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Nombre: Juan Daniel Rodríguez Cáceres.

Código: 201921704.
Reporte sobre Copenhague.
Con la llegada de Heisenberg a Copenhague después de tanto tiempo, con un propósito no muy
convincente para los Bohr, se da inicio a una historia desarrollada en tiempos de guerra, donde primaba el bien
de un movimiento político que el bienestar del mundo. En estos tiempos de crisis los científicos eran muy
importantes, ya que gracias a sus conocimientos son puestos a merced de una ideología, ya sea para fines
pacifistas o bélicos. Pero Heisenberg venía con un objetivo, por un dato, por algo que le ayudara a él y a su
equipo que tenía en Alemania continuar con un artefacto de destrucción masivo, una bomba. Por esta razón
buscaba a los Bohr, quienes posiblemente tenían la solución, o de cierto modo un acercamiento a lo que
Heisenberg estaba buscando. Pero tratar de sostener una conversación sería complicado, debido a que, en años
anteriores, Heisenberg y Niels Bohr tuvieron un altercado que llevo a los científicos no hablarse por varios años.
En el desarrollo de la guerra y las consecuencias diarias que traía esta, generaba un sentido de
desconfianza a partir del dialogo, debido a que se podía dar una ventaja frente al enemigo. Esto era lo que
pensaban los Bohr, que al comunicarse con Heisenberg estaban favoreciendo al enemigo, en este caso Alemania.
Pero el científico alemán estaba decido y se arriesgó a ir a Copenhague para buscar a los Bohr, teniendo en
cuenta que podía volver sin ninguna respuesta. Desde el comienzo de la conversación con los Bohr se notaba un
ambiente tenso, de cierto modo, lo que había ocurrido en años anteriores tenia repercusión y además el contexto
que se vivía no era el ideal. Teniendo en cuenta que, para Niels Bohr, Heisenberg fue más que un alumno, él fue
como su hijo, debido a su relación tan estrecha y la gran capacidad que veía en el científico alemán, pero un
disgusto en una conversación que tuvieron ambos, produjo el rompimiento de esta relación y el distanciamiento,
tanto de conocimientos como de afectos, de ambas partes. Preguntas como: ¿Qué quieres?, ¿por qué dices eso?,
¿necesitas ayuda para desarrollar el macabro plan de Hitler?, eran frecuentes y con un señalamiento grande hacia
Heisenberg. Aunque el científico alemán no tomó estos comentarios de mala manera, repercutían negativamente
en la conversación y hacia que esta se desarrollara de manera lenta y sin encontrar ninguna respuesta que él
estaba esperando. Esto debido a que no confiaban en él y a su vez como que no trataban de brindarle ninguna
información importante sobre el funcionamiento u obtención de algunos elementos químicos que Heisenberg
estaba preguntando, debido a su relación con los Nazis. Al avanzar la conversación se iban desarrollando
diferentes puntos y se hallaba la respuesta a diferentes preguntas propuestas por el científico alemán, pero de
cierto modo los Bohr seguían en su actitud defensiva, aunque recordaban aquellos momentos que compartieron y
fue de gran importancia, tanto afectiva como científica, con Heisenberg.
Por consiguiente, al pasar del tiempo y al son de la conversación, comenzaron a intercambiar
nuevamente ideas, esas ideas científicas que con solo una oración pueden cambiar el sentido de todo un
problema y darle solución, generando nuevamente discusión a aquellos problemas que afectaba a la sociedad de
la época y dando alguna alternativa. Pero de cierto modo eso no era lo que buscaba Heisenberg, el buscaba la
solución a su problema: ¿cómo utilizar el Uranio 235?, este isotopo de elemento que era más radioactivo, pero
que a su vez más escaso en el mundo. Este elemento que pretendía cumplir una función, la cual era crear una
bomba lo suficientemente fuerte para que el ejército Nazi, o más bien Hitler, pudiera dar su golpe demoledor y
así cumplir su principal objetivo, ganar la segunda guerra mundial. Esta finalidad nunca había pasado por la
mente de los Bohr, de cierto modo ellos veían a este elemento como una rareza y además con propiedades aún
no determinadas, por lo que no conocían todas sus funciones. Pero que, a su vez, Heisenberg quería averiguar, el
pretendía conocer todos esos secretos de este elemento y sacarle su mayor provecho, para dejarse de sentir de
cierto modo presionado por el ejército alemán, ya que de cierto modo su resguardo, de parte del poder Nazi, es
debido a su conocimiento. Por esta razón, Heisenberg busca una ayuda desesperada, ya que de esto depende su
seguridad y posiblemente su vida, en donde anuncia que ellos, el ejército Nazi, busca resultados inmediatos para
ser puestos en funcionamiento y así lograr una victoria prácticamente inmediata. De cierto modo cualquier charla
o discusión es motivo para ampliar el conocimiento, Heisenberg pudo haber vuelto de esa primera charla aún con
incógnitas, pero de lo que si estaba seguro era que amplió su conocimiento debido a la sabiduría de los Bohr y de
algunas nuevas pistas que logró encontrar. Además, conocía de cierto modo que los enemigos estaban
preparando algo, pero de lo que no tenía conocimiento era que este era un mecanismo muy destructivo y que
estaba más cerca de lo que esperaba.
