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UNIVERSIDAD CATOLICA DE HONDURAS:

ASIGNATURA: MECANICA DE SOLIDOS II

Docente: JOSE IVAN MERAZ

ALUMNO: CARLOS ANDRES RODRIGUEZ


SALGADO

NUMERO DE CUENTA: 0715200300073

19 DE SEPTIEMBRE DEL 2022


introducción:
El objetivo principal de la Resistencia de Materiales es el de
proporcionar al ingeniero los medios para analizar y diseñar
estructuras o componentes capaces de soportar las cargas y acciones
a las que Estos estén o pueden estar sometidos durante su vida ˙tal.
Tanto el análisis como el diseño de cualquier componente estructural
conlleva la determinación de tensiones y deformaciones. Los
conceptos de tensión y deformación son, por tanto, básicos en la
exposición de esta materia. La Resistencia de Materiales y la Teoría
de la Elasticidad, como partes integrantes de la Mecánica de Salidos
Deformables, son dos disciplinas con objetivos comunes: ambas
abordan el estudio de la resistencia (estado de tensiones) y la rigidez
(estado de deformaciones) de cuerpos sólidos deformables
sometidos a la acción de sistemas de fuerzas en equilibrio estético.
Asimismo, ambas parten del principio de linealidad entre acción y
respuesta; esto, como se ver· en lo que sigue, implica que el
comportamiento de los materiales es elástico y que los movimientos
que se producen son pequeños. La Resistencia de Materiales limita
su campo de aplicación a ciertos tipos de elementos estructurales
(vigas, columnas, etc.) sustentados de ciertas maneras
predeterminadas (apoyos simples, articulaciones, empotramientos,
etc.) y sometidas a ciertos tipos de acciones (fuerzas puntuales y
repartidas, generalmente, y otras acciones venidas de forma
adecuada). Esta restricción previa en cuanto a las geometrías,
condiciones de apoyo y acciones consideradas permite la
formulación de ciertas hipótesis de partida y de un planteamiento
implicado apto para la resolución analítica de multitud de problemas
de ingeniería.

La Teoría de la Elasticidad, por su parte, afronta el problema


mecánico en su forma más general en cuanto a geometrías,
condiciones de contorno y tipos de acciones consideradas. Esto
conlleva un rigor que precisa de un planteamiento matemático que
impide obtener soluciones analíticas, salvo para un número limitado
de casos, requiriendo el uso de métodos numéricos aproximados
(diferencias Emitas, elementos Anitos, etc.) para la resolución de la
mayor parte de problemas de interés práctico. Dados sus objetivos (y
principios) comunes, la Resistencia de Materiales y la Teoría de la
Elasticidad siguen caminos paralelos pr·cticamente desde sus inicios
y, a partir de la sistematización de ambas, no es fácil delimitar de
forma nítida los ·ámbitos respectivos. Desde la perspectiva actual, es
habitual considerar a la Resistencia de Materiales como una parte
subordinada de la, más general, Teoría de la Elasticidad. En cualquier
caso, ambas disciplinas manejan multitud de conceptos comunes,
tales como los de fuerza, desplazamiento, tensión, deformación,
equilibrio, compatibilidad, linealidad, etc. En este Capítulo se
presentan y desarrollan los conceptos de tensión y deformación, que
serán utilizados a lo largo de los temas posteriores. La noción de
tensión como fuerza aplicada por unidad de superación y su relación
con la resistencia estructural se debe indudablemente a Galileo. La
definición moderna de deformación ingenieril como alargamiento
unitario se atribuye a Cauchy, aunque ciertamente debía manejarse
con anterioridad.

La Resistencia de Materiales puede considerarse como aquella parte


de la mecánica de solidos Deformables que resulta de aplicar la
Teoría de la Elasticidad a un tipo restringido de problemas que se
plantean en el día a día de la Ingeniería Estructural para posibilitar su
resolución de forma analítica. Esta categoría de problemas viene
definida, fundamentalmente, por: La restricción en la definición del
problema elástico. Así, la Resistencia de Materiales se aplica a piezas
prismáticas (vigas, columnas, barras, ejes, etc.) que están apoyadas,
articuladas o empotradas y sometidas a la acción de fuerzas
puntuales o repartidas, descensos de apoyos, cargas térmicas, etc.
La adopción de ciertas hipótesis fundamentales. Estas hipótesis
permiten, por un lado, definir un problema lineal y, por otro, abordar
un problema inicialmente tridimensional (las piezas tienen longitud,
altura y anchura) como un ensamblaje de problemas básicamente
unidimensionales (las piezas se representan como líneas). Se
presentan en este Capítulo, en forma breve, los fundamentos de la
Resistencia de Materiales. Se introducen, primero, conceptos
elementales como el de pieza, estructura, apoyo, enlace, etc., y
después otros de importancia fundamental como los de esfuerzos
sobre una sección, estructuras isostáticas e hiperestáticas,

