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SILTEPEC, CHIAPAS.

IGLECIA DE DIOS PENTECOSTES EN MEXICO A.R.R.C.S.GAR/578/93


R.F.C.IDPM940512-36A

 MONOGRAFIA
LA GRACIA DE DIOS

 ALUMNO
ALAN MAXIM MORALES RIVERA

 ACESOR
PR.ELIONAI HERNANDEZ ROBLERO
 CURSO
LIC.EN SAGRADA TEOLOGIA

 DIRECTIVA
DIR.ELEVI PERES REYNOZA
SRIO.IRRAEL RAMIREZ MENDEZ
TES.ELIONAI HERNANDEZ ROBLERO

 IMPRECION
SILTEPEC CHIS.29 DE JUN, 2022
DEDICATORIA

Dedico este trabajo con todo mi estima y cariño a la directiva


Esc.Biblica Fuente de Vida, director Pr.Elevi ReynosaPérez, secretario
Pr.Irrael RamírezMéndez y tesorero Pr.Elionai Hernández Roblero y
maestros ala vezque con su esfuerzo esmero y enseñanzas nos capacitaron
y dieron su entrega y tiempo para ayudarnos a cumplir esta meta.
Y así hacer posible esta monografía para llevar información y
sabiduría del cielo, para los lectores hermanos y amigos a fin de que no
perezcan y se pierdan por falta de conocimiento y traerles este libro para que
sean edificados y llenos del conocimiento de la palabra.
AGRADECIMIENTO
Agradezco con todo mi corazón a DIOS nuestro creador por que la
palabra dice en Marcos 12:30 y amaras al señor tu Dios con todo tu corazón,
y con toda tu alma, y con toda tu mente y con toda tus fuerzas. Este es el
principal mandamiento. ya que si él no hubiese sido posible realizar este
libro porqueél es el autor y fundador de la vida y nos presta el tiempo y
espacio para darnos la dicha de hacer cumplido este trabajo y entregar lo
que podemos dar con la vida que él nos regala le agradezco a él con todo mi
ser porqueél nos da la fuerza y el vigor para hacer todas las cosas para
gloria de su nombre, a fin de llevar bendición y vida, porque no solo de pan
vivirá el hombre si no de toda palabra que sale de Dios.
Gracias Dios padre por tus misericordias y por enviar a tu hijo nuestro
señor Jesucristo y derramar gracia sobreabundante para con los hombres,
por que donde abunda el pecado sobre abunda la gracia de Dios, porque tu
no viniste a llamar a justos sino a pecadores a un arrepentimiento. Gracias
por ese don inmerecible.
INDICE
1. Palabras introductorias………………………pág.1

2. Objetivo…………………………………………pág.2

3. La gracia……………………………………….pág.3

4. Diferencias entre la Gracia y la Ley………pág.8

5. La Gracia y la sangre de Cristo……………pág.15

6. Es tiempo de Gracia…………………………pág.24

7. El tiempo de Gracia se termina……………pág.28

8. Conclusión……………………………………pág.38

9. Referencias Bibliografícas…………………pág.39
INTRODUCCION
Dios creó con un propósito especial al hombre y el quiere y siempre ha
intentado estar en comunión y relación con el ser humano para que el
hombre llegue a entender que a él le importamos tanto, aunque seamos unos
simples mortales en esta tierra temporal, el tiene planes maravillosos y
grandes que el hombre no alcanzaría a comprender en su totalidad, por eso
nuestro deseo es que este material sea de mucho interés y bendiciónasí
conocer el método de Dios para poder salvar y redimir nuestra alma.
Dios siempre tiene un plan, el futuro para el ya es historia y nosotros
somos partes de esa historia, por eso es necesario conocer el plan de
salvación que Dios nos ofrece atraves de Cristo Jesús, cristo dijo; ¿de qué
aprovechara el hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma? o que
recompensa dará el hombre a cambio de su alma? Jesús pago la
recompensa por ti en la cruz del calvario para poder redimirnos y ser salvos y
lavados con su santa sangre y esa preciosa sangre vale la eternidad de
nuestra alma, ¿a qué lugar queremos ir o donde queremos pasar la
eternidad? Ya que el hombre siempre tiene incertidumbre o duda de su futuro
pero la biblia nos dice cielo nuevo y tierra nueva donde no habrá mas lagrima
ni dolor por que las primeras cosas pasaron, pero también fuego eterno alos
que no aceptan ese pago que Jesús hizo por nosotros para cambiar nuestra
vida y el rumbo de nuestro destino.
La voluntad de Dios es que todos los hombre sean salvos y vengan al
conocimiento de la verdad Jesús dijo; yo soy el camino la verdad y la vida
nadie viene al padre sino por mi (juan 14:6).

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OBJETIVO

Nuestra oración e interés es que por medio de este trabajo el hombre


alcance a comprender y a entender en su corazón como el amor de Dios se
manifiesta atravez de la Gracia que nos concede, y comprender el tiempo en
que vivimos hoy que ya no estamos bajo ley sino bajo gracia ,para que la
iglesia del señor también pueda ser edificada ya que la palabra dice hágase
todo para edificación (1 Cor.14.26), como también para salvación y
arrepentimiento de las almas que no han conocido la gracia de Cristo.
Estamos viviendo tiempos de misericordia donde el hombre puede obtener
gratuitamente la salvación de su preciosa alma, pero vendrán tiempos donde
esa misericordia se terminara y tendremos que pagar un precio un precio de
sangre, si el hombre rechaza esa sangre que Cristo derramo vendrá un
tiempo donde el mismo tendrá que arriesgar su sangre y no negar a Cristo el
salvador de las almas.
Que este material pueda traer información rica para la preparación de
nuestras vidas y reconocer que sin Dios el hombre no es nada.

2
LA GRACIA
La gracia es usada en muchas áreas de la vida del hombre. Pero nada se
compara con la gracia que viene del cielo. El termino gracia es de origen latín
“gratia” que significa benevolencia, favor o beneficio que se recibe sin ningún
tipo de merecimiento, además muchas personas poseen gracia atreves de sus
palabras o actitudes, la expresión gracia alude a la elegancia, armonía, también
identifica las cualidades por la que una persona o cosa es considerada atractiva
o agradable.
La gracia es la única fuente de la cual fluye la buena voluntad, el amor y
la salvación de Dios para sus escogidos.
La gracia divina es el favor soberano y salvador de Dios, ejercido en la
concesión de bendiciones a los que no tienen mérito propio, y por las cuales
no se les exige compensación alguna. Más aún; es el favor que Dios muestra
a aquellos que, no sólo no tienen méritos en sí mismos, sino que, además,
merecen el mal y el infierno. Es completamente inmerecida, y nada que
pueda haber en aquellos a quienes se otorga puede lograrla. La gracia no
puede ser comprada, lograda ni ganada por la criatura. Si lo pudiera ser,
dejaría de ser gracia. Cuando se dice de una cosa que es de “gracia”, se
quiere decir que el que la recibe no tiene derecho alguno sobre ella, que no
se le adeudaba. Le llega como simple caridad, y, al principio, no la pidió ni la
deseó.

Queremos hablar especialmente de la gracia que no es de esta tierra la


proveniente del cielo dada por DIOS que es el don que eleva alo
sobrenatural a la criatura racional, el hombre haciéndolo hijo atreves de
Cristo la gracia no se refiere única y exclusivamente al perdón de DIOS, sino
también a la salvación del hombre, enseñando al hombre a rechazar los
deseos mundanos y a los actos impuros.

