el proceso que parece
más apropiado, toda vez que resulta esperpéntico
pensar en el cartografiado 3D de todas las cuevas 3.2. Identificación
costeras; ni siquiera en el cartografiado de las más y evaluación de las
importantes se puede resumir de la siguiente ma- especies típicas
nera:
Aportación realizada por la Sociedad Española para
• Identificación y localización de las cuevas cos­ la Conservación y Estudio de los Mamíferos (SE-
teras. CEM) (sólo para la zona sur de distribución en la
• Clasificación de las mismas por forma y ta­ Península Ibérica del tipo de hábitat 8330 Cuevas
maño. marinas sumergidas o semisumergidas):

CATEGORÍA AMENAZA
Orden Familia Especie Criterio* UICN
UICN Mundial CNEA**
España
Carnívora Phocidae Monachus 3 En Peligro Crí- En Peligro Crí- En Peligro de
monachus tico de extin- tico de Extin- Extinción
ción ción

  * Criterio: 1: taxón en el que se funda la identificación del tipo de hábitat; 2: taxón inseparable del tipo de hábitat; 3: taxón presente regularmente pero no
restringido a ese tipo de hábitat; 4: taxón característico de ese tipo de hábitat; 5: taxón que constituye parte integral de la estructura del tipo de hábitat;
6: especie clave con influencia significativa en la estructura y función del tipo de hábitat.
**  CNEA  =  Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

Tabla 3.1
Identificación y evaluación de los taxones que, según las aportaciones de la SECEM, pueden considerarse
como típicos del tipo de hábitat de interés comunitario 8330.
88 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Área de distribución: en España existen citas de cap- Lejos de realizar un estudio exhaustivo histórico so-
turas y observaciones en casi toda la costa del Me- bre el inicio y evolución de los análisis científicos en
diterráneo, las Islas Canarias y las Islas Chafarinas. medio hipogeo, cabe decir que corresponde a las
Los dos últimos registros de reproducción en la Pe- cuevas españolas el nacimiento de la bioespeleología
nínsula se encuentran en Alicante y en Baleares. Al como ciencia, concretamente en las cuevas del Drac
menos hasta 1994 se ha observado a un ejemplar, (Mallorca), donde hace más de 100 años, en 1904,
acompañado a veces de otro, y registros de repro- el naturalista rumano Emil G. Racovitza descubrió
ducción en las Islas Chafarinas. el crustáceo isópodo troglobio Typhlocirolana mora-
guesi, Picornell, 2004.
Extensión y calidad del hábitat: su hábitat incluye
zonas pelágicas hasta zonas marinas costeras. Para Al contrario que pasa con los acantilados y, en espe-
reposar y criar utilizan playas del interior de gran- cial, con otros ambientes costeros como los sedimen-
des cuevas y playas abiertas protegidas por acantila- tarios próximos a las poblaciones, el tipo de hábitat
dos del hombre y otros posibles depredadores. de cuevas no ha importado mucho a los estudios téc-
nicos de ingeniería puesto que, al revés que los ante-
Dinámica poblaciones: no existe información preci- riores, su conocimiento no influía en la construcción
sa sobre su abundancia en el siglo pasado pero exis- de infraestructuras portuarias o viarias alrededor de
ten testimonios que indican que era localmente estas ciudades. Es decir, que el conocimiento de las
abundante al menos en Baleares, en el sureste pe- cuevas pasó a ser el saber por el saber, lo que explica,
ninsular y en las canarias orientales. Ha disminui- en parte, la escasa evolución en el conocimiento de
do drásticamente y, en la actualidad, sólo puede estas geoformas. Aún han sido menores los estudios
observarse en las Chafarinas. Los factores que ame- sobre cuevas costeras y, cuando se realizaron, no fue
nazan a la especie derivan del uso de artes de pesca para obtener información sobre la estructura y fun-
que afectan negativamente a la especie y la conta- ción de las mismas, sino para desentrañar misterios
minación del medio. arqueológicos y biológicos, en especial los primeros,
y sobre todo en la costa mediterránea.
Referencias bibliográficas: González (2007a), Gonzá-
lez (2007b). Todo lo anotado no quiere decir que no existan es-
tudios profundos y bibliografía suficiente para
abordar el tema, pero es evidente que se trata de un
3.3. Evaluación de la tipo de hábitat que juega con desventaja por su ca-
estructura y función rácter subterráneo y sumergido o parcialmente su-
mergido, lo que se deja notar en su aparición en
En el caso que nos ocupa, la evaluación de la es- trabajos geomorfológicos y biogeográficos de sínte-
tructura y la función resulta difícil por las limita- sis o en su tratamiento en los manuales generales de
ciones de estudio que plantea el carácter sumergido la ciencia geomorfológico, botánica o zoológica.
o semisumergido de las geoformas objeto de análi-
sis. La imposibilidad de fotointerpretar la localiza-
ción de las cuevas, de topografiar tanto las partes 3.3.1.  Factores, variables y/o índices
emergidas como las sumergidas, e inventariar las
comunidades vivas induce una gran dificultad para Existen diversos factores que permiten conocer la es-
la evaluación de la estructura y la función de las tructura y la función. Lo más natural es centrarse en
diferentes localidades del hábitat, así como de su los factores biofísicos de control, enfrentarlos y ana-
estado de conservación. lizarlos en base a las exigencias ecológicas. Ello es lo
que se propondrá en este apartado, centrándose en
Los estudios sobre el funcionamiento de las cuevas las variables principales. A la vez, se anotarán esas
se han desarrollado, sobre todo, en medio continen- variables o factores en apartados encabezados por las
tal, basándose en las prácticas espeleológicas depor- mismas, sin partir de los grandes tipos de cuevas ni
tivas, a las que se asoció el interés científico. Éste de sus jerarquías inferiores subtipológicas puesto que,
acabó por convertirse en parte importante, fundán- como se ha anotado en apartados anteriores, las cla-
dose la bioespeleología y el estudio de las formacio- sificaciones de fundamento estructural para las cue-
nes kársticas internas. vas funcionan en diferentes litologías aunque las evo-
89

evaluación del estado de conservación

luciones posteriores dependan también de variables 16 subgrupos que contienen las 40 variables que se
específicas de cada tipo de roca. Estructurar la infor- analizarán:
mación a partir de las tipologías de acantilados obli-
garía a repetir, en muchos casos, los textos y las varia- A)  Factores abióticos
bles, multiplicando informaciones similares.
A.1) Geográficos
Es necesario apuntar que, en el caso que aquí se
A.1.1) Distribución espacial
trata, muchas de estas variables son intuitivas más
A.1.2) Orientación de los frentes acantilados
que el resultado de estudios geomorfológicos con-
A.1.3) Intensidad lumínica
cretos, derivan de la realización de analogías entre
este ambiente y otros próximos o alejados en el ár- A.2) Morfología intrínseca
bol raíz de habitat, y se ha comprobado de manera
A.2.1) Tipo de cueva
visual la importancia de las mismas, pero no se ha
A.2.2) Dinámica y etapa de desarrollo de la
podido constatar su peso concreto a partir de medi-
cavidad
ciones o modelos empíricos. Por ello, algunos apar-
A.2.3) Profundidad de la cueva
tados parecerán mostrar una cierta inconsistencia
derivada de esta falta de estudios que deberá ser A.3) Morfología de geoformas continentales
subsanada en el futuro.
A.3.1) Tipo de acantilado
A.3.2) Dinámica de los acantilados
En lo que se refiere al establecimiento de calificativos
a los estados de conservación en función del estadio A.4) Litología
de estos parámetros, no siempre será posible estable-
A.4.1) Tipo de roca
cer etiquetas a los diagnósticos como las recomenda-
A.4.2) Estado de meteorización del sustrato
das de favorable, desfavorable-inadecuado o desfavo-
A.4.3) Potencial de karstificación
rable-malo. En otras ocasiones sí se hará, y, en el caso
de situaciones en las que estos adjetivos no se adapten A.5) Estructura
como es debido, se realizarán notas aclaratorias. Ya
A.5.1) Patrón de fractura
que los acantilados y las geoformas asociadas, como
A.5.2) Historia geológica del susbtrato
las cuevas, evolucionan tanto por procesos continen-
A.5.3) Índice de recorte costero
tales como marinos e incluso humanos, no se otorga-
rán pesos diferenciadores a ninguna de las categorías A.6) Variables marinas
generales de factores, es decir, alguna de estas tres. Si
A.6.1) Cambios relativos en el nivel del mar
se tiene en cuenta que estas formas son erosivas y tien-
A.6.2) Parámetro mareal
den a evolucionar hacia su destrucción, será difícil
A.6.3) Parámetro oleaje
establecer como favorable o desfavorable algunos fac-
A.6.4) Parámetro salinidad
tores que, en algunos casos llevan a la destrucción de
las geoformas, pero en otros facilitan la aparición de A.7) Hidrología
nuevos elementos susceptibles de pertenecer al hábi-
A.7.1) Régimen hidrológico
tat. Es decir, por ejemplo, que si bien una fractura-
A.7.2) Tipo de escorrentía
ción intensa puede destruir una cueva, también la
puede construir, por lo que es difícil decir que esta
B)  Factores biogeográficos
variable sea favorable o desfavorable, en general, en lo
que se refiere a la estructura o la función de las cuevas
B.1) De composición
marinas. Sí se verán como negativas las influencias
humanas a nivel biogeográfico o geomorfológico, B.1.1) Biodiversidad
pues constituyen una ingerencia en los procesos natu- B.1.2) Composición florística y de la fauna
rales conformadores de las cuevas y de su evolución. B.1.3) Grado de naturalidad de la vegetación
B.1.4) Presencia de especies indicadoras de
Dividiremos las variables que nos ayuden a estable- calidad ambiental
cer el estado de la estructura y la función del tipo
B.2) De erosión
de hábitat 8330 Cuevas marinas sumergidas o semi-
sumergidas en tres grandes grupos de factores y en B.2.1) Bioclastia y bioerosión química
90 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

C)  Factores de influencia humana • Propuesta de actuación


Localización de las cavidades costeras con am-
C.1) Intensidad de ocupación humana del litoral bientes de oscuridad parcial y total a lo largo de
las costas peninsulares e insulares, tanto de las
C.1.1) Usos del suelo
cuevas propiamente dichas como de los túneles
C.1.2) Densidad de ocupación
rocosos y los bufaderos.
C.2) Actividades industriales
• Procedimiento de medición
C.2.1) Ocupación física de las vertientes
Una vez localizados los diferentes puntos, es
acantiladas
necesario establecer un cartografiado de los tú-
C.2.2) Vertidos industriales
neles y cuevas con notable proyección conti-
C.3) Actividades residenciales nental para conocer su distribución a lo largo
de los tramos costeros. Las mediciones deberán
C.3.1) Construcciones residenciales
de hacerse in situ existiendo problemas en la
C.4) Modificación de los flujos hídricos continen- utilización de gps, por lo que habrá que tra­
tales bajar con orientaciones y cartografiados in­
ternos para determinar el dibujo final que de­
C.4.1) Modificación de la circulación hídri-
sarrollan en el continente. Su plasmación
ca superficial
cartográfica puede realizarse sobre cartografía
C.4.2) Modificación de los acuíferos y de los
convencional o, mejor, sobre ortofotografía,
flujos de agua subsuperficiales
para permitir compatibilidades con sistemas de
C.5) Actividades turísticas información geográfica que permitan su gestión
futura.
C.5.1) Sobrefrecuentación interna de cuevas
C.5.2) Sobrefrecuentación de los techos de
• Tipología de “Estados de Conservación”
las cuevas
La superficie de referencia, muy relacionada con
C.5.3) Construcciones
la distribución espacial, se presenta como una
C.6) Interferencias en los tránsitos sedimentarios variable importante para conocer el estado de
litorales progresión o regresión del hábitat. Con los datos
actuales y la escasa cartografía existente sobre
C.6.1) Interferencias en la red fluvial
cuevas costeras resulta enormemente difícil esta-
C.6.2) Interferencias físicas en línea de costa
blecer unos rangos que impliquen una valora-
C.7) Contaminación ción sobre el estado de conservación.
C.7.1) Polución por hidrocarburos
– Tramos de varios kilómetros, menos de 10 km,
C.7.2) Sustancias químicas
por ejemplo, en donde las cuevas son frecuentes
C.7.3) Macrorresiduos en la costa
y aparecen en un gran número de entrantes cos-
teros, existiendo algún ejemplo de cuevas pro-
Se plantea, por lo tanto, en definitiva, una lista de fundas y com­plejas (Favorable): no es posible
control para establecer el grado de calidad o funcio- establecer un número ya que la abundancia
nalidad de los acantilados costeros en los diferentes varía con la litología y otros muchos
tramos de costa que los contienen. factores,siendo imposible establecer rangos
cuantitativos.
– Tramos costero de varios kilómetros, menos de
■ Factores abióticos (A) 10  km, por ejemplo, en los que aparecen ejemplos
de cuevas, pero son poco frecuentes y no se desarro-
Geográficos (A.1) llan ejemplos de referencia (Desfavorable).
– Tramos costeros de varios kilómetros, menos de
Distribución espacial (A.1.1) 10 km, por ejemplo, en los que no aparece nin-
gún ejemplo interesante de cuevas y sólo se desa-
• Tipo de variable: estructural. rrollan tipos como viseras, entalles basales o repi-
• Aplicabilidad: obligatoria. sas por el desplome de voladizos (Malo).
91

evaluación del estado de conservación

Orientación de los frentes acantilados (A.1.2)   ◆ Muy favorable/Favorable: en el caso de sus-


tratos resistentes que evolucionan lenta-
• Tipo de variable: estructural. mente.
• Aplicabilidad: recomendable.   ◆ Muy Desfavorable/Malo: en el caso de ro-
cas muy alteradas o intensamente fractura-
La orientación de los frentes acantilados que contie- das.
nen cuevas puede resultar en una mayor eficiencia
erosiva de los oleajes. En efecto, se ha constatado la – Cuevas orientadas a las direcciones más efectivas
importancia de la orientación de los tramos de cos- del oleaje en subtramos costeros con otras orien-
ta no sólo ante el factor erosivo del oleaje, sino tam- taciones:
bién ante problemas como los de contaminación
costera por macrorresiduos (Yoni, 1998), o hidro-   ◆ Favorable:
en el caso de sustratos resisten-
carburos (López Bedoya & Pérez Alberti, 2004 y tes que evolucionan lentamente.
2008). Así pues, las cuevas que en cada tramo cos-   ◆ Desfavorable: en el caso de rocas muy alte-
tero estén orientadas en la dirección de los oleajes radas o intensamente fracturadas.
más energéticos o más frecuentes pueden sufrir evo-
luciones más intensas que aquÉllas a las que el olea- – Cuevas no orientadas en las direcciones más efec-
je llega difractado, de manera indirecta. tivas del oleaje en subtramos costeros sí orienta-
dos en esas direcciones:
• Propuesta de actuación
Correlación entre los ejes principales de entrada   ◆ Favorable:
en el caso de sustratos resisten-
de cuevas costeras y las rosas de viento y oleaje tes que evolucionan lentamente.
existentes en los diferentes tramos de costa. Así   ◆ Desfavorable: en el caso de rocas muy alte-
se obtiene un índice de sensibilidad de cuevas a radas o intensamente fracturadas.
los oleajes costeros, lo que puede determinar su
evolución futura, su durabilidad y el tipo de co- – Cuevas y subtramos costeros no orientados en las
munidades y de coberturas de seres vivos que direcciones más efectivas del oleaje:
habitan en ellas.
  ◆ MuyDesfavorable/Malo: en el caso de sus-
• Procedimiento de medición tratos resistentes que evolucionan lenta-
La información ofrecida por Puertos del Estado, mente.
tanto de boyas costeras como de profundidad,   ◆ Muy favorable/Favorable: en el caso de ro-
debe ser fundamental, aunque en costas com- cas muy alteradas o intensamente fractura-
plejas y muy recortadas es necesario estudiar la das.
transformación de los patrones del oleaje en las
proximidades de la costa. La dirección efectiva
de la entrada de las cuevas puede ser tomada Intensidad lumínica (A.1.3)
mediante el uso de aparatos analógicos tradicio-
nales como una brújula, mientras que la orien- • Tipo de variable: estructural.
tación general del tramo costero y las orienta- • Aplicabilidad: obligatoria.
ciones parciales de los subtramos internos se
deben realizar a partir de ortofotos o cartografía Se trata de un factor muy importante a nivel bióti-
georreferenciada. co. La luz y la temperatura son consideradas con-
juntamente como factores energéticos (Ferreras
• Tipología de “Estados de Conservación” Chasco, en Meaza (Dir.), 2000) pues, por ejemplo,
En función de lo anotado, podemos establecer para los vegetales son fundamentales en la fotosín-
una clasificación de sensibilidad en cuevas que tesis y de ellos dependen también la floración y la
nos aportarán los diferentes niveles de “Estado fructificación. Son los determinantes primarios del
de Conservación”: crecimiento y la vida de los vegetales y rigen los
caracteres fenológicos de los mismos (Op. cit.). Se
– Cuevas y subtramos de costa orientados a las di- trata de una variable muy similar al factor o variable
recciones más efectivas del oleaje: (A.2.3). Por ello, las propuestas de actuación, el
92 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

procedimiento de medición y la Tipología de Esta- Morfología intrínseca (A.2)


dos de Conservación serán muy parecidos.
Este grupo de factores está relacionado con la forma
• Propuesta de actuación de la cueva y su dinámica geomorfológica. Estos
Se propone el estudio de la luz en las cuevas y su parámetros indican, también, la estabilidad de la
influencia en otros parámetros físicos de la at- geoforma y el estado de conservación del hábitat.
mósfera epigea e hipogea.

• Procedimiento de medición
Tipo de cueva (A.2.1)
Parece interesante la realización de una cartogra-
fía de isocandelas de cuevas y correlacionarla con
• Tipo de variable: estructural.
los parámetros físicos del agua y la superficie ro-
• Aplicabilidad: obligatoria.
cosa interna además del poblamiento de seres
vivos. Las mediciones se podrían realizar con un
• Propuesta de actuación
luxómetro y deberían llevarse a cabo sobre los
Interesa establecer una clasificación de cuevas
distintos tipos de cuevas y sobre grutas de dife-
de carácter universal, que comprenda diferentes
rentes profundidades.
situaciones litológicas y genéticas. Interesa por
• Tipología de “Estados de Conservación” que la aplicación de planes de conservación y
Según el análisis de las comunidades vivas en de ordenación del territorio en medio costero
cuevas sumergidas en función de la irradiancia, necesita de unos objetivos de partida que pue-
en el archipiélago de Cabrera, que se propone en den venir definidos por el tipo de cueva que se
el artículo de Úriz, 1993, podríamos hablar de desarrolla. Por ello se estima la necesidad de
las siguientes situaciones: clasificar estas geoformas de una manera multi-
factorial.
– Paredes exteriores (Malo): 100%-50% de la in-
tensidad lumínica externa en campo abierto, • Procedimiento de medición
aunque estos valores pueden variar en función En este caso resulta necesario el desarrollo de
de la orientación de las paredes rocosas y su proyectos conjuntos en ambientes diferentes, es
inclinación hacia el mar, debido al ángulo de decir, en el mediterráneo, atlántico peninsular y
sombra que el Sol produce en las mismas. Son en la región insular canaria. Es necesario reforzar
las paredes rocosas lisas (situación teórica) sin los análisis fotográficos y de cartografía del pa-
socavamiento ni entalles de ningún tipo. trón de debilidades para obtener una clasifica-
– Cuevas externas (Malo): entre el 50% y el ción que se fundamente en el factor estructural,
10%, acogiendo geoformas como balmas, vi- puesto que aparece independientemente de los
seras, entallamientos basales o partes centrales diferentes parámetros físicos que influyen en el
de bufaderos de gran tamaño. desarrollo de las cuevas.
– Cuevas epigeas (Desfavorable): entre el 10% y
el 0,05% de intensidad lumínica con respecto • Tipología de “Estados de Conservación”
al exterior, sumándose a esta categoría las en- Es problemático establecer cómo influyen los
tradas de las cuevas, las paredes de bufaderos, diferentes tipos de cuevas en el estado de conser-
y las cavidades de boca amplia y escasa pro- vación de las mismas. Quizá deba enfocarse en lo
fundidad. que se refiere a su carácter más o menos efímero
– Cuevas semioscuras (Favorable): < 0,05% de o, si se quiere, a su durabilidad.
intensidad lumínica con respecto al exterior, En relación a ello puede realizarse un acerca-
sumándose la mayor parte de las cuevas coste- miento aproximado a esta situación:
ras y sus dependencias interiores.
– Cuevas oscuras (Muy favorable): <0,001% de – Tipos resistentes, con dimensiones notables y alto
la intensidad lumínica con respecto al exte- grado de oscuridad (Favorable): se trata de cue-
rior. Aparece en las cuevas más profundas, vas con un patrón de fractura poco denso, con
túneles rocosos y galerías laterales a cuevas de dimensiones notables y ambientes de oscuri-
profundidad media, en las cuales el rebote de dad total o casi total, sin huellas evidentes de
la luz es mínimo. dinamismo intenso. Como ejemplos, anota-
93

