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ud? Porque: hay,algo,euperior 360) i -al sentido.comfin, como.es:la.vanidad, como * eBiel temior &-una opiniéa piblica, queen realidad e8;la-cusa,més baladi que darse. puede: i #31 uelo-no’ prusba- valor; pues hemos visto y, =vemos didriamente.concurrir-4 esos lunces & per— ‘“-sonas que més: tienon.de.cobardes que de otra co- any suplen, con el-amor. propio la falta de espiri- tu} 'y: puede asegurarse que muchos de los“que se baten ‘on duelo, lo hacen..por: temor.al.gué..dirdx ‘Tampoco: prueba razda, squé: con :harla frecuen se-ve eucumbir en tales lunoos & quienes: tionon.de su parte-el-derecho, fultAndoles, en.cambio la. des: trezi,:quaes-el fauctér mAs importante para: obte- ner un-résultado: préspero: Pues si el duelo.no ar- guye valor ni-neredita ‘derecho, preciso es éonve- nit-en que.es-unn farsa 6 un. delito de los mAs ale- vosos y repugnantes, segtin las cireunstancins que eohourran-y el desenlace quo. tenga; y on cualquie- ¥a'delos-dos casos es incompronsible cémo hom- “bres de recto criterio se prostan A hacorse reos } cémplices de. semejantes actos. * Estos que asentamos, ‘gon argumentos tan-ma~ noseados como indiscutibles, estan on la conciencia de todo el’mundo, é inGtil nos parece In-tarea de reforzarlos 6 de ampliarlos, tanto més cuadto que No entra en nuestro propésito tratar el asunto des de el punto-de vista moral; sino mis bien exumi- nar 108 medios propuestos para curar este taal en- démico qua 4 las veces reviste cardeter opidémico que lo’ hace nids:desastroso, Alguniis de les personas que se han ocuprdo Gl- timamente’en este asiinto, opinan que lo thejor se- ria qiitar al duclo su cardcter especial, para con- “giderarlo como una rifta; aplicindole las penas “mareadas para ésta en el Cédigo Ponal. No nos parecd may ueorindo el consejo; porque entré.el duvlo y la rifia hay diferencias osencia~ Iss que deben ser tomadis en consideracién por el juivioso legislador. Hn la rifia se procede apasiona- Mameate, cogado por la cdlera, sin lugar & reflo~ xién, y de ahi resulta que de cion casos en que se Provoca, por lo menos en nioventa y cinco so ron- “liza; thientras que on los duclos la roflexién, la calma, que sucede al primer'impotu, la intervon- cién do testigos mas 6 menos disoretos hacen quo de cién duclos propuestos so frustron por lo mo- nos sesenta; de modo que la proporcién entre las rifias y los duclos es de 95 4 40. _En'la rifia existe la ‘slovosin y la ventaja con - més frecuencia y cor mayor motivo que én los ;duclos, y de seguro que de cada cion riftas que se ‘realizan-hay noventa.en que so obtiene resultado s¢omo, ge dice.en el argot delos duclistas; mientras quo en-los IInmados lances do honor apenas llega- r4n al seis. G.ocho par ciento, digamos al-diez, los casos.en que hay una desgracin; por lo que podo- mos.establecer que.do dosciontas riftas provocadns se evan & cabo 190.con 180. resultados de san- ro; mientras que de, igual ndmero puestos so reulizan 80 oon 16: 4 0. /rias_se resuelvan por los duelos qua por. las rifias, y serfa absurdo que se onstigaran fimbos delitos ‘on igual rigor, cunndo ‘no useveran, Ins’ mismas consecuencias, debiondo adomés, tenerse.en cuen- fe, quo ai tanto én Jos.unos como en los otros hay ventija siempre de parte de algano de los conton- dientes, al menos en los _primeros 9, procede con mayor lealtad y-se procura, on lo posible, equil brar las fuerzas, Por. otro Indo, no.es el aumento dela: pena. lo que.puede remodiar-el mal., Ea mis de una oce— sién so ba castigado el duelo con el cadulso, y. tras cada ejecucin go notaba ua .rocrudecimionto del mai. Otros niatorés proponon que se establezea la res- ponsabilidad civil, esto es quo el. matador on dué- lo quede obligado 4 indemnizar & In familia del que sucumbe..La idea no nos parece mala; muy al contiario, reconovemos que pudiera ser til, si,se levase 4 efecto con la debida energia.. Pero. tro— pieza,con grandes dificultades, como,son lo'de-la gtaduacién da los perjuuicios; In solvencia del.de- lincuento, y el paoto que podria hacerse libr&ndo- so.mifituamente los que reourran 4 ese medio, im- poniendo su voluatad 4 los deudos, nmén de lo que tenga de odioso cuando el injuriado, & mas de serlo, haya sido retado y 1é toque on suerte la vio~ toria contra hombre de mds destreza. No ha faltado quion indique el auxilio del-cle~ to para combatir esta plaga; y bien anbido es que | Tglosis’ ha anatematizado repotidamento el duelo y lo ha condenado de la manera mas cate enérgica; de modo que ese auxilio que j inento se implore hoy, lo ha impartido y lo sigue impartiendo la Iglesia, sin quo so obtenga ningan resultado visible, pnes bueno os hacdr vonstar de paso que los paises catdlicos son justamente los ins ‘dados al delito que consuramos, “Francia, Ita~ lin, Espaiia y la’ América latina comprueban lo que asentamos. Hay que convencorse de quo el mal esté en la masa de la sangre; de que esto es cuestidu de edu- eacién, lisa y Iunamente, y que mientras no.re— formemos el cardcter de Ia’ sociedad, modifienido al del individuo, no podremos extirpar'el duelo. En la sociédad moderna se oreo que la primera virtud del hombre, es la del valor, y que noes va- liento quien no esté dispuesto & dar la mucrte 6 4 porder la vida por cualquiera frusleria, como es una palabra atrevida, uva dispute -de tavernaé.un escdndalo de alcoba, objeto cuando mucho de una comisaria de policia J de un juzgado oorreccional. Bl poeta & quien se eritien una mala. composiciéns olelegante & quien so moteja In incorreccisa del nu- do de su corbata;.el.abogado que recibe ua-fallo

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