La bomba de Hiroshima, fue un ataque muy destructivo y doloroso para todo el mundo, presentó un
mecanismo nunca antes usado, que de cierto modo trajo terror y caos en el mundo. Heisenberg tomó este ataque
como una frustración, debido a que él estaba trabajando en un proyecto similar, y no lo pudo llevar a cabo y aún
peor, el enemigo lo utilizó en su contra. Por consiguiente, él decidió de ir de nuevo a donde los Bohr y averiguar
si ellos habían tenido algo que ver con esto, ya que ellos fueron los que le explicaron, o de cierto modo
identificaron los posibles elementos a usar en este acto bélico. Al arribo del científico alemán, posiblemente
tomado por sorpresa por parte de los Bohr, produjo una serie de enfrentamientos, acerca de la relación entre los
Bohr y la bomba de Hiroshima. En estos enfrentamientos, los Bohr le dejaron bien claro que ellos no tenían nada
que ver con el asunto, es más, ni siquiera habrían consultado con ellos para desarrollar ese artefacto. Aunque los
argumentos de los Bohr eran válidos, de cierto modo Heisenberg seguía con su inquietud acerca de quien ayudó
al enemigo. Aunque, el científico alemán no se esperaba que hubiera otra bomba que iba a llegar, la bomba de
Nagasaki, esta bomba que provocó la destrucción y a su vez la rendición de Japón de la segunda guerra mundial,
genero ímpetu y cierto desagrado por parte de los alemanes que veían cada vez más lejos la oportunidad de ganar
la guerra. Asimismo, Heisenberg presentaba una frustración cada vez mayor, puesto que, el plan que
supuestamente el ejército alemán tenía casi listo, fue usado doblemente en su contra, una herida de orgullo y de
no aceptación, frente a que él no tuvo la posibilidad de crear el artefacto de explosión masivo que le habían
pedido.
Estos ataques, de cierto modo, fueron poco fortuitos para el mundo y su desarrollo, ya que generaron
miedo y deshonra hacia la sociedad, debido a que esta no era la manera correcta de continuar los
enfrentamientos. Esta forma trajo consigo muchas muertes, algo no muy esperanzador para el contexto histórico
vivido, que a su vez se pudo haber evitado, pero otros sucesos no lo permitieron. Por lo tanto, esta nueva
invención hizo que, de cierto modo, el ejército alemán y sus aliados se debilitaran, logrando el objetivo del plan
y a su vez la casi conclusión de la segunda guerra mundial. Posiblemente los alemanes se cuestionaron si
realmente podían producir un armamento parecido, pero al ver que la guerra ya estaba muy avanzada, y a su vez
ese ataque tan contundente a uno de sus aliados más importantes, provocó un sentido de tristeza y deshonra, para
las personas que habían estado con ellos durante tanto tiempo de enfrentamiento. Por consiguiente, la situación
tenía que mejorar, resguardándose y jugando sus fichas de una manera más estratégica, una manera que pueda
llevar a Alemania y sus aliados a la victoria. Pero, con todo lo ocurrido y las malas acciones de Alemania frente
a los campos de concentración y su forma de judicializar a los judíos, la cual no fue la idónea, e igual de
dolorosa que las dos bombas, trajo consigo diversos puntos, en los cuales se podía determinar si Alemania
merecía realmente ganar la guerra.
De cierto modo, la propuesta de Heisenberg de hacer un objeto de destrucción para un fin no
convencional, era una propuesta sumamente preocupante para la sociedad, debido a las consecuencias que esta
podía traer para el mundo. Puesto que, en primer lugar, esto podía traer un dominio de una superpotencia en
armas nucleares, a lo que se refiere como, aquella nación capaz de destruir el mundo para impartir su régimen
autoritario. En segundo lugar, puede traer consigo repercusiones a largo plazo que lleve a la destrucción masiva
y a su vez a diferentes enfrentamientos con estas armas, dado el contexto y a su vez los beneficios que esta
podría traer, los cuales no serían idóneos para la sociedad, pero si para el país potencia o el movimiento que
genere este enfrentamiento. En tercer lugar, esta propuesta es un medio de desperdiciar el conocimiento, o de
cierto modo de afianzar el conocimiento como un medio por el cual se le puede hacer daño a los demás, dando,
como resultado, las mentes más brillantes serán las capaces de poder implementar los artefactos en los cuales un
país o una ideología logre controlar el mundo. Por estas razones, que principalmente los Bohr no tenían
propuesto crear un elemento de destrucción masivo, como una bomba nuclear. Ellos vieron las reacciones del
elemento, pero desde un punto de vista diferente, un punto de vista que no iba hacia la destrucción, sino hacia el
progreso, el cual era averiguar más acerca de estos elementos y buscar la opción en la cual esto beneficiara a
todo el mundo y este continuara con su progreso.

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