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INTRODUCCIÓN
El grado en que los organismos han logrado acumular las sus-
tancias de reserva que les permiten realizar con éxito las funciones
vitales, se conoce como estado o condición nutricional (Moore et al.
2000). La misma constituye además un indicador de salud y pudiera
también ser utilizada para inferir el grado de estrés al que han estado
sometidos los organismos. Actualmente existen diferentes metodo-
logías para la estimación del estado nutricional, cada una de las cua-
les se adecua a las características de cada especie. En crustáceos, y
específicamente con langostas espinosas, una de las metodologías
más utilizadas es la que se basa en la relación entre el peso y el largo
de los ejemplares. Esta metodología tiene la ventaja de no ser afecta-
da por los estadíos de muda, se puede calcular rápidamente y no re-
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MATERIALES Y MÉTODOS
Se trabajó en el Golfo de Batabanó, principal zona de pesca de
langosta en Cuba, con ejemplares provenientes de seis barcos pes-
queros pertenecientes a las empresas de PESCAISLA (cuatro bar-
cos) y PESCAHABANA (dos barcos). Cada una de estas embarca-
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ciones pesca en una zona fija determinada por cada empresa (Fig. 1).
Se realizaron los muestreos entre los días 22 y 26 de septiembre de
2011, mes en el que los porcentajes de langostas en estadíos de muda
son regularmente elevados (Fernández-Osoria 2003).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La proporción por sexos encontrada para toda el área del Golfo
de Batabanó fue aproximadamente similar, aunque al realizar el aná-
lisis por zona se hallaron diferencias de hasta 22 unidades porcentua-
les (Tabla 1). Esta composición por sexos resulta normal para la épo-
ca del año (septiembre) en que se realizó este estudio, pues las lan-
gostas hembras en su mayoría ya han regresado del desove y se in-
corporan junto a los machos en las áreas de pesca. Estos resultados
coinciden con los obtenidos por Herrera e Ibarzábal (1995), quienes
reportaron a las parejas como una de las estructuras sociales más fre-
cuentes en las langostas de los arrecifes del Suroccidente de Cuba, y
por Cruz (2002), quien plantea una proporción de 1:1 en la composi-
ción por sexos de la población de langostas de la plataforma cubana.
Los parámetros medidos (talla y peso) y los indicadores calcu-
lados (índices nutricionales) fueron además computados para toda la
zona del Golfo de Batabanó, sin discriminar entre sexos o estadíos de
muda (Tabla 2). Según estos valores totales, tanto el peso total como
la longitud total de los ejemplares son mayores a los reportados por
Lopeztegui et al. (2012) para los años 1981 y 2010, aunque con res-
pecto a este último los incrementos son aún mayores. Es decir, el va-
lor promedio de ambas medidas decrece entre 1981 y 2010, y se in-
crementa para el 2011. Lo mismo sucede con la condición nutricio-
nal de las langostas estimada mediante K, cuyos valores son mayores
para dicho año.
Tabla 2. Valores totales (las seis zonas) para el Golfo de Batabanó.
CONCLUSIONES
Mediante el IRH es posible detectar diferencias significativas
en la condición nutricional de langostas P. argus, al compararla en-
tre los diferentes estadíos de muda.
La tasa o relación peso total (PT)/largo total (LT)=K, no detecta
diferencias en la condición nutricional al comparar entre los estadíos
de muda, por lo que la misma parece no ser sensible a tal proceso.
En P. argus la condición nutricional es significativamente dife-
rente entre sexos al menos para el período estudiado.
RECOMENDACIONES
Dado que el Índice de Refracción de la Hemolinfa (IRH) varía
de acuerdo a las condiciones fisiológicas de las langostas, y éstas
pueden ser el resultado de la influencia de factores circunstanciales,
para utilizar la condición nutricional de las langostas como indicado-
ra de variaciones temporales o espaciales en las condiciones del há-
bitat, se recomienda estimar la misma mediante la tasa peso total
(PT)/largo total (LT) u otra metodología que responda lentamente a
las variaciones ambientales, es decir, que permita detectar cambios
graduales (a largo plazo) en la condición nutricional de las langostas.
Tales cambios muy posiblemente se deban a variaciones relativa-
mente lentas en las condiciones del hábitat.
En caso de ser obligatoria la utilización del IRH para estimar la
condición nutricional de las langostas e inferir de ella cambios en las
condiciones del hábitat, se recomienda utilizar ejemplares del mis-
mo estadío de muda, preferiblemente en intermuda, menos afectado
por las variaciones fisiológicas que implica este proceso.
Si se desean determinar cambios rápidos en la condición nutri-
cional, quizás a consecuencia de la acción de factores locales o que
han actuado por un período relativamente corto de tiempo, se reco-
mienda entonces la utilización del IRH u otra metodología que res-
ponda rápido a tales cambios. Débase tener siempre en cuenta tomar
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