Objetivo de la Resistencia de Materiales

La Resistencia de Materiales, como parte integrante de la mecánica


de Estructuras, tiene como objetivo fundamental determinar la
respuesta de las estructuras cuando

Estas se ven sometidas a las diferentes acciones que deben soportar


durante su construcción y vida útil. Por respuesta estructural se
entiende, básicamente, la determinación de los estados de tensión y
deformación a los que la estructura va a estar sometida por efecto
de los diferentes estados de carga que se consideran.

La determinación de los estados de tensión es necesaria para


comprobar la satisfacción de los criterios de resistencia que
establecen las correspondientes normativas y los usos de buena
práctica, de cara a garantizar la seguridad de las estructuras. Por su
parte, la determinación de los estados de deformación suele ser
necesaria para satisfacer los criterios de rigidez, que están a menudo
ligados a requisitos de funcionalidad de las estructuras. Por tanto, la
Resistencia de Materiales pretende establecer las condiciones de
resistencia y rigidez de las estructuras analizadas. Ambos aspectos se
abordan en los dos tipos de problemas fundamentales que se
plantean en la práctica ingenieril: el dimensionamiento y la
verificación de estructuras.
El proceso de construcción de una estructura empieza por la
concepción de Esta. En esta fase se determina su tipología y se
idéntica las acciones que actuarán sobre ella. En ese momento entra
en juego la Resistencia de Materiales para evaluar la respuesta
estructural del correspondiente prediseño estructural. En función de
los resultados obtenidos, se procede al dimensionamiento de los
elementos estructurales, es decir, a dar valores concretos a las
dimensiones de Estos. Después, se pasa a la fase de definición del
proyecto, en la cual se persigue satisfacer los requisitos previstos. En
esta fase se pueden medicar o ratica las diversas decisiones tomadas
en la fase previa. En cualquier caso, se definen y concretan la
tipología estructural y las acciones a considerar (peso propio, cargas
vivas, etc.). Se pasa entonces a la verificación del modelo estructural
resultante. Si esta comprobación a posteriori del diseño estructural
es satisfactoria, se elabora el proyecto definitivo; si no lo es, es
necesario volver a la fase de definición. Se procede, pues, de forma
iterativa hasta que se satisfacen adecuadamente todos los requisitos
necesarios.
RESUMEN

En la realización de toda obra civil se requiere seguir una serie de


procesos que van desde el diseño del proyecto hasta su presupuesto
y ejecución. Desde la perspectiva del diseño estructural, es necesario
seguir un conjunto de lineamientos y parámetros para su desarrollo,
de manera que resulte satisfactorio para el propietario y que cumpla
con los requisitos de seguridad, economía y estética. Tales
lineamientos y parámetros a tomar en cuenta en el diseño
estructural, se deben fundamentar en procedimientos establecidos
en normativas locales y especificaciones actualizadas para lograr con
sus objetivos; en este sentido las estructuras de techo se encuentran
en un segundo plano, ya que en el ámbito local no se cuenta con la
reglamentación y cantidad de información necesaria para definir
esos parámetros a seguir en un diseño de este tipo de estructura.

