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La escritura en la medios de comunicación, particu-

universidad
larmente de la prensa y la televi-
sión. Reconoce, sin embargo, que
el Estado ha desatendido la estruc-
Germán Iván Martínez tura general del sistema educativo
y se ha olvidado de la educación
media superior o bachillerato. Des-
de su perspectiva,

R ecientemente, en un exa-
men profesional en el que participé
el español, junto con las matemá-
ticas, debe verse como el instru-
como jurado, el sustentante defen- mento indispensable para llegar a
día, con algunas dificultades, el cualquier otro tipo de conocimien-
trabajo escrito que había realizado tos. No se trata simplemente de
durante el último año de su prepara- aprender gramática o de memori-
Antonio Cajero Vázquez, Corregir con el ejemplo.
ción profesional. Yo conocía el texto, Sobre escritura universitaria, México,
zar datos sobre algunos escritores,
pues le había hecho algunas obser- Facultad de Humanidades / UAEMéx, 2013. sino de ejercitar científicamente la
vaciones en cuanto a su estructu- capacidad de comprender textos
ra y contenido. Dicho trabajo, luego Éstos y otros vicios de dicción de cualquier naturaleza, cientí-
de varias revisiones y correcciones, nos llevan a pronunciar o usar ficos o literarios, y de expresarse
había mejorado bastante, ya que se incorrectamente palabras que con- con coherencia, tanto en lengua
lograron suprimir varias preposicio- funden, limitan o hasta impiden hablada como escrita (1999: 97).
nes que eran usadas de manera inco- la comunicación verbal y escrita.
rrecta. Cacofonías, redundancias, Ya Helena Beristáin (2006), en su Moreno de Alba expresa, además,
anfibologías, digresiones, anglicis- Gramática estructural de la lengua que en la educación básica la
mos, barbarismos, incluso algunos española, había advertido que el enseñanza de la gramática care-
idiotismos fueron identificados y eli- método didáctico de la enseñanza ce muchas veces de orden y méto-
minados. Pero si el texto escrito tenía de una segunda lengua, aplicado a do; que muchos docentes y libros
errores, fue sorprendente la enorme las clases de español, había tenido de texto no cuentan con una base
cantidad de pleonasmos y dislates una influencia negativa en la for- teórica sólida y que, de manera
que profirió el sustentante duran- mación de los estudiantes y que ya reiterada, la enseñanza del espa-
te su disertación. Decía, por ejem- era necesario que éstos adquirie- ñol que se da en los llamados
plo, que durante su trabajo logró que ran “conciencia de las estructuras talleres, termina “siendo un caó-
los estudiantes “produjeran produc- idiomáticas que constantemente tico batidillo de lecturas y ejerci-
tos”, mientras él “preveía anticipa- utiliza[n]” (p. XI). cios de redacción mal planeados,
damente”, “daba hincapié”, “volvía En El lenguaje en México, José y sobre todo, mal evaluados por
a repetir”, “llegaba a sus conclusio- G. Moreno de Alba considera un el maestro” (p. 98).
nes suyas”, hacía que los alumnos lugar común pensar que en nues- Hace diez años apareció el libro
“salieran afuera del aula”, “trabaja- tro país no se habla bien el espa- La enseñanza secundaria en el siglo
ran colegiadamente en conjunto”… ñol, se enseña mal en las escuelas, XXI. Un desafío para América Lati-
Dijo, además, que al final evaluó los no existe el hábito de la lectura y na y el Caribe. En él, Luis Eduardo
trabajos de sus estudiantes “usando nuestra lengua sufre una notable González compiló los principales
litorales”. —y negativa— influencia de los aspectos que fueron abordados en

