Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CEREBRO
Es el órgano más conocido de todo este sistema y también el que posee un tamaño más
considerable
El cerebro está fraccionado en dos grandes hemisferios, el hemisferio izquierdo y el
derecho, y en medio de los cuales se encuentra la cisura interhemisférica. Asimismo,
estos dos hemisferios se comunican mediante un haz de fibras nerviosas llamadas cuerpo
calloso.
El área exterior del cerebro es conocida como corteza cerebral, formada a partir de
materia y gris, la cual toma la forma de unos pliegues llamados circunvoluciones. Bajo
esta capa de materia gris se encuentra la materia blanca. Además. la sustancia gris
también forma parte de otras estructuras como el tálamo, el núcleo caudado y
el hipotálamo.
Entre muchas otras funciones, el cerebro es el encargado de procesar la información
proveniente de los diferentes sentidos, así como de controlar el movimiento, la cognición,
las emociones, la memoria y el aprendizaje.
CEREBELO
Situado en la parte inferior y posterior del encéfalo, el cerebelo es el encargado de
de integrar los procesos sensoriales y motores del cuerpo humano.
Este está conectado a otras estructuras encefálicas y a la médula espinal mediante una
infinidad de haces nerviosos, de forma que este consigue participar de toda la señal que
la corteza envía al sistema locomotor.
Asimismo, estudios recientes han revelado que es posible que el cerebelo participe en
otras funciones, incluidas las relativas al procesamiento cognitivo y del lenguaje, al
aprendizaje, e incluso en el procesamiento de otros estímulos sensoriales como la
música.
TALLO CEREBRAL
También conocido como tronco encefálico o tronco cerebral, este se constituye como la
mayor vía de comunicación entre el cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos.
Igualmente, este sistema formado por materia gris y blanca es capaz de controlar diversas
tareas como la respiración o el ritmo cardíaco.
Las estructuras que forman parte del tronco encefálico son el mesencéfalo, la
protuberancia anular y el bulbo raquídeo, también conocida como médula oblongada.
Artículo relacionado: "Tronco del encéfalo: funciones y estructuras"
. MÉDULA ESPINAL
La médula espinal tiene la fundamental misión de transportar los impulsos nerviosos
desde el encéfalo hasta los los 31 pares de nervios del sistema nervioso periférico.
Existen dos vías principales por las cuales transcurre la información:
Vía aferente: en la que la información circula desde el tronco, el cuello y las cuatro
extremidades hasta el cerebro.
Vía eferente: las señales viajan del cerebro al resto del cuerpo.
Asimismo, algunos de sus otros cometidos implican el mando de los movimientos
vegetativos e inmediatos.
Nervios espinales
Los nervios espinales o nervios raquídeos, son 31 pares de nervios que se
responsabilizan de transmitir señales sensoriales, como por ejemplo el tacto o el
dolor, desde el tronco y los cuatros extremidades al sistema nervioso central.
Además, median en la información de la postura, de la musculatura y de las
articulaciones, llevando entonces la información desde el SCN hacia el resto del cuerpo.
Existe otra clasificación del sistema nervioso periférico según la función de cada una de
sus vías; separando entre el sistema nervioso somático, responsable de intermediar
entre el organismo interno y el medio externo; y el sistema nervioso autónomo o
vegetativo, el cual media en las conexiones y comunicación interna del cuerpo.
SISTEMA INMUNE
En los organismos multicelulares, el sistema inmune tiene la misión de mantener la
supervivencia y la calidad biológica ante el continuo cambio del medio ambiente, actuando
como defensa frente a invasores externos. Está compuesto por un entramado de células y
productos de éstas, que interaccionan entre sí. Su función es distinguir las entidades
propias de las extrañas y eliminar las extrañas. Si el sistema inmune funciona
adecuadamente el organismo puede estar en contacto con alérgenos y no ser alérgico,
con gérmenes y no contraer infecciones, con cancerígenos y no padecer cáncer. Los
componentes del sistema inmune tratan de evitar que los agentes patógenos infecten las
células del organismo, o de controlar la infección cuando ésta ya se ha iniciado. Los
microorganismos son las principales entidades extrañas, pero los neoplasmas, los
trasplantes y ciertas toxinas son también importantes, El sistema inmune comprende una
red compleja y difusa de órganos, células y productos celulares, cuya misión es proteger
el organismo de las enfermedades causadas por la mayoría de patógenos (bacterias,
virus, parásitos, hongos y otras sustancias extrañas). El sistema inmune está compuesto
de distintos tipos de células y proteínas. Cada componente tiene una misión especial
enfocada a reconocer y reaccionar frente al material extraño (antígenos). Algunos
componentes tienen como función única y principal reconocer los agentes extraños, otros
componentes tienen la función de reaccionar contra el material extraño, y algunos otros
funcionan para ambos, reconocer y reaccionar.
