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UN SENCILLO ESTILO DE VIDA

La mayor parte de la gente no practica ninguna religión, o bien le dedica a la suya unas pocas horas a la
semana. Pero esto ocurre porque nos han enseñado MAL.

En primer lugar, lo que nuestro Creador estableció no es una religión.

Lo que nuestro Creador nos dio es una INSTRUCCIÓN (Toráh = instrucción en hebreo) tremendamente
sencilla, que nos enseña a llevar un estilo de vida sano e inteligente basado en diez puntos.

Estos son los diez puntos:

1 Creer en nuestro Creador y que nos saco de la esclavitud (el materialismo, el hedonismo, vivir sin
espiritualidad ni dominio propio).

2 No tener ídolos, es decir, no adorar como absoluto algo diferente de Él. Esto incluye imágenes de
vírgenes, santos, o del Mesías mismo, o bien cosas o personas que en nuestra vida adquieran más
importancia que nuestro Creador, sean seres queridos, aficiones, trabajo, o cualquier arraigo excesivo o
enfermizo a algo material sensible.

3 No usar de manera equivocada su Nombre kaddosh / santo. Esto incluye nombres paganos como
Jehová, Dios, Jesucristo, Cristo, etc. que son añadidos griegos, y también la superstición rabínica de que
no debemos pronunciar el Nombre verdadero. Joel 2:32 En ese tiempo, cualquiera que clame ° en El
Nombre de YHWH será salvo (...).

4 Guardar el Shabbat (y las fiestas verdaderas). Esto es una delicia, y aparte de suponer verdadero
descanso para el cuerpo, la mente y el espíritu, nos une mucho más a nuestro Creador, además que nos
garantiza ser prosperados y tener provisión de todas las cosas.

5 Honrar al padre y a la madre: esto supone amarles y respetarles en cualquier circunstancia, y atenderles
en cualquier necesidad. Este mandamiento nos garantiza tener una vida larga y llena de bendiciones.

6 No asesinar: este mandamiento por supuesto supone no provocar la muerte a nadie, ni dejar de poner
los medios para impedir la muerte de alguien. Aborto, eutanasia, planificación familiar y cualquier otro tipo
de impedimento para el transcurso de la vida y el nacimiento de una persona, suponen el quebrantamiento
de esta mitzvá, así como una maldición muy fuerte en la vida de la persona.

7 No adulterar: esta mitzvá excluye cualquier práctica sexual fuera del matrimonio, y Yahshua nuestro
Mesías la extendió en Mateo 5 no sólo al acto sexual sino a cualquier mirada o deseo dirigido una persona
que no es el cónyuge. "Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró
con ella en su corazón" (Mateo 5:28). Pese a que vivimos en un medio en el cual el sexo se banaliza hasta
el extremo, vivir en un matrimonio respetando sus límites y disfrutando de sus beneficios es posible y
deseable.

8 No hurtar: esto supone por supuesto no robar y también no tomar nada que a uno no le corresponde;
devolver todo lo que uno pueda encontrarse que no le pertenece (incluso dinero) y por supuesto pagar a
un empleado a su tiempo, y el salario justo que le corresponde.

9 No decir falso testimonio contra nuestro prójimo: esto incluye cualquier falta a la verdad, más si incluye
calumnias, acusaciones falsas, o exageraciones para hacer valer nuestros argumentos. También mentiras
para lograr cualquier tipo de fines, aunque sean legítimos.

10 No codiciar los bienes de otros. No codiciar en general, ni tener ambición por encima del deseo legítimo
de prosperar y mejorar económicamente. Y, por supuesto no hacer nada que pueda beneficiarnos en
detrimento de otros, como hacer que una persona pierda su puesto de trabajo para tomarlo nosotros, etc.

Como testimonio personal diré que vivir de acuerdo a la Toráh es cualquier cosa menos aburrido. Todo lo
que uno está viviendo cobra un sentido mucho más profundo, y también te das cuenta como las
consecuencias buenas o malas de lo que hacemos no sólo son eternas (que lo son) sino que… ¡además
muchas veces se materializan en cuestión de segundos! (tanto para bien como para mal). Nada puede
vencer a quien se agarra de su Creador y decide obedecer todos sus mandamientos. No existe Satanás,
Azazel, Belial, Baal-Zebub o como se le quiere llamar que pueda vencer a un sincero guardador de la
Toráh mientras siga guardando las mitzvot por fe y por amor a su Creador.

Yo animaría a cualquiera a que lo haga, que guarde las Mitzvot de YHWH. La Toráh es una cura contra
cualquier enfermedad, contra cualquier problema económico, familiar, emocional, existencial o de
cualquier otra índole. Y de regalo, nuestro Creador nos regala una shalom indestructible. Vivimos sin
miedo, con esperanzas, con sueños, llenos de gratitud y de alegría.

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