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Nació en 1975 en la Ciudad de México. Estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM.

Su obra se
caracteriza por un marcado activismo político que se traduce en acciones locales de carácter performativo, pero
con un matiz de desobediencia civil, incidiendo en el entorno. También se distingue por la utilización de diversos
medios –instalación, diseño gráfico, fotografía, pintura y video–, así como por la inclusión de nuevos materiales –
objetos cotidianos, intervenciones de productos y lenguajes publicitarios de las grandes empresas–. En 1997, crea la
organización sin fines de lucro “Mejor Vida Corp” (MVC), que se
dedica a proporcionar productos y servicios gratuitos a la población
de las grandes ciudades de todo el mundo, a través de
intervenciones públicas que denuncian los daños sociales, económicos
y al medio ambiente de las grandes corporaciones.
Cuevas ha recibido becas y residencias artísticas en México, Canadá,
Reino Unido y Alemania. Ha expuesto en el Museo de la Ciudad de
México, el Museo Tamayo, la Whitechapel Gallery en Londres, entre
muchos otros. Además, ha participado en múltiples muestras
colectivas de museos nacionales e internacionales y en bienales como
la de Sao Paulo y Mercosur.
A través de la intervención de imágenes y objetos de consumo
diario, Minerva Cuevas nos invita a repensar el papel que juegan las
corporaciones en la producción de alimentos y la gestión de los
recursos naturales. Empleando la ironía y el humor, su trabajo busca
provocar la reflexión sobre el impacto que las acciones locales pueden tener en la aplicación de prácticas laborales
justas y la redistribución del flujo monetario. La práctica de Cuevas abarca una amplia gama de medios, incluyendo
pintura, video, escultura, fotografía e instalación, a través de los cuales investiga la política y las estructuras de
poder que subyacen a los lazos sociales y económicos específicos. Sus proyectos interdisciplinarios combinan
aspectos de antropología, diseño de productos y economía para explorar diferentes formas de intervenir espacios
urbanos, museos y galerías. Mientras se apropia del lenguaje del establecimiento (branding, publicidad y comercio), el
artista entrega un mensaje de incumplimiento y resistencia. Una crítica implacable de la realidad, Cuevas descubre
su material de origen a través del análisis de las nociones de valor, intercambio y propiedad que gobiernan una
economía capitalista, así como sus consecuencias.
Rafael Lozano estudió química en la Universidad de Concordia, en Montreal. Era, pues, poco probable que terminara
figurando tan prominentemente el mundo del arte contemporáneo como lo hace hoy. Su trabajo, singular y al tiempo
monumental, deriva de su destreza como artista electrónico y su creación de instalaciones interactivas que oscilan
entre el mundo de la arquitectura y el del performance.
Uno de los intereses más claros de este artista nacido en
la Ciudad de México en 1967 es la participación del público
en plataformas interactivas creadas a través de la
computación y la robótica, frecuentemente en espacios
públicos. Inspiradas en una extraña fantasmagoría, sus
instalaciones lumínicas de gran formato (que integran
algunas de sus piezas más famosas) parecieran
monumentos a mundo extraterrestres y han sido
comisionadas para muchos espacios y sucesos, como las
celebraciones del Año Nuevo 1999-2000 en la Ciudad de
México, además de eventos de primera categoría en
ciudades como Rotterdam, Lyon, Tokio, Dublín, Vancouver y
Abu Dhabi.
El trabajo de Rafael Lozano-Hemmer también sobresale en
su producción audiovisual que incluye videos interactivos,
robótica, fotografía e instalación sonora. Pero su uso de la
tecnología tiene una finalidad especial y también noble: la
rehumanización del sujeto (de su público, tal vez) a través de la tecnología contemporánea y la necesaria vinculación
con la máquina que esto supone. Así su arte es público pero intimista, además de probarse profundamente
evocativo.
El trabajo de Lozano-Hemmer se ha expuesto en muestras individuales en museos alrededor del mundo como el San
Francisco Museum of Modern Art, el MUAC de la UNAM y el Museum of Contemporary Art de Sydney, entre
muchos otros. Además, fue el artista que representó a nuestro país en la Bienale de Venecia de 2007.
La existencia de un artista tan raro como Lozano es sin duda un orgullo para nuestro país. Se trata de un
personaje imprescindible para el arte contemporáneo mexicano, un creador cuya obra es importante abordar y
disfrutar.

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