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EL DINERO

Concepto y origen
El dinero es un activo que se utiliza en las transacciones como medio de pago de aceptación
inmediata.

Los activos son las distintas formas alternativas que se puede materializar la riqueza. Se
clasifican en: activos líquidos (el dinero), activos reales (inmuebles, obras de artes, máquinas…)
y activos financieros (valores que representan un derecho contractual a recibir pagos en el
futuro, a participar en la gestión de la empresa…).

Un activo financiero es un documento que reconoce una deuda a favor de su tenedor o


poseedor ya que este ha puesto sus fondos a disposición de los prestatarios. La liquidez de un
activo se mide por la facilidad de poder convertir en dinero dicho activo a corto plazo sin sufrir
pérdidas, el dinero es el activo líquido por antonomasia.

El dinero es utilizado por el consumidor para comprar y, por el productor para obtener algo a
cambio de lo que produce y vende.

El dinero, funciones:

El dinero como medio de cambio.


La utilización de una mercancía aceptada con carácter general, tanto para la venta de la propia
producción como para la adquisición de la producción ajena, comportó la superación de la
economía de truque. El dinero contribuyó a multiplicar los intercambios, favoreciendo tanto la
producción, como el consumo.

El dinero como unidad de cuenta.


El dinero actúa como unidad de medida para determinar los precios de los diferentes bienes
con efectos no liberatorios, sino contables, de forma que todas las mercancías tengan una
misma unidad de referencia.

El dinero como depósito de valor.


Retiene en el tiempo el poder de compra. Forma en la cual las familias y las empresas pueden
mantener su patrimonio.
Los orígenes del dinero papel se sitúan en la actividad de los orfebres durante la Edad Media.
Estos artesanos que disponían de cajas de seguridad en las que guardaban sus existencias de
metales preciosos, pronto ofrecieron sus servicios como custodios de los mismos y de objetos
de valor al público en general.

Este servicio se basaba en la confianza en virtud de la cual el orfebre extendía un documento


por el que se obligaba a reintegrar al depositante sus pertenencias cuando éste lo requiriera.
Esta práctica permitió a los orfebres obtener una nueva utilidad: prestaban parte de las
reservas ajenas de metales preciosos a quienes las necesitaban, basándose en el hecho de que
los depositantes (propietarios de las reservas) rara vez acudían a pedir su reintegro total de
una forma masiva.

Pero esta actuación de los orfebres se vio acompañada de una nueva práctica cada vez más
frecuente: cuando el titular de un depósito realiza una compra, no retiraba los metales
comprados, sino que entregaba al vendedor un recibo de los bienes depositados por el
importe debido. Y era este nuevo portado quien lo entregaba al cobro ante el orfebre. Incluso,
podía depositar directamente el recibo en otro orfebre de su confianza. Las compraventas
fueron saldándose mediante el intercambio de papeles que certificaban la deuda de un
orfebre; papeles, por otra parte, plenamente convertibles en oro y en plata.

Esta facilidad para transferir papel dio lugar a la generalización de una nueva forma de
intercambios consistente en emitir dinero papel, teóricamente convertible en oro, es decir, en
un precursor del actual dinero papel, dinero signo o dinero fiduciario.

Clases de dinero
La evolución histórica del dinero nos permite comprobar diferentes clases:

El dinero mercancía:
La mercancía empleada como dinero tiene un papel dual: como tal mercancía (cacao, grano,
ganado, metales) y como medio aceptado (dinero) para lo cual dicha mercancía ha de cumplir
características como ser duraderas, de oferta limitada, fácilmente transportable y divisible,
homogénea y de alto valor con relación al peso.

El dinero signo:
Es aquel medio de pago que tiene mayor valor como dinero que cualquiera de sus otros usos.
El dinero papel es dinero signo ya que el valor de los metales que incorporan y su coste de
producción son sensiblemente menores que el valor que se les otorga como dinero. Lo que
hace que el dinero signo se acepte como tal es que esté controlado el derecho a producirlo
(emisión) y que su valor este referenciado por quien lo emite. Se trata de un dinero basado en
la confianza (dinero fiduciario). A veces el dinero va acompañado de una declaración oficial de
su validez como medio de cambio y como forma legal de cancelar las deudas. En este caso, el
dinero es, además, dinero legal.
Dinero pagaré:

La mayor parte del dinero empleado en las economías modernas es dinero pagaré, es decir, un
medio de cambio utilizado en la deuda de una empresa o de una persona, ejemplo, los
depósitos bancarios son deudas del banco que se compromete a entregar al depositante
dinero en efectivo. El dinero pagaré es la deuda del banco, la anotación contable en sus libros
por la que reconoce su deuda a favor del depositante. Los talones no son dinero, sino formas o
instrumentos para movilizar el dinero bancario. Las tarjetas de crédito son, además de medios
para trasladar el dinero de los depósitos bancarios, instrumentos para la concesión de créditos
y, en la medida en que actúan en este sentido, permiten crear dinero.

Otras clasificaciones del dinero:

Dinero legal, refiriéndose la legalidad al dinero signo cuya emisión en forma de moneda
metálica y de billetes está monopolizada por una institución (en general, Bancos Centrales).
Dinero bancario, es aquél creado como consecuencia del papel de intermediación de los
bancos y que adopta la forma de activos financieros indirectos aceptados como medios de
pago.

