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Seguridad en documentos

El Caso de la nueva cédula de identidad chilena

Rodolfo Sáez Muñoz*

En la primera quincena de marzo del año 2004, hemos recibido


dos noticias importantes y a la vez preocupantes:
a) El 02 de marzo del 2004, sale la noticia “1ª falsificación de la
nueva cédula de identidad en Chile”. (Operativo policial del
BIPE).
b) Y con fecha 13 de marzo de 2004, una segunda noticia “Cae
grupo de falsificadores”, también relacionada con la nueva
cédula de identidad. (Operativo policial de la BRICO).

Sin embargo, estos casos han sido mencionados como los


primeros que afectan a este nuevo documento el cual según sus promotores es
“infalsificable”.

Afirmación por lo demás completamente ausente de un adecuado


conocimiento de la materia de seguridad en documentos y que tan sólo la
ostentara quién no se maneje en el tema.

La nueva cédula de identidad lleva aproximadamente dos años de


circulación y recientemente al segundo año, salen estas noticias, que por lo
demás no se corresponden con la realidad, dado que la preceden dos casos
más, previos a estos mismos, uno en la ciudad de Santiago, alrededor de dos
año y otro en la ciudad de Viña del Mar.

Como perito en documentos y además con estudios científicos de


carácter privado en esta materia (uno de los cuales facilité en su época a la
policía de investigaciones para acreditar la imperiosa necesidad de cambiar la
antigua cédula de identidad nacional, recopilando para ello la casi totalidad de
las técnicas de adulteración y falsificación de nuestra cédula, trabajo que
incluso fue aceptado para ser expuesto en el “III Congreso Internacional de
Ciencias Forenses GFS” en Lucerna Suiza en 1997, al cual no pude concurrir
por cuestiones completamente ajenas a mi voluntad), la verdad estas noticias
no me parecen insólitas, debido a que; el documento de identidad infalsificable,
no existe. Y el actual adolece de seguridad y esto debido a:
1. Aún cuando el mismo ha circulado dos años en el país, ningún
organismo público o financiero, posee los famosos lectores del código de
barras que posee este documento(a la fecha de confección del presente trabajo
en el año 2004, entiendo que hoy en día la policía internacional en aeropuertos
cuenta con lectores).

Por tanto, se percibe que extrañamente se les ha otorgado dos


años de chipe libre a la delincuencia, quienes fácilmente detectaron esta
vulnerabilidad del sistema.
2º.- El documento como se difundió desde sus inicios, se semeja
a una tarjeta de crédito, y la conforman dos productos químicos:

- Policarbonato; soporte básico,


- Laminado de seguridad; en este caso Fortras.

Si analizamos los mismos, el primero tiene que ver directamente


con dos funciones:

- Servir de soporte de la totalidad del cuerpo de este producto.


- Aportar la propiedad de flexibilidad y ductibilidad, impidiendo
así su fracturación o rotura, consecuencia del uso y/o trajín al
que se somete este tipo de documentos y que normalmente
ocurre con las tarjetas de crédito y otras, en las cuales se
emplea PVC.

Aquí vemos, que las características de fabricación de las


denominadas tarjetas de crédito se aplicaron en la confección de nuevos
soportes para documentos de identidad y la cédula chilena no se excluyo de
esto, incluso antes de haber sido licitada, ya se promovía en la prensa nacional
en los años anteriores a 1996, que la nueva cédula de identidad sería similar a
una tarjeta de crédito, en la cual estaría la impresión digital, firma, foto y datos
de la persona, además de un código de barras, etc. Algunos de los elementos
de seguridad propuestos y aplicados fueron y son:

- Códigos de barras; en sus diversas modalidades,


- Bandas magnéticas
- Microchips
- Placas impresas en láser, etc.

Todos con el único fin de guardar información en forma segura


que se pudiese corroborar con aquella que se visualizaba a simple vista en las
cédulas de identidad.

De igual forma se proponían algunos elementos o compuestos


adicionales que sirviesen para proteger la información visible de cada
documento y dentro de ellos existen los siguientes:
- Cornfin,
- Advantage,
- Teslin,
- Fortras, etc.

