Está en la página 1de 7

Ensayo reflexivo sobre la fobia escolar

Presentado por. Daniela Bermúdez y María de los ángeles Viloria González

Hoy en día y sobre todo en América Latina se hace difícil decidir a qué objetivo de la

educación se debería apuntar. A las escuelas les toma más tiempo como debate definir el por

qué y para qué de los planes académicos (Montero, 2002). Esto es tan solo un ideal de lo que

muchas escuelas quieren lograr, pero que se ve interrumpido por muchas de las problemáticas

que afectan los entornos escolares (Montero, 2002). Problemáticas que tienen influencia o se

nutren de diferentes contextos sociales cercanos al estudiante, como la escuela, la familia, lo

que sucede en las calles, las redes sociales, haciendo más complejo las formas en que se

aborda un problema escolar en la actualidad (Rus, 2010).

Entre algunas de esas problemáticas escolares actuales se encuentra la convivencia y

los conflictos interpersonales entre compañeros, un problema que es transversal a muchas

épocas de la humanidad misma y parece casi que inevitable (Alonso y Juste, 2008). La

enseñanza de valores, esos pilares que nos guían a ser mejores personas (Rus, 2010), los

problemas de conducta (algunos de los más frecuentes son el TDAH, los comportamientos

desafiantes, la violencia entre pares, los trastornos de ansiedad, entre otros) y así continúa

avanzando la lista (Alonso y Juste, 2008). Cada una de estas problemáticas se convierten en

una complejidad más grande en las escuelas porque ocasionan afectaciones tanto

emocionales, comportamentales y de rendimientos en los estudiantes. Por ello, las estrategias

de intervención que lleven a cabo hoy en día las instituciones educativas tienen que tener en

cuenta muchos aspectos integrales del estudiante como persona.

Algunos de esos aspectos a tener presente son el grado de motivación de los

estudiantes, sus hábitos de trabajo, los recursos sociales como culturales disponibles, pero
más que todo priorizar el grado de participación y dinamismo que se le brinda a los

estudiantes en cada una de estas intervenciones (Estefanía, 2008; Álvarez y Ferral, 2016).

Una de las tantas problemáticas que interfiere en los ambientes escolares actuales es la fobia

escolar, se presenta de manera silenciosa y confundida muchas veces con ausentismo o

incluso deserción escolar por parte del estudiante, muy poco se indaga el porqué de este

abandono o evitación de la escuela. Por tal motivo, el propósito del siguiente ensayo será

desarrollar los aspectos más importantes de la fobia escolar, su atención o intervención hasta

aspectos básicos como su caracterización o incluso efectos principales en la vida de un

estudiante. Haciendo uso de diversas fuentes como casos escolares en relación a la atención

de este tema.

En primer lugar, por fobia escolar todavía no se tiene un consenso definido alrededor

de su definición, pero se relaciona con el miedo como resistencia que expresa un estudiante al

momento de dirigirse al colegio, sea por una situación determinada del entorno escolar (y sea

una fobia específica de tipo situacional) o generalizada a diversos estímulos escolares

(Coronado, 2001). Es considerada un conjunto de conductas desadaptativas o respuestas de

ansiedad ante estímulos del entorno escolar. Actualmente es uno de los tipos de fobia más

conflictivas para la población infantil como juvenil (Espada y Méndez, 2012).

Entre algunos de los síntomas o signos más evidentes en la fobia social, se encuentra armar

un escándalo, llorar tanto antes de ir a la escuela como estando en ella. A nivel físico o

fisiológico presenta una sudoración en el cuerpo como en las manos. náuseas, presión

elevada, se le altera la alimentación, el ciclo de sueño, le puede dar incluso diarrea (Villareal,

2009). A nivel cognitivo, tiene pensamientos o presenta temor de estar o ir a la institución

educativa, un miedo que desaparece al irse de la escuela y que reaparece al ingresar de nuevo

a la jornada escolar (Villareal, 2009).


