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Batalla de San

Jacinto (1856)
Encuentro bélico

Para el Monumento Histórico y Memorial Nacional «Casa Hacienda San Jacinto», véase Hacienda
San Jacinto
Batalla de San Jacinto

Guerra Nacional de Nicaragua

Parte de Campaña Nacional de 1856-1857

Famosa escena de Andrés Castro Estrada derribando a un filibustero estadounidense, con una pedrada durante el
combate en el cuadro de Luis Vergara Ahumada La Batalla de San Jacinto o La pedrada de Andrés Castro. El
coronel Estrada aparece al fondo, con una espada, junto al brazo izquierdo del filibustero que es derribado en
primer plano.
'''

La Batalla de San Jacinto (Según testimonio Mayor Gral. Carlos Alegría 1886) / óleo sobre tela, 65 x 84 cm / Pintor
Wilberth Sáenz

Escenifica el momento en que las bestias atropellan por la retaguardia a los soldados extranjeros en tierras
nicaragüenses, se situó en el lado del patio de la hacienda, la perspectiva de la casa que se aprecia en la pintura es
la que debió tener cuando ocurrieron estos sucesos.'''

Fecha 14 de septiembre de 1856

Lugar Hacienda San Jacinto, Departamento de Managua,


Nicaragua
Resultado Victoria de los patriotas nicaragüenses

Beligerantes

Tropas nicaragüenses del Ejército del Filibusteros estadounidenses de William Walker


Septentrión

Comandantes

José Dolores Estrada Vado Byron Cole

Fuerzas en combate

160 300

Bajas

28 entre muertos y heridos (según el teniente 27 muertos y varios heridos (según el parte de
[1] [2]
Alejandro Eva) ​ ​
Estrada)[5] ​

9 muertos y 6 heridos (según el teniente José Siero)


37 muertos, 18 prisioneros y varios heridos que
55 entre muertos y heridos (según Jerónimo después murieron (según Alejandro Eva)[6] ​

Pérez)[3] [4]
​ ​ 12 muertos (según Jerónimo Pérez)[3] ​

12 muertos, 10 heridos y 3 desaparecidos (según el


periódico El Nicaragüense del 20-9-1856)[7] ​

La Batalla de San Jacinto fue una batalla ocurrida el domingo 14 de septiembre de 1856 como
parte de la Guerra Nacional en la hacienda San Jacinto, en el actual departamento de Managua,
Nicaragua, a 42 kilómetros al noreste de la capital Managua, en la que 160 efectivos de las
fuerzas patriotas del Ejército del Septentrión (de los cuales 60 eran flecheros indígenas de
Yucul, departamento de Matagalpa), encabezados por el coronel José Dolores Estrada Vado
derrotaron a 300 filibusteros enviados por el estadounidense William Walker, comandados por
Byron Cole, quien murió 2 días después (el 16 de septiembre) en la hacienda "San Ildefonso" –
20 kilómetros al sur– al filo de machete, pues se había perdido durante la desbandada. En esta
hacienda un sabanero le descargó dos machetazos en la cabeza.[8] ​

Como hecho anecdótico, se dice que este combate es la única batalla en el mundo que se ha
ganado por el uso de una estampida de caballos, pues el ataque a retaguardia ordenado por
Estrada causó un tropel de potros que provocó la huida de los filibusteros al creer que llegaban
refuerzos para los nicaragüenses.[9] ​
El sabio francés Élisée Reclus la llamó el "Maratón de América", rememorando la batalla de
Maratón, ocurrida en 490 antes de Cristo a 42 kilómetros de Atenas, Grecia, en la que los
griegos, dirigidos por Milcíades el Joven, derrotaron a los persas de Darío I.[10] ​