Como las funciones del sistema inmune son tan importantes para mantener la
supervivencia, existen mecanismos de respaldo. Si un componente del sistema falta o no
funciona correctamente, otro componente puede hacer alguna de sus funciones. Los
componentes del sistema inmune son: los órganos, los elementos celulares (fagocitos,
linfocitos, etc.), el sistema de complemento y los anticuerpos. Para hacer frente a todos
estos agentes agresivos, el sistema inmune ha desarrollado dos mecanismos: la
inmunidad innata y la inmunidad adquirida, las cuales se encuentran en total conexión e
influencia una sobre otra. Si los microorganismos superan esta primera barrera, la
inmunidad adaptativa, específica de antígeno, está integrada por los linfocitos T y B y es
capaz de producir anticuerpos y células asesinas que podrán destruir las células
infectadas. Las células del sistema inmune innato utilizan receptores de reconocimiento
no clónales, que incluyen los receptores tipo Toll, receptores tipo NOD, lectinas y
helicasas.
Las células del sistema inmune innato reconocen un modelo molecular común y
constante de la superficie de los microorganismos, denominado modelo molecular
asociado a pató9enos, a través de los receptores celulares conocidos como receptores de
reconocimiento. Estos receptores de reconocimiento se expresan fundamentalmente en la
superficie de las células fagocíticas, y de las células presentadoras de antígeno, y su
primera misión es la de entrar en contacto con el patógeno durante la infección. Los
órganos linfoides se pueden clasificar en: primarios o centrales y secundarios o periféricos
(desde un punto de vista funcional) y encapsulados y difusos (desde un punto de vista
anatómico-estructural). En los órganos linfoides primarios es donde se produce la
diferenciación de linfocitos (linfopoyesis) T y B. La de linfocitos B ocurre en hígado fetal y
médula Ósea. La de linfocitosT sucede en el timo. En los órganos linfoides secundarios se
presentan los antígenos y se monta la respuesta inmune específica (ganglios linfáticos,
bazo y MALT o tejido linfoide asociado a mucosa. Los conductos linfáticos se distribuyen
por todo el organismo, llegan a todas las zonas y tienen cadenas de ganglios intercalados.
Destacan las cadenas ganglionares localizadas en la zona inguinal, axilar y amigdalar. El
punto de conexión entre vasos linfáticos y vasos sanguíneos es el llamado dueto (o
conducto) torácico, que es donde la linfa se vuelca en la vena subclavia.
CELULAS DEL SISTEMA INMUNE
Las células del sistema inmune se pueden distinguir por disponer en sus membranas de
unos marcadores (constituidos por receptores), que juegan un papel muy importante en el
reconocimiento y la adhesión de las células. Se conocen gran cantidad de estos
marcadores que han sido denominados CD (Clúster Desi9nation). Estos marcadores se
clasifican en tres grupos según que la expresión de su función sea: durante toda la vida
de la célula, transitoria en una de las fases de diferenciación, o cuando las células son
activadas. Todas las células del sistema inmune proceden de células madre
pluripotenciales de la médula Ósea. Del hígado embrionario surge la médula Ósea donde
existen células madre que dan lugar a todas las células sanguíneas.
Las células madre de la médula Ósea tienen una variedad de funciones en el sistema
inmune tales como la fagocitosis, la secreción de citoquinas y la presentación de
antígenos. Las células madre de la médula Ósea tienen una variedad de funciones en el
sistema inmune tales como la fagocitosis, la secreción de citoquinas y la presentación de
antígenos. Los monocitos, son otro tipo de fagocitos en la sangre, donde capturan los
microorganismos. Circulan en la sangre periférica antes de emigrar a los tejidos. Cuando
los monocitos salen del fluido sanguíneo y entran en los tejidos, cambian de forma y
tamaño para convertirse en macrefa9os. Dentro de ciertos órganos los monocitos o
macrófagos (cuando son residentes en los tejidos), toman diversos nombres: células de
Kupffer en hígado, células de la micro glía en cerebro, células mesangiales en riñón y
osteoclastos en hueso. Como macrófagos poteen capacidad fagocítica y presentadora de
antígenos.
Las neuronas multipolares tienen un axón y varias dendritas. Éstos son comunes en
el