Además de paneles de firmas de seguridad incluidos en estos


documentos, hot stamping , polyester y papel.

De igual forma se promovían diversos tipos de elementos de


seguridad tales como:

Kinegram, hologramas, microimpresiones, bajo relieves, fibrillas


fluorescentes y fosforescentes integradas en los soportes, fondos de seguridad
impresos ya sea en láser o seelcren (serigrafía), aplicación de tintas
simpáticas visibles bajo luz UV (ultravioleta), IR (infrarrojo), o en otras
longitudes de ondas de la luz, medidas en nanómetros.

Son muchos los productos existentes en el mercado y todos


tienen como objetivo:
- Otorgar seguridad,
- Dificultar las falsificaciones y/o adulteraciones.

Cabe aclarar que para los peritos en documentoscopía


(erróneamente aún denominados en Chile peritos calígrafos), existe una clara
diferencia entre una adulteración y una falsificación de un documento:
a) La primera se refiere a la sustitución de parte de
la información del documento genuino, del cual se aprovecha
su soporte y por ende sus elementos de seguridad.
b) La segunda es relativa a la reproducción integra
de un documento genuino, con productos similares o muy
parecidos.

De ahí, nace esa afirmación tan sesgada de algunos fabricantes


de productos de seguridad, de es infalsificable, y que muchos clientes le siguen
al pie de la letra, llevados por la publicidad de quienes les ofrecen sus
productos y también por no saber asesorarse en forma adecuada por los
profesionales idóneos.

La segunda opción, en el fondo se da por la imposibilidad en


ocasiones de parte del mundo delictivo de poder adquirir los insumos genuinos
en el mercado común, y frente a esto se viene a dar la premisa que he puesto
en primer lugar la adulteración del producto.

Como podemos ver, la nueva cédula de identidad nacional


chilena, ha sido falsificada, lo cual no es muy extraño por lo demás. Si
consideramos que la misma presenta :
- Código de barras,
- Código Alfanumérico,
- Fondos de seguridad impresos en degrade de colores,
- Microimpresión, etc.

Pero lo más importante, según se visualiza en el mismo un


sistema de seguridad informático basado en el sistema AFIS, el cual es
necesario recordar que según muchos expertos es una poderosa herramienta
para luchar contra el fraude de identidad, ya que permite atribuir a un
ciudadano, un documento (de identidad), de conducir, de tenencia), un derecho
(de sufragio, de seguridad social). Tanto en el AFIS, civil como en el AFIS
Criminal, se utiliza el sistema metamorfo, con configuración diferente, pero con
corazón similar (no quiero profundizar entre los diferentes AFIS, civiles,
criminales, policiales, ya que esa materia la tocare en mi próximo libro “Las
Nuevas Tecnologías en la Falsificación de Documentos”).
Ahora bien, es necesario comprender que los componentes
necesario para la aplicación del sistema AFIS, son:
- Periférico de entrada y de salida, una central de almacenaje de
información, programa computacional basado en mediciones biométricas y
además los lectores de información externa (que sirven para control de
información y cotejo de datos).

De la sola visualización de la nueva cédula de identidad chilena,


se constata que es un documento confeccionado en base a lo mismo, por tanto
llama mucho la atención que, si este documento descansaba su seguridad en
la encriptación informática, toda vez que personalmente les otorgue una
capacitación gratuita de más de tres sesiones a los asesores informáticos de la
Universidad de Chile que trabajaban para el Registro Civil, en la temática de
adulteraciones y falsificaciones de cédula de identidad nacional, me extraña
muchísimo que aún conociéndose las técnicas de adulteración dentro de las
cuales caen hasta estos instantes dos de los cuatro casos que han llegado a
los tribunales (tengo referencia de otro que jamás llego a tribunales) y que
tengo conocimiento afectan a la nueva cédula de identidad. El servicio de
registro civil no haya puesto en marcha paralela a la emisión de este nuevo
documento de identidad la distribución de los lectores del código OCR, que
permite contrastar los datos externos de este tipo de documentos de identidad
con la información almacenada en una base de datos computacional y que así
imposibilitaría el uso indebido de la identidad de otras personas. Sin embargo,
aún cuando este sistema aparentemente es bueno, el mismo fue concebido a
un nivel macroeconómico, y no a un nivel microeconómico, por tanto era
imprescindible fortalecer todos aquellos elementos de seguridad visibles al ojo
humano o bien con instrumental adecuado y que sí los posee este documento
identificatorio nacional.

