ABRAHAM MORALES ACOPA

TEOLOGÍA PASTORAL ---------- LIC. JOEL ARENAS BLANCO

SUFRIMIENTO
Leonardo Boff comienza diciendo que el sufrimiento se ve desde la historia como algo
negativo a lo que el hombre se ha tenido que enfrentar y que ha tenido que combatir para
liberarse de muchos obstáculos. En la primera parte de este tema “El misterio y la pasión
por la liberación” parte de la figura de un sacerdote y se nos habla desde un ambiente social
que no vegeta como los árboles frutales, sino como los captus lleno de sequedad y
sufrimiento en donde muchas veces el crsitianismo los instruye con una venda en los ojos,
donde les hace ver a la miseria como voluntad de Dios. No es así, ya que evangelisar
implica hacer valer los derechos de la persona humana, promover y liberar
sociopolíticamente.
Dice también, que el análisis del Ev. implica la inclusión de los demás, se debe
aterrizar en la vivencia cotidiana, en la conciencia del valor de la persona como sujeto y o
como objeto. Esto implica el reino dice el autor , pero se debe llevar a la vida con Dios, a
un futuro feliz justo. Esta exigencia por el Reino produce conflictos y Cristo mismo
produce conflictos como conversión y liberación, aun cuando a veces se tenga que asumir
sufrimiento por fidelidad a Dios y amor a los hombres.
Por otra parte dice tambien que la pobreza nace por un problema de justicia, de falta
de solidaridad, por las ganancias desmedidas de algunos. Se habre un proceso de
sufrimiento en cuanto que al reclamar los derechos del pobre, del marginado, del
trabajador, el ric, el patrón se sienten amenazados y actúan en contra del necesitado. Es ahí
donde comiensa ese sentido de pasión por el sufrimiento, ya que sufrir tiene sentido de
dignificación, así murieron todos los profetas y el mismo Jesus de Nazaret. Nadie sifre por
sufrir, por eso no debe buscarse en sufrimiento sino para combatir al sufrimiento.
En un segundo momento el Boff se pregunta ¿Qué dignifica al sufrimiento? Y
responde que es la causa justa la que hace digno al sufrimiento y consiste en tomar la
justicia de los explotados y los derechos de los últimos en contras de sistemas que
atropellan la dignidad humana, ya que domestica los valores de las religiones y encuadra a
Dios en sus propias realizaciones y se vuelve opresor. Sin embargo, es ahí donde el profeta
debe levantar la voz aunque las consecuencias sean severas, pero debe partir desde el pobre
en quien se encuentra con Dios.
Así mismo, la fe crsitiana, dice el autor que es un absoluto sagrado en la vida del
hombre y en un Dios que hace trascender ante cualquier dolor y sacrificio. Es por ello que
la fe debe vivir de un mundo de fraternidad con atención a todos los convertidos, ante una
actitud de libertad, para que el que sufre libremente viva tambien de la esperanza que
transfigura el sentido de sus suplicios. Esta esperanza cristiana se presenta como una
profecía sobre el hombre en un futuro que se prepara en el presente. Es una fe en pos de la
salvación y la liberación, ya que no se basa en el acontecimiento salvífico sucedido, sino en
lo que ha de venir para la humanidad, es decir, el reino viene como fruto del esfuerzo
humano que ayuda a Dios a gestar el futuro definitivo.
En una tercera intervención, Leonardo Boff habla del misterio de la pasión del
mundo que parte de la experiencia del sufrimiento dignificador de donde surge una serie de
interrogantes en donde descendiendo al análisis del sistema se puede luchar con sentido y
con eficacia contra los males del mundo. Finalmente, el autor pone de manifiesto que el
sufrimiento y el mal ontológicos constituyen así la tierra avandonada para la esperanza
haciendo soñar en una liberación total. En con miras a lo anterior que el mensaje cristiano
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quiere ser un germen de esperanza. Solamente en una lucha contra el mal se hace legítima
la reflexión de la passio mundi y esto no constituye un problema sino un misterio.