Durante la batalla se destacó el sargento primero Andrés Castro Estrada al derribar de una
pedrada mortal a un filibustero dentro del corral de madera, hecho destacado en primer plano en
el cuadro La pedrada de Andrés Castro o La Batalla de San Jacinto hecho en 1964 por el pintor
chileno Luis Vergara Ahumada, y en el parte oficial de Estrada.[11] [12]
​ ​Durante el combate este
empleó su ingenio y como estratagema militar le ordenó al capitán Liberato Cisne, al teniente
José Siero y al subteniente Juan Fonseca, junto con sus escuadras integradas por 17 soldados
atacar la retaguardia de los filibusteros; al atacar a estos dispararon sus fusiles y gritando ¡Viva
Martínez! ¡Viva Nicaragua! cargaron a la bayoneta, provocaron la estampida de sus caballos, los
cuales bajaron desde el cerro cercano en tropel, arreados hacia la retaguardia de los filibusteros
por el teniente coronel Patricio Centeno y un oficial de apellido Flores (según el testimonio
posterior del teniente José Siero). Creyendo que llegaban refuerzos, los filibusteros huyeron con
rumbo hacia Tipitapa (con varios heridos que murieron después), a las 11 de la mañana tras 4
horas de combate, donde explotaron el puente sobre el río Tipitapa; la iglesia colonial de esta
villa fue profanada por los filibusteros al robarse los vasos sagrados.

Antecedentes de la batalla

Retrato de José Dolores Estrada Vado.


Los filibusteros de William Walker, instalados en la ciudad de Granada, se abastecían de carne
en las haciendas de ganado ubicadas al norte y al este del Lago Xolotlán, las cuales estaban en
el departamento de Granada (el cual lo formaban los actuales departamentos de Granada,
Masaya, Carazo y Managua), hasta 1875 se creó el departamento de Managua.

(El 29 de agosto de 1856 (según el testimonio del capitán Carlos Alegría) un grupo de 100
legitimistas al mando del Coronel José Dolores Estrada Vado salió de Matagalpa, por órdenes
del General Tomás Martínez, para impedir que los filibusteros robaran el ganado (cometían el
delito de abigeato) llegando a la hacienda "San Jacinto"" ese mismo día por la tarde. Esta le
pertenecía a don Miguel Bolaños, tatarabuelo del ex Presidente de Nicaragua Enrique Bolaños
Geyer (2002-2007).

El 5 de septiembre, al amanecer, llegó un escuadrón de rifleros a caballo para atacar la hacienda


en una escaramuza. Iban dirigidos por el Coronel Edmund McDonald, junto con el Capitán
William P. Jarvis. Los legitimistas, armados con fusiles de chispa, rechazaron el ataque de los
filibusteros, teniendo estos 6 muertos y varios heridos, entre ellos Jarvis resultó herido
mortalmente. Los patriotas tuvieron un muerto y 3 heridos. William Walker escribió en el
capítulo 9 de su libro “La guerra en Nicaragua” que eran 40 jinetes los atacantes; el teniente
Alejandro Eva dice en su testimonio escrito en 1889 que era 60 y Estrada, que menciona que
eran más de 120 filibusteros, escribió ese mismo día el siguiente Parte Oficial:

Parte oficial del combate del día 5 de septiembre

Matagalpa, 7 de septiembre de 1856.


Sr. Ministro de la Guerra del Gobierno
Constitucional.
Del General en Jefe del Ejército Libertador de la República.
El
señor Comandante expedicionario sobre Tipitapa me dice lo que copio:

¨Señor General en Jefe del Ejército Libertador D.U.L. [Dios-Unión-Libertad] San


Jacinto, 5 de septiembre de 1856. Del Comandante de la División de
Operaciones.

Al amanecer del día de hoy atacado el enemigo en número de más de ciento


veinte hombres, según los informes tomados guerrillas que desplegaron y
terreno que ocuparon. El ala derecha nuestra fue el blanco de sus tiros y su
objeto principal, parapetándose en el pequeño monte del abra; pero después
de dos horas y media de un fuego muy nutrido en que fue preciso contener con
espada en mano a nuestros soldados dentro del limite que yo les había
señalado, huyó despavorido por distintas direcciones, dejando en nuestro
poder quince rifles, muchas paradas,[13] ​cuatro espadas, un botiquín con su
correspondiente repuesto de medicinas, un estuche de cirugía, quince bestias
mulares y otras tantas caballares con sus correspondientes monturas, diez
botes de latas y otros muebles de menos importancia como chamarra]]s,
gorras, sombreros, cuchillos, espuelas, botas y pistolas descompuestas.