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La escritura en la universidad
un taller efectuado en la Oficina de pobres que apenas saben leer y aspecto que debe ser analizado
Regional de Educación de la Organi- escribir, sino en los millones de uni- es el abismo que separa la prácti-
zación de las Naciones Unidas para versitarios que no quieren leer, sino ca escolar de la práctica social de
la Educación, la Ciencia y la Cultu- escribir” (1996: 54). Y es que si los la lectura y la escritura: la lengua
ra (Unesco), en Santiago de Chile. universitarios, mexicanos o no, que escrita, creada para representar y
Dicho taller, denominado “Relevan- quieren ser leídos leyeran, el mundo comunicar significados, aparece
cia de la educación secundaria gene- sería otro sin duda. en general en la escuela fragmen-
ral para las necesidades de la región En México, a la Secretaría de tada en pedacitos no significati-
en el siglo XXI”, abordó varios de los Educación Pública (SEP) le llevó vos” (p. 49). Es verdad, también
problemas que aquejan al nivel pero, noventa años alcanzar, casi por hay otros problemas: en la escue-
en lo que toca al comportamiento completo, la alfabetización de la la prima un lecturismo obsesivo y
escolar, refiere que hay población. Digo casi, porque aún un exceso de gramaticalismo; se
hay 5.4 millones de personas que desconocen técnicas lingüísticas
mala ortografía, pobreza de voca- no saben leer ni escribir y más de la creativas, se privilegia la memori-
bulario, bajo nivel de lectura com- mitad de ellos son mujeres e indí- zación sobre la comprensión y hay
prensiva, capacidad de lectura genas. Pero hoy la SEP tiene un un acercamiento forzado a la lec-
insuficiente, desconocimiento de reto mayor. Ya no se trata de ense- tura y la escritura. La misma Ler-
datos elementales de historia, difi- ñar a leer y escribir a quienes no ner señala que “enseñar a leer
cultades notables para situar orgá- saben, sino hacer que lean y escri- y escribir es un desafío que tras-
nicamente los acontecimientos y ban los que no quieren. Antonio ciende ampliamente la alfabetiza-
fenómenos en el tiempo y el espa- Cajero apunta al respecto algo fun- ción en sentido estricto. El desafío
cio, pérdida de interés por el libro damental: “la escritura se halla en que hoy enfrenta la escuela es el
y la lectura en general, dificulta- el fondo de todas las actividades de incorporar a todos los alumnos
des de expresión oral y escrita, fal- del ser humano” (2013: 11), y no a la cultura de lo escrito, es el de
ta de hábitos de estudio, bajo nivel “hay acto vital que no tenga implí- lograr que todos sus exalumnos
de concentración mental, etc. cito el sello de la escritura: desde lleguen a ser miembros plenos de
(2003: 25). el acta de nacimiento hasta el tes- la comunidad de lectores y escrito-
tamento y el acta de defunción o, res” (2003: 25).
Y la pregunta: quienes deben ense- en un caso trágico, la carta postre- No obstante, Liliana Tolchins-
ñar todo esto, ¿lo saben? Antonio ra del suicida” (p. 12). ky y Rosa Simó (2001) advierten
Cajero Vázquez, en Corregir con el Es cierto, dentro del siste- del riesgo que se corre cuando el
ejemplo. Sobre escritura universi- ma escolar el lenguaje ha sido esfuerzo educativo se concentra
taria, refiere que el problema fun- incomprendido, maltratado, inclu- en aprender el sistema de escri-
damental se halla “en que quienes so reprimido; las causas del bajo tura desvinculándolo de sus usos
enseñan a escribir, en general, no rendimiento en español se aso- funcionales. Para ellas, “aprender
han escrito en su vida un párrafo cian, entre otras cosas, al hecho a leer y a escribir consiste en ir
impecable; no pueden explicar por de que en la escuela las habilida- participando de manera cada vez
qué ponen un signo de puntuación des lingüísticas básicas (escuchar, más competente en una comu-
y no otro; no jerarquizan y menos hablar, leer y escribir) se traba- nidad que usa la lengua escri-
ordenan ideas; peor aún: no leen” jan por separado y no parten de ta tanto para comunicarse en las
(2013: 10). Ya Gabriel Zaid había situaciones comunicativas reales. actividades de su vida presente
escrito en Los demasiados libros que Con relación a lo dicho, Delia Ler- como para conectarse con el saber
el problema no está “en los millones ner (2003) opina que el “primer acumulado” (p. 11).