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La gracia de DIOS es fundamental para alcanzar la salvación, es una
virtud por la cual DIOS puede dar algo sin nada a cambio, ya que para
alcanzar la misma el hombre nada puede hacer por sí mismo.
La gracia de DIOS llega por medio de la fe, la aceptación del sacrificio
que Jesús hizo por la humanidad. Si nos remitimos al original hebreo
<<Hen>> vocablo utilizado en el antiguo testamento. Ahora bien en el nuevo
testamento se utiliza para el vocablo gracia <<charis>>en término griego.
Ambos términos hacen referencia a la bondad y el favor.
La palabra gracia significa favor. Dice Gen.39:20-21 “el amo tomo a José y
lo encarcelo con los presos del rey y José quedo en la cárcel, pero el señor
estuvo con José, le extendió su bondad y le dio gracia en ojos del jefe de la
cárcel”.
Dice Luc.1:30 “Entonces el ángel le dijo: ¡no temas, maría! Porque has
hallado gracia ante DIOS. Ahora concebirás en tu seno, darás a luz un hijo, y
lo llamaras Jesús. ¿Cuál es el favor más grande que el hombre necesita de
DIOS? el perdón de pecados. Aprendemos en Gen.1:26 que el hombre fue
creado a imagen de DIOS (“hagamos al hombre a nuestra imagen”) pero
todos los hombres han pecado y la consecuencia del pecado es que se ha
manchado la imagen de DIOS en nosotros. Por su grande amor DIOS quiere
limpiarnos del pecado y restaurar esa imagen o semejanza divina. Todo lo
que DIOS ha hecho y está haciendo para llevar a cabo ese propósito se
llama “gracia”.
El evangelio de Cristo es llamado” el evangelio de la gracia de DIOS”
(Hech.20:24), o “la palabra de su gracia” (Hech.20:32). Porque el evangelio
explica la gracia de DIOS, es decir, ¿como su gracia nos salva? .La gracia
revela y enseña la voluntad de DIOS (Tito 2:11-12. Porque la gracia de DIOS
se ha manifestado para salvación a todos los hombres. Enseñándonos que,
renunciado a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo,
sobria, justa y piadosamente). La gracia de DIOS, que nos trae salvación.

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El hombre no puede salvarse por sus propias buenas obras que haya
hecho aparte de Cristo y el evangelio. Dice el apóstol pablo, “cuando se
manifestó la bondad de DIOS nuestro salvador y su amor hacia los hombres,
nos salvo, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por
su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación del
Espíritu Santo (Tito 3:4-5). Muchas personas hacen buenas obras, ayudando
al prójimo, a los pobres, a las viudas, huérfanos y a muchos otros
necesitados, y esto es muy noble. Muchas personas han de ser alabadas por
ser tan serviciales. Sin embargo, todas estas obras de justicia que nosotros
hayamos hecho no nos pueden salvar, porque todos los hombres han
pecado y tiene que obedecer el evangelio de Cristo para obtener el perdón
de pecados.
En Hechos 10:1, 2,22 dice que “Había en cesárea un hombre llamado
Cornelio… piadoso y temeroso de DIOS con toda su casa, y que hacia
muchas limosnas al pueblo, y oraba a DIOS siempre… varón justo y que
tiene buen testimonio en toda la nación de los judíos” ¿Hera cristiano este
hombre? No. ¿Había recibido salvación? No. Era muy buen hombre, hacia
muchas limosnas y otras buenas obras, pero tuvo que creer en Cristo y ser
bautizado para perdón de pecados (Hech.10:48,2:38).
Este buen hombre fue salvo por gracia, y no por sus buenas obras, como
dice pablo (Efe.2:8-9)”por que por gracia sois salvos por medio de la fe y esto
no de vosotros, pues es don de DIOS; no por obras, para que nadie se
glorié” ser salvos por gracia por medio de la fe, quiere decir ser salvo por
medio del evangelio.
Para entender la gracia de DIOS es necesario entender estas dos
palabras: proveer y aceptar.

Proveer: Disponer o dar lo necesario para un fin. // Suministrar, facilitar

Aceptar: Recibir voluntariamente lo que se le da u ofrece.

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DIOS provee la salvación y el hombre la acepta. El hombre siendo
pecador, no podía salvarse solo. Necesitaba de un salvador, pero DIOS ha
hecho posible la salvación y el hombre tiene que poner su parte, aceptando
la salvación que DIOS le ofrece. De otro modo la gracia no le ayuda y al
morir va al castigo eterno, como si Cristo no hubiera venido al mundo.
Es tema importantísimo “la gracia” se refiere a todo lo que se ha hecho y
se hace de parte de DIOS para nosotros: sobre todo se refiere a la expiación
de nuestros pecados por el sacrificio de Cristo (Rom.3:23-6).
La gracia es condicional, el hombre puede y debe aceptar la gracia,
obedeciendo el evangelio de Cristo.
La gracia, no es incondicional, la salvación no depende enteramente
de DIOS. DIOS provee la salvación y el hombre la acepta.

Juan 1:12 Mas a todos los que le recibieron a los que creen en su nombre,
les dio potestad de ser hechos hijos de DIOS.

El hombre puede recibir la gracia.


A. Perseverar. Hechos 13:43.
“Les persuadían a que perseverasen en la gracia de DIOS” En Antioquia de
pisidia muchos de los judíos y de los prosélitos piadosos siguieron a pablo y
a Bernabé. A estos les exhortaban a que perseverasen en la gracia. Si ellos
podían perseverar, también podían desistir de hacerlo.
B. Crecer. 2 de pedro 3:18
Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro señor y salvador Jesucristo.
Si podemos y debemos crecer en la gracia, esto indica que podemos dejar
de hacer.

El hombre puede rechazar la gracia.


A. No recibirla en Vano 2 de Cor. 6:1

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“Os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de DIOS”
¿Cómo es posible recibirla en vano? Mat. 13:20 – 21 La gracia debe obrar en
nosotros, llevar fruto, darnos fuerza para resistir pruebas y tentaciones. De
otra manera esta en vano.
B. Dejar de alcanzarla Heb.12:15
“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de DIOS o
quede privado de la gracia”. Los fieles siguen adelante en la gracia pero
algunos hebreos se desanimaron; fueron dejados atrás y desprovistos de la
gracia.
C. Desechar la gracia Gal.2:21.
“No desecho la gracia de DIOS” (No hago nula la gracia). Pablo
explica: “Por que si la justicia viene por medio de ley entonces Cristo murió
en vano” O innecesariamente. Los que aceptaron a Cristo pero siguieron
predicando la justicia por la ley de Moisés, Desechaban o hacían nula la
gracia de DIOS. Lo mismo sucede hoy en día; si alguno predica el evangelio
mezclado con tradiciones humanas, hacen nula la gracia.
D. Caer de la gracia Gal.5:4.
“De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis: de la gracia
habéis caído”. En palabras sencillas este texto destruye la doctrina de que el
hombre no puede caer de la gracia. Pero es fácil entender el por qué: Los
que buscaban justificarse por la ley de Moisés buscaban la justicia sin Cristo,
sin salvador. La ley de Moisés no tenía salvador, si no solamente sacrificios
típicos, que apuntaban a Cristo.

E. Hacer afrenta al Espíritu de gracia Heb.10:29


¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo
de DIOS, y tuviere por inmunda la sangre del pacto la cual fue santificado, e
hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Algunos hermanos hebreos hicieron
esto según Heb.6:4-6 (“Recayeron crucificando de nuevo para sí mismos al
Hijo de dios, y exponiéndole a vituperio”). El hombre puede insultar al

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Espíritu de gracia, tratarlo con desprecio e infidelidad, aunque por medio de
él haya recibido los beneficios de la gracia. Los favores y las bendiciones de
DIOS siempre son condicionales. Gen.6:8 “Noé hallo gracia” ¿Por qué? hizo
conforme a lo que DIOS demando. Josue6:2 “Mira yo he entregado en tu
mano a Jericó”; pero tuvieron que rodear la ciudad trece veces, tocar el
cuerno y gritar. 2 Rey. 5. aaman tuvo que zambullirse siete veces en el rio
Jordán. Juan 9. El ciego tuvo que lavarse en el estanque de siloe. DIOS nos
da aire pero tenemos que respirar, nos da comida (ecles.3:13) pero tenemos
que trabajar (2 de Tes.3:10) nos da agua pero tenemos que beber, DIOS
sana pero tenemos que creer.