Por otro lado, entre las causas relacionadas a esta problemática se pueden encontrar

elementos muy específicos del ambiente escolar como la relación que se tenga con los

compañeros, con los profesores o con uno en específico, el tener que participar en clase, pasar

al tablero, hacer exámenes, ir a educación física, no rendir bien académicamente entre otros.

El miedo a ir a la escuela puede deberse a una ansiedad por separación de los padres o por

temores particulares que genera todo el tema de estudiar e ir al colegio (Coronado, 2001).

Asimismo, esos miedos pueden estar desencadenados por algún evento vital de tipo negativo

que haya vivido el estudiante, separación de los padres, la muerte de alguno de los dos, un

accidente, pasar por algún padecimiento médico (Coronado, 2001).

Algunos de los efectos o consecuencias de esta fobia son los síntomas físicos

asociados como pérdida del apetito, dolor en el abdomen, náuseas; pensamientos o

evaluaciones negativas sobre su persona y la convivencia en la escuela (resultados

académicos deficientes, críticas o miedo a pasar vergüenza con los compañeros) (Coronado,

2001).

De otra forma, algunos de los factores psicológicos asociados a este tipo de fobia se

relaciona a factores externos como momentos estresantes que haya vivido el estudiante, el

estilo educativo que presenten los padres (en especial el de la madre). Por otro lado, factores

internos como el temperamento, la predominancia de determinados factores de la

personalidad (extroversión o introversión), ser estable o no emocionalmente, ya que estos

factores influyen en la probabilidad de desarrollar cuadros de ansiedad propios de este tipo de

fobia (Coronado, 2001).

La explicación sobre cómo se consolida este tipo de fobia evitativa desde la

psicología, viene soportada por teorías como el condicionamiento clásico, el operante, la

teoría de los dos factores e incluso por el aprendizaje de tipo observacional o vicario. Desde

el condicionamiento clásico se expresa que ocurre un aprendizaje de tipo asociativo, donde


un suceso que era emocionalmente irrelevante para la persona se presenta junto a un estímulo

que la persona le tiene miedo, hace que el estímulo que era inicialmente neutro adquiere un

carácter temible para la persona (Coronado, 2001).

Por otro lado, se encuentra la teoría de Seligman sobre la preparación que explica esa

aversión aprendida y natural antes determinados estímulos. En esta se expone que los seres

humanos tienen una vulnerabilidad natural al temor, predeterminada de manera biológica

antes estímulos que pudieron suponer algún peligro para la especie humana en algún punto de

la historia. De ahí a que muchas personas les tengan fobia a los animales peligrosos como

reptiles, insectos, a las personas desconocidas (Coronado, 2001). En lo que respecta a la

teoría del condicionamiento operante, se puede explicar el mantenimiento de las conductas de

evitación como es visibles en la fobia escolar a razón de procesos como el reforzamiento

negativo, porque la conducta de evitación se ve reforzada porque el resultado de esta es la

desaparición de un estímulo negativo, en el caso de la fobia escolar sería la ansiedad

(Coronado, 2001). También se ve explicada por el reforzamiento positivo, donde una

conducta problema se ve reforzada porque aparece un estímulo positivo para la persona. En la

conducta fóbica, la persona escapa o el alumno en este caso y puede sentirse cómodo en otro

ambiente que no es el escolar.

Por último, desde la teoría de aprendizaje vicario u observacional de Bandura se

explica la conducta fóbica por medio de tres formas: tener una experiencia directa con un

estímulo o suceso aversivo, la observación de cómo una persona sufre con un evento

doloroso y lo que aprendes viendo y leyendo películas, cuentos, historias sobre estímulos

poco agradables.

