Explora Libros electrónicos
Categorías
Explora Audiolibros
Categorías
Explora Revistas
Categorías
Explora Documentos
Categorías
Jesús lloró
(Juan 11:35)
Entiéndase en primer lugar que este versículo, esta frase, solo se encuentra
una sola vez en la biblia, sin embargo no es la única que vez que la palabra de
Dios establece que nuestro Señor lloró. (Lucas 19:41). El texto que estamos
revisando es el versículo mas corto en la biblia, pero créanme que es uno de los
más profundos que podemos encontrar. En estas palabras hay infinitamente
más contenido que en cualquier sermón que el mejor predicador pudiera
expresar con miles de palabras cuidadosamente seleccionadas. Creo que no
seré capaz de desarrollarlo en su totalidad, sin embargo hay algo precioso que
el Señor nos quiere decir al mostrarnos sus lágrimas.
“lagrimas de impotencia”
El Señor mismo le dijo a Marta “tu hermano resucitará” ¡Si Señor si se que va a
resucitar en el día de la resurrección! Marta, Yo soy la resurrección, ¡Si Señor si
yo he creído en ti! ¡Si yo lo se! Si yo se de la biblia, si yo se lo que la biblia dice,
si yo estudie en un instituto, se de doctrina, soy cristiano de años, si ya se
Señor, pero Marta, Si Señor si se, pero “Si hubieses estado aquí, mi hermano
no se hubiera muerto” ¡AAAH María cállate! ¡Cállate un poco! Guarda silencio y
pon atención a lo que te estoy diciendo, entiéndeme, escúchame, deja de
hablar tú y pon atención a mis palabras, pero no se callaron, seguían llorando,
seguían gritando, seguían diciendo “si hubieses estado aquí, no habría muerto”
y mi Señor solo quería que le escucharan, el estaba anunciando lo que haría, el
estaba intentando revelarles sus maravillas, pero no quisieron oír. (Mateo
23:37).
¿No les llama la atención que Dios no dio dos oídos y una sola boca?
Cristo tuvo hambre en el desierto antes de ser tentado por satanás, Cristo tuvo
sed clavado en la cruenta cruz, Cristo tuvo pena y su alma se angustió antes de
ir a la cruz, Cristo tuvo miedo y oró al Padre diciéndole “Si es posible pasa de
mi esta copa” Cristo tuvo sed y le pidió agua a la mujer samaritana, el fue
100% humano al igual que nosotros y ¿Qué tiene eso de importante? Que no
tenemos a un Dios indiferente, no tenemos a un Dios que en su santidad exige
lo que él no sabe, no tenemos a un Dios frío que exige más de lo que podemos
hacer, TENEMOS A UN DIOS QUE NOS ENTIENDE, un Dios que lloró y sabe lo
que es llorar, un Dios que sufrió lo que yo estoy sufriendo y hoy entiende por lo
que paso. Todos lloramos, las mujeres lloran, los hombres lloran, es mas,
cuando salimos del vientre de nuestra madre lo primero que hacemos es
LLORAR, porque nos sentimos desprovistos, con frío, vulnerables, solos, pero
nuestro Dios lloró y cuando estamos adoloridos, el siente nuestro dolor, el ve
nuestras lagrimas, el las guarda en su redoma, el nos anima en desánimo, el
nos alegra en tristeza, el nos fortalece en el cansancio, porque no es un Dios
frío, es un Dios que siente, un Dios de misericordia, un Dios de compasión,
Dios llora por ti, Dios llora al verte tu condición, al ver que no reaccionas, al ver
que eres carnal, llevado a tus ideas, porfiado, Dios llora de impotencia por ti,
porque el no te quiere ver así, el tiene una vida aún mas excelente, el tiene un
real sacerdocio para ti, Dios llora al ver que quizás, por tu carnalidad y porfía
vayas a terminar muy mal, el te esta viendo, el ve más allá, el sabe lo que
sucederá y llora porque no abres tus ojos.
Dios ya no quiere verte llorar, el Señor como a Jacob, quiere abrazarte, quiere
decirte “No llores”, créeme un poco, ten un poco de fe en mi, espera un poco
más, cambia tu vida, deja aquello que tanto te molesta para servirme, desecha
lo que no te sirve, escúchame, escuchémosle, creámosle, cambiemos por amor
a el y