evaluación del estado de conservación

mos los túneles rocosos de una sola boca, o las • Procedimiento de medición
cuevas relacionadas con pliegues, o monodi- El procedimiento de medición y seguimiento de
reccionales. la cueva es absolutamente necesario para enten-
– Tipos poco resistentes, con formas evolucionadas der bien esta variable. La realización de la lista
y cierto grado de oscuridad (Favorable/Desfavo- de control debe basarse en un trabajo de campo
rable): se trata de cuevas en litologías con cier- exhaustivo que aporte qué indicadores son im-
to grado de meteorización, o con un patrón portantes y cuáles accesorios. Al mismo tiempo,
de fractura relativamente denso, que presen- es necesario el cartografiado interno de las cue-
tan áreas con una oscuridad elevada, pero vas y el dibujo del patrón de fractura para cali-
otras con una luminosidad próxima a la del ficar el dinamismo de las grutas. Es interesante
exterior. Por ejemplo, las cuevas que evolucio- el empleo de un distanciómetro y de un sistema
nan a partir de una erosión diferencial, aqué- de información geográfica o de un programa de
llas labradas en materiales esquistosos meteo- diseño que permita elaborar modelos tridimen-
rizados, los túneles de dos bocas y las cavidades sionales.
parcialmente desmanteladas.
– Tipos poco resistentes o muy resistentes sin formas • Tipología de “Estados de Conservación”
evolucionadas o con formas desmanteladas (Muy Vuelve a ser difícil equiparar el estado evolutivo
Desfavorable o Malo): en áreas con rocas muy de una cueva con el estado de conservación de
resistentes y patrones de fractura poco densos, un tipo de hábitat de por sí dinámico, pero se
que así contienen sólo muescas en los acanti- realizará una clasificación para intentar discernir
lados o cuevas muy amplias en la boca y poco cómo influye el dinamismo de una cueva en el
profundas; o bien se trata de áreas con rocas futuro de sus comunidades vivas:
fuertemente alteradas y que no mantienen las
cuevas durante tiempo, presentando un dina- – Cuevas estables (Favorable): no existen por de-
mismo intenso que hace que los techos se des- finición, pero nos referimos a cuevas en cuya
plomen con cierta frecuencia en retrocesos lenta evolución tiene un papel destacado la
costeros elevados. abrasión o la caída de pequeños bloques y que
no presentan evidencias de dinamismo. Per-
miten mantener el ambiente de escasa lumi-
Dinámica y etapa de desarrollo nosidad y, por ello, las comunidades que dife-
de la cavidad (A.2.2) rencian este hábitat de otros.
– Cuevas con algún dinamismo reciente (Favora-
• Tipo de variable: estructural/funcional. ble/Desfavorable): en principio es más favora-
• Aplicabilidad: obligatoria. ble que desfavorable, pues esta situación suele
dar lugar a cuevas muy profundas y complejas
• Propuesta de actuación en las que aparece una biodiversidad especial
Se trata de un factor de valoración muy similar al existir ambientes con luces y humedades
al anterior, puesto que la dinámica está muy co- muy variables. Sin embargo, puede llegar a ser
rrelacionada con el tipo de cueva. Se propone desfavorable en el caso de tipos próximos a ver
realizar una lista de referencia de indicadores de su techo colapsado, o cercanos a una red hipo-
inestabilidad o dinámica de las cuevas, relacio- gea próxima y ya evolucionada.
nándolo con la morfología interna de la propia – Cuevas con alta dinámica reciente (Malo): la
cueva. Obtendremos, así, una escala de dinámica extremada evolución de estos medios puede
interna de las cuevas que nos servirá para prever llevar a la desaparición del hábitat como ocu-
su durabilidad. Nos referimos a establecer una rre en aquellos lugares en los que aparecen
“lista de control” con parámetros indicadores de corredores costeros estrechos y largos o nume-
dinámica, por ejemplo, la existencia de materia- rosas caídas de bloques en los frentes rocosos
les en la base poco redondeados, la aparición de acantilados. La aparición de numerosos des-
grietas profundas en el techo con riesgo de des- prendimientos internos, de un techo muy ho-
prendimiento inminente, o la aparición de arena radado o evolucionado, etc., puede indicar un
en la base de la cueva, la desaparición de alguna alto dinamismo y una próxima caducidad del
cintura biológica. ambiente oscuro costero.
94 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Profundidad de la cueva (A.2.3) – Cuevas epigeas (Desfavorable): entre el 10% y


el 0,05% de intensidad lumínica con respecto
• Tipo de variable: estructural. al exterior, sumándose a esta categoría las en-
• Aplicabilidad: obligatoria. tradas de las cuevas, las paredes de bufaderos,
y las cavidades de boca amplia y escasa pro-
La profundidad de la cueva es uno de los factores fundidad.
que más importa a la especialización de los seres – Cuevas semioscuras (Favorable): < 0,05% de
vivos en su interior, ya que la intensidad lumínica intensidad lumínica con respecto al exterior,
se verá así condicionada hasta la oscuridad total. Es sumándose la mayor parte de las cuevas coste-
una variable muy similar en las conclusiones a la ras y sus dependencias interiores.
A.1.3., por lo que la propuesta de actuación, el pro- – Cuevas oscuras (Muy favorable): < 0,001% de
cedimiento de medición y la tipología de “Estados la intensidad lumínica con respecto al exte-
de Conservación” será muy similar. rior. Aparece en las cuevas más profundas,
túneles rocosos y galerías laterales a cuevas de
• Propuesta de actuación
profundidad media, en las cuales el rebote de
Se propone el estudio de la afección y distribu-
la luz es mínimo.
ción de comunidades en grutas costeras en fun-
ción de la intensidad lumínica en las distintas
Esta valoración se hace pensando directamente en
partes de la misma, siempre poniendo en rela-
el propósito de que se desarrollen comunidades
ción este factor con los genuinamente costeros,
propias del ambiente hipogeo litoral o submarino
debido a la originalidad del resultado ambiental.
oscuro y no al desarrollo de una mayor biodiversi-
Morfología de especies y distribución de cinturas
dad, que implicaría, precisamente, una valoración
de vegetación y fauna se convierten, así, en indi-
inversa.
cadores de esa variación lumínica y su influencia
en función de la profundidad de la cueva.

• Procedimiento de medición Morfología de geoformas continentes (A.3)


Parece interesante la realización de una cartogra-
fía de isocandelas de cuevas y correlacionarla con La expresión de geoformas continentes hace refe-
el poblamiento de seres vivos. Las mediciones se rencia a la forma de los acantilados, puesto que es
podrían realizar con un luxómetro y deberían el grupo de hábitat que contienen el tipo de hábitat
llevarse a cabo sobre los distintos tipos de cuevas 8330 cuevas marinas sumergidas y semisumergidas.
y sobre grutas de diferentes profundidades. La forma y tipo de de los acantilados es una variable
fundamental para entender la existencia y la forma
• Tipología de “Estados de Conservación” de las cuevas costeras, así que son una variable que
Según el análisis de las comunidades vivas en condiciona la evolución de este tipo de hábitat.
cuevas sumergidas en función de la irradiancia,
en el archipiélago de Cabrera, que se propone en
el artículo de Úriz, 1993, podría hablarse de las Tipo de acantilado (A.3.1)
siguientes situaciones:
• Tipo de variable: estructural.
– Paredes exteriores (Malo): 100%-50% de la in- • Aplicabilidad: recomendable.
tensidad lumínica externa en campo abierto,
aunque estos valores pueden variar en función Existen diversas formas de clasificar los acantila-
de la orientación de las paredes rocosas y su dos, pero no se centrará este apartado en la discu-
inclinación hacia el mar, debido al ángulo de sión pormenorizada para cada tipo de clasificación.
sombra que el Sol produce en las mismas. Son Nos centraremos en la dinámica general de los
las paredes rocosas lisas (situación teórica) sin mismos, puesto que la aparición de cuevas se de-
socavamiento ni entalles de ningún tipo. sarrolla, en casi todos los tipos de acantilados, con
– Cuevas externas (Malo): entre el 50% y el mayor o menor desarrollo y su análisis pormeno-
10%, acogiendo geoformas como balmas, vi- rizado desequilibraría el peso que en este gran
seras, entallamientos basales o partes centrales apartado se le quiere otorgar a cada una de las va-
de bufaderos de gran tamaño. riables.
95

evaluación del estado de conservación

• Propuesta de actuación En relación con la anterior variable, se puede reali-


Valorar las frecuencias de cuevas costeras en fun- zar una clasificación muy similar a la del apartado
ción de los diferentes tipos de acantilado, esta- anterior, pero para ofrecer nuevas visiones se pre-
bleciendo conclusiones acerca de la idoneidad de sentará una propuesta diferente.
unos u otros para el desarrollo de diferentes ta-
llas o tipos de cavidades y su durabilidad. • Propuesta de actuación
Se trata de relacionar la dinámica de los acanti-
• Procedimiento de medición lados con la aparición y evolución de las cuevas.
Se trata de realizar cartografías sobre tipos de Se podría realizar una cartografía de cuevas en
acantilados y cartografía de localización de cuevas sectores acantilados diversos y, posteriormente,
y sus diferentes tipos para correlacionar estos dos realizar un trabajo de fotointerpretación y carto-
factores. Se debe escoger un muestreo de tramos grafía de las intensidades y tipos de dinamismo
con tipos de costa distintos y representativos para de acantilado. La consecuencia es la obtención
poder establecer conclusiones fidedignas. de conclusiones acerca de la idoneidad de los
distintos tipos de dinámicas en acantilados para
• Tipología de “Estados de Conservación” el desarrollo de cuevas.
No resulta sensato establecer tipologías de esta-
dos de conservación en función de esta variable, • Procedimiento de medición
aunque es posible indicar la importancia de este Se realizaría mediante el cartografiado previo de
factor con las referencias siguientes: cuevas en distintos tramos acantilados, a partir
de estudios de campo pormenorizados, metro a
– Acantilados en materiales resistentes, con retroce- metro, en esos tramos costeros. Seguidamente, la
so lento diferencial y selectivo (Favorable): son fotointerpretación de deslizamientos y despren-
costas con frentes acantilados rocosos bastante dimientos o caídas de bloques, distinción basada
estables pero que muestran un sensible recorte también en trabajo de campo, llevaría a la obten-
a base de líneas de debilidad de cierta impor- ción de una cartografía de la dinámica costera o
tancia. de riesgos de movimientos en vertientes costeras.
– Acantilados en materiales poco resistentes, pero La correlación de los datos de campo y la super-
que evolucionan en tipo “retroceso diferencial” a posición de las capas con información georrefe-
partir de fracturas o contactos y de manera gra- renciada acerca de estos dos estudios geomorfo-
dual (Favorable/Desfavorable): habitualmente lógicos permitirá concluir la importancia de la
sobre materiales metamórficos que han sido dinámica costera en la formación de cuevas.
sujeto de intensos fenómenos de tectoniza-
ción. Existe, así, una rápida evolución en lí- • Tipología de “Estados de Conservación”
neas de debilidad preferenciales en las que
– Acantilados muy inestables (Muy Desfavorable/
desaparecen cuevas por colapsos y se generan
Malo): abundantes deslizamientos y/o des-
otras nuevas por el ataque marino.
prendimientos en todo el tramo costero. Difí-
– Acantilados en materiales muy poco resistentes o
cil desarrollo de cuevas duraderas.
sobre rocas resistentes muy afectadas por una
– Acantilados con inestabilidad localizada y rela-
densa fracturación, con un retroceso generaliza-
cionada con eventos energéticos marinos o de
do e intenso (Muy Desfavorable/Malo): se ob-
precipitaciones extraordinarios (Favorable/Des-
serva en costas con extensas plataformas inter-
favorable). Es posible el desarrollo de cuevas
mareales y acantilados traseros con muchas
pero éstas no alcanzan tallas y profundidades
cicatrices de desprendimientos y deslizamien-
notables ni son duraderas.
tos. También se dan las cuevas propias de es-
– Acantilados estables (Favorable/Desfavorable):
tos espacios en los acantilados formados por
en ellos se desarrollan las cuevas más evolucio-
depósitos antiguos de origen frío.
nadas en las líneas de debilidad. Son durade-
ras, evolucionan lentamente pero perduran
Dinámica de los acantilados (A.3.2) durante un tiempo muy largo.
– Acantilados muy estables (Desfavorable): el re-
• Tipo de variable: estructural/funcional. troceso del acantilado es escaso, existiendo
• Aplicabilidad: recomendable. formas de escaso tamaño y profundidad. Son
96 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

duraderas pero no representan hábitat muy aportando una diversidad de ambientes supe-
especializados. rior al de otras litologías. Aparece el ambiente
anquihalino.
– Litologías metamórficas e íngeas resistentes con
Litología (A.4) un patrón de fracturas adecuado (Favorable):
aparecen numerosas cuevas, incluso, en algu-
Tipo de roca (A.4.1) nos tramos, en mayor número que en litología
kárstica, pero son frecuentemente de menor
• Tipo de variable: estructural.
talla y no desarrollan tanta diversidad de am-
• Aplicabilidad: obligatoria.
bientes en el interior de las cuevas. No aparece
Como se ha anotado en los factores abióticos, es el ambiente anquihalino.
interesante tener en cuenta las variaciones litológi- – Litologías de origen volcánico (Favorable): nú-
cas como una variable que explica la talla y abun- mero y tamaño muy variable de cuevas, peor
dancia de cuevas, pero no se debe caer en generali- aparecen largas cavidades, de longitud kilo-
zaciones, como también se pudo demostrar en métrica, derivadas de la interceptación marina
apartados pasados. Es cierto que las litologías kárs- de galerías de origen volcánico. Existe am-
ticas, por el poder de disolución que presentan, son biente anquihalino.
proclives a formar cuevas de tamaños mayores, cue- – Litologías sedimentarias de tipo arenisco y sedi-
vas que desarrollan amplios espacios semioscuros y mentarias no consolidadas (Desfavorable): cue-
oscuros, pudiendo, por filtraciones, presentar el va- vas similares a las desarrolladas en el ámbito
lioso y original ambiente anquihalino, pero no des- de rocas muy meteorizadas. Amplias pero
deñaremos las potencialidades que presentan tam- poco profundas, poco estables y duraderas.
bién rocas de tipo ígneo y de tipo metamórfico, en No aparece ambiente anquihalino.
las que los patrones de fractura, relacionados con la
sucesión de períodos tectónicos compresivos y des-
compresivos dentro de diferentes orogenias, ha lle- Estado de meteorización del sustrato (A.4.2)
vado a ofrecer numerosas líneas de debilidad apro-
vechadas en algunos tramos costeros de manera • Tipo de variable: estructural.
masiva en la formación de cuevas costeras. • Aplicabilidad: obligatoria.

• Propuesta de actuación En la clasificación de cuevas y en el apartado de los


Estudio de la correlación entre el tipo de roca y factores abióticos que influyen en el desarrollo del
existencia o ausencia de cavidades; abundancia hábitat se comentó lo inadecuado de la aparición de
de las mismas; tipología de esas cuevas. Puede rocas muy meteorizadas en la evolución de las cue-
desarrollarse, así, un área de potencial desarrollo vas y en el hábitat desarrollado en las mismas. En
o presencia de cuevas costeras en función de la efecto, las rocas muy meteorizadas ofrecen escasa
litología de los diferentes tramos costeros. resistencia al ataque marino, ofrecen superficies
muy desagregables en las que los seres vivos no pue-
• Procedimiento de medición den permanecer mucho tiempo, por lo que la den-
Cartografía de tipos rocosos, utilizando el Mapa sidad y diversidad de los mismos es mucho menor.
Geológico Nacional 1:50.000 como base. Super-
posición de una capa con la localización de las • Propuesta de actuación
cuevas, sus tipos y los rangos de profundidad de Establecer una clasificación de cuevas en función
las mismas. Tratamiento SIG y estadístico de las del grado de meteorización que presenta la roca
correlaciones para obtener el grado de importan- y correlacionarlo con velocidades de erosión y
cia de cada tipo de roca en el desarrollo y exten- evolución de la cueva, y con la cobertura vegetal
sión del hábitat. y animal.

• Tipología de “Estados de Conservación” • Procedimiento de medición


La medición de la resistencia de la roca, o dureza
– Litologías kársticas (Favorable): suelen existir escleroscópica, se puede realizar con un martillo
numerosas cuevas y de talla considerable, Schmidt, “Schmidt Hammer”, o con un duró-
97

evaluación del estado de conservación

metro. Ésta nos puede dar una idea del grado de tiene la propiedad de permitir que esas cuevas cos-
meteorización de la roca. teras evolucionen con una cierta independencia del
La correlación entre los datos obtenidos sobre la factor marino y progresen con tallas extraordinarias
resistencia física media de las rocas, sobre el gra- hasta captar aparatos hipogeos continentales, ade-
do de meteorización, y los tipos y talla de las más de favorecer la aparición de cámaras con am-
cuevas, debe tratarse con programas informáti- bientes anquihalinos.
cos estadísticos y tratarlos con un SIG. Ello trae-
ría, en consecuencia, una interesante cartografía • Propuesta de actuación
de áreas con potencialidad para el desarrollo de Análisis del peso de la karstificación en la forma-
cuevas y áreas en las que es más difícil que se ción y evolución de las cuevas litorales ante otros
desarrolle este tipo de hábitat. factores de mayor peso tradicional, como el tec-
tónico y el estructural en general. No sólo influ-
• Tipología de “Estados de Conservación” ye en ello el tipo de roca, sino también las carac-
terísticas físico-químicas del agua del mar, junto
– Rocas sin meteorización aparente y resistencia a con el régimen de precipitaciones y las concen-
la abrasión muy elevada, sin líneas de debilidad traciones de gases disueltos en el agua de la llu-
atacables por los factores hídricos (Desfavora- via, deben ser los parámetros a medir para obte-
ble): no suelen permitir demasiadas alegrías ner información acerca de esta variable.
para el desarrollo de cuevas, tan sólo pequeñas
entalladuras o cavidades muy abiertas y con • Procedimiento de medición
alta intensidad lumínica. Se han de medir en campo los siguientes factores
– Rocas con grados de meteorización bajos, pero que Garay & Robledo, 2008, anotan como im-
con líneas de debilidad atacables por los agentes portantes en el potencial de disolución en rocas
atmosféricos y marinos (Favorable): son las más calizas en medio continentales:
favorables para la formación de cavidades cos-
teras, puesto que permiten retrocesos diferen- a) El flujo del agua.
ciales con mantenimiento de los edificios de b) La superficie de roca expuesta.
las oquedades por bajos índices de meteoriza- c) La temperatura.
ción rocosa. d) Presión parcial de CO2.
– Rocas con grados intermedios de meteorización
(Desfavorable/Favorable): existen situaciones Además, deben analizar y medir también las ca-
muy diversas en las que pueden existir tramos racterísticas físico-químicas del agua del mar,
costeros en los que se desarrollen interesante tales como:
cuevas debido a la interactuación positiva de
otros factores, u otros en los que las cuevas no a) La salinidad.
son elementos desatacados. b) La temperatura.
– Rocas muy meteorizadas (Muy Desfavorable/ c) Otras como: análisis químico del porcentaje
Malo): conllevan un retroceso costero muy de elementos constituyentes, gases disueltos,
marcado y generalizado, configurando oque- materia orgánica, anhídrido carbónico, CO2,
dades efímeras y de talla escasa por los fre- carbonato cálcico, alcalinidad del agua del
cuentes desplomes de los techos de las mis- mar, etc.
mas.
Se pueden utilizar sondas CTD, que se explican
en el apartado de “parámetro salinidad”, además
Potencial de karstificación (A.4.3) de otros aparatos de medición específicos para
algunos parámetros y análisis químicos en labo-
• Tipo de variable: estructural. ratorio.
• Aplicabilidad: obligatoria.
• Tipología de “Estados de Conservación”
Aunque las cuevas dependen en su formación de
otros factores más fundamentales, de tipo estructu- – Combinación de factores que permiten altos po-
ral, litológico o tectónico, la disolución de la caliza tenciales de disolución (Desfavorable): en rocas
98 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

calcáreas y con características físico-químicas Además, se debe realizar un estudio de las varia-
atmosféricas, de las aguas continentales y de ciones de resistencia de la roca en lugares sin
las marinas que permiten karstificaciones in- fractura y alrededor de las mismas, para obtener
tensas. información de cómo el patrón de fractura debi-
– Combinación de factores que permiten potencia- lita la estructura rocosa del acantilado y, por ello,
les medios de disolución (Favorable): en rocas del edificio de la cavidad costera.
calcáreas con características físico-químicas
atmosféricas, de las aguas continentales y de • Procedimiento de medición
las marinas que no permiten karstificaciones Las mediciones son fáciles, mediante el uso de
intensas. aparatos tan sencillos como la brújula para las
– Combinación de factores que permiten potencia- orientaciones, cinta de medición para la distancia
les bajos o nulos de disolución (Desfavorable): interfractura y calibre para la talla de las mismas,
en rocas no calcáreas, o con características fí- ésta, a medir en fracturas limpias y netas.
sico-químicas atmosféricas, de las aguas conti- Su tratamiento estadístico resultará en la clasifi-
nentales y de las marinas que no permiten cación de esas tres variables en función de su
karstificaciones intensas. importancia a la hora de generar cuevas, lo que
indica que será necesario correlacionar estos pa-
rámetros con la existencia y abundancia de gru-
Estructura (A.5) tas litorales.

La estructura es el factor fundamental que explica • Tipología de “Estados de Conservación”


los tipos y el tamaño de la mayor parte de cuevas de
nuestras costas. En concreto, una combinación del – Patrones densos con fracturas importantes, con
patrón de fractura y otros planos de debilidad, orientaciones en la dirección más efectiva de
como los contactos litológicos o los planos de estra- oleajes de viento y oleajes de fondo y otras líneas
tificación y el clivaje, pasa a ser el fundamento evo- de debilidad estructural importantes (Desfavo-
lutivo de un gran número de cavidades costeras. rable/Favorable): la excesiva debilidad del sus-
trato hace que los edificios rocosos sean ines-
tables cuando presentan oquedades internas,
Patrón de fractura (A.5.1) dando lugar a cuevas pequeñas y efímeras.
– Situaciones intermedias (Favorable/Desfavora-
• Tipo de variable: estructural. ble): suelen otorgar procesos de erosión dife-
• Aplicabilidad: obligatoria. rencial selectiva, centrados en puntos concre-
tos del litoral, lo que da lugar a las cuevas de
El patrón de fractura depende, fundamentalmente, mayor talla.
del historial tectónico del roquedo sobre el que de- – Patrones poco densos con fracturas poco impor-
sarrollan las cuevas, pero existe también otro tipo tantes y con orientaciones en otras direcciones a
de diaclasas y fisuras que se relacionan con la evolu- las más efectivas ante oleajes de viento y oleajes
ción natural de los acantilados, de la descompresión de fondo y escasas otras líneas de debilidad es-
de la roca o de las actividades humanas sobre el li- tructural (Desfavorable): escasa actividad de
toral. Se trata, por ejemplo, de las grietas de trac- erosión diferencial, por lo que no es un am-
ción, derivadas del socavamiento basal de acantila- biente propicio para el desarrollo de cuevas.
dos, los procesos de humectación-desecación, la
saturación hídrica y la gravedad; o de las denomina-
das “fallas panameñas” (Pinot, 1999), pequeñas fa- Historia geológica del sustrato (A.5.2)
llas oblicuas y cóncavas sobre materiales poco con-
sodilados o muy meteorizados, atacados en la base • Tipo de variable: estructural.
y saturados hídricamente. • Aplicabilidad: recomendable.

