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ALGUNAS

REFLEXIONES
SOBRE LA PENA DE
PRISIÓN PERPETUA Y
OTRAS SANCIONES
SIMILARES A ELLA
Francisco Muñoz Conde
Catedrático Derecho Penal
Universidad Pablo de Olavide (Sevilla)

1. En el ámbito de las sanciones penales, portamiento y su sistema de valores mientras


la prisión perpetua y las sanciones similares a viva, convirtiéndolo con la prisión perpetua en
ella, bien como penas de prisión de duración un muerto en vida, despojándolo de todos los
excesiva, bien por la vía indirecta de las medi- demás derechos que le corresponden como ser
das de seguridad de duración indeterminada, humano, entre otros el de la esperanza de po-
son, junto a la pena de muerte en los países en der recuperar algún día, aunque sea lejano, la
los que aún está vigente, la máxima represen- libertad y de vivir en condiciones de igualdad
tación del poder punitivo del Estado. Su justi- con sus semejantes.
ficación se encuentra tanto en la idea talional A pesar de las similitudes entre ambos ti-
del “ojo por ojo diente por diente”, cuando se pos de sanciones desde el punto de vista de la
trata de la pena de muerte aplicada al asesino, brutal violación de derechos humanos funda-
como en el retribucionismo extremo, rayano mentales que representan, la prisión perpetua,
en la venganza, de que el que la hace la paga a diferencia de lo que sucede con la pena de
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y de que, si no con la privación de su vida, muerte, que progresivamente va desaparecien-


debe pagar al menos con la privación de su li- do como pena en el ámbito del Derecho com-
bertad el resto del tiempo que aún le quede parado, sigue aún teniendo gran predicamen-
por vivir. Despojadas ambas de la parafernalia to e incluso se la considera como el sustituto
con las que originariamente se las había do- ideal de la pena de muerte en los países en los
tado, siguen, sin embargo, existiendo todavía que ésta ha sido abolida. Es más, en otros en
como el símbolo de una concepción del poder los que no existe, son muchas las voces que
punitivo del Estado que desprecia la dignidad se pronuncian a favor de su introducción en
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humana del delincuente, negándole el derecho el catálogo de las penas aplicables a algunos
más elemental de todos: el derecho a la vida en delitos especialmente graves. Sin ir más lejos,
el caso de la pena de muerte, o el derecho tam- ésta fue la propuesta que hizo en su día en Es-
bién fundamental a poder modificar su com- 297
paña el Partido Popular, cuando estaba en la ro en la personalidad del recluso incompatible
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oposición, y es, por tanto, probable que ahora, con el fin resocializador que también se le asig-
tras haber alcanzado la mayoría absoluta en las na; de ahí que sean los propios penitenciaristas
elecciones generales de noviembre de 2011, la quienes consideren que, al menos por lo que
introduzca en la primera reforma que plantee respecta a las penas de prisión excesivamente
del Código penal. La posibilidad que propone largas, debe recortarse su duración, dándosele
de que la misma sea revisable, a partir de un al recluso la posibilidad de que, por su buen
cumplimiento mínimo de veinte años, no deja comportamiento en prisión y por su voluntad
de ser un eufemismo para salvar la contradic- de reinserción, pueda conseguir una liberación
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ción que supone con el principio de reinserción anticipada o algún tipo de atenuación del rigor
