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ecursos naturales en el Perú, el país con mayor

biodiversidad del mundo


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“La conservación es un estado de armonía entre el hombre y la tierra”, escribió en 1948 el


ambientalista estadounidense Aldo Leopold. En el Perú, uno de los 12 países megadiversos del
planeta, esta máxima podría verse confirmada en el duradero romance entre la pacha mama
(madre tierra) y los primeros peruanos quienes, incluso, convirtieron en deidades varios
elementos de la naturaleza.
En tiempos más recientes, la importancia de los recursos naturales en la historia del Perú está
inmortalizada en su escudo nacional, donde una vicuña, un árbol de la quina y una cornucopia
comparten protagonismo. Incluir las riquezas del reino animal, vegetal y mineral en el símbolo
nacional heráldico es una importante muestra del ancestral respeto de los peruanos por la
naturaleza.
Hablar de los recursos naturales del Perú es hablar, también, de la contribución de este país al
mundo, y si de hablar de aportes se trata, la historia de la papa es un excelente ejemplo para
empezar. No es novedad que este tubérculo ha alimentado a millones de personas en los
últimos siglos, sin embargo, la historia de la papa empezó ocho mil años atrás, en el altiplano
peruano donde fue domesticada por comunidades de cazadores y recolectores. Posteriormente,
los incas seguirían experimentando con ella e inventarían el chuño, papa seca con la apariencia
de una pequeña galleta en la que se concentra todo el valor nutritivo del tubérculo.
En la actualidad, los recursos naturales del país alcanzan casi todos los niveles: el Perú es
considerado uno de los doce países con mayor diversidad biológica en el mundo, es fuente de
recursos genéticos fundamentales para la alimentación mundial y cuenta con enormes
cantidades de minerales (fue uno de los tres principales productores de cobre, zinc y plata en el
2017). Como si fuera poco, posee en su territorio enormes cantidades de recursos
hidrobiológicos, además de colosales reservas hídricas, líquidas y sólidas. En la Amazonía
andina se genera una significativa cantidad de especies y recursos naturales por lo que es
considerada uno de los bosques selváticos mejor conservados de todo el mundo.

Ecosistemas y especies
Como ya se dijo, el Perú es uno de los países más biodiversos y alberga en su territorio más del
70% de la biodiversidad del planeta. Esto se ve reflejado en su flora y fauna, consideradas entre
las más variadas del mundo. En este país se reconocen 11 ecorregiones, entre las que destacan
el mar frío, el mar tropical, el desierto costero, el bosque seco ecuatorial, el bosque tropical del
Pacífico, la serranía esteparia, la puna, el páramo, los bosques de lluvias de altura (selva alta),
el bosque tropical amazónico (selva baja) y la sabana de palmeras. Una muestra de cómo esta
diversidad impacta en la cantidad de especies que habitan el país, es el descubrimiento, en
2015, de 71 plantas, 33 especies de fauna terrestre, seis peces de agua dulce, peces de agua
salada, insectos, entre otros. Estos se suman a especies endémicas emblemáticas como la
vicuña, la taruca, el gallito de las rocas o la inmensa variedad de peces del mar, ríos y los lagos
peruanos. En cuanto a la flora endémica -la vegetación que crece por si sola de forma natural,
sin intervención del hombre- algunas de las más importantes son: los pastos naturales de la
región andina, los bosques de la región amazónica y la vegetación de las lomas costeras.

Recursos naturales: carpintero peruano (Colaptes atricollis, Black-necked


Woodpecker)

Minerales
Gran parte de los minerales más valiosos del planeta se encuentran en el privilegiado subsuelo
peruano. El oro, el plomo, la plata y el zinc se encuentran entre los principales recursos
metálicos producidos en el Perú. Además, el petróleo y el carbón son recursos minerales no
metálicos que se encuentran en abundancia en el territorio peruano.
Gracias a estas sorprendentes cifras, la minería peruana se posiciona en el primer puesto en
producción de oro, zinc y plomo. Por su parte, en cuanto a producción mundial, la herencia
productiva de oro y plata, importante legado histórico de las civilizaciones precolombinas
peruanas, ha perdurado notablemente: Perú ocupa el segundo lugar en producción de plata con
4,100 toneladas métricas, el sexto lugar en producción de oro (4.8%), y es también el segundo
productor de cobre con 2 353 859 toneladas métricas.

