Está en la página 1de 5

Daño contractual y daño extracontractual.

En la esfera de la responsabilidad contractual, el daño se configura cuando


una de las partes del acuerdo o negocio jurídico no cumple con las
condiciones, las obligaciones que habían sido preestablecidas por ellas
mimas. Implica una relación preexistente entre agente y victima dada por un
vínculo nacido en un contrato y luego del ilícito están perfectamente
individualizados el autor de daño-deudor- y el damnificado-acreedor-.
En el “daño extracontractual”, el perjuicio sufrido se da de una manera
ajena a una relación jurídica anterior entre las partes. El vinculo de
responsabilidad que se genera, tiene su único origen en el ilícito. Cuando
nace, provoca como efecto jurídico la violación del derecho al no observar
la obligación implícita y genérica de no dañar y de respetar los intereses
ajenos-alterum non laedere - 1

II.3. Historia del Daño Moral.

El problema del daño moral es tan antiguo como la familia misma. El


sentimiento del honor, el del amor a los familiares, etc, los ha tenido el ser
humano desde siempre, y por ello los juristas de la antigüedad ya se
planteaban el problema de saber si este daño, no pecuniario, era susceptible
de resarcirse y en qué forma.

Toda vez que este daño afecta a la idea de honor, prestigio, integridad
moral y familiar, se entiende que haya tenido gran importancia el problema
durante la época de la venganza privada, ya que en ese tiempo se
consideraba de mayor gravedad las ofensas sufridas y las injurias al buen
nombre, que los daños pecuniarios. Se desconocía aun los derechos de
personalidad pero su protección funcionaba a través de la llamada “actio
iniuriarum” y años después antecedente de los derechos de personalidad con

1
FERNANDEZ Madero, Jaime, Derecho de Daños, Nuevos aspectos doctrinarios y
jurisprudenciales, Buenos Aires, La Ley, 2002, p. 64.
la “potestas in se ipsum” o “ius in corpus” potestad sobre el mismo o
derecho sobre el cuerpo. 2

El Derecho romano durante sus ultimas etapas, admitió la necesidad jurídica


de resarcir los daños morales, inspirado en principios de buena fe, y en la
actitud que debe observar todo hombre de respeto a la integridad moral de
los demás; consagro este derecho el principio de que junto a los bienes
materiales de la vida, objeto de protección jurídica, existen otros intereses
que deben ser también tutelados y protegidos, aun cuando no sean bienes
materiales; y este añejo criterio predominó a tal grado que hoy, la mayoría
de las legislaciones admiten la existencia del daño mora y pugnan por su
reparación.

En la Edad Media el cristianismo sentó la base moral indestructible sobre


la que ha de alzarse el reconocimiento de los derechos de la personalidad
individual.

Como dice Luño Peña, “el Cristianismo representa y constituye la mas


solemne proclamación de los derechos de la personalidad humana, mediante
la idea de una verdadera fraternidad universal que implicaba la igualdad de
derechos y la inviolabilidad de la persona con todas sus prerrogativas,
individuales y sociales”. 3

En Francia en el siglo XIX se consagró esta tendencia y así el 15 de junio


de 1833 el Procurador General Dupin, sentó tesis de que deben ser
reparados estos daños. 4

En Alemania, se consagró el principio hasta 1912, cuando la jurisprudencia


del Tribunal Superior, se inclino y proclamo el principio de compensación
del daño moral. 5

2
GUTIERREZ Gonzales, Ernesto, El Patrimonio, Editorial Porrúa, Sexta edición, México, 1999, p. 730.
3
ROMERO, González Enrique, Teoría del Derecho Civil, Los derechos de la personalidad, Editorial Porrúa,
Tercera edición, México, 2000,p. 254.
4
MAZEUD M., H y L, Tratado teórico practico de la responsabilidad civil, delictual y contractual. Traducido de
la ultima edición francesa por Carlos Valencia Estrada. Editorial Colmex, Mexico ,1976, pp.158.
5
ENNECERUS, Tratado de Derecho Civil, Tomo II, Vol.2 Editorial Bosch, España ,1947, pp. 707.
En México el concepto de daño moral empezó a protegerse en el Código
Civil de 1870 en el artículo 1581:

“Al fijar el valor y el deterioro de una cosa, no se atenderá al precio


estimativo o de afección, a no ser que se pruebe que el responsable destruyo
o deterioro la cosa con el objeto de lastimar la afección del dueño: el
aumento que por esas causas se haga, no podrá exceder de una tercia parte
del valor común de la cosa” 6

Hasta el “actual” Código Civil de 1928 en su artículo 1916 y la Ley de


Responsabilidad Civil para el Distrito Federal.