Ante esta casuística de delitos que afectan a este nuevo


documento de identidad, cabe preguntarnos entonces ¿qué falló?, ¿fracasó el
producto?, ¿hubo negligencia funcionaria en la aplicación de las medidas de
seguridad al no estar distribuido en el mercado a organismos públicos y
también financieros comerciales los famosos lectores del código de barras?,
¿quiénes fueron los asesores de este nuevo producto?, ¿los asesores del
servicio de identificación nacional fueron los adecuados?, ¿fueron suficientes
los asesores?, ¿se evaluó objetivamente la totalidad de los productos que
participaron en la licitación? ¿se consideró la totalidad de los productos que
ofrecía el mercado en materia de seguridad de documentos de identidad?, o
tan sólo significa que; nuestra delincuencia nacional es muy superior a los
fabricantes de productos de documentos de identidad.

Es importante mencionar que en el caso de Viña del Mar, según


entiendo, uno de los imputados era experto en informática (versión de la
prensa), y el segundo de este año acontecido en Santiago (13.03.2004)
también era un especialista en esta área. Aquí nace otra exclamación eureka,
entonces es un delito informático, porque erróneamente se ha concebido en
Chile, que donde este presente un especialista en informática o un producto
reproducido por estos medios (nótese he dicho “medios”), el delito es
informático, por tanto se busca un perito informático, craso error, ya que el
resultado final, ósea el fin, que sale de este medio, es una documento, y para
que no haya discrepancia agreguemos el concepto electrónico, a través del
cual funciona este medio. Por tanto, estamos frente a una falsificación de
documentos, o una adulteración de documentos. Recordemos que la prensa en
el caso del 13 de marzo del presente año, habló además de un especialista en
artes gráficas, que participaba dentro de este equipo. Por tanto este delito es
materia de un perito en documentoscopía, quién obligatoriamente debe saber
manejar programas computacionales de diseño gráfico, tales como el Corel,
Photoshop, etc., y programas para procesar textos, como Word, Work, Word
Perfect, dado que los sistemas de impresión de los documentos evolucionan,
también los Peritos en documentos debemos hacerlo. Alguien insistirá, pero
hay computadoras, y yo pregunto ¿cuándo se adultera algo en impreso offset a
quién se le encarga el peritaje? Y cuando el texto es mecanográfico, ¿a quién
se nombra como perito? Dos medios diferentes un solo resultado el
documento. Como puede apreciarse, este tema que he tocado da para muchos
enfoques y subtemas.

Son muchísimas las interrogantes que nacen frente a esta


situación que puede afectar tanto al mundo financiero, como al mundo
comercial, pero también a cada uno de los chilenos que ven así vulneradas sus
identidades, que pueden ser utilizadas en negocios o actos ilícitos. Sin
embargo, recuerdo perfectamente que en mi trabajo reglado a la PICH y que
fuera enviado por su antiguo Director al Ministerio del Interior, y también
distribuida copias a otros organismos, tales como Registro Civil de Chile, cuyo
título fue “documentos de identidad anómalos” y del cual tan sólo adjunte un
breve resumen de todo este arduo trabajo, hacia ver las siguientes situaciones:

Cito:
3º.- El hecho que… El mundo delictivo este reproduciendo la
Cédula Nacional de Identidad para realizar negocios fraudulentos, con perjuicio
tanto para particulares, como gubernamentales, genera una situación delicada
y peligrosa a la vez. Además estos documentos falsos, constituyen con
frecuencia el medio de cometer otro delito.

