El UNO compulsivos es como un terrier, perros pequeños que pueden
causar terror. Primero muerden y luego ladran. No están seguros de que el otro/a sea un adversario/a. como los UNO imponen sus propias normas de perfección a los demás. Cuando alguien les hace daño, se lo dicen a todo el mundo, menos a quien se lo infirió.
El DOS compulsivo es como un gato. Los gatos se acercan a una
persona y se restriegan con ella hasta que están satisfechos, momento en que se marchan. Son huidizos y se acercan sigilosamente. Les gusta mirar fijamente, pero no que los miren. El DOS es afectivo, pero con cierto aire de independencia porque no deja que otro/a le sirva.
El TRES compulsivo es como un pavorreal. Exhibicionistas de salón y
abren las plumas de su cola ante cualquiera. El TRES llama la atención con su vano pavoneo; su preocupación fundamental es hacer lo que sea para gustar a los demás
El CUATRO compulsivo es como un baseet hound. Los ojos y orejas
compiten por ver cual cae más bajo. Son mendigos de las migajas de la mesa. El CUATRO expresa su tristeza como una forma de estar en contacto con los demás.
El CINCO compulsivo es como un zorro, merodean y se esconden en
los troncos. Sólo escogen presas pequeñas. El CINCO tiene una mirada intensa, rondan en el borde de las cosas y sólo se ocupan de las pequeñas que no les ocupen demasiado.
El SEIS compulsivo es como un conejo. Los conejos están siempre
atentos y crispados. Cuando están asustados, escapan corriendo con una histeria tal que a menudo se aproximan a su perseguidor. Como los conejos, a menudo el SEIS se siente en extremo vulnerable y vive con gran aprensión e indecisión.
El SIETE compulsivo es como un mono. Los monos son ruidosos y
curiosos. Viven literalmente en el aire, saltando de rama en rama. El SIETE mira todo lo que hay a su alrededor porque quiere estar dispuesto a vivirlo. Parece estar en el aire porque tiene muchas cosas en marcha y siempre pueden añadir más.
El OCHO compulsivo es como un rinoceronte. A pesar de su terrible
tamaño, son vegetarianos, miopes, cornean o derriban todo lo que no reconocen. Como los rinocerontes, el OCHO ataca primero para asegurarse de que no les harán daño. El NUEVE compulsivo es como un elefante. Son pesados, tan grandes que llegan a aplastar a sus propios congéneres jóvenes sin darse cuenta de su propia masa y peso.
El nueve compulsivo es pesado porque piensa que tienen que estar en
el centro. Se sientan y parecen inconscientes de su propio peso en la situación. Tienden a quedarse donde están sin moverse a otro sitio. LOS TÓTEMS O ANIMALES DE LOS TIPOS REDIMIDOS
El UNO redimido se parece a la hormiga que es extremadamente
activa y se organiza muy bien para lograr un objetivo. Son capaces de levantar cargas inmensas, sólo se comunican de cerca tocándose las antenas. Como las hormigas, el UNO redimido es muy organizado, sabe qué necesidades hay satisfacer y Rápidamente coopera con los demás para crear cosas. Se comunican de cerca invitando a las personas a que tiendan al ideal en vez de empujarlas o presionarlas. El color simbólico del UNO es el plateado; son como diamantes que reflejan luz.
El DOS podría representarse en su faz funcional por PERRO SAN
BERNARDO. O sea, no cualquier perro, sino esos perros de rescate, que no sólo son entrenables para ello sino que instintivamente saben dónde hay alguien en apuros y su instinto les dice que son ellos los que tienen que salvarlo. Allí va el San Bernardo con el barrilito en cuello, tal como el Dos se aparece con el recurso justo ante quien está perdido en la nieve.
El TRES redimido se parece al águila, su aspecto es impresionante,
su movimiento es económico, mantienen sus relaciones toda su vida. Residen cada año en su nido original. El TRES redimido está a gusto con quienes se encuentra. Desarrollan una auténtica lealtad. Su color simbólico es el amarillo brillante, color que no puede pasar por alto, es muy funcional Los
CUATRO redimidos se parecen a un caballo negro, con espíritu libre.
Pueden decidir galopar en cualquier momento. Tienen pasos diversos. Miran a La gente y se acercan con una gracia autodominada. Como los caballos negros, siguen siendo especiales. El color simbólico es el malva que se sitúa en el campo del púrpura. Se visten de manera no llamativa pero siempre con un gusto exquisito.
Los CINCO redimidos se parecen a la lechuza, las cuales tienen dos
posturas: La primera consiste en un descanso vigilante, y la segunda, es su silencio y mortal descenso en picada. No se mueven hasta que tiene en la mira a su presa. Tiene una sorprendente habilidad para cazar animales grandes. Los CINCO redimidos no husmean como zorros, tratan de comprenderlo todo sin involucrarse en nada. Pueden descansar sin dejar de estar alertas. Su color simbólico es el cobalto que es un azul profundo, intenso.
El SEIS redimido se parece al ciervo que siempre está alerta. Sus
orejas pueden Orientarse para situar e sonido. Sus patas son como muelles dispuestos a saltar Ante cualquier peligro. Se detienen a inspeccionar al intruso. Están totalmente adaptados para la supervivencia. Como los ciervos, el SEIS redimido está siempre preparado y alerta para evitar el peligro. Tiene gran habilidad para sobrevivir en medio de las dificultades de la vida porque se basan en la fuerza del grupo. Su color simbólico es el beige, color que combina con todo.
El SIETE redimido se parece a la mariposa, aunque hermosas, son en
realidad monocromáticas. Sus colores son reflejos de la luz del sol en las facetas de sus alas son muy sutiles y aterrizan con suavidad. Los SIETE redimidos llegan a darse cuenta que la belleza que irradian no es suya, sino el reflejo de la presencia de Dios. Su color simbólico es el verde que es un color de vitalidad y vida
El OCHO redimido se asemeja al tigre. Acechan con mucho cuidado
esperando el momento adecuado para atacar. Son capaces de derribar grandes presas Y son selectivos respecto a lo que comen. Son leales y juegan con sus crías con cariño. Hermosos y fuertes. El OCHO es fuerte pero puede esperar a que llegue el momento adecuado para utilizar su fuerza; es leal con la familia y amigos, Sensibles con las personas. Su color simbólico es el blanco y negro. Son personas de todo o nada.
EL NUEVE es como el delfín, inteligente y aprende con rapidez.
Colaboran voluntariamente con otras personas, mantienen una comunicación mutua constante conocidos como los que ahuyentan a los tiburones de las playas. El NUEVE tiene la habilidad de relajarse porque han descubierto su propio valor, son pacíficos. Su color simbólico es el dorado.