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RIGOBERTA MENCHÚ

Rigoberta Menchú Tum. Indígena maya quiché. Nieta de mayas, esposa de Ángel, madre
de Mash. Nació en Chimel, una pequeña aldea de las montañas del Quiché guatemalteco,
en 1959.

A los 19 años comenzó a militar en el Comité de Unidad Campesina (CUC), mientras el


ejército nacional llevaba a cabo su campaña de "tierra arrasada" contra la población
sospechosa de pertenecer a la oposición armada.

Rigoberta salió del país y se refugió en México a los 21 años, donde fue acogida en Chiapas
por el obispo Samuel Ruíz García. Al año siguiente volvió a Guatemala pero muy pronto
tuvo que refugiarse en Nicaragua y luego otra vez en México.

Desde allí inició una serie de viajes cuyo epicentro fue Ginebra, donde participaba en el
grupo de trabajo de la ONU sobre poblaciones indígenas.

En 1988 regresó otra vez a su país; fue encarcelada inmediatamente y se vio obligada a
partir de nuevo al exilio.

Participó en la organización de los encuentros indígenas previos a la conmemoración del


quinto centenario de la llegada de los colonizadores españoles a América.

En 1992 fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz y actualmente se dedica a


actividades en favor de los derechos humanos.

"Soy hija de la miseria y la desigualdad social; soy un caso ilustrativo


de marginación por ser maya y mujer; he sobrevivido al genocidio y la
crueldad", revela Rigoberta Menchú Tum, la primera mujer indígena que
recibe el Premio Nobel de la Paz.

Nació en Chimel, Guatemala en 1959, desciende de la antigua cultura


Maya-Quiché y fue en la ciudad donde descubrió las aflicciones de los
pueblos indígenas guatemaltecos. 
Inmersa en un régimen dictatorial, Rigoberta debió ajustarse a una
cruda realidad. Como líder de sus hermanos indígenas sufrió la
persecución de las fuerzas represivas guatemaltecas y el exilio. Se
trasladó a México en 1980, pero antes de partir sus familiares más
cercanos fueron víctimas de la mano dura de los militares. 

"El tiempo que compartí con mis padres fue muy corto. Primero porque
para sobrevivir tuve que trabajar desde temprana edad y segundo,
porque la muerte de mis padres fue prematura. Mi papá murió en la
masacre de la embajada de España y mi mamá fue torturada y muerta
por los militares ", recuerda con profundo dolor. 
A estas dos muertes se suman las de Patrocinio y Víctor, sus hermanos.
Sin embargo, esta tragedia causada por la dictadura en Guatemala no
frenó su deseo pacificador sinó, todo lo contrario.

"Cuando murió mi padre no había tomado mucha conciencia, pero


cuando ocurrió lo de mamá dije: jamás me voy a callar frente a esto!.
Desde entonces no tuve otra ilusión que defender la vida de ellos por
medio de la denuncia ... después se ampliaron mis horizontes y reconocí
una tragedia universal, por eso me siento parte de esta lucha para
reivindicar la honorabilidad de la vida y la historia", afirma.

El tiempo ha pasado y Rigoberta agradece el que su familia se haya


convertido en un caso ilustrativo importante, que permite defender el
honor y la memoria de miles de víctimas. 

"Creo que el coraje y la fuerza nacen de las huellas que van dejando la
experiencia y la crudeza de los sucesos vividos. Los años nos hacen
madurar", dice Rigoberta ... aunque reconoce que, "no me siento una
mujer extremadamente fuerte. Si así fuera, quizás podría aceptar la
crueldad, la marginación, el hambre y la pobreza, que se ven en
regiones como Guatemala, Chiapas o Ruanda. Todo esto ha formado en
mí una conciencia social". Viviendo en el extranjero, Rigoberta centralizó
su vida en la defensa y promoción de los derechos de los pueblos
indígenas en América. Ahí, su esfuerzo y trabajo fueron reconocidos. 

Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1992 y el de Asturias. Fué


nombrada Embajadora de Buena Voluntad en el Año Internacional de los
Pueblos Indígenas, en 1993; y asesora personal del Director General de
la Unesco y presidente de la Iniciativa Indígena para la Paz.

