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INTRODUCCIÓN
Sin embargo, el estudio con un carácter más científico de las relaciones entre algunas patologías o efectos
sobre la salud de los trabajadores con la exposición a determinados productos químicos durante su tarea
en el ambiente laboral no se inició hasta principios del siglo XVIII. En el siglo XIX esta actuación, para
relacionar la causalidad exposición-efecto y a su vez controlar la concentración de los productos
químicos en el ambiente laboral, se la empezó a denominar higiene industrial, término que subsiste
actualmente.
A partir de la década de los sesenta, las intervenciones y estudios que se habían realizado con
anterioridad en el campo de la higiene industrial fueron en buena parte promulgándose como normativas
nacionales (España, Alemania, Inglaterra, EEUU) de obligado cumplimiento, desembocando para los
estados miembros de la Unión Europea (UE) en directivas al amparo del artículo 118 A del Tratado
Europeo. Este cuerpo normativo constituye en sí la fiabilidad de mucho trabajo experimental y de
investigación realizado en el campo de la higiene industrial.
Puede decirse, que hablar de higiene industrial, con las especialidades que conlleva, es hablar de la
identificación, evaluación y control de los riesgos en los lugares de trabajo, con el fin primordial de
evitar los riesgos y cuando menos de proteger al trabajador de los riesgos residuales o asumibles.
La higiene del trabajo es una técnica preventiva y como técnica tiene por tanto una parte de ciencia y
otra parte de arte. Tiene un fundamento científico para conseguir la objetividad necesaria en sus
hallazgos y conclusiones y es un arte porque requiere saber aplicar en cada momento la parte de ciencia
necesaria.
Se puede considerar contaminante a todo agente con capacidad para producir efectos nocivos y no
deseados en el medio ambiente, las personas o las cosas. El objetivo de esta técnica preventiva es como
en el caso de otras técnicas el de evitar que con el trabajo se pierda la salud. En el ámbito de la higiene
del trabajo nos referimos a pérdidas de salud que puedan ser originadas por la exposición de los
trabajadores a contaminantes físicos, químicos o biológicos.
Por su parte, la medicina del trabajo es la parte de la ciencia médica que basándose en el conocimiento
del cuerpo humano y del medio laboral se dedica a la vigilancia de la salud y prevención de los efectos de
los contaminantes sobre el trabajador, así como de la curación y rehabilitación de las enfermedades
correspondientes.
En la evitación de daños a la salud del trabajador coincide con la medicina del trabajo aunque no se
interfieren, sino que ambas se complementan. No obstante lo anterior, algunos médicos podrían ver al
higienista como un intruso en cierto modo. Por lo tanto la higiene debe suministrar datos acerca de
cómo es la exposición de los trabajadores a los contaminantes presentes en el medio ambiente laboral y
estos datos pueden orientar al médico sobre los posibles efectos que el individuo haya podido sufrir. A su
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vez, un diagnóstico médico puede alertar al higienista sobre la exposición de los trabajadores a diferentes
contaminantes.
El higienista puede chocar frecuentemente con algunos problemas en el desarrollo de su profesión. Por
una parte su formación es a partir de carreras básicas como la Química, Física, Ingeniería, etc. en las que
no existe la especialidad de la higiene del trabajo que es algo que se configura y que se aprende como un
conjunto de conocimientos en los que tienen cabida todas esas ciencias entre otras.
Por otra parte, su labor puede no ser comprendida por el empresario por no ver de forma inmediata los
resultados pues las posibles enfermedades profesionales no surgen de forma inmediata como el accidente
de trabajo sino que es fruto de un periodo de latencia que a veces puede ser de años. Incluso el propio
destinatario del trabajo del higienista, el trabajador, puede rechazar las medidas propuestas por aquél,
especialmente el uso de nuevos equipos de protección individual.
Una descripción más exhaustiva sería definirla como el conjunto de conocimientos científicos y
tecnológicos aplicados al estudio, reconocimiento y evaluación de las sustancias y factores ambientales
derivados del trabajo, que pueden incidir negativamente en la salud de los trabajadores; y al control de
los factores ambientales y el diseño de medios preventivos, para evitar las enfermedades derivadas de los
riesgos anteriormente mencionados o las molestias que pueden afectar a la salud del trabajador.