DIFERENCIAS ENTRE LA GRACIA Y LA


LEY

La ley y la gracia son dos maneras opuestas con lasque DIOS trata con
la raza humana.
Podemos describir como principios distintos bajo los que El prueba al
hombre. O pensamos acerca de ellos como pactos que él ha hecho con su
pueblo: <Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la
verdad vinieron por medio de Jesucristo Jn.1:17>.
La Ley de Moisés fue dada específicamente a la nación de Israel (Éxodo
19; Levítico 26:46; Romanos 9:4). Se compone de tres partes: los diez
mandamientos, las ordenanzas, y el sistema de adoración, que incluía el
sacerdocio, el tabernáculo, las ofrendas y las fiestas (Éxodo 20-40; Levítico
1-7; 23). El propósito de la ley de Moisés era lograr lo siguiente:

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(1) Revelar el carácter sagrado del Dios eterno a la nación de Israel (Levítico
19:2; 20:7-8).

(2) Apartar a la nación de Israel para que fuera diferente de todas las demás
naciones (Éxodo 19:5).

(3) Revelar la pecaminosidad del hombre (cf. Gálatas 3:19). Aunque la ley
era buena y santa (Romanos 7:12), no proporcionaba la salvación para la
nación de Israel. "Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será
justificado delante de Él; porque por medio de la ley es el conocimiento del
pecado" (Romanos 3:20; Hechos 13:38-39).

(4) Proporcionar perdón a través del sacrificio u ofrendas (Levítico 1-7) para
aquellos que tenían fe en el Señor, en la nación de Israel.

(5) Proporcionar una forma de adoración para la comunidad de fe a través de


las fiestas anuales levítico 23.

(6) Proporcionar dirección de Dios para la salud física y espiritual de la


nación. (Éxodo21-23; Deuteronomio6:4-19; Salmo119:97-104).

(7) Después de que Cristo viniera, hacer que las personas vieran que no
podían guardar la ley, sino que necesitaban aceptar a Cristo como Salvador
personal, porque Él había cumplido la ley en Su vida y pagó el castigo por
culpa nuestra en Su muerte, sepultura y resurrección corporal (Gálatas 3:24;
Romanos 10:4). El creyente en Cristo tiene la misma justicia de la ley
cumplida en él cuando obedece al Espíritu Santo que vive dentro de él
(Romanos.8:4).

El propósito de la ley de Moisés plantea estas preguntas: "¿Estás confiando

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en ti mismo para guardar toda la ley todo el tiempo (algo que no se puede
hacer)?", o "¿Has elegido aceptar a Jesús como tu Salvador, dándote cuenta
de que Él ha cumplido perfectamente toda la ley, incluso pagando tu castigo
por haberla quebrantado?" su gracias es nuestra elección.
Bajo el principio de la ley, el hombre recibe lo que se gana o merece.
Bajo la gracia se le libra de lo que se merece y recibe riquezas Masaya
de toda descripción; todo ello como un don de gracia.
Los dos principios se describen en Rom. 4:4-5 pero al que obra, no se
le cuenta el salario como gracia, si no como deuda; mas al que no obra, si no
cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.

La ley y la gracia son dos temas que no pueden desligarse porque se


complementan, no se puede abordar el Antiguo Testamento sin abordar el
Nuevo Testamento. La Gracia nos revela solo una de las cualidades o
características de Dios, por lo cual enfocarnos solo en esto, nos daría una
idea incompleta con respecto al carácter de Dios.

Por esta razón como creyentes fieles a Cristo necesitamos conocer el


carácter de Nuestro Padre Celestial tal y como es manifestado por él mismo
en las Sagradas Escrituras. Así que debemos estar abiertos a recibir la
palabra que nos habla tanto de la gracia como aquella que nos muestra lo
que es la ley.
Esta ley del Señor representa su santo carácter, y no hay forma de que
la predicación del carácter santo de Dios pueda pasar inadvertida sin que la
vida del creyente sea movida de forma significativa.

Por su parte, la gracia es otra forma de manifestación del carácter de


Dios, donde se estableció el pacto divino a través de Jesucristo en la Cruz
del Calvario tras su muerte y resurrección.

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Aquí Jesús venció a la muerte y nos dio la salvación por su gracia y
favor, la cual es inmerecida, ya que siendo nosotros pecadores tenemos la
oportunidad de ser salvos y alcanzar misericordia por amor a su nombre. Por
su parte, la gracia es otra forma de manifestación del carácter de Dios,
donde se estableció el pacto divino a través de Jesucristo en la Cruz del
Calvario tras su muerte y resurrección.

Por esta razón es que cuando Jesucristo fue sacrificado en esa cruz, su
gracia manifestó su amor pleno hacia la humanidad, dándole el privilegio de
poder entrar al Reino de los cielos y de escribir su nombre en el libro de la
vida, tal como lo señala la palabra:“Así el vencedor será vestido de
vestiduras blancas y no borraré su nombre del libro de la vida, y reconoceré
su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles” (Apocalipsis 3:5)
En este sentido, Cristo nos da la oportunidad de ser salvos mediante el
arrepentimiento sincero y la confesión de nuestra fe en Cristo Jesús.

En la biblia podemos encontrar diferentes versículos que nos pueden


aclarar las inquietudes con respecto a estos dos términos, tal como los
siguientes:

“Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad
vinieron por medio de Jesucristo” (Juan 1:17)
De esta forma al principio Dios estableció la ley para el pueblo, pero
luego cuando vino Jesús a la tierra agregó un segundo mandamiento en el
cual debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Es decir,
Jesucristo vino al mundo a enseñarnos lo que es realmente el amor:
“Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al
Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende
toda la ley y los profetas” (Mateo 22:36-40)

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De esta forma la gracia es el amor de Cristo por la humanidad, ya que a
través de su misericordia podemos ser perdonados y estar en la presencia
de Dios. Sin embargo hay diferentes aspectos que debemos comprender
para diferenciar la ley de la gracia:

La ley es un pacto condicional. DIOS dice: <si obedecéis, os premiare,


pero si desobedecéis tendré que castigarlos>.
La gracia es un pacto incondicional. DIOS dice: <os bendeciré de pura
gracia>.
La ley dice haz, mientras la gracia dice cree. Pero creer no impone una
condición; constituye simplemente una respuesta razonable de una criatura a
su creador. Y no es merito; nadie puede enorgullecerse de haber creído en el
señor. Sería una necedad no creer en la única persona digna de confianza
en el universo.
Bajo la ley se demanda la santidad, pero no se provee ningún poder para
vivir una vida santa. Bajo la gracia se enseña la santidad (Fil.2:11-12) y se
provee el necesario poder.
La ley trae una maldición: <Maldito todo aquel que permaneciere en
todas las cosas escritas en el libro de la ley `para hacerlas (Gal.3:10)>. La
gracia trae bendición: <siendo justificados gratuitamente por su gracia,
mediante la redención que es en Cristo Jesús (Rom.3:4)>. Bajo la ley se
potencia la vanagloria, pero bajo la gracia este es eliminada. ¿Dónde pues
esta jactancia? ¿Por la de las obras? NO, si no por la ley de la fe (Rom.3:17).
No puede haber ninguna seguridad de la salvación bajo la ley; nadie
podría saber si había efectuado las buenas obras suficientes o el tipo
necesario de buenas obras.
Bajo la gracia existe una plena seguridad debido a que la salvación es un
don y uno sabe cuando ha recibido un don.

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Una persona bajo la ley no podría tener una verdadera seguridad debido
a que no podría hallarse segura de que continuaría cumpliendo los
requisitos. Bajo la gracia el creyente goza de seguridad eterna (Jn. 10:27-
29), debido a que su salvación depende de la obra de Cristo.

No hay salvación por la ley. Dios nunca dispuso que nadie se salvara


mediante tal principio. El propósito de la leyes mostrar al hombre que es un
pecador. «Pero medio de la ley es el conocimiento del pecado» (Rom. 3:20),
no el conocimiento de la salvación.

