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Coloquio - Chilhuahuaco
Coloquio - Chilhuahuaco
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Hace buen tiempo los madereros ilegales pusieron sus letales ojos en el
shihuahuaco o charapilla - como lo llaman los loretanos- y se lanzaron a su
extracción indiscriminada como lo hicieron en su momento con la caoba, el cedro
y el palo rosa.
El plan de reforestación que lleva adelante incluye también especies como el palo
rosa, caoba, mari mari, shiringa o árbol del caucho y el huayruro, un árbol muy
buscado que produce una madera muy dura, usada para construcciones en los
puertos y cuya semilla roja y negra le atribuimos propiedades de talismán para
atraer la buena suerte.
Lorente lamentó que lo poco que se siembra en el país sea eucalipto o pino, pese
que estas especies malogran el suelo y más aún este último produce trementina,
una sustancia altamente inflamable usada para elaborar barniz y pinturas, por lo
que se le conoce como árboles incendiarios. El fuego que desatan se vuelve
incontrolable para los bomberos.
Lorente afirma que la trementina que produce el pino fue la causante del terrible
incendio forestal registrado en Chile que consumió varias hectáreas de bosque y
costó la vida de varias personas.
Igual sucedió en California, Portugal y España “pero como allí no se genera otro
tipo de madera hay que mantener esos cultivos porque hacen falta para la
industria de la construcción”.
En ese sentido, el experto consideró que el Perú puede ser una potencia mundial
en el mercado de la madera porque tiene la capacidad de producir especies de
mucha mayor calidad, que no causan problemas y con mucho mayor valor
comercial.
“El metro cúbico de madera de los árboles amazónicos está entre los 1,000 y 1,500
dólares y la caoba por encima de los 5,000 dólares, mientras que el pino cuesta
150 dólares, por eso puedo afirmar que el Perú puede asumir tranquilamente el
liderazgo mundial de la madera si se decide reforestar con árboles nativos”,
comenta.
Según señala, Chile exportó el año pasado 7,000 millones de dólares de madera
mientras que el Perú tiene cinco veces más bosques y sus maderas tienen
muchísimo más valor.
Su trabajo esforzado implica recuperar esas especies nativas para que no sean
parte del pasado, pero además mediante una germinación natural con plaguicidas
y nutrientes sin químicos.
A su entender lo que hace falta para dar ese paso es voluntad política de reforestar
con árboles nativos. Eso implica lógicamente, frenar la tala ilegal, prohibir la
siembre de pino y eucalipto y suspender las concesiones forestales.
Por donde se le mire, reforestar con especies nativas de la amazonia sería siempre
más conveniente, porque son plantaciones que no degradan los suelos, que cuidan
el medio ambiente y, por si fuera poco, que tiene un valor muy superior en el
mercado internacional.
(FIN) ART/ART