En la práctica común, si no se cuenta con suficiente información


acerca del diseño estructural de estructuras de techo, el encargado
de la construcción asume ciertos detalles y procede muchas veces
con la experiencia empírica para completar la información faltante,
ya que por la falta de tiempo o conocimiento del tema se hace muy
difícil completar adecuadamente el diseño. Esta práctica genera
como resultado estructuras de techo deficientes en el aspecto
estructural, ocasionando que los componentes fallen bajo ciertas
condiciones de carga para las cuales no ha sido diseñados; por otra
parte, si la solución está sobredimensionada, genera costos de
ejecución mucho mayores a los que se pueden lograr siguiendo un
proceso de diseño estructural optimo.   El presente estudio consiste
en brindar los lineamientos generales para establecer un adecuado
proceso del diseño estructural de estructuras de techo a base de
perfiles metálicos, basándose en una investigación de las formas
estructurales más comúnmente utilizadas y comercializadas en el
país, el comportamiento estructural del sistema de techo y cada uno
de sus componentes y el dimensionamiento adecuado de los
elementos y sus conexiones según la metodología de diseño por
resistencia última. Adicionalmente se incluye el procedimiento de
análisis y diseño de una estructura de techo utilizando un software
de aplicación y por último la evaluación del costo directo generada
por dicha estructura.
DEFORMACIONES DE LAS ESTRUCTURAS

Todo elemento estructural sometido a la acción de cargas se


deforma. En la mayoría de los casos las deformaciones son
imperceptibles, y deben ser medidas con el auxilio de instrumentos.
Podemos definir la deformación de un elemento estructural como
una alteración del estado físico debido a una fuerza mecánica
externa, a una variación de temperatura, a un crecimiento de
apoyos, etc. La deformación puede ser elástica, cuando desaparece
al cesar la acción que lo produce, por lo que las partículas
elementales del cuerpo vuelven a su posición inicial; y permanente,
cuando persiste después de desaparecer la causa que lo ha
producido.
El elemento en el primer caso tiene un comportamiento elástico y
en el segundo un comportamiento plástico o inelástico. En la
Naturaleza no existen deformaciones exclusivamente elásticas o
exclusivamente permanentes, pues cualquier cuerpo estructural,
después de ser deformado, al cesar la acción, no vuelve nunca a las
condiciones iniciales; así, aplicando un esfuerzo pequeño a un cuerpo
muy poco elástico, la deformación tiende a anularse al menos en
parte. En la práctica diremos que el cuerpo se comporta
elásticamente cuando la deformación permanente que sufre es casi
imperceptible. Para extendernos sobre las deformaciones de los
elementos estructurales, vamos a clasificar los mismos y las cargas
que originan las deformaciones.
ELEMENTOS ESTRUCTURALES
Definimos como elemento estructural a uno cualquiera de sus
componentes, viga, losa, columna, etc. Pues si bien la estructura
debe funcionar, y lo hace, como un conjunto, para un correcto
análisis debemos conocer el comportamiento de cada uno de los
elementos.

Podemos clasificar los elementos estructurales según su forma: -


elementos con una dimensión dominante; por ejemplo: vigas,
columnas, pilares, pilotes. - elementos con dos dimensiones
dominantes; por ejemplo: losas, tabiques antisísmicos, láminas,
bóvedas, etc. - elementos con las tres dimensiones semejantes; por
ejemplo: bloques de cimentación, cabezales de pilotes. Los
elementos también pueden ser clasificados según el material que lo
constituye, atendiendo a que la calidad del material usado es
decisivo en la importancia de las deformaciones: - Acero - Hormigón
armado - Hormigón pretensado - Hormigón simple o en masa -
Madera - Mampostería de ladrillo o piedra CARGAS Las cargas que
actúan sobre los elementos estructurales pueden ser: - Cargas
concentradas: son cargas en las que el total de la fuerza está aplicada
en un área muy pequeña, que idealmente se puede asimilar a un
punto. - Cargas repartidas uniformemente: se trata de cargas que
actúan a lo largo del elemento con un valor uniforme; cuando la
carga repartida, lo es sobre un elemento de dos dimensiones
dominantes, tenemos una carga repartida uniforme extendida una
superficie. - Cargas repartidas variables: se trata de cargas repartidas
que actúan sobre la barra, pero con valores variables a lo
largo de la misma. El mismo concepto se extiende a las cargas
extendidas a los elementos estructurales de dos dimensiones
dominantes.
El origen de una carga puede ser: - Peso propio: es la carga originada
por el peso del elemento resistente. - Cargas permanentes: son las
cargas debidas a partes de la construcción que no son estructurales,
pero están fijadas a la misma permanentemente. - Cargas de servicio
o sobrecargas: son las cargas de uso, son las que debe resistir la
estructura diseñada. - Cargas por fenómenos meteorológicos: son las
originadas por el viento a la nieve. - Cargas sísmicas: son las
originadas por un sismo, tectónico o volcánico; inclusive sismos
originados por la acción humana (sismos inducidos). - Presiones o
empujes: cargas originadas por el empuje de suelos, líquidos, con
dirección predominantemente horizontal.