La salvación es por la gracia (Ef. 2:8, 9). Es el don libre y sin reservas por
parte de Dios a aquellos que reciben al Señor Jesucristo como la única
esperanza para ellos de ir al cielo.

Bajo la ley se potencia el pecado (Rdo. 7:8-13); bajo la gracia es


despreciado. Cuando el hombre pecador es puesto bajo la ley,
inmediatamente quiere hacer aquello que está prohibido. Ello no es por culpa
de la ley, sino que es la respuesta del pecado en la naturaleza
del hombre. Bajo la gracia, el pecado es despreciado. La memoria de lo que
nuestros pecados le costaron al Salvador hace que nos alejemos de ellos.

Bajo la ley nunca termina el trabajo. Esta es la razón por la que el


sábado, el séptimo día, venía después de toda una semana de esfuerzos. La
gracia nos habla de una obra acabada, por lo que empezamos
nuestra semana con el día del Señor, nuestro día de descanso.

La ley nos dice qué es lo que el hombre debe hacer. La gracia nos revela
lo que Dios ha hecho en Cristo.

La leyes un sistema de esclavitud (Gál.4:1-3); la gracia es un sistema de


libertad (Gal. 5:1). Los hombres son siervos bajo la ley; los hombres bajo la
gracia son hijos. La ley dice: «Amarás… » La gracia dice: «Porque tanto amó
Dios… «La ley dice: «Haz esto, y vivirás.» La gracia dice: «Vive, y harás.»

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Bajo la ley un hijo rebelde era echado fuera de la ciudad y apedreado
(Dt. 21: 18-21). Bajo la gracia el hijo pródigo puede confesar su pecado y
volver de nuevo a la comunión de su padre (Luc. 15:21-24). Bajo la ley las
ovejas mueren por el pastor. Bajo la gracia, el pastor muere por las ovejas
(Jn. 10:11). 

La superioridad de la gracia se ha descrito de la siguiente manera: La


gracia no consiste en buscar hombres para poderlos aprobar, porque no es
de la gracia sino de la justicia el aprobar la bondad, si no que consiste en
buscar hombres condenados, culpables, sin excusa, e inermes a los que se
puede salvar, santificar y glorificar.

 La Ley: es Dios prohibiendo.


 La Gracia: es Dios concediendo.
 La Ley: es lo que yo debería ser para Dios.
 La Gracia: es lo que Dios es para mí.
 La Ley: consta de ordenanzas (maldiciones por violarla o bendiciones
por cumplirlas)
 La Gracia: está reglamentada por el amor de Dios para mí.
 La Ley: mataba a quien la infringía.
 La Gracia: vivífica a quien la quebranta.
 La Ley: es un ayo (conductor) hacia Cristo.
 La Gracia: es el mismo Cristo conductor hacia Dios.
 La Ley: es procurar ser salvo.
 La Gracia: es ser salvo sin procurarlo.
 La Ley dice! Haz esto y vivirás!
 La Gracia dice ¡Reposa y disfrutarás!
 La Ley: custodia a Israel en un redil.
 La Gracia: custodia al Nuevo Israel en un rebaño.
 La Ley: era un fiscal ¡Moisés!
 La Gracia: es un abogado ¡Jesucristo!

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 La Ley: condenaba irremisiblemente.
 La Gracia: justifica gratuitamente.
 La Ley: un sistema de pruebas y exigencias.
 La Gracia: un tesoro de favores y misericordias.
 La Ley: era Moisés en el Sinaí.
 La Gracia: es Cristo en Sión.
 La Ley: la oveja muere en manos del pastor.
 La Gracia: el Buen Pastor muere por las ovejas. 
 La Ley: tenía las sombras de Cristo.
 La Gracia: tiene el cumplimiento de aquellas sombras.
 La Ley: tenía ritos, normas y ceremonias.
 La Gracia: está llena de un espíritu de libertad.
 La Ley: es la vivencia de mi "yo", (mi esfuerzo).
 La Gracia: es la vivencia de Cristo en mí, (su obra).  
 La Ley: era el sacerdocio de Aarón.
 La Gracia: es el real sacerdocio de Cristo. 
 La Ley: era un ministerio de condenación.
 La Gracia: es un ministerio de reconciliación. 
 La Ley: circuncisión, sábado y fiestas ceremoniales             
 La Gracia: tres pilares: la fe, el amor y la libertad.  
 La Ley: hacia énfasis en las obras.
 La Gracia: hace énfasis en la fe, solamente en Jesucristo.

LA GRACIA Y LA SANGRE DE CRISTO


Sin la sangre de Cristo, nadie puede tener una relación con el Padre
celestial porque Dios es Santo, porque nuestro pecado bloquea cualquier
posibilidad de relación con Él. Pero, por su amor, el Señor puso en marcha
un proceso de reconciliación. La preciosa sangre de Jesús ofrece todo lo que

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necesitamos para acercarnos al Padre. Y esto es lo que nos dice la Palabra
de Dios al respecto. Apocalipsis 12:11 “Y ellos le han vencido por medio de
la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y
menospreciaron sus vidas hasta la muerte”.
En el antiguo pacto, todo sacrificio sobre el altar era para cumplir la pena
de muerte exigida por la Ley de Dios. El sistema de sacrificios enseñaba a
las personas que el Señor es santo, que las transgresiones deben ser
castigadas, y que la expiación por el pecado se lleva a cabo sólo a través del
derramamiento de sangre. Este plan era “sombra” de lo que vendría después
con Jesús.

Ya que los sacrificios de animales sólo pueden cubrir el pecado, era


necesario que el “Cordero de Dios”, el señor Jesucristo, derramara su sangre
para eliminar toda la iniquidad del hombre.
BENEFICIOS QUE RECIBIMOS POR MEDIO DE LA SANGRE DE CRISTO
El perdón de nuestros pecados.

Mateo 26:27-28 “Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio,


diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto,
que por muchos es derramada para remisión (perdón) de los pecados”.
SOMOS JUSTIFICADOS CONSIDERADOS INOCENTES ANTE DIOS.
Romanos 5:1-2 “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios
por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada
por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la
esperanza de la gloria de Dios”.
Todos debemos tener fe en la sangre de Jesús, ya que, a través de su
confesión, sus pecados le serán perdonados. Debemos declarar lo que la
sangre de Jesús hizo por su vida. Esto le hace “apropiarse” de los beneficios
del sacrificio de Jesús.

La gracia muestra la importancia de la sangre de Jesús, como el


fundamento del nuevo pacto. Pero esta realidad expiatoria por el

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pecado tiene su origen en la Ley Mosaica. Debemos de entender que la
sangre en toda la Sagrada Escritura es símbolo de la vida. Esta es una de
las principales razones por la cual Dios prohíbe comer la sangre de los seres
vivos, ella dice: “Si cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros
que moran entre ellos, comiere alguna sangre, yo pondré mi rostro contra la
persona que comiere sangre, y la cortaré de entre su pueblo. Porque la vida
de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre
el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona.
Por tanto, he dicho a los hijos de Israel: Ninguna persona de vosotros
comerá sangre, ni el extranjero que mora entre vosotros comerá sangre. Y
cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que moran entre
ellos, que cazare animal o ave que sea de comer, derramará su sangre y la
cubrirá con tierra. Porque la vida de toda carne es su sangre; por tanto, he
dicho a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque
la vida de toda carne es su sangre; cualquiera que la comiere será cortado”
(Lev. 17:10-14).

La sangre derramada en la creencia Hebrea adquiere un significado ritual


y como tal es el medio o acto por el cual se quita el pecado o la
contaminación mediante un sacrificio o pago establecido por Dios, y ella llega
a simbolizar la concertación de un pacto: “Y Moisés tomó la mitad de la
sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el
altar. Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo:
Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos. Entonces
Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del
pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.” (Éxodo
24:6-8). La Biblia dice que el sacerdote una vez al año debía hacer una
ofrenda con las sangre de ciertos animales sobre el altar del templo por los
pecados del pueblo. Todo esto era según la ley Mosaica, donde la sangre
derramada purificaba casi todos los pecados del pueblo. Sin este
derramamiento de sangre no hay perdón de pecados, leamos: “Y casi todo

17
es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se
hace remisión.” (Hebreos 9:22).