social del condenado que se asigna a la pena de penitenciario, obteniendo permisos de salida
prisión y a las medidas de seguridad privativas de fin de semana, la clasificación en tercer gra-
de libertad en el art. 25, 1 de la Constitución do, el traslado a un centro de régimen abierto,
española. etc. Naturalmente, también hay quienes consi-
Pero, aparte del problema de la dudo- deran que tales reducciones o atenuaciones del
sa constitucionalidad de la pena de prisión cumplimiento de una pena de prisión de larga
perpetua en el Derecho español, contra ella duración suponen un debilitamiento de la efi-
e incluso contra la misma pena de prisión se cacia preventiva general intimidatoria que de-
elevan objeciones que no pueden ser ignora- ben tener las penas, tanto más cuando se trata
das. Es verdad que, a pesar de las numerosas de penas graves porque graves son también los
críticas que ha recibido la pena de prisión, ésta delitos que las han provocado. Pero incluso los
sigue ocupando a comienzos del siglo XXI un más fervorosos partidarios de la pena de pri-
lugar preeminente en el catálogo de penas de sión admiten la liberación anticipada después
casi todos los Códigos penales del mundo. de haberse cumplido, por lo menos, dos terce-
Históricamente se la consideró incluso como ras partes de la pena que le fue impuesta.
un progreso frente a otro tipo de penas más ra- Ante este panorama desolador que presen-
dicales, como las corporales y la de muerte, ya tan las penas de prisión en general y sobre todo
que, además de ser aparentemente más huma- las de larga duración en particular, parece que,
na, tiene la ventaja de ser graduable en su du- antes de introducir la más grave de todas, la
ración y poder determinarse de acuerdo con la prisión perpetua, en nuestro Ordenamiento
gravedad del delito y la culpabilidad de su au- jurídico, debería mirarse si el efecto político
tor. Los inconvenientes e incomodidades que criminal que se pretende alcanzar con ella, que
su cumplimiento produce en el condenado, en no puede ser otro que la intimidación y una
su vida, en su entorno familiar o profesional, mayor eficacia en la lucha contra el delito, es
y los efectos desocializadores que la misma compatible con los derechos fundamentales
tiene, no se consideran por muchos como un reconocidos en la Constitución, y si no se trata
defecto, sino como algo inevitable inherente a más bien de un nuevo intento propagandístico
la propia naturaleza de la prisión que, además político para aquietar la sensación de impuni-
de asegurar la persona del delincuente, tiene dad y de ineficacia que a veces se extiende tras
un fuerte efecto intimidatorio frente a la ge- la comisión de algún grave delito que, por las
neralidad. Teóricamente, también se le asigna razones que sean, no es castigado o no lo es su-
una función preventiva especial positiva (reso- ficientemente a los ojos de la opinión pública.
cializadora) que ésta está perdiendo cada vez La demagogia punitiva en la que nos encontra-
mayor peso en favor de una función asegura- mos, a veces azuzada por medios de comunica-
dora e incluso inocuizadora de la persona del ción irresponsables o con una clara orientación
delincuente. conservadora y reaccionaria, pretende, por esta
Este efecto preventivo especial negativo y otras vías similares, dar la sensación de que el
endurecimiento del sistema punitivo es la úni-
298 provoca un estado de desocialización y deterio-
ca solución a los problemas de diversa índole comportamiento agresivo contra sí (proclivi-