Sobre la evaluación de este tipo de fobia dependerá de la gravedad de cada caso, pero

en los textos leídos proponen realizar primero entrevistas con los alumnos. Seguido por la

aplicación de pruebas que evalúan los miedos escolares del joven como el IME (Inventario de
Miedos Escolares de Méndez, 1988), la escala de Reserva Social (SRS de Jones y Russell,

1982) y también aplicar pruebas para evaluar el grado de competencia escolar del alumno

(Espada y Méndez, 2012). Respecto al respaldo científico de estas técnicas, se encontró en un

estudio realizado por Kennedy en 1965, que la tasa de éxito reportada haciendo uso de la

exposición en 150 casos de fobia escolar fue del 100% (Villarreal y Villarreal, 2008).

En lo relacionado a las técnicas de intervención de estas fobias se tienden a usar

procedimientos basados en la teoría del condicionamiento clásico y operante, similares a los

usados en la ansiedad por separación. Se tiende a usar la desensibilización sistemática, la

exposición, que consiste en la eliminación de las respuestas de ansiedad siendo expuesto a los

estímulos que se les tiene miedo (Coronado, 2001). También desde el condicionamiento

operante se trata la fobia escolar por medio del programa de contingencias tanto en el

ambiente escolar como en el familiar (Coronado, 2001). Otras de las estrategias usadas

pueden ser el establecimiento de un contrato terapéutico, entrenar al estudiante en habilidades

sociales, auto instrucciones (Espada y Méndez, 2012).

En cambio, para la evaluación de la efectividad algunas de las estrategias

implementadas eran hacer seguimiento de los registros de asistencia por parte del tutor y el

propio alumno. También se realizaban entrevistas post aplicación del tratamiento, los auto

informes, la observación y los registros de cada caso (Espada y Méndez, 2012).

Para cerrar, se puede ver que la fobia escolar a pesar de no ser un tema con mucho

desarrollo conceptual e investigativo, como la forma en que han sido atendidos los casos en

diferentes instituciones escolares han sido abordados de una manera cercana, sin

procedimientos aparatosos o complicados, basados en los postulados de teorías clásicas de la

psicología y siempre teniendo en cuenta el bienestar del alumno y su proceso de integración o

adaptación social.
Referencias

Alonso, J. D., & Juste, M. R. P. (2008). Las conductas problemáticas en el aula:

propuesta de actuación. Revista complutense de educación, 19(2), 447-457.

Álvarez, B. E., & Ferral, M. (2016). La escuela y los desafíos de la realidad social

actual. Conflictos y entramado simbólico institucional. In VIII Congreso

Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XXIII

Jornadas de Investigación XII Encuentro de Investigadores en Psicología del

MERCOSUR. Facultad de Psicología-Universidad de Buenos Aires.

Barona, E. J. G., & Tobajas, A. B. (2005). Una propuesta de intervención en fobias

escolares y ansiedad de separación en el ámbito escolar. Puertas a la lectura,

(18), 226-234.

Coronado Hijón, A. (2001). Fobia escolar: una revisión nosológica y de tratamiento.

Revista de Humanidades, 12, 179-194. http://hdl.handle.net/11441/54602

Espada, J. P., & Méndez, F. X. (2012). Behaviour therapy in school phobia: A case

study. Acción Psicológica, 1(1), 81–85. https://doi.org/10.5944/ap.1.1.543

Estefanía, M. M. (2008). Absentismo y fracaso escolar: la educación social como

alternativa. Bordón: Revista de pedagogía, 60(4), 65-77.

Kennedy, W.A. (1965). School phobia: rapid treatment of fifty cases. Journal of

Anormal Psychology, 70, 285-289.

Méndez, F. X. (1988).Inventario de Miedos Escolares ,trabajo policopiado. Universidad de Murcia

Montero, I. G. (2002). La educación actual ante las nuevas exigencias de la sociedad

del conocimiento. Temas, 10(32), 1-17


Rus Arboledas, Antonio (2010). Los problemas de la educación. Profesorado. Revista

de Currículum y Formación de Profesorado, 14(1),415-427. ISSN: 1138-

414X. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=56714113024

Villarreal, J. M. H., & Horcas Villarreal, J. M. (2009). ¿ Tengo Fobia Escolar?.

Contribuciones a las Ciencias Sociales, (2009-04).

También podría gustarte