Esta ofrenda era ofrecida cada año, se puede afirmar que era una
ofrenda limitada y Dios se hastío de tantos sacrificios, por lo cual vino y se
preparó un cuerpo para realizar de una vez por toda, un solo sacrificio:
“Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen
misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen
continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra
manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una
vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos sacrificios
cada año se hace memoria de los pecados; porque la sangre de los toros y
de los machos cabríos no puede quitar los pecados. Por lo cual, entrando en
el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; más me preparaste cuerpo.
Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dije: He
aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro
está escrito de mí.” (Hebreos 10:1-7).

Por eso Jesús en la noche anterior a su crucifixión ofreció a sus


discípulos una copa de vino, diciéndoles: “Esta copa es el nuevo pacto en mi
sangre, que es derramada por vosotros.” (Lucas 22:20).

Todo el simbolismo cultural de la sangre del Antiguo Testamento halla su


cumplimiento en la sangre de nuestro señor Jesucristo, su muerte en la cruz,
es símbolo del precio de nuestro rescate: “en quien tenemos redención por
su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia” (Efesios
1:7).

Jesús era el cordero sin mancha, un cordero sin defecto que pago
totalmente la deuda del pecado que debíamos a Dios. De esta manera ya no
necesitamos realizar más sacrificios por el pecado. Recordemos que en el
Antiguo pacto se hacia el sacrificio cada año por los pecados del pueblo,

18
ahora en el nuevo pacto ya no es así. Cuando Jesús dijo: “¡Consumado es!”
Quiso decir que la obra completa de la redención fue hecha para siempre.

En Jesús hemos obtenido la redención eterna y es solo para los que


creen en su nombre:

• “sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y


sin contaminación” (1 Pedro 1:19).

• “y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia


sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo
obtenido eterna redención.” (Hebreos 9:12).

• “Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo
muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto,
los llamados reciban la promesa de la herencia eterna. Porque donde hay
testamento, es necesario que intervenga muerte del testador. Porque el
testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el
testador vive. De donde ni aun el primer pacto fue instituido sin sangre.
Porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo
el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua,
lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo,
diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado. Y además de
esto, roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del
ministerio. Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin
derramamiento de sangre no se hace remisión. Fue, pues, necesario que las
figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas
celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. Porque no entró Cristo
en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo
para presentarse ahora por nosotros ante Dios; y no para ofrecerse muchas
veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con
sangre ajena. De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas

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veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los
siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para
quitar de en medio el pecado. Y de la manera que está establecido para los
hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también
Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y
aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que
le esperan.” (Hebreos 9:15-28).

La sangre de nuestro señor Jesucristo no solo redime a los creyentes del


pecado y el castigo eterno, sino que su sangre purificará nuestra conciencia
de obras muertas para servir al Dios vivo: “¿cuánto más la sangre de Cristo,
el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios,
limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios
vivo?” (Hebreos 9:14). Todo esto significa que la sangre preciosa de Jesús
nos da unas dadivas completas, veamos:

1. Su sangre nos reconcilia con Dios: “a quien Dios puso como propiciación
por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de
haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados”
(Romanos3:25);… “que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al
mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó
a nosotros la palabra de la reconciliación.” (2ª Corintios 5:19).

2. Su sangre nos redime de nuestros pecados: “y de Jesucristo el testigo fiel,


el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que
nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre” (Apocalipsis 1:5).

3. Su sangre nos purifica: “¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante


el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras
conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?” (Hebreos 9:14).

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4. Su sangre nos santifica: “elegidos según la presciencia de Dios Padre en
santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de
Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.” (1ª Pedro 1:2).

5. Por la sangre de Cristo somos justificados ante él: “Pues mucho más,
estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.”
(Romanos 5:9).

6. Por su sangre tenemos un vestido limpio: “Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y


él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado
sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.” (Apocalipsis
7:14)

7. Su sangre establece una nueva alianza: “Pero estando ya presente Cristo,


sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto
tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, y no por
sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró
una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna
redención. Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las
cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación
de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu
eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras
conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? Así que, por eso
es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la
remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados
reciban la promesa de la herencia eterna. Porque donde hay testamento, es
necesario que intervenga muerte del testador. Porque el testamento con la
muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el testador vive. De
donde ni aun el primer pacto fue instituido sin sangre. Porque habiendo
anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la
sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e
hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo, diciendo: Esta es la

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sangre del pacto que Dios os ha mandado. Y además de esto, roció también
con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio. Y casi todo es
purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se
hace remisión.” (Hebreos 9:11-22).

8. Por su sangre podemos entrar con confianza en el Santuario de Dios: “Así


que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la
sangre de Jesucristo” (Hebreos 10:19).

9. Por su sangre obtenemos la redención eterna: “y no por sangre de machos


cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para
siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención”
(Hebreos 9:12).

10. Por su sangre seremos resucitado en los días postreros: “Jesús les dijo:
De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y
bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe
mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.” (Juan
6:53-54).

Nuestro señor Jesucristo es el mediador de un nuevo pacto, el cual es


mejor que el antiguo, donde se sacrificaban animales una vez al año. Ya ese
pacto fue dado por viejo. Ahora por medio de la sangre derramada se
estableció el pacto de la gracia en el cual dice el señor que nunca más se
acordara de nuestros pecados e iniquidades. Ahora aquellos sacrificios que
se hacían antiguamente, en este tiempo son inútiles para obtener la
salvación.

En el nuevo pacto por la sangre de Cristo somos lavados o liberados del


pecado, para ser nuevas criaturas en Cristo Jesús, él es ahora nuestro sumo
sacerdote:

22
• “Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos
tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en
los cielos, ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que
levantó el Señor, y no el hombre. Porque todo sumo sacerdote está
constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo cual es necesario que
también éste tenga algo que ofrecer.” (Hebreos 8:1-3).

• “Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus


pecados y de sus iniquidades. Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al
primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.”
(Hebreos 8:12-13).

• “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17).

Para terminar es importante comunicarles que por medio de la sangre de


Jesús, Dios nos muestra su amor, en que siendo pecadores, Cristo murió por
nosotros. Su sangre nos libró de la ira de Dios. Limpiando nuestros
corazones y dándonos la esperanza de vida eterna. Dios no hizo parte de la
Iglesia de Jesús, una iglesia sin mancha y sin arrugas, el cual nos ganó por
su propia sangre:

• “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo
os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó
por su propia sangre” (Hechos 20:28).

• “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está
en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis
sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en
vuestro espíritu, los cuales son de Dios. ” (1 Corintios 6:19-20).

• “el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio
a su debido tiempo.” (1 Timoteo 2:6).

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La sangre de Jesús nos limpia de todo pecado, él nos compró, podemos
estar seguro que tenemos a un nuevo dueño, el cual pago un gran precio y
ese precio querido hermano fue el derramamiento de su sangre preciosa.

ES TIEMPO DE GRACIA
¡Qué bendición es ser cristianos! Salvos de la eterna condenación, libres
de la esclavitud del pecado, y herederos de todas las promesas eternas que
Dios ofrece a sus hijos gratuitamente. Y todo, sólo porque la Biblia dice que
Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, derramado su
preciosísima sangre, al morir sacrificado en forma cruel, con sus manos y
pies horadados y clavados en la cruz del monte Calvario, para después
resucitar, venciendo la muerte, y garantizando así que el que en Él cree,
aunque esté muerto vivirá.
Dios en la Biblia dice: Porque ciertamente todos los sacerdotes de
antaño, estaban día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los
mismos sacrificios, que nunca podían quitar los pecados, pero Cristo,
habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados,
se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante, esperando hasta que
sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. Porque con una sola
ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. Y lo mismo atestigua
el Espíritu Santo, que añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y
transgresiones, pues donde hay remisión de pecados, no hay necesidad de
más ofrendas por el pecado.
Dios dice que por ello, Jesucristo es el Testigo Fiel, el Primogénito de los
Muertos (el primero de los humanos engendrados que resucitó con cuerpo
glorificado), y el Soberano de los reyes de la tierra que nos amó, y nos lavó
de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios,
su Padre. Por tal amor con que nos amó, ¡A Él sea gloria e imperio por los
siglos de los siglos! Amén (Ap. 1:5, 6).