Riesgos a los que se exponen los documentos de identidad:


- Riesgos triviales normales,
- Riesgos corrientes y normales,
- Riesgos de fraude,
- Obtención ilícita de una fórmula administrativa virgen,
- Obtención ilícita de un documento de identidad,
- Adulteración,
- Falsificación.

Aún más en su oportunidad cite la 47º Sesión de la Asamblea


General de la O.I.P.C. INTERPOL, efectuada en Panamá en 1978, que expone:
“Nótese una neta recrudescencia de la utilización de documentos
de identidad falsificados y ello en una cantidad creciente de países. La mayoría
de pasaportes o tarjetas de identidad estaban destinadas a facilitar
negociaciones fraudulentas o permitir una emigración irregular...”
De esta conclusión podemos percibir lo delicado que resultan
estos nuevos casos de falsificaciones de la nueva cédula de identidad, de los
cuales entiendo se ha dado la adulteración y también la falsificación (ésta
última según declaraciones policiales del caso del 13 de marzo, sin embargo
científicamente esto no se ha constatado, pero aún así, ya podemos especular
de dos técnicas delictivas que han afectado al nuevo documento de identidad,
ahora cabe preguntarse y los otros dos casos, ¿qué técnica fue la que afectó a
este documento de identidad? Se sabe que uno de los casos se relaciona con
un extranjero portador de este documento apócrifo y aquí nace otra
interrogante, ¿fue confeccionado fuera de Chile?, o ¿fue confeccionada en el
ámbito nacional? Cualquiera de las dos opciones de igual forma es delicada,
por el hecho de haberla portado un extranjero, que además está relacionado al
narcotráfico y recuerdo perfectamente haber expuesto en mi trabajo que las
falsificaciones de documentos de identidad a un nivel elevado, siempre se
encontraría a nivel de las organizaciones criminales, altamente preparadas,
tales como el narcotráfico y el terrorismo, los cuales van muy tomados de la
mano. Ahora bien, esto genera aún más preocupaciones, ya que el terrorismo
hoy en día es internacional y existen pruebas de que los grupos terroristas
están interconectados entre sí y se dan apoyo logístico en cualquier parte del
mundo, por tanto el hecho que nuestro documento de identidad sea vulnerable,
no sólo posibilitará el libre tránsito de potenciales terroristas por nuestro país,
sino que además, nos expondrá al flagelo de la existencia de este tipo de
grupos en el ámbito nacional, además de posibilitar el libre tránsito y salida de
Chile, de aquellos terroristas criollos e incluso el ingreso de los que se
encuentren fuera del ámbito nacional. Son muchas las aristas al relacionar este
tema de la seguridad de documentos de identidad, con la seguridad nacional
de nuestro país y también de aquellas que se interconecten con nosotros, en
especial ahora que estamos firmando tratados y acuerdos internacionales. De
igual forma los grupos de narcotraficantes se verán favorecidos por esta visible
vulnerabilidad de nuestro documento de identidad.

Otro detalle que llama la atención nace de la revisión de las bases


para la licitación de este documento de identidad, dentro de las cuales, en una
de sus exigencias se menciona la clave de 14 puntos chilena, sin embargo el
sistema de medición biométrica considera una amplitud de mediciones mucho
mayor que esta escueta clave, incluyendo al de Henry, Vucetich, etc. dado que
el AFIS civil, ya que no se usan los diez dedos y la toma de impresiones
generalmente son planas y no rodadas.

Cabe recordar a modo de ejemplo casos que afectaron a la


antigua cédula de identidad, tanto y que se relaciona con agentes de la CNI y
como también con miembros del FPMR. Pero, también es necesario mencionar
la banda delictual que es detenida en noviembre de 1998, por funcionarios de
la BRIDEC y cuyos integrantes con sus actos ilícitos afectaron a clientes de
bancos nacionales, por sumas millonarias sobre el millón de dólares, incluso
afecto a organismos de gobierno como INP, Ministerio de Educación etc., (todo
está en la prensa entre 1994 y 1998, esto no tiene nada de secreto). A modo
de ejemplo, mencionare el caso de un cheque falso de unos $ 1600.000.000, a
nombre de la Polla Chilena de Beneficencia, cuyo beneficiario además portaba
una cédula (modelo antiguo) falsificada (1994) y que tan sólo a través de un
peritaje antropométrico (hecho por quien escribe) fue detenido este individuo en
1995 por funcionarios de la BRIDEC). Lo importante es, que en aquella
organización criminal, se reproducía la cédula de identidad con sus elementos
de seguridad.