• Propuesta de actuación Está muy relacionada con la anterior, pues esta his-
Medición de los patrones de fractura, orienta- toria geológica impone el patrón estructural y la
ción, densidad y talla de las discontinuidades. evolución de meteorización de las rocas. La historia
99

evaluación del estado de conservación

geológica determina cuántas orogenias o períodos – Rocas en dominios con una historia geológica, tec-
tectónicos intensos ha sufrido un sustrato, qué pa- tónica y paleoclimática, convulsa y, por lo tanto,
leoclimas influyeron sobre dichos materiales meteo- de escaso potencial para la generación de cuevas
rizándolos, o en qué condiciones se originó esa roca costeras (Desfavorable): por ejemplo, el domi-
y, por ello, qué inestabilidad presenta a las caracte- nio costero de la Serie de Ordes en el Golfo
rísticas climáticas actuales y, por lo tanto, que velo- Ártabro, en los que la generación de cuevas es
cidad de meteorización desarrolla. escasa y con ejemplares de poca talla.

• Propuesta de actuación
Correlacionar la historia geológica regional con la Índice de recorte costero (A.5.3)
red de cavidades costeras. Por ejemplo, se recono-
ce que los tramos costeros con materiales precám- • Tipo de variable: estructural.
brico-silúricos de tipo metamórfico, metasedi- • Aplicabilidad: recomendable.
mentario, en áreas del zócalo hercínico, con
El índice de recorte costero ha sido empleado, en
sustratos muy meteorizados, no desarrollan cue-
algunas ocasiones, para caracterizar costas y como
vas de gran talla o abundantes en número. Tam-
indicador de sensibilidad costera ante posible derra-
bién se sabe que las diferencias en el carácter
me de residuos. El mismo equipo redactor de esta
­pretectónico, sintectónico o postectónico, en
ficha lo ha presentado en diversos trabajos: 2004,
plutonitas con respecto a la orogenia hercínica
2007 y 2008. La intención es aplicar este índice por
establece diferencias de resistencias al recibir pa-
su correlación directa con la posibilidad de desarro-
trones de fracturas en momentos en los que los
llo de cuevas costeras.
materiales cristalinos son ya muy poco flexibles,
desestructurando completamente su edificio cris-
• Propuesta de actuación
talino y dando lugar a rocas muy deleznables.
Realización del cálculo de recortes costeros con
la cantidad, talla y tipología de cuevas. La con-
• Procedimiento de medición
clusión debería ser que a mayor recorte costero,
Las mediciones, en este caso, son bastante difíci-
mayor posibilidad de desarrollo de cuevas debi-
les. Se pueden obtener conclusiones generalistas
do a la concentración de energía por procesos
sobre dominios rocosos en función de su historia
tipo Venturi y la existencia de un mayor número
geológica, acerca de su escaso potencial para ge-
de líneas de debilidad de cierta importancia.
nerar cuevas en función de su meteorizabilidad o
erosionabilidad. Así pues, mediciones con un • Procedimiento de medición
esclerómetro o un martillo Schmidt, pueden co- El índice propuesto es la relación entre la longi-
rroborar, por correlación, la debilidad e inadap- tud real de un tramo de costa, medida a escala
tación de determinadas familias rocosas o domi- grande, por ejemplo, 1:5.000 o superiores, y la
nios litológicos a la actual situación climática y longitud de un tramo teórico rectilíneo cuyos
de erosión marina. extremos coincidan con el anterior. Se pueden
establecer intervalos:
• Tipología de “Estados de Conservación”
– Índice de recorte entre 1 y 2, costa rectilínea.
– Rocas en dominios una historia geológica positi- – Índice de recorte entre 2 y 3, costa dentada.
va que les otorga una estabilidad especial (Des- – Índice de recorte entre 3 y 4, costa recortada.
favorable): la original resistencia de estos ro- – Índice de recorte entre 4 y 5, costa muy recor-
quedos disminuye la potencial aparición de tada.
aparatos de erosión subterránea en la costa. – Índice de recorte entre superior a 5, costa ex-
– Rocas en dominios con una historia geológica tremadamente recortada.
relativamente negativa para su resistencia actual
a la erosión (Favorable): da lugar a la aparición • Tipología de “Estados de Conservación”
de erosiones diferenciales selectivas en torno a
las principales líneas de debilidad, lo que favo- – Costa rectilínea (Muy Desfavorable/Malo):
rece el desarrollo de una red estable de cavida- costas arenosas o costas tectónicas con acanti-
des costeras. lados tipo plunging o falsos acantilados.
100 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

– Costa dentada (Desfavorable/Favorable): costa fundamento científico de estos análisis carece de la


a base de grandes ensenadas espaciadas, con objetividad suficiente para que sean aquí citados. Al-
retrocesos localizados y amplios. gún ejemplo interesante de acercamiento a esta reali-
– Costa recortada (Favorable/Desfavorable): cos- dad lo presenta, por ejemplo, para la costa cántabra,
ta con numerosos entrantes costeros, de diver- García Cordón & Rasilla Álvarez, 2005.
sa talla y estrechez, con desmantelamiento de
acantilados e irregularización de formas de de- • Propuesta de actuación
talle. Análisis de los tipos de cuevas más proclives a
– Costa muy recortada (Favorable): numerosos sufrir cambios drásticos en su hábitat en función
entrantes con una densidad tectónica elevada de las diferentes posibilidades de subida del mar
que aporta un retroceso diferencial de grano en el próximo siglo. Han de tenerse en cuenta no
fino. sólo los cambios en la composición biótica, sino
– Costa extremadamente recortada (Muy favora- en la evolución y desmantelamiento de las cue-
ble): costa en la que se superponen varios pa- vas más frágiles, además de las influencias en las
trones de fractura, con retroceso diferencial a partes anquihalinas de algunas grutas costeras.
varias escalas, apareciendo un tipo de recorte en
el que se puede apreciar un comportamiento • Procedimiento de medición
fractal siguiendo el modelo tipo Isla de Koch. Las mediciones se realizan desde redes de mareó-
grafos que indican la evolución del nivel relativo
del mar. También puede interesar, a nivel infor-
Variables marinas (A.6) mativo, el aprovechamiento de estudios geotec-
tónicos que puedan explicar cambios generales
Afectan sensiblemente a la evolución e inicio de las en algunas regiones por actividad en el manto o
cuevas en el litoral cuando se trata de cuevas semi- estudios de la evolución eustática.
sumergidas y sumergidas, especialmente a las pri-
• Tipología de e“Estados de Conservación”
meras. Su tratamiento en este apartado es obligato-
rio. Se anotan como más importantes:
– Ascenso del nivel relativo del mar por fases inter-
glaciares transgresivas o variaciones eustáticas
(Favorable/Desfavorable): favorece el retroce-
Cambios relativos en el nivel del mar (A.6.1)
so de los acantilados y la aparición de nuevas
cuevas, aunque puede significar el desmante-
• Tipo de variable: estructural/funcional.
lamiento de otras ya existentes.
• Aplicabilidad: obligatoria.
– Mantenimiento de los actuales niveles marinos
(Favorable): lo que conlleva el mantenimiento
Interesa este factor en tanto que las cuevas actuales
de los alcances mareales actuales que condi-
semisumergidas y sumergidas pueden ver modificado
cionan también así el alcance del oleaje. Las
su hábitat en función de las oscilaciones marinas fu-
variaciones quedan a merced de cambios en la
turas. Al igual que aparecen en la actualidad cuevas
frecuencia de períodos tempestivos.
colgadas que debieron pertenecer al nivel intermareal
– Descenso del nivel relativo del mar (Desfavora-
en pulsaciones transgresivas anteriores, la presente
ble): por fases glaciares regresivas para el nivel
transgresión interglaciar puede modificar la actual
marino o variaciones eustáticas. Conlleva la
distribución del tipo de hábitat y favorecer una ero-
inactividad de numerosas cuevas que se en-
sión acelerada de algunas cuevas, por oleaje o acción
cuentran en el intermareal en la actualidad,
mareal, al mismo tiempo que modifica su relación
haciendo desaparecer la actual estructura del
con los niveles marinos de referencia. En los próximos
hábitat 8330 Cuevas marinas sumergidas o
100 años, en función de diferentes supuestos climáti-
semisumergidas.
cos, las actuales valoraciones sobre el ascenso medio
del nivel marino a nivel mundial hablan de entre 9
cm y 90 cm por encima del actual (Flor, 2004). Sobre Parámetro mareal (A.6.2)
las erosiones que está provocando el actual ascenso del
nivel marino, han sido estudiadas con diferentes éxi- • Tipo de variable: funcional.
tos, siendo necesario decir que, en algunos casos, el • Aplicabilidad: obligatoria.
101

evaluación del estado de conservación

El alcance mareal se erige como el más importante – Ambientes micromareales (Desfavorable): no


en la distribución de los seres vivos en la costa, favorecen la actividad erosiva marina, por lo
puesto que muchos de ellos sobreviven por su in- que las cuevas deben de evolucionar por fac-
mersión o contacto directo con el agua colocándo- tores continentales o paleoprocesos marinos.
se, de manera especializada, en diferentes franjas en
función de la carrera de marea. Las mareas varían en
función de la localización geográfica o la distancia a Parámetro oleaje (A.6.3)
los puntos anfidrómicos, pero lo que nos ocupa
realmente son las diferencias existentes en el área de • Tipo de variable: estructural/funcional.
estudio. En ella, podemos dividir la costa española • Aplicabilidad: obligatoria.
en: ambientes micromareales, que alcanzan a la cos-
ta mediterránea, y mesomareales, que existen en el El oleaje es el principal factor marino erosivo sobre
resto del litoral peninsular y canario. los frentes acantilados y las cuevas. El régimen de
oleaje, relacionado con los parámetros atmosféricos,
• Propuesta de actuación condiciona y determina los ritmos erosivos costeros,
Análisis de las diferencias ecológicas en cuevas en por lo que es de obligatorio análisis en el presente
función del régimen mareal a que se ven sujetas. estudio.

• Procedimiento de medición • Propuesta de actuación


Las mediciones se realizan desde redes de mareó- Elaboración de informes y cartografías específi-
grafos que indican la evolución de los niveles cas de las frecuencias de temporales y de oleajes
mareales. El problema de estas redes es que, ha- significativos para las áreas de la red de muestreo,
bitualmente, se localizan en puertos importantes llevando los datos a un SIG geosistémico de cue-
en los que se están produciendo cambios morfo- vas para su control futuro en lo que se refiere al
lógicos artificiales que pueden falsear tendencias estado de la estructura y función del hábitat.
evolutivas en los datos de mareas. Dragados,
cambios en las secciones de paso en entrada a las • Procedimiento de medición
dársenas que contienen los mareógrafos, etc. Siguiendo los datos de la red de boyas del organis-
pueden provocar interferencias en las series de mo Puertos del Estado, aunque es necesario ob-
datos obtenidas en los mareógrafos. servar qué tipos de oleaje afectan más a la evolu-
ción de las cuevas, aplicando la máxima de que la
• Tipología de e“Estados de Conservación” costa evoluciona a partir de eventos extraordina-
Ya que los seres vivos están adaptados a las con- rios de alta energía y baja frecuencia de retorno.
diciones marinas naturales en las que viven, las Se deben de escoger cuevas similares en ambientes
cuales son culpables de su distribución y especia- muy diferenciados para obtener datos significati-
ción, será muy complicado enfocar el carácter vos y extrapolables a toda la costa española.
positivo o negativo de las diferencias mareales en
el tipo de hábitat 8330. En todo caso, los regí- • Tipología de “Estados de Conservación”
menes mareales macrotidales permiten un mayor
alcance marino y que el oleaje trabaje los acanti- – Muy Alta frecuencia de oleajes de tormenta (al-
lados de cara a su evolución formando cuevas y tura de ola significante en más del 7% de los
otras geoformas, por lo que, orientando el pro- casos superior a 7 metros), régimen anual de al-
blema de esa manera, podríamos establecer la tura significante de ola que supera en más del
siguiente escala: 50% de los casos los 2,5 metros (Muy Favora-
ble): a nivel general, las costas cántabras occi-
– Ambientes macromareales (Muy Favorable): fa- dentales y el noroeste de Galicia.
vorecen intensamente la actividad erosiva del – Frecuencia de oleajes de tormenta alta (altura de
mar por un alcance continental mayor y en ola significante en más del 7% de los casos entre
una franja costera más extensa. 5,5 y 7 metros) pero menor que en el caso ante-
– Ambientes mesomareales (Favorable): favorecen rior y régimen anual de altura significante de ola
la actividad erosiva del mar en una franja cos- que en más del 50% de los casos se encuentra
tera menor. entre 2,5 y 2 metros (Favorable): a nivel gene-
102 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Figura 3.1
Muestra las variaciones en el parámetro del oleaje a lo largo del año sobre las costas de la Península Ibérica,
Baleares y Canarias.
Obtenido del Atlas Nacional de España, con información de la Dirección General de Costas, 1988.

ral, las costas cántabras orientales y centrales y Como se ha anotado con anterioridad, los valores
las Rías Baixas gallegas. de la salinidad en el mar varían notablemente, sien-
– Frecuencia de oleajes de tormenta baja (altura do la costa un medio hipersalino, frente a otras par-
de ola significante en más del 7% de los casos tes del océano, por su escasa profundidad y el con-
entre 4 y 5,5 metros) y régimen anual de altura finamiento de aguas en el intermareal, si no existen
significante de ola que no supera en más del masas de aguas continentales desaguando en las
50% de los asos los 2 metros (Desfavorable): a proximidades. Las diferencias entre el Mediterráneo
nivel general, las costas mediterráneas. y el Atlántico conllevan la distribución de especies
diferentes, siendo el grado salino un medio de espe-
ciación. Pero es posible que la existencia de anoma-
Parámetro salinidad (A.6.4) lías lleve a un mayor o menor poblamiento de las
cuevas y, por ello, que el factor salino influya en el
• Tipo de variable: funcional. desarrollo correcto del tipo de hábitat. Ello puede
• Aplicabilidad: obligatoria. ser detectado si se analiza la salinidad en las cuevas.
103

evaluación del estado de conservación

Las diferencias regionales de salinidad y la especia- – Salinidad media esperada (Favorable): adapta-
ción relacionada hace que no se puedan establecer da a los organismos de esa región natural,
una clasificación ni valoración utilizando valores de con­lleva el equilibrio ecosistémico y, por ello,
salinidad en tantos por mil, puesto que los umbra- el desarrollo de todas las comunidades vivas
les de vida son muy diferentes en función de las posibles en función de los otros parámetros.
especies, estén ubicadas en cuevas costeras o en el – Anomalía hiposalina (Muy Desfavorable/Malo):
exterior de las mismas. Tomaremos, pues, el con- puede provocar problemas de adaptación y
cepto de hipersalinidad, salinidad media e hiposali- cobertura en algunos seres vivos del hábitat.
nidad para valorar su negatividad o su carácter po-
sitivo para el desarrollo del tipo de hábitat.
Hidrología (A.7)
Las descargas fluviales, los afloramientos costeros de
aguas profundas y los aportes directos de aguas con- Régimen hidrológico (A.7.1)
tinentales en las cuevas son las principales variables
locales que producen anomalías en la salinidad ha- • Tipo de variable: estructural/funcional.
bitual de un tramo costero determinado. • Aplicabilidad: recomendable.

• Propuesta de actuación El régimen de precipitaciones y la evapotranspira-


Analizar las variaciones de salinidad en el inte- ción potencial y efectiva son parámetros que influ-
rior de las cuevas en relación a los sectores coste- yen en los aportes hídricos de agua dulce en el inte-
ros próximos, para ver en qué medida un posible rior de las cuevas y en la meteorización rocosa de los
ambiente salino diferenciado en el interior de las techos de las cuevas. Su análisis otorgará datos im-
cuevas puede condicionar la presencia de orga- portantes sobre su efecto en la evolución de las cue-
nismos vivos. vas y sus comunidades de habitantes.

• Procedimiento de medición • Propuesta de actuación


La realización de mediciones de salinidad en Estudio de los efectos de las precipitaciones en el
cuevas podría llevarse a cabo con instrumentos hábitat salino interior de las cuevas, además de la
CTD adaptados a las dimensiones de la misma. influencia en la meteorización de los techos de
Estos instrumentos son la manera más interesan- las cuevas y su desplome.
te para medir características del agua como la
salinidad, la temperatura, la presión, la profun- • Procedimiento de medición
didad y la densidad de la misma. Las siglas CTD Se puede desarrollar un sistema de medición de
significan: Conductividad-Temperatura- Profun- las entradas de agua por el techo de las cuevas a
didad (Depht, en inglés). Como estos instrumen- base de recipientes acoplados que deben ser con-
tos realizan ya mediciones muy rápidas, de hasta trolados con cierta frecuencia. Los datos de pre-
24 datos por segundo, los test pueden ser muy cipitaciones se pueden obtener por métodos es-
rápidos, lo que permitiría a estas sondas trabajar tadísticos de la combinación de las series de los
en cuevas semisumergidas e, incluso, aquéllas observatorios meteorológicos más próximos o
supramareales con la llegada ocasional de la ola instalando estaciones portátiles en las proximida-
en marea alta. Esto suministra una descripción des de las cuevas que se elijan para realizar el
muy detallada del agua que está siendo examina- estudio.
da y nos permitirá conocer cuál es la salinidad en
las cuevas y con qué factores se relaciona la posi- • Tipología de “Estados de Conservación”
ble anomalía salina. Pensando en el potencial desmantelamiento de
los techos de las cuevas por la acción de las aguas
• Tipología de e“Estados de Conservación” continentales:

– Anomalía hipersalina (Muy Desfavorable/ – Régimen de altas o bajas precipitaciones concen-


Malo): puede provocar problemas de adapta- tradas en eventos extraordinarios y alta ETP
ción y cobertura en algunos seres vivos del (Muy Desfavorable): el litoral levantino es un
hábitat. ejemplo.
104 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

– Régimen altas precipitaciones y baja ETP, sin ■ Factores biogeográficos (B)


eventos extraordinarios (Desfavorable): el lito-
ral norte, noroeste y suroeste de España. De composición (B.1)
– Régimen de bajas precipitaciones y alta ETP
(Favorable): ámbitos de mayor sequedad y Se refiere al grado de conservación de la estructura
menos afectados por las gotas frías. y la función de las comunidades animales y vegeta-
les existentes en el tipo de hábitat. Los parámetros
más importantes a estudiar son los siguientes:
Tipo de escorrentía (A.7.2)

Se refiere al discurrir de los flujos hídricos de pluvia- Biodiversidad (B.1.1)


les en la superficie y área subsuperficial de las ver-
tientes y acantilados costeros, así como de sus in- • Tipo de variable: funcional.
fluencias en la evolución de las cuevas y su biota. • Aplicabilidad: obligatoria.

• Tipo de variable: estructural. La biodiversidad es un buen indicador del estado de


• Aplicabilidad: obligatoria. conservación de los tipos de hábitat, la presencia de
todas las comunidades típicas y de endemismos,
• Propuesta de actuación valoriza cualquier tipo de hábitat y, por lo tanto,
Estudio de los efectos de la escorrentía superfi- también el que aquí se trata.
cial y subsuperficial en el hábitat salino interior
de las cuevas, además de la influencia en la me- • Propuesta de actuación
teorización de los techos de las cuevas y su des- Se trataría de estudiar la riqueza de seres vivos
plome. existentes en las cuevas y observar si aparecen las
comunidades esperables o falta alguna cintura en
• Procedimiento de medición función de factores limitantes de tipo natural o
Se puede obrar la medición de la escorrentía di- humano. La riqueza se utiliza, habitualmente,
señando un sistema de recipientes apropiados como sinónimo de diversidad, aunque el segun-
para ser colocados en las paredes y el techo de las do término sólo debe emplearse para denominar
cuevas para recoger los caudales de escorrentía el parámetro que mide la relación ponderada en-
superficial o subsuperficial en el edificio rocoso tre la riqueza y la abundancia. Por tanto, la rique-
que contiene la oquedad costera. za debe ser entendida como el número de espe-
cies integrantes de una comunidad si bien, en
• Tipología de “Estados de Conservación” muchos casos, se considera que este parámetro es
una medida de diversidad muy útil (Magurrán,
– Notables y abundantes escorrentías de tipo con- 1989) (Molina Holgado, en Meaza 2000).
centrado o laminar, superficiales y subsuperficia-
les (Muy Desfavorable): el clima oceánico at- • Procedimiento de medición
lántico húmedo e hiperhúmedo favorece este Pueden reconocerse diversos tipos de riqueza, ex-
caso. presados en todos los casos mediante valores glo-
– Escorrentías superficiales de tipo concentrado, en bales, dato que corresponde al número de especies
pocos puntos y sin caudales elevados, concentra- presentes en la unidad o muestras analizadas (in-
das en determinados momentos del año (Desfa- ventario o grupo de inventarios) (Meaza, 2000).
vorable/Favorable): en climas de tipo subme- Algunos de éstos se presentan en la citada obra:
diterráneo o mediterráneo
– Ausencia de escorrentías superficiales y subsuper- – Riqueza total o riqueza acumulada (rt): núme-
ficiales por filtraciones más profundas o por un ro total de especies para el conjunto de la
factor climático que induzca inexistencia de re- muestra.
cursos hídricos suficientes (Favorable): en rocas – Riqueza media (r): número medio de especies
porosas, como las volcánicas, o filtrantes, (r  =  rt / n).
como las calcáreas, y en climas muy secos, se- – Riqueza máxima (rM): número de especies de la
miáridos o áridos. unidad de muestreo de riqueza más elevada.
105

evaluación del estado de conservación

– Riqueza mínima (rm): número de especies de en cada cueva. Se relacionaría, de esta manera, el
la unidad de muestreo de riqueza más baja. tipo de cueva con el número de asociaciones pre-
– Riqueza total anual (rt anual): número total sentes y se establecería un índice de presencia/
de especies/muestra durante el período de ausencia de las mismas y una clasificación de
análisis. cuevas en función de la riqueza de agrupaciones
animales y vegetales.
Se trataría, pues, de elegir una red de muestreo
como la que se propone en el apartado de ficha • Procedimiento de medición
correspondiente y realizar inventarios para obte- Se debe de ajustar en esquema taxonómico pro-
ner datos estadísticos por regiones biogeográficas pio de cada región natural o nivel inferior para el
y regiones naturales de niveles de corte inferiores presente tipo de hábitat.
y, posteriormente, poder dilucidar el grado de Se realizarían inventarios de asociaciones y jerar-
diversidad animal que presentan las diferentes quías superiores.
cuevas. Posteriormente se pueden buscar los fac- Se establecerían los extremos de mayor riqueza y
tores que están afectando a esas cuevas para que menor riqueza de comunidades.
no desarrollen correctamente las comunidades Se correlacionaría el tipo de cuevas con la pre-
típicas del tipo de hábitat. sencia/ausencia de las comunidades propias de
las cuevas.
• Tipología de “Estados de Conservación”
• Tipología de “Estados de Conservación”
– Cuevas con una riqueza o diversidad de especies
elevada (Muy favorable/Favorable): la abun- – Cuevas en las que aparece más del 75% de las
dancia y elevada biodiversidad asegura el co- comunidades posibles en una cavidad costera
rrecto comportamiento ecosistémico y rela- completa (Muy favorable): la estructura y fun-
ciones interespecíficas. ción ecológica del hábitat parecen estar asegu-
– Cuevas con una riqueza o diversidad de especies radas en las condiciones actuales.
próxima a la media (Favorable/Desfavorable): – Cuevas que contienen entre el 50% y el 75% de
la abundancia y elevada biodiversidad permite las comunidades posibles (Favorable): la estruc-
un margen de mejora para la reconstrucción tura y función ecológica del hábitat suelen
completa del ecosistema por la falta de algu- mantenerse pero existen factores negativos
nas especies, desarrollándose un comporta- que pueden desestabilizar el correcto funcio-
miento ecosistémico aceptable. amiento ecosistémico.
– Cuevas con una riqueza o diversidad de especies – Cuevas que sólo presentan entre el 25% y el
baja (Muy Desfavorable/Malo): la escasez de 50% de las comunidades posibles (Desfavora-
especies no permite que se complete la función ble): la estructura y la función se ven clara-
ecológica de las diferentes especies, por lo que mente afectadas y el ecosistema puede entrar
las comunidades vivas, sujetas a algún tipo de en recesión.
variable negativa, pueden ir desapareciendo y, – Cuevas que no alcanzan el 25% de las comuni-
con ellas, la conservación correcta del hábitat. dades posibles en las cuevas costeras completas del
litoral de esa región natural o nivel inferior
Composición florística y de la fauna (B.1.2) (Malo): no existe un correcto funcionamiento
del hábitat, que está en franco receso y corre
• Tipo de variable: funcional. peligro de desaparecer.
• Aplicabilidad: obligatoria.

