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Roxana Palma Santibáñez

Literaturas Chilenas Territoriales – EVALUACIÓN I.

1. A partir de la lectura de los textos narrativos de P. Jara(geologia), H. Rivera Letelier(la


reina) e I. Ramírez(Cordillera):
Qué recursos y estrategias utilizan los diferentes autores para la creación de un discurso
en sentido “territorial”. Entiéndase respecto a la relación sujeto-escenario; naturaleza o
contexto como relato, vivencia e identidad individual o social de los personajes. Citar y
argumentar.

Es importante señalar que los discursos territoriales se elaboran a través de la unión de


diversos factores que ubican al sujeto en un lugar y tiempo determinado, y que se va
permeando de aquellas experiencias ambientales, llevandole a reconocerse así mismo como
parte de la construcción de aquel escenario y no como un alterno. De este modo podemos
afirmar que el territorio crea la identidad a través del reflejo con nuestros semejantes, y en
el caso de la literatura el reconocimiento se plasma mediante discursos que generalmente
hacen referencia a lugares invisibilizados, marginados o periféricos pues surge como una
necesidad imperante el reconocimiento de estos territorios a través del relato.

De esta manera a través del fragmento de Geología de un planeta desierto de P.Jara,


podemos ver la construcción de un relato que utiliza recursos tales como los paisajes del
desierto captados en primera persona por una persona que comienza a reconocer un
espacio al cual solo se había aproximado a través de los relatos, haciendo incluso una
comparación de los discursos aprendidos popularmente y que sorprendentemente no se
condicen con la realidad. Pues “el desierto no es tan desierto como se cree” (Página 3,
Geología de un planeta desierto, Patrició Jara, 2013). Apunta a los vestigios que existen y
perduran, como rescate de memorias colectivas de personas que han pasado por este
escenario y que a pesar de mostrarse solitario guarda innumerables experiencias. En este
punto la naturaleza ocupa un espacio también importante pues el territorio no solo se crea
de recursos humanos. Sin embargo el autor presta especial importancia a aquellos que han
tenido que trabajar en el desierto, que han debido pasar largas horas en busca de nada
porque no es fácil el alumbramiento entre tanta tierra. ¿Y qué pasa en la soledad, en la
espera eterna? Se crea la capacidad reflexiva del ser humano, pues la construcción del
individuo como persona, tiene relación con el espacio que habita y si aquel espacio está
repleto de silencio no es descabellado suponer que las voces se generan desde adentro. Así
se menciona que “Te lo dicen cada vez que pueden: si en los ratos libres en el desierto no
ocupas la cabeza en algo, comienzas a rayarte” (Página 14, Geología de un planeta desierto,
Patricio Jara, 2013). Por otra parte se crea un discurso construido desde un pensamiento
político en base a la explotación de los recursos por parte de la gran minería que apunta a la
esfera sociopolítica de los personajes.

Por otra parte en La reina de H. Rivera Letelier, llama la atención la emocionalidad con la
que el autor crea un relato larico, repleto de nostalgia por el recuerdo de los lugares sobre
los cuales se construye el sujeto. De este modo nos dice “Yo me acuerdo de aquellas
grandiosas pichangas que en las tardes infinitas de la pampa de antes se armaban cada día
en las oficinas. Vitales, necesarias, benéficas pichangas aquellas, paisanitos. Sí me parece
verlas todavía”. (Página 143, La reina Isabel cantaba rancheras, H, Rivera Letelier, 1994).
Pero estos recuerdos comienzan a oscurecer con la llegada de las oficinas salitreras pues se
encargaron de despojar sus costumbres, convirtiéndolos en esclavos de un sistema
desconocido del cual no les quedó más opción que adaptarse. Así el discurso se crea en base
a un espacio dividido en dos, en los que el sujeto habitó ambos. El primero es el espacio
temporal que abarca la niñez, aquella en la que se jugaba, se hacía deporte y se disfrutaba
de la vida en la pampa, y el segundo el de la adultez, en el que se explota el mineral del
territorio y se utiliza a las personas a conveniencia de las empresas extranjeras. De esta
manera también nos encontramos con un discurso sociopolítico que integra el pensamiento
de toda una sociedad.