ELECCIÓN DEL TIPO ESTRUCTURAL

Al analizar el comportamiento de una estructura, y de sus elementos


componentes; para diseñarla es importante que el tipo de solución
estructural no sólo esté en función de las cargas y luces libres, sino
también del material a utilizar. Para un mismo edificio, el tipo de
solución más adecuado no es necesariamente el mismo cuando el
material es hormigón armado, en vez de hormigón pretensado. Cada
material tiene un comportamiento diferente y diferentes soluciones
en los detalles constructivos. Estas diferencias van a influir, en gran
medida, en el proyecto de instalaciones, terminaciones, etc.,
inclusive en las tareas de mantenimiento del edificio durante su vida
útil.
El proyectista debe considerar en el diseño del edificio las
alternativas que ofrecen los diferentes materiales, la modalidad de
uso del mismo, costo, uso de sistemas constructivos patentados,
disponibilidad de mano de obra calificada, movimiento de equipo a
la ubicación de la obra. Es importante considerar los puntos citados
al seleccionar el tipo estructural a usar. Seleccionados los materiales
y el tipo de estructura a utilizar, el especialista en estructuras
determinada las cargas previsibles sobre la estructura.

Hablamos de cargas previsibles, porque las cargas que debe


soportar una estructura a lo largo de su vida útil, pueden estimarse
usando valores mínimos especificados por los códigos, o mediante
un estudio más detallado cuando el destino no se encuentra
contemplado en los códigos. Pero, estas cargas pueden variar si se
modifica el destino o uso del edificio. Por supuesto, se espera que en
caso de un uso diferente del edificio, se verifique la capacidad de
resistencia de la estructura bajo las nuevas cargas. Esta verificación
es recomendable, incluso, cuando el cambio de destino implica una
disminución de las cargas de servicio. En el proceso de cálculo de las
cargas es importante contemplar la combinación o superposición de
cargas con distintos orígenes.

Por ejemplo: un muro de sótano está soportando carga vertical (del


entrepiso) y un empuje horizontal resultante de la presión lateral del
suelo. Otro caso frecuente, es la superposición de cargas verticales y
cargas de presión y succión en cubiertas de edificios industriales o
grandes depósitos, originadas por el viento.

En zonas de actividad sísmica, como es el caso de la provincia de


Mendoza, se analiza la acción combinada de las cargas estáticas más
las cargas dinámicas producidas por los sismos. Habiendo definido el
tipo estructural y seleccionado el material estructural, según el
destino se conoce las cargas previsibles. La etapa siguiente será
calcular numéricamente la magnitud de los esfuerzos en cada
elemento estructural. De este proceso se

obtienen los valores de las solicitaciones de flexión, corte,


compresión, tracción y torsión para cada uno, según su función.
Salvo casos ideales teóricos, todos estos esfuerzos están presentes
en cualquier elemento de una estructura, pero afortunadamente,
generalmente sólo uno o dos de ellos tienen una magnitud decisiva
para verificar la capacidad de resistencia del mismo.

El proceso de verificación se realiza con las dimensiones prefijadas de


la estructura, se verifica la capacidad de resistencia en las secciones
más solicitadas, ya sea para un solo esfuerzo o para una combinación
de ellos, por ejemplo: flexión y compresión en columnas, flexión y
corte en vigas. Si los esfuerzos superan su capacidad de resistencia
será necesario ajustar las dimensiones de los elementos, hasta que
alcancen la capacidad de resistencia necesaria. Ello implica, por
supuesto, un control de los valores de los esfuerzos con las nuevas
dimensiones.