24
Por pura gracia, y porque la Biblia afirma que Dios no quiere la muerte
del impío pecador, sino que éste deje sus malos caminos y se arrepienta (Ez.
18:23), es que fuimos rescatados de nuestra vana manera de vivir, la cual
recibimos por herencia adámica, e involuntariamente desde la concepción,
de parte de nuestros padres; y rescatarnos no con cosas corruptibles, como
oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, quien se ofreció y sacrificó
por nosotros como un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado
desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros
tiempos por amor a nosotros ( Salmo 51:5; 1 Pe. 1: 18, 19).
¡Bendito el Señor Dios de Israel que ha visitado y redimido a su pueblo y
nos levantó un poderoso Salvador en la casa de David su siervo! (Lc. 1:68,
69). Será su nombre para siempre, se perpetuará su nombre mientras dure el
sol. ¡Benditas serán en Él todas las naciones! Pues lo llamarán el
Bienaventurado. ¡Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel! El único que hace
maravillas. ¡Bendito su nombre glorioso para siempre! Y que toda la tierra
sea llena de su gloria. Amén y Amén (Salmo 72:17-19).
La Biblia afirma que también, por pura gracia, a todos los que le
recibieron, a los que creen en su nombre, Dios les da milagrosamente la
potestad y la bendición de ser hechos hijos de Dios, pues la sangre de
Jesucristo su Hijo los limpia de todo pecado (Jn. 1:12; 1 Jn. 1:7) y que de ahí
en adelante, son elegidos según la presciencia de Dios Padre, para
santificación del Espíritu, para obedecer, y para ser rociados con la sangre
de Jesucristo para perdón de pecados y salvación. ¡Gloria a Dios!.
¡Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo! Quien según su
grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la
resurrección de Jesucristo de los muertos, y para una herencia incorruptible,
incontaminada e inmarcesible (que no se marchita), reservada en los cielos
para nosotros, que somos guardados por el poder de Dios mediante la fe,
para alcanzar la salvación final (en espíritu, alma y cuerpo), que está
preparada para ser manifestada en el tiempo postrero, en lo cual nosotros
nos alegramos, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario,

25
tengamos que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba
nuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se
prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea
manifestado Jesucristo, nuestro Gran Dios y Salvador, a quien amamos, aún
sin haberle visto, y en quien creyendo, aunque ahora no lo veamos, nos
alegramos con gozo inefable y glorioso, obteniendo así, el fin de nuestra fe,
que es la salvación de vuestras almas (1 Ped. 1: 2-8).
Más, oh amados, no ignoren esto: que para con el Señor un día es como
mil años, y mil años como un día. Por lo tanto, consideren que el Señor
Jesucristo, no retarda su promesa de regresar por segunda vez al mundo a
establecer su reino eterno, según algunos la tienen por tardanza, sino que es
paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que
todos procedan al arrepentimiento.
Pero sépase que seguramente, y al tiempo asignado, el día del Señor (el
juicio apocalíptico de este mundo) vendrá como ladrón en la noche (por
sorpresa); en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los
elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay
serán quemadas.
Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡Cómo no
debemos nosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y
apresurándonos para la venida del día de Dios (2 Ped. 3: 8-12)!
Por lo cual, levemos las manos caídas y las rodillas paralizadas; y hagamos
sendas derechas para nuestros pies, para que lo cojo no se salga del
camino, sino que sea sanado.
Sigamos la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor
(Heb 12: 12-14). Porque así dice, nuestro Dios: Yo soy Jehová su Dios;
ustedes por tanto se santificarán (apartarán su vida para servir a Dios, y
serán puros en toda su manera de vivir), porque yo soy Santo. Han pues, de
ser para mí santos, porque yo soy santo, y los he apartado de entre todos los
pueblos, para que sean míos (Lev. 11:44, 20:26).

26
Nuestra constante oración debe ser que el mismo Dios de paz nos
santifique por completo; y todo nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea
presentado delante de Dios, en la venida de nuestro Señor Jesucristo,
irreprensible, enteramente santificado, y glorificado. ¡Gloria a Dios! Porque
podemos confiar en que ¡Fiel es el que nos llama, el cual también lo hará! (1
Tes. 5: 23, 24).
Y todo porque la Biblia asegura que a los que antes conoció, también los
predestinó para que sean hechos conformes a la imagen de su Hijo, para
que Él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a
éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que
justificó, a éstos también les aseguró que serían glorificados.
¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra
nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por
todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas? ¿Quién
acusará a los escogidos de Dios si Dios es el que los justifica? ¿Quién es el
que los condenará si Cristo murió por ellos y más aún, el que también
resucitó, el que además está a la diestra de Dios, intercediendo por
nosotros? (Rom. 8: 29-34).
Por tanto, ante tan firme promesa y preciosa esperanza, mantengamos
firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque Fiel es el que
prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las
buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por
costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto vemos que de acuerdo
a las señales, aquel día ya se acerca (Heb. 10:19-31).
Si usted no está seguro, por cualquier razón, de que sus pecados han
sido perdonados y lavados por la preciosísima sangre de Jesucristo, y de
que por los méritos del sacrificio de Cristo, tiene por gracia, franca entrada al
cielo, yo le invito a que, cerrando sus ojos y poniendo toda su fe en Jesús,
nuestro Salvador, ore conmigo así: Padre celestial, gracias por tu amor y el
sacrificio de Jesucristo en la cruz por mí. Te confieso que como todos los
demás, yo también soy pecador y te pido perdón por ello. Hoy te abro la

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puerta de mi corazón y te acepto y recibo como mi Salvador, y arrepentido de
mis pecados pasados, me comprometo, de hoy en adelante y con la ayuda
de Dios, a vivir como Dios manda en la Biblia. Gracias por lavar mi corazón y
regalarme la vida eterna, por los méritos de Jesucristo, mi bendito Salvador.
Amén.
Si usted de corazón sincero ante Dios, hizo una oración así, le felicito, le
doy la bienvenida a la familia de Dios y le recuerdo que la Biblia dice que hay
gozo en los cielos, por su arrepentimiento.
Que el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo,
el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, nos haga aptos
en toda obra buena para que hagamos su voluntad, haciendo Él en vosotros
lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los
siglos de los siglos. Amén (Heb. 13:20,21).

EL TIEMPO DE GRACIA SE TERMINA


La Santa Biblia nos habla claramente de que llegará el momento
de un juicio y no habrá más oportunidad de salvar nuestras almas de
la condenación eterna. Los discípulos interrogaron a Cristo
claramente sobre este asunto y le dijeron:  Dinos ¿cuándo serán estas
cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin delsiglo?  (Mateo
24:3).
 Recuerda usted el diluvio ¿verdad?, pues quiero decirle que la
Biblia nos dice que Dios cerró la puerta del arca.  (Génesis 7:16) y no
dio más oportunidad de salvación.
Un día Dios también decidió llover con  fuego y azufre
sobre Sodoma y Gomorra, y no volvieron a existir más estas
ciudades. (Génesis 19:24). Incluso algunos historiadores creen que el
Mar Muerto podría ser la evidencia histórica de este juicio.