Durante el fuego y su primera carga dejaron seis muertos, y una porción de


heridos que cargó el enemigo con ellos, y se entiende que serían de alguna
consideración por el cuidado con que los llevaban y por el pavor que se
introdujo luego que fueron reconocidos. De los muertos referidos se han
conocido al cirujano y dos oficiales. Después de la acción mandé perseguirlos,
y estos detalles los comunicaré cuando regrese el Capitán Bartolo Sandoval
que fue encargado de esta Comisión. Por nuestra parte tuvimos la pérdida del
intrépido Cabo 1º Justo Rocha, de Managua, y heridos, no de mucha gravedad,
el bravo Capitán Carlos Alegría, el Ayudante Abelardo Vega y el soldado
Crescencio Ramírez. Ninguna recomendación especial sería bastante para
explicar el valor y denuedo de los oficiales y tropa de esta división, puesto
todos se han portado y correspondido a la denominación que se les ha dado. Yo
felicito al Supremo Gobierno por el triunfo de sus armas. Soy del señor
General, atento y obediente servidor.[14] ​

J. Dolores Estrada.

Lo digo a U. S. para que le sirva elevarlo al conocimiento de S. E. el señor


Diputado Presidente, y aceptar las muestras
de respeto y consideración con
que soy de U. S. atento servidor.
(firmado) Fernando Chamorro
Conforme.
Ministerio de la Guerra del Gobierno Constitucional de la República de
Nicaragua.
Matagalpa, 16 de septiembre de 1856.
El Jefe de Sección.

Ignacio Padilla.[15] ​

La batalla

El 11 de septiembre llegó una compañía de 60 indios flecheros, desde Matagalpa, al mando del
capitán Francisco Sacasa. Esto se debió a que Estrada solicitó refuerzos a Martínez, de acuerdo
al testimonio del capitán Carlos Alegría. Según el testimonio de Walker en su libro "La guerra en
Nicaragua" los filibusteros salieron de Granada la tarde del día siguiente, el 12, pasaron por
Masaya y en Tipitapa acamparon el 13, para atacar la hacienda la mañana del día siguiente.
El 12 en la ciudad de León el general Tomás Martínez, jefe del Partido Legitimista, y el general
Máximo Jerez Tellería, jefe del Partido Democrático, habían firmado el llamado "Pacto
Providencial", un convenio de unión de sus fuerzas políticas y militares para juntos expulsar del
país a Walker.

Al amanecer del 14 de septiembre llegaron los filibusteros a San Jacinto, en medio de la neblina;
el cabo Faustino Salmerón, que era el vigía, los divisó y corrió a la casa hacienda cuando los 160
patriotas estaban desayunando, avisando al Coronel Estrada que el enemigo en número de 300
hombres venía por el sur por lo que el grupo se extendió en 3 posiciones:

el corral de piedra junto al costado oeste de la casa hacienda, capitaneado por el capitán
Liberato Cisne,

la casa hacienda defendida por el capitán Francisco de Dios Avilés y

el corral de madera (esquina opuesta a la esquina sureste de la casa) defendido por el capitán
Francisco Sacasa.

Se les dio la orden de no disparar hasta que el enemigo estuviese cerca, pues el alcance eficaz
de los fusiles de chispa era de 50-70 metros.[16] ​Los filibusteros, que casualmente habían
recibido la misma orden, se habían dividido en 3 columnas para el ataque y a las 7 de la mañana
atacaron los tres frentes:

la primera, bajo las órdenes del teniente coronel Byron Cole y del teniente Robert Milligan,
atacó el flanco izquierdo del corral de madera;

la segunda, al mando del mayor kevin O'Neal, avanzó por el frente (la casa hacienda) y

la tercera del capitán Lewis D. Watkins en la dirección del flanco derecho, donde se unía el
corral de madera con el cerco de piedra.

