UNIVERSIDAD DEL AZUAY

Maestría en Educación

Mención Gestión y Liderazgo Educativo

ME3-006 Identidad y practica educativa

Trabajo 4
 La diversidad bajo sospecha.
Narrativa de las principales categorías de análisis planteadas en el
Seminario

Autor:
Pesantez Lozano William Armando

Tutor.
Dr. Juan Bello Domínguez

CUENCA – ECUADOR
2021-2022
 La diversidad bajo sospecha.

Analizando el texto la diversidad bajo sospecha en su apartado que habla sobre el otro

como fuente de todo mal, me llevó a la reflexión sobre ciertos momentos de mi práctica

pedagógica de como aplicaba esto en mi entorno y como reaccionaba ante determinadas

circunstancias, en la lectura me llamó la atención distintas formas en las que se dan los

discursos sobre la diversidad en nuestro plan social, se puede decir qué es divergente, cambia,

varía constantemente dependiendo de la época, el grupo social, de la edad, etc., entonces,

analizando desde el punto de vista docente, estamos en la obligación de irnos adaptando a todas

estas realidades para poder funcionar y fusionar correctamente con los alumnos.

El otro como fuente de todo mal, el otro como sujeto pleno de un grupo cultural y el

otro como alguien a tolerar esos son los tres aspectos principales qué toca el autor, el primero

habla sobre la regulación de las costumbres y la moralidad, habla de que el otro está todo mal y

en la escuela se evidencia esto porque empezamos a decidir e identificar que hay alumnos

buenos y alumnos malos, qué hay comportamientos buenos y comportamientos malos, pero,

como docentes no nos acercamos a un verdadero análisis e investigación del porque del

comportamiento de un estudiante y por qué el comportamiento de otro estudiante.

Otro especto que se podría tomar en consideración es la cultura, desde el punto de vista

de las permanentes transformaciones por las que atraviesa, ya que en nuestra sociedad existe

una multiculturalidad manifestada en diferentes formas de expresión tanto individual como

colectiva y es dónde al no estar de acuerdo, empieza el conflicto social, por otro lado también

las manipulaciones específicas de los espacios, desde el beneficio de mirar hacia el otro a

conveniencia personal, generando un imaginario colectivo, qué es bueno, qué es malo,

preferimos mirar desde la distancia el multiculturalismo, acciones que han trascendido desde la

comunidad a la educación, en donde la expresión “el otro como fuente de todo mal”

asumió distintas formas, expresamente violentas o excluyentes.

 Los otros como sujetos plenos de una marca cultural”. Para esta perspectiva las culturas

representan comunidades semejantes de creencias y estilos de vida. La cultura se funda en un

modelo que otorga sentido pleno a la vida de todos sus miembros como si se tratara de redes

perfectamente trenzadas que todo lo enganchan. Es armonioso, equilibrado y auto satisfactorio.

Cada sujeto logra identidades plenas a partir de marcas únicas de identificación, como si acaso

las culturas se estructuraran independientemente de relaciones de poder y jerarquía. Las

diferencias son absolutas y las identidades se construyen en referencias únicas. La diversidad

cultural pasa a ser un objeto epistemológico que se encuentra exenta de mezcla y

contaminación.

El otro como alguien a tolerar” La historia de la tolerancia se ha desplazado desde el

privilegio del individuo en deterioro del reconocimiento de grupos o a la inversa, lo que se

tolera es el grupo, dejando sin resolver la cuestión de la libertad individual. Hay dos formas de

tolerancia: la asimilación individual y el reconocimiento del grupo.

Por un lado, la tolerancia invita a admitir la existencia de diferencias, pero en esa misma

invitación reside la paradoja, ya que si se trata de aceptar lo diferente como principio también

se tiene que aceptar los grupos cuyas marcas son los comportamientos anti sociales u opresivos.

La tolerancia emerge como palabra blanda, nos exime de tomar posiciones y responsabilizarnos

por ellas. La tolerancia debilita las diferencias discursivas y enmascara las desigualdades.

Cuanto más polarizado se presenta el mundo, más resuena el discurso de la tolerancia y más se

toleran formas inhumanas de vida. La tolerancia no pone en cuestión un modelo social de

exclusión. Mas bien se lo puede considerar como naturalización, indiferencia frente a lo

extraño y excesiva comodidad frente a lo familiar.