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Gerardo Muñoz
En un largo ensayo sobre Carl Schmitt, Hugo Ball decía que si bien es un error tocar el violín
mientras arde Roma, es absolutamente adecuado estudiar la teoría de la hidráulica mientras arde
Roma, y por lo tanto Schmitt era un estudioso de la hidráulica. Hoy pudiéramos decir lo mismo de
Rodrigo Karmy, cuyo El fantasma portaliano: arte de gobierno y república de los cuerpos (Ufro,
2022) realiza un retrato hidráulico sobre uno de los arcanii del poder político chileno que no ha
cesado de mutar y reproducirse a lo largo de la modernidad republicana. El trabajo de la hidráulica,
que siempre trata de una arqueológica de arcanos, es una tarea lenta y sutil que se interesa por
iluminar zonas de problematización y variaciones por los cuales se ha tramitado una pragmática
específica de la dominación. En el ensayo de Karmy hay algo de puntillismo pictórico, puesto que
si bien en prima facie el ensayo es un perfil que recorre momentos de la obra epistolar de Diego
Portales, en cada pincelada se nos muestra una unidad del aparato administrativo portaliano; a saber,
un análisis de la heráldica nacional, una interpretación zoopoética de los símbolos, una lectura del
himno nacional, una escena originaria de la violación al interior de la fundación de la ley fundadora,
o una indagación sobre la persistencia de la fuerza administrativa, son algunos de los empalmes de
una hidráulica que da vida a la fuerza fantasmal del portalianismo.
Para sus propósitos, el retrato es un artificio conceptual y una efigie escatológica que,
siguiendo la buena lección de la emblemática estudiada por Ernst Kantorowicz y consagrada en el
famoso frontispicio del Leviathan de Thomas Hobbes, no es en lo absoluto descartable. No hay
posibilidad de estudiar el arcano sin atender al régimen de visibilidad y proyección, a su fantasmata
siempre en tensión entre lo visible y lo invisible. Esta lógica de complexio oppositorum nos hace
posible un panorama de fondo (conceptual e histórico), y distante de las demandas cegadoras del
presente. La adopción formal para una arqueología hidráulica deviene fundamental no tanto para
generar un verosímil a imagen y semejanza al prócer decimonónico, sino más bien para adentrarnos
en los elementos de su eficacia a la medida de la capacidad de sus técnicas. Karmy organiza la
exploración de cañerías portalianas en tres diferentes zonas de construcción:
Rodrigo Karmy fecha esa crisis fantasmal con la irrupción de la imaginación común del
octubre chileno, que en su intempestividad desatora los torniquetes entre imperio, gobierno vicario,
angeología, y constitucionalismo tramposo. El temblor de la tierra hace que la tubería de la
operación hidráulica colapse, asistiendo a un proceso de individuación contra los ejercicios de la
administración de un mal. Pero El fantasma portaliano concluye ahí donde debería comenzar
nuestra discusión. Hacia el final del ensayo, Karmy escribe: ‘La revuelta octubrista fue la
suspensión parcial de resorte de la que irrumpió la revuelta…Al destituir parcialmente el resorte de
la democracia portaliana, la revuelta enteró definitivamente al portalianismo de los últimos treinta
años, que hoy busca desenfrenadamente su restitución” (Karmy 2022, 137-138). Se abre la pregunta:
¿Qué se puede contra un fantasma? ¿Cómo se puede contra un fantasma que ficcionaliza la sutura
jurídico-social por abajo, y que totaliza su mirada de Ziz desde lo más alto? La incógnita reside,
desde luego, en que, si el arcano de la modernidad fue cifrado en el theodrama escatológico del
Leviatán y el Ziz, ahora sabemos que la bestia marina ha sido neutralizada a tal punto que ya no
puede ofrecer amparo ni freno (Katechon) desde la auctoritas non veritas facit legem. Y si Hobbes
pudo mirar la tumba del imperio romano a distancia fue porque existía un sepulcro, algo que Vico
identificó con los procesos históricos: El dilema actual es que la persistencia de los fantasmas ya ha
escapado las tumbas, lo cual requiere de destrezas hidráulicas al interior de una agonizante filosofía
de la historia cristiana. Así, los procesos de desmitificación de auctoritas solicitarán nuevas analíticas
hidráulicas sobre todas contenciones principialistas que, ciertamente, no dejarán de acechar lo poco
de vida que resta en la tierra.
Notas