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BASES TEÓRICAS DEL APRENDIZAJE DIALÓGICO

El aprendizaje dialógico nos aporta una concepción diferente del proceso enseñanza-aprendizaje en el
que, para aprender, necesitamos de situaciones de interacción entre las personas. Pero no sólo
necesitamos un gran número de interacciones, y que estas sean diversas, sino que además el diálogo
que se establezca entre ellas tiene que estar basado en una relación de igualdad y no de poder, lo que
significa que todos y todas tenemos conocimiento que aportar, reconociendo así, la inteligencia cultural
en todas las personas.

Según la perspectiva del aprendizaje dialógico, las personas aprenden gracias a las


múltiples interacciones que tienen lugar no sólo entre el alumnado y el profesorado en el
contexto de la clase, sino entre éstos y el resto de las personas que participan de alguna forma
en el centro: voluntarios, personal no docente o miembro de grupos interactivos que conforman
tertulias o comisiones mixtas. Por otra parte, el escenario de estas interacciones no es
únicamente el centro, sino las familias, los amigos, los comercios, las instituciones deportivas,
etc.

Principios básicos del aprendizaje dialógico


El aprendizaje dialógico se sustenta en siete principios básicos:

Transformación
La teoría del aprendizaje dialógico prioriza la transformación por encima de la adaptación, puesto que
sostiene que a través de la educación es posible transformar el entorno social en el que vivimos.
Igualdad
El segundo principio del entorno educativo, o comunidades de aprendizaje según los principios del
aprendizaje dialógico, es la igualdad en condiciones. Para los impulsores de esta metodología educativa
un diálogo es igualitario cuando se valoran las aportaciones de cada participante en función de los
argumentos expuestos por cada cual y no por el que ostenta más poder o pretende conseguirlo.
Inteligencia cultural
Se traslada la idea tradicional de inteligencia académica a un concepto de la inteligencia con un base
cultural, entendida como el conjunto de saberes, habilidades y conocimientos propios.

Dimensión instrumental
Los aprendizajes instrumentales constituyen un principio fundamental de las comunidades de
aprendizaje, entendiendo que dichos principios están configurados por aquellos instrumentos
fundamentales que constituyen la base para acceder al resto de aprendizajes, siendo un requisito
indispensable para poder acceder a una educación de calidad.
A través de esta perspectiva, se pretende evitar la exclusión social a través de la implicación de todos los
miembros de la comunidad en actividades de aprendizaje.

Creación de sentido
El principio de creación de sentido supone dar una determinada orientación vital a nuestra existencia,
luchar por nuestros sueños y perseguir proyectos. Uno de los valores que más se intentan potenciar en
el aprendizaje dialógico es el sentido familiar, motivo por el cual se busca la máxima implicación,
participación y consenso en un proyecto educativo de carácter global.

Solidaridad
El principio de solidaridad es un valor profundo que debe trabajarse de forma decidida en todas las
acciones educativas, integrando a todos los alumnos y alumnas, independientemente de cuáles sean sus
diferencias culturales, socio económicas, de sexo, raza, origen, nacionalidad o de cualquier otro tipo.

En el aprendizaje dialógico, la solidaridad va mucho más allá de le celebración de, por ejemplo, alguna
campaña ocasional de recogida de alimentos unos pocos días al año. Es una solidaridad que debe
observarse y ejecutarse en el día a día escolar, ofreciendo ayuda para superar cualquier tipo de
exclusión en el aula: por motivos culturales, dificultadas de aprendizaje o alguna limitación o diferencia
física o psíquica.
Para lograr estos objetivos es necesario trabajar conjunta y colaborativamente tanto el profesorado,
como los alumnos y sus familias y el resto de la comunidad educativa, ya sea en la gestión del centro
como cuando se comparten los diferentes espacios de aprendizaje.

Igualdad ante las diferencias


El principio de igualdad planteado por este tipo de aprendizaje basado en el diálogo niega que la
diversidad sea un obstáculo para el aprendizaje, sino que en realidad supone una gran oportunidad para
sumar habilidades y formas de entender la vida y así aprender más.

Los partidarios de este método están plenamente convencidos que la segregación por niveles a través
de las unidades de adaptación, de los apoyos fuera del aula ordinaria o de los grupos flexibles
permanentes a lo largo de un curso para adaptar el currículo, no dan buenos resultados. Para refrendar
sus argumentos se apoya en diversas investigaciones y en los resultados académicos de obtenidos en las
pruebas internacionales, comparando los datos de los países con políticas educativas más
segregacionistas y los que no.

Si se pretende realizar una aplicación práctica del aprendizaje dialógico, es necesario el planteamiento
de una serie de cambios en la organización de los centros y aulas, y a utilizar más y mejor las habilidades
comunicativas del entorno: familiares, escolares, de tiempo libre y de la comunidad.

La educación es uno de los ámbitos sociales a los que más le cuesta cambiar. Si pensamos en un aula de
ahora y la comparamos con las aulas de hace treinta o cuarenta años seguramente no veremos grandes
cambios. A pesar de que en las aulas actuales hay más diversidad cultural, religiosa, lingüística, de tipos
de familia, etc., seguimos encontrando en ellas una sola persona adulta, un modelo de comunicación
unidireccional y, en general, una cultura escolar muy parecida a la de la sociedad industrial que hoy ya
no existe.

La agrupación de estudiantes en grupos heterogéneos les ofrece condiciones donde ellos pueden
encontrar altas expectativas, y así aprender más. Esto pasa porque el apoyo adicional es incluido en el
aula y los estudiantes consideran sus niveles diferentes de logro, y además es una fuente de ayuda.

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