Es un parámetro muy similar al anterior pero a ni- Grado de naturalidad de la vegetación y la fauna
vel de comunidades y de la taxonomía animal y (B.1.3)
vegetal.
• Tipo de variable: funcional.
• Propuesta de actuación • Aplicabilidad: obligatoria.
A partir de las asociaciones de seres vivos estable-
cidas como propias de ese tipo de hábitat, anali- Se trata de analizar las injerencias de tipo bioinvasi-
zar cuántas aparecen y cuántas no están presentes vo y exótico existentes en las comunidades de las
106 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

cuevas. El grado de naturalidad implica diferencias Algunas especies de líquenes y vegetales mayores
en el estado de conservación y en la correcta funcio- funcionan como interesantes indicadores de conta-
nalidad del hábitat, pues las especies bioinvasoras minación, existencia de medios dinámicos o de sue-
modifican las propiedades de los ecosistemas, redu- los contaminados. La identificación de estas espe-
cen la diversidad de especies nativas, provocan hi- cies en cuevas y su seguimiento puede servir para
bridaciones y causan problemas en la integridad controlar el estado de conservación de la biota de
genética de las especies autóctonas, etc. las cavidades costeras y la “salud” de la estructura y
la función del hábitat.
• Propuesta de actuación
Se trata de valorar el porcentaje de especies inva- • Propuesta de actuación
soras y/o exóticas en el tipo de hábitat que aquí Identificación de especies indicadoras de conta-
se trata, con especial atención, también, al nú- minación, dinamismo y niveles marinos en las
mero de comunidades afectadas por estos taxo- cuevas.
nes y el grado de abundancia/dominancia sobre Análisis de presencia/ausencia y abundancia/do-
las especies nativas y propias de las cuevas. minancia de las mismas para clasificar las cuevas
y obtener información sobre la funcionalidad del
• Procedimiento de medición ecosistema del tipo de hábitat 8330 Cuevas ma-
Es necesaria la realización de inventarios de ve- rinas sumergidas o semisumergidas.
getación y fauna en las cuevas de la red de mues-
treo elegida. La identificación de especies no • Propuesta de medición
nativas, su calificación en exóticas y exóticas bio- Inventarios de vegetación y fauna e inclusión de
invasoras, su relación abundancia/dominancia los datos sobre especies bioindicadoras en un
en cada comunidad de seres vivos y los posibles SIG sobre el geosistema de cuevas semisumergi-
efectos negativos que está desarrollando en el das y sumergidas del litoral español.
tipo de hábitat de cuevas.
• Tipología de “Estados de Conservación”
• Tipología de “Estados de Conservación”
– Desaparición de especies bioindicadoras de nive-
Se propone, a nivel orientativo, una clasificación
les contaminantes (Desfavorable): pues indica
sólo provisional y cualitativa a la espera de que
la existencia de contaminación y la pérdida de
estudios iniciales otorguen unos rangos de clasi-
biodiversidad.
ficación que permitan cuantificar numéricamen-
– Presencia de especies muy sensibles a la contami-
te los diferentes grados de afecciones:
nación (Favorable): indica la existencia de nula
o muy escasa contaminación y, por ello, de un
– Dominio de especies bioinvasoras y/o exóticas
funcionamiento correcto del ecosistema con
(Malo): el ecosistema está muy transformado
respecto a esa variable.
y la estructura y la función del hábitat está
– Aparición de especies bioindicadoras de condi-
muy degradada.
ciones marinas muy energéticas o dinámica con-
– Presencia de especies bioinvasoras y/o exóticas
tinental elevada (Desfavorable): se pueden
(Desfavorable): el ecosistema está transforma-
producir efectos erosivos críticos que destru-
do y la estructura y la función del hábitat no
yan la estructura de la cueva.
es la correcta.
– Ausencia de especies bioindicadoras de condiciones
– Ausencia de especies bioinvasoras y/o exóticas
marinas muy energéticas o de una dinámica conti-
(Favorable/Muy Favorable): el ecosistema no
nental intensa (Favorable): indica estabilidad en
se encuentra afectado por especies foráneas y
la cueva y durabilidad temporal de la misma.
conserva su estructura y función en perfecto
– Presencia de bioindicadores de niveles marinos
estado en relación a este factor.
que indican que se están produciendo cambios
en el nivel del mar (Desfavorable): las franjas
Presencia de especies indicadoras de calidad de poblamiento mareal y el ecosistema se pue-
ambiental (B.1.4) den ver transformados, produciéndose una
anomalía en el hábitat.
• Tipo de variable: funcional. – Ausencia de bioindicadores de niveles marinos
• Aplicabilidad: recomendable. que indiquen que se están produciendo cambios
107

evaluación del estado de conservación

sensibles en los niveles marinos en la actualidad • Tipología de “Estados de Conservación”


(Favorable): indica una estabilidad y un fun-
cionamiento correcto y duradero de la estruc- – Presencia de monte arbolado con eucaliptos y
tura del hábitat. géneros de igual impacto bioclástico en el techo
de las cuevas o en el borde de los acantilados
(Malo): especialmente eucaliptales que dan
De erosión (B.2) lugar a procesos bioclásticos intensos.
– Presencia de monte arbolado en el techo de las
• Tipo de variable: estructural. cuevas o en el borde de los acantilados (Malo/
• Aplicabilidad: recomendable. Muy Desfavorable): otras especies sin poder
bioclástico notable pero con influencia en la
Se refiere a la erosión física y química provocada evolución de los acantilados mediante pinza-
por el desarrollo fisiológico y fisionómico de la ve- mientos y transformaciones químicas en la
getación y la fauna. roca.
– Presencia de matorral leñoso en el techo de las
cuevas o en el borde de los acantilados / o de es-
Bioclastia y bioerosión química (B.2.1) pecies exóticas y/o bioinvasoras con potencial bio-
clástico significativo (Desfavorable): menor
La bioclastia es un factor poco estudiado y con una potencial bioclástico pero notable en forma-
cierta importancia en la evolución de cuevas. La ciones adultas, llegando a actuar de manera
transformación de la cubierta vegetal en los acanti- similar que ejemplares jóvenes de especies ar-
lados y los techos de las cuevas lleva a la aparición bóreas. Algunas especies exósticas producen
de nuevas formaciones vegetales no propias del am- efectos similares por desprotección de frentes
biente y que inducen un mayor proceso erosivo que acantilados y descompensación entre el peso
acelera la evolución y colapso de las cuevas. Por de ramajes y escaso enraízamiento. Por ejem-
ejemplo, las plantaciones forestales o las difusiones plo, el género Carpobrotus sp. Tiene un gran
bioinvasoras como las del género Eucalyptus en el peso de tallos y ramajes mientras sus raíces no
norte y noroeste de la Península, han llevado a se- sirven de protección ante deslizamientos o
rios problemas de bioerosión, bioclastia especial- desprendimientos, por lo que el peso general
mente, en algunos tramos acantilados, provocando de la mata, ante socavamientos basales, lleva al
deslizamientos, desprendimientos, caídas de blo- desplome de acantilados meteorizados.
ques y desplome de cuevas. El desplome de cuevas – Presencia de tipos herbáceos en los frentes acan-
se debe al peso específico de las toneladas de bioma- tilados y el techo de las cuevas, con vegetación
sa por metro o centímetro cuadrado en el borde de propia del ecosistema litoral nativo (Favorable):
los acantilados o por el pinzamiento que las raíces no ejerce influencia bioclástica sensible sobre
de los árboles desarrollan en las fracturas de la roca los acantilados ni las cuevas. Su acción bioero-
(ver fotografía 15). siva de tipo químico es lenta y poco impac-
tante.
• Propuesta de actuación
Cartografiado de las masas forestales de monte
alto o monte arbolado en las costas acantiladas ■ Factores de influencia humana (C)
españolas, especialmente de las especies bioinva-
soras como el eucalipto. Cotejar con la cartogra- Son el mayor problema para la conservación de este
fía de localización de cuevas. tipo de hábitat, toda vez que los cambios ambientales
naturales suelen implicar la desaparición de algunas
• Procedimiento de medición cuevas para dar formación a otras con un equilibrio
A base de fotointerpretación de masas arbola- geosistémico más que desmostrado. La ocupación
das costeras y el trabajo de campo de identifica- del litoral es el factor general antrópico que reúne la
ción definitiva de especies. Se debe realizar una mayor parte de agresiones no naturales al ecosistema
integración cartográfica en un SIG general so- de las cuevas litorales. Existen numerosas variables
bre los factores incidentes en la evolución de las implicadas en este factor general de las cuales, las de
cuevas. mayor peso, se tratan a continuación.
108 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Intensidad de ocupación humana – Uso industrial (Malo): por contaminación, in-


del litoral (C.1) terferencia en los recursos hídricos, frecuenta-
ción del litoral con actividades pesadas, por
La intensidad en el litoral se convierte en el factor vibraciones y ruidos intensos.
general y menos concreto de los presentados en este – Uso turístico/recreativo masivo (Malo): por
apartado. Hace referencia a la superficie ocupada con tránsitos densos en la costa, actividades cons-
actividades y construcciones antrópicas, al tránsito tructivas poco racionales, modificación de los
de personas y vehículos, a las contaminaciones con- flujos hídricos, contaminación, etc.
centradas y difusas, en fin, a la huella ecológica. Exis- – Uso turístico/recreativo de baja densidad o pobla-
ten numerosos índices y metodologías para analizar miento rural (Desfavorable): por tránsitos cos-
la huella ecológica del hombre en el territorio. A ni- teros relativamente densos, anomalías cons-
vel general, se puede citar como propuestas intere- tructivas y modificación de flujos hídricos e
santes el sistema compuesto de Chambers, Simmons interferencia en la fauna y la vegetación.
& Wackernagel, 2000, derivado del de Wackernagel – Usos urbanos y residenciales densos (Malo): por
& Rees, 1996, además del de Venetoulis, Chazan & contaminación, interferencia en los recursos
Gaudet, 2004 (Martín Palmero, 2004). Por ejemplo, hídricos, frecuentación del litoral con activida-
para el caso gallego, extrapolable a algunas regiones des pesadas, por vibraciones y ruidos intensos.
del norte peninsular, la principal obra de referencia – Usos forestales o agropecuarios intensivos (Desfa-
es la de Martín Palmero, 2004. Lejos de adentrarnos vorable): contaminación, transformación de
en este complejo concepto y en sus métodos, nos la cubierta vegetal y las comunidades faunísti-
centraremos en algunas variables más concretas y cas naturales; favorecimiento de los fenóme-
menos complejas de analizar. nos de bioclastia; erosiones derivadas de la
extracción maderera, etc.
– Usos agropecuarios extensivos (Desfavorable/
Usos del suelo (C.1.1) Favorable): contaminación, transformación
de la cubierta vegetal, frecuentación en los
• Tipo de variable: estructural. bordes costeros.
• Aplicabilidad: obligatoria. – Usos forestales tradicionales (Desfavorable/Fa-
vorable): bioclastia, transformación de la cu-
Los usos del suelo en la costa tienen diferentes im- bierta vegetal, frecuentación de los bordes
plicaciones en la desestabilización de los ecosiste- costeros.
mas costeros. Según el tipo de usos, los riesgos y las – Usos de protección de la naturaleza (Favorable):
agresiones al ecosistema son diferentes en tipo e in- relativa protección y límite a las actividades
tensidad. humanas, pero existe peligro de no cumplir la
legislación o de recalificaciones de terreno a
• Propuesta de actuación partir de intereses socioeconómicos. Riesgo
Observación de las implicaciones de los diferen- potencial.
tes usos del suelo en la dinámica costera y en la – Ausencia de ocupación humana (Muy favora-
estabilidad geomorfológica y biótica del hábitat ble): es la situación más positiva con respecto
que nos ocupa. al factor humano, pues es en la que menos
efectos negativos tiene el desarrollo de las ac-
• Procedimiento de medición tividades socioeconómicas regionales.
Fotointerpretación y cartografía de los usos del
suelo en las proximidades de los puntos de la red
de muestreo. Identificación y calificación de los Densidad de ocupación (C.1.2)
impactos asociados y elaboración de cartografía
de riesgos para el hábitat. • Tipo de variable: estructural.
• Aplicabilidad: recomendable.
• Tipología de “Estados de Conservación”
Se realiza la clasificación en función de los dife- Este concepto nos da una idea de qué espacios que-
rentes tipos generales de usos de suelo en las cos- dan libres de influencias antrópicas negativas, físicas
tas españolas: directas, y qué espacios muestran diferentes grados
109

evaluación del estado de conservación

de interferencia en los procesos naturales desarrolla- – Mínima (actividades tradicionales poco pesa-
dos en el litoral. Correspondería realizar un estudio das) o Nula ocupación humana del litoral (Fa-
concreto para cada región natural y niveles de corte vorable): buen estado de conservación en ge-
inferiores, para dilucidar los umbrales a considerar neral, por poca presión en el litoral. Los
de cara a establecer una clasificación de densidades impactos ocasionales o puntuales, normal-
de ocupación, puesto que las capacidades de carga mente blandos, pueden ser corregidos por el
varían en cada territorio en función de sus caracte- propio sistema natural costero.
rísticas físicas. Sólo podemos hacer referencia, pues,
a una clasificación cualitativa general:
Actividades industriales (C.2)
• Propuesta de actuación
Establecer la densidad de ocupación de elementos Las actividades industriales tienen cada vez un ma-
antrópicos no vivos, es decir, carreteras, viviendas, yor peso en los impactos humanos sobre el litoral
naves industriales, establecimientos turísticos e debido al basculamiento de las actividades humanas
infraestructuras de otros tipos, sobre el total de ,a la franja costera y a las competencias locales que
superficie de la franja costera de los 500 m desde llevan a una planificación industrial de tipo muni-
la línea de costa. Se aplica la franja más restrictiva cipal. Esto significa una atomización de los suelos e
y amplia de las legislaciones españolas, en este infraestructuras industriales que ocupan, en no po-
caso la gallega, que ha propuesto en proyecto esta cos casos, frentes costeros sedimentarios o rocosos.
distancia, la cual se llevará, teóricamente, a la A ello se refieren los dos subtipos de variables que
práctica con la redacción del Plan de Ordenación se anotan a continuación.
del Litoral, a redactar en el bienio 2008-2009.

• Procedimiento de medición Ocupación física de las vertientes acantiladas


Los procedimientos de medición deben compor- (C.2.1)
tar la fotointerpretación sobre imágenes aéreas
georreferenciadas con la mayor actualidad posi- • Tipo de variable: estructural.
ble. Se recomienda llevar a cabo un vuelo para los • Aplicabilidad: obligatoria.
tramos de costa de la red de muestreo de cuevas.
No siendo posible, se recomienda la utilización La producción energética e industrial está encon-
de diferentes vuelos que contengan la informa- trando en la costa uno de sus lugares predilectos
ción más reciente debido a los intensos cambios para desarrollarse. La cercanía de grandes poblacio-
que está experimentando el litoral español. nes y sistemas portuarios potentes resulta atractivo
para los asentamientos de industrias y polígonos de
• Tipología de los Estados de Conservación” servicios en los frentes costeros. La ocupación física
del litoral por este tipo de actividades lleva parejo el
– Densidades de ocupación humana altas (Malo/ aumento de las agresiones físicas sobre el ecosistema
Muy Desfavorable): desarrollo variado e in- costero, tanto en lo que se refiere a la biota como a
tenso de actividades que comportan erosión y la evolución geomorfológica de dunas y acantila-
desequilibrio de los ecosistemas costeros. dos. Granjas acuícolas, polígonos de aerogenerado-
– Densidades de ocupación humana medias (Des- res, plataformas logísticas, refinerías, centrales tér-
favorable): desarrollo de algunas actividades, micas, desgasificadoras, se multiplican por nuestras
más o menos de manera intensa o con impac- costas provocando graves procesos erosivos e inter-
to asegurado, que comportan problemas de ferencias en los lazos ecosistémicos. Los acantilados
erosión, contaminación y desequilibrio ecosis- y las cuevas no son ajenos a estas potenciales erosio-
témico en algunos sectores del litoral. nes y degradaciones que son capaces de dinamizar
– Densidades de ocupación humana bajas (Favo- las laderas costeras a base de deslizamientos, des-
rable/Desfavorable): desarrollo de alguna/as prendimientos o fosilizaciones artificiales.
actividades que producen problemas de ero-
sión, contaminación o desequilibrio ecosisté- • Propuesta de actuación
mico de tipo puntuales en los sectores de cos- Identificación de los elementos antrópicos de
ta escenario de las mismas. tipo industrial en las vertientes costeras o en las
110 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

franjas próximas a las mismas; clasificación tipo- den como puntos de contaminación a incluir en
lógica y correlación con huellas de inestabilidad este apartado los vertederos urbanos costeros que
en la costa rocosa. Catálogo y conclusión de los vierten directamente al mar. Algunos, en las ver-
tipos de elementos o actuaciones más impactan- tientes que miran al mar en lugares poco visibles
tes en los frentes acantilados y las cuevas. desde las zonas pobladas que los mantienen, si-
guen contaminando a través de sus lixiviados
• Procedimiento de medición durante décadas. Se deben identificar, también,
Fotointerpretación y cartografía de las activida- las piscifactorías costeras, que se están convir-
des y establecimientos industriales que afectan a tiendo en un problema serio de transformación
las vertientes costeras y los techos de los acanti- de las aguas costeras a través de los circuitos de
lados. Cartografía de los signos de inestabilidad. alimentación y expulsión de aguas residuales.
Superposición de capas de información en un Los perniciosos efectos de la contaminación in-
SIG y análisis de correlaciones y procesos direc- dustrial por vertidos directos costeros está más
tos causa (actividad industrial en la costa)-efecto que demostrada, con profunda alteración del
(de desestabilización o contaminación). medio biótico, y ello llega, incluso, al ser huma-
no a través de la cadena alimenticia. Un ejemplo
• Tipología de estados de conservación famoso es el de la Bahía de Minimata, en Japón,
donde el vertido de compuestos de mercurio
– Vertientes o techos de acantilado con ocupación procedentes de la producción de acetildehído
industrial y tránsito de sustancias, desechos o ve- pasó de las almejas al ser humano con graves in-
hículos peligrosos derivados de dicha actividad toxicaciones en cientos de pacientes entre 1955
(Malo): la inestabilidad de los frentes rocosos, y 1970 (Heinrich & Herat, 1990).
la contaminación de las aguas costeras y la de-
gradación del ecosistema son sólo cuestión de • Procedimiento de medición
tiempo. Se puede establecer una red de muestreo de pun-
– Vertientes o techos de acantilado con presencia de tos contaminantes en los emisarios o cursos flu-
actividades industriales pero sin tránsito eviden- viales afectados por la actividad industrial próxi-
te de sustancias, desechos o vehículos peligrosos ma al mar.
derivados de dichas actividades (Desfavorable): Parece interesante, también, realizar una red de
la inestabilidad de los frentes rocosos, la con- muestreo para la toma de muestras posteriormen-
taminación de las aguas costeras y la degrada- te analizadas químicamente. Esta red de mues-
ción del ecosistema son sólo cuestión de tiem- treo deberá concentrar sus puntos en las proximi-
po, pero pueden ser de inferior rango si se dades de los tramos con cuevas elegidos.
evacuan las sustancias nocivas y se desplaza
hacia el interior el tráfico pesado. • Tipología de “Estados de Conservación”:
– Vertientes y techos de acantilado sin actividad
industrial próxima ni tránsito de sustancias, ve- – Vertientes o techos de acantilado con ocupación
hículos o desechos relacionados con esas activida- industrial, vertederos urbanos o piscifactorías, y
des (Favorable): no existen impactos potencia- de tránsito de sustancias, desechos o vehículos
les y la función y la estructura del ecosistema peligrosos derivados de dicha actividad (Malo):
no se ven ni afectadas ni degradadas por este la inestabilidad de los frentes rocosos, la con-
factor. taminación de las aguas costeras y la degra­
dación del ecosistema son sólo cuestión de
tiempo.
Vertidos industriales (C.2.2) – Vertientes o techos de acantilado con presencia de
actividades industriales, vertederos urbanos o
• Tipo de variable: funcional. piscifactorías, pero sin tránsito evidente de sus-
• Aplicabilidad: obligatoria. tancias, desechos o vehículos peligrosos derivados
de dichas actividades (Desfavorable): la inesta-
• Propuesta de actuación bilidad de los frentes rocosos, la contamina-
Identificar los flujos contaminantes hacia el mar ción de las aguas costeras y la degradación del
en los polígonos industriales. También se entien- ecosistema son sólo cuestión de tiempo, pero
111