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La lectura y la escritura son una lucha contra la deformación del lector a adquirir una conciencia lin-
habilidades, prácticas, pero también lenguaje, para evitar la demolición güística que le permita comprender
productos discursivos en los que se del idioma o, como prefería decir mejor cuando escucha, hablar con
ponen en juego ideas, lo mismo que Carlos Monsiváis, la “minusvalía fluidez y corrección, leer de manera
sentimientos y afecciones. Daniel del español”. comprensiva y escribir coherente y
Cassany (2006) ha dicho al respecto En el libro de Antonio Cajero, el correctamente. Asimismo, permite
que “aprender una disciplina requie- lector encontrará los errores de dic- a estudiantes y profesores, al igual
re forzosamente saber procesar sus ción y de lenguaje más comunes, que a comunicadores y escrito-
discursos” (p. 12). Paula Carlino los usos, abusos y desusos en la res, dar solución a las dudas más
(2006) ha señalado igualmente que acentuación, la puntuación y la sin- comunes en la escritura. Corregir
el acceso a una especialidad, esto taxis, los sofismas y las ambigüe- con el ejemplo no sólo es el título
es, a un campo específico del saber dades que emergen de instituciones del libro, sino también un exhorto
humano, depende de una alfabe- canónicas que dicen defender la a los docentes para fomentar, des-
tización académica, que no es otra lengua cuando muchas veces la de las aulas, el gusto por la len-
cosa que una iniciación en las prác- atacan; los vicios que reproduce gua y crear una responsabilidad
ticas discursivas propias de una dis- nuestra ignorancia gramatical, las ante ella.LC
ciplina. “La escritura sirve de cedazo explicaciones pseudopedagógicas
no sólo a la inteligencia, sino a las que vienen de la irresponsabilidad
emociones” (Cajero, 2013: 12) y es y el descuido de los propios docen- Referencias
preciso lidiar cotidianamente contra tes; los hábitos lingüísticos, las
Beristáin, Helena (2006), Gramática estruc-
el sentido común y una escasa cul- imprecisiones e incluso las vague- tural de la lengua española, México,
tura lingüística que está vinculada, dades que se ligan a cierta pedante- UNAM/Limusa.

muy a nuestro pesar, a un cúmulo ría que predomina entre los (ultra) Cajero Vázquez, Antonio (2013), Corregir
con el ejemplo. Sobre escritura univer-
de falacias que se volvieron en noso- correctores de estilo. sitaria, México, Facultad de Humani-
tros indelebles, porque vinieron (in) El autor es generoso con el lec- dades/UAEMéx.
justamente de nuestros maestros. tor. En su texto no sólo habla del Carlino, Paula (2006), Escribir, leer y
aprender en la universidad. Una intro-
No hay “una conciencia lingüística empleo correcto e incorrecto de pre-
ducción a la alfabetización académica,
y menos una competencia comuni- posiciones, signos de puntuación, Buenos Aires, FCE.
cativa o gramatical impulsada des- acentos y palabras; no sólo da cuen- Cassany, Daniel (2006), Taller de textos.
de el salón de clases” (Cajero, 2013: ta de adiciones u omisiones indebi- Leer, escribir y comentar en el aula,
Barcelona, Paidós.
18). Por ello, frente a la incapacidad das, de expresiones que brotan de
González, Luis Eduardo (comp.) (2003),
de comunicar, al empobrecimiento la pereza mental y la comodidad La enseñanza secundaria en el siglo
del idioma, al abandono del libro, expresiva, de errores léxicos, sin- XXI. Un desafío para América Latina
y el Caribe, México, Unesco/OREALC.
la lectura y la cada vez más eviden- tácticos y semánticos; también revi-
Lerner, Delia (2003), Leer y escribir en la
te irresponsabilidad ante la lengua, sa de forma rápida —aunque no escuela: lo real, lo posible y lo necesa-
debemos esforzarnos por mejorar la superficial—, normas de gramática rio, México, FCE, col. Espacios para la
enseñanza del español en la educa- y ortografía, da ejemplos y contrae- Lectura.
Moreno de Alba, José G. (1999), El lengua-
ción básica, por desarrollar, a partir jemplos, y con ello esclarece mejor
je en México, México, Siglo XXI.
de la lectura y la escritura, habili- muchas de las dificultades que se Tolchinsky, Liliana y Simó Rosa (2001),
dades (cognitivas y prácticas) en la tienen al escribir. Escribir y leer a través del curriculum,
educación media superior y supe- Corregir con el ejemplo. Sobre Barcelona, ICE/Horsori.
Zaid, Gabriel (1996), Los demasiados li-
rior; promover una conciencia res- escritura universitaria cumple
bros, México, Océano.
pecto a nuestra lengua y emprender entonces con su misión. Invita al

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Jorge Arzate Salgado
El bien y el mal: una potencia irreductible
Germán Iván Martínez. Doctor en Enseñan-
za Superior por el Centro de Investigación
y Docencia en Humanidades del Estado
de Morelos. Ha publicado en diversos me-
dios editoriales, entre los que destacan:
Confluencia-Región Centro Sur (revista de
la Asociación Nacional de Universidades e
Instituciones de Educación Superior), Ma-
gisterio (revista de la Dirección General de
Educación Normal y Desarrollo Docente), La
Lámpara de Diógenes (revista de la Benemé-
rita Universidad Autónoma de Puebla), el su-
plemento La Jornada Semanal del diario La
Jornada y algunas revistas de la Universidad
Autónoma del Estado de México. Profesor e
investigador de la Escuela Normal de Tenan-
cingo y responsable del Área Editorial del
Departamento de Investigación e Innovación
Educativa de la misma institución.

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