Finalmente en Cordillera dentro de Ivan Ramirez, se crea un relato a partir de las


problemáticas que surgen debido a las condiciones periféricas de un lugar. Así el autor da
cuenta, cómo se hizo mención al principio, de las desgracias a las que se está destinado solo
por el hecho de vivir un espacio relegado por la urbe, en el cual es muy difícil la cotidianidad
pues el trabajo es duro por el clima, la escasez debido al aislamiento y las dificultades del
territorio. De esta manera el relato tiene mucho de dar cuenta de sensaciones pero no por
esto deja de ser político, ya que el discurso tiene el funcionamiento de ser denunciante
hacia la injusticia de un territorio que aún siendo tan largo se congreguen todas las
decisiones en el centro. Así dice que “No es necesario viajar al Medio Oriente para
impregnarse del paisaje que rodeó a Jesús, basta recorrer la Región de Coquimbo para
percibir ese halo de sequedad, pétreos cerros y limitaciones que solo rompe un hilo de
agua, escurriendo como promesa de existencia”. (Página 81, Cordillera Adentro, Ivan
Ramirez, 1937).

Es importante mencionar que la configuración de los personajes tiene relación no sólo con
el territorio en el que se habita por las cosas que físicas y climatológicas que allí existen sino
también con las problemáticas sociales con las que nos enfrentamos solo por el hecho de
pertenecer a un lugar determinado, y de este modo los relatos apuntan al cómo soy parte y
de qué estoy siendo parte ¿de un terreno florido, desértico, invernal? ¿o de una comunidad
con una serie de ritos, ceremonias, festividades y problemáticas que construye nuestra
identidad?
2. Tras la lectura del prólogo y tomando en cuenta las consideraciones propias, de M.
Rojas, el Manifiesto y/o G. Zaid:
Realizar una reflexión sobre el sentido y la sustancia de la escritura (territorial) como
arte, y respecto a la relación con la industria literaria/editorial en el país, junto con una
proyección.

Primero que todo, considero relevante como primer acercamiento a la literatura


territorial, despojarse de todos los rasgos hegemónicos que imperan en la industria
literaria nacional, pues es imposible comprender el valor del trabajo escritural de
regiones si lo comparamos con aquel que está a la moda de las grandes ciudades y se
nos vende en masa. Para entender verdaderamente las producciones literarias locales
es primordial comprender que el contexto en el que se generan los textos es de
aislamiento dentro del escenario en el que se ejecuta, y no solo haciendo referencia a
lugares extremadamente periféricos, pues debido a la concentración de la industria en
Santiago y el resto del centro, todas las demás comunas sufren de dificultades al
momento de editar y publicar mediante imprenta. En el caso de Magallanes por ejemplo
es posible rescatar un hermoso legado de literatura territorial, tanto aquella que se ha
escrito en otras lenguas por las comunidades indígenas y que han sido traducida al
castellano por sus mismos autores, así como la de escritoras y escritores chilenos que
habitan en un territorio hostil climática y demográficamente, donde no solo se escribe
por mero yoismo sino que es indispensable levantar una bandera de lucha, pues a
diferencia del centro, en el extremo no basta con escribir y publicar, sino que cimentar el
camino para quienes vienen detrás tengan la posibilidad de hacerlo. Actualmente no
existe una industria editorial en Magallanes, la editorial de la universidad pública en su
gran mayoría a académicos, y por qué no decirlo, varones. No hay mayores posibilidades
de publicar en el mismo territorio. La única opción es optar a que una editorial
santiaguina te conozca y acepte, para luego tener que emprender viaje y traer de vuelta
unos pocos libros en la maleta. Entonces si existe la posibilidad de publicación, se
distribuye en masa en el centro y nuevamente el territorio de procedencia de la
producción del texto que compone el libro se queda sin posibilidad de leerlo. Es decir,
existe una producción masiva de libros en las grandes urbes de autores procedentes de
todos los territorios, pero no sirve de nada que esas publicaciones se queden dando
vueltas en librerías en el centro cuando en las comunidades los pocos lectores que
surgen siguen creyendo que lo único bueno son los bestseller y desconocen la existencia
de relatos en los que sus mismas calles son las protagonistas. ¿Cuántas personas de
Punta Arenas saben que existe un libro de poesía que habla de todos los pasajes del
cementerio municipal? ¿o qué el asesinato del cerro de la cruz es una de las crónicas
mas antiguas del país? ¿Cuándo se va a entender que se generan nuevos lectores en la
medida que se encuentren con literatura cercana? y no me refiero a cuestiones clichés e
hiperrealistas porque claramente buscamos viajar mediante la lectura, pero ¿todos
anhelamos lo mismo? ¿Las personas que viven en Última Esperanza se han visto
reflejados en los libros de moda? Quizás sea necesario leerse más entre ellos mismos.

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