Ceremonia en honor de los caídos

Pedro Cabrera Cabrera

Los que estamos aquí, aún sobrevivimos.

Pero ellos no están para ser parte hoy de la fiesta y la alegría.

Los recordamos porque compartimos la noche y la cerveza, la preocupación por el examen y la risa y el
pan y el tiempo y la distancia.

Fuimos cómplices y rivales. Caminamos juntos por la Calzada, dormimos en el mismo pasto, estudiamos
en los mismos libros, cantamos las mismas canciones, cultivamos las mismas plantas, marchamos en las
mismas marchas, coreamos las mismas consignas, soñamos los mismos sueños, peleamos las mismas
causas…

Tuvimos cinco, siete años para construir una amistad que va más allá de la tumba, que se prolongará
hasta toda nuestra existencia.

No están aquí, pero están en nuestra memoria. Y, por tanto, en nuestra vida.

Estuvimos con ellos en el pasado y estamos con ellos hoy, en el presente. Sin estar físicamente aquí,
están presentes con sus rostros, sus vivencias, sus nombres.

Nuestros compañeros de cuarto o clase, nuestros camaradas, nuestros amigos, en fin, nuestros
hermanos.

Nombrémoslos ahora y, tras su nombre, gritemos: ¡Presente!

Chapingo, México. 1 de junio de 2019

30 años de la generación 1982, 1985-1989