DEFORMACIONES Y CONTINUIDAD EN UNA ESTRUCTURA


Todo cuerpo sobre la Tierra está sometido a la acción de fuerzas.
Una de ellas es intrínseca al mismo cuerpo, es su peso, y salvo que el
cuerpo sea alejado de la Tierra no puede abstraerse a esta fuerza. Al
peso del cuerpo, se le suman otras fuerzas, y los elementos
estructurales en una obra de arquitectura, están ideados para resistir
esta suma de fuerzas. Por la acción de las cargas (fuerzas) un
elemento estructural se deforma. Esta deformación en magnitud y
sentido, depende de la fuerza que la origina, de las dimensiones del
elemento y del material usado. Las deformaciones responden a las
siguientes relaciones: - a mayor carga, mayor deformación - a mayor
dimensión longitudinal (luz), mayor deformación - a mayor sección
resistente, menor deformación - a mejor material (mayor módulo E),
menor deformación

PROCESO PARA EL DISEÑO Y CÁLCULO DE UNA ESTRUCTURA


Una vez verificada la capacidad de resistencia de la estructura, por el
método elástico o el método a la rotura, si los elementos
estructurales cumplen con ciertas condiciones de diseño y
dimensiones mínimas, exigidas por los códigos, no es necesario
realizar otra verificación. Como ejemplo el dimensionamiento de una
viga simple de hormigón armado cuya altura total es mayor que el
límite fijado por la norma para controlar la flecha.

En general para vigas o losas de grandes luces, es conveniente


calcular la flecha (máximo valor de la deformada del eje neutro de la
viga), aunque las normas no lo exijan específicamente. La limitación
de la flecha, a un valor máximo aceptable, nos permite controlar la
utilidad del elemento estructural flexionado. De poca utilidad sería
una losa con una flecha de 1 cm o más en su centro

Si se extiende el estudio de la estructura, inicialmente descompuesta


en subestructuras planas, al espacio, considerando la redistribución
de tensiones en la estructura espacial, se pueden obtener
estructuras más económicas y racionales. Esta ventaja se hace más
importante con el desarrollo de materiales con mayor resistencia,
como los hormigones de alta performance, combinación que abre
camino a obras de una envergadura que pocos especialistas en
estructuras imaginaban una década atrás.

Así, se abrió un nuevo modo de ver y de considerar la estructura, y,


desde hace tiempo, los especialistas en estructuras las analizaron
especialmente, dejando de lado el criterio de estructura plana, a la
que se llega por la descomposición ideal de la verdadera estructura,
método usado en estructuras sencillas donde el análisis
tridimensional no aporta ventajas significativas.

En estructuras sometidas a cargas horizontales, el análisis espacial


permite considerar en su justa medida la función resistente de todos
los elementos estructurales. Si analizamos, por ejemplo, un entrepiso
constituido por una losa de H° A°. Para el cálculo, generalmente se
analiza una faja independiente de ancho unitario, considerada como
una viga con sus vínculos extremos apoyados.

Pero, en realidad, cuando la carga no está extendida a toda la losa,


sino que está actuando únicamente en la faja considerada, ésta no
puede deformarse aislada, sin arrastrar consigo las fajas vecinas, las
cuales, oponiéndose contribuyen a la resistencia y a reducir las
deformaciones.

De este análisis del comportamiento del entrepiso como estructura


continua deriva de inmediato al caso de la placa o superficie elástica,
elemento estructural en el que las tensiones internas creadas por
una carga parcial no fluyen, por así decir, en un camino único, sino
que se trasmiten a través de toda la superficie, aprovechando la
colaboración de cada parte con una reducción notable de los valores
de las tensiones. En base al mismo concepto, podemos reemplazar
los amortajamientos planos formados por vigas rectilíneas o de eje
curvo, para sustituirlos por amortajamientos espaciales integrados
por

conexiones de superficies planas o curvas. Se abandona el concepto


de estructura plana con el flujo de tensiones a través de vigas y
columnas de sección limitada, por estructuras con el flujo de
tensiones repartido en superficies más amplias, las que, al repartirse
en una zona mayor tienen una reducción de los valores unitarios y
permiten obtener un notable ahorro de material.

El análisis de la estructura de un edificio como estructura espacial,


está facilitada por la capacidad de cálculo numérico de las
computadoras y de programas orientados a esa finalidad, y que
asimismo permiten analizar diferentes propuestas estructurales para
así seleccionar la más conveniente.