Después de las primeras horas, los combates se hicieron cada vez más fuertes y sangrientos,
imponiéndose la lucha cuerpo a cuerpo; a las 9 a. m. las fuerzas filibusteras lograron romper la
defensa del flanco izquierdo (el corral de madera) ya que sus columnas se unieron al haber
comprendido la imposibilidad de tomar en un ataque frontal el corral de piedra y la casa
hacienda,[17] ​ante ello el coronel Estrada maniobró con las tropas y los oficiales Miguel Vélez,
Alejandro Eva y Adán Solís para reforzar esta posición.

La lucha era tan violenta y a falta de municiones, muchos siguieron el ejemplo de Andrés Castro
Estrada, quien derribó a un filibustero de una certera pedrada. Pero la situación era crítica para
los patriotas.
Las columnas filibusteras a las 10 de la mañana, cuando habían roto el cerco de defensa,
iniciaron un reagrupamiento para concentrar sus esfuerzos principales en esa dirección. Ante
esta situación, Estrada tomó la iniciativa y decidió enviar al capitán Liberato Cisne, al teniente
José Siero y al subteniente Juan Fonseca con sus escuadras, a flanquearlos por la izquierda.
Pasaron entre el monte y la serranía para atacar la retaguardia de los filibusteros y gritando ¡Viva
Martínez! ¡Viva Nicaragua!, cargaron a la bayoneta con arrojo admirable y les hicieron una
descarga de fusilería; el ataque asustó a la yeguada y los potros de la hacienda que estaban en
el cerro vecino, y en ruidosos tropel, bajaron hacia el campo de batalla. Siero dice en su
testimonio que el teniente coronel Patricio Centeno y un oficial Flores de Granada arreaban a los
caballos. Los filibusteros al creer que llegaban refuerzos huyeron en retirada, con dirección a la
hacienda San Ildefonso.

El capitán Bartolo Sandoval y el teniente Miguel Vélez, montados en bestias capturadas,


realizaron la persecución junto con otros soldados que iban a pie. Esta acción fue tan violenta
que el sargento Francisco Gómez cayó muerto de fatiga. Sin embargo, producto de la
persistencia de los nicaragüenses en lograr una contundente victoria, lograron dar muerte al jefe
de la tropa filibustera Byron Cole, muerto por el cabo Faustino Salmerón según Alejandro Eva,
aunque Siero diga que fue 2 días después el 16 de septiembre a las 6 a. m. en San Ildefonso.

Los resultados de la batalla de cuatro horas fueron reflejaron en el parte oficial firmado por el
coronel Estrada, teniendo los nicaragüenses 10 muertos y 7 heridos; y el ejército filibustero 27
muertos, habiendo capturado 20 bestias, 25 pistolas, 32 rifles Sharp y Minié, 47 paradas,
chamarras y sombreros.

Nota: El escritor Luis Alberto Cabrales en un escrito de 1929, citando a los capitanes Mendoza y
Sobalvarro, dice:

"Según el testimonio escrito del capitán Mendoza, del capitán Sobalvarro y verbal de parte del
general Vélez, fue el general Patricio Centeno quien dio la orden de picar la retaguardia” y cita sus
testimonios en "El diario de la Capital", 1892, cuando todavía vivían Alegría, Vigil y otros, y ninguno
rectificó tal afirmación."

Cabrales refiere que en las memorias de Patricio Centeno, ya elevado a General en 1889, ratifica
que él fue quién con una guerrilla soltó a la yeguada y atacó a los filibusteros por la retaguardia
en el flanco izquierdo, acción que fue determinante para alcanzar la victoria.

Testimonios de los participantes de la batalla


Combatientes de San Jacinto

Billete de 10 córdobas, de la serie E de 1979, con la estatua de Andrés Castro en su anverso (arriba). Abajo el reverso con
una escena de mineros.