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que aquejan a cualquier país, sobre todo si éste dad al suicidio más que en otros reclusos) y
se encuentra, como el nuestro, en una difícil contra los demás, porque sabe que, haga lo que
coyuntura económica y social. haga, no va a mejorar su situación, que es un
Es cierto que, a pesar de todos los incon- mero objeto de referencia de la sanción, y no
venientes señalados, la prisión perpetua, tras un sujeto de la misma, que lo degrada al nivel
la abolición de la pena de muerte, en los paí- de una cosa, de un mero ser viviente que hay
ses en los que ha sido abolida, constituye hoy que guardar y vigilar, pero nada más.
en muchos Ordenamientos jurídicos la reac- De ahí que en algunos países donde formal-

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ción social punitiva más grave que legalmente mente existe la prisión perpetua, como es el
se puede imponer al autor de un delito. De caso de Alemania, se haya planteado su posible
hecho constituye una muerte en vida y puede inconstitucionalidad. Es verdad que el Tribu-
producir el mismo o mayor grado de aflicción nal Constitucional Federal Alemán consideró
que la pena de muerte misma. En los países que era constitucional, pero siempre que se
en los que existe, normalmente está reservada pueda conceder al condenado a la misma la
sólo para los delitos más graves (asesinato, ge- libertad condicional a partir de los quince años
nocidio) como pena única no graduable. De de cumplimiento, y que para preparar la liber-
ahí que haya sido objeto de críticas por no tad condicional se traslade al condenado a un
poder adaptarse a las particularidades del caso establecimiento abierto, se le concedan per-
concreto y a las circunstancias personales del misos de salida, etc. Esta “revisibilidad” de la
delincuente. Pero su principal inconveniente prisión perpetua demuestra la mala conciencia
sigue siendo que es incompatible con la reso- que tiene el Tribunal Constitucional alemán
cialización, y, por tanto, si es verdaderamente con esta pena, lo que probablemente ha hecho
perpetua, hace innecesaria cualquier inter- que en este país prácticamente no haya nadie
vención o tratamiento del condenado; pues, en estos momentos en sus prisiones que lle-
haga éste lo que haga, muestre o no señales de ve más de treinta años, ni siquiera los temidos
arrepentimiento por el delito por el que fue miembros del Ejército Rojo que en los años 70
condenado, modifique o no su conducta y su cometieron terribles atentados terroristas.
sistema de valores, seguirá encerrado hasta que En otros países, en los que se mantiene tam-
muera. Ello obviamente, además de inútil, es bién dicha pena, se regula expresamente que
inhumano, pues niega de entrada que la per- no puede durar más de treinta años (Francia);
sona, con el transcurso del tiempo y a través y, en general, mediante indultos y diversas me-
de sus propias reflexiones, de la interrelación didas se la convierte de hecho en una prisión
con otros reclusos, con los funcionarios, con temporal, aunque obviamente muchas veces el
sus familiares y amigos que lo visiten, pueda recluso llegue a morir antes de ser liberado.
cambiar; pero sobre todo niega la única cuali-
dad verdaderamente humana que distingue al En realidad, se puede decir que en los países
hombre de los animales, la esperanza, la creen- en los que existe, la prisión perpetua, a pesar
cia en que quizás alguna vez las cosas puedan de su nombre, no es efectivamente perpetua,
cambiar, y vivir en libertad, aunque sea en un permitiendo que el condenado pueda contri-
plazo muy lejano que nunca sabe si algún día buir a su hipotética liberación dando pruebas
llegará. de que puede volver a una vida en libertad sin
delitos y mostrando voluntad de reinsertarse.
Por otra parte, como cualquier especialista En la medida en que exista esa posibilidad, la
o profesional del sistema penitenciario sabe, prisión perpetua sólo lo es de nombre, pero no
una privación de libertad que dure indefini- en la práctica, teniendo su mantenimiento en
damente hasta que el condenado muera con- el catálogo del sistema de penas un valor más
vierte al condenado a esta pena muchas veces simbólico que real.
en un recluso incómodo, conflictivo, con un 299
Por supuesto que cabe también que la pri- posibilidad de cambiar, la esperanza de modi-