Aquí nace otra pregunta, ¿quién propuso en un sistema


biométrico que era mucho más amplio e internacional, el considerar la clave de
14 puntos chilena?, ¿acaso esta misma exigencia de esta clave nacional y no
aplicada internacionalmente imposibilitó la aplicación del programa
computacional del sistema AFIS original que permitiese la aplicación de los
lectores de los códigos de barra?, ¿qué interés existía en la persona o asesor
privado o de otro tipo, que propuso la exigencia de esta clave de 14 puntos en
la licitación de las bases?, ¿había un interés profesional? o ¿era un interés
personal? Resultado de un desconocimiento de la biometría por no poseer los
conocimientos necesarios en el campo de la aplicación de la informática en
este tipo de estudios. Recuerdo que no hace mucho en la década del 90, una
institución policial, intentó crear un sistema informático aplicando esta clave,
sistema por demás fallido en la misma y que si se aplicaba el sistema AFIS en
nuestro país, este era incompatible con dicho proyecto.

Cabe mencionar que el sistema AFIS, es internacional, por tanto


las naciones que lo aplican están en línea para evitar cualquier fraude delictivo
con documentos de identidad. Como podemos ver la seguridad de un
documento de identidad es importante debido a que, no sólo se exponen los
ciudadanos de un país, sino que además el país mismo, tanto internamente
como externamente. De ahí la importancia que tienen estas dos recientes
noticias acerca de la vulnerabilidad que ha presentado este nuevo documento,
que por lo demás fue propuesto, como se puede leer en una carta publicada en
internet en la página www.registrocivil.cl/registro/cd01/carta.htm, a través de la
cual se responde al diputado Pablo Prieto Lorca, a raíz de una publicación suya
en el diario la Tercera, de fecha 05 de diciembre del 2002 (se menciona en esa
carta la página 3, pero es erróneo corresponde a la página 6), exponiéndose lo
siguiente: “El diseño y contenidos de la nueva cédula de identidad se ajustan a
las recomendaciones de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI)
para documentos de viaje de lectura mecánica, mientras que su uso como
documento de identificación cuenta con los sistemas tecnológicos más
avanzados y eficientes que lo transforman en una cédula confiable, durable y
segura que permite la detección de falsificaciones y adulteraciones”. Sin
embargo, la realidad hoy en día es otra, entonces ¿qué falló? A la fecha de la
mencionada carta, ya existían otras técnicas de control de identificación en
materia de seguridad de documentos, como por ejemplo la lectura del IRIS, y
que es de los 90 aproximadamente, sin embargo su costo para nuestra nación
era elevado, sin embargo el costo del actual documento identificatorio tampoco
es muy bajo, entiendo que es alrededor de unos $ 3.000, no se el costo dado
que aún no he querido obtener este documento por dos razones:
a) Mi actual cédula aún esta vigente,
b) El documento no me convence en materia de seguridad.

No soy quién para proponer algún producto, pero si se que es


imprescindible que en la confección de cualquier documento de identidad
nacional en cualquier país, es necesario y pertinente que se conforme un
equipo de trabajo integrado por los mejores especialistas de cada área y que
no debe incurrirse en el craso error de imponer dentro de este grupo de trabajo
a quienes tan sólo tengan determinados puestos o alcances políticos o de otra
índole, que les posibilitan integrar grupos de trabajo en los cuales se ve
involucrada la seguridad de la identidad de las personas y por ende la
seguridad de toda una nación. Debemos recordar que a través de un
documento de identidad un delincuente puede generar solicitudes de diversos
tipos de créditos que afectaran a las personas y de igual forma al Estado.

