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Universidad Autonoma de Santo Domingo

Nombres y apellidos: William Severino Tejada

Matricula: 100578409

Sección de teoría: 18

Nombre docente del laboratorio: Maria Luis Sanchez

Sección del laboratorio 52


Ingresa a Google Académico y realiza las siguientes búsquedas de los problemas de
salud más abajo citados, utilizando operadores booleanos e incluye las capturas de
pantalla en tu tarea como resultado final, estas búsquedas deben comprender el
periodo de tiempo entre 2020 al 2022.
Virus del Papiloma Humano
COVID-19

El Virus Papiloma Humano (VPH) es una patología de origen multifactorial, el cual posee riesgo
de convertirse en neoplasias malignas, dando lugar a manifestaciones en la mucosa oral como
lesiones papilomatosas que son únicas del VPH. Los objetivos de la presente investigación son
describir los signos y manifestaciones clínicas del Virus Papiloma Humano y definir las lesiones
bucales ocasionadas por el virus VPH. Para la elaboración del presente artículo, la metodología
que se utilizó fue cualitativa de tipo descriptiva, la técnica de análisis bibliográfico fue empleada
a partir de 80 artículos, se seleccionaron 21 que cumplen con los criterios de inclusión, basados
en el diagnóstico del VPH en la atención odontológica. Dentro de los principales resultados de
este trabajo corroboramos que los Virus Papilomas Humano que existen en el campo
odontológico son de alto riesgo oncogénico, los que producen verrugas y papilomas en la
cavidad oral. La prueba PCR también llamada prueba de papilomavirus permite la detección de
ADN del VPH con una elevada sensibilidad y especificad. El VPH se manifiesta con lesiones
benignas, pre- malignas y malignas y va a depender del grado de riesgo oncogénico. Finalmente
se concluye que las manifestaciones del Virus Papiloma Humano son variables pero únicas,
como consecuencia aparecen lesiones que son diagnosticadas mayoritariamente en el área
odontológica, el VPH suele permanecer asintomática meses e incluso años.

El ciclo de vida del VPH está ligado a la diferenciación del tejido epitelial del huésped. El virus
infecta a las células del epitelio basal a través de heridas localizadas o microabrasiones3. Después
de la infección, el genoma viral se mantiene en el núcleo de las células basales de forma
episomal (extracromosomal) expresando los genes tempranos E1-E8, cuando estas células se
dividen algunas se mueven hacia la capa suprabasal del epitelio y comienzan su proceso de
diferenciación. Estas células al ser diferenciadas normalmente deberían estar fuera del ciclo
celular, sin embargo, el VPH activa la maquinaria de síntesis de DNA celular mediante la
expresión de E6 y E7 y permite la amplificación del genoma viral4. Las proteínas de fase tardía
L1 y L2 encapsidan el DNA viral sintetizado y los viriones maduros son liberados desde la capa
más superficial del epitelio (Figura 1)5. Uno de los signos distintivos de los tumores inducidos
por VPH es la expresión continua de las oncoproteínas virales E6 y E7, generalmente causada
por la integración del virus en el genoma del hospedador1.
Covid-19
La infección por el virus SARS-CoV-2, denominada COVID-19 (COronaVIrus
Disease 19), fue detectada inicialmente en China en diciembre 2019, y posteriormente
se ha diseminado rápidamente por todo el mundo, hasta el punto de que el 11 de
marzo la Organización Mundial de la Salud declaró que el brote podría definirse como
pandemia. La COVID-19 presenta un cuadro que oscila desde episodios leves
seudogripales a otros graves e incluso potencialmente mortales debido, sobre todo, a
insuficiencia respiratoria aguda. Es frecuente el ingreso de estos pacientes en nuestros
servicios de Medicina Intensiva en relación con un síndrome de distrés respiratorio
agudo. La falta de un tratamiento con evidencia científica ha llevado al empleo de
diferentes pautas terapéuticas, en muchas ocasiones, con modificaciones rápidas de
los protocolos. Recientes revisiones en revistas de prestigio han destacado la falta de
terapias probadas y la necesidad de ensayo clínicos que permitan establecer pautas de
tratamiento claras y objetivas. Este documento tiene por objeto ofrecer una
actualización de la terapia que se está aplicando en la actualidad, y una ayuda en la
asistencia diaria, sin pretender sustituir los protocolos adoptados en cada centro.

Algunas consideraciones sobre las hepatitis virales


crónicas como problema de salud

Las enfermedades infecciosas constituyen hoy día una de las causas de muerte más
frecuente en niños y adultos jóvenes, particularmente en el tercer mundo. Según la
Organización Mundial de la Salud (OMS) la actual epidemia de hepatitis es uno de los
problemas principales de salud a escala mundial, tanto por los millones de afectados como
por el número de pacientes que llegan a desarrollar la enfermedad hepática crónica. 1

El término hepatitis, proveniente del griego hepar (hígado) fue utilizado por primera vez por
Bianchi en 1710 y se refiere a todas aquellas afecciones que pueden inflamar el hígado de
una forma u otra. Es una enfermedad debilitadora que ha asolado a la humanidad desde el
principio de la historia. En documentos griegos y romanos se citaba la ictericia, pero no se
asociaba con un proceso infeccioso hasta finales del siglo XVIII y principios del XIX, donde
ya se hablaba de hepatitis epidémica o catarral. Desde entonces, se han reconocido
diferentes tipos de hepatitis virales, aunque los hallazgos acerca de esta infección se
describieron a principios del siglo XX, lo cual ha motivado continuados esfuerzos de la
comunidad científica en busca de una solución a esta enfermedad de origen viral, cuyas
secuelas pueden conducir a hepatitis crónica.2
A pesar de que esta afección se conocía desde hace siglos, antes de la Segunda Guerra
Mundial los médicos no sabían que era causada por un virus; asimismo, suponían que era
contagiosa porque las epidemias ocurrían con frecuencia en condiciones de aglomeración e
insalubridad, pero la forma de trasmisión de una persona a otra era un misterio. Lurman, en
1885 observó el primer brote causado por el virus de la hepatitis B y como consecuencia de
uno de viruela en 1883 se vacunó a 1 289 astilleros con linfa de otros individuos. Después
de varias semanas y hasta 8 meses más tarde, 191 de los trabajadores vacunados se
enfermaron con una forma de ictericia diagnosticada como hepatitis sérica; mientras que
otros, inoculados con diferentes lotes de linfa humana, continuaron sanos. 3

Alrededor de 1970, hubo pacientes con hepatitis con períodos de incubación diferentes al
virus de la hepatitis A (VHA) y B (VHB), sin marcadores serológicos para estos virus,
llamados entonces hepatitis no A y no B. Luego, en 1989 se describe genéticamente el virus
de la hepatitis C (VHC) y en la cuarta década de este siglo se comprobó la causa viral de
estas infecciones hepáticas (hepatitis viral) y los diferentes tipos de esta. En 1976,
Blumberg recibió el premio Nobel de Medicina por el descubrimiento de este antígeno y el
diseño de la primera generación de vacunas contra la enfermedad.3

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