Los diferentes agregados monetarios


El dinero de una economía se define como la suma del efectivo en manos del público (billetes y
monedas) y los depósitos bancarios. La cantidad de dinero suele representarse por la letra M u
oferta monetaria. Como existe una gran variedad de depósitos bancarios y no todos ellos
gozan de la misma liquidez, suelen distinguirse diferentes agregados monetarios, numerados
de mayor a menor liquidez.

El más frecuentemente utilizado es el M3 o disponibilidades líquidas, que está integrada por el


efectivo en manos del público, los depósitos a la vista y los depósitos de ahorro y a plazo, y
puede incorporar algunos otros valores emitidos por las instituciones financieras monetarias.

Más recientemente se ha incorporado a la oferta monetaria el denominado "cuasi-dinero", es


decir, los pagarés del tesoro, los certificados de depósito y otros activos de alta liquidez. En
este caso obtenemos M4 o activos líquidos en manos del público (ALP).

La demanda de dinero
El dinero es una mercancía que, como cualquier otra, tiene una oferta, una demanda y un
precio (el tipo de interés). Si queremos conocer cómo funciona el mercado del dinero y de los
restantes activos financieros, será necesario estudiar cómo funcionan esas variables.
Podemos sistematizar los componentes de la demanda de dinero en los tres siguientes:

Como medio de pago. La demanda de dinero para transacciones, que es la que realizan los
individuos para poder realizar sus compras.

Como reserva para transacciones futuras. La demanda de dinero por precaución, que es la que
realizan los individuos para poder hacer frente a los pagos que deban realizarse de forma más
o menos imprevista en el corto plazo.

Para conservar la riqueza. La demanda de dinero como reserva de riqueza, que es la que
realizan los individuos como activo en comparación con otros menos líquidos pero,
probablemente, más rentables… y menos opacos para el control fiscal, para simplificar, los
englobamos a esos activos financieros como bonos.

El individuo se enfrenta al problema de disponer de la liquidez necesaria para hacer frente a


sus transacciones, minimizando sus costes de oportunidad.

Así, podemos deducir cuáles son los aspectos de los que dependerá, en última instancia, la
demanda de dinero:

La renta real.

Un cambio en la renta real, es decir, en el poder adquisitivo, altera el deseo de gasto. Si la


renta real crece lo hace también el gasto, lo cual conlleva un aumento de la demanda de
dinero para transacciones: aumenta la renta real, aumenta el nivel de gasto, aumenta la
demanda de dinero.

El nivel de precios.

Si el dinero se emplea para comprar bienes y servicios, las variaciones en los precios de los
mismos alterarán los deseos de liquidez de los individuos, puesto que si desean mantener su
poder de compra, cuando los precios suben demandarán más dinero, y cuando los precios
bajan ajustarán sus tenencias en dinero a la baja. Ello es debido a que la demanda de dinero es
una demanda de saldos reales.

La riqueza.

Cuando la riqueza aumenta también lo hace la demanda de dinero, aunque menos que
proporcionalmente. Esto nos permite acudir al concepto de elasticidad-riqueza de la demanda
de activos que determina cuánto aumenta ésta en términos porcentuales en respuesta a un
cambio porcentual en la riqueza. Su valor es siempre > 0 (positivo). Cuando es inferior a la
unidad, el activo es necesario y, si es superior a la unidad, es de lujo. Por ello, la demanda de
dinero (activo necesario) tiene una elasticidad-riqueza positiva pero inferior a la unidad.

El riesgo y las expectativas.

Cuanto más arriesgado sea el rendimiento de activos alternativos al dinero, mayor será la
cantidad demandada de dinero, puesto que la mayoría de los individuos son renuentes al
riesgo. Sin son altas las expectativas inflacionistas, es decir, de que crezcan los precios de
forma generalizada, el dinero pierde valor real, por lo que es preferible mantener el ahorro en
otros activos alternativos y tener en efectivo la mínima cantidad posible de dinero.

En relación con el comportamiento de las empresas, podemos suponer, de forma paralela, que
demandarán más dinero en términos reales cuanto mayor sea su volumen de producción y de
ventas, cuanto menor sea el coste de oportunidad de guardar dinero, es decir, menor sea la
rentabilidad de otros activos y la tasa esperada de inflación y, cuanto mayor sea su aversión al
riesgo.

La base monetaria y la creación de dinero

Relación entre la base monetaria y la oferta monetaria

[El dinero de una economía]

M = E + D,

donde M (oferta monetaria), E (efectivo en manos del público) y D (depósitos bancarios).

El punto de partida de esa oferta monetaria es el dinero legal emitido por quien tiene
autoridad para ello; a la totalidad del dinero emitido lo denominamos base monetaria.

En la mayor parte de los países un Banco Central es el que tiene el monopolio de emisión de
dinero legal, éste no tiene libertad absoluta para emitir cuanto desee. El dinero legal es una
parte del pasivo del banco emisor. Como todo pasivo, debe existir un activo en paralelo.
Precisamente decimos que el Banco Central crea dinero a través de la monetización de activos.
El Banco coloca el dinero en circulación prestándoselo a otra entidad financiera (activo del
Banco emisor) o comprando un inmueble; o adquiriendo obligaciones, títulos de deuda
pública, bonos… activos financieros que también contabiliza como tales; o comprando oro o
reservas de moneda extranjeras… es decir, para poder poner dinero en circulación, el Banco
Central debe aumentar en la misma cuantía alguna rúbrica del Activo de su Balance.

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