Artesanía de filigrana de plata en Catacaos

Amazonía y bosques
Definitivamente, la Amazonía y los bosques selváticos son dos de los espacios de mayor
riqueza natural del Perú y el mundo. Pero no solo eso, además de su riqueza biológica, la selva
amazónica produce el 20% del oxígeno de la tierra, esto le ha hecho merecedora del
sobrenombre “el último pulmón del planeta”.
Sus enormes bosques se dividen en tres tipos: bosques húmedos amazónicos, bosques secos de
la costa y bosques húmedos relictos andinos. A raíz del aumento de la demanda de recursos y el
impacto que esto ha generado en los bosques selváticos, se han desarrollado programas de
preservación a ecosistemas, áreas verdes y bosques, con una activa participación de sus
comunidades, quienes han sabido conservar el ancestral respeto por la madre naturaleza,
viviendo en armonía con su entorno y contribuyendo activamente a su cuidado. Un claro
ejemplo de esto es el esfuerzo que se realiza para la preservación de la vicuña, especie
emblemática del Perú (y figura del escudo nacional), en la Reserva Nacional Pampa Galeras
Bárbara D’Achille en Ayacucho.

e la cantidad total, el 96,5 % es agua salada y se distribuye entre los


océanos, mientras que el restante 3,5 % es agua dulce que se encuentra
a nivel superficial en forma de ríos y arroyos, a nivel subterráneo en
forma de acuíferos naturales, y en forma de hielo en los polos y cimas
de montañas.

Conservación de los Recursos Naturales


La conservación de los recursos naturales es de fundamental importancia para mantener la base
productiva del país y los procesos ecológicos esenciales que garanticen la vida.

En lo referente a los recursos naturales no renovables o agotables, se deben tener en cuenta


dos aspectos fundamentales:
· Evitar el despilfarro, o sea, reservar recursos suficientes para el futuro. Con demasiada
frecuencia, y por la urgencia de obtener ganancias, no se planifica un uso prudente de estos
recursos, con una visión hacia el futuro.

· Evitar que su uso tenga consecuencias negativas para el medio ambiente, el hombre y otros
recursos. Este aspecto se refiere esencialmente a evitar la contaminación ambiental. Con
frecuencia, los impactos sobre el ambiente y otros recursos naturales (agua, aire, suelo, diversidad
biológica) son tan intensos que disminuyen la rentabilidad a futuro por la explotación de los
recursos no renovables.
En lo referente a los recursos naturales renovables, las prioridades deben estar orientadas a
mantener la base productiva mediante un manejo de los mismos, que implica utilizarlos con
prácticas que eviten el deterioro y regenerar los que están degradados. En este sentido, es de
altísima prioridad en el país:

1. Manejar los recursos marinos y evitar la explotación irracional que reduzca los stocks
disponibles. Casos como la sobreexplotación de la anchoveta y la reducción drástica de las
poblaciones de lobos marinos y aves guaneras no deben repetirse. El mar y sus recursos son una
fuente inagotable de alimentos y recursos, si se manejan técnicamente.
2. Manejar los recursos hidrobiológicos de las aguas continentales. Son de alta prioridad el
manejo del camarón de río en la costa, los espejos de agua de la sierra y los recursos pesquemos
en la Amazonía. El desarrollo y la difusión de técnicas de acuicultura y el control de la
contaminación de las aguas son de suma importancia a futuro.
3. La conservación de las tierras agrícolas es una de las necesidades más urgentes por su
escasez y los procesos de deterioro en curso, que están comprometiendo la seguridad alimentarla.

4. La conservación del agua, especialmente en la costa, en las vertientes occidentales y en la


sierra es otro aspecto de extrema urgencia. El manejo del agua debe tener dos aspectos
prioritarios: el manejo integral de las cuencas y el control de la contaminación ambiental.
5. La conservación de la cobertura vegetal en la costa y la sierra es no menos urgente. En estas
regiones se hace necesario contar con agresivos programas de reforestación, de urgencia para la
conservación de las cuencas y para generar recursos forestales a futuro. El manejo de las pasturas
altoandinas es extremadamente urgente para evitar la erosión.
6. El ordenamiento o zonificación del espacio en la selva alta y en la selva baja, para el uso
ordenado de los recursos y la protección de las comunidades indígenas. Aquí prevalece un
desorden muy peligroso, que es causa de tensiones sociales y de despilfarro de recursos.
7. La conservación de la diversidad biológica de las especies, los recursos genéticos y los
ecosistemas representativos es una necesidad impostergable. El Perú no puede seguir perdiendo
sus recursos vivos, que son fuente de beneficios económicos (alimentos, turismo, cultivos, materias
primas, medicinas, etc.), cultural y científica

Escasez del agua en el Perú


El Perú es uno de los países más susceptibles al cambio climático y por ende, a
la escasez del agua. No hay que esperar muchos años para notar que este
problema ya afecta nuestro país.

