Reporte de lectura sobre Keeping the Wolves at Bay: A Media Training de Jonathan

Bernstein
Emilio López Santibáñez Peña
A través de una explicación bastante clara sobre el «media training» Bernstein nos muestra,
en los primeros capítulos, las claves para una relación eficaz y optimizada con medios de
comunicación. 
Uno de los puntos básicos, es aprender a expresar los mensajes de la forma más clara
posible. Te dice que lo debes de practicar a través de simulaciones de entrevistas en
condiciones estresantes, y de alguna forma, poder medir tu reacción a éstas situaciones de
crisis. 
Lo importante, por otro lado, es el mensaje que le transmites a los «stakeholders» (partes
interesadas). Bernstein, de hecho, menciona que tienes que responder a las preguntas del
reportero pero pensando en compartir tu mensaje con la audiencia. 
Nos menciona una parte básica, y que no muchos saben, y es que nos dice que ninguna
persona es un natural portavoz con perfectas habilidades de los medios - aunque quizás
algunos la puedan tener un poco más desarrolladas ciertas cualidades que otros -. Pero las
habilidades continuamente pueden y deberían desarrollarse, como menciona el autor, ad
infinutum. 
Los principales medios fueron durante mucho tiempo: el periódico, la radio y la televisión.
Y difundían noticias locales, solo cuándo éstas eran trascendentales, las difundían a nivel
nacional o inclusive internacional, en cuestión de días, o semanas. 
En la actualidad, tras la llegada del internet, las noticias de distribuyen a todo el mundo de
forma instantánea provocándose la migración de periódicos a una versión casi-exclusiva en
su sitio web, o los canales de televisión y estaciones de radio que han migrado parte de su
contenido a las principales plataformas electrónicas. 
Este proceso aceleratorio de globalización ha producido la necesidad de generar muchas
noticias en cuestión, no de días, de horas provocando la gestación-propagación de noticias
falsas. 
Aun así, Bernstein nos menciona que la gente ha desconfiado de los medios tradicionales
definiéndoles como creadores de noticias falsas (aunque no sea precisamente la realidad), y
que confían en medios informales que, en realidad, tienden a difundir más noticias falsas
que los medios tradicionales. 
En el momento de la entrevista con el periodista, debes tener en cuenta que se querrá
«meter en tu cabeza», sin embargo, no tomar esto como un ataque más bien consecuencia
de su labor. Y la labor del portavoz, es saber lidiar con ello y difundir los puntos claves de
tu narrativa a los «stakeholders». Además se debe tener en cuenta de antemano que el
periodista preguntará lo que cree que interesará más a la audiencia. 
Otro punto que considerar es la comunicación no verbal, muy importante porque con base
en ello el entrevistador podría endurecer o no la entrevista. Por lo que Bernstein nos
menciona que lo mejor es tener una actitud relajada (consiguiéndolo a través de ejercicios
previo a la entrevista que mejor te funcionen) y no mostrarte a la defensiva frente a cada
pregunta que te hagan; que se verá como que no estás «a gusto» por sentirte culpable por la
pregunta, y no por sentirte nervioso (situación que suele pasarle a un gran porcentaje de
personas durante una entrevista).