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MEDITACIÓN DE LOS 12 RAYOS PARA SANAR

Esta meditación tiene como objetivo sanar tu vida, se recomienda hacer diariamente hasta que el
problema sea resuelto o la meta alcanzada. Antes de iniciar elige que es lo que quieres trabajar y
concéntrate en ello. No te limites a pensar que solo determinadas cosas se pueden trabajar, todo puede
ser trabajado con este método, puede ser cualquier tipo de enfermedad, aún si no sabes con precisión que
es lo que tienes. Puedes trabajar con los síntomas que presentas.

Así como puedes hacer uso de esta meditación para enfermedades del cuerpo también puedes hacerlo
con enfermedades de la mente, es decir, cualquier emoción o problema que altere tu paz. Inclusive para
resolver problemas a situaciones determinadas, relaciones amorosas, situaciones legales, etc., recuerda
que esta meditación es un instrumento de sanación y ya sea enfermedad, sentimiento o situación, que
debe ser sanada puede ser tratado con ella, con los 12 Rayos y con sus Arcángeles y así elevar el nivel
de vibración y encontrar la liberación o solución a tu problema.

Después de cada Rayo, harás una pausa de 20 segundos. Y ésta es para que concluyas y le agradezcas al
rayo con el que estabas trabajando y continuar con el rayo que sigue.

