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Los trastornos hipertensivos durante el embarazo incluyen un espectro

de patologías que dependen del tiempo, de las características clínicas


y de la severidad del cuadro, por tanto, estos pueden ser hipertensión
crónica, hipertensión gestacional, preeclampsia o eclampsia.
De todos los embarazos se estima que 10% de las gestantes tienen un
trastorno hipertensivo (1). Alrededor de 50 mil a 60 mil gestantes al
año mueren a causa de esta patología en el mundo, además de la
morbilidad materna que puede incluir complicaciones letales como el
desprendimiento placentario, hemorragia cerebral, coagulopatía de
consumo y colapso circulatorio también ocasiona una importante tasa
de morbilidad neonatal atribuida principalmente a la finalización
pretérmino del embarazo y a la restricción del crecimiento intrauterino.
(1)
Se ha calculado que en países desarrollados es la causa número uno
de muerte y en países en vías de desarrollo es la tercera causa de
muerte (150 x 100,000 nacimientos) (2).
En Guatemala la hipertensión arterial se encuentra entre las tres
primeras causas de morbilidad obstétrica. (3)
En el Plan Nacional para la reducción de muerte materna y neonatal
del periodo 2015-2020 se realiza un análisis de la mortalidad materna
del año 2013 que evidencia que de las 452 muertes maternas 86% de
estas fueron por causas directas, básicamente se relacionan con
hemorragias, provocando alrededor del 50% de los casos pero la
hipertensión arterial se incrementó significativamente como causa de
muerte no solo en cantidades absolutas sino también relativas, ya que
el porcentaje aumentó del 19% al 30% durante el periodo 2007 –
2013.(4)
Se reportaron 115 muertes por hipertensión, donde 61% fueron por
eclampsia y 40% por preeclampsia. Los trastornos hipertensivos en el
embrazo requieren de una eficiencia en la coordinación de los niveles
de atención en salud, acceso a servicios de salud en idiomas
maternos para el diagnóstico precoz y de seguimiento y control por
profesionales altamente calificados para estas patologías en el
embarazo. Los dos trastornos hipertensivos con las tasas más altas de
mortalidad requieren de la atención medica especializada porque son
patologías específicas de obstetricia.

La mortalidad por trastornos hipertensivos esta asociada a las


demoras en la atención en salud en donde la familia y/o comunidad no
identifican los signos y señales de peligro de la mujer embarazada
(demora I), no se toman las decisiones adecuadas y oportunas
(demora II), hay dificultad de acceso a servicios de transporte o
carreteras en mal estado que limitan a atención especializada de
emergencia (demora III) o que en los servicios de salud públicos o
privados al que la mujer acudió, no le brindo la atención adecuada
(demora IV). (4)
Caracterizar clínica y epidemiológicamente a las pacientes con
trastornos hipertensivos facilita identificar los factores de riesgo en
nuestro país diagnosticar precozmente el trastorno hipertensivo y
evitar las demoras en la atención medica y para evitar complicaciones
que pongan en riesgo la vida materna y neonatal.

Bibliografía:
https://sego.es/documentos/progresos/v63-2020/n4/GAP-Trastornos
%20hipertensivos%20gestacion.pdf
https://www.igssgt.org/wp-content/uploads/2020/02/GPC-BE-No-28-
Trastornos-Hipertensivos-en-Embarazo-IGSS.pdf
http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/06/06_3242.pdf
https://www.isdmguatemala.org/wp-content/uploads/2019/03/Plan-
NRMMN-2015-2020-.pdf

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