Es importante diferenciar las enfermedades profesionales de otros daños a la salud ya que ambos están
recogidos en nuestra normativa legal de prevención de riesgos laborales y porque pueden existir daños a
la salud derivados del trabajo y que no habiéndose producido de forma súbita como un accidente, no
figuran en la lista oficial de enfermedades profesionales.
Una Enfermedad Profesional es aquella que es causada, de manera directa, por el ejercicio del trabajo
que realice una persona y que le produzca incapacidad o muerte. Para ser considerada como Enfermedad
Profesional, debe existir una relación causal entre el quehacer laboral y la patología que provoca la
invalidez o la muerte.
La contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena, en las actividades que se especifiquen
en la legislación en vigor provocada por los elementos o sustancias que dicha legislación identifique como
generadores de enfermedad profesional.
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Definición técnica de enfermedad profesional
Es aquel deterioro lento y paulatino de la salud del trabajador producido por una exposición crónica a
situaciones adversas, sean éstas producidas por el ambiente en que se desarrolla el trabajo o por la forma
en que esté organizado.
Existen cuatro ramas de la higiene industrial o higiene del trabajo tan ligadas entre sí que si faltara una de
ellas no podría analizarse y tratarse adecuadamente las situaciones de posible riesgo higiénico. Esta
subdivisión se puede observar en el siguiente esquema:
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1. Higiene teórica
Rama médica que estudia la relación entre la dosis de un agente y la respuesta originada, estableciendo
valores de referencia de dosis para que las personas expuestas a ellas no sufren enfermedad.
Estudia los distintos tipos de contaminantes relacionándolos con el hombre, a través de estudios
experimentales para obtener las curvas de dosis-respuesta y establecer así los valores de concentración
sin riesgo para el trabajador.
2. Higiene de campo
Análisis de puesto.
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3. Higiene analítica
4. Higiene operativa
CONCEPTO DE CONTAMINACIÓN
Contaminantes físicos.
Contaminantes químicos (de naturaleza orgánica o inorgánica).
Contaminantes biológicos.
Como puede verse, se distinguen entre sí porque en los contaminantes químicos el elemento agresor
para el trabajador es la materia en sus diferentes estados y sus muy variadas composiciones químicas. En
los contaminantes físicos, el elemento agresor es la energía en sus diferentes manifestaciones, y en los
biológicos, son los pequeños seres vivos los que puede penetrar en el organismo y producir daños a la
salud de las personas expuestas.
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METODOLOGÍA DE ACTUACIÓN DE LA HIGIENE INDUSTRIAL
Puesto que la higiene industrial debe suministrar datos acerca de cómo es la exposición de los
trabajadores a los contaminantes presentes en el medio ambiente laboral, es imprescindible conocer
cuáles son las pautas que sigue para llegar a dichos datos. En el siguiente esquema podemos ver la
metodología de actuación:
Identificación contaminante
Visto el esquema anterior observamos que el primer paso consistirá en identificar los factores de riesgo
presentes en el área o puesto de trabajo considerado.
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Medición de la concentración del contaminante en el medio ambiente
La valoración de la situación, permite calcular, mediante la medición, las dosis soportadas por el
trabajador considerado:
Posteriormente a esta medición, se realiza una valoración de los resultados mediante la comparación de
los valores obtenidos con los estándares señalados por la higiene teórica para el contaminante.
Esta valoración nos permitirá estimar si nos encontramos ante una situación de riesgo higiénico y para
ella hay que tener en cuenta todos los factores como tipo de contaminante, combinación de varios
contaminantes, tiempo de exposición, protección colectiva e individual y su eficacia, etc.
Situación segura
Si mediante la comparación con los estándares determinamos que la situación es segura, no quiere decir
que sea así siempre. Según la concentración se aproxime más o menos a los valores de riesgo de
referencia, deberemos realizar controles periódicos con mayor o menor frecuencia.
Situación peligrosa
Habría que proceder a una corrección que puede ser realizada mediante actuaciones sobre los focos de
emisión, medidas organizativas, medios de protección colectivos (extracción, ventilación) o medios de
protección individual (mascarillas especiales según el tipo de contaminante de cuya exposición se ha de
proteger).
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Bibliografía