Este Dios bueno, lleno de gracia y soberano en todos sus atributos

28
también decidió tomar un día a Israel como su pueblo escogido y en
una ocasión abrió el Mar Rojo para salvar a su gente y en poco
tiempo lo cerró para que pereciera ahogado todo el ejército de los
egipcios.
 Antes de esto, les había azotado a esta nación con toda una
serie de plagas muy devastadoras y crueles, tal como fue la muerte
de los primogénitos. (Éxodo 12:29). Juicios vienen a la tierra pronto y
ya no habrá más gracia más favor de DIOS.
Las transacciones bancarias y las tarjetas de crédito
toman fuerza, y el dinero en efectivo escasea. Los gobiernos del
mundo cada día más se alarman de altas sumas en efectivo
por no saber de dónde proceden y un día no muy lejano,  no existirá
más. (Apocalipsis 13:11-17).
Cada ser humano tiene un número asignado en esta tierra. Todos
somos un número bien computarizado y registrado, solo que tiene
nombres diferentes en los distintos países de la tierra; pero esto va
a tener un consenso global, sólo observe la similitud que tiene la
primera hoja de un pasaporte de cualquier nación del mundo.
Hay muchísima información sobre un posible microchip por debajo
de la piel en los humanos, y esto ya funciona perfectamente bien en
casi todos los perros domésticos de los EE.UU.
Otros hablan del reconocimiento de identidad por medio de
cámaras utilizando el iris del ojo, cosa que es tan única en cada ser
humano como las huellas digitales. 
Muchos no saben que ya podemos ser rastreados en cada punto
de la tierra por solo tener un celular inteligente en nuestros bolsillos.
Y es posible que algunos satélites a la tierra puedan divisar desde lo
alto cada uno de nuestros más sencillos movimientos  con alta
resolución y en colores. (Daniel 12:4). En unos dos o tres años
veremos autos en las carreteras sin chofer, a los cuales guiarán los
computadores.

29
Los brotes de enfermedades, las epidemias, los rumores de
guerra y los terremotos son parte cotidiana de todos los
noticieros; pero aún muchos incrédulos argumentan que siempre ha
existido de todo esto en la tierra.
  Lo que no ha existido antes, es la falta de liderazgo que hay en el
mundo. No hay hombres con templanza, coraje y firmeza para llevar
las riendas de los pueblos y esto da espacio al anticristo. Los
países el mundo no encuentran personas capaces  de dirigir sus
naciones.
Muchos se levantan afirmando ser el Cristo  y engañan a
multitudes de distintas naciones y lenguas.
El Evangelio se empaña, se predica de todo menos a Cristo y a
éste crucificado. Las iglesias parecen teatros, clubs de amigos, y
crece la apostasía. Se ha hecho un negocio multimillonario de Jesús,
Su Cruz y Su Calvario. Definitivamente que la humanidad está a todo
tren preparándose para dar la bienvenida a  la bestia y su marca.
(Apocalipsis 13:13-18).El propósito de la marca es para el comercio y la
adoración, y cada persona que reciba la marca recibirá el mismo tipo de
marca. Según Apocalipsis 13:16-18, durante la Tribulación, cada persona
deberá recibir la marca (en griego, charagma) o el nombre de la bestia antes
de “comprar o vender”, es decir, antes de que puedan realizar transacciones
comerciales. Todas las transacciones privadas y públicas requerirán que las
partes tengan esta marca. Los que no la tengan estarán sujetos a grandes
dificultades, persecución y muerte. Según Apocalipsis 13:16, la marca, una
señal de lealtad, toca todos los sectores de la sociedad. Juan usa tres coplas
para enfatizar esto: los pequeños y los grandes, los ricos y los pobres, y los
libres y los esclavos. Todas las categorías y subgrupos culturales de la
humanidad se verán afectados. No hay favoritos ante Dios ni ante el reino
satánico, y no se hace ninguna distinción entre los que tienen y los que no
tienen.

30
El propósito de la marca

Dar la marca será una contraparte satánica al “sellado” de los creyentes


por Dios en Apocalipsis 7:2-4.Así como los 144,000 en el capítulo 7 son
sellados en sus frentes para recibir protección divina, así también en el
capítulo 13 los incrédulos son marcados o sellados para recibir la afirmación
y protección del Anticristo. El sello colocado sobre los 144,000 testigos es
muy probablemente invisible y con el propósito de protegerse del Anticristo.
La palabra utilizada para “sello” no es la misma que la palabra utilizada para
“marca”. Como todo lo demás que hace el Anticristo, la marca de la bestia es
una imitación y una burla. También puede ser una parodia del mandamiento
de Dios en Deuteronomio 6:8 que los judíos pusieran el Shemá en sus
manos y frente (aunque estaban en las manos izquierdas en vez de las
manos derechas).

Además, en Ezequiel 9:4, Dios requirió que la letra hebrea tau fuera


puesta en la frente de todos los que se arrepintieron de la idolatría de la
nación. Esto significaba que esas personas volvían a pertenecer a Dios. Así
que aquí en Apocalipsis vemos otra imitación, parodia o burla de las
acciones de Dios por parte de Satanás. Tomar la marca significará el
compromiso y la devoción de uno hacia el Anticristo, afirmando la creencia
del portador de que Satanás, en lugar de Dios, es la deidad suprema.

La marca será un símbolo visible (en el individuo) del inmenso poder y


autoridad y control mundial del Anticristo. De acuerdo con Apocalipsis 20:4,
miles de personas se negarán a recibir la marca y, como resultado, serán
decapitadas. Estos mártires de la Tribulación serán resucitados en la
segunda venida de Cristo al final de la Tribulación y reinarán con Él durante
el milenio.

La naturaleza de la marca

31
La palabra bíblica para marca tiene un significado similar al de las
palabras contemporáneas tatuaje o estigma.

A lo largo de la Biblia, la palabra para marca se usa para distinguir o


indicar algo con una señal. Por ejemplo, se usa muchas veces en Levítico
como referencia a una marca que hace que el sujeto sea ceremonialmente
impuro (véase Levítico 13:47-59; 14:34-39). En tales casos, suele estar
relacionado con la lepra. Hemos visto que Ezequiel 9:4 usa la marca de la
palabra como se usa en Apocalipsis: “y el Señor le dijo: Pasa por en medio
de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y pon una señal en la frente de los
hombres que gimen y se lamentan por todas las abominaciones que se
cometen en medio de ella” (LBLA, énfasis agregado). En este caso, la marca
fue de preservación, similar a la forma en que la sangre del cordero pascual
en los postes de la puerta evitó que los israelitas se acercaran al ángel de la
muerte (Éxodo 12:21-30).

En Ezequiel, la marca se coloca en la frente, lo que anticipa el uso de


Juan del término en Apocalipsis. Los siete ejemplos de la palabra en griego
para marca aparecen en Apocalipsis y se refieren a “la marca de la bestia”.
Los académicos han ofrecido numerosas y diversas sugerencias sobre la
naturaleza de la marca, incluida una estampilla oficial, un uso de filacterias,
la letra X correspondiente a la letra griega que comienza con el nombre de
Cristo, una marca invisible (o alguna variación tecnológica como un implante
de microchip) y un implante de marca. Los tatuajes religiosos estaban muy
extendidos en el Imperio Romano y en el mundo antiguo, y los devotos de un
dios o una diosa en particular a menudo eran marcados o etiquetados para
mostrar su devoción.

Ninguno de estos ejemplos son idénticos a lo que está ocurriendo en


Apocalipsis, pero muestran que el concepto prevaleció.

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El número 666

El apóstol Juan afirma en Apocalipsis 13:17 que la marca es “el nombre


de la bestia o el número de su nombre.”En el versículo 18, Juan escribe: “El
número es el de un hombre; y su número es seiscientos sesenta y seis.” El
número es el del nombre del Anticristo y el valor numérico es el de 666.Juan
comienza el versículo diciendo: “Aquí hay sabiduría,” es decir, la
comprensión y la habilidad son necesarias. Para resolver el problema del
número. De manera similar, a Daniel se le dieron instrucciones y
conocimientos para resolver el enigmático número 70 en relación con las 70
semanas proféticas (Daniel 9:22-27; véase también 12:10).