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sión sea efectivamente perpetua y que sólo ficar su conducta, de rehabilitarse, aún después
termine con la muerte del condenado, treinta, de haber pasado treinta, cuarenta o más años
cuarenta, cincuenta o sesenta años después de en una prisión?
su condena; pero, igual que sucede con la pena Es evidente que no sólo en la opinión pú-
de muerte, ello es producto de una concepción blica, sino también en las actuales corrientes
de la pena como simple eliminación, extermi- políticocriminales (tolerancia cero, Derecho
nio, inocuización o incapacitación total del penal del enemigo) existe hoy una tendencia
condenado, incompatible con el marco nor- a configurar la prisión como una institución
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mativo de las Declaraciones Internacionales de que, por lo menos respecto a los condenados
Derechos Humanos, en las que el respeto a la por los delitos más graves, tenga funciones pu-
dignidad del ser humano, también del delin- ramente de custodia y pueda durar toda la vida
cuente, es el eje principal en torno al que debe que le quede al condenado, pero todavía no se
girar la regulación legal del sistema de reacción ha conseguido aportar pruebas de que con ello
punitiva frente al delito. se haya conseguido reducir las cuotas de crimi-
Otro de los inconvenientes de la prisión nalidad violenta y lo que sí se ha conseguido
perpetua es que, asumida literalmente como en los últimos años es un aumento del índice
su nombre indica, supone una privación de de población penitenciaria y una mayor con-
libertad hasta la muerte del condenado y ello flictividad en los centros penitenciarios.
implica privarle, salvo de su vida, de todos los
demás derechos que le corresponden como ser
humano; entre otros, el derecho a cambiar, a 2. Pero el debate sobre la prisión perpetua
rehabilitarse, al menos como posibilidad; un no debe impedir que se abra otro debate más
derecho que todo ser humano tiene por el he- amplio sobre las penas de prisión de larga du-
cho de serlo. Pero sobre todo afecta desigual- ración que en la práctica equivalen a la propia
mente e incide con una mayor gravedad en el prisión perpetua, o sobre otro tipo de sanciones
delincuente joven que en el que ya tiene una penales como las medidas de seguridad privati-
cierta edad. Nadie es igual a los veinte o a los vas de libertad, que sin ser teóricamente penas,
treinta que a los cincuenta o los setenta años. pueden ser tan gravosas y tan de larga duración
Y, sin embargo, si la pena de prisión perpetua como la prisión perpetua. De hecho, las penas
se impone a una persona cuando es joven y es de prisión de larga duración (treinta, cuaren-
efectivamente perpetua, se le está condenan- ta años), como prevé para algunos supuestos
do a que, aunque cambie, se arrepienta o haga el Código penal español, son auténticas penas
lo que haga por redimir el delito por el que de prisión perpetua. También produce el mis-
fue condenado, no pueda evitar llegar a morir mo efecto la acumulación de diversas penas
de viejo encerrado en una celda el resto de sus aunque no sean de muy larga duración, en los
días. En cambio, el condenado a esta pena que casos de concurso de varios delitos (falsedades-
ya tiene cuarenta, cincuenta o más años, no va estafas con múltiples perjudicados, robos, vio-
a cumplir más allá de los veinte o treinta que laciones, etc.), o la llamada “doctrina Parot”
aún le queden de vida, que es lo que normal- elaborada por el Tribunal Supremo para evitar
mente dura una pena de prisión de larga dura- que los beneficios penitenciarios puedan com-
ción. Por tanto, la prisión perpetua sería efec- putarse en el máximo de duración de la previs-
tivamente perpetua sólo para los delincuentes ta legalmente, computándolos por separado a
jóvenes, en un tramo de edad comprendido cada una de las penas a las que el delincuente
entre los dieciocho y treinta años. ¿Satisface haya sido castigado. Con ello se viene a acoger
esta discriminación la idea de justicia y el prin- in totum, la bárbara praxis norteamericana, lla-
cipio de igualdad? ¿Se les puede negar a este mada true in sentencing; es decir, que la pena
tipo de delincuentes en este tramo de edad la de prisión impuesta nominalmente por el Juez
300 se cumpla íntegramente, sin ningún tipo de
reducción de su duración por buena conduc- 3. También debe advertirse que existen otro