evaluación del estado de conservación

pueden ser de inferior rango si se evacuan las • Procedimiento de medición


sustancias nocivas y se desplaza hacia el inte- Fotointerpretación a partir de los vuelos más re-
rior el tráfico pesado. cientes posibles de la ocupación residencial cos-
– Vertientes y techos de acantilado sin actividad tera. Se pueden establecer índices de densidad y
industrial ni de vertederos urbanos, ni pisci­ porcentaje de superficie ocupada en la franja cos-
factorías próximas, ni tránsito de sustancias, tera de los 200 m. Se deben realizar trabajos de
vehículos o desechos relacionados con esas acti­ ocupación evolutiva a partir de vuelos de dife-
vidades (Favorable): no existen impactos rentes épocas. El banco de datos sobre la identi-
potenciales y la función y la estructura del ficación de problemas de inestabilidad costera y
ecosistema no se ven ni afectadas ni degrada- frecuentación de espacios sensibles se debe de
das por este factor. realizar a partir de trabajo de campo en aquellas
zonas elegidas como puntos de referencia para
analizar el impacto de las actividades residencia-
Actividades residenciales (C.3) les costeras en la evolución de acantilados y cue-
vas. Integración de los datos obtenidos en el SIG
Este apartado se refiere a las degradaciones ambien- de cuevas que llevamos promoviendo en todo
tales y las inestabilidades costeras derivadas de la este apartado.
ocupación residencial de las costas, cada vez más
intensa y problemática en las costas españolas. El • Tipología de los “Estados de Conservación”
25% de la costa peninsular es artificial, mientras el
60% de las playas mediterráneas se encuentran en – Existencia de polígonos de viviendas y ocupa-
entornos urbanizados y el 50% de la longitud de las ción densa de viviendas de promoción indivi-
mismas necesita de actuaciones de recuperación, dual en la franja costera de los 200 m desde el
esperándose que en el año 2050 el retroceso medio límite del acantilado, alcanzando la primera
de la costa española sea de unos 15 m (López Bedo- línea de costa (Malo): son los tramos de costa
ya, 2008, en prensa). más degradados, urbanizados y con gran pre-
sión sobre el ecosistema y la estabilidad de los
frentes acantilados. Suelen aparecer desliza-
Construcciones residenciales (C.3.1) mientos o desprendimientos, además de ser
necesarias obras de protección del litoral para
• Tipo de variable: estructural. salvaguardar las construcciones de la erosión
• Aplicabilidad: obligatoria. y el retroceso costero. En consecuencia, estas
obras de protección, que suelen fosilizar las
En este apartado de construcciones residenciales se paredes del frente costero, acaban por degra-
incluyen todas aquellas edificaciones que no sean dar el geosistema.
de tipo industrial, incluyendo turísticas y de vi- – Presencia de viviendas de residencia secundaria
vienda costera, además de infraestructuras relacio- turística o de primera residencia en primera lí-
nadas con las mismas, como aparcamientos o vías nea de costa, con densidades bajas pero instala-
de comunicación de acceso a las áreas residenciales das en la franja de los 200 me desde el acantila-
del litoral. do (Muy Desfavorable): casa en el borde del
acantilado, por lo que la estabilidad del mis-
• Propuesta de actuación mo está en entredicho y puede sobrevenir en
Análisis del impacto físico sobre el ecosistema de cualquier momento, con el consecuente riesgo
acantilado y de cuevas por parte de las construc- para el ecosistema y para los bienes inmuebles
ciones residenciales existentes en el litoral. Loca- y la vida de las personas.
lización de las viviendas en la franja costera, den- – Ausencia de construcciones residenciales en la
sidad de las mismas, población que soportan y primera línea de costa, con presencia de densida-
construcciones adjetivas que promueven. Rela- des bajas en la franja de los 200 m desde el lími-
cionar estos elementos con los tipos de inestabi- te del acantilado (Desfavorable): no existen
lidad en las vertientes o techos de acantilados riesgos evidentes de inestabilidad en los acan-
próximos a estas viviendas y con las degradacio- tilados debido a estas construcciones, pero el
nes en el ecosistema costero. uso de la costa en estos espacios es elevado por
112 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

la cercanía de las viviendas y los riesgos poten- aguas pluviales para salvaguardar de humedades y
ciales siguen siendo altos. encharcamientos nuevas áreas urbanizadas provoca
– Ausencia de construcciones de tipo residencial erosiones puntuales en los acantilados que se pueden
tanto en primera línea de costa como en la fran- convertir, finalmente, en procesos degradativos muy
ja de los 200 m desde el límite del acantilado intensos, o pueden desmantelar cuevas a partir de
(Favorable): no existen problemas potenciales colapsos en los techos. El redireccionamiento o des-
de inestabilidad o degradación del ecosistema. vío de aguas costeras deteriora algunos hábitat y fre-
Cada vez son menos los tramos que disfrutan na la evolución de las cuevas, impidiendo el desarro-
de esta situación. llo de algunas asociaciones animales y vegetales.

• Propuesta de actuación
Modificación de los flujos hídricos Inventariado de todo tipo de causas de modifica-
continentales (C.4) ción de aguas superficiales en tramos con cuevas,
analizando los efectos sobre los acantilados y las
Este apartado se refiere a la transformación de las cavidades costeras. Identificación de puntos con
escorrentías naturales superficiales y subsuperficia- erosión derivada de la concentración de aguas
les de manera artificial en beneficio de la habitabi- costeras y modificación del hábitat por elimina-
lidad del ser humano en la costa. Interferencias en ción de arroyadas en los frentes rocosos de áreas
las aguas potables para su captación, interferencia habitadas.
de las mismas aprovechando sus cauces naturales
para enviar aguas residuales canalizadas al mar, ge- • Procedimiento de medición
neración de nuevos emisarios a través de acantilados Utilización de registros de actividades urbanísti-
bajos, contaminaciones diversas, etc. cas que contemplen la actuación sobre aguas su-
perficiales; control de caudales en condiciones
Se trata de un fenómeno con un alcance superior naturales y caudales concentrados en obras de
al observable directamente y cuyos efectos se pue- canalización de pluviales. Localización de recep-
den manifestar años después de la modificación tores y emisarios de aguas residuales. Inventaria-
antrópica, derivando en erosiones, degradaciones do de eliminación y/o canalización de pequeños
de las comunidades vivas y envenenamiento de y medianos cauces costeros. Correlación con car-
aguas costeras. tografía SIG de puntos de inestabilidad de acan-
tilados con las localizaciones de las interferencias
en los flujos hídricos naturales costeros. Imple-
Modificación de los cursos de aguas mentación en una cartografía de recursos hídri-
superficiales (C.4.1) cos costeros.

• Tipo de variable: estructural/funcional. • Tipología de “Estados de Conservación”


• Aplicabilidad: obligatoria. Se hará en función de la tipología de modifica-
ción y de los potenciales riesgos para el geosiste-
Uno de los principales problemas que relacionan la ma costero.
ocupación humana de los litorales y su interferencia
en los flujos hídricos es la modificación de la esco- – Lugares con concentración de aguas superficiales
rrentía superficial, lo que nos conduce a no pocos de escorrentía y/o canalización o modificación de
problemas de tipo medioambiental y erosivo. El po- cursos hídricos pequeños o medianos (Malo): po-
blamiento del litoral o su ocupación para ocio o sibles erosiones sobre los acantilados y cuevas
producción de bienes de consumo llevan a la “do- que llevan a la destrucción parcial de sus há-
mesticación” y ordenación artificial de los flujos hí- bitat o que constribuyen a la interrupción de
dricos. Ríos, arroyos costeros o simplemente la esco- los flujos o corredores ecológicos.
rrentía superficial se ven desviados, concentrados o – Lugares con generación de nuevas redes de emisa-
captados para el uso de las instalaciones de residen- rios con aguas residuales y/o utilización de cursos
cia o esparcimiento. La consecuencia sobre acantila- naturales existentes para expulsar aguas utiliza-
dos y cuevas suele comportar erosión o un parón en das previamente por el ser humano (Desfavora-
la evolución de las formas. La concentración de ble): problemas de contaminación en el medio
113

evaluación del estado de conservación

costero que pueden degradar la biota del hábi- captación de aguas subterráneas para consumo
tat 8330 y otros originales del litoral. humano (Malo): modificación de la circula-
– Lugares libres de afecciones sobre los recursos hí- ción hídrica subsuperficial que puede llevar a
dricos superficiales (Favorable): los hábitat cos- erosiones y modificaciones en la composición
teros se desarrollan y evolucionan de manera biótica del litoral. Puede existir una influencia
natural en lo que respecta a este parámetro de elevada en la composición hídrica de mezcla
valoración de la estructura y la función. en las cavidades con ambientes anquihalinos.
– Tramos costeros sin sistemas de captación comu-
nitaria ni un número elevado de captaciones
Modificación de los acuíferos y de los flujos individuales de aguas subterráneas, pero con mo-
de agua subsuperficiales (C.4.2) dificaciones evidentes de la red de drenaje subsu-
perficial (Desfavorable): modificación parcial
• Tipo de variable: estructural/funcional. de la circulación hídrica subsuperficial y posi-
• Aplicabilidad: obligatoria. ble degradación de comunidades anquihalinas
y en otras comunidades vivas litorales. Pueden
Es la otra variable a tener en cuenta en la modifica- sobrevenir erosiones puntuales en algunos
ción de los flujos hídricos costeros. La captación en frentes acantilados por desviación de caudales.
acuíferos próximos al mar y la modificación de la – Tramos costeros sin afectación aparente de los
circulación hipodérmica y de las aguas subterráneas recursos hídricos subterráneos (Favorable): el
lleva a problemas graves en la evolución de las cue- ecosistema se mantiene en buen estado y no
vas y del ecosistema litoral. existen modificaciones artificiales de las circu-
laciones hídricas subsuperficiales, no inducien-
• Propuesta de actuación do a erosiones relacionadas con este factor.
Localización de las redes de drenaje naturales
subterráneas y de las interferencias humanas so-
bre las mismas, además de sus consecuencias so- Actividades turísticas (C.5)
bre la estabilidad de acantilados.
Las actividades turísticas se están convirtiendo en
• Procedimiento de medición unos de los mayores problemas para el manteni-
Medición de caudales subterráneos, con medi- miento de los ecosistemas litorales. Prácticas cons-
ción de inputs/outputs hídricos en las costas tructivas abusivas, ocupación de dunas y de bordes
karstificadas. Inventariado de acuíferos próximos de acantilados, construcción de vías de alta capaci-
a la costa y de sus modos de vaciado hacia el mar dad, concentración de intensas agresiones físicas
mediante el uso de testigos cromáticos y otros sobre vegetación y fauna en un tiempo reducido,
métodos. Inventariado de pozos y traídas de etc., no sólo son provocadas por los patrones tradi-
aguas litorales y medición de los caudales extraí- cionales de turismo de sol y playa, sino que también
dos anualmente en los mismos, además de ana- se desarrollan, con menor intensidad, con la exis-
lizar su relación con sus manantiales fuente. tencia de turismo contemplativo o “verde”. Las cue-
Estudio de la circulación hipodérmica en los vas son lugares muy atractivos que asumen la llega-
acantilados costeros con cavidades internas y del da de numerosos visitantes si el acceso no es muy
potencial de filtración de los diferentes materia- difícil. Aparecen, así, los siguientes problemas o va-
les, calizos, silíceos o sedimentarios, enfrentando riables que influyen en el correcto estado de conser-
casos sin interceptación artificial aparente con vación de las cavidades costeras.
otros claramente afectados por la actividad hu-
mana. Relacionar con la existencia de desliza-
mientos, desprendimientos o caídas de bloques Sobre-frecuentación interna de cuevas (C.5.1)
por la saturación hídrica en el edificio rocoso.
• Tipo de variable: estructural/funcional.
• Tipología de los “Estados de Conservación” • Aplicabilidad: obligatoria.

– Tramos costeros con traídas locales comunitarias La entrada de turistas, deportistas y visitantes en
o con un número elevado de pozos u otro tipo de general, en las cuevas semisumergidas conlleva la
114 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

degradación de las mismas. Puede desaparecer la anotara Van Waerbeke, 1999 para los acantilados,
base arenosa que protege de los oleajes la cavidad, el pisado de los techos puede llevar a modificacio-
como demuestra para ambientes de acantilado con nes en la escorrentía superficial y subsuperficial y
playas al pie Roig i Munar, et. al., 2008 en Menor- provocar tensiones y tracciones que llevan al des-
ca. También se pueden provocar agresiones o degra- mantelamiento de las geoformas costeras. Las vi-
daciones involuntarias de las comunidades animales braciones y los pesos sobre los techos de las cuevas
y vegetales, como el arranque de especies comesti- pueden acabar por hacerlas colapsar y destruir el
bles, o la simple extracción para tratamientos de hábitat.
salud de algunas algas. Por ello, esta sobre-frecuen-
tación se convierte en un parámetro importante en • Propuesta de actuación
la estabilidad de las cuevas. Análisis de las consecuencias negativas sobre la
estabilidad morfológica de las cavidades de la
• Propuesta de actuación frecuencia de tránsito humana en los techos de
Análisis de las consecuencias negativas de la fre- los acantilados y las cuevas.
cuencia humana en las cuevas, tanto sobre la
estabilidad morfológica como sobre las comuni- • Procedimiento de medición
dades vivas. Se pueden realizar contabilidades sencillas con el
número de personas y de vehículos que acceden
• Procedimiento de medición a lugares que se considera que pueden influir en
Trabajos de inventariado animal y vegetal en la estabilidad de las diferentes cuevas. El estudio
cuevas similares, frecuentadas y no frecuentadas, puede realizarse en momentos punta de afluen-
para la obtención de diferencias en la biodiversi- cia turística pero también en períodos en los que
dad interna. las actividades locales son el principal tránsito
sobre las vertientes en cuestión.
• Tipología de “Estados de Conservación”
• Tipología de “Estados de Conservación”
– Cuevas frecuentadas por el turismo o las activi-
dades deportivas (Malo): pueden llegar a des- – Techos de cuevas frecuentados por el tránsito ele-
virtuarse profundamente tanto la morfología vado de personas y/o vehículos (Malo): puede
de la cavidad como sus comunidades vivas. llegar a colapsar el techo de la cavidad y des-
– Cuevas no frecuentadas por el turismo o las acti- aparecer el efecto ambiental de la cueva.
vidades deportivas, pero visitadas por el ser hu- – Techos de cuevas no frecuentados por el tránsito
mano (Desfavorable): puede verse alterada la de personas o vehículos pero con algunos pasos
estabilidad formal y de sus habitantes. ocasionales (Desfavorable): puede verse altera-
– Cuevas “vírgenes” o raramente visitadas (Favo- da la estabilidad formal de la cueva, al menos
rable): se desarrollan las comunidades vivas parcialmente.
más puras y la evolución natural de la cueva – Techos de cuevas inaccesibles o sin tránsito de
está asegurada desde este punto de vista. personas o vehículos a lo largo del año (Favora-
ble): se favorece el mantenimiento natural del
hábitat.
Sobre-frecuentación de los techos de las cuevas
(C.5.2)
Construcciones (C.5.3)
• Tipo de variable: estructural.
• Aplicabilidad: obligatoria. • Tipo de variable: estructural.
• Aplicabilidad: obligatoria.
No solamente afecta a las cuevas el hecho de que se
pueda entrar fácilmente en ellas y sean visitadas Las construcciones en el litoral llevan pareja la mo-
frecuentemente por visitantes. La frecuentación de dificación de los flujos hídricos, de las presiones
los techos de los acantilados que contienen grutas sobre los frentes acantilados, o de la propia desapa-
puede influir negativamente en la estabilidad rición de las cuevas costeras. Existen construcciones
geomorfológica de las mismas. En efecto, como residenciales, de tipo industrial o de pesquería tra-
115

evaluación del estado de conservación

dicional, que han supuesto la desaparición física de Interferencias en los tránsitos sedimentarios
cuevas, puesto que una vez levantadas las edificacio- litorales (C.6)
nes, la evolución del frente rocoso puso en peligro
las inversiones privadas o públicas. Se ha comentado la importancia de las coberturas
sedimentarias del intermareal en la estabilidad de
• Propuesta de actuación algunas cuevas y en su evolución lenta. La desapari-
Elaboración de una cartografía de riesgos indu- ción de la misma puede acelerar el proceso erosivo
cidos por la construcción de edificios próxima al de las cavidades costeras y provocar su desmantela-
frente costero y por el levantamiento de muros miento. Estas dos situaciones que siguen se centran
defensivos en las proximidades de las cuevas. La cualitativamente en esa posibilidad.
protección de estos muros in situ puede provocar
erosiones próximas que afecten a las cuevas. De-
terminación de una cartografía en zona de agru- Interferencias en la red fluvial (C.6.1)
pación de cuevas que indique la franja de protec-
ción que necesitan apara actividades humanas • Tipo de variable: estructural.
pesadas en función de la proyección continental • Aplicabilidad: obligatoria.
de la cavidad. Un trabajo de este estilo fue desa-
rrollado en Ribadeo por López Bedoya & Pérez La construcción de embalses ha llevado a la degra-
Alberti, presentado posteriormente en López Be- dación de numerosos complejos sedimentarios cos-
doya & Pérez Alberti, 2006). teros incluyendo playas al pie de acantilados que
después se ven seriamente afectadas por esa despro-
• Procedimiento de medición tección sedimentaria de base (López Bedoya & Pé-
Surge de la fotointerpretación de construcciones rez Alberti, 2006). Fenómenos de este tipo han sido
antrópicas y la localización y cartografiado de las constatados en numerosas costas del planeta, siendo
cuevas costeras. Su combinación en un SIG lleva muy susceptibles algunos tramos costeros del Medi-
a la obtención de una cartografía de riesgos terráneo y del Cantábrico, debido a la actuación de
adaptada a cada sector, pudiendo establecer un derivas litorales muy estables y prolongadas en el
buffer de protección, tanto de cuevas como de tiempo que termina por no recibir los aportes sedi-
construcciones en el litoral. mentarios continentales necesarios.

• Tipología de “Estados de Conservación” • Propuesta de actuación


Detección e identificación de las células sedi-
– Construcciones al borde del acantilado (Malo): mentarias costeras y de los flujos hídricos conti-
afectan a los techos de las cuevas y los proce- nentales que afectan a sectores de costa en los
sos erosivos derivados de estas construcciones que existen agrupaciones de cuevas o cavidades
o la evolución de las cuevas puede provocar señaladas. Elaboración de una lista de las inte-
un claro conflicto de usos en el litoral. rrupciones en los cursos hídricos que pueden
– Construcciones en una franja de los 100 m desde comportar un déficit sedimentario en el exutorio
el límite del acantilado (Muy Desfavorable/ marino de los mismos.
Malo): dependiendo de la proyección conti-
nental de las cuevas. Suelen influir en las cue- • Procedimiento de medición
vas pero no son definitivos para la destrucción Identificación cualitativa y cálculo de volúmenes
de las mismas o para que éstas pongan en pe- sedimentarios retenidos mediante estudios en
ligro las construcciones. Si las cavidades, espe- presas y en las células sedimentarias costeras de
cialmente en medio calizo, se proyectan nota- las que dependen las cuevas de los tramos elegi-
blemente hacia el interior se pasaría dos para estudio.
directamente a la categoría de “Malo”.
– Litoral libre de construcciones (Favorable): no • Tipología de “Estados de Conservación”
existen interferencias ni conflictos de usos,
por lo que la evolución de las cuevas no afecta – Existencia de presas —u otras obras de corte de
a las construcciones ni éstas degradan el hábi- flujos sedimentarios fluviales continentales—
tat que nos ocupa. en los grandes ríos conectados sedimentariamente
116 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