Busca un lugar donde puedas colocar la lamina de la cruz frente a ti. La esfera del centro de la imagen
deberá quedar aproximadamente a la altura de tu pecho.
Mantén tu mirada y atención sobre la lámina, haz tres respiraciones profundas y con cada una de ellas
vas eliminando tensión y te vas relajando. Ahora empieza a respirar a tu propio ritmo, sigue
manteniendo tus ojos bien abiertos y tu atención sobre la lámina con tus pensamientos y sentimientos
bien firmes de que puedes lograrlo.
Repasa y visualiza en tu mente que es lo que vas a trabajar, eliminación del quiste del seno, total
sanación de los órganos del plexo y perfecto funcionamiento, y eliminación de los miomas del
vientre., sencillamente necesitas saber de manera perfecta y muy clara que es lo que quieres hacer y
darte cuenta que eres capaz de conseguirlo.
MEDITACIÓN DE LOS 12 RAYOS
Pide, de manera amorosa, la presencia del Rayo Rosa, del arcángel Chamuel, para que te envuelva en
sus cualidades de amor, claridad y creación para que te aporte la suficiente confianza para seguir
adelante con absoluta seguridad, cuando oigas el sonido agradece la presencia del rayo rosa, en ti.
(Pausa de 20 segundos). Continúa con tus ojos abiertos y visualiza un punto de luz en tu pecho, chakra
de corazón, este punto de luz va creciendo e intensificándose, inclusive puedes sentirlo. Fija tu atención
visual en la esfera central de la imagen, la cual podrás percibir, como empieza a expandirse, ahora tanto
la esfera como tu corazón se conectan entre sí. La esfera pulsa y late con el ritmo de tu corazón, ella se
sincroniza con el latido de tus emociones, date tiempo de sentir la conexión.
Cuando a través de tu atención e intención, abres la puerta para conectarte con los 12 rayos, de manera
más intensa, haz una respiración profunda, lentamente ve cerrando tus ojos, el Rayo Rosa te acompaña
para la fertilidad de tu deseo, invoca la presencia del Rayo Dorado y del arcángel Kiriatrón, para que
sea la presencia del Yo Soy o Cristo Interno, el que guíe tu camino y se manifieste la esencia del
conocimiento en tu ser. Deja que el Rayo Dorado te envuelva y envuelva tu objetivo. (Pausa de 20
segundos).
Llama a la presencia del Rayo Plateado y del arcángel Metatrón, para que se manifieste en ti, la
concentración y la templanza. Cúbrete con el Rayo Plateado y con sus cualidades. (Pausa de 20
segundos). Solicita hacer contacto con la mente Divina, a través de la parte superior de la cruz y con tu
coronilla, esta es la parte superior de tu propio eje. Nuevamente solicitas hacer contacto, pero ahora con
los registros de la salud perfecta, que se encuentran en la Tierra, a través de la parte inferior de la cruz
con tu columna, chakra 1.
Nuevamente haces una respiración profunda, sigues con los ojos cerrados, pero con la imagen de la cruz
fija en tu mente. Siente tu conexión con Dios a través de tu chakra 7 y con la Tierra a través de tu chakra
1 y tus pies. Siéntete parte de la creación.
Invoca la presencia del Rayo Negro o Arcángel Sandalfón, el Rayo Negro, siendo una cualidad de
Dios en ti, va a ayudar a desintegrar, desactivar o eliminar, las causas y los efectos de aquello en lo que
estás trabajando, así también, para que se cierre el ciclo, de enfermedad, de bloqueo o carencia.
Envuélvete con su presencia y dirígelo con tu atención e intención a la zona situada o emoción que
hayas escogido. Así pues, el rayo Negro va a actuar de forma amorosa y en servicio absoluto a tu causa,
permite que su energía se haga cargo de lo necesario y ten presente que debes agradecer. (Pausa de 20
segundos).
Ahora llama al Rayo Rojo o al arcángel Azrael para que se inicien un período de limpieza y de
reconstrucción, ya sea que hayas escogido un cambio en tu vida, que hayas escogido un órgano o una
determinada situación. Te envuelves en el Rayo Rojo y en la presencia del arcángel Azrael, envuelves tu
objetivo y lo dejas trabajar, nuevamente, recuerda agradecer. (Pausa de 20 segundos).
Llama a la presencia del Rayo Naranja y al arcángel Uriel, para que suministre a tu cuerpo, a tu vida,
todos los elementos necesarios para sanar, cúbrete con su energía y concentra el rayo en tu objetivo.
Permite que trabajen. (Pausa de 20 segundos).
Es el turno del Rayo Amarillo o arcángel Jofiel, al invocarlo solicita la sabiduría Divina de esta
energía para que integre de manera perfecta las herramientas necesarias para la sanación o liberación,
permite que la energía se encargue, porque ella ya sabe lo que necesitas, envuélvete y envuelve tu
objetivo. (Pausa de 20 segundos).
Ahora invoca al arcángel Rafael y al Rayo Verde, para que lleve a cabo la sanación y la manifestación
de la verdad en tu vida, solicita que se disuelva la causa emocional que haya generado los problemas,
seas o no seas consciente de ella. (Pausa de 20 segundos). Unes tu voluntad con la voluntad del Padre
envolviéndote en el Rayo Verde y le permites actuar en ti. (Pausa de 20 segundos).
Invoca al Rayo Azul y a San Miguel Arcángel, pídele que aligere y reste densidad a tu objetivo. Que se
fortalezca tu Fe y que te ayude a ser congruente en la impecabilidad de tus palabras, actos y
pensamientos. Visualiza el rayo azul envolviendo tu objetivo, protegiéndote y manifestándose el Poder
y la Fuerza del Padre. (Pausa de 20 segundos).
Invoca al Rayo Violeta y al arcángel Zadquiel le solicitas que transmute tu problema en salud perfecta
otorgando a todas las partes involucradas el don Divino del Perdón, asegúrate de incluirte, te envuelves
con este Rayo y le ofreces el perdón a tu cuerpo y a tu vida por haberle hecho daño de manera
consciente o inconsciente a través de bloqueos, estancamientos, producto de ciertas costumbres,
alimentación o hábitos. También puede ser por bajas vibraciones de tus pensamientos, emociones y
actitudes. (Pausa de 20 segundos).
Llamas ahora al Rayo Blanco y arcángel Gabriel, para que te envuelva en paz y te purifique, permítete
sentir tranquilidad en tu cuerpo, en tu mente y en tu espíritu. (Pausa de 20 segundos).
Ahora al haberte cubierto por el Rayo Blanco el rayo de la paz, surge el Rayo Triforiaixt que junto con
su arcángel Sedelaquión, se manifiesta. Este es el rayo unificador, y te envuelves en este rayo de
chispas de colores, visualízate dentro de una gran burbuja de jabón con todos los rayos formando un solo
color tornasol. Este rayo te da el equilibrio perfecto ya que es la manifestación de todos los aspectos de
la creación. En este rayo fluyen semillitas de luz para que germinen todas las frecuencias de las
cualidades del Padre y te impregnen de la substancia Divina de todos los Rayos, vibrando en perfecta
armonía, para la manifestación de tu ser, tu Cristo Cósmico. (Pausa de 20 segundos).
Respira profundo y agradécete, por darte la oportunidad de traer la sanación a tu vida, (o a la vida de
quien quieres ayudar), nuevamente haces una respiración profunda y te vas recuperando moviendo
lentamente tu extremidades, haces una última respiración profunda ubicándote en tu presente puedes
abrir tus ojos.

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