Artículo 1916.- Por daño moral se entiende la afectación que una persona
sufre en sus sentimientos, afectos, creencias, decoro, honor, reputación,
vida privada, configuración y aspecto físicos, o bien en la consideración
que de sí misma tienen los demás. Se presumirá que hubo daño moral
cuando se vulnere o menoscabe ilegítimamente la libertad o la integridad
física o psíquica de las personas.
Cuando un hecho u omisión ilícitos produzcan un daño moral, el
responsable del mismo tendrá la obligación de repararlo mediante una
indemnización en dinero, con independencia de que se haya
Causado daño material, tanto en responsabilidad contractual como
extracontractual. Igual obligación de reparar el daño moral tendrá quien
incurra en responsabilidad objetiva conforme a los artículo 1913, así como
el Estado y sus servidores públicos, conforme a los artículos 1927 y 1928,
todos ellos del presente Código.
La acción de reparación no es transmisible a terceros por acto entre vivos y
sólo pasa a los herederos de la víctima cuando ésta haya intentado la acción
en vida.
El monto de la indemnización lo determinará el juez tomando en cuenta los
derechos lesionados, el

6
GUTIERREZ y Gonzales, Ernesto, DERECHO DE LAS OBLIGACIONES, Editorial Porrúa, Décima Séptima
Edición, México, 2008, p.649 y 650.
grado de responsabilidad, la situación económica del responsable, y la de la
víctima, así como las demás circunstancias del caso.
Cuando el daño moral haya afectado a la víctima en su decoro, honor,
reputación o consideración, el juez ordenará, a petición de ésta y con cargo
al responsable, la publicación de un extracto de la sentencia que refleje
adecuadamente la naturaleza y alcance de la misma, a través de los medios
informativos que considere convenientes. En los casos en que el daño derive
de un acto que haya tenido difusión en los medios informativos, el juez
ordenará que los mismos den publicidad al extracto de la sentencia, con la
misma relevancia que hubiere tenido la difusión original.
Estarán sujetos a la reparación del daño moral de acuerdo a lo establecido
por este ordenamiento y, por lo tanto, las conductas descritas se
considerarán como hechos ilícitos:
I. El que comunique a una o más personas la imputación que se hace a otra
persona física o moral,
de un hecho cierto o falso, determinado o indeterminado, que pueda
causarle deshonra, descrédito, perjuicio, o exponerlo al desprecio de
alguien;
II. El que impute a otro un hecho determinado y calificado como delito por
la ley, si este hecho es
falso, o es inocente la persona a quien se imputa;
III. El que presente denuncias o querellas calumniosas, entendiéndose por
tales aquellas en que su
autor imputa un delito a persona determinada, sabiendo que ésta es inocente
o que aquél no se
ha cometido, y
IV. Al que ofenda el honor, ataque la vida privada o la imagen propia de
una persona.
La reparación del daño moral con relación al párrafo e incisos anteriores
deberá contener la obligación de la rectificación o respuesta de la
información difundida en el mismo medio donde fue publicada y con el
mismo espacio y la misma circulación o audiencia a que fue dirigida la
información original, esto sin menoscabo de lo establecido en el párrafo
quinto del presente artículo.
La reproducción fiel de información no da lugar al daño moral, aun en los
casos en que la información reproducida no sea correcta y pueda dañar el
honor de alguna persona, pues no constituye una responsabilidad para el que
difunde dicha información, siempre y cuando se cite la fuente de donde se
obtuvo.

Artículo 1916 Bis.- No estará obligado a la reparación del daño moral


quien ejerza sus derechos de opinión, crítica, expresión e información, en
los términos y con las limitaciones de los artículos 6o. y 7o. de la
Constitución General de la República.
En todo caso, quien demande la reparación del daño moral por
responsabilidad contractual o extracontractual deberá acreditar plenamente
la ilicitud de la conducta del demandado y el daño que directamente le
hubiere causado tal conducta.
En ningún caso se considerarán ofensas al honor las opiniones desfavorables
de la crítica literaria, artística, histórica, científica o profesional. Tampoco
se considerarán ofensivas las opiniones desfavorables realizadas en
cumplimiento de un deber o ejerciendo un derecho cuando el modo de
proceder o la falta de reserva no tenga un propósito ofensivo.

En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce


implícitamente los derechos de personalidad, parte patrimonial moral como
“garantías individuales” lo cual resulta estrecho, dada la connotación de lo
que es una garantía individual.

También podría gustarte