con los tramos costeros de estudio (Malo): proba- • Procedimiento de medición


ble aceleración de la erosión en las cuevas por Identificación cualitativa y cálculo de volúmenes
desaparición de la protección arenosa que sedimentarios retenidos mediante el análisis en
amortigua los oleajes de tiempo tormentoso. las proximidades de espigones costeros y el défi-
– Existencia de presas —u otras obras de corte de cit en las células sedimentarias costeras de las que
flujos sedimentarios fluviales continentales— dependen las cuevas de los tramos elegidos para
en algunos de los cursos fluviales de los que ali- estudio.
mentan las células en las que se encuentran los
tramos costeros de estudio (Muy Desfavorable/ • Tipología de “Estados de Conservación”
Desfavorable): puede reducir los aportes sedi-
mentarios a las playas que protegen la base de – Existencia de espigones de gran envergadura —u
los acantilados con cuevas, por lo que pueden otras obras portuarias de corte de flujos sedi-
surgir problemas erosivos que aceleren la ero- mentarios en la costa— (Malo): probable ace-
sión y desmantelamiento de las cuevas. leración de la erosión en las cuevas por des-
– Cursos fluviales conectados sedimentariamente aparición de la protección arenosa que
con los tramos costeros de estudio libres de presas amortigua los oleajes de tiempo tormentoso.
—u otras obras de corte de flujos sedimenta- – Existencia de espigones —u otras obras portua-
rios fluviales continentales— (Favorable): per- rias de corte de flujos sedimentarios en la cos-
mite el mantenimiento natural de los tránsitos ta— menores en las células sedimentarias o en
sedimentarios y las cuevas no sufrirán riesgo las derivas de alimentación en los tramos costeros
de aceleración erosiva por este factor. de estudio (Desfavorable): puede reducir los
aportes sedimentarios a las playas que prote-
gen la base de los acantilados con cuevas, por
Interferencias físicas en la línea de costa (C.6.2) lo que pueden surgir problemas erosivos que
aceleren la erosión y desmantelamiento de las
• Tipo de variable: estructural. cuevas.
• Aplicabilidad: obligatoria. – Células sedimentarias conectadas con los tramos
de costa de estudio libres de actuaciones portua-
Las interferencias en las derivas litorales y las co- rias que corten las derivas litorales (Favorable):
rrientes costeras, elementos distribuidores de los se- permite el mantenimiento natural de los trán-
dimentos expulsados de los ríos y erosionados de los sitos sedimentarios y las cuevas no sufrirán
acantilados a lo largo de la costa, llevan a la destruc- riesgo de aceleración erosiva por este factor.
ción de depósitos sedimentarios asentados en la cos-
ta, consistentes en complejos playa-duna o, simple-
mente, en arenales de pie de acantilado. Son estos Contaminación (C.7)
últimos, principalmente, los que se ven afectados
por los cortes en los tránsitos costeros derivados de Polución por hidrocarburos (C.7.1)
la construcción de espigones, escolleras, etc. La re-
tención de sedimentos se demuestra por el engrosa- • Tipo de variable: funcional.
miento de los arenales anteriores a la obra portuaria • Aplicabilidad: obligatoria.
en el sentido de la deriva, y el adelgazamiento de las
playas posteriores a la obra en el mismo sentido. El efecto de los hidrocarburos en las costas y la sen-
sibilidad de éstas a los vertidos han sido bien estu-
• Propuesta de actuación diados, por ejemplo NOAA, 1979-2002; Gundlach
Detección e identificación de las células sedi- & Hayes, 1978; Hayes, Michel & Fichaut, 1991;
mentarias costeras y de los flujos sedimentarios López Bedoya & Pérez Alberti, 2004 y 2008; Berthe
principales que afectan a la alimentación arenosa Corti & Poner, 2005; Balaguer Huguet et al., 2006,
de sectores de costa en los que existen agrupacio- aunque en el caso concreto de las cuevas no han te-
nes de cuevas o cavidades señaladas. Elaboración nido un seguimiento específico. Los hidrocarburos,
de una lista de las interrupciones en el frente son una fuente especial de contaminación, cuyos
costero que pueden comportar un déficit sedi- efectos negativos están profundamente analizados y
mentario en las bases de las cuevas. no son someros. Estos residuos pueden llegar a man-
117

evaluación del estado de conservación

tenerse durante décadas en función del ambiente algo que según López Bedoya & Pérez Alberti,
geomorfológico, impidiendo el desarrollo de las co- 2004 y 2008, aumenta la sensibilidad de las
munidades vivas y convirtiéndose en costras asfálti- costas ante un posible derrame de petróleo.
cas que llegan a prolongarse en las costas de manera – Presencia de contaminación por hidrocarburos
indefinida mientras la acción erosiva del mar no las (Desfavorable): la presencia ocasional de pe-
deshace. Un ejemplo clave de las graves consecuen- tróleo es muy habitual en cualquier tipo de
cias de las mareas negras sobre los seres vivos que costa, derivada de los “sentinazos” y pequeños
habitan en las costas rocosas es el de las aves. Las derrames de petróleos, aceites en alta mar o en
aves que se posan sobre el agua, como casi todas las puerto por parte de petroleros o cualquier
gaviotas, corren un peligro extremo. Las aves como tipo de barco que utiliza combustiles fósiles
el Alca torda y el Frailecillo confunden las manchas para desplazarse. Igualmente las actividades
de petróleo con comida y se intoxican (Heinrich & portuarias favorecen los derrames desde tierra,
Herat, 1990). Además, el petróleo se adhiere al plu- siendo las comarcas próximas a los grandes
maje, atravesando el aislamiento térmico; para con- puertos las mayores perjudicadas.
servar el calor del cuerpo, se eleva el metabolismo, – Ausencia de contaminación por hidrocarburos
con lo que se consumen las reservas de grasa; el ave (Favorable): ello permite un correcto desarro-
muere por agotamiento; mediante las tareas de lim- llo de las comunidades vegetales y animales
pieza el petróleo se extiende sobre las plumas o bien existentes en la cueva, incluyendo las bioindi-
llega al conducto gastrointestinal (Op. cit.). cadoras más sensibles a la contaminación.

• Propuesta de actuación
Análisis de la persistencia de hidrocarburos en las Sustancias químicas (C.7.2)
cuevas de la Península Ibérica, en especial las de
aquellos tramos costeros en los que se repiten los • Tipo de variable: funcional.
desastres de derrames de petróleo. Según WWF/ • Aplicabilidad: obligatoria.
Adena las costas más sensibles en función de la
potencialidad de derrame son: la costa gallega; los Interesa realizar una red de seguimiento de las inci-
alrededores de la localidad de Múskiz, en el País dencias que la contaminación costera puede tener
Vasco; la costa andaluza desde Huelva hasta la sobre el tipo de hábitat 8330 Cuevas marinas su-
Punta Sabinar en Almería, especialmente la mergidas o semisumergidas, en su calidad y en su
próxima a la bahía de Algeciras; del Cabo de desarrollo geográfico.
Gata al Cabo Santa Pola; las Islas Baleares; y la
costa próxima a los puertos de Castellón y Tarra- • Propuesta de actuación
gona, en general desde Sagunto hasta Barcelona. Se trata de medir la carga de las sustancias con-
taminantes en la fase biótica y abiótica del hábi-
• Procedimento de medición tat, para ver qué influencias tiene en el medio
Realización de análisis químicos de detección de vivo.
hidrocarburos y físicos de localización de costras,
especialmente en cuevas semisumergidas. • Procedimiento de medición
Este seguimiento puede realizarse de dos mane-
• Tipología de “Estados de Conservación” ras diferentes según Carballeira et al., 1997: me-
La presencia de hidrocarburos es negativa para el diante biomonitorización activa, que consiste en
desarrollo de las comunidades vivas del interior la exposición controlada de organismos o comu-
de las cuevas, por lo que se establecerá que la nidades en condiciones de campo —in situ—
presencia de hidrocarburos es negativa y su au- mediante técnicas de transplante o en condicio-
sencia positiva para los habitantes de las cuevas nes de laboratorio —in vivo— mediante técnicas
costeras: de bioensayo; mediante biomonitorización pasi-
va, en la que los organismos o comunidades ana-
– Presencia de altos índices de contaminación por lizados son autóctonos (nativos) de la zona de
hidrocarburos (Malo): algo fácil de entender si estudio.
tenemos en cuenta que las cuevas aparecen en A nuestro entender, resultaría complicado desa-
costas recortadas y son trampas sedimentarias, rrollar las condiciones físicas del tipo de hábitat
118 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

8330 en el laboratorio, por lo que habría que • Tipología de “Estados de conservación”


desarrollar un sistema de biomonitorización ac- En función de lo anotado, se propone la siguien-
tiva en el campo, realizando mediciones y obte- te tipología de estados de conservación:
niendo muestras de sedimento y muestras vivas
de organismos para determinar el contenido en – Contaminación química Ausente o Baja (Muy
metales pesados. favorable/Favorable): el hábitat debería de
Se propone, así, el uso de índices de contamina- conservarse en perfecto estado y evolucionar
ción como los presentados por Carballeira et al., aumentando su distribución mediante coloni-
1993, siguiendo a Hàkanson, 1980, de los cuales zación de áreas en evolución.
se escoge para su presentación en esta ficha el del – Contaminación química Moderada (Desfavo-
Factor de Contaminación, por su sencillez y la rable): el hábitat puede sufrir un estancamien-
necesidad de que sea aplicado de manera genera- to evolutivo o comenzar una ligera recesión.
lizada en ámbitos muy diferentes: – Contaminación química Considerable (Muy
desfavorable/Malo): las comunidades vivas
a) Factor de contaminación: pueden sufrir fuertes retrocesos y las más sen-
sibles a la contaminación pueden desaparecer.
FC  =  Ce / CeNF – Contaminación química Muy Alta (Malo/Muy
Malo): se puede llegar a la desaparición de las
En donde:
comunidades vivas propias del hábitat apare-
  NeFC  =  Factor de Contaminación; ciendo otras relacionadas con la supervivencia
  NFCe  =  Concentración del elemento de la en medios muy contaminados o, incluso, pue-
muestra; de desaparecer la vida de las cuevas.
 CeNF  =  Concentración del elemento corres-
pondiente a su Nivel de Fondo.
Macro-residuos en la costa (C.7.3)
Así la costa se podría clasificar como:
• Tipo de variable: funcional.
– FC  <  1, contaminación Ausente o Baja. • Aplicabilidad: obligatoria.
– FC mayor o igual que 1 y menor que 3, con-
taminación Moderada. Los macro-residuos costeros son otro tipo de conta-
– FC mayor o igual que 3 y menor que 6, con- minación habitual en las costas. Podríamos definir-
taminación Considerable los como aquellos contaminantes sólidos cuya talla
– FC mayor o igual que 6, contaminación Muy oscila entre varios milímetros y varios metros (Yoni,
Alta. et al., 1998). Ocupan el interés de científicos y di-
vulgadores en los países desarrollados desde hace
Además de éste, estos autores aportan otros índi-
décadas, por ejemplo, Jaubert, 1978. Se estima que
ces más complejos y que hacen referencia a:
la vida de los desechos plásticos se prolonga por un
– El riesgo ecológico potencial en función de los período que oscila entre los 4 ó 5 años y los 50 años;
diferentes tipos de material: los residuos petroleros, que, en ocasiones, desapare-
cen en 1 ó 2 años, pueden llegar a superar los 10
  ◆ Factor de Riesgo ecológico (FRE). años en algunos ambientes; incluso los metales so-
  ◆ Índice de Riesgo Ecológico Potencial (IREP). breviven a la corrosión en un período de más de 5
años pero que puede llegar a 100 años (Yoni, 1998).
– La bioproducción en función de la respuesta La llegada de desperdicios procedentes del tráfico
tóxica (FRT): marítimo, de las ciudades y de las instalaciones tu-
rísticas, a través de las derivas litorales y las corrien-
  ◆ Factor de Sensibilidad-Índice de Bioproduc-
tes costeras, está provocando que algunos hábitat se
ción.
vean afectados y sufran contaminaciones intensas.
– La toxicidad acumulada en los materiales se- Los macro-residuos pueden afectar, principalmente,
dimentarios: de dos maneras: por los contenidos en metales pesa-
dos y otras sustancias nocivas que puedan albergar
  ◆ Factor de toxicidad sedimentológica (FTS). en su interior o en los materiales que los componen;
119

evaluación del estado de conservación

o bien por la propia afección física por contacto a ya apuntado. Sólo pueden ser limpiadas me-
animales y plantas. Por ejemplo, se conoce la exis- diante la actuación repetida del ser humano.
tencia de numerosas tortugas, cachalotes y delfines – Presencia de macro-residuos (Desfavorable):
muertos por ingestión de plásticos de procedencias presencia habitual de residuos, aunque son
diversas, algo a lo que podría ser sensible la especie dispersos, pueden desaparecer o ser reempla-
Monachus monachus, especie en peligro de extinción zados por otros y no presentan un aspecto
según las aportanciones a esta ficha de la Sociedad masivo. A veces necesitan de la asistencia hu-
Española para la Conservación y Estudio de los Ma- mana para su limpieza profunda.
míferos (SECEM) para la zona sur de distribución – Ausencia de macro-residuos (Favorable): salvo
en la Península Ibérica del tipo de hábitat 8330 algún residuo ocasional después de los tempo-
Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas. Mu- rales, que termina por eliminarse con las ma-
chas aves del litoral se encuentran también en peli- reas de manera no asistida por el ser humano.
gro, como el cada vez más escaso arao o el alcatraz,
que se internan en el mar para pescar y pueden sufrir
estrangulamientos o asfixias por ingestión de plásti- 3.3.2. Protocolo para determinar el estado
cos. Heinrich & Herat, 1990, anotan que la basura de conservación global de la estructura
compuesta por plásticos y latas de aluminio pueden y función
actuar de la siguiente manera: los trozos de plástico
tienen un efecto duradero sobre el metabolismo de Protocolo general
las grasas de las aves marinas y les provocan obtura-
ciones intestinales mortales; algunos restos de metal, El protocolo general que se propondrá a conti­
como, por ejemplo, los cierres de las latas son con- nuación cuenta con varios problemas cuya solu-
fundidos con comida por las aves y los peces, provo- ción pasa por reforzar los estudios sobre el tipo de
cándoles heridas internas. hábitat y esperar algunas series temporales de me-
diciones.
Las cuevas son trampas sedimentarias en las que
suelen acumularse numerosos desperdicios que A pesar de que hemos anotado una larga enumera-
contaminan y condicionan el desarrollo de las espe- ción de posibles parámetros y factores a utilizar de
cies animales y vegetales. cara a establecer el correcto estado de conservación
de la estructura y la función de cuevas costeras, mu-
• Propuesta de actuación chas de estas proposiciones están aún por compro-
Realizar un análisis de la interferencia de los bar y desarrollar, pues los estudios del tipo de hábi-
macro-residuos en la composición y distribución tat 8330, en este sentido, han sido someros y muy
habitual de especies en el interior de las cuevas. escasos. Por lo tanto, será necesario generar infor-
mación previa para realizar el protocolo en condi-
• Procedimiento de medición ciones favorables para obtener unos resultados satis-
Se trataría de contabilizar y tipificar los diferen- factorios de la realidad en el campo.
tes residuos sólidos en el interior de las cuevas y
analizar la interferencia con el poblamiento ani- Una de las maneras más interesantes de generar la
mal y vegetal a analizar mediante inventarios información y ordenarla del modo más eficaz para
biogeográficos. la aplicación posterior sobre casos concretos es la
generación de un SIG que implemente las diferen-
• Tipología de “Estados de Conservación” tes variables tratadas en el apartado anterior. Nos
En función de que se demuestre lo obvio, es de- parece casi una obligatoriedad el generar un alma-
cir, la interferencia de los residuos en el correcto cén ordenador y exhaustivo de datos que permitan
desarrollo del hábitat, se propondría la siguiente valorar el estado de conservación de las cavidades
clasificación: costeras españolas y el riesgo de degradación futura
de las mismas en función de la ocupación humana
– Presencia masiva de macro-residuos sólidos, as- sobre el geosistema en el que se incluyen.
pecto de vertedero (Malo): la presencia de resi-
duos es constante y aparecen en grandes can- Todo debe empezar por la consecución de un in-
tidades que otorgan ese aspecto de vertedero ventario detallado de las cuevas de las costas penin-
120 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

sulares. Este trabajo, para el que se debe hacer un de grupos de variables que permitirán obtener qué
profundo análisis bibliográfico y un trabajo de cam- asociaciones de factores y variables presentan las
po exhaustivo que comporte la consulta y la inte- mayores correlaciones y los conceptos fundamen-
gración de todos los grupos de investigación tales que explican dinámica, erosión o conserva-
geomorfológico costera, debe ir asociado a una fi- ción de la estructura y la función.
cha en la que la descripción y clasificación de las
cavidades permita una primera distinción de geo- Con la información completa se generarán mapas
formas y ambientes. temáticos para que los gestores ambientales puedan
seguir generando información y, a la vez, se prote-
No se puede obviar el trabajo realizado por nume- jan estas geoformas de las actividades humanas me-
rosos grupos espeleológicos, que han cartografiado diante una correcta ordenación del territorio y pro-
numerosas cuevas y a los que se debe integrar en tección ambiental.
un posible grupo de vigilancia medioambiental so-
bre las cavidades costeras. La información cartográ- En la generación de mapas temáticos se irán reali-
fica generada por estos variados grupos de depor- zando otro grupo de mapas y de textos anexos ex-
tistas y científicos debe ser tratado y almacenado en plicativos en los que se establecerán, por tramos
una base de datos que permita aglutinar materiales costeros, los riesgos de degradación de las cuevas y
que serán básicos para el comienzo de nuevas car- el estado actual de conservación de las mismas, uti-
tografías y monitorizaciones del dinamismo de las lizando los calificativos aconsejados en el apartado
cuevas. 3.3.1. Los mapas de riesgos servirán no sólo para
proteger la estructura y función del ecosistema, sino
Una vez realizado este inventario el paso siguiente también para promover una mejora en la utiliza-
será su adaptación a una cartografía de base en un ción humana del litoral y en sus prácticas de ocupa-
sistema de información geográfica. Ésta será la capa ción de los ecosistemas costeros.
básica sobre la que se relacionarán el resto.

Se pasará, posteriormente, a iniciar el monitoreo de Protocolo por subtipos


parámetros de interés anotados en el apartado de
factores, variables e índices de evaluación de la es-
Como se ha dicho, nos parece más interesante ge-
tructura y la función. Para ello se puede utilizar la
nerar un programa de tratamiento de datos, y, que
red de muestreo que se propone en el apartado co-
permita presentar conclusiones geográficas, actuales
rrespondiente, aunque esta lista está sujeta a la revi-
y potenciales, que aplicar métodos y protocolos di-
sión de diversos especialistas y a la inclusión o ex-
ferenciados para cada subtipo. Ello es así porque
clusión de cavidades anotadas.
factores que se podrían intuir fundamentales de una
determinada litología, pueden convertirse en facto-
La base de datos general de los valores obtenidos en
res de necesario tratamiento en otros ambientes ro-
el monitoreo de factores y variables no tendrá en
cosos. Así, su valoración en los diferentes ámbitos
cuenta los subtipos ni sus variables específicas. El
permitirá desentrañar aquellos factores que son fun-
SIG general aportará, así, datos de todas las varia-
damentales y universales para determinar el estado
bles y factores, se obtengan valores interesantes o
de conservación de la estructura y la función del
no. Es decir, que si el potencial de karstificación en
hábitat, y aquéllos que son más coyunturales y pue-
rocas metamórficas silíceas es prácticamente nulo
den desaparecer en lugares con características físico-
ello no es óbice para que no se trate igualmente esa
ambientales diferentes.
variable en dicha litología.

Se aconseja que el sistema de información geográ-


fica tenga tantas capas de información como fac- ■ Por subtipo litológico
tores, variables o índices que se propongan para la
valoración del estado de conservación, es decir, las Aquí podrían existir algunos factores que adquieren
54 propuestas en el apartado 3.3.1, agrupándolas especial relevancia en algunos tipos de roca y pier-
temáticamente las 40 básicas en los 16 grupos ge- den valor en otros. Pondremos algunos casos a
nerales. De esta manera, se podrá trabajar a nivel modo de ejemplo.
121

evaluación del estado de conservación

Un ejemplo claro es el del potencial de karstifi­ Listado general de las diferentes situaciones en
cación, fundamental en litologías cársticas, de las que factores, variables e índices muestran su
­influencia relativa en algunas rocas ígneas, y testi- carácter Muy favorable, Favorable, Desfavorable,
monial en muchos tipos metamórficos y metasedi- Muy desfavorable o Malo para el estado de la
mentarios. estructura y la función del tipo de hábitat

La importancia de los patrones de fractura en las Para obtener mayores referencias y explicaciones
rocas plutónicas y metamórficas es mayor que en el acerca de su elección y valoración debe consultarse
ámbito calcáreo o de acantilados modelados en ma- el apartado 3.3.1.
teriales sedimentarios antiguos.
■ Situaciones Muy favorables y Muy
La historia geológica del sustrato varía, también, en favorables/Favorables
función de la familia rocosa con la que nos encon-
tremos. Así, los materiales metamórficos, plutóni- Muy favorables
cos y básicos más antiguos de la Península no tienen
la misma historia tectónica y erosiva que los mate- • Ausencia de ocupación humana (usos del
riales volcánicos recientes o las series calizas menos suelo).
antiguas. • Cuevas en las que aparece más del 75% de las
comunidades posibles en una cavidad costera
completa.
■ Por ambiente o sector geográfico • Muy alta frecuencia de oleajes de tormenta
(altura de ola significante en más del 7% de
Existen variables y factores que varían intensamente los casos superior a 7 m), régimen anual de
su importancia en función del sector geográfico o el altura significante de ola que supera en más
ambiente en el que se desarrollen. Se pueden ano- del 50% de los casos los 2,5 m.
tar, a modo de ejemplo, los siguientes casos. • Ambientes macromareales.
• Costa extremadamente recortada.
Por ejemplo, en los factores de tipo hidrológico in- • Cuevas oscuras (profundidad de la cueva).
fluye notablemente el clima, por lo que la evoluión • Cuevas oscuras (intensidad lumínica).
de cuevas a partir de eventos lluviosos extraordina-
rios será mucho más intensa en el levante peninsu- Muy favorables/Favorables
lar que los regímenes más repartidos a lo largo del
• Contaminación química ausente o baja.
año del clima oceánico noroeste.
• Ausencia de especies bioinvasoras y/o exóticas.
• Cuevas con una riqueza o diversidad de espe-
En lo que se refiere a la ocupación humana del lito-
cies elevada.
ral, también se aprecia una clara diferencia por am-
• Cuevas y subtramos de costa orientados a las
bientes y sectores. Así, la costa mediterránea y at-
direcciones más efectivas del oleaje en sustra-
lántica canaria, que responde al esquema de turismo
tos resistentes que evolucionan lentamente.
de masas de sol y playa, se verá mucho más afectada
• Cuevas y subtramos costeros no orientados en
que las áreas de más reciente y menor ocupación
las direcciones más efectivas del oleaje para el
turística, como es el noroeste peninsular o la corni-
caso de rocas muy alteradas o intensamente
sa cantábrica.
fracturadas.