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ta, buenas perspectivas resocializadoras, o por tipo de sanciones, teóricamente no punitivas,
simples razones humanitarias. La finalidad que como son las medidas de seguridad privativas
se persigue con ello es la misma que la que per- de libertad, que cuando son de duración per-
sigue con la prisión perpetua, y naturalmente petua o indeterminada tiene los mismos de-
excluye cualquier posibilidad de reinserción en fectos que la prisión perpetua o las penas de
la ejecución de estas penas. prisión de larga duración y se exponen a las
El art. 78 del Código penal español se hace mismas o a mayores objeciones de carácter
eco de este movimiento, al establecer que en los constitucional. Me refiero concretamente a la

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casos de concurso real de delitos, si «la pena a medida de seguridad que se introdujo en Ale-
cumplir resultase inferior a la mitad de la suma mania en la época nacionalsocialista, en 1933,
total de las impuestas, el Juez o Tribunal, aten- y que aún hoy continúa allí vigente, el llama-
dida la peligrosidad criminal del penado, po- do “internamiento en custodia de seguridad”
drá acordar motivadamente que los beneficios (“Sicherungsverwahrung”). Esta medida se apli-
penitenciarios y el cómputo de tiempo para la ca a sujetos multirreincidentes, cuando tras el
libertad condicional se refieran a la totalidad de cumplimiento de una pena de prisión superior
las penas impuestas en las sentencias, sin perjui- a dos años subsiste la peligrosidad criminal del
cio de lo que, a la vista del tratamiento, pueda sujeto. Este sistema que, en todo caso, según
resultar procedente». Se trata con ello de evitar las últimas decisiones del Tribunal Constitu-
que, en casos de varios asesinatos, delitos de cional Federal Alemán, está sujeto a un estric-
terrorismo, etc., el límite temporal máximo de to control judicial y a una revisión anual del
cumplimiento de la pena de prisión, que en el pronóstico de la peligrosidad del condenado,
Código penal español no puede ser, en prin- no deja de ser de todos modos igualmente
cipio, de más de veinte, y en algunos delitos y cuestionable; porque, además de ir muchas
en caso de concurso entre ellos, de veinticinco, veces contra el principio de proporcionalidad,
treinta o incluso cuarenta años, se pueda ver al permitir una larga o indefinida privación
reducido por beneficios penitenciarios o por la de libertad para sujetos que no han cometido
concesión de la libertad condicional, que en delitos graves, se apoya en una base científica-
este caso se refieren a la totalidad de las penas mente poco fundada como es el pronóstico de
impuestas en las sentencias y no al límite máxi- peligrosidad criminal de un sujeto.
mo de cumplimiento legal determinado. Por la Todavía más objetable es la aplicación re-
doctrina española se ha señalado ya repetidas troactiva que en su día se hizo en Alemania
veces que este precepto es difícilmente compa- del internamiento en custodia de seguridad,
tible con la finalidad de reinserción social es- que hasta una reciente sentencia del Tribunal
tablecida en el art. 25,2 de la Constitución; de europeo de Derechos humanos, que anuló an-
ahí que, para evitar la tacha de inconstitucio- teriores decisiones del Tribunal Constitucional
nalidad, tanto el inciso último de este primer Federal Alemán, se aplicaba también cuan-
párrafo del art. 78, como su párrafo segundo do el sujeto, que no había sido condenado a
deje abierta la posibilidad de que «valorando, esta medida en el momento de la sentencia,
en su caso, las circunstancias personales del estaba a punto de salir en libertad tras el cum-
reo, la evolución del tratamiento reeducador plimiento de la pena que le fue impuesta en
y el pronóstico de reinserción social», se pueda su día, basándose para ello en la existencia de
aplicar el régimen general de cumplimiento. una peligrosidad que en este caso ya no era
Lo que demuestra que ni siquiera en este caso la posdelictual, sino una predelictual con la
se renuncia completamente a la posibilidad de que se intentaba prevenir un delito que aún
reinserción del condenado a una larga pena no se había cometido. En todo caso, convie-
privativa de libertad. ne no olvidar, y como aviso a navegantes que
preconizan, quizás con nostalgia, una vuelta a
301
este tipo de sanciones y a leyes de peligrosidad Otra cosa es que el sistema de cumplimien-
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como la franquista de Peligrosidad social, que to, tanto de la pena, como de la medida de
esta medida fue introducida en el Código pe- seguridad pueda ser deficiente o insuficien-
nal alemán en 1933 por el régimen nacional- te para conseguir la rehabilitación del sujeto.
socialista, que hizo de ella una fuente para el Pero en este caso, y tratándose, por ejemplo,
internamiento en campos de concentración y de una peligrosidad basada en una enfermedad
luego de exterminio (“Ausmerzung”) de los de- mental sobrevenida, queda abierta la posibili-
lincuentes habituales y reincidentes, a los que dad del internamiento a través del correspon-
un famoso penalista de aquella época llamaba diente procedimiento judicial de incapacita-
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eufemísticamente “extraños a la comunidad”, ción o, en los demás casos, de asumir el riesgo