A pesar de su esfuerzo a favor de la Humanidad y de los


reconocimientos, Rigoberta Menchú Tum todavía enfrenta en su propio
país un fenómeno contradictorio, en donde no todos apoyan su labor.

Frente a esta realidad, ella dice, "Asumo que es por el complejo y


controvertido papel que jugamos como persona y como Fundación. Es
normal que la respuesta sea controversial porque abordamos temas
complicados".

Y agrega: "La globalización implica abrir los ojos ante errores globales
que se han cometido, no sólo negociar con el dinero, sino también
globalizar los contenidos humanos. El mundo reconoce una crisis
generalizada, la confrontación es una experiencia cotidiana de quienes
no han tenido la oportunidad de convivir pacíficamente", explica.

Para Rigoberta, ser premio Nobel de La Paz y trabajar por resolver las
carestías sociales, en ocasiones ha sido frustrante y en general, nada
fácil.

"Todas las luchas que tienen como fin último la verdad y que tocan los
poderes conllevan riesgos. Allí están también los victimarios vivos. Me
produce escalofríos pensar que viven en Chile, Argentina y Guatemala.
Pero no sólo temo a los ejecutores directos, sino también a los poderes
detrás de ellos", dice con la esperanza de que la historia no se vuelva a
repetir.

Dispuesta a enfrentar adversidades para seguir adelante con su trabajo,


Rigoberta planea en el futuro inmediato terminar de escribir un libro
para niños y jóvenes. Participar en la Campaña Mundial por la Justicia
Universal y contra los Delitos de Lesa Humanidad; y ser parte
propositiva en el Año Internacional para una Cultura de Paz, son sus
metas para este año. 

Y después de eso aún tiene para rato. Del 2000 al 2010 pretende
participar en la "Década por una Cultura de Paz, contra la violencia y por
un Mundo Intercultural"; y durante este tiempo, también fortalecer la
Fundación, contribuir a un movimiento nacional de mujeres mayas y
crear una escuela política de transmisión de experiencias para
convertirse, bajo el sustento de la cultura ancestral de los pueblos
mayas, en líderes del mañana.

Para esta ejemplar mujer, el fin del trabajo duro es un futuro mejor,
aquel que muchos quieren y por lo que pocos luchan. Pero ese no es el
caso de Rigoberta Menchu Tum quien da este mensaje a todos:

"soñemos un milenio de paz, que se eviten los derramamientos de


sangre, se condenen y sancionen las atrocidades.. un llamado a que nos
involucremos en la lucha por la paz, que no la veamos como una tarea
de otros y que sintamos amor y entrega por la Humanidad. Hay que
rescatar el verdadero sentido de la solidaridad".

Políticos, revolucionarios

 Batista, Fulgencio
 Churchill, Winston
 Engels, Frederick and Karl Marx

 Evita ¿Por qué  se convirtió reiteradamente en heroína


de ficción?

 Gandhi, Indira

 Jefferson, Thomas  

 Kennedy, John F.

 Kennedy, Robert

 Lenin, Vladimir Ilyich

 Lincoln, Abraham

 Mandela, Nelson

 Mussolini, Benito

 Nixon, Richard

 Reagan, Ronald

 Roosevelt, Theodore

 Sadat, Anwar

 Sandino, Augusto Cesar

 Truman, Harry S.

 Tito, Josep Broz

 octavio paz

personajes destacados

 De las Casas , Bartolomé

 Goya y Lucientes, Francisco José de

 Juárez García, Benito


 Lincoln , Abraham

 Marx , Karl

 Gandhi , Mohandas Karamchad

 Hiro Hito

 Keynes , John Mainard

 Lenin, Vladimir Ilich Ulianov

 Mussolini , Benito

 Roosevelt , Franklin Delano

 Stalin, Iósiv Zissariónovich Dzugahsvihli

 Kennedy , John Fitzgerald

 Mao, Mao Zedong

 Kruschev , Nikita Sergueievich

 Juan Pablo II, Karol Wojtila

 Mandela , Nelson

 Madre Teresa de Calcuta, Agnes Gonxha Bojaxhiu

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