Antiuladerefexién
El texto literario y la experiencia
vivida: la literatura como una forma de explorar
e indagar el mundo de vida"
The literary text and lived experience: literature as a
way to explore and investigate the life world
Hugo Mauricio Rodriguez Vergara”
hugomaurirayahoo.s
Jefe ea de Foi ica Horan gu deal, oot
Un texto silo es comprendldo en su sentido cuando ba ganado f
oriconte del preguntar, gue como tal contiene otras respuestas. posible
Resumen
Se propone abrir una fuente de explracin entre also
fia, el lenguaje yl literatura, ms espectcamente, entre
la filasfia de indole fenomenolgicay ba Iiteatura como
forma de explora ef mundo ctiiano y familia, ara abr
dar este objetivo se indica qué es una experiencia feno:
rmenoligia y qué implicacones tiene para a literatura
Posterormente se realza su aplicacéna una obra itera
Fragmentos de a novela Sobre heresy tubs, de Eres
to Sabato, permite articular a indagacin yl exploracién
fenomenoligics
PALABRAS CLAVE
Experiencia fenomenclégia, lengua, teratur, consti
cién, mundo de vida, explora, obaslitraras,intencio-
nada, conccin,horiznte, motvacin, sites
HG. Gadamer
Aastaact
The article intends to open a horizon of exploration be-
tween philosophy, language and literature, more spc
«aly between the pilsophyof phenomenological nature
anditeature ast explores the daly and fariar wold. In
order to approach this objective itis necessary to indicate,
firstly, what is 2 phenomenological experience and its im-
plications for iterature. Fragments of the novel Sabre ves
tuba, writen by Emesto Sabato wil allow to articulate
phenomenological investigation and exploration,
Kev woros,
Phenomenological experience, language, erature, const
tution, ife world, exploration, teary work, intentionality,
onceton, horizon, motivation, synthesis
* Recibidos 21 de abrilde 2009 / Aceptado: 15 de mayo de 2008.
* Filesofo y Magister en Filosofia. Profesor y
jefe del Arca de Filosofia del Liceo Hermano Miguel de ls Salle,
Bogoti. Miembro del geupo investgacicn Red y Escuela de la Universidad Nacional de Colombia yde a Red
pars Is transformacion de a formacion dovente en Leng
86
counciacn NP 14, nim, 2/ao-dcebre de 2008 Bogoi, Colombia ISNN: 0122-630 pp 85-96texto trary a experiencia vida literatura como una forma deexplorar eindagar el mundo de vida
Introduccion
I presente articulo pretende ser un aporte
E: la relacidn entre la filosofia, el lengua
je y la literatura. La pregunta general que
da inicio a este articulo es gpor qué Ia literatura
necesita de la filosofia? 0 epor que Ia literatura, 0
elenguaje, necesitan de la filosofia? Si bien esta
pregunta (9) permea este articulo, el interés no
es resolverla, sino simplemente abrir una fuente
de exploracién. Una fuente que necesita ser in-
dagada
Es posible insinuar que el lenguaje y la li-
teratura pueden ser establecidos como “asigna-
turas” que narran situaciones cotidianas, ya sea
a través de la prosa, de versos, ete. Contrario a
ésta, la filosofia es una “eiencia” que debe tener
un lenguaje riguroso y logico. El abordaje de un
problema de indole filosstica debe adecuarse a
tun argumento claro y distinto. Pero la pregunta
es: ge puede aniquilar la “racionalidad” de la fi-
Josofia si se la pone en relacién, digamos, con la
literatura y el lenguaje, en cuanto estas tiltimas
expresan, a través de un lenguaje narrativo, las
sutilezas y eontradicciones de nuestro eotidiano
cexistie? En otras palabeas: es posible narrar los
problemas metafisicos, éticos, ete, como si fue~
an situaciones normales que acaecen en nues~
tet vida? Creo que la respuesta a estas cuestiones
necesita, en un primer momento, dejar de lado
toda actitud dogmatica. Es indispensable asu
tuna actitud libre de prejuicios sobre los textos li
terarios y sobre la propia filosofia. Mais que dos
“asignaturas” distintas, han de colaborarse mu-
tuamente en Ia constitucién de sentido del en-
tomo inmediato.
En primer lugar, se puede afirmar que un
texto literario es interesante en la medida en que
nos atrae y nos habla como si fuera otra persona.
Desde una perspectiva fenomenolégica ha
que dejar que el texto nos atrape y nos sumerja
en sus horizontes indeterminados. En el mismo
acto de leer se configuran una serie de motiva-
ciones, y de sintesis, que necesitan ser descritas
en su conerecién. Si se asume una actitud feno-
menolégica no se considera al texto como un
simple objeto ya acabado en su forma, sino que
se centra en el modo en que este adquiere su con-
crecién. En cuanto una concrecién significa que
{a obra es constituida por el lector-autor. Cuan-
do leemos y re-creamos experiencias vividas, a
través de la escritura, estamos en un proceso de
constitucién de sentido, o de construccién de
significado.
Pero esta constitueién de sentido requie-
re toda una serie de asociaciones y motivaciones
cn las que juegan un papel primordial las viven~
cias de conciencia. Bl objetivo, por tanto, de la
primera parte de este articulo, es deseribir, su-
intamente, aquellos procesos intencionales. y
temporales que subyacen a toda experiencia de
lectura y de escritura. Obviamente, esta descrip-
ci6n es sélo un esbozo que espera un desarrollo
mas profundo, Ricoeur, por ejemplo, comple-
‘menta esta lectura fenomenolégica de los textos
con la hermenéutica de Gadamer. Con esta her-
menéutica, hay un entrelazamiento entre el yo
que realiza la lectura y su entramado socio-cul-
tural en el que se encuentra sometido. No hay un
yorlector aislado, sino alguien inmerso dentro
de un contexto histérico; toda lectura presupone
una serie de prejuicios. El texto debe entrar en
dilogo con el lector. No obstante, el desarrollo
de este enfogue hermenéutico se dejara de lado.