para ocultar pudorosamente lo que, en el fon- de reincidencia que siempre puede darse tanto
do, no era más que un Proyecto genocida de en el que sale tras haber cumplido su pena de
exterminio de todos los que molestaban o per- prisión, como en el que sale después de haber
turbaban el “excelente” orden social que pre- cumplido la medida de seguridad. Lo que no
conizaba el régimen nacionalsocialista. parece lícito es hacer recaer en el condenado
En mi opinión, el internamiento en custo- los fallos del sistema de rehabilitación de los
dia de seguridad, además de por su origen es- Centros en los que se cumplen las penas y/o
purio, es también criticable porque en el fondo medidas privativas de libertad, convirtiéndo-
no es más que una prisión perpetua encubierta lo en un “chivo expiatorio” del sentimiento de
y, de hecho, no tiene otra finalidad que la me- miedo e inseguridad ciudadana, muchas veces
ramente asegurativa, sin el menor interés en la fomentado por los medios de comunicación
reinserción social del sometido a ella. cuando, tras el cumplimiento de una larga
pena de prisión, sale en libertad, tras haber
El sistema alemán incurre además, a mi jui- cumplido la pena, un sujeto que fue conde-
cio, en el defecto, ya denunciado desde hace nado por un asesinato terrorista o por varios
tiempo, que tiene el sistema dualista puro, ad- delitos de violación.
mitiendo, por un lado, que la pena viene limi-
tada en su gravedad y extensión por la culpabi-
lidad del autor del delito, para imponer luego 4. Tampoco la reciente reforma operada en
una medida de seguridad de duración indeter- el Código penal español por la ley de 2010 está
minada basada sólo en el (incierto) pronóstico exenta de objeciones; por más que, en lugar
de su peligrosidad. El “fraude etiquetas” que del dualismo extremo del sistema alemán, in-
este dualismo extremo supone, sólo puede ser troduzca con la medida de libertad vigilada del
corregido con el llamado sistema vicarial, en el art. 106, 2: una especie de dualismo modera-
que la medida de seguridad, caso de que sea do, al que seguidamente hago referencia. Cier-
necesario imponerla para precaver una peligro- tamente, esta medida no es una privación de
sidad del autor del delito, tiene que ser ejecu- libertad adicional tras el cumplimiento de la
tada antes que la pena, y su duración, que no pena de prisión, como la custodia de seguridad
puede ser superior a la de la pena misma, debe del derecho alemán, sino de una restricción de
ser computada en la duración de la pena. la libertad, que implica que el condenado tras
Este sistema vicarial que fue acogido en el el cumplimiento de una pena (que puede ser
art. 6 del Código penal español de 1995, no por las razones ya dichas de hasta cuarenta
ha causado en la práctica, a pesar de las crí- años en caso de terrorismo y de veinte o más
ticas que se han formulado contra el mismo, años en delitos sexuales graves), la obligación
ningún incremento de la criminalidad o de la de estar siempre localizable mediante aparatos
inseguridad ciudadana, o en todo caso no ma- electrónicos, o de presentarse periódicamente
yor que la que provoca la salida de la prisión de en el lugar que el Juez establezca, la prohi-
quienes sólo fueron condenados a esta pena. bición de aproximarse o comunicarse con la
302 víctima, de residir en determinados lugares, la
obligación de participar en determinados pro- 5. A mi juicio, la proporcionalidad de la re-

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gramas de tratamiento, etc. Pero aunque estas acción, sea pena o medida o medida de seguri-
medidas tienen que seguirse una vez cumplida dad, con el delito cometido es un ingrediente
la pena, para evitar que se pueda alegar que se fundamental de la idea de Justicia y, por tanto,
aplican con efecto retroactivo, tienen que im- del Estado de Derecho. En el ámbito de los
ponerse en el mismo momento de la sentencia delitos de menor gravedad esto supone que la
condenatoria. Naturalmente, es probable que, pena o medida de seguridad no pueda prolon-
tratándose de penas de prisión de larga dura- garse más allá del máximo que permita el mar-
ción, el pronóstico de peligrosidad que tiene co penal asignado al delito, pero una vez cum-