En el Perú, una persona requiere al menos 50 litros de agua para beber y asearse,
según cifras de la Organización Mundial de Salud (OMS). En Lima, el consumo
medio varía según los distritos; por ejemplo: en Lurigancho-Chosica en 2011 cada
persona gasta cerca 15,2 litros de agua, mientras que en San Isidro se usa 447,5
litros, según cifras que datan de 2011.

La escasez del agua se da principalmente en las zonas con menos recursos


económicos, motivo por el que muchos peruanos compran agua a camiones
cisternas, exponiéndose a enfermedades como diarrea, hepatitis A, tifoidea, entre
otras.

En el interior del país la situación es peor debido a las pocas fuentes de agua aptas
para el consumo humano. Además, el uso de este recurso está racionalizado, de
modo que algunas familias solo cuentan con agua potable durante dos horas a la
semana. Esto también afecta a la economía, ya que sin agua, la producción de
cultivos disminuye considerablemente.

Recursos naturales en el antiguo Perú

Los recursos naturales en el antiguo Perú, se dice que primeros peruanos hallaron


guanacos y vicuñas. Del cruce de guanacos y vicuñas, nacieron llamas y alpacas. Tales
animales sirvieron de alimento y abrigo, además de medio de transporte. Sus excrementos se
usaban como fertilizantes y combustible, práctica que se mantiene. Los antiguos peruanos se
alimentaron igualmente de otras especies animales, como los cuyes, que siguen siendo
consumidos en todo el país.
El cuy es un roedor muy limpio, herbívoro, pues se alimenta de plantas.
La pesca fue importante para los recursos naturales en el antiguo Perú, al comienzo
nuestros antepasados cogían mariscos y peces con las manos. Al inventar anzuelos, con
espinas y conchas, y luego las redes, incursionaron en pesca marítima en aguas más
profundas. También aprovechaban especies de ríos y lagos.
Entre las primeras semillas domesticadas estuvieron las de frijoles y pallares. Los antiguos
peruanos llegaron a domesticar más de 160 productos. Ejemplos: Papa, mashua, quinua, oca,
kiwicha, olluco, maní, yuca, tomate, cacao, zapallo, camote, ají, maíz. También frutas, como
chirimoya, guanábana, lúcuma, pacae (semillas domesticadas muy importantes para
los recursos naturales en el antiguo Perú). Domesticaron además el algodón, de mucha
utilidad en la industria textil, para la que también se utilizó lana de auquénidos.
La papa: Fue alimento básico de los peruanos. Hasta ahora es reina de la mesa en el Perú y
en muchos países del mundo. No sólo contiene carbohidratos, sino nutritivas proteínas,
vitaminas y potasio. Fuera y dentro del Perú la papa ha salvado del hambre, de la muerte, a
millones de personas. El Perú es el país con mayores variedades de papa en el mundo. Hasta
el momento se han determinado más de tres mil clases de ese tubérculo.
El maíz: Se aprovechaba, como hasta ahora, en su forma tierna, llamada choclo, de granos
grandes, blancos. Del maíz, sobre todo de color morado, los antiguos peruanos obtuvieron la
chicha, refresco por excelencia. Al fermentar, o madurar, adquiría alcohol y podría ser más
fuerte que la cerveza y el vino. La chicha morada, sin fermentar, continúa siendo una de las
bebidas más populares en el Perú y es mucho más saludable que las llamadas gaseosas.
En base a sus observaciones, los antiguos peruanos se convirtieron igualmente en hábiles
estudiosos del clima. Elaboraron calendarios que permitía saber con anticipación cuándo iba a
llover, en qué época aumentaba o disminuía el caudal de los ríos. Así pudieron fijar fechas
para la siembra y la cosecha. En resumen: Llegaron a conocer bien la Naturaleza.
De esa manera, los antiguos peruanos dejaron de ser nómadas, dejaron de ir de un lado a
otro en busca de comida. Se convirtieron en «sedentarios», al establecerse en una porción de
tierra determinada, donde había productos alimenticios. Las primeras viviendas, muy
rudimentarias, se levantaron cerca de sus sembríos y ríos. Dichas casitas primitivas, se
hicieron con madera, piedra, barro, esteras. Esa técnica perdura hasta nuestros días.

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