El parámetro mareal, tan importante en el atlánti-


co, disminuye su potencial erosivo en la costa me- ■ Situaciones favorables
diterránea.
• Ausencia de macrorresiduos.
La frecuencia de temporales es un factor determi- • Ausencia de contaminación por hidrocarburos.
nante y negativo en el cantábrico y en la costa no- • Células sedimentarias conectadas con los tra-
roeste, adquiriendo menor protagonismo en el me- mos de costa de estudio libres de actuaciones
diterráneo. portuarias que corten las derivas litorales.
122 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

• Cursos fluviales conectados sedimentariamen- de ola que en más del 50% de los casos se
te con los tramos costeros de estudio libres de encuentra entre 2,5 y 2 m.
presas u otras obras de corte de flujos sedi- • Ambientes mesomareales.
mentarios fluviales continentales. • Mantenimiento de los actuales niveles marinos.
• Litoral libre de construcciones. • Costa muy recortada.
• Techos de cuevas inaccesibles o sin tránsito de • Rocas en dominios con una historia geológica
personas o vehículos a lo largo del año. relativamente negativa para su resistencia ac-
• Cuevas “vírgenes” o raramente visitadas. tual a la erosión.
• Tramos costeros sin afectación aparente de los • Combinación de factores que permiten altos
recursos hídricos subterráneos. potenciales de disolución.
• Lugares libres de afecciones sobre los recursos • Rocas con grados de meteorización bajos, pero
hídricos superficiales. con líneas de debilidad atacables por los agen-
• Ausencia de construcciones de tipo residen- tes atmosféricos y marinos.
cial, tanto en primera línea de costa como en • Litologías sedimentarias de tipo arenisco y se-
la franja de los 200 m desde el límite del acan- dimentarias no consolidadas.
tilado. • Litologías de origen volcánico.
• Vertientes y techos de acantilado sin actividad • Litologías metamórficas e íngeas resistentes
industrial ni de vertederos urbanos, ni pisci- con un patrón de fracturas adecuado.
factorías próximas, ni tránsito de sustancias, • Litologías kársticas.
vehículos o desechos relacionados con esas ac- • Acantilados en materiales resistentes, con re-
tividades. troceso lento diferencial y selectivo.
• Vertientes y techos de acantilado sin actividad • Cuevas semioscuras (profundidad de la cueva).
industrial próxima ni tránsito de sustancias, • Cuevas estables.
vehículos o deshechos relacionados con esas • Tipos resistentes, con dimensiones notables y
actividades. alto grado de oscuridad.
• Mínima (actividades tradicionales poco pesa- • Cuevas semioscuras (intensidad lumínica).
das) o nula ocupación humana del litoral. • Tramos de varios kilómetros, menos de
• Usos de protección de la naturaleza. 10  km, por ejemplo, en donde las cuevas son
• Presencia de tipos herbáceos en los frentes frecuentes y aparecen en un gran número de
acantilados y el techo de las cuevas, con vege- entrantes costeros, existiendo algún ejemplo
tación propia del ecosistema litoral nativo. de cuevas profundas y complejas.
• Ausencia de bioindicadores de niveles marinos • Cuevas orientadas a las direcciones más efecti-
que indiquen que se están produciendo cam- vas del oleaje en subtramos costeros con otras
bios sensibles en los niveles marinos en la ac- orientaciones, para el caso de sustratos resis-
tualidad. tentes que evolucionan lentamente.
• Ausencia de especies bioindicadoras de condi- • Cuevas no orientadas en las direcciones más
ciones marinas muy energéticas o de una diná- efectivas del oleaje en subtramos costeros; sí
mica continental intensa. orientados en esas direcciones para el caso de
• Presencia de especies muy sensibles a la conta- sustratos resistentes que evolucionan lenta-
minación. mente.
• Cuevas que contienen entre el 50% y el 75%
de las comunidades posibles.
• Ausencia de escorrentías superficiales y subsu- ■ Situaciones Favorable/Desfavorable
perficiales por filtraciones más profundas o y Desfavorable/Favorable
por un factor climático que induzca la inexis-
tencia de recursos hídricos suficientes. • Densidades de ocupación humana bajas.
• Régimen de bajas precipitaciones y alta ETP. • Usos forestales tradicionales.
• Salinidad media esperada. • Usos agropecuarios extensivos.
• Frecuencia de oleajes de tormenta alta (altura • Cuevas con una riqueza o diversidad de espe-
de ola significante en más del 7% de los casos cies próxima a la media.
entre 5,5 y 7 m) pero menor que en el caso • Escorrentías superficiales de tipo concentra-
anterior y régimen anual de altura significante do, en pocos puntos y sin caudales elevados,
123

evaluación del estado de conservación

concentradas en determinados momentos nes individuales de aguas subterráneas, pero


del año. con modificaciones evidentes de la red de dre-
• Ascenso del nivel relativo del mar por fases naje subsuperficial.
interglaciares transgresivas o variaciones eustá- • Lugares con generación de nuevas redes de emi-
ticas. sarios con aguas residuales y/o utilización de
• Costa recortada. cursos naturales existentes para expulsar aguas
• Costa dentada. utilizadas previamente por el ser humano.
• Situaciones intermedias. • Ausencia de construcciones residenciales en la
• Patrones densos con fracturas importantes, primera línea de costa, con presencia de den-
con orientaciones en la dirección más efectiva sidades bajas en la franja de los 200 m desde
de oleajes de viento y oleajes de fondo, y otras el límite del acantilado.
líneas de debilidad estructural importantes. • Vertientes o techos de acantilado con presen-
• Combinación de factores que permiten poten- cia de actividades industriales, vertederos ur-
ciales medios de disolución. banos o piscifactorías, pero sin tránsito evi-
• Rocas con grados intermedios de meteoriza- dente de sustancias, desechos o vehículos
ción. peligrosos derivados de dichas actividades.
• Acantilados estables. • Vertientes o techos de acantilado con presen-
• Acantilados con inestabilidad localizada y re- cia de actividades industriales pero sin tránsito
lacionada con eventos energéticos marinos o evidente de sustancias, desechos o vehículos
de precipitaciones extraordinarios. peligrosos derivados de dichas actividades.
• Acantilados en materiales poco resistentes, • Densidades de ocupación humana medias.
pero que evolucionan en tipo “retroceso dife- • Usos forestales o agropecuarios intensivos.
rencial” a partir de fracturas o contactos, y de • Uso turístico/recreativo de baja densidad o
manera gradual. poblamiento rural.
• Cuevas con algún dinamismo reciente. • Presencia de matorral leñoso en el techo de las
• Tipos poco resistentes, con formas evoluciona- cuevas o en el borde de los acantilados/o de
das y cierto grado de oscuridad. especies exóticas y/o bioinvasoras con poten-
cial bioclástico significativo.
• Presencia de bioindicadores de niveles mari-
■ Situaciones Desfavorables nos que indican que se están produciendo
cambios en el nivel del mar.
• Presencia de macrorresiduos. • Aparición de especies bioindicadoras de con-
• Contaminación química moderada. diciones marinas muy energéticas o dinámica
• Presencia de contaminación por hidrocarburos. continental elevada.
• Existencia de espigones —u otras obras por- • Desaparición de especies bioindicadoras de
tuarias de corte de flujos sedimentarios en la niveles contaminantes.
costa— menores en las células sedimentarias o • Presencia de especies bioinvasoras y/o exóticas.
en las derivas de alimentación en los tramos • Cuevas que sólo presentan entre el 25% y el
costeros de estudio. 50% de las comunidades posibles.
• Existencia de presas —u otras obras de corte • Régimen altas precipitaciones y baja ETP, sin
de flujos sedimentarios fluviales continenta- eventos extraordinarios.
les— en algunos de los cursos fluviales de los • Frecuencia de oleajes de tormenta baja (altura
que alimentan las células en las que se encuen- de ola significante en más del 7% de los casos
tran los tramos costeros de estudio. entre 4 y 5,5 m) y régimen anual de altura
• Techos de cuevas no frecuentadas por el trán- significante de ola que no supera en más del
sito de personas o vehículos pero con algunos 50% de los asos los 2 m.
pasos ocasionales. • Ambientes micromareales.
• Cuevas no frecuentadas por el turismo ni por • Descenso del nivel relativo del mar.
las actividades deportivas, pero visitadas por el • Rocas en dominios con una historia geológica,
ser humano. tectónica y paleoclimática, convulsa y, por lo
• Tramos costeros sin sistemas de captación co- tanto, de escaso potencial para la generación
munitaria ni un número elevado de captacio- de cuevas costeras.
124 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

• Rocas en dominios una historia geológica po- • Presencia de monte arbolado en el techo de las
sitiva que les otorga una estabilidad especial. cuevas o en el borde de los acantilados.
• Patrones poco densos con fracturas poco im- • Cuevas con una riqueza o diversidad de espe-
portantes y con orientaciones en otras direc- cies baja.
ciones a las más efectivas ante oleajes de viento • Anomalía hiposalina.
y oleajes de fondo y otras escasas líneas de de- • Anomalía hipersalina.
bilidad estructural. • Costa rectilínea.
• Combinación de factores que permiten poten- • Rocas muy meteorizadas.
ciales bajos o nulos de disoluciones. • Acantilados muy inestables.
• Rocas sin meteorización aparente y resistencia • Acantilados en materiales muy poco resisten-
a la abrasión muy elevada, sin líneas de debili- tes o sobre rocas resistentes muy afectadas por
dad atacables por los factores hídricos. una densa fracturación, con un retroceso ge-
• Acantilados muy estables. neralizado e intenso.
• Cuevas epigeas (profundidad de la cueva). • Tipos poco resistentes o muy resistentes sin
• Cuevas epigeas (intensidad lumínica). formas evolucionadas o con formas desmante-
• Tramos costero, de varios kilómetros, menos ladas.
de 10 km, por ejemplo, en los que aparecen • Cuevas y subtramos de costa orientados a las
ejemplos de cuevas, pero son poco frecuentes direcciones más efectivas del oleaje en el caso
y no se desarrollan ejemplos de referencia. de rocas muy alteradas o intensamente fractu-
• Cuevas orientadas a las direcciones más efecti- radas.
vas del oleaje en subtramos costeros con otras • Cuevas y subtramos costeros no orientados en
orientaciones para el caso de rocas muy altera- las direcciones más efectivas del oleaje para el
das o intensamente fracturadas. caso de sustratos resistentes que evolucionan
• Cuevas no orientadas en las direcciones más lentamente.
efectivas del oleaje en subtramos costeros ;
sí orientados en esas direcciones para el caso Situaciones Malas
de rocas muy alteradas o intensamente frac-
turadas. • Presencia masiva de macro-residuos sólidos,
aspecto de vertedero.
• Existencia de presas —u otras obras de corte
■ Situaciones Muy desfavorables y Malas de flujos sedimentarios fluviales continenta-
les— en los grandes ríos conectados sedimen-
Situaciones Muy desfavorables tariamente con los tramos costeros de estu-
dio.
• Presencia de viviendas de residencia secunda- • Techos de cuevas frecuentados por el tránsito
ria turística o de primera residencia en prime- elevado de persona y/o vehículos.
ra línea de costa, con densidades bajas pero • Cuevas frecuentadas por el turismo o las acti-
instaladas en la franja de los 200 m desde el vidades deportivas.
acantilado. • Tramos costeros con traídas locales comunita-
• Notables y abundantes escorrentías de tipo rias o con un número elevado de pozos u otro
concentrado o laminar, superficiales y subsu- tipo de captación de aguas subterráneas para
perficiales. consumo humano.
• Régimen de altas o bajas precipitaciones con- • Lugares con concentración de aguas superficia-
centradas en eventos extraordinarios y alta les de escorrentía y/o canalización o modifica-
ETP. ción de cursos hídricos pequeños o medianos.
• Existencia de polígonos de viviendas u ocupa-
Situaciones Muy desfavorables/Malas ción densa de viviendas de promoción indivi-
dual en la franja costera de los 200 m desde el
• Contaminación química considerable. límite del acantilado, alcanzando la primera
• Construcciones en una franja de los 100 m línea de costa.
desde el límite del acantilado. • Vertientes o techos de acantilado con ocupa-
• Densidades de ocupación humana altas. ción industrial, vertederos urbanos o piscifac-
125

evaluación del estado de conservación

torías, y de tránsito de sustancias, desechos o gicas y formales que estén sujetas a climas y regí-
vehículos peligrosos derivados de dicha activi- menes de parámetros oceanográficos diferenciados.
dad. Igualmente, es interesante que se sumen variadas
• Vertientes o techos de acantilado con ocupa- situaciones ante el factor antrópico, pues es esta
ción industrial y tránsito de sustancias, dese- variable la que muestra una mayor incidencia en la
chos o vehículos peligrosos derivados de dicha salud de las costas rocosas y las tasas de retroceso
actividad. asociadas.
• Usos urbanos y residenciales densos.
• Uso turístico/recreativo masivo. Nos parece interesante el incluir, en esta red de
• Usos industriales. muestreo, cuevas en aquellos sectores acantilados ya
• Presencia de monte arbolado con eucaliptos estudiados o analizados en su retroceso y que se ano-
y géneros de igual impacto bioclástico en el tan a continuación junto con otras localidades que
techo de las cuevas o en el borde de los acan- se comportan como hitos de este tipo de hábitat:
tilados.
• Dominio de especies bioinvasoras y/o exóticas. Provincia de Las Palmas de Gran Canaria
• Cuevas que no alcanzan el 25% de las comu-
nidades posibles en las cuevas costeras com- • Los Jameos del Agua, Lanzarote.
pletas del litoral de esa región natural o nivel • Cueva de Lobos, Las Palmas presentada por Ga-
inferior. ray Martín & Robledo Ardila, 2008.
• Cuevas externas (profundidad de la cueva).
• Paredes exteriores (profundidad de la cueva). Provincia de Tenerife
• Cuevas con alta dinámica reciente.
• Cuevas externas (intensidad lumínica). • Cueva Bonita, Tijarafe, La Palma.
• Paredes exteriores (intensidad lumínica). • Cueva Marina de San Juan, Santa Cruz de Tene-
• Tramos costeros de varios kilómetros, menos rife, presentada por Garay Martín & Robledo
de 10 km, por ejemplo, en los que no aparece Ardila, 2008.
ningún ejemplo interesante de cuevas y sólo se
desarrollan tipos como viseras, entalles basales Provincia de las Islas Baleares
o repisas por el desplome de voladizos.
■ Sector Menorca
Situaciones Muy malas/Malas
• Cova de na Megaré, Ciutadella, con ámbito
• Contaminación química muy alta. anquihalino.
• Presencia de altos índices de contaminación • Cova de s’Aigo, Ciutadella, con ámbito anqui-
por hidrocarburos. halino.
• Existencia de espigones de gran envergadura • Cova des Mármol, Ciutadella, con ámbito an-
—u otras obras portuarias de corte de flujos quihalino.
sedimentarios en la costa—. • Cova de sa Tauleta, Ciutadella, con ámbito
• Construcciones al borde del acantilado. anquihalino.
• Cova Polida de Fornells, Es Mercadal, con
ámbito anquihalino.
3.3.3. Protocolo para establecer un sistema • Cova de ses Figueres, Sant Lluis, con ámbito
de vigilancia global del estado de anquihalino.
conservación de la estructura y función
■ Sector Mallorca
Red de muestreo
• Cova Negra, Pollença, Mallorca, estudiada por
La red de muestreo debe representar la multifacto- Gracia et al., 2001.
rialidad en los distintos ambientes o áreas geográ- • Cova des Gànguil, Felanitx, Mallorca, estudia-
ficas diferenciadas con acantilados rocosos y cue- da por Gracia et al., 2001.
vas costeras. Deberá escogerse una red que incluya • Cova Gran, Felanitx, Mallorca, estudiada por
ejemplos de diferentes tipologías genéticas, litoló- Gracia et al., 2001.
126 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

• Cova de ses Pedreres, Manacor, Mallorca, es- • Cova del Llop Mari, El Poble Espanyol, El Cam-
tudiada por Gracia et al., 2001. pillo.
• Cova dets Ases, Felanitx, Mallorca, estudiada • Cuevas de la Serra Gelada, Benidorm.
por Gracia et al., 2001. • Cavidad de la Plana de Sant Jeroni, presentada
• Cova des Comellar des Gatells, Felanitx, por La Roca, Sanjaume & Gil, 2005.
Mallorca, estudiada por Gracia et al., • Cuevas del Cap de Sant Antoni, presentadas por
2001. La Roca, Sanjaume & Gil, 2005.
• Cova de Na Mitjana, Capdepera, Mallorca, • La Cova Tallada, Xabia, estudiada y cartografiada
estudiada por Ginés et al., 2007. por Plá Salvador & Pavía Alemany, 2004.
• Cova Genovesa, Manacor, Mallorca, estudiada • Cuevas de la Cala de la Punta Plana, presentadas
por Ginéset al., 2007. por La Roca, Sanjaume & Gil, 2005.
• Cova de sa Bassa Blanca, para la que presenta • Arcos de Cap Negre, presentados por La Roca,
paleoniveles marinos For, 2005. Sanjaume & Gil, 2005.
• Cuevas del faro del Cap de la Nau, presentadas
■ Sector Cabrera por La Roca, Sanjaume & Gil, 2005.
• Cova de la Cendra, Moraira, estudiada por Plá
• Cova Blava, Cabrera; Estudiada por Úriz et Salvador & Pavía Alemany, 2005.
al., 1993. • Cova de les Rates, El Portet de Moraira, estudia-
• Cova des Calamars, Cabrera; Estudiada por da por Plá Salvador & Pavía Alemany, 2005.
Úriz et al., 1993. • Cova de l’Aigua Dols, Denia, estudiada por Plá
Salvador, 2002.
Provincia de Gerona
Provincia de Murcia
• Coves del Bisbe y d’en Gispert, Begur, anotada
por Vilaplana, 1987. • Cueva de las Palomas, Águilas.
• Cova de ses Ànimes, Tamariu.
• Cueva del Cap de Sant Sebastiá. Provincia de Almería
• Cova Esclafada, Tossa de Mar.
• Cova des Bergantí, Tossa de Mar. • Cueva del Francés, Los Escollos.
• Cova de sa Gatera, La Pola Giverola, Tossa de • Cueva del Frío, Los Escollos.
Mar. • La Catedral de Villaricos, Villaricos, Cuevas del
• Cova de Coca d’en Cateura, La Pola Giverola, Almanzora.
Tossa de Mar.
Provincia de Granada
• Cova des Tabac, La Pola Giverola, Tossa de
Mar.
• Cueva de los Gigantes, Almuñécar.
• Cova des Llevador, Llorell, Tossa de Mar.
• Cueva de los Genoveses, Almuñécar.
• Cova de Massen Jaime, Llorell, Tossa de Mar.
Provincia de Málaga
Provincia de Barcelona
Provincia de Cádiz
• Cova del Congre, Vallcarca, El Garraf.
Provincia de Huelva
Provincia de Tarragona
Provincia de Pontevedra
Provincia de Castellón
• Furna Jerónimo I, Baredo, Baiona; estudiada por
Provincia de Valencia Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
• Furna Jerónimo II, Baredo, Baiona; estudiada
Provincia de Alicante por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
• Furna Escodelo, Illa de Monte Agudo, Illas Cíes,
• Cova del Moraig, Benitatxel, estudiada y cartogra- Vigo; estudiada por Diz Dios & Ríos Basadre,
fiada por Plá Salvador & Pavía Alemany, 2006. 2001.
127

evaluación del estado de conservación

• Furna Laxe do Peito I, Illa de Monte Agudo, Illas • Furna Home I, Hío, Cangas do Morrazo; estu-
Cíes, Vigo; estudiada por Diz Dios & Ríos Basa- diada por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
dre, 2001. • Furna Home II, Hío, Cangas do Morrazo; estu-
• Furna Laxe do Peito II, Illa de Monte Agudo, diada por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
Illas Cíes, Vigo; estudiada por Diz Dios & Ríos • Furna Home III, Hío, Cangas do Morrazo; estu-
Basadre, 2001. diada por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
• Furna de Chancelos, Illa de Monte Agudo, Illas • Furna Home IV, Hío, Cangas do Morrazo; estu-
Cíes, Vigo; estudiada por Diz Dios & Ríos Basa- diada por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
dre, 2001. • Cova Lago, Hío, Cangas do Morrazo; estudiada
• Furna das Lontras, Illa de Monte Agudo, Illas por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
Cíes, Vigo; estudiada por Diz Dios & Ríos Basa- • Furna de Santa Marta, Darbo, Cangas do Morrazo;
dre, 2001. estudiada por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
• Buraco do Trapo, Illa do Faro, Illas Cíes, Vigo; • Furna Centulo, Illa de Ons, Bueu; estudiada por
estudiada por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001. Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
• Cova do Seixo, Illa do Faro, Illas Cíes, Vigo; es- • Furna Xubenco, Illa de Ons, Bueu; estudiada por
tudiada por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001. Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
• Cova do Cadáver, Illa do Faro, Illas Cíes, Vigo; • Furna do Hornejo da Regata, Illa de Ons, Bueu;
estudiada por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001. estudiada por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
• Furna Desesperada, Illa de San Martiño, Illas • Furna de Manueleche, Illa de Ons, Bueu; estu-
Cíes, Vigo; estudiada por Diz Dios & Ríos Basa- diada por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
dre, 2001. • Cova do Lobo, Illa de Ons, Bueu; estudiada por
• Furna Pereira, Illa de San Martiño, Illas Cíes, Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
Vigo; estudiada por Diz Dios & Ríos Basadre, • Furna Pendente Ancha, Illa de Ons, Bueu; estu-
2001. diada por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
• Furna da Lameira, Illa de San Martiño, Illas Cíes, • Furna Galilleiro, Illa de Ons, Bueu; estudiada
Vigo; estudiada por Diz Dios & Ríos Basadre, por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
2001. • Furna O Cornecho, Illa de Ons, Bueu; estudiada
• Furna Suaponte, Illa de San Martiño, Illas Cíes, por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
Vigo; estudiada por Diz Dios & Ríos Basadre, • Furna Fontenova I, Illa de Ons, Bueu; estudiada
2001. por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
• Furna da Xesteira, Illa de San Martiño, Illas Cíes, • Furna Fontenova II, Illa de Ons, Bueu; estudiada
Vigo; estudiada por Diz Dios & Ríos Basadre, por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
2001. • Furna Bastián de Val, Illa de Ons, Bueu; estudia-
• Furna Monteferro I, Panxón, Nigrán; estudiada da por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001. • Furnas de Estrepeiral (E1, E2, E3), Illa de Ons,
• Furna Monteferro II, Panxón, Nigrán; estudiada Bueu; estudiada por Diz Dios & Ríos Basadre,
por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001. 2001.
• Furna Monteferro III, Panxón, Nigrán; estudiada • Furna Cano das Bombas (Bombas I), Illa de Ons,
por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001. Bueu; estudiada por Diz Dios & Ríos Basadre,
• Furna Monteferro IV, Panxón, Nigrán; estudiada 2001.
por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001. • Furna das Bombas II, Illa de Ons, Bueu; estudia-
• Furna Penedo, San Martiño, Bueu; estudiada por da por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
Diz Dios y Ríos Basadre, 2001. • Furna Caniveliñas I, Illa de Ons, Bueu; estudiada
• Cova do Cano/“La Furna”, Hío, Cangas do Mo- por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
rrazo; estudiada por Diz Dios & Ríos Basadre, • Furna caniveliñas II, Illa de Ons, Bueu; estudiada
2001. por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
• Cova do Carro, Hío, Cangas do Morrazo; estu- • Furna Caniveliñas III, Illa de Ons, Bueu; estudia-
diada por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001. da por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
• Furna Basurdiños I, Hío, Cangas do Morrazo; • Buraco do Inferno, Illa de Ons, Bueu; estudiada
estudiada por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001. por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
• Furna basurdiños II, Cangas do Morrazo; estu- • Furna Coviñas, Illa de Ons, Bueu; estudiada por
diada por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001. Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
128 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

