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El Taekwon-Do y el encuentro con uno mismo.

Alumno: Oscar Rodríguez


Instructor: Néstor Galarraga

Monte grande, 14 de diciembre de 2019

Primeramente quiero agradecer a todas las personas que me han ayudado a estar hoy acá.

No tengo un recuerdo de niño queriendo ser Taekwondista, es más ni sabía que existía esa
palabra, quién podría imaginarselo.
Cuando era chico sólo trabajaba con mi Papá en el campo( Caaguazú- Paraguay), iba a la
escuela y cuando teníamos tiempo jugábamos al fútbol.

Pero cuando rebobino el tiempo y le presto atención a los detalles me doy cuenta de que
siempre me gustaron las artes marciales, cuando trabajabamos tratábamos de hacerlo con más
rapidez para no perdernos de una serie de dibujos animados que eran artistas marciales del
cual éramos fanáticos y a veces en plena labor platicábamos de lo que sucedía en cada
capítulo poniéndonos en el papel de superhéroes, que quizás con esas charlas haciamos volar
nuestra imaginación escapando un rato de esa realidad y de las duras tareas que nos tocaba
realizar siendo todavía unos mocosos.
A la edad de 10 años me preguntaron qué quería ser de grande y respondí: Profesor
En la primaria tenía un profesor a quien todos respetaban mucho, cuando hablaba él había un
silencio absoluto, pero me explicaba siempre con mucha paciencia su materia, siempre me
tomaba de ejemplo por que yo le prestaba mucha atención y había un vínculo de mucho cariño,
yo quería ser como él.
A la edad de 16 años vinimos a Bs.As.
No hablaba español prácticamente aunque lo entendía, pero poco a poco me fui adaptando y a
un año de haber llegado a uno de mis mejores amigos lo golpearon en frente mío, yo sólo
quedé atónito sin hacer nada, la culpa me carcomía la cabeza.
Tomé una decisión y me dije a mi mismo que jamás volvería a permitir que alguien agreda a un
ser querido en frente mío y a partir de ahí fui a practicar Taekwon-Do
Empecé en mayo de 2009 con un Maestro( Sabumnim en esa época) muy bueno, me gustaba
mucho sus clases creía que era una de las mejores personas que me había tocado
conocer( eso creía) con el tiempo nos dimos cuenta de que estábamos equivocados.
También entrenaba con un Sabumnim( Sabum en esa época) que sería un ex alumno
actualmente de ese Maestro con el cual entrenaría muchos años.
Durante esos años siempre sentí que me faltaba algo, pero no sabía qué era exactamente, no
me podía desarrollar competitivamente como yo deseaba y cada vez me sentía menos
inspirado.
Definitivamente me di cuenta que estaba con un guía que no estaba a la altura de las
circunstancias. Yo buscaba seguridad, confianza, motivación, inspiración, presencia etc, pero
eso eran cosas que él no me podría brindar.
Sentía un poco de lástima y cariño a la vez, pero tenía muy en claro que no desperdiciaría mi
vida al lado de alguien que no es capaz de motivarme y enseñarme el verdadero camino del
artista marcial, no veía el ejemplo en él.
Fui a entrenar con quién es mi actual instructor y creo que aprendí más en dos años que todos
los años pasados.

Creo que es muy importante ser un buen alumno y también es muy importante tener a un
instructor muy comprometido, con convicción, que sepa lo que hace y hacia donde se dirige

Empecé a abrirme más a los colegas, a interesarme más por el arte, me volvió a nacer la
motivación a encontrar respuestas a muchas preguntas, en resumen sentí que me había
liberado de unas cadenas que me tenían atado como un perro por años.
Y en consecuencia comencé a disfrutar del Taekwon-Do ya que también me estaba conociendo
a mi mismo.
Conocí mis propósitos, que realmente se podía lograr grandes cosas, empecé también a
escuchar a mí voz interior que se ve que lo había ignorado por años.

El Taekwon-Do es una herramienta muy efectiva no solo técnica y físicamente, sino moral y
sobre todo espiritualmente, que cuando tomas una decisión de atacar o retroceder frente a un
adversario lo mismo se puede aplicar tomando decisiones frente a la vida misma y cada paso
adelante te hace ser un poco más valiente y que el miedo es algo con el que uno siempre va a
lidiar y hay que saber reconocerlo.

El Taekwon-Do es un medio para encontrarme constantemente, cuando me encuentro no hay


miedo, y a veces cuando me pierdo enseguida vuelvo a la búsqueda porque me siento
inseguro.
Y creo que la vida se trata también de eso, perderse para volver a encontrarse con más
entusiasmo, más ganas, proponerse metas más grandes y tener el valor de tomar decisiones
aunque a mucha gente no le guste.
Creo que lo que inconscientemente anhelaba de chico hoy lo soy! Un artista marcial y un
profesor, pero también quiero seguir siendo un alumno eterno, que no desperdicia oportunidad
para seguir aprendiendo, Taekwon!

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