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que detectarse en el momento de la sentencia plida la pena de prisión impuesta, ¿qué sentido
condenatoria puede que haya desaparecido, y tiene prolongar la privación de libertad? La
en ese caso se faculta al Tribunal o Juez senten- peligrosidad criminal ciertamente puede sub-
ciador (que sólo formalmente será el mismo) sistir, sobre todo si las condiciones que lleva-
para que pueda suspender el cumplimiento de ron al sujeto a delinquir (miseria, desempleo,
la medida; pero, si esta peligrosidad subsiste, conflictos familiares) siguen existiendo; pero el
entonces se mantiene la medida que en su día riesgo de que el sujeto vuelva a delinquir pue-
se acordó por un tiempo de hasta diez años. de ser aminorado con otro tipo de medidas no
Este régimen es difícilmente compatible con necesariamente privativas de libertad, similares
el sistema penitenciario progresivo que supone a las existentes en el sistema de la “probation”,
que el sujeto pueda pasar al tercer grado y go- como el tratamiento ambulatorio, la presenta-
zar en el último tramo del cumplimiento de la ción a las Autoridades durante algún tiempo,
pena de la libertad condicional, durante la cual la prohibición de visitar determinados lugares,
el sujeto sí puede y debe, tal como prescribe el la ayuda a buscar un trabajo, etc. Pero en lugar
art. 90, 2 del Código penal español, ser some- de como una forma adicional de control tras el
tido a la observación de determinadas reglas de cumplimiento de la pena, como una parte del
conducta que coinciden con las medidas de la tratamiento y como un requisito para pasar al
libertad vigilada. Y, si el sujeto ha cumplido di- tercer grado penitenciario, como preparación
chas reglas durante el período de libertad con- a la libertad durante el período de libertad
dicional, ¿qué sentido tiene que siga estando condicional
sometido todavía después del cumplimiento Y en el caso de los delitos graves el siste-
total de la pena a las medidas de la libertad ma de control adicional una vez cumplida la
vigilada previstas en el art. 106? Al final, la me- pena debe ser el mismo, aunque aquí las pe-
dida de la libertad vigilada introducida en la nas de prisión, sin ser perpetuas, pueden tener
reforma de 2010 puede significar, sobre todo una duración tan larga (veinte, treinta o más
cuando se aplique tras el cumplimiento de una años), por lo que no parece que sea necesaria
larga pena de prisión, una especie de control una prolongación adicional de la privación de
a perpetuidad del que en su día fue condena- libertad.
do y ya cumplió su pena. Y en el caso de los
autores de delitos sexuales (que es el otro su- Por supuesto, que no me olvido de las víc-
puesto en el que se puede aplicar esta medida) timas, que deben ser siempre adecuadamente
el intento de evitar su recaída en el delito a compensadas y ayudadas con medios de carác-
través del sometimiento a programas de tra- ter reparador bien a costa del delincuente, bien,
tamiento, debería haberse acometido cuando cuando esto no sea posible, del propio Estado;
el sujeto se encontraba cumpliendo una pena, pero a las que realmente no se les ayuda, como
como una parte del tratamiento penitenciario, se les quieres hacer creer, simplemente con el
y no de forma adicional tras el cumplimiento incremento de la gravedad de las sanciones.
de la misma. Como tampoco me olvido de que en casos de
delitos graves o incluso muy graves (asesina-
tos, secuestros, robos y violaciones con resul- 303
tado de muerte, asesinatos en serie, genocidios prisión ¿qué necesidad hay de seguir privando
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y crímenes contra la humanidad), la idea de de libertad al ya anciano, probablemente de-


Justicia, la retribución, la prevención general y bilitado en su salud física y mental? Y al que
probablemente la especial también, exigen una milagrosamente haya conseguido durante ese
respuesta punitiva contundente que no debe tiempo rehabilitarse y haya modificado su ac-
dejar ninguna duda sobre la gravedad de estos titud frente a sus semejantes, ¿por qué hay que
hechos, y mucho menos ningún resquicio para seguir privándole de libertad tras el cumpli-
la impunidad, tan frecuente, por lo demás, miento de una larga pena de prisión?
no tanto respecto a los delincuentes comu- Obviamente, todas estas consideraciones
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nes, como respecto a los tiranos y dictadores no parece que vayan a ser tenidas en cuenta
de todo el mundo (algunos de ellos celebrados por el legislador español en las reformas pena-
como héroes por buena parte de sus conciuda- les que ya se anuncian como inminentes para
danos, o reconvertidos a la democracia cuando el año 2012, entre las que, como ya se avisa, no
el cambio político así lo requiere). faltarán la introducción de la prisión perpetua
Pero también aquí debe haber unos límites y el agravamiento de la pena para los casos de
que además de la proporcionalidad tengan en multirreincidencia; pero el efecto placebo que
cuenta derechos humanos elementales como estas reformas causarán en la opinión pública
la dignidad humana que los delincuentes no e incluso la rentabilidad electoral que puedan
respetaron, pero que el Estado sí está obliga- darle al partido político que las proponga,
do a respetar. La retribución y la prevención nunca podrán ocultar las graves objeciones
general deben tener unos límites que, en últi- que contra las mismas se pueden hacer tanto
ma instancia, no son otros que los de la propia desde el punto de vista jurídico penal y jurí-
dignidad humana, de la que no debe privarse dico constitucional, como desde el punto de
nunca ni al más peligroso de los delincuentes. vista de una presunta eficacia políticocriminal,
Y, en todo caso, después de treinta años o más preventiva general y preventiva especial, que
años de cumplimiento efectivo de una pena de a la vista de los resultados obtenidos en otros
países, es más que dudoso que se consiga.

Fecha de recepción: 8 de abril de 2012


304 Fecha de aceptación: 26 de abril de 2012

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