• Furna Coliño, Illa de Ons, Bueu; estudiada por Provincia de Oviedo


Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
• Furna dos Arcos, Illa de Ons, Bueu; estudiada • Bufones de Arenilas, Puertas de Vidiago, Llanes.
por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001. • Bufones de Villanueva, Cueva del Mar.
• Furna Fedorento, Illa de Ons, Bueu; estudiada
por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001. Provincia de Santander
• Furna Corveiro, Noalla, Sanxenxo; estudiada por
Diz Dios & Ríos Basadre, 2001. • El Bufón de Santiuste y Cueva de Cobijero, Buel­
• Furnas Xemelgas, Noalla, Sanxenxo; estudiada na, Llanes.
por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
• Furna de Pociñas, Noalla, Sanxenxo; estudiada Provincia de Vizcaya
por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
• Furna de Bascuas, Noalla, Sanxenxo; estudiada Provincia de Guipúzcoa
por Diz Dios & Ríos Basadre, 2001.
• Furna Elmo I, Adina, Sanxenxo; estudiada por
Diz Dios & Ríos Basadre, 2001. 3.4. Evaluación y perspectivas
de futuro
Provincia de A Coruña
El estudio de las cuevas en costas rocosas, apoyadas,
• Furnas de San Pedro, A Coruña; cartografiadas pues, en acantilados, es una iniciativa de notable
por GES Ártabros, febrero de 1984. interés científico y comprobada aplicación territo-
rial —ver López Bedoya & Pérez Alberti en Pérez
Para las cavidades costeras que siguen a continuación Alberti et al. (eds.), 2007—. No en vano, el 80% de
en esta provincia, en concreto en los municipios de las costas del Planeta están compuestas por tramos
Carballo y A Laracha, se recomienda observar la fi- acantilados (Emery & Kuhn, 1982) y en la propia
gura 1.1, para conocer su localización exacta: Península Ibérica la cifra puede ser superior (Flor,
2005). Todo estudio de ordenación del litoral tiene
• Furna Furada, municipio Carballo. que basarse en el estudio de la dinámica de las cos-
• A Furna, municipio de Carballo. tas rocosas y en los frentes acantilados de las mis-
• Furna do Rego do Sertaño, municipio de A La- mas, donde aparecen las cuevas marinas, indicado-
racha. res de erosión y cambios en el nivel marino. Por
• Furna do Sertaño-A Furna (2 cavidades muy otro lado, los acantilados y sus cuevas son, por de-
próximas), municipio de A Laracha. finición, formas dinámicas, lo que condiciona so-
• A Furna (2), municipio de Carballo. bremanera las actividades humanas desarrolladas en
• Furna Furada do Barreiro, municipio de A La- sus límites físicos. Una tercera proposición que ver-
racha. sa más sobre las costas en general es su tradición en
• Furna da Cabana, municipio de A Laracha. el soporte de sobrecargas derivadas de la habitación
• Furna do Corvo, municipio de A Laracha. humana y el desarrollo de todo tipo de actividades
• A Furna do Conde, municipio de A Laracha. derivadas de ellas. La costa, en su función de térmi-
• Furna do Refoxo, O Refoxo, municipio de A La- no y fin de transporte, de contacto con el inmenso
racha. mundo marino, de abastecimiento alimenticio y de
regulación atmosférica, de propuestas turísticas,
Provincia de Lugo etc., ha atesorado una acumulación de intereses so-
cioeconómicos tal que es difícil regular su uso sin
• Furnas de Area Longa, O Viñedo; cartografiada entrar en controversia con los agentes económicos,
por GES Ártabros, julio 1982. sociales y políticos de las comunidades próximas.
• Furnas de Augas santas, Ribadeo. Estos tres conceptos o variables por sí solas justifi-
• Bufadeiro e furnas de Rinlo, Ribadeo. can la preocupación de este trabajo por los factores
• Furnas y arcos de la Praia de Os Castros, Riba- que controlan la dinámica de los tramos costeros
deo. rocosos y las cuevas que albergan los mismos.
4. Recomendaciones
para la conservación

Nuestra sociedad, en su intención por controlar y siglos. En este sentido, asimilando la existencia de
transformar en lugares de ocio los sistemas natura- cuevas a la estabilidad de los acantilados en las que
les, pretende comprender los acantilados y sus geo- se circunscriben, tenemos los ejemplos aportados
formas compositivas como recursos utilizables sin por Pinot, 1998 y Van Waerbeke, 1999 para la cos-
restricciones, sin tener en cuenta su posible degra- ta bretona, en los que la frecuentación del remate
dación futura. Esto lleva a una falta de perspectiva de los acantilados genera una aceleración en la ero-
sobre el estado de salud de los mismos a largo plazo, sión y retroceso de los mismos.
por lo que es muy habitual una ocupación indebida
de espacios costeros dinámicos. La evolución de Pero las influencias humanas en la estabilidad de las
acantilados y cuevas a partir de desprendimientos cuevas no son sólo directas, como ocurre cuando
suele tener momentos críticos de mayor actividad, pensamos en emisarios marinos a través de los fren-
que ocurren de manera cíclica en función de fases tes rocosos, construcciones sobre los acantilados,
de eventos extraordinarios de índole meteorológica frecuentación humana en general, vías de comuni-
o marina. Así que el concepto de período de retor- cación, canteras, etc. También existe un complejo
no en la evolución de acantilados pasa a ser un fac- sistema de influencias indirectas que acaban por
tor básico en la ordenación del territorio en espacios acelerar la erosión de las cavidades litorales. Estos
costeros dominados por acantilados, y su valoración factores son variados y similares a los que afectan a
para cada tramo de costa debe ser uno de los obje- la desaparición o degradación de costas arenosas.
tivos a perseguir por los estudiosos de la costa. Estamos hablando, por ejemplo, de la sustracción
de volúmenes de arena del intermareal para usos
Es necesario, pues, que se modere la visión tecni- múltiples, con lo que se desprotegen los frentes
cista y economicista de que todo se puede conser- acantilados con cuevas cuya base es arenosa; o de la
var, al mismo tiempo que utilizar, mediante técni- retención de sedimentos en embalses fluviales, que
cas y métodos de protección y estabilización del crea un déficit sedimentario intermareal y suprama-
litoral. Si comprendemos que las cuevas son ele- real que acaba por afectar a las costas rocosas; o la
mentos en constante evolución, formas erosivas simple desviación de las corrientes litorales y de los
cuyo desarrollo finaliza en la propia destrucción patrones de oleaje por la construcción de espigones
formal, al mismo tiempo que se puede generar o y barreras portuarias en general, etc. Por ejemplo,
no una nueva cavidad en las proximidades, com- algunos arcos rocosos, túneles, cuevas y bufaderos,
prenderemos que es imposible estabilizar con éxito como los existentes en la costa lucense española,
duradero y que lo que realmente se lleva a cabo es tienen una base arenosa cuya desaparición podría
un despilfarro de dinero. Pero, por la misma razón, acelerar la desaparición de estas formas que, además
estamos ante formas de una gran fragilidad cuya de albergar formaciones geomorfológicas únicas,
capacidad de absorción de actividades humanas di- con una biota de gran interés, constituyen un recla-
versas es muy limitada. Por ello, el ser humano mo turístico de primer orden.
debe mantener a una cierta distancia las actividades
económicas y las vías de comunicación, y disfrutar Todos estos factores deben ser fruto de valoración y
de estos espacios de una manera racional y come- discusión a la hora de establecer planes de protec-
dida. La pérdida de patrimonio geomorfológico ción de las geoformas que estamos comentando.
está en juego. Pensemos por unos momentos en
unos arcos rocosos o unas cuevas muy evoluciona- Se puede aportar, en consecuencia, un decálogo de
das en acantilados de remate plano. La sola fre- buenas prácticas, que se referencia a continuación,
cuentación humana del techo de los mismos puede y que no difiere demasiado del anotado para las cos-
acelerar su destrucción y adelantarla en décadas o tas rocosas en general y los acantilados en particu-
130 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

lar, al formar las cuevas parte de esa realidad ecosis- do. No interesa fosilizar los frentes acantilados
témica: ante el aumento de la dinámica de la vertiente
costera, por ser perjudicial para la estabilidad del
1. Ante cualquier actuación a realizar en un acan- geosistema.
tilado con cavidades naturales, deberá ser obli- 4. Establecer planes especiales morfosedimentarios
gado realizar un estudio geomorfológico y bio- e hidrodinámicos de los sectores con sistemas de
geográfico profundo, acompañado de un análisis cuevas frágiles y dinámicas. No sólo se busca el
concreto de capacidad de carga para la citada control de actividades humanas en la parte alta
actividad. Se insta, no sólo a realizar este proce- de los acantilados, sino tener en cuenta también
dimiento para actuaciones futuras, sino también los problemas derivados de la construcción de
para revisar actuaciones realizadas en el pasado puertos comerciales y deportivos en los últimos
en puntos de notable inestabilidad para estable- años, provenientes de un análisis somero y erró-
cer correcciones y adquirir experiencia e infor- neo de corrientes y oleajes.
mación en el ordenamiento costero de los tra- 5. Anular la posibilidad de ajardinamientos en
mos acantilados. las proximidades de acantilados, para mante-
2. Respeto por la normativa urbanística costera, ner la vegetación natural de los mismos. La
aplicable por la Ley 22/1988, de 28 de julio, de introducción de especies foráneas, trepadoras,
Costas, y su Reglamento General, que establece ruderales o de jardín, está produciendo graves
una distancia de cien metros desde la línea de problemas de bioinvasiones que ocupan los
bajamar como zona de dominio público. Ade- espacios de la vegetación autóctona y no cum-
más de respetar esta legislación, sería necesario plen la misma función ecosistémica, favore-
evitar la construcción en los sectores acantilados ciendo incluso la aceleración de la erosión por
en una distancia a determinar, en función de las parte de las aguas continentales y marinas.
características de cada tipo de acantilados en los Uno de los principales espacios invadidos son
que se instalan cuevas. Es necesario cuidar y los hábitat costeros próximos a zonas urbani-
controlar la realización de obras en los frentes zadas, sobre todo por parte de plantas orna-
para la estabilización de los mismos. En este sen- mentales (Pino et al., 2008).
tido, Pinot, 1998 anota que el factor esencial en 6. Reconocer, analizar y cartografiar las cuevas cos-
la aceleración de la erosión de los acantilados es teras y sus sistemas de conexión hidrológica,
el urbanismo litoral, en especial la transforma- para establecer franjas de protección a las mis-
ción de los flujos hídricos continentales, bien mas e impedir el paso indiscriminado de turis-
por impermeabilización, bien por generación de tas. Para esta situación, es necesario contar con
una red de captaciones hídricas y emisarios con grupos espeleológicos especializados que puedan
dirección al mar. obtener resultados eficientes en la confección de
3. Conservar las playas de pie de acantilados como dichos materiales.
medida para la conservación futura de las pro- 7. Realizar un programa educativo para el geosiste-
pias vertientes costeras. La donación de sedi- ma acantilado costero similar a las campañas
mentos por parte de los acantilados a las playas que se están realizando para los complejos duna-
adosadas a su pie se ve incrementada con la des- res. Los acantilados son medios menos com-
aparición de éstas, pues el ataque marino se hace prendidos, al no participar directamente de los
más enérgico y efectivo y el acantilado tiende a usos turísticos masivos, pero su interrelación
compensar esa falta con un retroceso más rápi- con los mismos es elevada.
5. Información complementaria

5.1.  Bienes y servicios génesis y su evolución, y algunos elementos de ca-


rácter etnográfico y de tradición oral, son reclamo
Las cuevas marinas generan diversos y variados be- para turistas y lugareños. Su conservación y regula-
neficios a la sociedad. Además de su valor en la con- ción de usos es tan necesaria como obligatoria.
servación de la biodiversidad, al poder albergar tanto
fauna troglobia y troglófila como marina, es necesa- Las cuevas anquihalinas contienen un interesante
rio apuntar su importancia como registro paleoam- registro de información sobre la historia del plane-
biental, representando un importante indicador del ta, atesorado por sus especies relictas, vicariantes y
cambio climático y de las variaciones relativas del endémicas, cuya especiación y distribución se debe
nivel del mar. No hay que olvidar, igualmente, su a la llamada vicarianza por deriva continental: los
valor como recurso estético-turístico y deportivo, continentes se desplazan, han cambiado de forma y
cuya disponibilidad futura depende, en gran medi- composición a lo largo de la historia del planeta; se
da, del conocimiento y respeto al hábitat. pueden considerar, en realidad, como grandes islas
flotantes que en su deriva arrastran la flora y la fau-
Es cierto que, a nivel ecosistémico, las cuevas cons- na. Expresado de otra manera, la vicarianza es un
tituyen ambiente, para seres muy especializados, de proceso mediante el cual una especie queda dividi-
escasa distribución territorial y comportamiento da en subpoblaciones aisladas (Picornell, 2004).
endémico. La falta de luz, la influencia del clima
marino, la escasez de recursos edáficos, etc., crean
un ambiente muy especial en el que se concentra 5.2. Líneas prioritarias
una biodiversidad irrepetible y, por ello, se consti- de investigación
tuyen en un bien patrimonial que debe obtener al-
tas cotas de protección. Para la ordenación del territorio, son interesantes la
investigación y el conocimiento científico en la me-
Otro de los valores que reúnen las cuevas, en espe- dida en que se constituyen en el fundamento expli-
cial aquéllas que se modelan sobre depósitos anti- cativo de las formas y procesos geomorfológicos.
guos, es el de constituir importantes geoformas para Pero es mayor la importancia de su contextualiza-
reconstruir las variaciones en el nivel relativo del ción multiescalar, espacio-temporal y de su dinámi-
mar, cuando menos desde el último período glaciar. ca cíclica o progresiva y su causa natural o inducida
Ello es más marcado, incluso, en el caso de las cue- por el ser humano, pues son éstos los indicadores de
vas modeladas parcial o totalmente en depósitos la intensidad y frecuencia de los cambios físicos que
antiguos. En efecto, existen secuencias deposiciona- limitan y ponen en peligro el desarrollo de las acti-
les en depósitos costeros que registran cambios pa- vidades antrópicas sobre el espacio. En resumen,
leoambientales, en especial aquéllos ocurridos desde interesa saber cuándo y cuánto evolucionan las geo-
el interglaciar eemiense. Así, en muchas cuevas lito- formas, y si su estabilidad deriva de la propia acti-
rales aparecen niveles de playas antiguas, dunas fó- vidad humana o es consecuencia de procesos natu-
siles, depósitos periglaciares e incluso glaciares, res- rales propios del geosistema.
tos fósiles, etc. Ello debe llevar a entender que los
hábitat son fuente de información y calidad de vida El estudio de los acantilados y su dinámica debe ser
para la sociedad. abordado desde una perspectiva interdisciplinar
(por ejemplo, Terzaghi, 1950; Skempton, 1953;
La serie de evolución geomorfológica asociada a las Hutchinson, 1988; Brundsen, 1988, 1993; Brud-
cuevas costeras resulta un elemento de notable sen & Lee, 2004). El banco de datos necesario para
atractivo para la sociedad y el turismo. La especta- abordar su análisis debe alcanzar caracteres oceano-
cularidad de formas, el misterio que constituye su gráficos, litológicos, estructurales, paleogeográficos,
132 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Figura 5.1
Ejemplificación de la existencia de depósitos con interés paleoambiental en las cuevas costeras.
Gràcia et al., 2001, en Pons & Guijarro. “El canvi climàtic: pasta, present i futur”, p. 111.
133

Red de seguimiento

Figura 5.2
Indicadores de cambios climáticos en el interior de las costas rocosas con cuevas marinas sumergidas y
semisumergidas en litologías kársticas.
Extraído de Gracia et al.: Evidències geomorfològiques dels canvis del nivell marí. En Pons; Guijarro, 2001: El Canvi
Climátic, pp 94 y 95.
134 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

geomorfológicos, biogeográficos, de usos del suelo, aporten indicadores sobre el estado de salud y el
de interferencias antrópicas y de las conexiones en- dinamismo de las cuevas rocosas. Estos estudios
tre los sistemas implicados en su dinámica. Este pueden tener especial importancia para estable-
complicado sistema informativo resolverá un cono- cer índices de retroceso de acantilados, proceso
cimiento de base que puede servir para predecir su cuyo conocimiento se hace imprescindible para
evolución y para adoptar las medidas necesarias la sociedad humana en pleno episodio transgre-
para minimizar su impacto en las actividades huma- sivo marino y de ocupación indebida del litoral.
nas, a partir de la comprensión de su funciona- ■ Estudio físico de la influencia de las frecuencias
miento. En este sentido, se entiende que las cuevas de resonancia e impacto físico en cavidades cos-
son georformas incluidas en los frentes acantilados teras, por su importancia para el conocimiento
rocosos que merecen mención especial por su origi- del peso del impacto hidráulico de las olas en la
nalidad y deben ser objeto de estudios de detalle evolución de los acantilados.
para comprender su dinámica y su evolución. ■ Amplias investigaciones en el conocimiento de la
flora y la fauna de este hábitat, cuya originalidad
En base a ello, se proponen varias líneas prioritarias biótica radica en la combinación de los ambien-
de investigación: tes marino, troglobio y troglófilo.
■ Por último, se quiere anotar la importancia de
■ Cartografiado tridimensional y monitorización apoyar los estudios sobre ambientes anquihali-
de cuevas de todos los tipos presentados para nos que, a pesar del desarrollo de estudios y
comprender la dinámica hidráulica y geomorfo- proyectos recientes, como el de Damiá Jaume
lógica que las genera y las hace evolucionar. (Picornell, 2004), sigue siendo escasamente co-
■ Estudios de los indicadores paleoambientales in- nocido y encierra notables valores científicos,
cluidos en las cuevas costeras, como los elemen- por ser área de desarrollo de comunidades
tos que indican cambios relativos en el nivel del como numerosas especies endémicas, relictas y
mar, o evoluciones en el paleoclima cuaternario. vicariantes, adjetivos que, unidos, plantean
■ Estudio de bioindicadores en la dinámica coste- uno de los tipos de hábitat más originales del
ra. Análisis de especies vegetales y animales que planeta.
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7.  Fotografías

1a) 

1b) 
140 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

1c) 
Fotografía 1a, 1b y 1c
Ejemplos de estadios evolutivos de bufaderos, a partir de socavamientos y alteraciones superficiales del
sustrato rocoso siguiendo las direcciones de fractura. Imágenes 1a y 1c, Ollo de Rinlo, Robadeo, Lugo;
imagen 1b, al sur del Ollo Longo, Ribadeo, Lugo.

Fotografía 2
Sectores inferior e intermedio del perfil de alzado de una boca de cueva, en las inmediaciones del Ollo Longo,
Ribadeo, Lugo. Nótese el predominio abrasivo de la franja inferior y el arranque marino en el inmediatamente
superior a partir del control estructural.
141

Fotografías

Fotografía 3
Cueva de evolución condicionada por la alternancia de áreas alteradas y espacios de roca sana, en la
ensenada de A Vella, Ribadeo, Lugo.

Fotografía 4
Cueva derivada de un sustrato rocoso alterado de manera generalizada, al este de la ensenada de Loureiro,
Ribadeo, Lugo.
142 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

5a) 

5b) 
Fotografía 5a y 5b
Cuevas monodireccionales, horizontal en las proximidades del Ollo de Rinlo y vertical en As Illas,
Ribadeo, Lugo.
143

Fotografías

Fotografía 6
Cueva bidireccional, en la playa de Moledo, Ribadeo, Lugo.

Fotografía 7
Cueva multidireccional, en arco, en la playa de Os Castros, Ribadeo, Lugo.
144 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Fotografía 8
Cueva de techo orientado por la existencia de estratos plegados. En As Lonxas, Ribadeo, Lugo.

Fotografía 9
Cueva orientada a favor de los estratos en Illa Pancha, Ribadeo, Lugo.
145

Fotografías

10a) 
146 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

10b) 

10c) 
Fotografía 10a, 10b y 10c
Ejemplos de arcos rocosos, en Augas Santas, As Illas y Cegoñas (modelado parcialmente
en un depósito antiguo).
147

Fotografías

Fotografía 11
Salida hacia el mar de un túnel rocoso en Augas Santas.
148 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Fotografía 12
Cueva supramareal en colapso en la Cala Emboixar, cerca del Cap Ventós, isla de Cabrera,
Illes Balears. Obsérvese el desarrollo de un suelo incipiente y de vegetación aerohalina a
partir de los desprendimientos de parte del techo.

Fotografía 13
Sucesión de cuevas en un entallamiento continuo, en el archipiélago de Cabrera. Como
se puede observar, la estructura explica la evolución de estas cuevas semisumergidas.
Estratificación horizontal y patrón de fracturas oblicuo van haciendo retroceder el frente
acantilado. Las oquedades llegan a coalescer.
149

Fotografías

Fotografía 14
Esta cueva emergida está afectada por las salpicaduras y la lámina de agua en fase de
temporal. La combinación de la estratificación y la fracturación debilitan tanto el techo
que éste se desploma, dificultando la evolución de la cueva en profundidad. Punta de
l’Ensiola, Cabrera.

Fotografía 15
Cueva semisumergida en litología kárstica en el litoral de la isla mallorquina de Cabrera.
La inundación de las cámaras de las grutas dificulta su estudio, que sólo puede ser
realizado por expertos en espeleobuceo.
150 Tipos de hábitat rocosos y cuevas / 8330 Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas

Fotografía 16
Ejemplo de actividad bioclástica de raíces de árboles en cuevas, Fene, A Coruña.
151

Fotografías

Fotografía 17
Esta cueva, de ancho centimétrico y profundidad decimétrica con unas mudas de Ligia oceanica, demuestra
que el tamaño no es definitivo para que se desarrolle una comunidad propia de las cavidades costeras,
confirmando la importancia de la clasificación de Howarth, de 1983, para las cuevas canarias. Cabanas,
Ría de Ares, A Coruña.

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