Entonces, durante la Tribulación, los creyentes recibirán comprensión y


entendimiento para desentrañar el misterio del número. Probablemente
ningún otro número en la Biblia o en la historia haya recibido tanta atención y
especulación como 666. Ha habido numerosas soluciones históricas y
contemporáneas en competencia para la identificación y comprensión de la
marca y el número, incluidos (1) los nombres de varios líderes mundiales
como el papa, diferentes emperadores romanos, Adolf Hitler, Benito
Mussolini y Henry Kissinger; (2) cálculos cronológicos que intentan vincular la
duración del reinado del Anticristo con un imperio como Roma, el Islam o la
Alemania nazi; (3) acertijos apocalípticos que usan simbolismo y contrastan
el nombre de Jesús con el número de la bestia; y (4) un símbolo para el
Anticristo y sus fuerzas en el cual 666 simboliza rebelión e imperfección.

Algunos comentaristas de Apocalipsis (incluidos los intérpretes


preteristas recientes), que rechazan una visión futurista del libro, han
argumentado que el individuo al que se refería era Nerón César. La forma
latina de su nombre, transliterada al hebreo, suma 616. Sin embargo, esta
opinión es contraria al texto, requiere el uso de una ortografía defectuosa y
carece de apoyo histórico.

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La Biblia no identifica al Anticristo ni interpreta el número. En cambio,
dice que cuando el Anticristo se revele durante la Tribulación, el número de
su nombre — el equivalente en números de su nombre — será 666.

Cualquier especulación sobre la identidad del Anticristo antes de que se


revele va más allá de los límites una legítima interpretación profética. La
identificación simplemente no está disponible todavía.

Cuando se revele el Anticristo, la interpretación de la marca vendrá como


resultado de la comprensión de cinco comentarios sucesivos declarados por
Juan en Apocalipsis 13:16-18: el nombre de la bestia, el número de su
nombre, el número de la bestia, el número de un hombre y el número 666.
Siguiendo esta progresión lógica, el número es el propio nombre del
Anticristo, que tiene un valor numérico de 666.

La práctica de asociar valores numéricos con nombres y letras es parte


de una práctica antigua llamada “gematría”.

En hebreo, las letras del alfabeto también se usaban como números en el


conteo. El alfabeto hebreo tiene 22 letras, y en el uso de gematría, las
primeras nueve letras correspondieron a los números uno a nueve, las
siguientes nueve letras correspondieron a 10 a 90, y las últimas cuatro letras
a 100 a 400. Todos los nombres hebreos o palabra tenían un significado
numérico.

El nombre del Anticristo, cuando se revele en el futuro, será el


equivalente numérico de 666.

En resumen, aunque la Biblia no identifica completamente al Anticristo o


su marca, sí da algunos detalles precisos sobre la marca. La marca de la
bestia será:

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1. La marca del anticristo e identificada con su persona.

2. El número real 666 y no una representación

3. Una marca como un tatuaje, visible a simple vista

4. Sobre la persona en lugar de en ella

5. Fácilmente reconocido y no cuestionado.

6. Recibido voluntariamente y no dado a través de engaños o sigilo

7. Utilizado después del rapto y no antes de ello.

8. Utilizado durante la segunda mitad de la Tribulación.

9. Necesario para realizar transacciones comerciales.

10. Recibido universalmente por no cristianos y rechazado por cristianos.

11. Una señal de adoración y lealtad al Anticristo

12. Promovido por el falso profeta

13. Una marca que conduce al castigo eterno.

El uso de esta marca por parte del Anticristo será uno de los muchos
intentos para imitar la importancia, el gobierno y la obra de Jesucristo
durante la Tribulación. En ese sentido, es interesante notar las palabras de
Pablo en Gálatas 6:17: “De aquí en adelante nadie me cause molestias,
porque yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús.”

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Y hace que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos,
se les dé una marca en la mano derecha o en la frente, y que nadie pueda
comprar ni vender, sino el que tenga la marca: el nombre de la bestia o el
número de su nombre. (Apocalipsis 13:16–17)

Como parte de su plan para imponer la adoración al Anticristo, el falso


profeta requerirá que todas las categorías de incrédulos, resumidas
como pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les dé una
marca en la mano derecha o en la frente.

Marca (charagma; de charasso, “Grabé”) fue el término para las


imágenes o los nombres del emperador en las monedas romanas. En el
mundo antiguo, tales marcas (tatuajes o marcas) se daban comúnmente a
esclavos, soldados y devotos de cultos religiosos (cf. Gálatas 6:17).

Dios selló, con una marca en la frente, a los 144,000 para preservarlos
de Su ira contra el mundo incrédulo (7:2–3); el falso profeta marca a los no
salvos para preservarlos de la ira del Anticristo contra el pueblo de Dios.

La marca significará que la persona que la lleva es un adorador y leal


seguidor del Anticristo. De la misma manera, los emperadores romanos
exigían a sus súbditos que demostraran su lealtad ofreciendo sacrificios al
César. Quienes se negaron, como aquellos que se niegan a tomar la marca
del Anticristo, fueron sujetos a ejecución. Además de la constante amenaza
de muerte, negarse a llevar la marca de la bestia tendrá graves
consecuencias prácticas en la vida diaria: nadie pueda comprar ni vender,
sino el que tenga la marca. El imperio del anticristo mantendrá un estricto
control económico sobre el mundo. La comida, la ropa, los suministros
médicos y otras necesidades de la vida potencialmente demandadas en la
tierra devastada, que ha sentido el juicio de Dios (6:5-6), no se podrán
obtener para quienes no tienen la marca. La moneda probablemente se
desvanecerá, para ser reemplazada por un crédito controlado. En lugar de

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una tarjeta de crédito, que se puede perder, las personas tendrán una marca
(posiblemente un código de barras o algún microchip) en la frente o la mano.
Escanear la frente o las manos de las personas los identificaría en un
sistema central de computadora. La vida bajo los gobiernos totalitarios en
nuestro tiempo ofrece una pequeña visión de lo que está por venir. Un
hombre que había vivido bajo el régimen comunista de Bulgaria comentó: No
puedes entender y no puedes saber que el instrumento de persecución más
terrible jamás creado es una tarjeta de ración inocente. No puedes comprar y
no puedes vender, excepto de acuerdo con esa pequeña e inocente tarjeta.
Si quieren, usted puede morir de hambre, y si quieren, pueden despojarlo de
todo lo que tiene; porque no puede comerciar, y no puede comprar y no
puede vender, sin permiso .La presión para rendirse a la adoración del
Anticristo será mucho peor que cualquier otra experiencia en la historia
humana. La vida será prácticamente imposible de vivir, por lo que las
personas se ven obligadas a inclinarse ante el rey demonizado, no solo por
el engaño religioso, sino también por la necesidad económica. Al describir la
marca con más detalle, Juan señala que consistirá en el nombre de la bestia
o el número de su nombre. El anticristo tendrá una designación universal, su
nombre dentro de un sistema de numeración. La identificación exacta de esa
frase no está clara. Lo que está claro es que se requerirá que todos tengan la
marca de identificación o sufran las consecuencias. Cristo te llama acepta su
gracia.

"Principios de dolores son estos." dijo Jesucristo.

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CONCLUCION

Este trabajo fue de gran bendición porque pude contemplar y


hallar nuevas cosas que desconocíamos, como Dios ha venido
trabajando con el hombre para poder salvarnos, no hay privilegio y
dicha más grande que conocer misterios y revelación de parte de
Dios para nosotros, aunque las personas no quieran buscar a Dios
pero se están perdiendo el significado de la vida, la sabiduría de este
mundo es insensatez para Dios pero la sabiduría que proviene de lo
alto Dios sabe que es un rico tesoro para nosotros.
Le doy gracias a nuestro señor Jesucristo quien nos salvo y nos
permite la vida para poder realizar este hermoso y apreciable trabajo.

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BIBLIOGRAFIAS
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