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LEGATARIO
Art 870 CC.: “El legado de un crédito contra tercero, o el de perdón o liberación
de una deuda del legatario, sólo surtirá efecto en la parte del crédito o de la
deuda subsistente al tiempo de morir el testador”.
Art 661 CC.: “Los herederos suceden al difunto por el hecho solo de su muerte
en todos sus derechos y obligaciones”.
Art 790 CC.: “Las disposiciones testamentarias, tanto a título universal como
particular, podrán hacerse bajo condición”.
Art. 673 C.C.: “Será nulo el testamento otorgado con violencia, dolo o fraude”.
Art. 792 C.C.: “Las condiciones imposibles y las contrarias a las leyes o a las
buenas costumbres se tendrán por no puestas y en nada perjudicarán al
heredero o legatario, aun cuando el testador disponga otra cosa”.
G. En aplicación del artículo 776 C.C., cuando el legado no puede producirse (por
ejemplo, condición no realizada), o el legatario no quiere recibirlo (lo renuncia)
o no puede hacerlo (por indignidad). el legado se reintegra a la masa
hereditaria. Lo que quiere decir que lo recibe el heredero (salvo que se haya
designado sustituto del legatario). Pero cuando el llamado a la herencia no
puede o no quiere recibirla, pasa a otro heredero.
Tras la actualización publicada el 03/06/2021 que entró en vigor el 03/09/2021,
se suprime este artículo por el art. 2.37 de la Ley 8/2021, de 2 de junio, por la
que se reforma la legislación civil y procesal para el apoyo a las personas con
discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica.
EL ERROR EN LA DENOMINACION
Dispone el articulo 735 en su parte final, que el error del testador en la denominación
de uno u otro (heredero o legatario) no modifica la naturaleza de la disposición. Dicho
en corto, lo que la regla quiere establecer es que las figuras jurídicas son lo que
correspondan por su función y operatividad, no por el nombre, más o menos impropio,
que el usuario le asigne. Denominación, pues; es palabra que el legislador ha
empleado para fines puramente ilustrativos, queriendo decir que no interesa tanto el
título formal de la institución, o las palabras empleadas, sino el contenido. De lo cual
se infiere que, si a una persona se le instituye como legatario en la universalidad del
patrimonio, y a otra se le instituye como heredero de un bien concreto, el testador ha
empleado expresiones incorrectas, pero no por ello habrá que respetar las palabras
sobre la verdadera voluntad. No se trata en este caso de la aplicación del artículo 170
C.C., porque no cabe duda de que el sentido de heredero y el de legatario no pueden
coincidir, ni tienen varios sentidos, ni pueden emplearse indistintamente. Se trata, más
bien, de aplicar el artículo 168, entendiendo aquí como «expresado» no las palabras
empleadas sino la voluntad hecha saber testamentariamente, aunque no exista
coincidencia jurídica -porque el testador no tiene por qué saber de Derecho- entre el
vocablo y el contenido manifestado al disponer.
Pero la norma, en todo caso, no debe restringirse a los casos en que el testador utilice
la expresión “heredero” por legatario o viceversa. sino que además es útil cuando se
emplee cualquier otra que no permita por si misma determinar el carácter de la
atribución. Así, por ejemplo, si el testador dice -dejo», o asigno- o algo similar.
Obviamente el error a que se refiere este precepto nada tiene que ver con el error
vicio35 susceptible de causar la anulabilidad del testamento. En rigor. pues, no
estamos ante un verdadero caso de error sino de simple defecto expresivo del
testador. o de confusión. Pero, de todos modos, ello impone un proceso interpretativo
de la declaración testamentaria.
De esta manera, el propósito del párrafo final del art. 735 es, por lo menos, triple. De
una parte, obliga a examinar la naturaleza de la disposición, lo que se traduce. como
acabo de decir, en la necesidad .de interpretar la declaración de voluntad. De otra
parte, obliga a indagar, abstractamente de la voluntad expresada, el contenido de la
disposición. Y, por último, prescinde de presunciones legales, como la que recoge el
segundo párrafo del artículo 668 del Código español, según el cual en la duda sobre la
voluntad del testador se entiende que la disposición es a título universal o de herencia.
En este asunto nuestro Código sigue la tesis también recogida en el italiano, carente
de presunciones legales. Cosa completamente distinta de la anterior es que el testador
haya querido instituir heredero y efectivamente lo haya instituido como tal, sin duda
alguna expresiva y sin duda alguna sobre la naturaleza y contenido de la disposición,
pero que lo haya dispuesto así debido a un error. En este caso ya no estamos ante la
aplicación del párrafo final del art. 735 (el cual, como he dejado dicho, se limita a un
defecto expresivo de discordancia entre el significante respecto del significado), sino
que estamos ante un auténtico error vicio en la formación de la voluntad. porque se
designó con el nombre de heredero y con las características de tal a quien no se
quería instituir así. sino cono legatario, o viceversa. En este plano que, insisto, es
diferente, es pertinente el articulo 809 pues debido a un error (falsa creencia) se ha
producido una desviación de voluntad.