Dentro de los 160 hombres que dice José Dolores Estrada que pelearon en esta memorable
acción, se recuerdan los siguientes:

MUERTOS

1.- Sargento José Araya.

2.- Teniente Salvador Bolaños — Masaya.

3.- Subteniente Ignacio Jarquín — Metapa (Matagalpa).

4.- Subteniente Francisco López Blanco — Managua.

5.- Subteniente Dolores Chiquitín — Diriomo.

6.- Sargento Francisco López Negro — Managua.

7.- Sargento Estanislao Morales — Matagalpa.

8.- Cabo Jerónimo Rocha (Cabeza de Palo) — Managua.

9.- Raso Florentín Ruiz — Tipitapa.

HERIDOS

1.- Capitán Carlos Alegría — Masaya.


2.- Capitán Francisco Avilés — Managua.

3.- Teniente Abelardo Vega — Masaya.

4.- Teniente Luciano Miranda — Masaya.

5.- Teniente José Ciero — Masaya.

6.- Teniente Manuel Marenco — Masaya.

7.- Sargento Andrés Castro — Tipitapa.

OTROS COMBATIENTES

1.- Teniente Coronel Patricio Centeno – Jinotega

2.- Capitán Liberato Cisne – Matagalpa

3.- Capitán Francisco de Dios Avilés – Managua

4.- Capitán Crescencio Urbina

5.- Capitán Bartolo Sandoval

6.- Teniente Adán Solís

7.- Teniente Miguel Vélez

8.- Teniente Alejandro Eva

9.- Teniente José Luis Coronel.

10.- Subteniente Juan Fonseca.

11.- Sargento Macedonio García.

12.- Sargento Vicente Vijil Bermúdez.

13.- Sargento Manuel Paredes.

14.- Sargento Francisco Espada.

15.- Sargento Catarino Rodríguez.

16.- Sargento Francisco Gómez

17.- Cabo Faustino Salmeron

18.- Cabo Julián Artola - Metapa

19.- Teniente Venancio Zaragoza


20.- Soldado Juan Espada

21.- Teniente Ceferino González

22.- Soldado Joaquín Castillo

23.- Soldado Juan (albañil)

24.- Soldado Trinidad Cubero

25.- Soldado Basilio Lezama

26.- Soldado Catarino Pavón

27.- Soldado Cayetano Bravo - Ochomogo

28.- Soldado Desiderio (sastre)

29.- Soldado Adán Urbina

30.- Soldado Espiridión Galeano - Sébaco

31.- Soldado Andrés Zamora

Indios flecheros matagalpa

Por su gesta patriótica en defensa de la soberanía nacional, los indios flecheros matagalpa
fueron declarados, mediante ley, «héroes nacionales de Nicaragua». Eran jóvenes entre 17 y 25
años, en cantidad de entre 60 y 66, originarios de las cañadas de Yucul, Matapalo, San Pablo, El
Chile, y Jucuapa, en el entonces partido de Matagalpa.

El descubrimiento de estos restos y su identificación fue según el dictamen arqueológico


resultante de los estudios realizados por el Departamento Nacional de Arqueología de la
Universidad Católica del Perú y el Instituto Nicaragüense de Cultura y en las revisiones in situ
durante el año 2010, además del testimonio sobre la participación de estos en la batalla, escrito
por el capitán Carlos Alegría.

Actualmente, los restos de indios flecheros matagalpa, depositados en urnas, reposan en un


monumento erigido en su memoria a la entrada a la casa hacienda.

Actualidad

Actualmente el lugar de la batalla es un sitio histórico de Nicaragua; el 14 de septiembre de


1956 el General Anastasio Somoza García celebró allí mismo el centenario de la batalla y la
casa hacienda es ahora un museo sobre los hechos.

Referencias y notas

Bibliografía

Enlaces externos

Obtenido de
«https://es.wikipedia.org/w/index.php?
title=Batalla_de_San_Jacinto_(1856)&oldid=14536
1247»


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