Aprovechando una de las características más interesantes de las


estructuras continuas, que es brindar una amplia gama de soluciones
para un diseño edilicio dado. El proyectista se dejará guiar en cada
caso, dentro de su libertad de elección, por el criterio que responda
mejor a las condiciones de entorno, destino, costos, plazos de
ejecución, y por supuesto seguridad. Todo ello sustentado por un
profundo conocimiento de la teoría de las estructuras y las
tecnologías constructivas.
Círculo de Mohr

Círculos de Mohr para representar un estado de tensión


tridimensional en un punto
El círculo de Mohr es una técnica usada
en ingeniería y geofísica para representar gráficamente un tensor
simétrico (de 2x2 o de 3x3) y calcular con ella momentos de
inercia, deformaciones y tensiones, adaptando los mismos a las
características de una circunferencia (radio, centro, etc.).

También es posible el cálculo del esfuerzo cortante máximo absoluto


y la deformación máxima absoluta.

CIRCULO DE MOHR

El círculo de Mohr es un método gráfico para determinar el estado


tensional en los distintos puntos de un cuerpo. Entre las tensiones
que existentes en un cuerpo sometido a un cierto estado de cargas y
con unas ciertas restricciones, importan en general las tensiones
principales, que son las tensiones que existen sobre ciertos planos
del cuerpo, donde las tensiones de corte nulas. Estas tensiones son
de importancia para el estudio de la resistencia mecánica de una
pieza. Este método tiene aplicación para estados tensionales en dos
y tres dimensiones.

 Teoría del círculo de Mohr para dos dimensiones: Considere un


cuerpo sobre el cuál actúa un estado plano de cargas. Consideremos
al plano de carga para nuestro sistema al plano xy (ver figura 1), de
modo de que no existan esfuerzos en el sentido perpendicular a este
(esfuerzos en z nulos). Adoptamos un elemento triangular donde se
supone que los ejes x e y son principales, o sea las tensiones de corte
en esos planos son nulas.
Conociendo el estado de carga para una cierta terna de ejes se
pueden conocer las tensiones principales de un sistema dado.

 Teoría del círculo de Mohr para estados tensionales tri -


dimensionales: Sea un tetraedro con tres caras ortogonales las cuales
definen un punto O el cuál adoptamos como nuestro origen de
coordenadas, y la cuarta cara es un plano oblicuo.
Supongamos que elegimos los ejes coordenados de modo que estos
son los principales (ejes principales: aquellos en donde la tensión
normal de las caras es máxima o nula y el corte nulo). El tensor de
tensiones en ese caso para un elemento cúbico será:

Estas tres ecuaciones generan tres circunferencias en el plano y son


las ecuaciones que definen los círculos de Mohr para un estado
tridimensional de tensiones, las circunferencias son simétricas
respecto del eje de ordenadas y las tensiones principales se ubican
en el eje de ordenadas. Las desigualdades de esta indican el conjunto
de estados tensionales posibles en ese punto para distintos planos,
con distintas inclinaciones.

Una gráfica a modo de ejemplo se presenta a continuación:


 Caso particular: Existe un caso en donde las tensiones
principales son iguales en módulo, este caso se denomina de
tensiones hidroestáticas, en éste, el círculo de Mohr se representa
por un punto. Se llama así porque este caso se da cuando por
ejemplo un objeto cúbico diferencial se sumerge en un líquido, sus
seis caras están sometidas a la misma tensión y esta es normal a
todas las caras, no importa la inclinación de este objeto, las
tensiones siempre serán normales.
A través de los distintos capítulos de los que se compone este trabajo de
investigación, se han realizado diversas observaciones, discusiones y
comentarios importantes, los cuáles tienen relación directa con los objetivos
mencionados al principio de esta tesis. A continuación se hará una recopilación
de todas estas consideraciones con el propósito de satisfacer tanto el objetivo
general del que parte este estudio, como cada uno de los objetivos específicos.

Por supuesto, para poder conocer la aportación de los sistemas de refuerzo


utilizados en este trabajo y poder utilizarla a conciencia, es necesario
cuantificarla, por lo que la realización de ensayos experimentales con modelos
reducidos se presenta como una buena alternativa, ya que debido a la gran
cantidad de variables que entran en juego en las reparaciones y refuerzo de
estructuras de hormigón con FRP, como son: el tipo de fibra, clase de resina,
sistema de colocación, preparación de la superficie del soporte y la calidad del
hormigón entre otras, los ensayos de adherencia propuestos en este trabajo
de investigación se presentan como una buena herramienta de trabajo para
cuantificar las deformaciones.
BIBLIOGRAFIA:

http://mecanicamateriles.blogspot.com/p/
circulo-de-mort.html

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