Conclusiones:

1. Para la confección y/o creación de algún tipo de documento de identidad es


indispensable contar con el apoyo de expertos en documentoscopia que se
encuentren en la vanguardia de las nuevas tecnologías en la confección de
este tipo de documentos.

2. No se debe confeccionar un documento de identidad nacional basado tan


sólo en el costo de los mismos, dado las implicancias que trae consigo la
vulnerabilidad de la identidad de las personas de una sociedad al no poseer
las adecuadas medidas de protección, que resguarden la seguridad personal
de la identidad de las personas y por ende a la seguridad del estado.

3. Es imprescindible el manejo adecuado de la totalidad de las técnicas de


adulteración y/o falsificación que hayan afectado a los documentos de
identidad tanto a nivel nacional como internacional, por el profesional en
documentoscopia que sirva como asesor en la confección de algún tipo de
documento de identidad nacional de cualquier país.

4. De aquí se infiere que los peritos en documentoscopía deben actualizar sus


conocimientos en el área de la informática, sin caer en la experticia
informática, sino que tan sólo deben conocer lo suficiente de esta disciplina,
a fin de poder realizar los peritajes pertinentes en aquellos archivos de origen
computacional.

5. Debemos recordar que, no existe el documento infalsificable, sino que


existen las dificultades para evitar las falsificaciones. De ahí que es
imprescindible generar mayores dificultades en un documento de identidad
para evitar su fácil adulteración, ya sea por medio de la aplicación de
productos de difícil adquisición en el mercado, o bien a través de los
elementos de seguridad insertos en los soportes.

6. Es necesario aplicar elementos de seguridad de fácil y rápido control en un


documento de identidad y si por algún motivo los mismos requieren de algún
instrumento lector o interpretador de los elementos de seguridad, es
necesario proveer a los organismos públicos pertinentes de los lectores para
que puedan así realizar los controles correspondientes y verificar la
autenticidad de los documentos.
Glosario

AFIS: Automated Fingerprint System

ASCII: American Standard Code for Information Interchange, Código


Americano Normado para el Intercambio de Información

BIPE: Brigada de Investigaciones Policiales Especiales, (Policía de


Investigaciones de Chile)

BRICO: Brigada Investigadora del crimen Organizado, (Policía de


Investigaciones de Chile)

BRIDEC: Brigada de Delitos Económicos, (Policía de Investigaciones de Chile)

CNI: Central Nacional de Información (existente en el gobierno militar)

FPMR: Frente Patriótico Manuel Rodríguez (grupo de extrema izquierda en


Chile)

GFS: Global Forecast System

INP: Instituto de Normalización Previsional de Chile

OAC: Oceanic Area Central Center

OIPC: Organización Internacional de Policía Criminal

OCR: Optical Caracter Recognition: Se utiliza para identificar caracteres en un


documento, es el reconocimiento de caracteres de texto impresos y/o escritos
a través de un sistema digital (periférico que corresponde a un escáner) que
captura el documento por medio del escaneo del caráter, que luego se
transforma en código ASCII que es el que más se utiliza en el proceso de
datos, esta tecnología se desarrolló en la década de los 70, por Raymond
Kurzwell.

Bibliografía

Diario la Tercera, marzo 2004.

Técnicas de adulteración de documentos de identidad, Rodolfo Saez Muñoz,


1993. Inédito.
Experiencia personal del perito en casos relacionados con la nueva cédula de
identidad chilena autor del artículo

* Perito en Documentoscopía. Licenciado en Historia y Geografía. Director


SIPDO Chile. Miembro de la Sociedad Internacional de Peritos en
Documentoscopía. Miembro Honorario del Instituto de Ciencias Forenses
Peruano.
http://www.poder-judicial-bc.gob.mx/admonjus/n24/AJ24_004.htm

Revista 24 (Formato Electrónico)


Abril 2005
Vol. VIII, Año 9
Cuarta época

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