Se puede afirmar que un texto
literario es interesante en la
Medida en que nos atrae y
nos habla como si fuera otra
persona. Desde una perspectiva
fenomenoldgica habria que
dejar que el texto nos atrape y
os sumerja en sus horizontes
indeterminados.
Pero el interés de este articulo no es slo
sefialar la importancia de una descripeion feno-
menolégica de los textos literaros, sino tratar de
aclarar en qué consiste. Esto iltimo se lograri a
través de un ¢jercicio de exploracién de una obra
literaria. Es, por tanto, el interés de la segunda
parte, realizar una aplicacién prictica de explo-
enuncackin / N14, im, 2 /jui-dcembre de 2009 Bots, Colombia / TSN: 01226390 p. 86-96
87Articulode reflexion
racidn fenomenoligica sobre algunos apartados
del texto Sobre heroes y tumbas, de Exnesto Sé-
bato.
Estado previo
EL texto literario es un conglomerado de enun-
ciados que quieren decir algo o que intentan
plantear un dilema ético, epistemol6gico, meta-
fisico, etc. (por ejemplo, Cervantes, La novela del
curiaso impertinente). Para realizar este objetivo
tun autor puede utilizar un estilo narrative de fic
cidn o realista, 0 igualmente la prosa, el verso,
en fin, miltiples formas. Ahora bien, por lo ge-
neral el estudio de los textos literarios se centra
en su estructura formal, esto es, c6mo esta escri-
toy cules son sus recursos cstilisticos. Una
vez se estudia su aspecto formal se pasa a cla-
sificar side verdad hay un -marco que permita
enlazar su funcionalidad lingiiistica con alguna
realidad social.
Asi, el texto literario es reducido a.un com
plejo tejido de relaciones lingiisticas y sociales.
Para que un texto literario pueda decir algo debe
ser encuadrado explicativamente dentro de un
marco conceptual. El realizar esta tarea es indis-
pensable porque se debe dejar de lado cualquier
intromisién subjetiva del autor o lector. El dejar
aun lado la interferencia del autor y el lector es,
segtin esta vision esquematizadora, una forma de
conservar el estatus de objetividad de los textos.
En esta actitud de objetivacién, propia de la cri
tica literaria, se infiere que toda interpretacién
esta tergiversando al mismo texto. Se olvida que
el texto no puede ser entendido como algo que
sélo denota verdades, por el contrario, el texto
literario juega con posibilidades ¢ indetermina-
Si se asume que el texto es un juego de po-
sibilidades ¢ indeterminaciones se debe adoptar
tuna actitud distinta. En vez de estudiar al tex-
to literario como un simple objeto ya termi
do, se lo deberd describir en el modo como va
adquitiendo un sentido. Es decir, el texto ha de
ser motivo para mostrar en qué medida ese con-
‘glomerado de frases y de oraciones ha tenido una
igénesis. En cuanto toda génesis remite al mun~
do de vida del autor-lector, el texto ha de remitir
a las operaciones y motivaciones que subyacen
a todo proceso de constitucién realizado por el
lector-autor a través de sus experiencias vividas.
Pero esta descripcidn de sentido ha de ser
de indole gradual. En cuanto la experiencia frag
rmentaria c indeterminada esta limitada ala pers
pectiva del sujeto. El texto se ofrece sélo desde
cierto perfil dentro del horizonte lector. Pero el
que un texto logre imbuir al lector-autor, desde
tun cierto punto de vista, no indica una desarti~
culacién absoluta. Al contrario, el texto, como
un todo, se ofrece solo a través de perfiles por-
que esta sometido a un eides, esto es, a una esen-
cia intencional. Y tal esencia es lo que puede ser
aprehendido por las vivencias de conciencia del
sujeto-lector.
La descripcién fenomenolégica del texto
permite mostrar cémo, a través de Tos distintos
perfiles 0 fragmentos, se ofrece a la conciencia
del sujeto lector su esencia misma. El texto deja
de ser algo en si mismo y se convierte en algo
dado y constituido en la conciencia de los suje~
tos. Desde esta perspectiva, el texto es el hilo
conductor para la realizacién de descripciones
intencionales. El texto remite a su génesis inten-
cional. Pero ello no indica volver a un subjetivis~
mo psicolégico sino, al contrario, al mundo de la
experiencia vivida del yo-lector.
Eneste articulo, por tanto, sdlo se atenderd
al carieter intencional (advirtiendo que hay mis
estratos) del texto y, en consecuencia, al modo
en que los sujetos (lectores-autores) lo constitu-
yen. Es indispensable, por este motivo, describir
{as vivencias que eonfluyen en la constitucién de
‘una obra literaria. El querer mentar algo, el ca-
riicter intencional de todo texto literario, ha de
ser descrito como tal. El texto ha de hablarnos
a nosotros como sujetos lectores sumergidos en
tun mundo de experiencias familiares y compar-
tidas con otros. Asi, por ejemplo, al comienzo de
Ia novela de Sabato, Sobre héroes y tumbas, se des
cribe lo siguiente: