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EL VOLCÁN MISTI

El Misti es un volcán situado al sur del Perú, ubicado cerca de la ciudad de Arequipa. Está localizado a los pies del
valle del Chili a 2,335 metros sobre el nivel del mar, convirtiéndose de esta manera en uno de los mayores
símbolos de esta ciudad.

El volcán Misti con sus 5,822 m.s.n.m., constituye un elemento fundamental y determinante de la belleza
paisajística de Arequipa, convirtiéndose así en un gran recurso turístico.

Misti significa “criollo u hombre de raza blanca” en quechua. Quizás adoptó este nombre porque la ciudad de
Arequipa fue y es una ciudad colonial llamada “La Ciudad Blanca” por su sillar blanco, pero también porque allí
habitaron los primeros y más importantes colonistas españoles, incluido Fray Martín de Murúa, el fraile
mercenario. Si revisamos los censos del siglo diecisiete y dieciocho, el 90% de la población era de “raza blanca”;
el valle que en un principio era 100% indígena se hispanizó rápidamente durante la colonia.

LA LEYENDA DE MISTI TÚPAC

Por José Manuel Garay Bustamante.

Cuenta la leyenda que, muchos años antes de los incas, vivía en las tierras de lo que ahora llaman Arequipa, un
joven llamado Misti Túpac. Él era el jefe de una tribu de agricultores y pescadores; pero su carácter era explosivo
y muy colérico. Tenía poderes sobrehumanos, pero los usaba para el mal.  Mucha gente se burlaba de él, por sus
pensamientos y cóleras.  A veces, se sentía tan extraño consigo mismo que hacía sufrir a la gente, e incluso los
mataba con sus poderes mentales. 

Los dioses conversaban sobre qué hacer con Misti Túpac, porque se estaba portando muy mal. Entonces, el dios
del fuego —que había escuchado atentamente—, al ver lo injusto y brutal que era Misti Túpac con sus súbditos,
quería darle una lección y detener el sufrimiento de la tribu.

Entonces, el dios del fuego subió a la tierra y se encontró con Misti Túpac, y le dijo:

—¡Tú, Misti Túpac, por tus actos, te voy a dar un castigo: serás un volcán, pero no un volcán cualquiera, ¡sino un
volcán dormido que nunca eche lava, para que no lastimes a más gente! ¡Estarás inmóvil y, a pesar de que
luches con todas tus fuerzas, no te saldrás con la tuya!

El dios del fuego le lanzó un poderoso hechizo. Misti Túpac se quería defender con todos sus poderes, pero más
fuerte era el dios del fuego y sus rayos de poder. Mientras que Misti Túpac se convertía en roca y aumentaba de
tamaño, se oyó un grito que decía:

—¡Juro que mi venganza será implacable! ¡Lucharé para darles una lección!

El dios del fuego lo hizo un volcán dormido, tal como lo había dicho; es decir, que nunca echaba lava. Desde
entonces, Misti Túpac lucha para  romper con su maldición y  destruir a las poblaciones cercanas. Cuando la
gente ve que sale humo del volcán, es que Misti Túpac está luchando para cumplir su venganza. Por esa razón, el
volcán se llama:  "El volcán Misti"

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